-¿Qué haces?- Vuelve a preguntar.
Junmyeon está en la puerta del despacho del señor Yoon y lo mira con la ceja levantada.
-Nada, miro unas cosas que me ha mandado el señor.- Le miente. Chanyeol no es bueno mintiendo y Junmyeon lo conoce bastante para notar que eso que acaba de decir era una mentira.
-¿Y él te ha mandado a que lo busques tú?- Le pregunta mientras entra sabiendo que aquello es casi imposible. Su jefe es un gruñón desconfiado y no deja que nadie toque nada de sus cajones, menos un novato como Chanyeol.
El alto sabe que es inútil volver a mentir y bueno, es Junmyeon, se supone que ellos dos están juntos en esto.
-Vale, solo quería coger la carpeta de Jongin.- Confiesa.
Los ojos de su compañero se iluminan y avanza rápido hasta llegar al lado de Chanyeol. Ve la carpeta en las manos de este y no puede evitar sonreír.
-Eres un genio.- Le dice.- ¿Cómo has abierto ese cajón? Llevo unas semanas intentándolo y no he podido.
-¿Unas semanas?- Le pregunta Chanyeol.
Junmyeon asiente y le arrebata la carpeta de las manos.
-Vámonos de aquí antes de que llegue alguien más.- Lo arrastra hasta afuera.
Chanyeol no dice nada y sigue a su amigo hasta otra habitación de la jefatura. Junmyeon se ve ansioso, mucho más que Chanyeol y supone que es porque él lleva detrás de esos papeles una semana, como le ha dicho antes.
-Esta mañana quise hablar con el jefe sobre el caso, preguntarle sobre que es lo que debo proteger al chico.- Le cuenta Chanyeol.- Al principio el tipo ni se acordaba de mi.
-No se lo tomes en cuenta.- Le palmea la espalda.- ¿Y qué te dijo?
-Nada, no me dijo nada.
Junmyeon empieza a reír y le dice algo como “te lo dije” que sienta mal a Chanyeol. Es cierto que le dijo que no iba a sacar nada de ningún superior, pero él tenía que intentarlo.
-Y el cajón estaba abierto, él señor Yoon lo abrió y se quedó abierto.- Continua hablando.- Yo tengo que saber que hay ahí, hyung.
La sonrisa no desaparece de la cara de su compañero y asiente.
-Te entiendo, y ahora lo sabremos.- Dice poniendo la carpeta encima de la mesa.
La mano de Junmyeon roza la tapa color marrón y no vacila en abrirla. Lo primero que ve Chanyeol es la foto de Jongin con su flequillo cayendo sobre sus ojos, la mirada fija en el objetivo y le parece que no es su Jongin. Ese chico de ahí sin brillo en la mirada es totalmente distinto a como recuerda al Jongin de esta mañana. Su Jongin es tímido pero divertido, sus ojos muestran más de lo que él piensa y si emana el recuerdo de hoy ve como se besan en el coche antes de bajarse hasta sus clases.
Baja la mirada y lee con atención. El nombre que ahí se rebela es el de Kim Kai, nacido el 20 de Marzo de 1997 en Seul. Hijo de Kim Illsoon y de Yame Aika. A la edad de 5 años se mudó a Tokio por que su padre solicitó un traslado allí. Pero todo eso ya lo sabía Chanyeol. Esos papeles ya se los había mostrado el mismo Junmyeon.
-Esto no es nuevo.- Le comenta Chanyeol mientras lee.
Junmyeon asiente y se apresura en leer todo por si se dejaron algo atrás la otra vez. Toma las páginas y busca algo más. Chanyeol lo observa serio, su amigo no está teniendo cuidado y los papeles se van a arrugar. Parece movido por algo más, se da cuenta de que algo le pasa a Junmyeon.
-¿Pasa algo?- Pregunta con tono preocupado. Junmyeon levanta el rostro y ve a su amigo mirarle con el ceño fruncido y supone que cae en la cuenta de su comportamiento porque lo ve suspirar y negar con la cabeza.
-No es nada, solo que estoy seguro que aquí hay algo, Chanyeol, nosotros nos hemos dejado algo aquí.
El alto se acerca y le tiende la mano para que le de alguno de los papeles. Junmyeon elige uno del final dónde solo hay letras y números. Allí se describe la situación económica de la familia Kim.
Kim Illsoon tenía un buen sueldo proporcionado por su puesto privilegiado en el gobierno de Tokio.
Él ayudaba con las relaciones internacionales, sobre todo con las relaciones de Corea.
Chanyeol sigue leyendo todo aquello pero nada tiene sentido en su cabeza hasta que se topa con una línea. Kim Illsoon estaba a la espera de un juicio. No. Kim Illsoon estaba a la espera de dos juicios.
Su cuerpo se tensa al descubrir aquello y mira de reojo a su compañero. Junmyeon no le presta atención así que sigue leyendo.
Las partes demandantes eran los gobiernos de Japón y Corea respectivamente. ¿Por qué un hombre que trabajaba para ellos sería denunciado?
Con urgencia por saber más se saltó la parrafada de números y términos difíciles de entender hasta saber el motivo de esas demandas. Revelación de secretos. Por parte de los dos países. Aquello era demasiado raro.
-¿Has encontrado algo?- Pregunta Junmyeon sin levantar la vista de los papeles en sus manos.
El alto se calla y no puede evitar recordar el día que le preguntó a su compañero si Kim Illsoon era un espía.
-Kim Illsoon estaba a la espera de dos juicios cuando falleció.- Dijo con cautela mirando la reacción de su amigo.- El gobierno Japones y Coreano lo acusaban de lo mismo, revelación de secretos. En Japón pensaban que Kim trabajaba para el servicio secreto de Corea y en Corea pensaban que trabajaba para Japón.
Junmyeon levanta la vista y se encara con su amigo, entonces Chanyeol observa el ceño de su amigo arrugado y sus labios apretados.
-Mierda, Chanyeol.- Su voz es grave y mira hacia sus lados para comprobar que nadie los iba a molestar.- Han matado a ese hombre, ¿entiendes? Y lo peor es que ahora no sabemos de que lado. Este asiente y espera que Junmyeon continúe. -Ni los de aquí ni los de allí querían a ese tipo vivo.
Chanyeol suspira soltando el aire de sus pulmones pero no sintiéndose más ligero. Ahora es difícil para él. En el momento en el que se involucró más de lo que debía con Jongin todo cambió. Oír a su amigo hablar del asesinato de Kim como si nada le dio dolor de estómago, porque ese Kim, era el padre de su Jongin.
-Déjame ese folio por favor.- Dice su compañero.
Se lo tiende y agarra otro de la mano de él.
Cuando Chanyeol baja la mirada se encuentra con una imagen que lo deja sin aliento. En un suelo lleno de sangre yace un cuerpo. Un hombre de mediana edad con un terrible parecido a Jongin. El nudo en su estómago se aprieta y lo deja casi sin respiración. El hombre no tiene aparentemente ninguna herida visible, pero toda esa sangre... Sin poder evitarlo le da la vuelta al papel y se obliga a mirar a su compañero.
No es la primera vez que ve un cadáver, los ha visto en directo, pero mirar aquello es como ver a Jongin y... No puede.
-Tenemos que darnos prisa.- La voz apenas le sale, pero quiere acabar con esto.
Junmyeon asiente sin dejar de mirar los papeles y con un último vistazo deja el montón de folios en la carpeta de nuevo.
-Yo llevaré esto.- Le informa.- No te preocupes, lo dejaré sin que el señor Yoon se de cuenta.
El alto asiente y se apresura en salir. Su paso es ligero y deja a Junmyeon con la palabra en la boca, pero necesita aire, necesita salir. Nunca se había encontrado con un caso así en su corta carrera. Nunca se había involucrado de esta manera. Nunca debió de haber traspasado la línea con Jongin.
***
Jongin siente la mirada de su amigo como un escáner. Sus ojos lo analizan y hasta siente como hace una pequeña parada en su noble lugar. Él lo ignora, pero se está empezando a incomodar.
La paranoia lo golpea y le habla de que Sehun sabe lo suyo con Chanyeol.
Por suerte, Sehun apareció por la puerta del edificio una vez que el coche de su mayor se había marchado, pero si se hubiera adelantado unos minutos más se hubiera encontrado con la imagen de Jongin abrazando a Chanyeol.
El alto lo atrapo entre sus brazos en un movimiento extraño y sin esperar a una despedida le besó, lo acurrucó y lo dejo en su cuello para poder olerle. Jongin no hizo más que corresponder y olvidar que estaban en medio de la calle y aparcados enfrente de la puerta de entrada del gran bloque.
- Oye.- Lo llama Sehun por fin.
Jongin gira la cara y se encuentra con sus cejas arrugadas. Su móvil suena y quita la atención de su amigo para centrarla en el mensaje de Chanyeol.
“¿Quieres venir a cenar conmigo?”
Sus ojos brillan y Sehun bufa.
-¿Con quién estás saliendo?- Pregunta con la voz cargada de malestar.
El móvil apunto de caer de sus manos de la impresión y su garganta trabada hacen que el silencio sea más incomodo de lo que debería ser.
-¿Es Kyungsoo?- La nueva pregunta hace que Jongin despierte y entienda.
-¿Kyungsoo? No, que va.- Contesta con una sonrisa falsa.- No estoy con nadie.
-Si claro... ¿Crees que no me doy cuenta? A ti te la han comido.
Y no sabe si Sehun se ha dado cuenta o si es un comentario al azar que ha dado en el clavo. Jongin lo mira con los ojos muy abiertos y aunque intenta reír, el sonido no es como una risa, es como un gruñido. Sehun no es idiota y ha notado su nueva mirada, su sonrisa tonta y el brillo en sus ojos. Jongin está con alguien y piensa que es ese delegado de clase.
-Vamos dímelo.- Le incita.- Somos amigos, ¿no? Tienes que contarme ese tipo de cosas.- El rubio utiliza un tono más calmado para que su amigo se suelte, ocultando lo que de verdad siente.
Jongin esconde su móvil detrás de su espalda y suspira un poco aliviado, solo un poco. No tenía ni idea de que Sehun era tan... Intuitivo.
-No estoy con nadie.- Dice.- Te lo prometo.- Su voz ha sonado sincera y no quiere mentirle a su amigo pero aquello es un caso diferente. Si su corazón hubiera elegido a Kyungsoo, está seguro que hubiera corrido a contárselo a Sehun, pero con Chanyeol no podía.
Sehun solo lo mira serio y no sabe si creérselo, a decir verdad no se cree la mitad de la vida de Jongin, pero le cayó bien desde un principio y ese sentimiento fue creciendo, y ahora dentro de él ahí algo creciendo y no sabe que es.
-Quita esa cara.- Le dice Jongin con un humor renovado.- ¿Salimos a dar una vuelta?
El rubio no está de humor, pero acepta y se levanta de su sitio en el sofá de su amigo.
-Tengo que estar aquí para la cena.- Le informa Jongin cuando están apunto de salir por la puerta.
Su amigo le dedica una mirada y se calla. No le hace falta que le diga que esta noche ha quedado, pero él descubrirá con quién.
***
Chanyeol recibe la comida del repartidor y le paga lo que le debe. Su estómago lleva cerrado desde la mañana y pensar en cocinar le da arcadas. Su mensaje a Jongin fue el resultado de una pesadilla en la que aquella imagen de la foto estaba delante de sus narices pero con su moreno de protagonista. Y la necesidad de verlo fue más fuerte que ese sentimiento de arrepentimiento.
Habían quedado en que Jongin cenaría en su casa, por eso mira el reloj impaciente esperando que fuera la hora exacta de ir a recogerlo.
Su pie se mueve hasta que el sonido de su móvil llama su atención, Baekhyun lo está llamando.
-Channie.- Lo llama su amigo desde la otra linea.
-¿Ha pasado algo?- Pregunta al no esperar su llamada.
-Nada, ¿qué va a pasar?- El alto nota el deje en la voz de Baekhyun y suspira. Le alegra saber que su amigo ha recuperado el tono alegre de siempre.
-¿Y a qué se debe tu llamada?- Pregunta mientras se levanta del sofá y camina por todo el espacio de su salón.
-A que te estoy esperando para que salgamos.- Chanyeol muerde su labio y piensa bien que palabras utilizar.
-Baek...- Comienza con suavidad.- Esta noche no puedo.
Al otro lado puede escuchar como un sonido de sorpresa y es que es la primera vez después de mucho tiempo que Chanyeol le dice a Baekhyun que... No.
-Estoy liado con el trabajo.- Le miente como puede.
-¿El trabajo es Jongin?
El silencio de Chanyeol le vuelve a jugar una mala pasada y su respuesta ha sido un si para Baekhyun.
-Está bien.- Se contesta el mismo.- No importa.- Y sabe que si importa, sabe que la voz de su amigo tiembla. Pero cuelga, se siente mal y es otro dolor que se suma a ese nudo que le quita las ganas de comer.
La hora llega y hace el camino hasta casa de Jongin despacio. No acelera y no es porque no quiera llegar, es solo que su cuerpo se mueve más despacio. La tensión que siente es superior a la que ha sentido alguna vez, y su corazón late más rápido que nunca porque por primera vez a interpuesto a alguien a Baekhyun. Y no es nadie más que a Jongin.
Chanyeol ha tenido novias y novios y nunca nadie fue más importante que su amigo. Lo llamaban mal novio por que muchas veces acudió a la llamada de su amigo dejando detrás a la persona que se supone ocupada su corazón. En cambio ahora, Chanyeol sabe que su amigo estará dolido y no hace otra cosa que conducir hasta la casa del joven.
Cuando lleva y Jongin aparece por las grandes puertas con su pelo lacio cayendo sobre sus ojos, sus manos metidas en los bolsillos otorgándole una postura despreocupada y la sonrisa a medio dibujar, sabe que ahí es donde debe de estar. Traga y espera impaciente a tener a su lado en el coche a Jongin y cuando lo tiene lo atrae a él. Sus manos se colocan a cada lado de su cara y lo sujeta, lo besa en los labios y muerde uno de ellos. Y él último pensamiento sobre Baekhyun se esfuma en cuando Jongin le corresponde.