La noche anterior Chanyeol no la pasó con Jongin, pero tampoco durmió. Por eso ahora le cuesta lidiar con la hiperactividad de Baekhyun.
-Cómprale ese mismo.- Baekhyun señala un teléfono móvil posado detrás de un grueso cristal.
Chanyeol mira el aparato y piensa que es demasiado moderno y caro.
-No creo que ese esté bien.- Gira su cara y se topa con otro móvil mucho más barato.- Creo que este sí estará bien.
Baekhyun se percata del aparato prehistórico que Chanyeol tiene intención de comprar y niega rápidamente.
-¡Ni hablar! No vas a comprarle esa piedra con antena a un chico de 17 años.
Chanyeol dejó al bajo mirando el escaparate todavía y se adentra a la tienda. La chica se acerca rápidamente a él y le ofrece su ayuda. El alto seguía pensando que con un móvil que sirviera para llamar sería suficiente, aún así le pide ver los últimos modelos.
-Este de aquí es muy popular hoy en día.- La chica muestra con una sonrisa un móvil de color negro con una pantalla demasiado grande.- Es el favorito de los adolescentes.
Ese fue un gran empujón a la hora de decidirse por ese móvil, y bueno, que Baekhyun añadiera que la sonrisa de Jongin le partiría la cara al ver ese móvil también ayudó.
-Te gusta ese niño, eh- La voz de Baekhyun canturrea con alegría.
-No y menos si lo llamas niño.
A decir verdad, Chanyeol no había sido capaz de confesar a su amigo lo que había ocurrido la noche anterior.
-Es una manera de hablar.- Dice Baekhyun.- Además, ¿desde cuándo te importa a ti lo de la edad?
-Desde que Jongin es menor de edad.- Le responde con fastidio. No sabe si por el hecho de que está incomodo con que Baekhyun le hable de eso o porque le fastidia que Jongin sea menor.
-Tu y yo sabemos que lo de menos entre vosotros sería la edad.- Ríe Baekhyun.- Es más que suficiente que ambos seáis hombres.
-Tienes razón.- Suspira Chanyeol.- El caso es que a mi no me gusta Jongin.
-Ya lo veremos.- Vuelve a su tono cantarín.
Chanyeol se empieza a sentir incomodo y aunque sabe que es imposible que su amigo sepa nada, traga con dificultad con los recuerdos amenazando en atormentarlo.
***
La comida con Chanyeol no se siente tan en tensión como Jongin pensaba que sería, pero no puede evitar esquivar su mirada con vergüenza.
-Toma.- Chanyeol le tiende una bolsa que el joven coge con confusión.
-¿Qué es?- Pregunta aún sin mirar su interior.
-Míralo. Te hacía falta, ¿no?- Ahora si se apresuró en mirar para evitar la sonrisa en la cara del mayor.
La bolsa contenía una caja con un móvil.
-Gracias.- Pronuncia bajito. ¿Chanyeol se había molestado en comprarle aquello para él?
El aparato era uno de los más modernos del mercado y Jongin paseaba su vista entre el móvil y mayor.
-Puedes llamarme cuando te haga falta algo.
Aquella invitación del alto le estuvo dando vueltas toda la tarde, ¿estará bien llamarlo aunque esté trabajando? Bueno, Jongin sabía que él era parte de su trabajo también.
Una vez se hizo de noche, toqueteaba el móvil observando su lista de contactos. Solo el número de Chanyeol estaba allí. Y las palabras de por la tarde resuenan en su cabeza.
No lo iba a llamar, Jongin casi no pudo mirarlo a la cara en el día de hoy, menos llamarlo. Pero sus dedos no dejaban de pasearse por la pantalla. La esperanza de una llamada por parte del mayor estaba ahí.
Sus pensamientos se ven cortados por un piqueteo en la puerta. Sabe que es Sehun y se regaña por sentir en el pecho el mismo golpeteo con una mínima ilusión de que sea Chanyeol.
Sehun entra a la sala tarareando una canción del que ahora es su grupo favorito, el chico ya ha conseguido aprenderse media discografía en unos cuantos días.
-Ahora mismo estaba pensando en pedirte el número de móvil.- Anuncia al ver a Jongin con el aparato en la mano.
Si Sehun llega a hacer esa pregunta un día atrás Jongin se hubiera tenido que inventar algo, que un chico de 17 años no tuviera móvil en estos días si que era extraño.
El ambiente entre los chicos era inmejorable. Las risas de Sehun contagiaban a Jongin y le hacían olvidar todo lo que había pasado en estos días. Su nuevo amigo era un chico alegre y entusiasta que estudiaba en una preparatoria cerca de su edificio.
-Que raro que vayas a las clases tan lejos. Quiero decir, a dónde yo voy está a dos pasos de aquí.- Comenta Sehun después de decirle el nombre de su preparatoria.- ¿Te lleva el chófer?
La pregunta hace atragantarse a Jongin. Él con chófer.
Chanyeol.
-Si, bueno. Mi padre me puso un empleado para que me llevara. -Contesta con lo primero que se le viene a la cabeza.
-¿El tipo de ayer?- Pregunta disimilando la curiosidad que lo embarga.
Jongin se vuelve a atragantar y mira la pantalla de su móvil ideando algo lo más rápido que puede.
- Chanyeol es mi tío.- Responde sin mirar al rubio.
-¿Tu tío?- Esta vez no puede evitarlo y hace la pregunta demasiado rápido.
Jongin se centra en aparentar y lo mira asintiendo.
-Hermano de mi padre.
Sehun alza las cejas y asiente no muy convencido. No puede negar que Jongin le da curiosidad. Un chico que vive solo en ese bloque de pisos habitado por familias pudientes como la suya. Y ese policía de ayer, su tío, según él.
-¿Chanyeol se llama?- Se está arriesgando porque no conoce tanto a Jongin, pero la curiosidad puede con él.
La mente de Jongin corre a toda prisa y reza porque Sehun no note todo el alboroto dentro de él.
Así que con calma lo mira y asiente.
-Déjame decirte que tu has heredado toda la belleza de tu familia, ese Chanyeol es feo.- Las risas de ambos no tardan en llegar y el ambiente que se estaba volviendo tenso se va.
-No digas eso. Chanyeol no es feo.
-Si que lo es, ¿de dónde ha sacado esas orejas?- Era cierto que las orejas del mayor eran un poco más grandes, pero eso no le hacía feo y Jongin se apresuró a negarlo.
-A mi me gustan sus orejas.- Su voz sonando demasiado entusiasta hace a Sehun reír.
-Ni que fuera tu novio .- Continua este.
Jongin se para y se endereza. Mierda. Dibuja una sonrisa falsa en su cara y le da un golpe juguetón en el brazo a Sehun.
-No digas tonterías.
-Era broma.- Canturrea con voz aniñada.
La idea de tener a alguien de su edad con quien divertirse le hace sentir paz y calidez, pero ese sentimiento se apaga una vez Sehun sale de su casa. Jongin sabe que se está arriesgando al tener una relación cercana con alguien. Y le hace sentir angustiado pensar que está poniendo en peligro a Sehun.
Prácticamente lo tienen encerrado y lo acaban de evacuar del país en el que vivía, eso tiene que significar algo. Huele el peligro y la tensión a pesar de estar como en una cárcel de oro. ¿Se debería sentir a salvo? No es exactamente lo que siente.
En el fondo sabe que lo están escondiendo de algo o alguien y meter a Sehun en su vida no es la mejor idea, pero no puede hacer nada. Se siente solo y echa de menos a sus amigos. Podría parecer egoísta, pero Jongin quería a Sehun en su vida.
***
-¿Cómo va la cosa?
Chanyeol mueve el pie inquieto y mira con intensidad a su amigo.
-¿Dónde está el señor Yoon?- Pregunta arisco.
Junmyeon le sonríe y le niega.
-El señor Yoon no puede venir, tendrás que darme a mi el reporte.
-¿Qué?
Resulta que ahora tendrá que tratar a su amigo como a un superior.
-Estás de broma.- Afirma sin poder creer.
Junmyeon se acerca a su amigo y le ofrece asiento, niega lentamente y busca las palabras correctas.
-Yo soy el encargado de este caso, Chanyeol.- Cada palabra es pronunciada mientras observa la reacción de este, que no se hace esperar.
-¿Cómo? ¿Por qué?- Cada vez entiende menos lo que está pasando y su nivel de frustración está llegando al tope.
Junmyeon está al mismo nivel jerárquico que él, es cierto que tiene muchos más años de experiencia, pero eso no había significado nada, él seguía siendo un igual. Y ahora resulta que tendrá que tratarlo de superior.
-Chanyeol, el señor Yoon también está en esto, pero yo seré vuestro intermediario.- Intenta responder el mayor.
-No entiendo nada.- Su voz esta contenida y sabe que se tiene que controlar.
-Tú solo tienes que seguir con tu trabajo como hasta ahora, encárgate del chico, lo demás cae en manos de otros.- Con Chanyeol apunto de explotar Junmyeon mide cada tono y habla con tranquilidad.
Pero eso no es suficiente.
Chanyeol se siente al margen y eso lo enfada. ¿Qué se supone que es su trabajo? Cuidar a Jongin sin saber de qué. ¿Tan poco vale?
La inseguridad lo ataca desde lo más profundo haciendo su sangre hervir. Respira fuerte y clava sus ojos en los de Junmyeon.
-¡No puedo seguir así!- Acaba explotando.- ¿Cómo que siga cuidando al chico? ¿De qué? ¿De que no lo atropellen? ¡Maldita sea, Junmyeon! No me digas que siga como estoy.
-Te prometo que pronto sabrás más, Chanyeol, te lo prometo.- Asegura suplicante.- Pero ahora no.
-Esto no es justo.- Su tono se baja. La manera de hablar de su amigo lo ha hecho pararse.
-Yo tampoco se que es lo que hay detrás y no quiero decirte que hay algo grande detrás de esto, pero tu y yo sabemos que es así.
Junmyeon parece sincero y el ceño de Chanyeol se va destensando.
-Yo pedí ser el intermediario.- Confiesa.- Quería que la información pasara antes por mi. Kai es una pieza clave y tu eres el único que tiene contacto con él.
Le suena raro cuando lo llama Kai, pero esa forma de nombrarlo le hace recordar que Jongin, además de ser el chico que lo hace sonreír, es Kai, el huérfano que esconde un secreto.
-Quiero que tu y yo formemos un equipo.- Continua el mayor.
-¿Un equipo?- Chanyeol ve como su amigo se levanta y se asegura de que la puerta está cerrada.
-Tu y yo debemos de adelantarnos a ellos, Chanyeol. Tu tienes a Kai y él es la llave. Los superiores no quieren darnos los datos, pero estoy seguro que el chico los sabe y tu lo tienes que descubrir.
Dentro de Chanyeol hay algo que hace click y sus ojos se abren ante la atenta mirada de su amigo. Una sonrisa ladeada se dibuja poco a poco en la boca de Junmyeon y le tiende la mano.
-¿Lo has entendido?- Pregunta con la mano aún tendida esperando que Chanyeol le corresponda.
Este tiene la cabeza hecha un lio. No sabe bien que significa tono aquello, pero ha entendido que los superiores querían tenerlos de marionetas. Junmyeon no va a permitir eso sabiendo que lo que se viene es peligroso.
-Está bien.- Dice mientras le agarra la mano y la aprieta fuerte.- Haré lo que pueda.
Junmyeon lo acerca y lo abraza y cuando su boca a alcanzado su oído susurra un “ten cuidado”.
***
El sonido del despertador suena alto y molesto. Un ring que le taladra dentro y que se suma al dolor de cabeza que ya tiene. Jongin no puede hacer otra cosa que no sea volverse en la cama y suplicar que se apague pronto.
Es la hora de levantarse y prepararse para que Chanyeol lo lleve a las clases, pero hoy simplemente no puede.
Con un sobreesfuerzo estira el brazo y logra apagar el maldito aparato. Ahora el silencio le invita a volver a los brazos de morfeo pero sabe que tiene que avisar a Chanyeol.
Es la primera vez que le va a escribir algo, algo que va a enviar y no va a borrar al último momento.
“Lo siento, Chanyeol, pero no me encuentro bien. Hoy no iré a clases”.
El texto simple se vuelve borroso ante sus ojos y tanteando con sus dedos logra pulsar el botón de enviar.
Desde anoche su condición no estaba bien. Su garganta dolía y sus ojos pesaban, por eso se disculpó con Sehun y se fue pronto a la cama. De madrugada un sueño horrible lo despertó y no tuvo que hacer mucho más para darse cuenta de que la fiebre le estaba subiendo alarmantemente. Aun así se volvió a tumbar con la esperanza de que aquello se parara solo.
De hecho, no lo hizo y ahora siente su cuerpo temblar ante un sudor frio que le baja por la frente.
Ya no sabe que tiempo lleva ahí y cuando intenta mirar por la ventana si ni quiera ve los rayos del sol, el reloj está borroso, pero imagina que Chanyeol ya leyó su mensaje y se alegra de su día libre.
En cambio el mayor conduce a toda velocidad, una vez más, hacia casa de Jongin.
No conoce al chico tanto para saber si es una excusa barata para librarse de las clases, pero algo le dice que no. Por eso acelera y aparca sin estar seguro si ese sitio es el adecuado y pulsa el botón del ascensor repetidas veces para que llegue antes.
Mientras va ascendiendo hasta la planta 5, Chanyeol se lamenta por parecer tan desesperado y agradece que nadie lo ve. Cuando llega al rellano y está frente a la puerta 3 duda. Saca una llave del bolsillo y la coloca para entrar.
De pronto no está seguro de lo que debe de hacer. Tiene esa llave desde el principio. Si su deber era cuidar al chico, esa llave debía de estar en su poder, pero Jongin no lo sabe. No quiere que el chico se enfade porque ha entrado sin avisar a su piso.
Chanyeol sigue dudando, pero si ahora se vuelve se sentirá ridículo. Por eso da un paso más y abre la puerta con cuidado, procura no hacer ruido y cierra encontrándose con el salón calmado y vacío.
Camina hasta el pasillo y ve la puerta del cuarto principal cerrado. Sabe que Jongin duerme ahí porque el primer día que llegaron los dos al apartamento el menor se lo dijo.
Su paso es lento, no quiere que Jongin lo oiga llegar y no sabe muy bien por que. Se vuelve a parar delante de la puerta cuando la inseguridad lo ataca de lleno. ¿Y si Jongin está con el chico del otro día? ¿Y si no está enfermo? ¿Y si lo único que Jongin quería era estar un día sin hacer nada junto a ese tal Sehun? ¿Y si Jongin no está ahí?
Todas esas preguntas lo estaban llevando a suposiciones estúpidas, o más bien a una en común. Jongin está con Sehun.
Su mano tiembla con ese pensamiento y se está sintiendo estúpido porque la calor de su pecho no es otra cosa que celos. Con este nuevo sentimiento abre la puerta del dormitorio y lo que ve le hace suspirar.
Jongin está hecho una bolita mientras se arropa con las cobijas de la cama.
Y tiembla.
Jongin se ve realmente mal. Su frente brillante y sus labios sin todo el color con que Chanyeol los recuerda. Su cuerpo tiembla ligeramente y por inercia el alto se acerca a arroparlo.
Esto hace que un casi inconsciente Jongin se de cuenta de que está acompañado.
No sabe quien es, pero todo lo que es esa figura le recuerda a Chanyeol. Solo que eso es imposible.
El alto lo está mirando con su ceño fruncido y con cuidado le pasa la mano por la frente. Jongin está hirviendo. Su mano se empapa y el calor casi abrasador que desprende el chico lo asusta. Se levanta y se apresura a traer un paño mojado para empezar a bajarle la fiebre.
Jongin balbucea algo que suena como su nombre pero él lo calla y le pide que se tranquilice.
-Te vas a poner bien, ¿vale?- Su voz grave se siente pesada porque lo último que esperaba Chanyeol era encontrarlo así de mal.
La culpa le pesa en la espalda por los pensamientos de antes y por dudar de Jongin. El pobre chico estaba realmente mal y él pensando en que se quería escaquear de las clases.
Jongin siente un lado de la cama hundirse y un olor familiar viene a él. Sigue pensando que es imposible que sea Chanyeol, pero ahora que está seguro que hay alguien con él no puede ser otro que no sea el mayor.
-¿Chan- Chanyeol?- Pregunta sin poder abrir los ojos.
-Si soy yo.- Escucha la respuesta con tono suave y suspira inconscientemente.
El menor siente el paño frio aliviandole y como Chanyeol le acerca a los labios un vaso de agua.
-Bebe un poco y ahora buscaré una pastilla que te calme el malestar.- Le informa el mayor antes de levantarse y salir de la habitación.
Jongin se incorpora como puede y suspira de nuevo sintiéndose más despejado. La presencia de Chanyeol le ha hecho sentir tranquilidad y el temblor de su cuerpo ha desaparecido.
Chanyeol ha entrado en la habitación y trae una pequeña pildora, la acerca a los labios de jongin y este la toma con ellos. El pequeño momento en que sus labios resecos rozan los dedos del alto le hace temblar y con el agua fresca ayudándole a tragar la pastilla recuerda el día que sus labios besaron los del mayor.
Jongin se sonroja y su cara se vuelve incluso más caliente. Chanyeol lo nota y sin pensarlo posa sus labios en la frente del joven para comprobar que su temperatura no ha subido. Pero ese echo hace a Jongin echar humo.
El chico había pensado que sus besos aquella noche habían sido un error del que el mayor se lamentaba y que nunca más se volvería a repetir. Pero volver a sentir los labios suaves del mayor sobre su piel lo habían encendido. Una esperanza en forma de gimoteo se había escapado de sus labios resecos.
Chanyeol pasea sus ojos preocupados por el cuerpo del menor y quiere atraerlo y apretarlo, pero se ve frágil y siente que lo rompería. Los labios del chico tiemblan y no sabe si su fiebre va en aumento. El alto se acerca, pero Jongin se acerca antes y lo tiene tan cerca que el aliento del joven cae sobre su boca y lo siente tan caliente.
Jongin va a echarle la culpa a la fiebre y a los delirios, pero eso será cuando Chanyeol le pregunte porque lo hizo. Ahora solo quiere besarlo.
Los labios resquebrajados encajan en los suaves de Chanyeol y su cuerpo hirviendo reacciona cuando Chanyeol le corresponde. Ambos se besan suave y Jongin quiere suspirar pero la boca de Chanyeol no le da una tregua.
Chanyeol estaba pidiendo clemencia cuando un Jongin de mirada sombría se acerca a su boca y ya no puede hacer nada más que no sea besar los labios del chico. Pasa su lengua sobre ellos y les da el color que él recordaba, y aunque aun no están suaves como la otra vez, Chanyeol no cambiaría estos labios por nada.
Su cuerpo descansa en la cama ahora que Chanyeol le ha hecho tumbarse, pero para Jongin aquello se siente como una nube. Todo le empieza a temblar y sabe que su fiebre está tan alta que está empezando a delirar cuando gime sin que Chanyeol le haya tocado aún.
Chanyeol se regaña por aprovecharse de la situación pero un Jongin de mejillas rojas y labios pidiendo por más es una invitación que no puede rechazar. Entonces lo besa hasta que Jongin gime por aire, o eso piensa él. Se asusta un poco cuando siente la piel de Jongin tan caliente y destapa el cuerpo del menor con la finalidad de darle aire pero el chico con una fuerza nacida de no sabe donde se deshace de su camiseta.
La prenda que usa normalmente de pijama acaba en el suelo y ahora que siente el aire frio sobre su piel roja suspira, mira de reojo al mayor y se encuentra con unos ojos brillantes que miran su pecho desnudo. Por puro instinto atrae a Chanyeol de nuevo a su boca y lo besa con urgencia. Para su sorpresa este está un poco reacio al principio pero acaba cediendo y une su lengua a la de Jongin.
Ahora todo a dado un paso más. Chanyeol tiene a Jongin debajo suya retorciéndose mientras gime sobre su boca porque su mano recorre su pecho. Él tenía que tocarlo. Jongin le había puesto la miel en los labios y la iba a probar. Así que sintiéndolo se separa de su boca para pasarla a su cuello y a su pecho.
Pero todo se para cuando Jongin gime de una manera tan provocadora que Chanyeol tiene que apartarse. La imagen del joven demasiado sonrojado, suspirando con ojos entrecerrados es lo último que Chanyeol graba en su mente.
Tiene que ser consciente de a donde va esto y de lo que está haciendo. Y su parte baja le grita con urgencia que se aparte. Como un reflejo mira la de Jongin y el chico está tan mal que el delgado pantalón que lleva no esconde nada. Su labio queda atrapado entre sus propios dientes y quiere gritar de la frustración.
-¿Cha- Chanyeol?- Pronuncia Jongin con dificultad mientras su pecho desnudo sube y baja.
-Yo...- Comienza este.- Iré a por más agua.
Y casi sale corriendo de la habitación. ¿Qué estaba apunto de hacer?
Bebe agua y se aclara la garganta y las ideas. Jongin es un chico de 17 años, un niño huérfano, ahora mismo enfermo... Y él se iba aprovechar de eso. Era despreciable. Jongin le importa mucho más que eso.
Cuando llega al cuarto el menor se ha dormido y su cuerpo relajado le hace suspirar. Jongin es precioso y Chanyeol no lo va a manchar de esa manera.