Chanyeol siente como si esto que está apunto de hacer va a ser lo último que haga en la vida.
Su mano tiembla y su palma suda, y como queriendo perder más tiempo mira la hora en el móvil. Las 12:45 justas.
Acerca de nuevo la mano al timbre de la puerta y duda. A sus 25 años se está comportando como una nena, pero de verdad que no sabe como enfrentar a Jongin. ¿Actuar como si no hubiera pasado nada? Sería una actitud válida si Jongin no hubiera respondido su última pregunta.
“¿Tu me necesitas tanto como yo a ti?”
“Si”
Mentiría si no dijera que su corazón comenzó a latir tan rápido como si se quisiera salir de su pecho, pero es que Jongin no debió de haber respondido, es más, él nunca debió de enviar eso. Nunca más vas a beber, Park Chanyeol, nunca más.
El tiempo seguía avanzando y tenía que darse prisa o Junmyeon lo terminaría llamando para pedir lo que quería y él seguiría ahí parado en el rellano. Así que con un impulso toca el timbre.
El sonido es corto y estridente entrando por sus oídos y cierra los ojos como un escudo infantil.
Chanyeol podía escuchar los pasos al otro lado y su labio inferior empieza a temblar. ¡Qué iba a decirle al chico?
La puerta se abre y un Jongin despeinado asoma la cabeza entrecerrando sus ojos. Lo acababa de despertar.
La noche anterior la pasó hablando con Sehun y cuando llegó la hora de dormir su cabeza no era capaz de dejar de darle vueltas a los mensajes de Chanyeol, así que no pudo dormir nada.
-¿Hola?- Una mueca parecida a una sonrisa se dibuja en la cara de Chanyeol.
Jongin no se lo esperaba y abre sus almendrados ojos en sorpresa.
-¿Puedo pasar?- Pregunta haciéndose pequeñito ante la mirada desconcertada del menor.
Con la duda dando paso a la vergüenza infinita, Jongin deja pasar al policía.
Lo último que el chico esperaba era abrir la puerta y encontrar a Chanyeol allí.
-Oye lo siento.- Comienza el mayor cuando Jongin ni si quiera ha cerrado la puerta.- Siento lo de ayer. Yo...
Y temiendo que Chanyeol dijera algo que el joven no quería oír lo corta.
-No pidas perdón.- Dice enfadado.
Chanyeol nota el tono en la voz de Jongin y se calla esperando a que continúe.
-No hace falta que digas que esa mierda no era para mi.
La sorpresa por las palabras del menor lo dejan parado en medio de la sala. Jongin avanza y sonríe de manera dolida. No está actuando con inmadurez, es solo que escuchar decir a Chanyeol que esos mensajes no significan nada le dolería en el alma.
-Lo peor es que yo te respondí.- Deja salir sus pensamientos.
Con un balbuceo extraño intenta explicarle, pero la situación ha dado un vuelco y ahora siente que no puede dejar que Jongin piense eso.
-No es lo que- El chico lo vuelve a cortar con un bufido.
-Está bien, lo olvidaré.- Termina diciendo a la vez que pasa de largo del alto.
¿Cómo había acabado esto así?
Chanyeol siente la desesperación por el rumbo absurdo que estaba tomando la situación. Jongin está decepcionado por los mensajes, pero esos eran para él. El alcohol en su sangre no lo dejó racionar y encerró a la voz que le gritaba todo lo que era Jongin. Un chico de 17, huérfano, parte de su trabajo. Maldita sea, podría ir a la cárcel. Porque el chico le había respondido lo que ya sabía, Jongin también sentía lo mismo.
Entonces con la respiración subiéndole y la mente retorciéndose en sentimientos encontrados, lo sigue y en un impulso lo abraza por la espalda. Esta escena es familiar y no es incómoda del todo. Jongin nunca se ha intentado zafar de su agarre de todos modos, por eso nunca hizo falta la respuesta.
Así que lo gira despacio para no asustarlo y lo encara con un valor que no creía tener.
-Claro que todos esos mensajes eran para ti.- Agarra sus hombros y lo mira esperando que el mensaje quede claro.
Jongin no se aparta, nunca se apartó, es más, se acerca. Y ahí estaba otra vez. Bebiendo de la boca de un chico de 17 años, sorbiendo la vida que desprendían sus besos. Nunca ha habido resistencia, Jongin lo deja que lo maneje a su antojo y eso le da miedo. Chanyeol ha estado apunto de cruzar la línea una vez, no está seguro de poder frenarse otra vez.
Cuando todo el aire se escapa de sus pulmones ambos se separan y Chanyeol le pide una tregua con la mirada.
-Perdóname.- Le dice sin separarse un ápice de la cara de Jongin.
Este asiente no sabiendo muy bien por que le pide perdón, ya que el beso lo inició él. Pero es algo que no pudo evitar al escuchar que si, que aquello era para él.
-¿Entonces me necesitabas tanto como decías?- El tono de Jongin no es de mofa, es seductor, y no se lo ha propuesto, pero le salió así. Solo quiere asegurarse.
Chanyeol asiente con la boca seca y con la palma de su mano acaricia la piel morena del otro. El tacto es cálido y la piel de ambos se eriza. El ambiente ha cambiado y la cercanía permanece. Jongin suspira y lleva la mano del policía a su boca. Y la besa.
La besa ante la atenta mirada de Chanyel, que internamente se maldice por dejar al menor hacerle eso, pero el pensar en pararlo le duele. Cierra los ojos y pasea su dedo por los labios suaves de Jongin. No era su intención, pero Jongin abre la boca levemente y deja que su lengua sea la que acaricie ahora los dedos del mayor.
De pronto hace calor, es sofocante y el cosquilleo propio en su pecho se hace presente. Jongin aparta la mano y lo lleva a la habitación y él no puede hacer otra cosa que rezar para que el chico pare. De su boca no va a salir un “para”.
Cuando Chanyeol entra en la habitación y Jongin se queda a su espalda, mira la cama desecha delante suya. Se imagina a Jongin ahí tumbado como la otra vez y suspira cuando siente las manos del moreno a sus costados.
-Yo también te necesitaba.- Le confiesa en voz baja sabiéndose a salvo de la mirada de Chanyeol.
Pero sus palabras son un empujón es el cuerpo del alto, que se vuelve acorralándolo en la pared.
-Dime que pare.- Le susurra al oído.- Haz que pare ahora.
Jongin se siente tan caliente con la voz de Chanyeol en su oído pidiendo cosas que no puede cumplir.
-Si continuo ahora.- Roza sus labios en su cuello.- No voy a poder parar.
Las confesiones del mayor están acabando con la poca cordura que tenía y pasa las manos por su cuello para atraer su cuerpo.
-No quiero que pares.- Le contesta antes de acercarse y besarlo.
Es la primera vez que se besan así. Es pura lujuria y las lenguas ya no son tímidas. Están compartiendo lo que son y eso es nuevo.
Chanyeol se acaba de quitar el freno y sus manos, por primera vez, se dirigen a la parte baja de la espalda de Jongin. Le aprieta las nalgas sobre las ropa y consigue que el joven se roce con él.
Sabiendo que no va a ser rechazado o apartado, mueve sus manos por toda la espalda y se impacienta cuando roza un poco de piel descubierta.
Ese tacto le ha quemado y busca más de el. Mete sus manos debajo de la ropa y acaricia la piel suave de Jongin. Su boca sigue junto a la del chico y no tiene intención de dejarlo por ahora. Pero Jongin lo aleja un poco y lo empuja hasta quedar sentado en la cama.
Ahora que están separados pueden ver sus ojos ensombrecidos y se miran sin pudor alguno.
Chanyeol estira su brazo y alcanza el filo de la camiseta que lleva Jongin, y este entendiendo, se la quita. Se muerde los labios ante la vista y se graba a fuego el pecho desnudo de su menor.
Jongin es un chico atlético y puede ver su pecho y su abdomen; y sus brazos, y quiere recorrer todo eso con la lengua. Este le hace una señal y Chanyeol entiende que le toca a él.
Y ahora es cuando Jongin se para en el sitio.
Chanyeol tiene un cuerpo esculpido por entrenamientos y suspira queriendo tocarlo. Se nota la diferencia de edad en su constitución, pero ese no es un problema ahora. Así que Jongin acerca su mano al pecho del mayor y lo acaricia sin apartar la mirada de los ojos de Chanyeol.
Aquello es lo más excitante que ha vivido el policía en mucho tiempo. Tiene a Jongin semidesnudo acariciándole y aprieta los labios porque los suspiros amenazan con aparecer.
Sin poder aguantar más tiempo alejado de los labios ajenos, agarra el brazo de Jongin y lo tumba con él en la cama.
La siguiente fase empieza cuando siente la dureza del chico en su pierna. Él está igual de mal para ese entonces. Y sabiendo que está apunto de cruzar la línea, pasa sus dedos por esa parte.
Jongin gime ronco y su voz en ese tono es perfecta.
Y como si hubiera apretado un botón en el fondo de su pecho, Chanyeol se levanta y se posiciona encima del moreno.
-Dime que pare.- Le ordena de nuevo.
Jongin solo sonríe y aquello dentro de la situación en la que están lo vuelve loco. No lo deja contestar y le come la boca a besos.
Ya no va a parar.
Los gemidos de Jongin cada vez que se rozan son gloria y Chanyeol quiere más de eso.
Cuando se separa para un nuevo movimiento, el chico lo mira arrugando el ceño y malinterpretando lo que viene ahora le suplica en voz baja que no se separe.
-No pares ahora por favor.
-Ya no puedo hacerlo.- Le contesta con la voz ahogada en deseo.
Lo siguiente que sale de la boca de Jongin es un “mmmm” entrecortado cuando la mano del mayor se cuela por debajo de su ropa. La piel de su longitud es suave y Chanyeol se siente explotar con tantas emociones juntas.
Tomando un respiro se aparta y ante la atenta mirada del chico se desnuda. Cuando libera su excitación un suspiro se escapa de su boca y sin querer vuelve a grabar la imagen de Jongin mirándole directamente.
Jongin lo imita y se quita la ropa que le queda.
Con ambos cuerpos desnudos cada roce es un gemido que escapa de sus bocas y la habitación se llena de jadeos y palabras a medio decir, nombres susurrados y manos traviesas, mientras que Chanyeol acaricia el sexo de Jongin y Jongin el de Chanyeol.
-Dios.- Gime el alto cuando la mano le aprieta con fuerza la punta.
Jongin ríe en su boca y pasa a lamer su cuello.
-¿Te gusta?- Pregunta bajito.
-Me encanta.- Dice acelerando el ritmo de su mano para que Jongin gima contra su piel.
-Si sigues así...- La voz entre cortada del menor le avisa y Chanyeol desciende el movimiento, no queriendo que esto acabe tan pronto.
Con un giro rápido empuja al chico para tenerlo boca arriba y se coloca él encima. Ahora tiene la vista perfecta de todo Jongin y acerca su boca a un pezón de color claro con sabor dulce.
Jongin tiembla debajo suya y estira su cuello. Tiene la lengua de Chanyeol dibujándole círculos en el pecho y se siente derretir. No sabe como va acabar esto, pero los sentimientos se le arremolinan en el pecho cuando siente a Chanyeol rozarse consigo.
La mano traviesa del mayor baja por su pecho y sigue bajando y Jongin quiere que siga bajando y lo toque. Y Chanyeol lo hace. Lo acaricia firme de nuevo y con solo unos movimientos más sabe que va a terminar. Pero entonces su mayor lo suelta y le mira a los ojos.
Jongin entreabre la boca y deja escapar un suspiro mientras sus ojos se aguan de la excitación. Ahora pasa a sentir la piel suave del sexo de Chanyeol sobre el suyo.
Chanyeol le está envistiendo despacio y hace que se acaricien el uno al otro sin manos. Los jadeos dan paso a los gemidos, a los “si, si” que escapan de su boca y llenan el lugar.
Sabe que Jongin está apunto de llegar a su clímax y él está en la misma condición. Su cadera se mueve sola y cierra los ojos enterrando su cara en el cuello del chico para imaginar que una calor abrasante le aprieta y que está dentro suya.
La voz suplicante que pide por más contacto y su propio deseo hace que su mano baje y agarre ambos sexos. Los une y los aprieta, y mueve su manos arriba y abajo sin detenerse. Quiere más y Jongin también.
-Más, más, más.- Gime alto.
Jongin se viene primero con un gruñido y un jadeo entrecortado y eso es lo último que necesita Chanyeol para de una última embestida derramarse en el pecho del chico.
Con un último esfuerzo abre los ojos y observa el pecho de Jongin. El blanco de sus esencias está pintando la piel morena y gime con el cosquilleo en su vientre recordándole lo que acaba de pasar.
Chanyeol se siente perdido y cansado y cierra sus ojos dejándose caer al lado de Jongin. Este se levanta y se escapa en silencio al cuarto de baño.
Cuando vuelve a entrar en la habitación ya limpio, sonríe.
Chanyeol está desnudo en su cama. Sus piernas blancas enredadas en las sabanas del mismo color, su pecho subiendo y bajando en tranquilidad. Piensa que está dormido. Avanza y se tumba a su lado.
Entonces el alto lo atrae hacia sí y a tientas busca su boca, cuando la encuentra lo besa y le pide perdón de nuevo.
-Lo siento.- Susurra con voz ronca.
Jongin se aprieta contra su cuerpo y niega cerrando los ojos.
De pronto todo le pesa y se duerme escuchando como Chanyeol le sigue diciendo “lo siento”.
***
Cuando el placer te ciega pasan cosas como las que le pasan a Chanyeol. Tiene a Jongin desnudo a su lado en una cama demasiado grande y desecha.
Se ahoga con su propio suspiro al recordar lo de hace unas horas.
La habitación está a oscuras a pesar de que el sol aún está fuera, pero eso no oculta su vergüenza. Y no porque su cuerpo está igual de desnudo que el del chico. Chanyeol se avergüenza de lo que acaba de hacer.
Y tampoco sabe si se arrepiente, pero si que se avergüenza.
Jongin se mueve dentro de su sueño y su cuerpo se roza con el del alto. No puede evitar pensar al mirar a su trasero que todo podría haber sido peor, pero eso no le quita el peso de encima. No se puede consolar con algo así.
Lo peor es que está seguro de que lo volvería a repetir, como si la culpabilidad no fuera suficiente.
Resistirse al cuerpo que yacía a su lado era imposible, ya lo había comprobado.
Y de pronto no puede evitar acordarse de la última vez con Baekhyun. Cuando amaneció a la mañana siguiente desnudos en la cama que él ocupaba no había resentimiento o culpa, ni si quiera besos de buenos días, porque eso no era necesario. Solo había sonrisas y piques, y todo había sido tan fácil, quitando la punzada en su pecho por Jongin, pero eso no era nada comparado a lo que sentía ahora al tenerlo a su lado.
El día de antes había pensado que si algún día pasaba algo así, si llegaba a cruzar la línea con el menor, toda su tontería se acabaría. Pero ahora que la ha cruzado, que ha roto lo que sea que puso de barrera con él, se da cuenda de que no. Al contrario.
Chanyeol está, además de culpabilizándose, ansioso. Se ata las manos a su pecho y se obliga a no rozar la piel canela delante de él.
Jongin se expone a sus ojos con una postura, sin intención, relajada y lo deja ver todo de él. Su sexo cae dormido a un lado de su pierna y Chanyeol aprieta los puños. Quiere estirar la mano y rozar esa piel que se ve tan suave. Pero eso sería añadir otra cosa a la lista de 'cosas que ha hecho mal' en solo 24h.
Como si Jongin sintiera su nerviosismo se gira y deja su cara a centímetros de la del alto. El aliento del chico cae sobre su boca e inconscientemente retiene su respiración. No puede estar mucho tiempo sin respirar, pero él lo intenta temiendo que se despierte.
Aquello es contraproducente y necesita soltar todo el aire acumulado en sus pulmones en la cara del chico, si no quiere despertarlo al moverse.
Pero aquello es lo de menos, porque Jongin abre sus ojos lentamente y abrumado por el sueño se acerca y roza la piel de Chanyeol.
Ahora es este quien se da cuenta del cuerpo desnudo de Chanyeol a su lado.
-¿Te he despertado?- La pregunta es torpe ya que Chanyeol está nervioso.
Jongin parpadea y mira hacia abajo. Su cuerpo está enredado en el del mayor y sin poder evitarlo fija su mirada en el sexo flácido del otro. Con un golpe en su pecho los recuerdos de él mismo gimiendo bajo ese cuerpo le despiertan.
-Mierda.- Gime separándose un poco.
Chanyeol no sabe si es esa la reacción que esperaba del joven. A decir verdad, no pensó que el arrepentido fuera el propio Jongin.
Un terrible silencio se instala entre sus cuerpos. Jongin no sabe que decir, pero no por él, si no por el mayor. Lo último que recuerda es la voz de Chanyeol pidiéndole perdón.
-Lo si...
-¿Otra vez?- Jongin alza su voz y se separa del alto.- ¿Por qué me pides perdón? No me has puesto un cuchillo en el cuello, yo hice esto porque quise.
Chanyeol observa al chico y retiene sus palabras.
-Pero yo no lo paré.- Contesta sin pensar.
-¿Tu querías pararlo?- La inseguridad hace que la pregunta tambalee.
Va a mentir si dice que si. Por eso no dice nada. Pero Jongin toma su silencio como una afirmación.
-No se va a volver a repetir.- Dice dolido.
Jongin se levanta de la cama y no se avergüenza de su desnudez. Eso es lo último ahora mismo.
Chanyeol lo ve alejarse y perderse por el pasillo. Entonces deja escapar el aire de sus pulmones en un suspiro pesado. Algo dentro de él le dice que es mejor así.
Esto que pasó, es solo un error.
***
-¿Te pasa algo?- El delegado se ha atrevido a preguntarle algo así al nuevo después de ver que no ha dejado de suspirar en toda la clase.
Los ojos de Kyungsoo lo miran interrogantes y preocupados.
-No te preocupes.- Le contesta con media sonrisa.
El bajito le dedica otra mirada y asiente no muy convencido para después desaparecer con un grupo de compañeros.
Entonces Jongin entierra su cara en sus brazos y piensa que hoy no debería de haber venido a clase, ni bajar de su casa y encontrar la mirada esquiva de Chanyeol.
Aquello solo le hizo darse cuenta de que el mayor había tomado en serio lo de que no se volvería a repetir.
Pero Jongin moría por acercarse y saludar al alto con un beso. Claro que no lo hizo por miedo a ser rechazado.
El silencio en el trayecto hasta las clases lo dejaron con este mal sabor que tiene ahora y hasta su compañero, con el que apenas ha hablado, se da cuenta de que algo le pasó.
Con cuidado saca su móvil y entra en la conversación que tiene con Sehun. Está tentado de pedirle que venga por él hoy y así huir del mayor. Algo le dice que va a ser Chanyeol el que evite estar con él y eso si que le dolería.
Pero no puede estar más equivocado.
Chanyeol está en el despacho de Junmyeon con sus dedos apretando su sien y Junmyeon le dice que se relaje.
-No le va a pasar nada a ese chico.- Le aclara su compañero.- Kai puede seguir viendo a ese Oh Sehun por ahora.
La idea le repugna pero solo asiente. La presencia de ese joven le hará bien a Jongin y quizás es lo que necesita para que se le acabe lo que sea que siente por él. Pero al pensar eso su estómago se revuelve.
-¿Seguiste bebiendo el domingo?- La sonrisa no abandona la cara de Junmyeon.
-Claro que no.- Su respuesta no sirve de nada porque su cara muestra que no ha dormido en días.
-Ya.- Ríe.- Por cierto, ¿qué tal con Baekhyun?
Mierda. Ni si quiera le había devuelto la llamada a Baekhyun.
-Bien.- Dice esquivando la mirada de su compañero.
-¿Ha pasado algo entre vosotros?
Chanyeol vuelve a mirar a su amigo y lo ve alzando una ceja, entonces le niega.
-Nada, solo que ahora estoy más ocupado y no puedo pasar tanto tiempo con él. Supongo que se desespera al no recibir tanta atención.
Junmyeon no puede estar más de acuerdo y ríe ante la respuesta.
-El tío que está saliendo con Baekhyun y lo aguanta merece una estatua.
La reunión con el otro policía queda en que durante la semana Junmyeon conocerá a Jongin y Chanyeol se enerva al no poder inventar excusas para evitar eso.
-Me llevarás al apartamento de Kai, seguro que el trabajo es mucho más fácil si yo trato con él también.
Chanyeol se descubre queriendo guardar al chico en una caja de cristal para que nadie pudiera tocarlo.
-Está bien.- Contesta saliendo del lugar lo más rápido que puede.
Conduce apretando el acelerador hasta la preparatoria de Jongin y se para un poco más alejado de la entrada.
A lo lejos ve a su Jongin saliendo con Sehun.
Y sus ojos duelen como si los cristales de la luna del coche se hubieran roto y clavado en él. Aprieta sus labios y observa como Jongin ríe con algo que le cuenta el chico rubio y como ambos avanzan lentamente hasta dios sabe donde.
La sangre del alto burbujea y aprieta el volante, pisa el acelerador y sigue a los jóvenes.
El coche los sigue despacio y no le importa si va a formar un atasco, es su deber cuidar a Jongin. Y a cada paso que dan, Chanyeol siente a Jongin más lejos. No está feliz de verlo con Sehun, por mucho que se diga que es bueno que esté con un chico de su edad. Chanyeol odia esa imagen.
El quiere a su Jongin desnudo a su lado como ayer, suspirando por sus besos, no quiere verlo al lado de ese rubio.
Con un gruñido acelera y se coloca a la altura de los dos que caminan plácidamente por la calle.
Y Jongin conoce tan bien ese motor que se para en seco y se gira para encontrar a Chanyeol en la acera mirándolo a los ojos. Sehun nota el ambiente tenso sin saber que pasa.
-¿Jongin? - Se gira y encuentra lo mismo que el nombrado. El policía del otro día lo está degollando con la mirada.
-Vámonos.- Ordena en tono grave.
El moreno traga y su voz adolescente le dice que pase del alto y que coja a Sehun del brazo y corran. Pero Jongin ya no es un adolescente y esa voz se calla con la voz que sale de otro lado y le dice que haga lo mismo pero con Chanyeol.
-¿Qué le pasa a este idiota?- Sehun corta el ambiente con su voz. -Vamos Jongin, dile a tu tío que se vaya.
-¿Tu tío?- Chanyeol observa con intensidad al rubio.
Jongin se siente en el medio de un tornado y un volcán. La mirada de Chanyeol le dice que se monte en el coche, pero él ha llamado a Sehun, no lo puede dejar así. Y después está Sehun que acaba de mencionar lo de “su tío”.
-Lo siento, Chanyeol, iré con Sehun a comer.
El alto ve el rechazo en las palabras del chico y su corazón se aprieta. Aprieta sus puños y avanza, se coloca delante de Jongin y este retrocede por puro impulso. Sehun solo observa sin saber que decir.
-Por favor.- Pide bajo.- Tenemos que hablar.
Y lo único que consigue con esas palabras es que Jongin se asuste. No puede ver los celos en los actos del mayor, lo único que entiende es que quiere acabar con lo que no hay, y Jongin no quiere escuchar eso. No quiere escuchar que se arrepiente.
Sehun se fuerza a quedarse en su sitio y no actuar entre dos personas que son familia, pero algo no le cuadra.
-Hyung.- Dice Jongin tragando duro.- Hablaremos más tarde.
Los ojos de Chanyeol viajan desde la boca hasta los ojos de Jongin y siente que el chico está aguantando para no llorar, entonces decide darle una tregua. Se separa de él y se gira hacia su coche.
-Está bien, está bien. Nos veremos más tarde.
El rubio aprovecha y se coloca al lado de Jongin. Lo toma de la mano de manera posesiva y frunce sus cejas hacia el alto.
-Vámonos Jongin.- Le incita tirando de su brazo. Pero el chico se ha quedado pegado mirando a Chanyeol.
A Jongin le parece que ha traicionado al mayor y se fustiga por eso. Le dedica una última mirada rápida y se pierde por última vez en sus ojos brillantes. Sehun empieza a tirar de él y lo aleja del mayor.