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Cuando Cruzaste el Mar. por Arrocyto

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Notas del capitulo:

Aquí está, espero que os guste ^^ ~~ CHANKAI LOVE *grito de guerra*

Su cuerpo pesa, sus extremidades duelen y sus ojos pican. No ha pegado ojo en toda la noche.

Jongin mira la hora que marca su reloj y quedan 10 minutos para tener que levantarse. Se queda mirando al techo y se maldice. Se arrepiente de su mensaje y de sus sentimientos, de no sentirse dolido por estar solo o la falta de su padre, si no de que Chanyeol pueda haber pasado la noche con Baekhyun.

Le duele el pecho, justo en el centro con solo visualizar la imagen de Chanyeol y Baekhyun juntos. Aun recuerda los besos sobre su piel, sus manos en su sexo, su cuerpo sobre el suyo y sus palabras de aliento caliente. Y le duele muy adentro que ahora no esté a su lado.

Se levanta como si llevara una gran maleta en su espalda, se va a la ducha y ni si quiera se toca como se había acostumbrado en las mañanas. Jongin se siente cansado y cuando mira su cuerpo desnudo se siente pequeño por primera vez. El cuerpo de Chanyeol es el de un hombre y él es un adolescente.

Lo que no sabe es que Chanyeol a esa misma hora está dando vueltas en el salón de su casa. Aun falta mucho para ir a por Jongin, pero él ya no puede estar ni un minuto más en su cama.

Ese mensaje cuando estaba apunto de quedarse dormido en brazos de su amigo casi lo tira de la cama. Con el corazón a mil por hora y un sudor frio se apartó del cuerpo inconsciente de Baekhyun y corrió a su casa. Apagó el móvil y se maldijo hasta esta hora de la mañana. Chanyeol se estuvo repitiendo toda la noche que Jongin no se merecía aquello.

De su mente no se pueden borrar los gemidos de Jongin en contraposición a los de Baekhyun, las manos morenas del menor en sus hombros y los finos dedos de su amigo en su pecho. Aquello lo va a volver loco. Se siente como si tuviera que decidir algo que ya está elegido. Baekhyun es su amigo y Jongin su trabajo.

Sus pasos se vuelven lentos pero sus manos siguen despeinando su pelo sabiendo que ha vuelto a cometer el error de quedarse en silencio. Su no respuesta a Jongin es un “el que calla, otorga”. Y ahora tiene que volver a encontrarse con sus ojos oscuros.

Jongin está listo, es la hora, pero no quiere bajar. Traga aun teniendo la boca seca y recorre con la mirada su apartamento, como si encontrara la excusa para no bajar, allí. Toma sus cosas y sale hacia el ascensor.

Chanyeol se ha saltado dos semáforos en rojo, ha apurado tanto el tiempo que si no corre llegará tarde. Cuando aparca el coche enfrente de aquel edificio, que en un principio le pareció demasiado fastuoso, su cuerpo tiembla como un flan, como el de una niña adolescente que espera que su novio no esté enfadado con ella. Ese era exactamente el sentimiento.

El chico aún no ha bajado y cuando está apunto de bajarse del coche e ir en su busca con un impulso de no sabe donde, Jongin sale por la puerta.
Sus ojos iguales a los de la primera vez que lo vio en el aeropuerto. Su mirada no es aburrida, como le pareció al verlo, ahora sabe que esa mirada es una fría, evitando mostrar cualquier sentimiento. Y él es el culpable de que Jongin cargue esa mirada ahora mismo.

Sus piernas largas se encogen en su asiento cuando Jongin abre la puerta del copiloto y sin mirarlo se sienta ahí. El flequillo cae sobre sus ojos intentando ocultarlos, pero Chanyeol ya conoce de sobra la cara del joven y se da cuenta que sus ojos están hinchados. Sus manos aprietan el volante recordando que solo ayer tenía al chico a su lado sonriendo y pudo besar esos labios.

-Buenos días.- Dice cuando el silencio entre los dos es demasiado insoportable.

Jongin no le responde y se muerde la lengua, a pesar de que se prometió actuar normal, solo que al tenerlo delante no podía.

Chanyeol mira el reloj y probablemente ya vayan a llegar tarde, pero el joven no dice nada por eso tampoco. Está apunto de pedir perdón, pero se golpearía contra el volante si vuelve a decir esa palabra, eso ya sonaría estúpido.

-Voy a llegar tarde.- Pronuncia Jongin sin dirigirle la mirada aún.

Con la voz de nuevo del chico sonando, Chanyeol siente eso en su pecho. Ese cosquilleo, esa patada o ese sentimiento que describen en las películas como mariposas. Sabe que es eso, y si hubiera comido algo, ahora estaría luchando por no expulsarlo.

-¿Te importa eso?- Le pregunta bajito con una idea cruzando por su cabeza.

Jongin gira su cabeza hacia la ventana obligándose a no mirar a Chanyeol ni de reojo y se encoge de hombros. Claro que no le importa, el pensar en un día de clases con la cabeza llena de mierda es lo último que quiere ahora.

-Me tomaré eso como un no.- Se responde Chanyeol.

Aquello va a ser una estupidez, y el alto lo sabe, pero se acaba de dar cuenta de que no quiere estar sin la voz de Jongin o sus ojos oscuros mirándole, no quiere.

Arranca el coche y da la vuelta, está haciendo el camino de vuelta. Pero Jongin no sabe a donde van, solo que ese no es el trayecto hacia su preparatoria, aun así se queda callado.

Están cruzando toda la ciudad, pasando por unos barrios que él no conoce y que no tienen que ver nada con el suyo en pleno centro de la ciudad. Los edificios son bajos y grises, y en las calles solo hay alguna que otra tienda de comestibles, nada de tiendas de moda abarrotadas. A Jongin le gusta aquello.

Chanyeol detiene el coche frente a unos apartamentos de dos plantas bastante antiguos.

-Llegamos.- Anuncia mirando a Jongin.

Este sigue mirando hacia afuera y el alto se da cuenta de que sus ojos han cambiado y esa mirada fría se acaba de ir. En realidad no sabía que hacer, solo quería borrar esa expresión de la cara de su Jongin y lo había conseguido llevándolo a su propia casa.

-Aquí es donde vivo.

Cuando Chanyeol le dice eso tiene que mirarlo y se encuentra con una sonrisa triste en sus labios.

-¿Quieres venir conmigo?- Le pregunta tímidamente.

Jongin asiente y se siente débil ante Chanyeol. Camina a su lado y se deja guiar por la mano que lo tomó en cuanto salió del coche. Se detienen delante de una puerta y siente que está haciendo algo realmente importante. Es como si Jongin estuviera entrando en la vida de Chanyeol al igual que el alto ha entrado en la suya.

El apartamento de Chanyeol no tiene nada que ver con el suyo, es pequeño y acogedor, de muebles antiguos y se siente como un hogar.

Ambos están en el salón de pie y Jongin sigue esquivando su mirada. No sabe que hace allí y debería preguntarle, pero se niega a dirigirle la palabra.

Chanyeol por su parte, se empieza a mover nervioso de un lado a otro y coloca cosas como cojines que ya están bien puestos y cuadros que están derechos.

-¿Te apetece tomar algo?- Le pregunta cuando ha acabado de redecorar su casa.

Jongin se mentaliza y dirige la mirada indiferente hacia el alto mientras niega.

-¿De verdad?- Insiste para poder escuchar su voz.

-De verdad.- Responde por fin.

Los minutos en silencio se sienten pesados y el espacio entre ellos se va haciendo cada vez más corto porque Chanyeol siente como si una fuerza de dentro moviera su cuerpo a permanecer cerca del joven. Cuando está a su lado lo obliga a sentarse en el sofá que está en el centro de la sala junto a él.

Está apunto de pedir perdón por décimo cuarta vez, pero se siente estúpido y admitiría aún más que anoche estuvo con Baekhyun.

-Yo...- Empieza diciendo, pero se calla cuando los ojos almendrados le miran. No se siente seguro a pesar de estar tratando con un joven de 17 años.

Y entonces Jongin abre la boca.

-¿Para qué me has traído aquí?- Su tono es frio y la expresividad en su cara no cambia, y eso le acaba de partir algo dentro.

-Yo solo quería que conocieras donde vivo.- Responde.

Nota la tristeza en la voz del alto y traga porque el muro que se intentó construir nada más pisar ese lugar se acaba de ir abajo. Con la esperanza de algún acercamiento, relaja su mano y la deja descansar en el hueco que hay entre los dos en el sofá. Y Chanyeol no tarda en darse cuenta de su piel morena que se ve suave.

Con la confianza, que no entiende aún pero que siente cuando está con Jongin, roza su mano. Sus dedos se posan en los contrarios y se atreve a entrelazarlos.

-Ayer estuve con Baekhyun.- Comienza su confesión.- No dormí con él, pero después de dejarte en tu casa si fui con él.

Jongin abre los ojos y lo único que siente es vergüenza con la confesión del mayor, porque, ¿no es lógico que Chanyeol esté con su amigo? Agacha su cabeza y se muerde el labio con fuerza, se hace daño, pero no le importa.

Chanyeol siente como Jongin retira la mano de la suya y entra en pánico interno.

-Yo no estuve con él.- Miente. - Nosotros no.

-No me importa eso.- Le corta lo más rápido que puede el moreno.

Se siente ridículo al escuchar la explicación de Chanyeol. ¿Qué derecho tiene él de pedirle explicaciones? Ninguno, ellos no son nada, simple trabajo. La idea que en un principio consiguió desechar vuelve a su pecho, Jongin es solo su maldito trabajo.

Chanyeol se calla un momento y analiza al joven que se ve dolido y nervioso. Ambos sabían que esa pregunta de estar al lado de Baekhyun significaba más de lo que en un principio se podía leer, ambos sabían que esa pregunta se refería a relación, amor o sexo. Y Chanyeol se da cuenta tarde de que no quiere perder lo que sea que tiene con Jongin, por eso vuelve a mentir.

-Yo quiero contarte esto. Solo fuimos a beber y lo dejé en su casa.- Le explica.- Baekhyun se pasó bebiendo y no podía dejarlo así.

La vergüenza va creciendo a medidas desmesuradas. No quiere escuchar más al alto, cada palabra que dice Chanyeol hace que se sienta estúpido y ya no puede soportarlo. Por eso y aunque con demasiada fuerza, se abalanza hacia el mayor y lo besa. Lo besa para callarlo y porque lo necesita.

Jongin está ansioso por volver a sentir a Chanyeol, por borrarse de la cabeza que hubiera estado con Baekhyun o quien sea. De todos modos el mayor le acaba de confesar que no estuvo con él, no en ese sentido por el que él había preguntado. Así que atrapa sus labios y los muerde.

Chanyeol siente los dientes de Jongin apresar sus labios y eso lo enciende. El chico consigue ponerlo así con un simple beso. Suspira en la boca del otro y con sus brazos lo atrae a su pecho. Se tumba en el sofá y coloca al joven sobre sí sin separarse del beso.

Necesitan aire y cuando se separan y se miran a los ojos, Chanyeol sonríe. Sonríe porque tiene de vuelta a Jongin en sus brazos y no le importa lo que haya venido antes, ahora se promete nunca más hacer sentir mal a su Jongin.

***


-¿Te gusta con este tipo de salsa?- Le pregunta Chanyeol desde la cocina.

Jongin sigue en el apartamento del mayor. Está sentado tranquilamente en su sofá y espera a que Chanyeol cocine algo. Se siente cómodo y es extraño. Desde anoche no sabía como describir ese sentimiento en su pecho, estaba dolido o enfadado o celoso, no sabía. Pero ya no siente nada de eso. En el momento en que su lengua sintió la de Chanyeol todo eso se fue. Aquel beso había borrado cualquier atisbo de mal sentimiento en su pecho.

-Si, esa mismo.- Contesta viendo la alta figura del mayor trastear en la pequeña cocina.

Chanyeol deja un momento su labor en la cocina y se desplaza al salón con una sonrisa pintada en la cara. Se agacha hasta quedar justo enfrente de Jongin que sigue en el sofá y lo besa suavemente.
Apoya su peso en sus rodillas y se queda entre las piernas del joven. Cuando se separa estira sus manos y agarra suavemente las mejillas de este.

-¿Qué me está pasando contigo?

Jongin se moja los labios inconscientemente y traga mirando a los ojos del alto.

-Yo...- Comienza el moreno.- A mi me pasa igual.

Su corazón se va a salir del pecho de lo fuerte que late. Tiene a Chanyeol prácticamente a sus pies y lo siente por una vez suyo. Están en su casa, aquello es terreno desconocido para él, aun así se siente tan bien que no teme en acercarse y atrapar su boca. Saca su lengua y delinea con ella los labios redondos del mayor. Los saborea y saben a la comida que está preparando, es salado y dulce a la vez, delicioso.

-Me gustas tanto.- Reconoce Chanyeol impulsado por el calor en su vientre bajo.

La declaración hace que Jongin se estremezca y busque contacto. Echa los brazos sobre los hombros del alto y lo abraza por detrás del cuello.

-Tu también me gustas.- Dice con la cara enterrada en el cuello.

Aspira su olor y Chanyeol huele a hombre, su piel caliente se eriza cuando prueba un poco de esa zona.

Chanyeol echa la cabeza hacia atrás y se deja besar por Jongin. Calla a esa voz que siempre está ahí diciéndole que eso está mal. La calla con suspiros, que incitan al joven a tomar más de su cuello. Lo muerde flojo y lo chupa dejándole marcas rojas.

Cuando sus bocas se vuelven a encontrar están demasiado ansiosos como para ser gentiles y se comen literalmente. Gimen y suspiran por sobre el beso y Jongin se siente explotar ahí abajo con solo este tipo de acercamiento. Es demasiado vergonzoso. Así que se separa e intenta regularizar su respiración apartando la mirada de Chanyeol.

-¿Pasa algo?- Pregunta sintiendo la ausencia del calor del cuerpo de Jongin.

-La comida se va a quemar.- Le contesta intentando utilizar un tono normal mientras señala hacia la otra habitación.

El alto maldice mentalmente y se levanta de su lugar no tan cómodo, va a la cocina y apaga el fuego. Cuando vuelve Jongin está mirando el gran bulto en su entrepierna, sabe que está tratando de ocultarlo.

-¿Quieres que yo baje eso?- Le pregunta divertido desde la puerta.

Al escucharlo Jongin levanta la cabeza y se sonroja casi por completo.

-Déjame ayudarte.- Arrastra las palabras y su cuerpo hasta quedar de nuevo en el sofá.

Jongin siente que tiene que negarse a aquello pero se queda callado con la boca seca y se deja tumbar por el mayor a lo largo del sofá. Su espalda descansa en el cómodo mueble a la vez que Chanyeol se coloca encima suya, da un ligero vistazo al cuerpo de este y comprueba que está igual de mal que él.

Sin esperar más se besan y sus manos buscan tocar, uno su parte baja y el otro su trasero. Es la primera vez que Jongin presiona su mano en las nalgas del mayor y se sienten tersas y suaves aun encima de la ropa, pero tampoco puede pensar más con la mano de Chanyeol colándose por su ropa interior.

Los largos y gruesos dedos del alto lo rodean y gime apartando su boca. Lo acaricia despacio, como si lo estuviera torturando y por fin baja el pantalón y lo libera. Ya no siente vergüenza, así que se atreve a separar las piernas un poco más para dejarle el suficiente espacio al mayor y que haga lo que quiera con él.

-Chan, ahh.... Chanyeol.- Gime su nombre.

Los ojos de Chanyeol se agrandan y le dirigen una mirada oscura, está completamente perdido por el deseo y no se sentía tan caliente desde la última vez que estuvo con Jongin. Este sube sus caderas y se le ofrece arrastrado por su necesidad.

Aquello es demasiado y sin dudarlo más se agacha y queda a centímetros de su sexo. Sonríe de manera lasciva y saca la lengua mojado la punta.

Jongin gime ronco, sus dedos se enredan en su pelo y tiembla anticipando lo que viene. La boca de Chanyeol es cálida, le quema y le hace lloriquear, sus dientes rozan el glande y con cada movimiento de la lengua en su longitud siente que va a explotar.

Su pene empieza a chorrear y Chanyeol lo saborea con gusto, tragándolo por completo, sintiendo el sabor salado. Se siente tan bien que Jongin no puede parar de gemir y es que es la mejor felación que le han dado en su vida, se iba a correr pronto.

-Mmmm... Sabes tan bien.-

-No puedo más, Chanyeol, ahahhhhh...- Gime cuando el alto acaricia sus testículos a la vez que sube y baja por su sexo.

Este sin poder evitarlo murmura tomando a Jongin con su boca, la voz del chico suena tan sexy consumida por el placer. Arrastra su mano y sus dedos acarician superficialmente su entrada, no hace ademán de entrar, solo quiere tocar aquel anillo que lo llama. Se separa un momento y mira arriba para encontrar al chico con los ojos cerrados y la boca abierta.

-¿Puedo?- Le pregunta antes de darle un beso en la punta.

-Nghh... Si.- Jadea sabiendo a lo que se refiere el mayor.

No es la primera vez que le tocan ahí abajo, pero se siente nervioso. Para ser sincero nunca lo hizo por detrás, con los chicos que estuvo siempre tomó el rol del activo y no tuvo problema con eso, pero ahora es diferente, con Chanyeol se quiere dejar llevar, quiere que el otro lo tome y haga con su cuerpo lo que quiera, nunca se había sentido así.

No es tan doloroso como pensaba cuando le mete el primer dedo. Chanyeol es cuidadoso y desliza su dedo sin dejar de cubrir con saliva su sexo, aquello es lo más caliente que le ha pasado nunca.
Sin poder evitarlo gruñe cuando el grueso dedo del mayor se adentra aún más en él.

-¿Fui muy brusco?- Pregunta Chanyeol malinterpretándolo.- No me pude resistir.

-No, no, ahh... no pares.

Aquello es una orden para el alto que se centra en su labor y continua deleitándose chupando y lamiendo a Jongin, saca y mete su dedo en él y siente el temblor en el cuerpo del menor.

Jongin cierra sus ojos y los abre, sus labios mojan sus labios y cuando mira hacia abajo Chanyeol está chupando desde la base hasta la punta, la sensación del dedo en su interior, tan profundo y aquello es demasiado para su vista. El hormigueo es tan fuerte en su vientre bajo que sin poder aguantar más se corre en la boca del mayor, su cuerpo se estira y gime fuerte con un largo “aaaaaaaaahm” acompañado de más palabras incomprensibles.

-Dios, nghhh... ahhhhm...

Chanyeol se separa y se traga todo sin rechistar, saborea a Jongin y piensa que el chico sabe a gloria. Su dedo sale de él y la sensación caliente le hace suspirar, no puede evitar imaginar como sería sentir poseerlo completamente.
Lo deja agotado en el sofá, así que con delicadeza le coloca el pene y le sube la ropa.

-¿Estuvo bien?- Le pregunta el alto sin imaginar que ha sido el mejor de su vida.

-Eso...- Respira entrecortadamente.- Eso estuvo genial.

Cuando Jongin es capaz de incorporarse en su sitio mira a Chanyeol y ve su tienda de campaña y sonríe sin poder evitarlo.

-La comida se nos ha quedado fría, voy a calentarla.- Avisa mientras se levanta del sofá.

-Espera.- lo llama Jongin.- Yo quiero ayudarte a ti.- Le dice señalando su parte baja.

Chanyeol se muerde el labio y sintiéndolo mucho niega. Claro que se siente caliente y claro que se muere por tener los labios de Jongin rodeando su miembro, pero ahora no es el momento.

-Primero comeremos. Después ya veremos.

-Está bien, está bien.- Jongin se queda tranquilo con aquello, pero es que su mente aun se tambalea por el placer que acaba de sentir.

Unos minutos después Chanyeol sale de la cocina con la comida humeante y comen y hablan y se ríen y todo es tan perfecto que olvidan todo de lo que hubo pasado hace unas horas.

-No sabía que cocinabas tan bien.- Le dice Jongin cuando su plato está vacío.

-Siempre hemos comido fuera, pero si quieres ahora podemos comer aquí cada día.

La idea le hace ilusión y asiente emocionado.

-Me encantaría que me cocinaras cada día.- Se ríe imaginando a un Chanyeol con delantal como una ama de casa.

-Te cocinaré cada vez que quieras.- Le promete, es más, se promete a si mismo hacer cada cosa que quiera Jongin a partir de ahora.

-¿Y las cenas?- Pregunta el chico. A decir verdad en las noches se siente solo y siempre acaba deseando que Chanyeol venga a cenar con él.

-Siempre que quieras, también.- Le responde con una sonrisa.

-Entonces quiero comer siempre contigo.

Jongin siempre lo deja sin habla con ese tipo de comentarios que no se espera y Chanyeol no sabe otra cosa que hacer más que besarlo. Se levanta de su asiento y se inclina hacia el chico, le da un beso dulce y se siente tan feliz. Tan, tan feliz. Chanyeol no va a dejar que esto se acabe nunca.

***


Chanyeol corre tras la figura de su jefe en cuanto lo ve entrar en su despacho.

-¡Espere señor Yoon!- Exclama en mitad del pasillo de la jefatura.

El nombrado se gira y arruga su frente al ver al larguirucho de su empleado corriendo hasta él.

-¿Puedo pasar?- Le pregunta cuando llega a su altura con voz entrecortada.

El hombre de pelo canoso le dirige una mirada y le indica que pase con la cabeza.

-¿Y? ¿Qué es lo que necesitas?- Pregunta tomando asiento en su gran sillón de piel.-¿Quieres unos días libres?

-¿Qué?- ¿Le acaba de preguntar por unos días libres?- Oh no, yo solo quería.

-Espera ya se.- Lo interrumpe.- Quieres más acción. ¿Te parece poco poner multas? ¿Quieres detener gente? Eso es lo que quieres, ¿verdad?

La cara de Chanyeol es un poema. El señor Yoon no era un tipo muy cercano y no se extrañaba que no supiera quién era, pero aquello si que no se lo esperaba.

-¿Qué es lo que os enseñan en la academia, ah? Estos críos de hoy en día.- Se quejaba echando su peso sobre la mesa y mirando irritado a Chanyeol.- El día que tengas que apuntar a alguien de verdad te mearas encima.

Chanyeol abre los ojos sorprendido y casi le entra la risa por lo que acaba de decir su superior.

-Disculpe señor.- Vuelve a intentar explicarse el alto.- Yo solo quería hablar sobre un caso del que estoy encargado.

El señor Yoon se echa atrás y alza una ceja.

-¡Haberlo dicho antes muchacho!- La boca de Chanyeol casi se cae al suelo.- ¿Y de qué caso estamos hablando?

Cuando su jefe termina se pone serio y da un paso hacia delante.

-Del caso de Kim Kai.- Responde ansioso.

-¿De quién?- El hombre mayor se ve perdido y sus características cejas se arrugan.

-El caso 481p.-Le responde, Chanyeol recuerda a la perfección el número de fichero.

-Déjame ver.- Dice el señor Yoon abriendo un cajón de su mesa y saca una gran caja de cartón.

El hombre rebusca entre todas las carpetas del mismo color marrón, y para cuando encuentra la del número que Chanyeol le ha dicho.

-Aquí la tenemos.- Anuncia cuando la saca.

Chanyeol recuerda esa carpeta perfectamente. Su tono marrón, sus puntas ahora desgastadas y la imagen del chico de ojos aburridos que vio hace ya unos meses. Con esa carpeta empezó todo.

-¿Y bien? ¿Qué es lo que quieres hablar sobre esto?- El hombre agita la carpeta y Chanyeol oye los papeles de su interior. Se prepara mentalmente y comienza ha hablar.

-Verá señor, yo soy el encargado en ese caso de cuidar al chico Kim. Mis ordenes son las de cuidar al joven, protegerlo y detectar si ocurre algo fuera de lo normal.- Su superior asiente y espera a que Chanyeol continúe.- La cuestión es que no tengo claro de que hay que protegerlo.

Cuando el alto calla, aparece una sonrisa en la cara del mayor.

-Por lo que he oído lo está haciendo muy bien, señor Park.- Aquello sorprende a Chanyeol, ¿no era que no sabía quién era?

-Gracias señor.

-En el último informe que nos llegó sobre este caso se informó de la vida que está siguiendo el joven Kim en Seul.- Chanyeol asiente.- Asiste a sus clases, sigue sus horarios, blah, blah, blah. Un poco aburrido.

Chanyeol se queda serio sin saber muy bien que decir.

-Respecto a su duda sobre la protección del chico.- Dice y para, y Chanyeol está ansioso esperando la respuesta del señor Yoon.- Si aún no sabes eso es que el trabajo va muy bien. Sigue así.

La sonrisa en la cara del hombre lo deja helado.

No va a obtener respuesta, lo sabe en cuanto esa sonrisa aparece en su cara arrugada. La frustración se abre paso en su piel y se siente como la última mierda. Nadie le va a decir nada, no tiene derecho a esa información, no tiene suficientes años de experiencia, ¿entonces porqué lo dejan con Jongin? Esta claro que su trabajo es el de un puto niñero. Nada de protección.

-Pero Señor Yoon, yo creo que debería.

-Eres bueno chico.- Lo corta en cuanto empieza a hablar.- Cuando acabe este trabajo tendrás una gran bonificación. Confío en ti y se que sabrás actuar cuando llegue el momento.

Su corazón late rápido y se enerva, pero lo único que puede hacer es inclinarse. Hace una reverencia y se queda así, aguantando las ganas de gritar.

-Muchas gracias.- Contesta con voz grave.

Poco a poco y con la misma sonrisa en su cara el hombre le hace saber que tiene que marcharse.
El resto del día Chanyeol se lo pasa callado, huyendo de todos y de mal humor. ¿Qué esperaba de su charla con su superior? Junmyeon ya se lo advirtió, él mismo le dijo que él tampoco sabía nada, pero Chanyeol quiso intentarlo pensado que quizás podrían decirle a él... Que iluso. Chanyeol no es nadie en ese departamento, es el nuevo de 25 años, un destacado eso sí, pero sigue siendo un pintamonas que llega creyéndose alguien, como todos.

Al principio se enfadaba por haberlo elegido a él. De todos los inútiles en el departamento lo eligen a él para hacer de chófer en primer lugar y después de niñero. Pero ya no puede enfadarse por eso. Tiene a Jongin después de todo.

Cuando hace un descanso y se dirige a por un café bien cargado que le haga tragarse su propia amargura ve como el señor Yoon sale de su despacho. Tiene una idea, o más bien un impulso, no sabe. Disimuladamente camina hasta esa habitación y comprueba con cuidado que la puerta está abierta. Entra y sabe a dónde tiene que ir. Abre el cajón y sus manos no tiemblan cuando sus dedos rozan las carpetas y el número 481p aparece ante sus ojos más rápido de lo que pensaba.

Aquella carpeta que habían paseado en sus narices el primer día. Aquella a la que apenas le prestó atención, la que contenía la verdadera historia de Kim Jongin.

-¿Qué haces?- Escucha una voz a su espalda y se sobresalta.

Chanyeol se vuelve temblando sabiendo que lo han pillado haciendo algo malo en un lugar donde la ley en lo primero. Lo acaban de pillar con las manos en la masa.

Notas finales:

BUENO, no se que me pasa que ahora me gusta el principio del cap, pero el final no me convence. TOTAL, yo siempre estoy igual... xD

Mirando el fic al principio, estos dos están avanzando rápido, no? Yo solo espero que Chanyeol no la cague... él hace lo que le da la gana. Y quién lo habrá pillado?? XDDD es obvio creo. 


Como siempre espero que os guste y me conteis que tal, si os gusta, si no, si cambiariais algo, ideas... 

Muchos besos!! <3


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