¿Ya resolviste tu problemita con Michaels?--preguntó el castaño de ojos verdes.
Él ya no es un problema--aseguró el melado.
¡¿Lo mataste?!--preguntó sorprendido y alarmado el otro--Pero si así no cobraré...--demasiado tarde se dio cuenta de que había hablado demasiado frente a la persona incorrecta.
Una fuerte mano tiró de su solapa y antes que se diera cuenta estaba cara a cara con uno de los mayores asesinos de la historia. Se le heló la sangre--¿De qué hablas?--fue la presurosa pregunta del sorprendido Wheeler antes de que se diera cuenta de la verdad--¡Tú! Tú le dijiste a él sobre el pasaporte por eso él sabía donde encontrar a Seto. Eres el responsable de que esté en algún lugar. ¡Escúchame rata, si algo le pasa a Seto...!--su amenaza nada velada acompañada de esos ojos fríos de asesino eran un conjunto casi hipnotizante para Dingo.
¡Yo... yo puedo ayudarte! ¡Encontraré a Kaiba para ti!--le dijo el de ojos verdes.
Sólo así salvarás tu vida--le aseguró Wheeler.
¿Tienes algo con que empezar?--preguntó el asustado falsificador y negociante del mercado negro.
Joseph le mostró el celular y le contó la verdad sobre él.
¡Estás de suerte!--le aseguró el traficante--Conozco a alguien, una hacker. Está aquí de vacaciones con su novio--añadió.
¿Como se llama?--preguntó Wheeler.
Una cabeza asomó por la puerta de la tienda de antiguedades de Dingo tomando por sorpresa al rubio que apoyado en el mostrador con la columna esperaba mientras fumaba un cigarrillo y se mantenía en un pie.
Era una chica nada destacable, usaba lente rectangulares y de cabello castaño rojizo, tenía puesta una musculosa y una camisa y en la espalda llevaba una mochila. Una turista buscando algo que comprar, se dijo el joven y le dijo a ella--Lo siento pero está cerrado--mientras se le acercaba para alejarla y cerrar la puerta.
¡Perdón!--dijo la chica disculpándose y él pensó que se iría pero en vez de eso avanzó con una sonrisa boba--¿Quién es usted? ¿Dónde está Dingo?--
¿Dingo? ¿Lo con...?--empezó a preguntar diciéndose que debería argumentar algo plausible si eran conocidos--Está enfermo, no puede recibir...--
¡Ah, bueno! Dígale que le man...--dijo ella mientras retrocedía hacia la puerta mirándolo sonriente. Él se avorazó sobre ella y la tomó de la mano.
¡Dime! ¿Tú eres...?--¿Esa chica podía ser su esperanza de volver a ver a Seto con vida? se preguntó el asesino.
¡Némesis!--llamó mientras salía de la puerta trasera el traficante que sabía que de nada vale escapar de un asesino como ese por la puerta de atrás. Si no cumplía su palabra era hombre muerto.
El melado la miraba a los ojos--¿Eres Némesis san?--le preguntó y en sus ojos destacaba tanto la angustia que ella se compadeció de él y asintió.
¡Que bueno que has llegado! Necesitamos mucho de tu ayuda--le dijo el ojos verdes llegando hasta ellos para explicarle lo sucedido--Sucede que tenemos este teléfono, su última llamada fue con otro que tiene una persona que se halla atrapada en un lugar ignoto. ¡Tienes que ayudarnos!--dijo el alarmado Dingo.
Esto les costará caro--les advirtió ella--Esto demorará y dejé a mi novio en la ducha, cuando salga va a enojarse. Tendré que inventarle algo y comprarle algo lindo o posiblemente conseguirme otro--dijo con expresión cansada.
¡Te daré todo lo que quieras!--dijo el desesperado ojos mieles.
Bueno. No puedo rechazar algo así--dijo ella mientras se sacaba la mochila de los hombros.
¿Podrás aquí?--preguntó sorprendido Joey.
¡Claro! Traje todo conmigo. Dingo jamás llamaría si no necesitase de mis funciones por lo que yo... como un boy scout... siempre lista--le respondió ella rozagante.
Era una cabaña en el campo medio metida entre la maleza en la que nadie hubiera sospechado que había persona alguna. Si no hubiera sido por las habilidades de esa mujer Joseph no hubiera sabido donde empezar a buscar. Ella rastreó el último número conocido y buscó en la base central de datos de la compañía telefónica rastreando las antenas usadas en la telecomunicación. Gracias a la triangulación había ubicado el área afectada la cual era espléndidamente pequeña para ser en el campo y gracias a eso localizar las construcciones actualmente en desuso con el google earth fue cosa remota. Némesis le dio tres posibles ubicaciones para el encerrado Seto y ya había inspeccionado las otras dos por lo que esta era la única ubicación posible porque sino... creía que se volvería loco de la preocupación.