Se estiró mirando el panorama por la ventana a la vez, Seto desde el suelo lo vio desnudo recortado contra el sol y el paisaje que entraban por ella y pensó en alguno de esos cuadros europeos del siglo XVIII, luego se volvió a sus ropas y empezó a vestirse. Wheeler siguió su ejemplo.
¿Cómo te sientes?—preguntó el castaño tratando de no parecer conmovido.
Tranquilo que no me has dañado irreparablemente—le dijo sonriente el rubio.
¿Qué haremos de ahora en más?—preguntó el ojos azules.
Tú volver a tu vida—le dijo el melado.
¿Y tú?—preguntó con curiosidad y un presentimiento Kaiba.
Yo tengo otros asuntos que tratar. Estuviste demasiado involucrado en ellos. Es hora de poner un ejemplo u otros podían copiar el mismo patrón con más éxito—dijo con mirada profesional Joey. El ojos azules sabía que hablaba de enfrentarse a Michaels y eso le daba cierto resquemor por lo que había sucedido antes. Sabía que no debía preocuparse pues el otro era uno de los mejores pero hasta ahora solo se enfrentaba a gente que aunque tenía cierta posibilidad eran amateurs comparados con su nivel.
Sin embargo Michaels era diferente.
Oye tú, perro—le dijo y el otro se volteó con interés—Ten cuidado con este. Es diferente—
Me conmueves. Si muero le diré a mi novio que te envíe una carta—le contestó Joey frustrando ese gesto preocupado y convirtiéndolo en furia que era lo que él quería. Odiaba hacerlo preocupar, era molesto ver a alguien tan impertérrito como Seto Kaiba se conmoviera por él. No sabía porque pero lo prefería fiero y frío a experimentar la calidez de la que era capaz. Tal vez porque esa calidez le hacía desear cosas que no estaban a su alcance.--¿Dónde está la suburban?—preguntó Wheeler de pronto.
¿Crees que te traje cargando hasta aquí? No te preocupes, en este lugar apartado no la verá nadie, aparte la escondí entre unos árboles. Por suerte es un 4x4—le contestó el castaño algo incómodo con lo que antes el otro dijera.
Por eso mismo es fácil de distinguir, además puede tener un GPS en caso de robo que esté señalando nuestra hubicación—dijo preocupado el melado.
En ese caso no hubiera esperado dos días para venir por nosotros. ¿No te parece?—preguntó el ojos azules con lógica.
Era cierto, por un momento el ojos mieles había olvidado que ya habían transcurrido dos días, en su estado y si hubiera sido verdad lo del GPS el ojos azules hubiera estado perdido si Jason Michaels hubiera aparecido en ese lugar.
Una vez terminaron de vestirse como corresponde Seto le preguntó—Wheeler. ¿En serio piensas ir por él?—
Esto se ha vuelto personal y lo sabes. No dejaremos de cazarnos hasta que uno de los dos caiga. Es una cuestión de honor para los dos—le dijo el ojos mieles.
Honor entre asesinos—dijo despectivo Kaiba y Joseph le miró con ese tinte animal en la mirada que indicaba que había tocado un nervio en él.
Si, aunque no puedas entenderlo. Te llevaré al aeropuerto donde tomarás un vuelo a Japón y de ahí nuestros caminos se separarán—le explicó el asesino.
¡Wheeler!—exclamó Seto aún a sus espaldas, después de haberse girado ya no lo veía y este se volvió molesto preguntándose qué cosa molesta le diría cuando el otro pronunció--¡Cuídate!—derrotando así su guardia.
Con un cambio de actitud el otro se medio volteó y contestó—Siempre lo hago.
Llegaron a la ciudad cuando vieron que un patrullero empezaba a seguirlos con la sirena en alto. Wheeler pegó un volantazo mientras Kaiba preguntaba--¿Qué sucede?—
Que lo reportaron como robado, eso pasa. ¿Cómo me pudo pasar algo así? Es lo que hubiera hecho para ubicarnos gracias a las autoridades, una vez ubicados en una cárcel o algo parecido lo siguiente sería algo fácil. Pensé que Michaels por ser quién es no usaría ese método pero por lo visto no piensa reparar en recursos—dijo el rey molesto consigo mismo mientras evadía los patrulleros que cada vez sumaban más a sus filas.
Dos horas después se habían deshecho de sus perseguidores y dado unas vueltas, estaban en el aeropuerto internacional de Tian Sun. A Joseph le preocupaba que su enemigo le esperara allí aunque era poco probable es una de las cosas que él hubiera hecho dada la situación. Vestido con una gorra de baseball verde y unos anteojos oscuros fue con él a sacar el boleto de avión gracias al pasaporte falso que el rubio le consiguiera al castaño con un conocido.