Alicia
Aun luego de haber pasado un par de minutos de haberla visto ay parada no podía creerlo, ¿Cómo era posible que de tantas clases quedara justo en esta, donde estaba yo? Aaaggg esto me estaba atormentando, ella justo ella, con la que había soñado las últimas semanas desde que la había visto. Respira Alicia, respira esto debe ser una jodida broma, tal vez mi mente me está jugándome una mala pasada, levante un poco mi cabeza para ver si realmente había sido real lo que había visto hace unos minutos atrás y cuando la vi sentada donde la habían asignado agache rápidamente la mirada ya que me había avergonzado enormemente.
Decidí que para olvidarme de ella pondría atención a la clase, pero fue algo sin éxito lo único que hacía era mirarla a ella, se veía tan sexy con el uniforme, espera!!! ¿queeeee!!?¿Sexy?.. Dios acabo de pensar en una chica como ¿sexy?. Haber Alicia tranquilízate, lo que acabas de pensar debe ser producto del asombro al volverla a ver, nada más.
Pase toda la hora regañándome mentalmente por haber pensado en una mujer, no mejor dicho en ella viéndose sexy con el uniforme escolar, ya que jamás de los de jamases había pensado eso de ninguna otra mujer. Cuando tocaron por fin dando finalizadas las clases de matemáticas respire aliviada y me levante, pero inconscientemente dirigí mi vista inmediatamente hacia ella y vi como se levantaba de su asiento, no alcance a apartar mis ojos de ella cuando vi que ella hacía lo mismo que yo, me miraba fijamente y yo lo único que hacia como boba era mirarla con curiosidad pero de la nada sentí que alguien me arrastraba fuera del salón. Cuando me di cuenta de quién era, me solté bufando.
-que sucede, ¿porque me sacas así del salón Camila?- aaggh estaba enojada quería seguir mirándola, pero al ver su expresión de tristeza al haberme dirigido como nunca antes a mi mejor amiga, cambie mi cara a una más relajada suspirando.
-perdón Alicia, pero es que tengo mucha hambre- me miro suplicando perdón con esos ojos de cachorro.
Me reí de su mirada ya que cada vez que lo hacía era porque estaba arrepentida.
-tranquila, vamos al comedor y tomamos tranquilas desayuno- le ofrecí y ella inmediatamente me sonrió y empezó a abrazarme.
Cuando llegamos al comedor estaba lleno, pero nosotras dos ya estábamos acostumbradas ya que desde que estábamos en aquel liceo era lo mismo todos los días, asique suspiramos y nos sentamos donde podíamos para poder comer tranquilas.
Cuando finalizamos de comer, salimos y nos dirigimos al aula ya que faltaban pocos minutos para el término del receso. Esperaba con ansias que ella aun se encontrase ay pero me desilusione al no verla y de aquello Camila se dio cuenta.
-Alicia ¿te pasa algo?, desde hace un rato que te veo distinta- sabia que para ella no pasaría desapercibida ya que nos conocemos desde años pero ¿qué le diría?, que estoy así por la chica nueva del cual ni siquiera se su nombre por estar embobada pensando en ella aaggh no podía, ¿o sí?. Ella vio la confusión en mi rostro y me dijo mas firmemente –vamos Alicia, me estas preocupando, ¿Qué sucede?- resople y la tome del brazo para dirigirnos al lugar más apartado de la sala ya que estaban llegando algunos de nuestros compañeros y podrían escucharnos.
-haber es que sucede que….- aaggh no podía seguir porque… a ya me acorde, porque era muy vergonzoso.
-vamos Alicia dime somos las mejores amigas hace años y nunca te habías puesto así- ella tenía razón debo decirle pero no sé cómo, hasta que lo único que pude atinar a decir fue.
-la c-chica n-nueva- waa inclusive me salió tartamudeando.
-¿la chica nueva?, ¿Qué pasa con ella?- Camila me miraba curiosa y yo no sabía qué hacer. Suspire y le dije.
-¿te acuerdas que te hable hace unos días que desde hace semanas soñaba con una persona todos los días?- ella asintió y yo decidí proseguir.
-b-bueno es e-ella- lo ultimo lo dije tan bajo y tartamudeando que dude que me escuchara, pero conociéndola tan bien, sabía que si lo había hecho. Al mirarla fijamente pude ver el asombro en su cara y las dudas que pasaban por su mente asique espere a que se tranquilizara un poco y seguí contándole.
-yo a ella no la conocía hasta hace unas semanas-
-espera ¿me estás diciendo que la conoces desde antes?- asentí y proseguí.
-en realidad estaba en mi lugar favorito ese día, pero hacia tanto calor que no entre y por casualidad dije algo en voz alta pensando que estaba sola, pero no era así ella estaba a mi lado y empezamos a hablar, luego fuimos a comer helados juntas y la lleve a su casa, pero en todo el rato que estuvimos juntas no le pregunte su nombre-
-wau es como de película, pero quieres decirme el porqué exactamente has soñado con ella todas estas semanas- me sonroje al imaginar lo que ella estaba tratando de decirme.
-no lo sé Camila, no lo sé y no, no es lo que imaginas- dije para que no supusiera cosas que no son.
Empezó a reírse como loca cuando dije esas últimas palabras. Cuando se tranquilizo me dijo.
-yo no he dicho nada, pero no crees que es extraño que sueñes con ella-
-si lo es pero no es momento de pensarlo ahora- dije eso mientras veía como el profesor entraba a la sala.
A los minutos después de que entrara el profesor dirigí mi vista hacia ella pero lo que vi me sorprendió. Ella no estaba, abrí mis ojos asombrada al no haberme dado cuenta antes de que no estaba.
Pasaban los minutos, luego cuando llevábamos una hora de clases, ella aun no se aparecía estaba completamente preocupada. ¿Le habrá pasado algo?, ¿se habrá perdido? Eran las constantes preguntas que venían a mi cabeza cada vez que pensaba en ella ósea toda la hora. Suspire resignada y me eche en la mesa intentando olvidarme de ella y sus ojos tan azules como el mar que me fascinan.
Cuando termino la clase, me dirigí inmediatamente a buscarla pero antes de que pudiera salir Camila me atrapo el brazo y me dijo.
-te acompaño, se que vas a buscarla- ante sus palabras solo pude sonrojarme y asentir. Sabía que ella me conocía perfectamente y que yo iría a buscarla.
Pasamos todo el receso buscándola y no la encontramos hasta que, finalmente me resigne y nos dirigimos al salón. Cuando llegamos me eche en el asiento a esperar al profesor, sin darme cuenta que ella estaba en su asiento.
Cuando nos paramos para saludar al profesor fije mi vista en su asiento, y la vi inmediatamente fruncí el ceño estaba enojada con ella pero a la vez tan aliviada. Por fin podía tranquilizarme.
Al finalizar aquella clase lo primero que hice fue mirarla, pero lo único que alcance a ve fue como ella salía corriendo de la sala, asique opte por seguirla.
Cuando llegue donde estaba ella pude ver que estaba hablando por teléfono muy animadamente asique no quise interrumpirla, pero vi algo que me sorprendió aun mas, ella estaba con la media sonrisa como jamás se la había mientras unas lagrimas recorrían por sus mejillas. Quise acercarme pero sabía que no era adecuado ya que aun seguía hablando por teléfono.
A los pocos minutos vi como saltaba como niña chica, me puse a reír disimuladamente para que no se diera cuenta. Cuando por fin pude parar de reír dirigí i vista hacia ella y vi que se había sentado. Tome una gran bocanada de aire y tome valor para lo que iba a hacer.
Me senté al lado de ella y cuando dirigió su vista hacia mi pude ver como se asombraba al verme al lado de ella.
-hola, chica desconocida- al decir esas palabras ella empezó a reír, cuando se calmo dijo.
-verdad que así me llamaste todo el rato cuando tomábamos un helado- al escuchar salir de su boca el recuerdo de aquel día suspire.
-sí, perdón no sabía cómo te llamabas-
-bueno me gusta cuando me llamas de esa manera- creo que no se dio cuenta de las palabras que dijo ya que cuando termino de decirlo se sonrojo igual de levemente que la primera vez.
-me gusta llamarte así, pero ya que somos compañeras de curso querría saber tu nombre-
-me llamo Noemí y tú-
-Alicia-
-entonces Alicia que haces por aquí- mierda me pillo no sabía que decir.
-tranquilízate no te diré nada dime la verdad- al escuchar esas palabras decidí decirle pero solo a medias.
-bueno iba caminado cuando te escuche hablar por teléfono asique decidí esperar para hablar contigo- vi que se sorprendió por lo que dije.
-y de que querías hablar- al decirme eso recordé mi enojo y preocupación cuando ella se había ausentado durante todo un bloque de clases.
-de porque te ausentaste todo el segundo bloque de clases- dije lo más seria posible y vi que ella se sonrojaba muy notoriamente y bajaba su vista avergonzada. Se veía tan adorable que lo único que quería era abrazarla.