Durante los siguientes días no volvieron a ver a Yud, Lyle hizo su propia investigación y no le gustó mucho lo poco que había encontrado sobre esos famosos apóstoles.
_¿Son los presos que se comieron a los otros en empanadas? _preguntó Nick.
Estaban en una plaza ya que Nick argumentaba que Lyle necesitaba tomar aire fresco de vez en cuando, para amenizar la palidez de su piel. Habían intentado jugar con un freezbee, pero Lyle solo conseguía atajarlo con la cabeza. Enojado se había sentado bajo un árbol a leer un libro, miraba cada tanto a Nick de reojo, que jugaba en los juegos infantiles con los chicos. Parecía encantado. Lyle observó con interés que las madres y padres no parecían preocupados por la presencia de Nick en el lugar, como obviamente deberían estarlo con un adulto jugando en el arenero de la plaza con sus hijos de preescolar. Suponía que cuando una persona era naturalmente buena, los demás lo notaban.
Cuando se cansó de mirar fue hasta donde estaba.
_¿Ya vamos? _preguntó.
Nick estaba sentado en el pasamanos. Lo miró intrigado y luego acomodó las piernas entre los barrotes de acero. Con agilidad arrojó la parte superior de su cuerpo hacia abajo. Lyle dio un grito pensando que iba a caer. Cuando oyó la risa de Nick abrió los ojos y lo vio colgando de las piernas.
_¿Nunca hiciste esto de chico? _preguntó con humor. El rostro se estaba tornando rojo por la circulación de sangre hacia la cabeza.
_No _respondió con sencillez. Dio dos pasos hacia adelante y empujó los pies de Nick hacia arriba. El chico cayó con todo su peso al suelo.
_¡Podría haber caído de cabeza Lyle! _dijo frotándose el hombro con el que había golpeado el suelo.
| _No es uno de tus órganos vitales _dijo Lyle_. Vos hubieras sobrevivido.
Nick le paso una mano por los hombros con camaradería.
_Sos un encanto _le dijo.
_¡No me toques! _gritó exasperado y varias personas en la plaza se volvieron a verlos.
Nick cubrió la boca de Lyle con su mano cuando vio que este iba a gritarles algo a los mirones.
_Bueno, todavía no me explicaste nada _dijo Nick cambiando rápidamente de tema_. Si no son los presos (dicho sea de paso es un alivio) ¿Quiénes son?
_No hay mucho sobre ellos _dijo Lyle_. Pero son un grupo de creyentes un tanto extremista…
_¿No son todos así? _pregunto Nick comprando dos helados a un viejito.
_Supongo que tenés razón _concordó Lyle y tomó el helado que Nick le tendía_. Por eso te digo que no encontré mucho, los relacionan con algunos sucesos extraños como milagros y muertes, pero no hay nada claro. Es como mirar esos evangelistas de la noche que exorcizan gente y curan la leucemia por televisión.
_¿Matan gente? _preguntó Nick preocupado.
Lyle se encogió de hombros, no podía corroborarlo.
_No se cómo vamos a hacer si vuelven a atacarnos, Lyle _comentó Nick preocupado_. Lo del otro día fue pura suerte, si nos tocaba alguien con menos escrúpulos que Yud, quizás no la contábamos.
_Si lo sé _se quedó callado, no estaba seguro si debía decirle que su chica había estado actuando extraño desde ese día. Liz se comportaba como alguien que hubiera sufrido terapia de electro shock. Siempre alterada y propensa al llanto histérico. Ya no pedía tan insistentemente estar con Nick, sino que se la pasaba recluida en algún rincón de su mente.
Nick lo miró largo rato.
_¿Qué? _preguntó Lyle a la defensiva.
_Sé que Liz no está bien _dijo Nick intentando restarle importancia_. Desde ese día no es la misma, pero tengo que serte sincero Lyle, antes que se le diagnosticara la enfermedad, solo había salido cuatro meses con ella, por lo que no llegue a conocerla tanto como me hubiera gustado. Sus padres me decían que ella era muy diferente, alegre y caprichosa, pero yo llegue a conocer más su lado depresivo y esa especie de malicia que muchas veces se apodera de los enfermos sin cura. Había días en que ella no era capaz de ocultar el odio que sentía por estar enferma y ser rodeada de personas saludables que le decían que todo iba a estar bien, cuando era consciente que lo único que le esperaba era morir. Seguramente debe haber revivido eso durante en ataque de Yud.
_Sabe que todos van detrás de ella _concordó Lyle.
_¿Cuánto más vamos a poder seguir peleando? _preguntó más para sí mismo Nick_ La suerte no va a durarnos para siempre.
Lyle asintió cabizbajo.
Nadie iba a ayudarlos.
Preocupado por dejarlo solo, Nick pasaba ahora todas las noches en casa de Lyle. Este le había dicho que cuando su hermano volviera la costumbre debía interrumpirse, ya que su hermano era muy celoso. Nick quiso reír ante esto, pero la mirada seria de Lyle lo hizo cambiar de idea.
Su rutina no había cambiado mucho, pero ambos estaban preocupados. Podían ser atacados por cualquiera y en cualquier momento. Nick se mostraba despreocupado pero Lyle notaba su inquietud.
_No sé cómo haces para entender todos estos números _dijo Nick mirando los problemas que Lyle parecía resolver sin problemas.
_Me gustan los números _dijo Lyle distraídamente utilizando los botones de una calculadora que Nick ni siquiera sabía para que servían.
_Bueno, eso ya es un avance, hasta ahora solo sabía lo que no te gustaba _replicó Nick con humor.
_Tampoco me gusta que me interrumpan mientras estudio _dijo Lyle_. Anotalo.
_Es que me aburro _dijo Nick acostándose en el sofá.
_Mira algo por televisión ¿no empezaron las tortugas ninja? _pregunto con una sonrisa burlona.
Nick se sonrojo, Lyle lo había descubierto viendo la serie por Nickelodeon y no dejaba de burlarse.
_No voy a permitir que se burle alguien que no se pierde un capítulo de Sailor Moon _respondió Nick.
Lyle lo miro arqueando una ceja.
_Vos también lo miras _dijo.
_Si, Venus está muy buena _reflexiono Nick, pensativo_. Dale Lyle, termina y hagamos algo _lo miró y vio que tocia la cabeza con fastidio.
_¿Qué dice?
_Que no puede creer que te guste un dibujo animado _informo_, y que también esta aburrida _agregó y dejó las cosas a un lado. Tener a Nick aburrido no era problema, pero cuando esa chica se aburría lo volvía loco. Cerró los ojos un momento disponiéndose a dejar pasar un rato a los chicos y cuando los abrió Nick vio que habían cambiado de color.
Eran rojos.
Nick se acercó intrigado, Lyle se miró las manos y lanzó un grito de triunfo.
_¡¡¡SIIIIIIII!!! _gritó con una voz ronca que Nick nunca le había oído a su amigo.
_¿Liz? _preguntó inseguro.
Lyle comenzó a reír de manera grosera. Miró a Nick con desdén.
_Ahora es mío _dijo y corrió hacia la puerta, saliendo de la casa.
Nick comenzó a correr detrás de él, Lyle era muy veloz, demasiado. Nick sabía que su condición física nunca le habría permitido correr de esa manera. En realidad nunca antes lo había visto correr.
_¡Lyle, Lyle! _gritaba desesperado, intentando no perderlo de vista.
Extrañamente a medida que Lyle corría, las plantas a su alrededor perdían color y se marchitaban. Nick se dio cuenta de esto más tarde, pero a pesar de estar concentrado esto llamó su atención. Cuando dio vuelta en una esquina lo vio parado en medio de un baldío, había algunos pájaros muertos en torno suyo.
_¿Lyle? _preguntó y su amigo lo miró de aquella manera tan desagradable, casi obscena.
_Los oigo gritar _dijo y se señaló la cabeza_. Acá.
_¿Quién sos? _pregunto Nick lleno de terror.
La criatura que se había apoderado del cuerpo de Lyle hizo un sonido que Nick no fue capaz de entender.
_Pero si querés llámame Juan _dijo y rió.
Nick lo miró confundido, tanto que no notó que al cuerpo de Lyle le habían crecido unas garras largas y negras, de aspecto extremadamente filoso. Se arrojó sobre Nick, pero este logró tomarlo de los brazos y arrojarlo a un lado. Lyle inclinó el cuerpo hacia adelante para evitar la caída y dio un nuevo salto. Nick admiró la destreza del cuerpo de Lyle, algo que el propio chico no habría podido hacer ni en el mejor de sus días. Nick cayó hacia atrás cuando el cuerpo de Lyle golpeó su pecho y cayó con las rodillas sobre él, haciéndolo expulsar el aire de sus pulmones. Comenzó a arrojar manotazos sobre Nick, quien intentaba esquivar las garras.
No podía lastimar a Lyle.
Lo tomó de la remera, a la altura de los hombros y balanceó su cuerpo debajo de él, lo suficiente para poder deslizar una pierna debajo del cuerpo del otro y arrojar a Lyle sobre él. Cayó de costado y Nick contuvo la necesidad de ir a verlo. Se llevó una mano a rostro y la retiró con manchas de sangre, sus brazos también habían recibido cortes.
_Lyle… Liz ¿Están ahí? _preguntó sin saber qué hacer.
El cuerpo de Lyle se volvía a poner de pie. Nick se abalanzó sobre él y lo inmovilizó, tomándolo de los brazos. Lyle parecía tener una fuerza increíble y Nick lo soltó asustado, temía que la fuerza que usaba lo que fuera que se había apoderado del cuerpo de Lyle llegara al punto de forzarlo hasta romper sus huesos.
_Por favor Lyle… dame una prueba de que estas ahí _pidió desesperado.
“ES INUTIL”
El cuerpo de Lyle quedó paralizado en una mueca de horror. Comenzó a gritar. Nick miró a su derecha, donde acababa de materializarse uno de los arcángeles. No reconoció a los dos anteriores, por lo que debía ser uno nuevo. Portaba una enorme espada.
“ESTA POSEIDO POR UN DEMONIO” dijo sin dejar de mirar a Lyle.
Nick vio que colocaba la espada frente a él, dándosela. Nick la tomó y el desmedido peso que sintió en un primer momento se adaptó a su mano y de pronto la sintió apropiada para él.
“NO TIENE SALVACION, VAS A TENER QUE MATARLO”
Nick lo miró, luego miró la espada y finalmente a Lyle, parado frente a él…