_Puedo caminar Nick _dijo Lyle cuando su amigo pasó un brazo de Lyle por encima de sus propios hombros.
_Ya lo sé, pero quiero ayudarte _dijo Nick.
Lyle no respondió, principalmente porque no se sentía con fuerzas para pelear. Nick lo llevó hasta el sillón donde había improvisado una cama. No quería que Lyle subiera escaleras hasta que estuviera más curado. Yud lo había ayudado a limpiar y de paso le levantó un poco el ánimo. Nick se sentía culpable por no estar con su amigo cuando este lo necesitaba, y limpiar los destrozos y restos de sangre de la casa no lo hizo sentir mejor. Ahora se desvivía por ayudar a Lyle.
_Esto no paso por un descuido tuyo, Nick _lo tranquilizo Lyle_. Mi hermano es así de siempre. Cuando el viene termino en el hospital por uno u otro motivo.
_Lyle… eso _comenzó Nick.
_Si, ya lo sé, o creo que ya lo sé _respondió el otro adelantándose_. Tu chica también me habló de eso, pero creo que estaba tan acostumbrado al maltrato que no me daba cuenta. Es raro a lo que se acostumbra una persona ¿no?
Nick se limitó a mirarlo, no lo entendía bien, pero tampoco entendía tantas cosas que no le preocupó. Su única preocupación era que Lyle y Liz estaban bien, que el hermano de Lyle ya no estaba y que él debía protegerlos. Nada más.
Lyle habría querido decirle más cosas, pero nunca lo haría, principalmente porque él mismo no se lo permitía. Podía decirle a Nick que estaba tan acostumbrado al maltrato que quizás pasaría mucho tiempo antes que la tranquila amabilidad de Nick dejara de incomodarlo. Sabía cómo actuar ante las agresiones, insultos y golpes, pero la consideración y el cariño desinteresado le eran desconocidos. Aun así apreciaba que Nick de alguna manera lo entendiera y no cuestionara su manera de ser. Eso ayudaba aún más a que quisiera cambiar poco a poco.
_No creo que ellos nos ayuden en esto ¿no? _dijo Nick pensativo.
_Lo dejaron bastante claro con los apóstoles. Si nos metemos nosotros en el quilombo, ellos no se hacen cargo _dijo Lyle con sencillez_. A no ser que sea tu admirador _agregó con una sonrisa_, ese capaz que nos da asistencia a domicilio… a vos por lo menos.
Nick lo miró desconcertado.
_¿Cómo? _preguntó.
Lyle arqueó una ceja.
_Mejor cerrá la agencia de detectives y colgá la lupa Nick _dijo_, te vas a cagar de hambre.
_¿Qué admirador? _insistió Nick.
_Decile vos _dijo Lyle simplemente_. A mi este chico a veces me estresa.
Lyle cerró los ojos y cuando los abrió, allí estaba Liz detrás de sus ojos celestes. Nick sonrió.
_Hola Liz _dijo.
Ella utilizó la boca de Lyle para esbozar una sonrisa dulce y muy poco habitual en el rostro del chico rubio. Nick se sintió algo turbado, esas expresiones eran extrañas, pero cambiaban el rostro de su amigo de una manera que lo hacía sentir inquieto.
_Me parece que hay un angelito por ahí al que no le sos indiferente_ dijo ella con voz suave pero cargada de intenciones y ninguna buena, otra característica extraña en Lyle.
_Eso no lo sabía _dijo él.
_Hay muchas cosas de las que no te das cuenta, Nicky _dijo de manera enigmática.
_Nunca fui bueno leyendo la mente _dijo él, algo molesto. Recordaba los eternos planteos de Liz. Ella se enojaba por algo que él desconocía y luego se enojaba aún más con él por no darse cuenta de su enojo, en un círculo vicioso interminable.
_No me hables así _dijo ella irritada.
_Perdón _se disculpó el automáticamente _, pero no sé de qué me estás hablando, eso es todo.
La vio utilizar el rostro de Lyle para desviar su mirada, luego intentó besarlo. Nick se adelantó instintivamente, luego pareció despertar y sacudió la cabeza. Apartó el cuerpo de Lyle con delicadeza.
_No podemos _dijo con calma.
_¿Por qué no? Él no va a enterarse.
¿Cómo explicar esa sensación extraña, si ni él mismo sabía qué lo inquietaba?
_Ya lo sé… pero no me siento cómodo.
Lo miró largamente. Nick desviaba su mirada, no atreviéndose a mirar esos ojos que era lo único que quedaba de Liz. Sintió que Lyle suspiraba con cansancio.
_¿Qué es lo que te pasa con Lyle? _preguntó ella, extrañamente directa.
Había intentado hablar con Lyle, pero el chico era insufrible. Cuando cuestionaba de su relación con su novio, Lyle simplemente le decía que se callara la boca, o peor, que si no le gustaba la situación podía irse, a él le daba igual. Liz había descubierto que intentar razonar con Lyle, cuando él no estaba dispuesto, era como enseñar a hablar con señas a los monos. No imposible, pero si trabajoso, frustrante y, muchas veces, sin sentido. Además, dudaba que alguna vez sintiera algún tipo de satisfacción con él. Simplemente había ido a parar a la peor persona del planeta tierra… y ella misma lo había elegido. Le había parecido tan amable y hermoso en el hospital.
_Es mi amigo _dijo él.
_Los amigos normales no se tratan de la manera en que ustedes lo hacen _dijo ella.
_Los amigos “normales” _acentuó lo palabra_ no pasan por las cosas que nosotros si _respondió él.
_Sabes a que me refiero Nicky, no te hagas el tonto ¡Te gusta Lyle! _estalló ella con furia.
Nick la miró incrédulo y luego se dio cuenta que ella tenía razón, pero de todas maneras no era su culpa, la incredulidad dio paso a una ira que no era habitual en él.
_¿Cómo esperas que me sienta junto a él si usando su cuerpo te quisiste acostar conmigo, Liz? _preguntó el chico con frustración ante el cuestionamiento de ella_. Me besaste infinidad de veces con los labios de él. Se lo que sucede pero no puedo evitar sentirme confundido. Cuando él está mal trato de consolarlo como hubiera hecho con vos y cuando yo estoy mal busco consuelo en él. Ya no puedo pensar en ustedes como personas separadas ¿Crees que de otra manera yo me hubiera fijado en otro hombre? Respondeme con sinceridad Liz.
_No _dijo ella arrepentida por lo que había dicho, Nick nunca antes le había hablado así y no le gustaba este aspecto de su novio.
_¿Te parece que me gusta sentirme así con otro hombre? _Nick comenzó a caminar en círculos, incapaz de expresar lo que sentía_. Te lo dije muchas veces que no me besaras, pero después de aquella noche, no sé… creo que si Lyle lo permitiera yo…
_¡NO! _gritó ella con la voz de Lyle, consternada_ ¡No lo digas por favor! No quiero oírlo Nicky.
_Vos lo preguntaste Liz _dijo el aun alterado_. Me acusas de que me gusta ¡bueno si, me gusta Lyle! No puedo evitar sentirme atraído y no solo porque vos estas manipulándolo. Puede haber sido así al principio pero ya no, y no sé qué hacer porque me siento la peor basura sabiendo que vos estas acá por mí y yo siento esto por otra persona.
Nick se cubrió el rostro con la mano con fuerza. Liz llevó el cuerpo de Lyle hacia él pero Nick la detuvo con un gesto de la mano. Este rechazo dolió aún más a la chica que la confesión de momentos antes y volvió a sentarse en el sillón.
_No Liz _dijo_. Ya no te me acerques por favor… voy… voy a hablar con Lyle. Esto se tiene que acabar. Te amo… los amo a los dos, pero no puede resultar nada bueno. Yo… yo… _comenzó confundido_. Voy a protegerte con todas mis fuerzas Liz, a ambos, pero mi relación con ustedes terminó. No quiero lastimar a nadie más y si esto continua, solo los voy a hacer sufrir.
No quiso mirar, sabía que Liz lloraba a través de Lyle y si el rostro lloroso de su novia le dolía, ver a Lyle llorado supuso que lo destrozaría del todo. Aunque el chico no era consiente Nick estaba rompiendo con ambos, solo que Lyle sería muchos más sencillo, ya que nunca habían formalizado ningún tipo de relación. De todas maneras resultaba igual de doloroso, ya que su amigo comprendía lo que sucedía y aceptaría su decisión, fuera cual fuese y que algo muriera antes de comenzar le resultaba extrañamente triste.
Liz no podía creer lo que oía, todo había comenzado como tantas otras discusiones. Ella siempre había sido celosa, pero recordaba el rostro arrepentido de Nick intentando explicarle que no le interesaban otras chicas, repitiéndole una y otra vez que la amaba. Lo único que había querido lograr fue un poco de seguridad. Saber que Nick aun la amaba solo a ella, pero solo había logrado confundirlo aún más. Nick no hablaba porque si, ni era de proferir amenazas. Hablaba en serio y Liz solo podía llorar desconsolada ante las palabras de su maravilloso novio que la estaba dejando por uno de sus planteos estúpidos.
_Nicky, por favor no_ sollozó ella llevando las manos estiradas hacia él.
Cedería, Nick siempre lo hacía. Iría hacia ella y la perdonaría. Le diría que la amaba y que todo está bien. La sostendría entre sus fuertes brazos y la paz y seguridad volverían a ella, porque los brazos de Nick habían sido hechos para abrazarla y consolarla.
El chico seguía de espaldas a ella. Liz no se atrevía a levantarse del sillón ya que mientras más indefensa se mostrara más lástima sentiría él y se arrepentiría de lo que había dicho. Lloró aún más fuerte aunque sabía que eso lo lastimaba, Nick odiaba verla llorar. No enjugó las lágrimas de su rostro, aun cuando ya no veía bien. Quería que el la viera así, desconsolada e infeliz, Nick debía quedarse a su lado, ella había regresado por él y eso los unía por la eternidad. Utilizaría cualquier método para retenerlo.
_Regrese por vos Nicky _dijo ahogada por sus propias lágrimas.
_Ya lo sé Liz _dijo Nick dándose vuelta al fin y ella observó la infinita tristeza que se reflejaba en su rostro_, y voy a protegerlos aunque me cueste la vida. Pero no puedo estar con vos de la manera que querés. No mientras estés en el cuerpo de Lyle al menos.
_¡Deja de mencionarlo! _gritó de pronto ella.
_Es que no puedo _respondió el abatido_. Ya no puedo individualizarlos. Lyle o vos significan lo mismo.
_¡Es un hombre Nicky!_ dijo consternada.
_Es la persona que elegiste para regresar _dijo el con sencillez_. Es quien se enfrentó al mismo cielo para que yo pudiera mantener mis recuerdos con vos, quien te deja controlar su cuerpo para que estemos un rato juntos como antes. Es la persona que elegiste para volver a tener contacto físico conmigo.
Nick ya no hablaba con vehemencia, sino que sentía un gran cansancio. Podría darle mil motivos y aun así Liz no lo entendería. No entendería su confusión ya que ni él mismo la entendía del todo. Suspiró intentando que el nudo en su garganta no lo ahogara.
_Voy a salir Liz, necesito aire _dijo Nick caminando hacia la puerta_. Decile a Lyle que vuelvo en un rato.
Cuando cerró la puerta detrás suyo Liz se sintió desvanecer.
_¿Y ahora qué pasó? _preguntó Lyle a nadie en particular. Sentía la extraña sensación de angustia en su pecho, su rostro humedecido por las lágrimas y a Liz llorando en su cabeza.