Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Visitantes del mas alla por LaZona

[Reviews - 65]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Ya cambie la histira como cinco veces... y todavia no me gusta como va quedando, por eso tardo mas que antes en subir los capitulos. Al menos ya tengo mas personajes con que moverme, se estaba volviendo una historia muy restrictiva.

¿Les molesta si me pongo un poco sadica? creo que en un par de capitlos podria hacerlo...

Ok, ahi va el capitulo

_¿Entonces te quedas con el, perro? _preguntó Lyle antes de salir.

    _Cualquier cosa que suceda, nos llaman _dijo Nick detrás de Lyle.

    Debían asistir a clases, podían estar enfrentando a enviados del infierno pero eso no les importaba a los profesores, era una falta injustificada y punto. Preocupados salieron del edificio, confiando en que todo estaría bien hasta que llegaran.

    _Deja de preocuparte, a lo sumo cuando volvemos el edificio ya no está y encontramos un cráter en su lugar ¿pero cuáles son las posibilidades?

    _¿Con nuestra suerte? Diez sobre diez.

    Lyle lo pensó y asintió.

    _Si, y una buena tormenta eléctrica que incendie los restos no estaría mal ¿no?

    Nick lo miró sin humor.

    _Sos muy retorcido, Ly.

    _Disfrazo mi preocupación con ironía, no puedo evitarlo.

    _Hay diferencias entre una máscara y un payaso, trata de disfrazarla menos _se detuvieron al llegar frente al edificio de Lyle_. Nos vemos en el almuer…

    Lyle lo había besado.

    _¿Qué? ¿No te lo esperabas? _preguntó sonriendo.

    Nick enrojeció hasta las orejas, viéndolo subir las escaleras. Eran más sencillas las peleas que lidiar con Lyle.

 

_Es la primera vez que tengo la sensación de estar leyendo chino ¿Entendés algo Nick? _preguntó Lyle entregándole un libro que ojeaba sin ánimos.

    _¿Filosofía? Apenas sobreviví en primer año _comentó el chico dándole una rápida ojeada a la tapa_. Toma apuntes en clase, es lo único que puede salvarte.

    _Me lo podrías haber dicho al principio del trimestre.

    _Me lo podrías haber preguntado antes.

    _Cuarenta, las conté, cuarenta páginas de un tipo hablando sobre cera ¡Cera Nick! _exclamo blandiendo el libro como si fuera el cuello de su peor enemigo_. Estoy en Ingeniería para tener que leer que la cera se ablanda cuando se calienta. Este año hubo un setenta por ciento de desaprobados y yo estoy leyendo sobre una cera, que, aparentemente, no es real.

    _Nada es real _dijo Nick serio.

    _Sos un pelotudo ¿lo sabe tu mamá?

    _¡Hola! _gritó alguien alegremente caminando hacia ellos.

    Ambos lo miraron, un muchacho rubio caminaba en su dirección con una gran sonrisa en sus labios, un joven morocho y una chica pelirroja caminaban un poco más atrás. Nick los miró mientras se acercaban, en cambio Lyle no se mostró interesado y siguió caminando.

    _Vamos Nick _dijo pasando junto al rubio sin mirarlo.

    El muchacho morocho lo tomó del brazo, Lyle lo miró con el ceño fruncido.

    _No me toques.

    _¿No oís que te hablaron?

    _¿Y a mi que mierda me importa? _respondió Lyle dando un tirón de su brazo pero la mano del otro continuó firmemente aferrada.

    _Deberías mejorar tus moda… _comenzó pero fue interrumpido.

    Su mano se abrió automáticamente y el joven miró al chico que lo había tomado de la muñeca, presionando sobre un punto sensible que lo obligó a abrir la mano.

    _No vuelvas a tocarlo _dijo Nick lacónico, soltándolo al ver que Lyle ya estaba libre.

    El otro iba a responder pero fueron interrumpidos por una exclamación de euforia proveniente del rubio.

    _¡Sos muy fuerte!

    Nick no sintió peligro de parte del rubio, era un poco más bajo que Nick y de contextura delgada, rostro bonachón y de aspecto inocente, mientras el morocho estaría fácilmente alrededor del metro noventa, cabello negro y largo atado en una cola le llegaba por debajo de los hombros, sus prominentes músculos eran evidentes, más aun teniendo en cuenta que vestía una musculosa color negro, su piel era trigueña y tenía el ceño fruncido en lo que parecía un gesto habitual. Parecían fuertes, pero no estaba seguro cuánto.

    Lyle contempló la escena inquieto. A diferencia de Nick que no apartaba la vista de ambos jóvenes, el miraba a la chica, que a su vez miraba a los tres chicos sin perder un instante de sus movimientos. Su cabello rojo caía ondulado hasta la cintura, la expresión calculadora de su rostro y los ojos verdes fijos en Nick le indicaban que ella era el verdadero problema.

    _¿Qué onda con vos? _preguntó inquisitivo.

    Nadie más lo noto, pero Nick oyó la fluctuación en la voz de Lyle. Estaba seguro, la voz de Liz se había mezclado con la de él.

    _No te pongas celosa _dijo la pelirroja riendo_, no me interesa de esa manera_. Su voz se hizo más profunda y, de alguna manera, peligrosa.

    _Entonces deja de mirarlo como si fuera tu plato favorito _respondió sin amedrentarse.

    _Esto es entre nosotros nena, no te metas _replicó tajante la chica.

    Nick vio erizarse los cabellos de Lyle como si fuera un gato, como siempre que lo confundían con una chica, pero al mismo tiempo notó que se obligaba a mantener la calma. Últimamente intentaba que su mal carácter no lo volviera irracional.

    Casi podía ver a su voluntad luchando contra su personalidad, intentando sobreponerse de manera racional.

    Su esfuerzo fue sincero, pero no lo logro.

    _¡LAPUTAMADREQUETERECONTRAREMILPARIO….

    La chica sonrió con burla… los primeros segundos. Lyle continuó insultando desenfrenado, tanto que los estudiantes que pasaban a su lado los miraban incrédulos. La chica comenzó a enrojecer a medida que los insultos aumentaban, mirando alrededor con aprehensión, haciendo ademanes con las manos en vanos intentos que Lyle callara. Los dos chicos lo miraban boquiabiertos, mientras Nick, abandonado toda precaución miraba distraídamente hacia otro lado, con las manos en los bolsillos imaginando que estaba en otro lugar, como siempre que Lyle arrancaba en segunda y ponía quinta en una recta en bajada.

    El rostro de la chica se confundía con su cabello, ya no intentaba callarlo, sino que buscaba apoyo en los otros dos chicos con la mirada. Ellos continuaban mirando a Lyle quien se había detenido solo para tomar un poco de aire y continuar con la cascada de insultos que dieron un repaso por sus parientes, amigos, conocidos y futuros.

    _Y ahora nos vamos _finalizó más tranquilo. Tomó a Nick de la mano, alejándose del lugar tras dejarlos perplejos.

    Nuevamente alerta, Nick vio el movimiento del morocho que tras recuperarse de la primera impresión, se abalanzó tras Lyle. En un rápido ademán soltó su mano y tomó el brazo del otro, reteniéndolo por la espalda con un giro. El morocho lanzó una exclamación de sorpresa, que se convirtieron en resoplidos de ira inmediatamente, intentando liberarse pero Nick barrió sus piernas dejándolo de rodillas. Dio un rápido vistazo a los otros dos, notando inmediatamente sus cuerpos en tención.

    _Te dije que no volvieras a tocarlo _dijo ejerciendo más fuerza en la llave del brazo. El chico lanzó un gemido a pesar de sí mismo_. Si se acercan le rompo el brazo _dijo a los otros dos.

    Con gesto obstinado la chica dio un desafiante paso hacia delante, pero el rubio la retuvo. La gente a su alrededor, atraída por el monologo de Lyle, era demasiada.

    _No voy a repetirlo, acércate otra vez a Lyle y lo vas a lamentar _dijo al oído del morocho para luego soltarlo, arrojándolo hacia delante_. Vamos Lyle _instó a su amigo, apoyando una mano en su espalda para que comenzara a caminar.

    Ambos se alejaron, con la curiosa mirada del rubio clavada en sus espaldas y la iracunda del morocho y la pelirroja sobre Nick y Lyle respectivamente.

    _¿Qué serán esos? _se preguntó Lyle en voz alta.

    _Problemas, eso seguro.

    Lyle lo miró sorprendido, no era común en Nick hacer ese tipo de juicios pero se lo notaba serio.

    _Van a volver _dijo Lyle.

    _Seguramente, pero la próxima vez los voy a notar antes que lleguen.

    Continuó caminando ante la atenta mirada de Lyle.

 

_¡Tenés que bañarte! _gritó Nick intentando atrapar a Val que corría alrededor de la mesa.

    _¡No quiero! _se quejó el chico sin dejar de correr.

    _¡Lyle, ayúdame! _pidió Nick.

    _Estoy preparando la comida, arréglatelas solo _dijo desde la cocina. Lyle no aceptaba ejercicio en ninguna de sus formas.

    Nick tomó la mesa del borde y la arrastró hasta que chocó contra la pared. Val corrió hacia la habitación. Respondiendo a un instinto que ni él comprendía, perro ladraba y daba vueltas, no siendo de ayuda para nadie.

    Desde la cocina Lyle escuchó las protestas del más chico cuando Nick lo atrapó y llevó al baño. Estaba más animado y se mostraba menos desconfiado, pero eso se debía principalmente a Nick, con su personalidad no le había costado mucho ganarse la confianza de Val.

    _Hace dos días que estas acá y hasta ahora no te bañaste nunca _dijo Nick dejándolo en el suelo_. Te quiero limpio para la comida.

    Val hizo una mueca enojado y comenzó a desvestirse. Nick cerró la puerta y miró a perro que aun corría excitado por el departamento.

    _A vos también te anda haciendo falta un baño.

    Se detuvo al instante.

    _No es necesario _dijo con seriedad.

    _En el limbo son unos mugrientos _comento Lyle desde la puerta de la cocina_. Menos mal que solo vienen una vez cada tanto. No sé cómo se aguantan el olor a bolas entre ustedes. Apura al enano que en quince minutos esta la comida _dijo a Nick.

    _Mañana tenemos que salir _dijo perro.

    _Tenemos clases ¿Por qué no esperan al fin de semana? Podemos acompañarlos _dijo Nick.

    _A la mierda mis planes ¿no? _dijo Lyle.

    _Tus planes son mirar películas tirado en el sillón, como todos los fines de semana.

    _Me gusta la rutina Nick, es parte de una vida sana.

    Nick puso los ojos en blanco, si no podía ganar, Lyle al menos empataba, pero nunca perdía.

    _Val tiene que llevar información _continuó perro.

    _Que investigue como cualquier chico normal _dijo Lyle_. Televisión e internet, no necesita nada más.

    _Al limbo no le interesan que estrellas de cine se divorciaron _dijo perro_. Es lo único de lo que hablan por televisión.

    _¿Lo hiciste ver programas de chismes? _preguntó Nick_. Va a volverse idiota.

    _Tenemos que salir, de otra manera la estadía de Val en este mundo no tendría sentido.

    _Nunca tuvo sentido _dijo Lyle en voz baja, volviendo a la cocina.

    _Vamos a ver como arreglamos esto _dijo Nick_, primero quiero comer. _golpeó la puerta del baño_ ¿Ya estás listo? _como no recibió respuesta entró y vio a Val sentado en el suelo, aun con los pantalones puestos y la ducha abierta.

    _Ya iba a…

    _¡Bañarte! _dijo Nick y rápidamente lo desnudo y metió bajo el agua.

    Lyle se asomó cuando oyó los gritos. Val pataleaba para liberarse y Nick lo retenía con una mano, mientras que con la otra lo lavaba.

    _¡Soltame! ¡Puedo solo!

    _Lo hubieras hecho antes.

    _¡Tengo jabón en los ojos! ¡Arde Nick! ¡Ay!

    _Ahora aguántate, no quiero escuchar a Lyle si la comida llega a enfriarse.

    Lyle depositó la comida en la mesa, al tiempo que Nick dejaba sobre la silla a Val, enfundado en una bata que le quedaba enorme.

    _Anda a secarte mientras sirvo.

    Nick asintió, el agua le corría por los cabellos mojando la remera y el suelo. Se lo veía agitado y acalorado, pero ambos estaban limpios.

    _No me importan tus traumas, de acá en adelante te baño yo.

    Val no dijo nada, pero la expresión enojada hablaba por sí misma. Lyle pensó que era primera vez que aparentaba su edad. La última noche había dormido bien y las profundas ojeras estaban remitiendo, lo que daba a sus ojos negros un aspecto menos escalofriante.

 

_¿Hace cuánto que nos siguen? _preguntó Lyle algo nervioso.

    _Un par de cuadras _respondió Nick_ ¿Por qué no te adelantas con Val?

    Lyle lo miró intrigado, no había dudas que Nick estaba disfrutando de la situación. Poco a poco se daba cuenta del cambio de su amigo ante el peligro, notaba su excitación ya que quizás solo Liz observaba a Nick tan atentamente como él. La chica se daba cuenta de los cambios exteriores, pero él notaba que en realidad los cambios se daban desde dentro hacia afuera. Algo en Nick estaba cambiando y Lyle esperaba que fuera para bien.

    Nick aminoró la marcha, observando a los otros tres irse sin distraer su atención del grupito que los seguía. No estaban siendo precavidos y ahora que contaba con esa habilidad para sentir a las personas a su alrededor, notaba la diferencia. La energía que despedían Val y el perro eran controladas, Lyle parecía poder controlar la suya a voluntad, aunque no fuera consciente de ello. Los tres que lo seguían, en cambio, parecían querer ser descubiertos. Lo estaban probando y Nick no sentía más que la emoción crecer dentro suyo. Ese nuevo instinto que crecía en su interior estaba causando estragos en su personalidad, pero en estos momentos, con su cuerpo bullendo de adrenalina, no le importaba en absoluto.

    En cuanto vio a Lyle perderse entre la multitud dejó que esa extraña y ya familiar energía escapara de su cuerpo, causando que quienes los seguían centraran su atención en él. Nick llegó a la esquina y comenzó a correr en dirección contraria a la que habían tomado Lyle y los demás, perdiéndose entre la gente. Al llegar a mitad de cuadra cruzó la calle, esquivando vehículos y recibiendo algún que otro bocinazo acompañado de pintorescos insultos. Ingresó entre una zona de edificada, edificios de departamentos de cuatro pisos, colocados próximos unos a otros, como un bosque de concreto, con pequeñas callejuelas que se perdían en laberintos interiores.

 

Eran difíciles de leer, sus energías dispares se complementaban de tal manera que parecía una tercer persona entre ellos. Cuando uno de ellos los identificó llamó al resto, sin perder de vista a las tres figuras que caminaban a unos cien metros por delante del él. Al llegar sus compañeros la emoción impidió que pudieran ocular su presencia y notaron que el chico rubio y el más pequeño se alejaban, querían acercarse pero el castaño comenzó a caminar más despacio hasta que de pronto sintieron una explosión de energía. Tan concentrados estaban en no perder el tenue haz que emanaba de ellos que al ser liberada tan repentinamente los dejó momentáneamente aturdidos. Recobrándose con rapidez comenzaron a correr detrás de la persona que escapaba, cubierta totalmente la presencia de los otros. Vieron al joven castaño cuando ingresaba al conglomerado de edificios, conocido por ser uno de los barrios prefabricados que se extendía hasta las afueras.

    Decidieron separarse, era imposible perder un rastro tan evidente, pero de a poco notaron que la energía se desvanecía por momentos, hasta que desapareció completamente. Deteniendo la marcha notaron que los tres habían llegado al mismo lugar, observando sus rostros sorprendidos cuando emergieron de diferentes lugares hasta el centro de una plazoleta, rodeada por edificios en mal estado y abandonados.

    _¿Dónde está? _preguntó la chica.

    Los dos muchachos miraban en diferentes direcciones, buscando al castaño, no siendo capaces de creer que un rastro de energía tan evidente desapareciera de ese modo.

 

Desde la terraza de uno de los edificios, Nick miraba hacia abajo divertido. Tuvo tiempo de subir tranquilamente las escaleras mientras esos tres se golpeaban las cabezas entre sí como bolas de billar en una mesa. Eran los mismos, la chica pelirroja, el chico rubio y el morocho que ahora parecía más enojado que nunca. Nick sonrió desde las alturas. Conocía aquel lugar perfectamente ya que años atrás un amigo solía vivir allí, pero debido a problemas estructurales con los edificios, las familias habían sido evacuadas, permaneciendo aquel sector abandonado. No había pasado tanto tiempo como para que las pandillas o los vagabundos se apoderaran del lugar, por lo que solo los adolescentes aburridos o los más chicos buscando aventuras solían recorrer aquellos desérticos pasillos.

    Bueno, ya era hora de dejar de jugar.

    Tomó una piedra pequeña y la arrojó hacia abajo.

 

El morocho lanzó un insulto y se tocó la cabeza.

    _¿Que te pasó? _preguntó la chica.

    _¿Te cago un pájaro en la cabeza? _rio el rubio.

    _No es… _miró hacia arriba y se le atragantaron las palabras_ Hijo de puta _logró decir.

    Los otros dos siguieron su mirada. El chico castaño los saludaba desde lo alto.

   

Al fin llegaron ante él, Nick los miró divertido cuando lo rodearon en un semicírculo. Detrás suyo había una escalera de emergencia por la que podía escapar en cualquier momento, no sería fácil ¿pero qué lo era últimamente?

    _Hola, soy Nicholas _se presentó con una sonrisa.

    El chico rubio pareció confundido, en cambio la chica y el morocho lo miraban suspicaces.

    _Estas rodeado _dijo el morocho.

    _¿Cómo podes estar tan seguro? _preguntó Nick confiado_. Yo los atraje hasta acá ¿no? ¿Cómo saben que no es una trampa?

    La chica y el rubio se miraron sin poder evitar un gesto de preocupación. Era verdad, lo habían seguido a ciegas y ahora no estaban seguros donde estaban. Además ese chico estaba muy confiado. Comenzaron a mirar alrededor, avergonzados cuando notaron que la sonrisa de Nick se ensanchaba.

    _¿Por qué no hablamos un poco? _propuso Nick cruzando las piernas sobre la pared del borde de la cornisa donde estaba sentado, sin abandonar la expresión afable.

    _Podríamos matarte ahora mismo _amenazó el morocho.

    _¿Qué los detiene?

    Lo vio enrojecer de furia.

    _Entonces hablemos _repitió Nick.

    Su primera impresión no había sido errada, no eran peligrosos, solo estaban a la defensiva, como si temieran algo y, teniendo en cuenta lo agresivo que había sido el Verdugo, estos chicos estaban en serios problemas.

    _¿Dónde están tus compañeros? _preguntó el rubio sin dejar de mirar a su alrededor, como esperando que en cualquier momento se materializaran como por arte de magia.

    _Los vieron cuando nos seguían hace un rato _respondió Nick.

    _Esos no son Guerreros _espetó el morocho.

    _No te lo voy a negar _dijo sin perder la calma_, pero son los únicos compañeros que tengo.

    _¿Cómo es que no tenés compañeros? _preguntó el rubio boquiabierto_ ¿Acaso fueron asesinados.

    Como si estuviera a su lado, Nick creyó oír la voz de Lyle “Estas jugando con ventaja, Nick. Aprovechalo”.

    _No quiero hablar de eso ahora _dijo sin mirarlos y vio de reojo a la chica asentir imperceptiblemente y al rubio aceptar su respuesta sin más. El morocho en cambio continuaba desconfiado.

    _Porque el chico gracioso no es un Guerrero y solo te sentimos a vos ese día_ continuó el rubio.

    ¿Gracioso? No estaba tan seguro que la definición de “gracioso” se aplicara a Lyle. Nick contuvo la risa, no sabían lo “gracioso” que podía llegar a ser.

    _No, no lo es _informó Nick y vio que el rubio abría los ojos por la sorpresa.

    _¡Ya basta! _explotó el morocho.

    _Sos un tipo nervioso ¿no? _dijo Nick sin borrar su sonrisa ya que se había dado cuenta que eso era lo que más lo hacía rabiar. Su tranquilidad_. Además son ustedes los que nos buscaron en la universidad y hoy nos siguieron ¿no te acordás? En serio ¿vos estas bien?

    Nick vio la postura rígida del morocho y antes que se lanzara hacia él se hizo a un lado, tropezando el chico con la saliente. Nick lo tomó de las ropas para impedir que cayera. Distraídamente daba golpes con el pie en el suelo, la postura había hecho que se le durmiera la pierna derecha.

    _Te vas a matar solo, loco _dijo conteniendo la risa.

    Se hizo a un lado con rapidez cuando lo sintió cortar el aire. El chico blandía una espada de gran tamaño, debiendo utilizar las dos manos. Nick detuvo el golpe con el escudo, sonado un fuerte gong que hizo vibrar sus músculos.

    _No va a servirte de nada un arma defensiva… _comenzó, enmudeciendo cuando Nick apartó el arma más grande con su propia espada. Vio de reojo a los otros dos mirándolo con la boca abierta, también portaban armas. Se alejó para ampliar su campo de visión y poder verlos a los tres. La chica estaba detrás observándolos en cambio el rubio sostenía un escudo de gran tamaño, de forma triangular.

    _¿Cómo es que tenés armas de ataque y defensa? _preguntó el chico rubio.

    Nick no respondió, solo permaneció en guardia a la espera de un ataque. Los ojos le brillaban de excitación y los otros tres no se atrevían a realizar el primer movimiento.

    La chica fue quien habló primero.

    _Es suficiente Killian, esto no va a llevarnos a ningún lado.

    _Voy a ser yo quien decida eso Cassandra_ dijo Killian conservando la postura amenazante.

    _Ya fue Li _dijo el rubio actuando de la misma manera que la chica_, podría haberte dejado caer. No es peligroso.

    _¡Alex! _advirtió Killian, aún más enfurecido.

    _Entonces peleen ustedes dos _dijo la chica_. Ya te ganó una vez, si querés volver a pasar vergüenza es todo tuyo.

    Caminó hacia el saliente y se sentó, Alex la siguió, cruzándose de brazos a su lado. Mirando a los dos chicos con interés.

    _Estoy en desventaja _dijo Killian_, él…

    _¿Tenés miedo Li? _preguntó Nick burlándose_. Te espero.

    Vio el rostro del morocho transformarse en una mueca de furia, se lanzó hacia Nick profiriendo un grito ensordecedor. Atento como se encontraba, Nick pudo ver sus movimientos con total claridad. Los otros dos vieron sorprendidos como guardaba su espada, colocando el escudo frente a él para detener la estocada, inclinándolo para que el filo resbalara hacia afuera. Al sostener su pesada arma con ambas manos, el cuerpo de Killian se deslizó hacia el lado donde Nick había inclinado el escudo, no pudiendo detenerse debido a la inercia de su propio peso. Nick pateó levemente la parte trasera de las rodillas de Killian cuando paso a su lado, causando que trastabillara y cayera de rodillas. La punta de la espada se incrustó en el suelo, y Nick colocó el filo de la suya propia a unos pocos centímetros de su cuello.

    _¡Increíble! _aplaudió Alex animado_. ¿Viste eso Cassie? ¡Es un capo!

    _Killian nunca fue el más habilidoso _comentó la chica_. Tiene el arma más fuerte, eso es todo.

    _Yo solamente quiero hablar, flaco _dijo Nick_. Quiero que nos dejen tranquilos. Yo no pienso joderlos y ustedes no nos molesten a nosotros.

    _Eso no va a poder ser _dijo Alex acerándose a ellos. Nick no percibió peligro por lo que permaneció donde estaba, aun sosteniendo la espada cerca del cuello de Killian_. Recibimos orden de buscarlos.

    _¿Para qué? _pregunto Nick. Estaba interesado, pero notó que la respiración de Killian se aceleraba, por lo que pronto intentaría atacarlo por sorpresa, pero un arma tan grande solo entorpecía sus movimientos. No era débil, solo que no estaba acostumbrado a la lucha ágil. Si lo tomaba desprevenido, Nick la pasaría mal.

    _No lo sabemos _se adelantó la chica_. Solo nos dijeron que debíamos buscar al causante de la explosión de energía de la otra noche y protegerlos. Sentimos rastros en ustedes.

    _¿Por qué no preguntan bien? Los ángeles no pueden mentir _dijo Nick.

    Los chicos se miraron entre ellos, sin comprender. Nick aguardó con paciencia, viviendo con Lyle y Liz, tenía de sobra.

    La chica y el rubio comenzaron a balbucear, al fin callaron.

    _Si, muy locuaces _dijo Nick restándole importancia_. ¿Siquiera saben por qué nos siguen?

    Volvieron a mirarse de manera incomoda.

    _Creo que podríamos intercambiar información ¿Qué te parece? _propuso la chica.

    _Por mi no hay problema, pero no ahora. Quiero que Lyle esté presente.

    Lo miraron confundidos.

    _El “Chico gracioso” _aclaró Nick.

    Se miraron y asintieron

    _¿Te parece a la tarde? _la chica le tendió un papel con una dirección_. Es un café seguro, los esperamos a las cinco.

    Dio media vuelta caminando hacia la salida, Alex tomó a Killian del cuello de la camisa y se lo llevó con él.

    _Chau, Nick. Nos vemos después _saludó alegremente el rubio_. Vamos a tratar que Li se comporte de manera más civilizada.

    Nick los saludó con la mano, miró sobre el saliente hasta que los vio salir del edificio. Alex se volvió hacia él y lo saludó nuevamente con ánimo. Nick devolvió el saludo, luego sacó su celular del bolsillo de la camisa.

    _¿Qué te parece? _preguntó a su interlocutor.

    _Que son un trio de imbéciles _respondió Lyle_. Están más perdidos que nosotros, no sé si van a ser de mucha ayuda.

    _Por lo menos vamos a tener un poco de información de los Verdugos, que es lo que me preocupa ahora _dijo Nick_ ¿Cómo está Val?

    _El enano está comiendo un helado _respondió Lyle_, y el sacó de pulgas está enojado porque quiere seguir caminando. Te digo Nick, este perro ya me está llenando las bolas.

    _¿Dónde están?

    _En la plaza del otro lado delos monoblokcs.

    _Ya voy.

 

_¿Por qué hiciste eso, Abel? _preguntó escandalizada la Dennis.

    _No sirven de nada, son solo dos. El grupo está roto.

    _Podrían haber formado una nueva triada.

    _También podrían haber no dejado morir a mi hermano. Vamos Emmet, dejales los ojos, no vamos a andar con esas porquerías por todas partes.

    Inclinado sobre los cuerpos muertos con una navaja, el hombre chasqueó la lengua con enfado.

    _¿Puedo llevarme el que ya tengo?

    _¡Nada de ojos! _gritó Abel.

    Emmet volvió a introducir el ojo rojo en la cuenca, como si enterrara una semilla en la tierra. Contempló con tristeza el resultado y al fin se puso de pie.

    _¿A dónde vamos? _preguntó_, estos no sabían nada.

    _Hay que estar atentos cuando el Visitante se deje sentir nuevamente _dijo Abel_. Estoy seguro que tiene algo que ver con la muerte de mi hermano. Estate atento Dennis.

    El chico asintió.

    _Cuando lo agarremos al responsable de la muerte de Caín vas a poder sacarle los ojos estando aún vivo.

    El rostro de Emmet exhibió una amplia y espeluznante sonrisa.

Notas finales:

Proximo capitulo para el lunes.

Gracias a quienes siempre comentan, me divierto mucho leyendo los reviews!!!!!!!!!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).