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Notas del capitulo:

Hola de nuevo!!!!

Creo que tengo que dar muchas explicaciones… o una muy larga, pero primero dejo el capítulo acá abajo y el que quiera saber el por qué de tan prolongada ausencia, puede ir a curiosear en las notas finales.

Se desperezó arqueando la espalda, aun adormilado salió de la habitación y fue hasta la cocina. No había nadie, eso era raro, siempre había alguien en la cocina. Asomó la cabeza al comedor y vio el televisor apagado, lo que quería decir que Lyle aún no despertaba ¿Qué hora era? Caminó hasta colocarse debajo del reloj, las nueve de la mañana. Lyle aun estaría durmiendo, pero Nick no. Era raro que los otros tres no hubieran llegado aún, siempre estaban temprano para saquear la heladera. Mejor así, debía hablar con Val y no quería interrupciones.

    _Val _llamó entrando a la habitación del chico_, ya falta poco, tenemos que…

    El chico no reaccionaba, subió a la cama de un salto.

    Val no estaba.

    Perro corrió hasta la habitación de Lyle.

    _¡Val no está! _gritó asustado_ ¡Lyle, desperta!

    Tampoco estaba ¿Qué estaba sucediendo?

    Cuando volvió al comedor vio un cartel de gran tamaño pegado en la heladera, comenzó a leerlo.

    “Saco de pulgas, nos fuimos a la mierda. Volvemos el lunes. No te comas toda la comida en un día. Esta el balcón abierto para cuando tengas que cagar”

    Lyle, por supuesto, pensó el perro con fastidio ¿Dónde se habían llevado a Val? Malditos ¿Cómo se atrevían a separarlos? Eso era idea de Lyle, si dudas. Algo se traía entre manos. Quizás deberían darse prisa.

 

Cuando Val despertó el edificio pareció estar en movimiento, comenzó a sentirse inquieto, pero se tranquilizó cuando oyó a Nick y a Lyle discutir recordando que estaban viajando en un auto.

    _Alcanzame las gafas Lyle, no veo nada _decía Nick frotándose los ojos_. El sol me lastima.

    _¿Por qué no me dijiste que tenías auto? _preguntó Lyle enojado pero alcanzándole los lentes negros.

    _Ibas a dejar de caminar para siempre, por eso _respondió Nick con calma, sintiéndose aliviado cuando los vidrios esfumados bloquearon el sol. Desde que le habían cambiado los ojos, los tenía muy sensibles al brillo.

    _¡Pero nunca me lo dijiste!

    _¿Acaso alguna vez me lo preguntaste?

    _Estamos yendo todos los días a la facultad en micro ¿con que necesidad?

    _Que tenés que caminar un poco, esa necesidad. Sino comprate una silla de ruedas y problema solucionado.

    _Entonces déjame manejar.

    _¿Tenés licencia?

    _Estamos en una ruta en el medio de la nada, no seas aburrido.

    _No.

    _Serias un buen Power Ranger Nick _dijo Alex desde el asiento trasero_, algo aburrido, pero bueno.

    _Con uno tengo suficiente Alex, no te metas.

    _¿Cuándo lo compraste? _preguntó Lyle.

    _Hace un año, más o menos.

    _Creí que eras pobre.

    _Trabajo desde que tengo dieciséis años, la casa donde vivíamos en nuestra y mamá cobra una pensión y trabaja. Nunca sufrimos necesidades. No sé de dónde sacaste que soy pobre.

    _¿Por qué no fuiste en auto a lo de tu abuela?

    _Es más cómodo que me lleven ¿terminó el interrogatorio Lyle?

    Algo en su tono de voz hizo que Lyle no respondiera.

    _No es agradable ver a Nick enojado Lyle, te recomiendo dejar las cosas así.

    _Vos callate que seguís en cuarentena _dijo a Liz y la chica calló, la había cagado, lo sabía bien.

    En el auto comenzó a sonar la melodía Sympathy for the Devil, Lyle sacó su celular mirando el numero en la pantalla. Desde que comenzara todo el problema con los ángeles, había elegido aquella canción como ringtone, en señal de protesta.

    _Si volvemos mañana _comenzó a hablar_, no te iban a dejar entrar. No me importa, no vamos a volver. Bueno, enojate, no me importa. Si, chau.

    Nick lo miró interrogante.

    _El perro está enojado porque lo dejamos _informó.

    Los tres de atrás rieron, pero fueron los únicos.

    _¿Que? ¿No es una broma? _preguntó Cassandra.

    _No para el perro _dijo Lyle con tranquilidad.

    _¿Por qué siempre tengo la impresión que cuando nos dicen la verdad parece que mienten y cuando parece que nos mienten, en realidad dicen la verdad? _preguntó Alex y Killian se encogió de hombros, indiferente.

    Cuatro días sin trabajo ni escuela, Nick no pensaba desperdiciarlos. Ya que había vuelto de su visita intra-uterina, como la llamaba Lyle, antes de tiempo, al menos quería despejarse un poco los dos días que quedaban. Aun en contra de su naturaleza, Lyle propuso ir a la playa, cuando sus padres aun vivían solían ir a una ciudad que no quedaba muy lejos y alquilaban cabañas. Los tres infiltrados aceptaron de buena manera al igual que Nick, pero este último no dejó de mirar a Lyle con desconfianza, algo tramaba pero aun no sabía bien qué, lo que confirmó cuando insistió en no decirle nada a Val y dejar al perro.

    _No me mires así, sabes que el perro ese es un amargo _dijo a Nick cuando este se limitó solo a mirarlo, sin decir nada ante su propuesta.

    _¿En qué andas Lyle? _preguntó sabiendo que no le diría nada, pero al menos dejándolo al tanto que no se le había pasado por alto su comportamiento.

    Lyle se encogió de hombros, mostrando la imagen de inocencia más falsa que había visto nunca. Tenían que hablar.

    _¡Sos una ternurita! _dijo Alex arrojándose sobre él, cuando lo vio encogerse de hombros todo ojos e inocencia.

    Cassandra lanzó un suspiro audible.

    _Deja de fingir _le dijo con fastidio_, el único idiota que puede creerte es Alex ¿Qué andas tramando?

    _Te lo digo después de que me digas el nombre de tus padres _propuso Lyle luego de desembarazarse de Alex.

    Nick lo miró sorprendido, no podía ser tan basura. Pero si, lo había hecho. La expresión suspicaz de Cassandra dio paso a otra de confusión, mientras los recuerdos escapaban de su memoria mientras ella infructuosamente intentaba retenerlos. Y no solo ella, los rostros desolados de Alex y Killian indicaban que pasaban por el mismo problema.

    _Cuando te acuerdes avísame _dijo Lyle mientras se retiraba a su habitación, dejando a Nick igual de sorprendido.

    Quizás por eso las cosas estaban algo tensas durante el viaje. Nick aceptaba el carácter de Lyle y que este lo atormentara, pero no le gustaba que fuera cruel con otras personas. Cuando se dio cuenta de aquello negó con la cabeza levemente, Alex tenía razón, sería un buen Power Ranger.

 

Val permaneció estático los primeros diez minutos, observando la inmensidad del mar frente a él. Mientras los demás pasaban a su lado acarreando cosas, el chico seguía parado como hipnotizado. Al fin Killian se apoyó contra el marco de la puerta de la cabaña, mirándolo divertido.

    _Respirá Val _dijo Lyle pasando a su lado.

    El chico asintió con lentitud, sin apartar los ojos.

    _Bueno ¿vamos o no? _preguntó Alex comenzando a correr.

    Lyle entornó los ojos mirando al cielo, sus peores enemigos se habían juntado ese día y utilizaban sus poderes en su contra: aire fresco y sol. Nick le dio una palmada en la espalda para que saliera y luego cerró la puerta a su espalda, sabiendo que a la menor oportunidad Lyle volvería al interior. Killian tomó a Val sobre sus hombros y fue tras Alex, con el chico riendo encantado. Dos semanas atrás Nick hubiera pensado que sería imposible que el chico pudiera siquiera sonreír. Cassandra había conseguido un bikini color verde y su espeso cabello rojo ondeaba con el viento. No dejaba de atraer miradas de los que pasaban a su lado, actuando con indiferencia pero interiormente encantada.

    _¿Nos vas al agua? _le preguntó ella, estaba tomando sol sobre una manta, mientras Lyle leía un libro bajo una sombrilla.

    _¡Si claro! _exclamó Lyle emocionado_ ¡Primero voy a ir a nadar, luego quizás me una a un partido de vóley y si me traes una guitarra a la noche canto algunas canciones en el fogón! ¿Qué te parece?

    _No tenés que ser tan sarcástico _respondió ella ofendida.

    A lo lejos Killian estaba en el agua con Val, las chicas se agolpaban en la orilla intentando llamar su atención. Solo le faltaba jugar con un perro para que directamente cayeran desmayadas en la arena. Como un buen carroñero, Alex rondaba la zona en busca de restos, atento a las más débiles del grupo. Nick por su parte jugaba un partido de futbol de playa. Como siempre a Lyle le sorprendía la rapidez con que lograba hacer amigos, simplemente se había acercado alzando la mano e inmediatamente fue recibido como un hijo prodigo en una familia italiana un domingo a la hora del almuerzo.

    _¡Necesitaba este descanso! _exclamó la chica estirando los brazos sobre la cabeza.

    Lyle no podía dejar de mirarla de reojo, pero no porque le gustara sino porque Liz bullía iracunda ante la presencia de la chica. Últimamente se parecía a lo que había dicho J. Barrie sobre las hadas, Liz era tan pequeña que solo era capaz de albergar un sentimiento a la vez: se sentía atraída por Killian, por lo que actuaba de manera impulsiva y también sentía celos de Cassandra, quien podía interactuar con todos ellos sin problemas, no como ella que estaba atrapada en ese cuerpo, por lo tanto simplemente la odiaba. Desde que presencio en primera fila como su novio se enamoraba poco a poco de otro hombre, ya no tenía motivos para seguir en el cuerpo de Lyle, pero al mismo tiempo temía lo que podría suceder con ella si decidía abandonar ese cuerpo y, de todas maneras, ignoraba como podría ser capaz de liberar su alma de querer hacerlo.

    Así que simplemente la miraba con odio, sabiendo que Lyle reía ante su estupidez, pero incapaz de reaccionar de otra manera ante ella.

   

_Dame las llaves Nick _llamó Lyle a un lado de la cancha_, quiero volver.

    Se oyeron algunos silbidos de admiración y Lyle miró a su alrededor buscando a Cassandra, pero estaba solo. Comenzó a enrojecer cuando notó que los silbidos de los chicos iban dirigidos a él. Tomado por sorpresa, no fue capaz de reaccionar, así que solo dio media vuelta y se alejó caminando, oyendo más silbidos a su alrededor. Nick lanzó la llave a Alex, como Killian se les había unido, el grupo de chicas orbitaban los alrededores y Alex moscardoneaba alrededor de ellas sin excito, ya que si bien el cuerpo musculoso de Killian las había atraído, la agilidad y simpatía de Nick las había cautivado. En resumen, Alex estaba en medio de un grupo de chicas cachondas, haciendo el papel de su mejor amigo gay, por lo que fue corriendo detrás de Lyle.

    _¡Estoy muerto! _exclamó Killian sentándose junto a Cassandra.

    La chica bajó las gafas para contemplar el cuerpo sudado e imponente del chico, pero no sintió nada. Era como mirar a su hermano. Lo cual era una lástima, Killian era extremadamente atractivo. Vio que él también la miraba reaccionando de igual manera.

    _¿Y Nick? _preguntó ella mirando alrededor.

    _Es como una maquina _dijo Killian sin poder ocultar su admiración_, se llevó a Val al agua otra vez.

    Ella miró a lo lejos y le pareció distinguir las dos figuras en el agua, lo que si logró oír con claridad fue los chillidos de gozo del niño.

    _Ya se llevan mejor ¿no? _preguntó ella con una sonrisa.

    _Es imposible que te caiga mal un tipo al que solo le importa que los que están a su alrededor estén bien _dijo Killian con un suspiro_. No importa lo que le diga, no reacciona y encima nos da un lugar donde vivir y hace de mediador con el enano cabrón. Siento como si estuviera enojado con una nube _finalizó Killian, rindiéndose ante los encantos de Nick.

    Además debía admirarlo, luego de la situación extraña con Lyle en la que el chico se había arrojado sobre él y luego actuado de esa manera rara, llorando, Nick lo había llevado aparte y Killian se preparaba para una pelea. Sabía exactamente el tipo de relación que esos dos tenían y, por más que Lyle hubiera sido quien se arrojó a sus brazos, él había besado a su novio.

    _¿Qué pasa? _preguntó Killian a la defensiva.

    _Lyle me contó lo que sucedió _dijo Nick con calma.

    _¿Y? _volvió a preguntar desafiante.

    _Primero quería pedirte disculpas _dijo Nick desconcertándolo totalmente, Killian lo miró sin comprender_, Lyle a veces actúa de manera extraña, pero te aseguro que no es su culpa. Puedo asegurarte que no va a volver a pasar, por lo tanto ya no lo busques.

    _¿Cómo estas tan seguro que no va a volver a pasar?

    _Lo sé.

    Y Killian le creía, esos ojos dorados clavados en los suyos eran intimidantes. Killian no quería retroceder y creía que no lo haría, pero estaba seguro que Nick no tenía esa duda en su mente.

    _¿Qué pasa si decido seguir buscándolo? _preguntó, pero solo para molestar.

    _Si veo llorar a Lyle una vez más, es lo último que vas a hacer _respondió Nick en tono gélido.

    Killian lo miró, hablaba en serio. Los ojos de Nick parecían refulgir y creyó ver aquello que vislumbro momentáneamente cuando luchaban con los demonios. A ese chico le encantaba pelear, moriría peleando y si no fuera por su autocontrol cualquier excusa sería buena para iniciar una pelea. Y si eso sucedía, Killian no sería el ganador, de eso estaba seguro.

    Sorprendido de sí mismo, Killian asintió. Nick extendió una mano y el otro la estrechó.

    Sin resentimientos.

    _Comenzamos mal, eso es todo _finalizó y Cassandra asintió.

 

_¿Por qué nos detenemos acá Abel? _pregunto Dennis.

    El muchacho lo miró guardando su teléfono celular en el bolsillo. Una sonrisa espeluznante se dibujó en su rostro.

    _¿Acaso no es un lugar hermoso? _preguntó.

    Dennis tembló ligeramente, recorrido por un escalofrío tal como si un dedo de hielo se hubiera deslizado por su espalda. La expresión de psicópata de Abel lo excitaba.

    Emmet los miró aburrido y luego contemplo el lugar. Una playa llena de adolescentes, esos lugares solo era buenos en las películas de terror. Algún enfermo con un machete que cazaba a la luz de la luna. Sí, eso sería entretenido.

    _Limpiate la baba Emmet _dijo Dennis con cara de asco.

    El hombre lo miró. Un bonito joven de cabello castaño enrulado que le caía hasta la mitad de la espalda. Cualquiera podría confundirlo con una chica, cualquiera al que no le interesaran las tetas, por supuesto. En cuanto a Abel, era imposible ignorar al chico de cabello oscuro y ojos rojos. Donde pasaba atraía inexorablemente las miradas de todos a su alrededor, pero eso se debía principalmente a su extraña expresión de burla. Abel miraba con altivez a todos a su alrededor, lo que le había traído más de un problema en el pasado. Problemas que el chico recibía con los brazos abiertos ya que adoraba las dificultades. Cualquier cosa que lo obligara a ser violento.

    _No me gusta el sol, va a quemar mi piel _se quejó Dennis. Estaba cubierto de pies a cabeza con pantalones largos y camisa de manga larga, además de un ridículo sombrero de paja y gafas de sol que ocupaban la mitad de su rostro. Parecía una estrella de cine de los años cincuenta.

    En realidad todos usaban lentes oscuros, ya que el sol les lastimaba los ojos.

    _Solo quiero que nos mantengas bloqueados Dennis.

 

Por la tarde descansaban en la terraza de madera de la cabaña, Nick había llevado a Val adentro porque se había quedado dormido al sol y con la piel tan blanca iba a quemarse si lo dejaba allí.

    Cuando regresó tendió varios papelitos arrugados a Cassandra. Ella lo miró intrigado.

    _Los números de teléfono de los chicos _dijo sonriendo_. Tenés un club de admiradores.

     Ella se ruborizó pero de todas maneras los tomó complacida. Alex señaló los papeles que Nick guardaba en el bolsillo.

    _¿Y esos? _preguntó.

    _No, nada _respondió Nick incomodo, introduciendo la mano en lo profundo del bolsillo para llevar hasta el fondo los papeles.

    _Son para Lyle _dijo Killian con malicia, ganándose una mirada de enojo de Nick. Alex comenzó a reír. Cassandra guardó un respetuoso silencio ya que había notado que los papeles arrugados eran más cantidad que los que ella había recibido.

    Nick miró a Lyle para ver su reacción pero lo notó algo adormilado. Lo tomó por la cintura hasta sentarlo sobre su regazo, en actitud posesiva. No debía encontrarse bien ya que no protestó.

    _¿Te sentís bien Ly? _preguntó Nick llevando una mano a su frente_, tenés fiebre.

    _Creo que me insolé _respondió el chico algo avergonzado, se lo notaba cansado y jadeante por la fiebre.

    _Vamos adentro _dijo Nick alzándolo e ingresando con el chico en brazos.

    Alex se puso de pie, pero Killian lo detuvo tomándolo del brazo.

    _Dejalos solos _dijo Cassandra_ Podríamos ir a tomar un helado ¿no?

    La atención de Alex se vio inmediatamente dispersa, asintiendo con energía.

    _Vamos a llevar a Val _propuso_, no sé qué tiene ese enano pero cada vez que sale le regalan cosas.

 

_Demasiada naturaleza Ly _dijo Nick divertido dejándolo sobre la cama_, te hace mal.

    _Estoy demasiado mareado para pelearte _se quejó Lyle mientras Nick le colocaba una almohadilla de gel frio sobre los ojos_. La cabeza me retumba como si tuviera el carnaval de Rio intentando salir del cráneo. Tengo mucha sed Nick ¿me traes agua?

    Oyó los pasos alejarse, ahora no había nada que lo distrajera del latir continuo de sus cienes. Presionó con los dedos a los lados, realizando movimientos circulares que no sirvieron para nada. Sabía que no era posible, pero le dolía hasta la raíz del cabello. Lanzó un gemido, deseando poder desenroscar su cabeza para así obtener algo de alivio.

    _No estoy hecho para esto _murmuró.

    Escuchó que Nick reía. Había regresado. Comenzó a erguirse pero se detuvo cuando un fuerte dolor estalló en su cabeza. Volvió a gemir.

    _No te muevas _dijo Nick en voz baja.

    Sintió los labios de Nick sobre los suyos y luego un reguero de agua fría que bajaba por su garganta. Cuando el contacto lo abandono lamió los restos de agua.

    _¿Más? _preguntó Nick y vio teñirse aún más de rubor el rostro de Lyle, que nada tenía que ver con la fiebre.

    Asintió.

    Nuevamente el contacto de los labios y la frescura del agua fría apaciguando su calor. Esta vez no se retiró y Lyle respondió al beso con ánimo, rodeando a Nick por el cuello para atraerlo contra su cuerpo. Este apoyo las manos a los lados de su cuerpo para no aplastarlo.

    _¿No estabas enfermo? _pregunto retirando la almohadilla de sus ojos.

    _Cura milagrosa _dijo Lyle sonriente.

    Nick no se cansaba de mirarlo siempre que Lyle se lo permitía y no arruinaba todo con algún comentario de mal gusto. Aun tenía las mejillas arreboladas por la fiebre y la mirada vidriosa, pero tenia buen aspecto, por eso siempre trataba que Lyle saliera, ya que un simple día en el exterior le brindaba un aspecto más saludable que el de su habitual apatía. El problema sería hacerlo caminar a partir de ahora que sabía que tenía un automóvil. Colocándose de lado acarició su rostro, pasando la yema de los dedos por la línea de mandíbula hacia los labios, ligeramente entreabiertos. Acarició el pecho por encima de la ropa hasta llegar al borde de la remera, introduciéndose furtivamente debajo para acariciar directamente la piel. Nick no dejaba de maravillarse de lo suave que era, nunca podía tener demasiado de su contacto.

    Vio como bajo sus caricias, Lyle se quedaba dormido.

    Suspiro con resignación, bueno tampoco era que esperara hacer nada con Lyle en esas condiciones.

    Seguí mintiéndote Nick, qué es un día más ¿no? ­_Pensó resignado.

    Volvió a la terraza, donde se sentó en una de las sillas. Aparte del corto viaje en micro hacía mucho tiempo que no estaba solo por lo que disfrutó el momento. Cuando Lyle despertara volvería todo a la normalidad.

    O lo que ahora consideraba como su vida normal.

Notas finales:

La cosa fue asi, corría el mes de Octubre y una servidora andaba con problemas de salud… hacia meses. ¿Por qué no ir al médico? Bueno, hay una costumbre paisanamente arraigada en mi familia por la que solo vamos al doctor bajo dos circunstancias: caer desmayados en la calle y despertar en una clínica u hospital y la otra es estar tan débiles que la debilidad nos impida luchar contra las personas que nos quieran arrastrar a una clínica u hospital. En mi caso no se daban ninguno de los dos casos, pero el malestar se había prolongado por demasiado tiempo. Y eran síntomas raros y contradictorios, hambre voraz, mucho sueño, dolores en todo el cuerpo, baja de presión y esas cosas.

    Al fin fui al postergado matasanos, quien con una sonrisa indulgente me dijo que no tenia nada grave de que preocuparme. Nada que no se solucionara en nueve meses. La noticia no tuvo nada que envidiarle al Ice Cube Challenge.  

    ¿Ven para que lado voy?

    Bien, el asunto es que para Octubre ya tenia dos meses de embarazo ¿nena, como no te diste cuenta del retraso? Preguntaran, bueno, como le dije al obstetra, no llevo la cuenta, no se cuando fue la ultima vez que me vino y no, no soy regular.

   Para aclara un poco la cabeza me tome unas vacaciones, asimilando la noticia y en verdad deje casi toda actividad que estaba haciendo, entre otras cosas, seguir escribiendo.

     Bueno, creo que en resumen eso es todo. De todas maneras quiero pedir disculpas por no dar señales de vida. Aparte de ver la ultima película de Detective Conan, creo que mi actividad en internet se limitaba a leer noticias (lo cual esta bastante bueno, porque acabo de ver que las historias que seguía tienen varios capítulos nuevos, jeje).

    Gracias por la paciencia!!!!!!

PD: en caso de haber alguna incoherencia, por favor, háganmelo saber. Pase casi dos meses sin escribir nada y si bien releí los últimos capítulos, se me puede haber escapado alguna cosa.


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