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Los pecados de Kim JongDae por RinneRaccoon

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Notas del capitulo:

Annyeoooong! Aquí vengo para subir el segundo capítulo */-/*

Pecado #2: Lujuria


            La lujuria no es solo el deseo desmedido y descontrolado, un apetito excesivo y complicado de satisfacer, sino que también tiene una connotación no sexual y es que puede ser simplemente el deseo apasionado por algo específico. Kim JongDae era consciente de ello, su lujuria no se basaba únicamente en mantener relaciones sexuales o diversos juegos con MinSeok en cualquier sitio que se le ocurriese por muy raro que fuese, sino que él solo sentía esos deseos por su novio. No quería hacer nada de esto con nadie más, pero claro, eso era demasiado cursi para que él, el señor inmortal por excelencia, lo aceptase delante de alguien.


            JongDae notó cómo su novio se abrazaba a él y pasaba una de sus piernas por encima de su cuerpo, en un contacto posesivo e inconsciente, pues MinSeok aún dormía. Al menor no le extrañaba ya que la noche anterior habían jugado demasiado, Chen sonrió ampliamente y feliz. A veces se preocupaba por su apetito sexual, pero en cuanto sentía los labios del mayor se olvidaba rápidamente de todo y solo se centraba en las sensaciones que le provocaba este, en las corrientes de electricidad que sentía por todo su cuerpo y los rápidos latidos de su corazón. Se lamió los labios y cerró los ojos disfrutando del calor que el mayor emitía a su lado, aún en el mundo de los sueños. Sin embargo, de repente abrió los ojos y una sonrisa macabra y malvada adornó sus labios, estirando sus comisuras aún más hacia arriba.


—¿MinSeok? —preguntó con un hilillo de voz para ver si el mayor tenía un sueño ligero o no. Incluso le sopló en la cara, pero solo hizo que el mayor ocultase más el rostro en su cuello. Sonrió de nuevo y tragó saliva, moviendo su notable nuez—. Me siento estúpido por estar tan impaciente…—suspiró hablando para sí mismo en un susurro casi inaudible. Se tumbó de lado, con cuidado, mirando de frente a su acompañante y besó la punta de la nariz con suavidad mientras sus manos se deslizaban lentamente por la cadera del mayor, moviéndolas en leves e insinuantes caricias de arriba abajo. JongDae aprovechó que su novio tenía una de las piernas encima de él y deslizó una mano por el hueco que quedaba entre sus cuerpos y empezó a acariciar el miembro del chico encima del bóxer (el cual seguramente se había puesto por la noche mientras él estaba totalmente desnudo)—. Agh, qué incómodo es esto… —susurró, pero se calló al notar que el pene de su novio ya tenía una semi erección, sonrió malvadamente y lo miró alzando una ceja—. Qué estás soñando, baozi calenturriento, ¿eh? Luego el pervertido soy yo…—dijo haciéndose el indignado mientras deslizaba la mano dentro de la ropa interior del chico y agarraba con fuerza, ejerciendo presión, sobre el miembro cada vez más duro del castaño.


—J-JongDae-ah… —gimió con fuerza el mayor en sueños y el menor sonrió satisfecho. Se sentía orgulloso de que el chico soñase con él, ya fuese con sueños húmedos o románticos. No le importaba, lo único que quería estar siempre en el pensamiento del mayor—. Luhan…Yixing…Más fuerte…—Jadeó de nuevo el mayor aún más fuerte y el menor paró de masturbar su pene, lo miró molesto.


       No lo podía creer, ¿estaba soñando con Luhan? ¿En serio? ¿Con su ex? Los celos recorrieron todo su cuerpo, pero al oír el nombre de Yixing pestañeó aún más confundido. ¿MinSeok estaba teniendo un sueño húmedo sobre un intercambio de parejas o…un cuarteto?


—Así que sueñas esas cosas, eh…—susurró maliciosamente y sin importar que el mayor se despertase, tumbó su espalda contra el colchón y él se deslizó entre las blancas piernas. Se sentía violento y molesto, le demostraría que él era mejor que esos dos o cualquier persona en el mundo. Le haría ver a su hyung que él era el único que lo podía hacer gemir y llegar hasta el mismísimo Paraíso.


       Acercó su rostro a la palpitante entrepierna y lamió el bulto sobre la fina tela del bóxer blanco, machándolo con su saliva. Se sonrojó de inmediato al darse cuenta de lo que estaba haciendo, pero al escuchar un gemido entrecortado escapar de los labios del otro continuó. Siguió dando largas lamidas, humedeciendo cada vez más la prenda de ropa. Succionó abriendo más la boca, cogiendo la mayor parte que podía y se separó dejando un hilo de saliva que unía sus labios y el bóxer blanco. Se lamió los labios limpiándose su propia saliva y deslizó sus manos para bajar de un tirón el bóxer de MinSeok. Bajó lo suficiente para dejar expuesto el pene y testículos del mayor, los miró con deseo e inconscientemente se lamió los labios. Realmente deseaba sentir el semen del mayor en su boca, necesitaba hacerle ver que amaba cada cosa de él incluso ese líquido pegajoso y que sabía tan bien, que sabía a MinSeok.


      Con su mano diestra cogió el pene ya endurecido y bien erecto del mayor, lo miró durante un rato con un deseo infinito y comenzó a bombearlo suavemente, de arriba abajo, escuchando los leves quejidos, aún dormido, de su novio. Sacó la lengua y la deslizó por la cabeza del pene mientras la movía en pequeños círculos, comenzando a saborear al mayor. Luego la deslizó por lo largo de la extensión sin dejar de mover la mano de arriba abajo, aumentando con cada lamida la velocidad de sus manos. MinSeok soltó un sonoro gemido y abrió poco a poco los ojos, sonrojado y aún medio dormido, buscó con la mirada a JongDae. Pero no lo vio a su lado y entonces notó cómo su pene era introducido de un bocado en una cavidad caliente, húmeda y muy estrecha. Demasiado excitante para poder contener un sonoro gemido y agarrar las sábanas con las manos, al darse cuenta de lo que estaba pasando.


—J-JongDae, ¿qué demonios…? —No pudo terminar de hablar pues el menor comenzó a acariciar sus testículos con la otra mano mientras que con la derecha seguía bombeando la extensión del pene y seguía engullendo este, humedeciéndolo en su totalidad. MinSeok, con gran esfuerzo, logró mirar hacia abajo y se encontró con los ojos de Chen fijos en él.


        El mayor se mordió el labio al ver la escena que tenía delante suya: un JongDae totalmente sonrojado, con su propia saliva escurriéndose por las comisuras y sin apartar los ojos de él. MinSeok no pudo soportarlo y elevó una de sus manos hasta posarla en la cabeza del menor, entrelazando sus dedos con las finas hebras de su cabello castaño y comenzó a mover su cadera a un ritmo rápido, haciendo presión hacia abajo para que JongDae engullese del todo su necesitado pene. Oyó cómo el menor ahuecaba las mejillas y succionaba la mezcla de saliva y líquido preseminal que producía el pene, notaba cómo este llegaba hasta el fondo de la garganta y por un momento temió hacerle daño y que Chen no pudiese cantar de nuevo. Sin embargo, ese pensamiento quedó a un lado al notar cómo sus testículos eran acariciados y apretados. MinSeok jadeó aún más fuerte, echó la cabeza hacia atrás mientras arqueaba la espalda y movía su cadera con más fuerza hasta que una gran explosión de semen inundó por completo la pequeña cavidad de Chen.


     El mayor jadeó y siguió moviendo su cadera suavemente hasta que su mano abandonó la cabeza de su novio. Su pecho se movía de arriba abajo intentando acompasar y tranquilizar su respiración. JongDae se sentó encima de su vientre y sonrió mientras lo miraba fijamente y lamía su comisura donde había un poco de semen. El mayor se sonrojó y tiró de los brazos del chico para acercarlo a sí mismo, aprovechó y lamió el resto de su propio semen que aún tenía en los labios. MinSeok comenzó a depositar suaves besos por su mandíbula, como una disculpa silenciosa ante su comportamiento bruto. Sin embargo, Chen aprovechó y le mordió el labio haciendo que abriese la boca, sorprendido, momento el cual aprovechó el chico de sonrisa gatuna y deslizó su lengua al interior de la boca del mayor. Recorrió el húmedo lugar como tantas veces había hecho con anterioridad y entrelazó la lengua con la de él, danzando ambas en un interminable vals desesperado y agresivo. Ambos tenían la imperiosa necesidad de marcarse el uno al otro, sobre todo JongDae.


    MinSeok se separó del menor con la respiración entrecortada, necesitaba respirar y la pasión del menor lo estaba cegando. El menor se dio cuenta y sonrió tímido a modo de disculpa, sin embargo, su mirada cambió al ver su palpitante miembro, le dolía y necesitaba atención urgentemente. MinSeok lo sabía y no desaprovechó la oportunidad, deslizó su mano derecha al miembro del menor y comenzó a acariciarlo mientras se incorporaba poco a poco y se quedaba sentado en la cómoda cama alzando su cabeza para mordisquear los labios de Chen y comenzar otra incansable y sedienta cadena de besos húmedos y desesperados.


—M-MinSeok…por favor…—suplicó el menor entre besos y lametones, tenía los labios rojos y abultados. Se veía realmente hermoso moviendo sus caderas en el vientre del mayor mientras este seguía masturbándolo.


       El mayor sonrió y deslizó ambas manos rodeando sus muslos, al abandonar el miembro del chico, este se quejó de inmediato, pero solo recibió un guiño como respuesta. MinSeok aprovechó y lo atrajo hacia sí, colocándolo más cerca de él, casi sobre su pecho. Cuando estuvo lo suficientemente cerca de su rostro, le sonrió juguetonamente, Chen tragó saliva nervioso y entonces notó cómo su miembro era salvajemente engullido por un hambriento MinSeok, quien movía su cabeza en un frenético bamboleo. JongDae tuvo que agarrarse al cabezal de la cama, entre gemidos y roncos jadeos de placer, comenzó a mover su cadera provocando una mejor penetración en la boca del mayor quien succionaba el pene con gran destreza y lujuria. El deseo los inundaba a ambos, MinSeok agarró el trasero del menor y apretó sus nalgas. JongDae echó hacia atrás la cabeza y aumentó el ritmo de la penetración hasta que un ronco gemido irrumpió desde el fondo de su garganta a la vez que su esencia explotaba en la boca del mayor, llegando a mancharle un poco la barbilla y el pecho. Chen, con la respiración entrecortada y aun sintiendo el fuerte orgasmo con pequeñas convulsiones, sacó su pene de la boca y se tumbó al lado de su novio sin dejar de respirar con algo de dificultad.


—Chen…eres un maldito lujurioso, pero te amo igual…—susurró el mayor acomodándose de lado para mirar al menor, quien tenía los ojos cerrados y una satisfecha sonrisa en sus finos labios.


—Te amo, hyung —respondió haciendo caso omiso a las acusaciones de su novio y con una sonrisa besó de forma casta los labios rosas del mayor—. Debemos prepararnos para la cita doble de hoy, vamos. —Y con una sonrisa juguetona se puso de rodillas en la cama y arrastró a MinSeok hasta el baño para darse una rápida, pero larga ducha que terminaría en algo más que simples caricias y besos.


            Llegaron a la cita doble media hora más tarde y en cuanto Luhan los divisó empezó a echarles la bronca como una madre menopáusica y cansina que los regañaba por todo, incluso por lo que hacían bien. Ambos chicos miraron a Yixing con una mirada suplicante, pero él solo sonrió y se encogió de hombros para seguir comiendo el pastel de arándanos que tanto había deseado probar. Finalmente, Luhan les repitió por infinita vez que deberían ser más respetuosos y agradecidos por haberlos juntado porque sin él los dos seguirían siendo unos zombis y, seguramente, con algo de suerte, estarían entre el reparto de muertos vivientes de la serie The Walking Dead. Después de una agradable y tranquila velada comiendo postres tras el huracán llamado Luhan, los cuatro charlaban amenamente sobre sus vidas, quejándose de algunos profesores o cotilleando sobre qué pasó en la última fiesta de Byun BaekHyun, la diva del campus.


—¡Ja! Ese Byun no sabe nada sobre hacer fiestas con estilo. —Se quejó JongDae, quien era un gran adicto a las fiestas y nunca se perdía ninguna, pero eso se había alterado desde que conoció a su novio. No es que le pidiese permiso para ir, pero si su novio quería pasar tiempo con él, él no se negaría.


—Oh, vamos. Tú no tienes ni dinero para una triste lata de cerveza. —Se burló Luhan enseñándole la lengua, picándolo. Le encantaba burlarse del menor, no porque sintiese rencor o algo parecido por robarle a su baozi, pero si tenía la oportunidad de trolear al troleador no duraría en hacerlo.


—Porque lo gasto en preservativos, querido —contestó tranquilamente bebiendo de su gaseosa, sin prestar atención al notorio sonrojo de su novio o a la risa divertida de Yixing, quien disfrutaba ver a ambos picarse, o, incluso, de la mirada incrédula de Luhan.


—Guarro, pervertido  —dijo MinSeok ocultando la vista tras su fleco, el cual ahora era demasiado corto para poder esconderse y comenzó a beber de su refresco.Sentía mucho calor y no sabía cómo refrescarse.


—Bueno, ¿y qué les parece si hacemos un cuarteto? —preguntó de la nada Chen, sin darle importancia al comentario anterior de su novio. Movió las cejas de arriba abajo y miró divertido las reacciones de sus acompañantes: Yixing se puso pálido y pestañeó varias veces confundido, esperaba no haber entendido bien. Por otro lado, Luhan había abierto la boca de una forma casi monstruosa y su rostro se había desencajado de la sorpresa, sin embargo, el premio a mejor reacción fue para MinSeok que nada más terminar de escuchar a su novio escupió toda la bebida que tenía en la boca al suelo.


—¡¿QUÉ?! —gritó sin podérselo creer—. Kim JongDae, tu lujuria ha llegado demasiado lejos…Eres un idiota. —MinSeok se levantó enfadado y se fue al baño a limpiarse la camiseta que había manchado, Chen lo miró pestañeando varias veces y miró a sus amigos, quienes lo ignoraron por completo.


     “La Ley del Silencio, ¿eh?”, pensó Chen mientras se levantaba de su sitio con un fuerte suspiro e iba detrás de su novio. Él no tenía la culpa de que MinSeok hubiese soñado esas cosas sin su permiso. Entró al baño de caballeros y vio a su novio restregando un poco de papel higiénico con jabón de manos en su camiseta, intentando limpiar el color naranja de su bebida.


—¿Por qué te has puesto así? —preguntó mirándolo de arriba abajo mientras se apoyaba en uno de los lavabos de al lado. MinSeok lo miró con los labios fruncidos junto con su ceño y rabia. Sin contestar a la pregunta del chico volvió a restregar el papel contra su camiseta con más fuerza—. Yo no fui quien soñó que lo hacías con nosotros tres, ¿o me equivoco, Kim MinSeok? —preguntó totalmente serio, sin apartar la mirada del mayor y con los brazos cruzados sobre su pecho. No eran celos exactamente lo que sentía porque él también había tenido sueños húmedos de tríos y más extraños, pero lo que le molestaba es que MinSeok no parecía sentir la misma lujuria que él. Parecía que no deseaba y ansiaba poseerlo únicamente a él, parecía que le valía cualquiera y eso le había sentir inseguro.


—¿Qué? Oh, dios…Era un simple sueño, ¡no quiero hacerlo en la realidad! —exclamó con las mejillas coloradas por la vergüenza y la rabia. Ahora entendía por qué Chen lo había despertado con una felación, aunque no podía negar que le había gustado.


—MinSeok, tú…¿me deseas como lo hago yo? ¿No te basto que tienes que soñar con otros? Mi lujuria, mi deseo por ti y únicamente por ti…¿no te llega? —preguntó el menor aún con los brazos cruzados mientras desviaba la mirada al suelo incapaz de enfrentar la mirada del otro con miedo de ver algún rastro de mentira en él.


—JongDae…—susurró acercándose al menor y rodeó su cintura con los brazos, apoyó la cabeza en su hombro y besó varias veces su cuello, con mucha suavidad, casi eran caricias—. No soñé que hacíamos un cuarteto, sino que ellos lo hacían mientras nosotros mirábamos…Y luego tú y yo…bueno…pues eso —dijo avergonzado de continuar y confesar que el sueño había sido que Chen y él iban a visitar a sus amigos y los encontraban teniendo sexo de una forma tan desenfrenada y sensual que habían hecho que ambos estuvieran tan calientes, que sin importar nada habían comenzado a tener sexo en medio del pasillo.


—¿Y luego? —preguntó curioso el menor, quien rodeaba el cuerpo de MinSeok en un abrazo posesivo y cariñoso mientras besaba, de regreso, el cuello del mayor.


—Luego…hacíamos esto —dijo mientras arrastraba a JongDae a uno de los cubículos del baño y lo sentaba en la taza del baño para luego sentarse encima.


     MinSeok lo miró fijamente mientras se mordía el labio inferior, algo inseguro, y tomaba con su mano el afilado mentón del menor. Se acercó a él y besó su frente, sus ojos, sus pómulos, su nariz y luego dejó un camino de besos por su mandíbula hasta llegar a sus comisuras y lamerlas con una suavidad y lentitud seductora y celestial. JongDae tragó saliva, nervioso, era la primera vez que el mayor tomaba la iniciativa y sobre todo en un lugar público y más en un sitio familiar, pero no lo desaprovecharía.


    Sonrió como solo él sabía hacer y MinSeok perdió el rumbo completamente, se dejó llevar por sus instintos y lo besó en un intenso contacto entre labios y dientes, choques ardientes tenían lugar y sus lenguas luchaban por saber cuál poseería la boca del otro. JongDae posó las manos firmemente en la cadera del otro y lo pegó más a sí mismo, sin dejar de besarlo con ansias. Su lengua exploraba una vez más la húmeda y excitante boca, provocando y enredando su lengua con la ajena. Ambos se separaron, jadeando, en busca de aire.


      MinSeok miró con una sonrisa ladeada al menor y lo echó hacia atrás exponiendo su cuello, con manos seguras le quitó la camiseta con suavidad mientras acariciaba su terso torso. El mayor lo  observó con deseo y se agazapó encima de su cuerpo lamiendo sus pezones y mordisqueándolos con suavidad, Chen cerró los ojos echando la cabeza hacia atrás mientras gemía suavemente, intentando no hacer demasiado ruido con miedo a que los pillasen. MinSeok sonrió divertido y mordió con algo más de fuerza uno de los pezones mientras deslizaba su otra mano, con lentas caricias, hasta la entrepierna del menor, la cual ya estaba endurecida. JongDae gimió aún más fuerte y se sonrojó, avergonzado.


—Hyung…nos van a escuchar —susurró preocupado ante la idea de que pudiesen echarlos y cortar la diversión por la mitad.


—¿Ahora te preocupas por eso? No pareció importarte en el baño del supermercado, en la playa, en la universidad o en el salón de tu primo… —Enumeró con sus dedos algunos de los sitios donde la lujuria de Chen había aparecido. Este sonrió y se lamió los labios—. ¿Temes que ahora sea yo el que sienta lujuria? —preguntó arrastrando las palabras mientras continua frotando su mano contra el bulto. De repente y sin previo aviso lo apretó en sus manos haciendo que JongDae gimiese y moviese la cadera.


            MinSeok vio su mirada suplicante y se levantó de encima de él, llevó sus manos al pantalón del menor y desabrochó el botón junto con la cremallera para luego bajárselo junto con el bóxer. Sonrió satisfecho y se lamió los labios lentamente, con sensualidad, sin apartar la mirada del bulto, luego miró al menor y lo besó en los labios de nuevo, pero esta vez con más pasión y desenfreno mientras con una temblorosa mano se desabrochaba y bajaba su propio pantalón y bóxer. Separó sus labios de los ajenos y se sentó encima de Chen haciendo que ambos miembros, extremadamente duros e impacientes, se rozaran entre sí. Ambos echaron la cabeza hacia atrás y gimieron con fuerza, MinSeok se agarró de los hombros de Chen, por otro lado, este sujetó con fuerza la cadera del mayor y comenzó a mover la suya creando fricción entre ambos miembros. El mayor comenzó a moverse más rápido y bajó la cabeza para apoyarla contra el hombro del menor, sobre su propia mano. Ambos trataban ahogar sus sonoros gemidos, por lo que Chen alzó su mano de la cadera de su novio y cogió su mentón para unir sus labios, succionándolos y mordisqueándolos con ansia.


—¿MinSeok? ¿Chen? ¿Estáis bien? —preguntó una voz inocente por fuera del cubículo. La adrenalina de ser pillados los invadió haciendo que ambos se corriesen en el estómago del otro al segundo, acompañados de un sonoro gemido que espantó a Yixing—. ¡Oh, dios mío! ¡Luhan! —gritó escandalizado saliendo del baño como alma que lleva el diablo. Ambos chicos empezaron a reírse entre jadeos aún en medio de su maravilloso orgasmo.


—C-creo que deberíamos vestirnos antes de que llegue Luhan o…—Comenzó a decir MinSeok entre jadeos cogiendo papel higiénico para limpiar el estómago de su novio.


—¡Kim MinSeok y Kim JongDae! ¡¿Qué carajos creéis que estáis haciendo?! —gritó entrando Luhan al baño armando un gran escándalo. Ambos chicos se miraron cómplices y empezaron a reírse divertidos escuchando de nuevo todos los insultos posibles y cómo deberían aprender a tener a sus mini amigos bien guardaditos.


      MinSeok no podía evitar sentirse avergonzado, pero también feliz. Estar con JongDae lo hacía feliz y aún más al saber que la lujuria del menor no perseguía solamente desfogarse, sino que solo quería poseer su cuerpo, hacerlo suyo y tenerlo únicamente para sí mismo. “Demasiado posesivo”, pensó; pero le da igual porque él era igual solo que le daba vergüenza admitirlo. Sin embargo, ahora lo sabía, él no era el único que se sentía inseguro sobre los sentimientos del otro, sino que JongDae se sentía igual. Temía perderlo y si para aliviar sus dudas debía pecar, no le importaba hacerlo. De todas formas, ya lo había hecho al caer rendido ante la hermosa sonrisa del menor. 

Notas finales:

¿Qué tal? e.é 


Bueno, no sé si fue ayer u hoy...He hecho tantas cosas hoy y me faltan por hacer snof que no sé ni qué he hecho hoy. Peeeero a lo que iba que estoy escribiendo/estructurando el pecado 7. ^-^ En realidad...es un tanto random, pero sabremos un poco sobre el pasado de Chen juejuejeue.


Lo gracioso de todo es que no tengo pensado sus pasados ni historias, escribo sin patrón fijo, lo que me venga me llegó y ya. (?) No puedo comenzar a "estructurarlo" porque lo empecé a lo loco, pero espero que el siguiente fic que escriba (serial) está planeado. u/u


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