Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Una foto vale mas que mil palabras por Hoshira31

[Reviews - 34]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Bueno, este fic ya lo había públicado antes en Mundo Yaoi (link fic: http://mundoyaoi.forumfree.it/?t=70263345 ).

En fin ya se que el fic allí esta mucho mas adelantado allí que aquí, perooo bueno, aun no se porque no lo públique a la vez,¡¡pero no me culpen!!!!

Perooo si veo que os gusta el fic, yo subire los otros capitulos, y si no os gusta el fic no lo continuo.

Notas del capitulo:

Soy un poco pesada ¿no?

Je je, lo siento. Pero sllo queria decir que si estas leyendo esto, con simplemente esta acción me estas haciendo la chica mas feliz del mundo.

Bueno, ni One Piece ni sus personajes me pertenecen.

Espero que les guste!!!

Capítulo 1:
Pov. Luffy 

¿Alguna vez, te han dicho eso de “No hables con desconocidos”? ¿Sí? Pues, debéis creerme que es, el mejor consejo que me han dado. Lástima que fuese demasiado tarde.

¿Tarde para qué? Bueno, supongo que antes de nada, me tengo que presentar. Me llamo Monkey D. Luffy. Tengo 20 años. Se me conoce más como Mugiwara no Luffy, uno de los mejores fotógrafos del continente e incluso, del mundo.

Si, puede que estés pensando que soy muy joven e incluso que soy un inmaduro. Pero, no sabes cuánto te equivocas porque ¿cómo voy a ser inmadura, cundo soy “madre” de un niño de 5 años? Si, si puedes pensar que fui un irresponsable a la hora de quedarme embarazado a la temprana edad de 15 años. Ya que ¿quién en su santo juicio se queda embarazado con tan pocos años? Esa respuesta es fácil. Más bien, porque yo no soy de ese tipo, que se quedan embarazados, por las consecuencias de una noche. No, está muy lejos de la realidad. La verdadera respuesta es... Una violación.

Ahhh. Mira tú por dónde. Ahora ya no soy tan irresponsable ¿eh? Y supongo que te estás preguntado ¿Por qué no abortaste?

Pues, por el simple hecho de que ese niño que estaba creciendo dentro mío. Aunque haya sido por el hecho de una violación. Ese niño, sigue siendo mi hijo. Y le debo dar las mismas oportunidades de vivir, que en su día, mi madre me dio a mí.

Y hoy en día, ese niño, es mi vida. Puede que en un principio, fuse complicado. Pero hoy por hoy, no sabría si podría vivir sin él. Porque lo amo, como si fuese mi propia vida. ¿Cómo se llama? Mi niño, se llama Tony Tony Chopper. Es un tímido niño de 5 años. Con el pelo marrón, con un extraño peinado que parecen los cuernos de un reno. Normalmente tapado, ya que suele llevar un extraño gorrito con una gran X. Es pálido. Y tiene enormes y hermosos ojos color chocolate. Llenos de vida, que cada vez que los miro me hacen olvidar mi horrible pasado…

¿Y su padre? Como he dicho antes, ese hombre, que en teoría es el padre de mi hijo, me violó, cuando tenía entre 14 y 15 años. Pero tranquilo, aquello no fue de lo peor que me hizo. No, puede que fue una de las cosas, que con más delicadeza hizo.

¿Su nombre? Esa respuesta es muy fácil de responder. Trafalgar Law. Un chico de 25 años. También conocido con “El cirujano de la Muerte”. El mejor cirujano del país. Conocido por ser un hombre muy sádico. Cosa que durante 7 años pude comprobar.
¿Qué me hizo? Sera mejor que empiece a explicar desde aquel día….

Flashback (hace 12 años):

Estaba en un hermoso parque, que había en el centro de mi ciudad. Recuerdo que había un enorme lago, con un agua cristalina que podías verte reflejado en ella. En el lago había patos y cisnes nadando, mientras observaban a la gente pasear. Cerca del lago había una pequeña caseta de madera, donde podías alquilar unos pequeños botecitos, durante una o dos horas.

También recuerdo, que había una gran llana, donde habían plantados grandes cerezos. Al lado de esta, había pequeñas atracciones, como columpios y toboganes.

Recuerdo que aquel día fue uno de los días más caluroso de aquel agosto. También recuerdo ir vestido, con unos shorts negros que me llegaban hasta las rodillas, una camiseta de tirantes roja con un 10 en el centro de ella y unas sandalias marrones. Mi pelo negro corto por la nuca y como siempre, desordenado, que me daba un toque adorable. Mis ojos azul-marina, que en aquellas, aun estaban llenos de inocencia y vida .Aun, no tenía mi característica cicatriz bajo mi ojo izquierdo y tampoco tenía aquel sombrero de paja , que, me dio alguien muy importante para mí.

Creo que eran casi las seis de la tarde. En el parque no había nadie. Mi madre aquel día no estaba con migo, ya que ella trabajaba hasta muy tarde.

Yo me columpiaba tranquilamente, intentando alcanzar con mi pie, una de las ramas más bajas, de uno de los cerezos, que había plantado en frente de los columpios.
Estaba tan concentrado en aquel pequeño reto, que yo mismo me había puesto. Que no me di cuenta del par de ojos, que llevaban observándome desde hacía ya un buen rato. Supongo que es normal, ya que en aquella edad, somos tan inocentes y cuando nos poníamos concentrados en un juego o un pequeño reto que nos poníamos nosotros u otras personas, no hacemos mucho caso a lo que nos rodea. En aquel momento lo único que llegamos a pensar es, en lo que estábamos haciendo y en nada más.

Ahhh, lo bueno que hubiese sido, que, me hubiera dado cuenta de aquel par de ojos. Pude que si me hubiese dado cuenta, puede que habrían cambiado muchas cosas. Pero el pasado no se puede cambiar.

Pero no me di cuenta de la presencia de aquella persona, hasta que, aquel sujeto, se fue acercando silenciosamente detrás de mí. Y cuando estuvo lo suficientemente cerca. Con una sola mano consiguió parar el columpio que estaba montado yo. Claro, que como yo no me esperaba para nada aquello.

 

Digamos que casi me doy la ostia del día, pero gracias a aquel “buen hombre”, que me agarro por la cintura para que no me cayera.

Yo intente buscar con la mirada, al causante que mi pequeña diversión se hubiese acabado, hasta que me encontré con un par de ojos grises. El dueño de aquel par de penetrantes ojos grises. Era un chico que andaba por los 13 años. Parecía ser muy alto para su edad. Llevaba puesto unos pantalones azul-griseado con manchas y una sudadera negra y amarilla, con un extraño símbolo en el centro. Tenía el pelo negro, sobre su nuca, pero que no era visible ya que llevaba un extraño sombrero blanco con manchas. Una de las cosas que me llamarón más la atención, fueron las ojeras marcadas, que tenía bajo sus ojos.

-¿Pasa algo señor?- Pregunté inocentemente. Si yo supiese, lo que aquella pregunta provocó…
Aquel hombre “misterioso”, solo me sonrió, y me abrazó mientras con una voz, que no llegue a descifrar dijo. -¿Sabes que eres muy lindo?- Y a continuación me besó la mejilla.

Yo personalmente, no entendía las acciones de aquel hombre desconocido me estaba haciendo. Y me hacía sentir realmente incomodo, ya que mi madre había sido la única persona que había hecho esas cosas.
Pero, el hombre no parecía ver mi incomodidad, ya que me preguntó.- ¿Cómo te llamas, pequeño ángel?-
Y como mi madre un día me dijo, que si te preguntan tu respondes, pues les contesté. –Lu-Luffy.-

-¿Luffy?, es un muy bonito nombre. Como tú. Mi nombre es Trafalgar Law.- Yo me giré para verle a los ojos. Mientras con mis pequeñas manos intentaba quitarme los fuertes brazos que tenía alrededor de mi cintura. Cosa que hizo que el apretara con más fuerza el agarre.

-Tra- Tra… Trafealgaer…-A él le pareció muy gracioso que no consiguiera pronunciar bien su apellido y entonces dijo.

-Tú puedes llamarme Law. Pero solo porque eres tu ¿vale?-Yo asentí con la cabeza, mientras me perdía en aquellos ojos grises. Que estaban brillando, de una forma muy extraña. Y el aprovechó el momento, para darme un pequeño beso en mi mejilla. Haciendo que saliera de mí trance. Le miré extrañado, pero no dije nada, ya que no le di ningún tipo de importancia.

-Y ¿estás solito?-

-Sí, mama trabaja hasta muy tarde…- le conteste muy flojito .Él sonrió, de aquella forma extraña de nuevo y me preguntó.- ¿Te gustan los helados?- A mi me brillaron los ojos, ya que mama muy pocas veces me dejaba comer aquel delicioso manjar.

-¡¡Me encantan!!- Le contesté muy emocionado, porque ya sabía lo que venía después.

-Pues, te voy a invitar a uno- Al ver que mi hipótesis fue correcta, me lancé a los brazos de Law. Cosa que él aprovecho y me cogió en brazos, posando “accidentalmente” su mano en mi culo.

-Gracias Law-chan.-Le dije a su oído. Él me sonrío y comenzó a andar, mientras yo seguía en sus brazos, pensando qué tipo de sabor podría comer.

Pero en ningún momento me di cuenta que estábamos saliendo del parque, hasta que escuche el ruido de los coches. Allí me di cuenta que efectivamente no estábamos yendo a dirección de una heladería, si no en dirección contraria.

-Law-chan, la heladería esta pare el otro lado- Le comente a Law, mientras hacía un pequeño puchero.

-Vamos a ir a mi casa. Y allí podrás comer todo el helado que tú quieras.-Me contesto mientras me acariciaba mi mejilla. Yo no estaba muy seguro de ello, entonces Law me dijo.-Tranquilo, no te voy a hacer daño, ¿no crees que si te quisiera hacerte daño ya lo habría hecho?, ¿que no confías en mi?- Me dijo de una forma inocente, como si nunca hubiese roto un plato. Y yo como tan ingenuo que era, me lo creí.

Después de aquello, seguimos caminando (mejor dicho el caminaba, y a mí me llevaba en brazos), hasta que llegamos a una casa. Que Law sin bajarme de sus brazos en ningún momento, como si pensara que en el momento, que me bajar iba a salir corriendo, abrió la puerta de aquella casa.
Al entrar lo primero que vi fue un largo pasillo, con una pequeña estantería, llena de cartas donde dejó las llaves.

Seguimos caminando (yo aun en sus brazos), hasta que llegamos a una cocina. Donde él me dejó sentado en una de las sillas que había.
Law fue hacía la nevera y me preguntó-¿De qué quieres el helado?- Yo me lo pensé hasta que le contesté.

-¡¡Chocolate!!-

-Ahorita te lo traigo, Luffy-kun.- Y Law me volvió a sonreír de aquella manera, que yo no entendía.
Vi como Law, iba sacando un pequeño botecito de helado y una copa, y volvió a preguntarme -¿Una o dos bolas?-

-Dos bolas, por favor.- Le contesté, amablemente mientras le daba una pequeña pero hermosa sonrisa, cosa que hizo que él me la devolviese, mientras me daba la copa, con el helado.
Tal como recibí MI helado, empecé a comérmelo, disfrutando de cada cucharita que daba, como si ya supiera que aquel iba a ser el último helado que comería en mucho tiempo…
Mientras disfrutaba de mi helado, Law me robó la cucharita de mis pequeñas manos, y empezó a darme él de comer. Y a mí no me importó.

-Oh, Luffy-kun tienes la cara manchada de chocolate, espera que te lo voy a limpiar.- Y, entonces Law empezó a acercarse peligrosamente a mi cara, y cuando estuvo lo suficientemente cerca, que llegaba a sentir su respiración en mi moflete, él empezó a chuparme la mejilla. Pasando su lengua por mis labios, y a las tres lamidas, cuando tuvo la oportunidad, apretó sus labios contras los míos. Yo por la sorpresa que aquella acción me dio, abrí mi boca, dejándole accidentalmente vía libre para que entrara su lengua en mi boca. Cosa que el aprovecho. Haciéndome sacar leves ruidos de mi boca, que me hicieron sonrojarme.

Cuando Law se separó, aun dejando un leve hilito de la baba entre nuestras bocas. Me miró y vio aquel pequeño sonrojo que estaba cubriendo mis mejillas. No solo por los extraños ruidos que habían salido de mi boca sino también por las extrañas acciones de Law.

-Luffy-kun, no sabes cuánto tiempo llevo esperando para hacer eso. Ahora que estas aquí, no voy a dejar que nunca nadie más se te acerque, ya que ahora eres mío. Y no voy a dejar que te separes de mi nunca más.- Y al finalizar esas palabras Law volvió a ajuntar nuestros labios, una y otra vez. Repitiendo la palabra “Mío” en medio de cada beso. Y yo seguía sin entender nada de lo que pasaba.

Continuara….

Notas finales:

Espero que les haya gustado!!!!

Bueno, si poneis un comentario estaria genial!!!

¡¡Espero que nos lemaos pronto!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).