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Quietud por Youji

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Notas del capitulo:

Hola, hola ¿Qué hay?

Les saluda Youji y vengo con un nuevo fic, que espero sea de su agrado.

Me agarró la ola del borrego y ahora no puedo bajar de ella :V . Bien, lo confieso, ando desatada, así que les presento este fic para celebrar el cumple del borrego menor, alias Kiki.

Mejor conocido como Tapón de Alberca :V

Bueno, se supone que era un oneshot, pero nunca me salen como tal.

No hay advertencias… por el momento.

He de recordarles que los personajes pertenecen a su respectivo autor y todo eso, sólo los tome un rato para divertirme y denigrarlos un poco :P

Es un AU… no tan AU. Digamos que se desarrolla cerca, muy cerca de la trama original (pero no tanto…Khé ). Como sea, quedan advertid@s :V

En fin.

Gracias por leer y comentar.

 

Capítulo I

Promesa.

 

No le creyó, era imposible que eso hubiera sucedido.

Miho trató de impedir que se levantase, pero el niño se arrancó la aguja intravenosa y saltó de la cama. Esquivó a la enfermera que entraba a la habitación y corrió por el largo pasillo sin saber a dónde dirigirse.

Las heridas recientes escocían, los vendajes y la anestesia apenas eran suficientes para disminuir el dolor. Sin embargo siguió corriendo, con la respiración acelerada, con los pies descalzos, con la impotencia quemándole la garganta.

Reconoció algunos de los rostros a metros de él. Se hizo paso entre las personas, empujándoles para tratar de llegar a ese joven que seguro tendría la respuesta que necesitaba. Tan desesperado era su deseo, que no se percató de lo grave que era la situación.

Tambaleante por los efectos de los medicamentos, logró sujetarse del brazo del joven postrado en la camilla antes de perder el equilibrio.

 

- ¡A un lado! – le gritaron, empujándole hasta golpear de espaldas con la pared – ¡Es una emergencia!

- ¡Él tiene que saber! – protestó, sin prestarle atención a lo que ocurría – ¡Él debe de…

- ¡Paro respiratorio, paro respiratorio! – los gritos de los paramédicos ahogaron su propia súplica.

 

La camilla, junto con el joven y los paramédicos siguieron su camino, dejándole atrás y desapareciendo por la puerta al final del pasillo.

 

- ¡Shiryu! – gritó una joven de entre el grupo de personas que se habían quedado atrás.

- Cálmese, todo estará bien, tranquilícese – pidió una enfermera, sujetándole por los hombros para retenerla.

- Llévensela de aquí – ordenó una voz a su lado.

- Ya oyeron a Marín – un chico de aspecto cansado y en muletas hizo eco a la orden – despejen el área, necesitamos que haya espacio suficiente para los heridos ¡Vamos!

 

En medio del caos de gritos y gente entrando y saliendo por todas las salas, trasladando a caballeros heridos, y doctores corriendo hacia un nuevo paciente, el niño se volvió hacia la mujer que seguía de pie a su lado.

 

- Marín ¿Eres Marín verdad? –  se levantó apoyándose sobre la pared y le sujetó del brazo para no caer – Miho… no es cierto ¿Verdad? lo que me ha dicho Miho no es cierto…

- Jabu, llévate a éste también – la amazona ignoró sus palabras y se giró hacia el joven en muletas.

- Vamos chico, deberías estar en tu habitación.

- ¡No iré a ningún lado! – gritó y una ráfaga de aire golpeó contra las paredes, tomando desprevenido al caballero de unicornio.

 

Marín se interpuso entre él y el Jabu y le dio un puñetazo que lo lanzó contra el piso. El niño rodó unos metros antes de quedarse inmóvil y encogido sobre el suelo.

 

- ¡¿Pero que demonios fue eso?! – se quejó Jabu, quien había logrado mantenerse en pie.

- Ve con los demás. Yo me haré cargo – contestó Marín, dándole la espalda.

 

El chico asintió sin oponerse y se marchó, no sin antes dirigirle una mirada recelosa al pequeño tirado en el suelo.

 

- Menudo lío que tenemos aquí. – suspiró rascándose la cabeza y se dio la vuelta.

 

Mientras tanto, la amazona observó como el niño se retorcía de dolor.

 

- ¿Por qué…. – pidió, mirando a la chica con súplica.

- Eres un aprendiz de caballero – respondió, con voz firme y serena – debes comportarte como tal… mantener la compostura ante todo… ¿Acaso tu maestro no te lo enseñó?

- ¡No te metas con mi… – arremetió iracundo, más la chica, en un rápido movimiento, le sujetó por el cuello, levantándole por el aire.

- ¡Señorita Marín, espere! – le llamó Miho, quien había aparecido desde el otro lado del pasillo – ¡Por favor! – la chica se aferró al brazo de la amazona, forcejeando para que soltase al niño – ¡Fue un error de mi parte, no supe cómo decírselo! ¡Por favor, él no tiene la culpa!

- Ni él ni nadie… – de un suave empujón hizo retroceder a Miho y soltó al niño que volvió a caer al suelo.

 

Miho se arrodilló junto a él, acunándole en sus brazos.

 

- Mi maestro…mi maestro… – sollozó, aferrándose a la chica y ocultando el rostro en su regazo – él prometió que volvería, él lo prometió… siempre cumple sus promesas… siempre… – repitió, cerrando con fuerza su puños sobre su cara, tragándose su llanto.   

- Se sacrificó por nosotros Kiki – Miho le abrazó, consolándole – los caballero dorados, nuestros amigos; todos aquellos guerreros dieron sus vidas para protegernos… murieron por aquellos a quienes amaban… sus vidas…

 

Miho sintió sus propias lágrimas humedeciendo sus mejillas.

 

Seiya… – llamó en silencio, recordando con pesar al joven héroe que, al igual que los otros cinco caballeros de bronce que se habían enfrentado al dios Hades, estaban entre la vida y la muerte – Seiya, regresa con nosotros…    

 

- Si quieres llorar, hazlo. – habló Marín, sacándoles un respingo  – Si quieres gritar, grita… Más nunca dejes que la rabia te ciegue. Nuestros camaradas dieron sus vidas por nosotros. No voy a permitir que por tu enojo, hieras a alguien más. Ya hemos perdido suficientes vidas.

- Señorita Marín, es sólo un niño – pidió Miho, secándose las lágrimas – ha perdido a la persona más cercana a él…

- Todos perdimos a alguien – le cortó – Eso no es pretexto para comportarse como un estúpido. Escúchame bien aprendiz de caballero…

 

De un momento a otro, Marín se arrodilló frente a ellos.

Kiki cerró los ojos cuando el puño de la chica se dirigió a su rostro. Pero de pronto sintió como la mano se apoyaba sobre su cabeza. Confundido, abrió los ojos y se encontró de cerca con la máscara agrietada de la mujer.

 

- Es tu deber seguir los pasos de tu maestro. Proteger la vida y  la paz de este mundo. tu maestro no murió en vano, niño. Su legado vive en ti, eres su orgullo. Es tu responsabilidad mantener su recuerdo para las futuras generaciones – suspiró y su mano se deslizó por la mejilla del pequeño – Debes ser fuerte, él hubiese querido que tu fortaleza sirviera para guiar nuestro camino… futuro caballero de Aries.

- Marín… – Miho no podía mirarle, más sabía que la amazona sentía el mismo dolor que todos –… gracias – susurró.

 

La chica se puso de pie y sin decir nada más, se alejó.

Tras su estoicidad, también sentía una tristeza inmensa por todos aquellos caídos en batalla. Su máscara le había servido para soportar en silencio su propia pena sin que los demás se percataran a simple vista.

Era joven si, pero Marín había perdido más que un compañero; había perdido a quien amaba, aquel hombre que, al igual que el maestro de ese niño, había prometido volver, a pesar de que ambos sabían que eso no sucedería.

Más ese día no se permitió llorar. Su deber como guerrera era seguir firme, cumplir y proteger a su diosa y a toda aquella gente que confiaba en ellos.

Y sobre todo, proteger a esa nueva luz que llevaba consigo y heredaría el cosmos de un admirable guerrero.

 

Futuras generaciones… vivan y rindan homenaje a aquellos que se volvieron héroes inmortales.

 

Si ella hubiera sabido…

 

Kiki se frotó los ojos y miró con entereza por donde  la mujer se iba alejando.

 

 

Yo tampoco tengo tiempo para llorar…

Mi maestro volverá a mí.

 

Fin de capítulo I

 

 

Notas finales:

Ahora unas notas finales de la autora:

Sep, la historia se desarrolla luego, lueguito de la batalla contra Hades.

Bueno, espero les haya agradado. Podría explicar unas cosas más sobre la trama pero… me gusta el suspenso.

Nos vemos en el próximo capítulo (No pongo fecha porque nunca me salen las cuentas :V )

Gracias por leer

¡Chaito! :D


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