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Mi Esposo Desea a Otro por Pocky Beagle

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Notas del capitulo:

¡Hola, hola, hola! ¿como estan personitas hermosas? Aquí yo, trayendo actualización nueva. ¿Que opinan del fic hasta ahora? no sean malitos y comentenme, me esta costando y sus review siempre ayudan a animarme.

Espero que les este yendo bien esta semana, a mi se me ha hecho eterna. En fin, basta de charla trivial (?) Enjoy <3

DOSIS MODERADA



-Sigue hablando...-susurró con voz ronca James, mientras besaba los pechos de su esposa y se frotaba entre sus piernas. La rubia cerró los ojos con fuerza, pensando en que mierda podía decir a continuación. Se le habían acabado las ideas hacía rato, estaba soltando tonteras, pero parecía que a su esposo le gustaba. Joder, si le hubieran dicho a sus veinte que tendría que estar a los cuarenta hablándole a su esposo sobre el pene de su mejor amigo no lo hubiera creído, se hubiera reído. Por que era absurdo.

-Emm... ya no se que más James... es grande, dura, venosa... es...-le tironeó el cabello al menor para que se apretara más contra sus pechos. Estaba excitada y un poco frustrada, no quería hablar de Fassbender, no ahora, sólo quería tener sexo normal. No le molestaban los fetiches raros de su esposo, pero el asunto se había vuelto algo bizarro y obsesivo. Quizás deberían volver a terapia, pero por causas distintas.

-Dios, ¿te lo imaginas en tu boca? Seguro te atragantaría-la animó, frotando su pene que estaba a tope contra la vulva de su mujer. Joder, se sentía bastante excitado. La vergüenza de hablar de Michael en la cama la había superado en las primeras dos noches, ahora sólo quería seguir repitiendo eso... recordando a Anne siendo follada por él, recordar el cuerpo musculoso, sudado, los músculos marcados, el cabello rojizo pegado a la frente. Joder, joder. No podía aguantar: la embistió hasta el fondo, apresurándose a besarla para no escuchar el gemido. Quería quedarse en su fantasía. Se separó apenas cuando comenzó a moverse, y apoyó su frente contra la de su esposa mientras le daba duro-Y sus abdominales... joder... ¿no te daba ganas de arañar su espalda? Es tan amplia y musculosa y etmph...-los ojos azules se abrieron asombrados cuando la mano de Anne le tapó la boca. La mujer apenas tenía los ojos entreabiertos para mirarle.

-Ya cállate y folláme-se quejó, moviendo un poco sus caderas. James cerró los ojos y continuo moviéndose. La mano no se apartaba de su boca para que no hablara, la situación le daba algo de gracia pero si se distraía se iba a reír e iba a empezar a bromear y Anne lo iba a odiar.

Mejor se concentraba en follar. Estaba haciéndole el amor a su esposa, a su deliciosa, hermosa y perfecta hermosa. ¿Todo era genial verdad? Le encantaba hacerlo con ella, lo adoraba, le era placentero. Sin embargo mientras le follaba tenía que esforzarse por apartar la cara de placer de Mike mientras eyaculaba.

Mierda, estaba jodido. Muy jodido.


**


Se miró al espejo de nuevo y se sintió un poco tonto. No entendía porque estaba tan preocupado por su imagen. Es decir, sólo iba a tomar una cerveza con su mejor amigo, no era nada raro. Era algo completamente normal. El corazón no debía latirle así de loco. Miró la hora en su celular y salió del baño rumbo al comedor donde su esposa estaba alimentando a Bren. La chica alzó los ojos para verlo y sonrió sutilmente.

-Te ves muy bien-James quiso notar el sarcasmo en su voz, pero no lo había. ¿Por qué estaba tan susceptible? Se acomodó la camisa y se sentó junto con ellos, acariciando los cabellos de su hijo. Anne le miraba atenta, tras varios minutos de silencio, la chica se mordió el labio-¿Iras en la moto de Michael?

-Si-respondió, levantándose para distraerse. Se suponía que el irlandés debía llegar hace diez minutos. ¿Por qué se estaba tardando? Caminó hacia la heladera, sirviéndose agua para distraerse. Anne le estudiaba con la mirada, no sabía que pensar exactamente. James lucia nervioso y ella no quería imaginar demasiado el por qué. Prefería pensar que era porque no sabía como enfrentar a su amigo luego de lo que habían hecho. Por lo que había visto, Mike le contestaba los mensajes un poco más cortante. La rubia se sintió algo nerviosa de haberles complicado la amistad, aunque bueno, era para remontar su matrimonio. Era valido ¿verdad? Aparte sólo era hasta que se les pasara la vergüenza, a Michael le había encantado, estaba segura de ello... había participado por su propia voluntad, y había sido muy apasionado. Era la simple vergüenza de probar algo nuevo, ya se ordenarían. 

-Podrías... invitarlo a pasar la noche aquí, si quieres-la chica se había levantado, dejando a Bren sentado en su silla. Abrazó a su esposo desde atrás sintiendo como el menor respiraba hondo, los vellos de su nuca estaban erizados. El joven giró la cabeza un poco, ambos se miraron de reojo y la chica acentuó su sonrisa-Los tres juntos de nuevo... ¿quieres?

James se mordió el labio y luego de un momento se giró, abrazando a su mujer y mirándola atentamente-¿Tu quieres?-intentó ocultar la ansiedad en su voz. La idea de estar de nuevo los tres juntos los ponía sumamente ansioso. Joder, si, quería que se repitiera. La vez anterior lo hicieron muy rápido, ahora quería poder disfrutar completamente, cumpliendo todas sus fantasías. Había muchísimas cosas que no probaron. Sí, quería repetir. Quería hacer un trió bien hecho, no tan a las apresuras, quería... quería... tantas cosas. 

-Claro que quiero-la chica de nuevo sonreía coqueta e ilusionada. La idea de estar de nuevo con James totalmente apasionado, y con Michael, era sumamente tentadora. Sólo esperaba que la noche saliera bien, que los dos hombres solucionaran sus asuntos (asuntos de timidez más que nada, era obvio que seguían siendo amigos y se seguían apreciando, sólo andaban con la cabeza liada. Según ella era cuestión de tiempo, ya se les pasaría.) y que James finalmente volviera a ser el hombre con el que se caso. 

-Genial, entonces se lo diré y...

-Pero se sutil, James, no se lo sueltes ni bien lo ves-el escocés se sonrojó un poco, tenía que admitir que había pensado hacerlo. Pero... no, quería charlar con Mike, quería asegurarse de que todos estaba bien entre ellos. El pelirrojo estaba algo distante con él últimamente, necesitaba saber que eran los mismos de siempre. Los mejores amigos, los compañeros inseparables, los bromistas que sabían divertirse a cada momento. Si, quería estar con Michael a solas un momento, no lo veía hace semana y media, y estando en Londres y desocupados ambos, era raro que no se encontraran. ¿O quizás sólo lo era para él? Tal vez estaba exagerando, una semana separados tampoco era tanto. Si, definitivamente estaba exagerando.

Escuchar una bocina lo hizo casi saltar, apartándose de Anne y mirando hacía afuera. De pronto el corazón volvía a latirle rápido. ¿Qué carajos le estaba pasando? Joder, hombre, tenía que controlarse. Le besó la mejilla a su esposa y luego fue había la mesa para besar la cabeza a Bren-Bien, me voy. Te veo en la noche-le guiñó un ojo, coqueto, haciendo que la chica acentuara la sonrisa. 

Se apresuró a salir, Michael se estaba sacando el casco y sacudiendo la cabeza para ordenar el cabello. A decir verdad, a James no le ilusionaba tanto la idea de ir en moto, pero su amigo había dicho que tenia ganas y acepto simplemente para que no tuviera excusas para no salir. Sabia que amaba las motos, y él no tenia nada contra ellas, pero si iban a beber... bueno, no podrían hacerlo en exceso. Caminó rápidamente hacia él-Hey, Mike, ¿todo bien?-tomó el casco que el otro le extendía y lo miró un momento.

-Todo bien, por suerte ¿y tu?-el mayor tenia una sonrisa divertida en los labios mientras veía como James se acomodaba un poco el cabello-Ni te molestes, igual te despeinaras-comentó, haciendo que el otro bufara-Apúrate hombre, que se nos viene la madrugada-dijo divertido, finalmente James se puso el casco y se subió a la parte de atrás de la moto. Bueno, al menos los dos se estaban comportando como si nada. 

Michael se puso el casco y arrancó, antes de hacer andar el vehículo a todo lo que daba. El menor sintió la fuerza empujarlo hacía atrás y tuvo que reaccionar rápido, enredando sus manos en el cuerpo ajeno-¡La puta! ¿Tu idea es tirarme o que onda?-gritó, para que el otro le escuchara a través del ruido del motor. Sintió una risa en respuesta, aunque más que nada notó el cuerpo de Michael vibrando ante la carcajada. De pronto fue consiente de lo apretado que le había agarrado, sus dedos se habían crispado contra la remera ajena, y esta era bastante fina por lo cual no era difícil imaginar la figura de los abdominales debajo de ella. Las yemas de sus dedos de pronto cosquillaban, por un impulso de explorar, que el tenía que esforzarse en contener. 

-Buscas cualquier excusa para tocarme-le gritó en respuesta. James sintió sus mejillas arder, y agradeció que no pudieran verse. ¿Qué carajos le estaba pasando con Michael? Estaba siendo un imbécil, poniéndose nervioso de la nada, sintiéndose alterado... es decir, era Mike, su amigo, todo era normal. Anne tenía razón, por hacer un trío no se volvían gays, simplemente debía relajarse. 

-Ya quisieras-respondió antes de esconder el rostro contra la espalda ajena, prefiriendo que el aire no le golpeara. Sintió, nuevamente, la vibración del cuerpo ajeno estallando en una carcajada. Podía imaginar con facilidad la sonrisa ocupando todo su rostro, dejando ver cada uno de sus dientes, iluminando la expresión del irlandés. Se mordió el labio y no pudo contener apretarse contra él. Michael le agradaba, mucho. Siempre era relajante estar juntos; era la persona más atenta, considerada y divertida del mundo. 

-Llegamos-la moto se detuvo de golpe y el menor tuvo que volver a sujetarle con fuerza. “Eres un bruto”, murmuró por lo bajo, robándole una nueva sonrisa al mayor, que estaba quitándose el casco. James se bajó de la moto con pereza y luego intentó ordenar un poco su cabello que había quedado algo alborotado por el viaje. Afortunadamente no lo tenía tan largo, sino el casco hubiera hecho un desastre con él. Mientras, Michael levantó el asiento de la moto y del baúl sacó unos lentes de sol y un sombrero.

-Vaya estilo-comentó James mirándole con una sonrisa en los labios. El otro le saco la lengua, burlista. Igualmente el menor le imitó, del bolsillo delantero de su jean sacó unos lentes que no tardo en colocarse. Tampoco era la idea que los reconocieran ni bien entrar, querían salir a relajarse, y aunque los dos se llevaran bien con sus fans no siempre era placentero estar siendo “acosados”-Igual me veo mejor...-agregó, comenzando a caminar. El bar estaba a una cuadra de distancia, siempre preferían dejar el vehículo un poco más apartado así podían disfrazarse con tranquilidad. 

El irlandés no tardo en hacerle compañía, caminando de una manera elegante y confiada. Ni sabia para que se molestaban en disfrazarse, con el porte ajeno igual llamaba la atención ya que algunas chicas se le quedaban mirando con ganas. Entraron al bar y rápidamente se dirigieron a una de las mesas del fondo. Michael se sacó el sombrero mientras le hacía seña a la moza depara que les trajera unas cervezas. 

-¿Y cómo esta Bren?-preguntó con una sonrisa. 

-Bien, Anne lo estaba acostando cuando me fui-comentó con tranquilidad. Las cervezas llegaron y los dos comenzaron a beber mientras se distraían con una conversación tribal. James no podía evitar pensar que había necesitado mucho estar así con Michael, hablando como si nada más importaba. Le encantaba saber que cuando estaba a su lado los problemas parecían disolverse. Fassbender era mágico.

La noche continuó relajada, mientras bebían hablaban de todo un poco, ninguno podía dejar de reírse, estaban divirtiéndose en grande. No se cuestionaron para nada cuando se acercaron más en el sofá, tanto que sus cuerpos se tocaban. El contacto físico estaba muy familiarizado en ellos y cuando no lo pensaban fluía naturalmente. No era raro que sus hombros se rozaran o sus manos se buscaran de vez en cuando. Tampoco veían extraño que sus ojos se persiguieran mutuamente, como si no quisieran perder de vista ni un segundo al otro.

Eran amigos. James prefería pensar que todo eso era normal entre amigos. No era nada extraño que no quisiera dejar de mirar a Mike mientras hablaba, tampoco era raro que cuando lo veía reírse travieso o relamerse los labios se le secara la boca y tuviera que beber. Tampoco era preocupante que su mano se apoyara cada tanto en la rodilla de su compañero. Era normal que Michael hubiera acomodado el brazo a lo largo del sofá y cada tanto sintiera los dedos ajenos acariciando su hombro o jugando con su cabello. Estaban sentados juntos, todas esas cosas pasaban. Eran normales.

Tampoco quiso pensar que su corazón no debería acelerarse cuando Michael, sin dejar de mirarle, bebía de su vaso, ni mucho menos quería admitirse a si mismo que su piel se erizaba cuando su amigo le tocaba. Nop, nada de eso pasaba. Porque era una salida de amigos normal.

Y definitivamente algo que no estaba pasando era que Michael le estaba coqueteando. No, no estaba ocurriendo. No importaba cuantas veces había visto al irlandés sonreírle a las chicas así, exactamente como lo hacía con él ahora. No era una sonrisa coqueta. Y no, Fassbender no estaba buscando excusas para susurrarle cosas al oído. En todo caso, estaba alucinando. De a momentos notaba que Mike se comportaba exactamente igual que cuando quería conquistar a una chica pero luego lo veía actuar como siempre. ¿Se estaba volviendo loco, estaba susceptible o Michael le coqueteaba por segundos? Nah, era imposible. 

Al parecer ninguno quería hablar de lo que habían hecho hace unas noches, actuaban como si aquello nunca hubiera ocurrido y en parte era mejor. Fue un tema que dejaron pasar, prefiriendo ignorarlo. Más aún mientras James seguía en su etapa de negar todas las cosas que allí NO estaban pasando. 

Definitivamente él no le miró el pene a Mike cuando fueron a orinar, ni mucho menos se estremeció cuando el pelirrojo le rodeó la cintura con el brazo para guiarlo a la barra. Él no suspiró de placer cuando uno de los dedos ajenos le limpió la comisura de los labios, ni mucho menos sus dedos se enredaron con los de su amigo cuanto éste le jaló para ir a bailar. Y no, no fue su cuerpo el que se presionó contra el otro mientras bailaban, esperando sentir sus músculos o que en algún momento alguien lo empujara con fuerza para que Michael tuviera una excusa para sujetarlo. Cuando volvieron al sofá, cada vez que sus narices chocaron una contra la otra mientras se reían, fue un accidente. No era como si él se acercara a propósito para que chocaran ni mucho menos se quedan hablando así, casi pegados, deseando que alguno se animara a hacer algo más; lo que sea. Su piel no vibraba cuando sentía el aliento de Mike contra sus labios y en ningún momento lo atrapó mirándole los labios fijamente. Tampoco él se quedo mirando los labios ajeno. Y definitivamente no sintió cosquillas en el vientre en ninguno de esos momentos. 

No, nada de eso paso. Fue una salida perfectamente normal de amigos. 


**


Cuando dieron la noche por terminada los dos salieron cantando animadamente del bar, se empujaban mutuamente, caminando en zigzag como borrachos aunque no habían bebido tanto-El super sombrero de Michael Fassbender-se burló James, divertido, mientras caminaban hacia la moto. Le había robado el sombrero al mayor, quien solo tenía los lentes puestos y le miraba divertido. Michael no entendía como podía esconderse sólo con unos lentes: el reconocería esa nariz pecosa y esos labios rojos en cualquier parte. ¿O quizás esa por que él miraba demasiado a James? No quiso pensar mucho en eso-Oye, Mike ¿me dejas manejar?-preguntó curioso. El pelirrojo frunció el ceño y le miró alzando una ceja. Su amigo se veía un poco “achispado” como para manejar. Pero esos ojos le podían. Le extendió las llaves con algo de recato.

-Quiero que lleguemos vivos, ¿eh?-James sólo se rió, comenzando a quitarse las cosas. Michel no le apartaba los ojos de encima. Tomó el sombrero mientras lo veía colocarse el casco que hacía resplandecer aún más esos ojos azules-No te tengo confianza-admitió divertido, apoyándose en la moto mientras lo observaba acomodarse la ropa. Los ojos azules brillaron mientras James se acercaba a él, poniéndosele enfrente y apoyando lass manos en el asiento del vehículo, dejándolo atrapado entre estas. El mayor solo sonreía, ambos estaban muy cerca, si no fuera por la diferencias de altura sus rostros estarían rosándose. Michael se sentía embriagado por una peculiar felicidad, se sentía cómodo, contento, y tenia que contenerse para no coquetear. 

-Soy bueno en todo lo que me propongo-discutió el actor más joven pero se quedó estático cuando la mano ajena sujetó la cremallera de su campera y comenzó a subirla lentamente, cerrándola en un movimiento que le resultaba... excitante. Se apartó, aturdido y Michael se separó de la moto.

-Demuéstralo-una sonrisa desafiante se había instalado en los delgados labios y James sonrió con suficiencia. Bajó la visera del casco y se subió a la moto, para arrancarla. Giró la llave y cuando no paso nada miró todo confundido. Michael estaba parado a su lado, con los brazos cruzados, y sin poder dejar de sonreír-. No es automática, tienes que patearla.-lo vio intentar patea sin lograr encenderla. Los ojos azules se giraron a mirarlo frustrado-¿No que sabias?-se acercó y le sujetó la mano para acomodarsela correctamente en el embrague, la indicó que acelerara y pateara. Ambos sonrieron cuando el motor rugió, sus miradas chocaron y Michael no pudo contener su mano que sujetaba la de James: antes de pensarlo siquiera sus dedos acariciaron el dorso de esta, deleitándose con la suave piel. El menor miró sus manos antes de volver a mirarle a él. Nadie dijo nada y el movimiento continuó fluyendo, hasta que finalmente el irlandés se sintió en condiciones de controlar su cuerpo. Con desgano dejó de acariciarle y le apretó la muñeca-Bien, voy a subirme, luego de que lo haga soltaras lentamente el embriague y...

James había quedado algo aturdido por ese toque que no era precisamente amistoso. Se había quedado mirándole aunque no lo escuchaba. ¿Qué estaban haciendo exactamente esa noche? Buscando tocarse, casi desesperados, ante cualquier mínima excusa. Su cerebro le indicó que debería estar escuchando a Michael para no pasar por tonto, escuchó por partes y sonrió seguro-Bien, soltar el embra...-antes de terminar de decirlo ya lo estaba haciendo.

-Si, pero cuan... ¡JAMES!-jadeó el mayor cuando la moto aceleró a toda velocidad, de pronto el corazón le estaba latiendo a mil por hora-¡Aprieta el maldito freno!-gritó, viendo al motociclista intentar mantener el equilibrio y manejar. Bueno, manejar sabia pero no precisamente ese tipo de motos. Antes de que cualquiera de los dos pudiera hacer algo la moto chocó contra un tacho de basura, frenándose de golpe y logrando que James apoyara los pies en el suelo. Por suerte no había acelerado tanto. Michael corrió hacia a él, apenas se habían apartado unos metros, pero en el momento pensó que podía pasar algo grave. El más chico se sacó el casco y sacudió la cabeza, el pelirrojo se detuvo frente a él y le estudió atentamente-¿Estas bien?

-Dios, claro que si, iba a menos de diez metros por hora...-no pudo evitar reírse y luego estudió atentamente la moto-¿La rompí?

-No, no, esta bien...-respiró hondo, aguantándose las ganas de darle un golpe en la cabeza por lo torpe que era. Aunque claro, fue él quien le dejo manejar sin que este sobrio. Finalmente acabó sonriendo, mróo atento a James que seguía sobre la moto con el casco en la mano-Eres pésimo...-no pudo evitar carcajearse. El escocés se giró a mirarle, entre molesto y divertido. Aún estaba algo pálido producto del miedo que sintió en el momento. Al verlo así, Mike sintió algo de ternura, sin pensarlo se inclinó y le besó la mejilla, quedándose lo suficientemente cerca para sentir el suspiró de placer que soltó el menor. Cuando sus ojos celestes se abrieron se chocaron con los azules, increíblemente profundos. James sonrojado era lo más hermoso que hubiera visto. 

El menor se dejó llevar y lo imitó, depositando un beso en el rostro ajeno. Se aparto apenas antes de, aún con los ojos cerrados, depositar otro y otro. Regó de besos la mejilla de su amigo, que estaba apenas áspera por la incipiente barba. Los dos se quedaron quietos, cerca, sintiendo sus respiraciones fundirse juntas. Michael no pudo aguantarse de rodear la cintura del menor, que seguía en la moto, ambos apenas abrieron los ojos para mirarse. James sintió su cuerpo temblar cuando vio la sonrisa ajena, volvió a cerrar sus parpados cuando otro beso fue depositado en su mandíbula y luego otro y otro y otro. Su corazón latía cada vez más rápido, ese camino de besos tenía un rumbo que a él le resultaba un poco obvio: su boca. La respiración se le acelero cuando sintió el beso en su mentón, la adrenalina hizo reaccionar su cuerpo y su mente, haciendo volar su mano y ponerla en el hombro ajeno para apartarle. 

Michael se quedó estático y se apartó, sonrojándose un poco. Mierda, ¿acababa de cagarla con James? Se quedaron mirándose un momento, finalmente el menor se rió-Creo que tomé demasiado-murmuró aún algo agitado.

El otro se rió de puro nerviosismo-Yo también-respondió, aunque en ninguno de los casos era verdad. El irlandés no podía creer que había estado a punto de besarle, cada día estaba más liado, desde esa maldita noche del trío estaba sumamente confundido. ¡Él era completamente heterosexual, por favor! Pero James... con solo volver a mirarle sentía deseos por besarle.

-¿Manejas tú, entonces?-la pregunta interrumpió sus pensamientos. Asintió, y al mismo tiempo James se corrió para dejarle lugar a que se pusiera enfrente.

-Bájate, así guardo los lentes y el sombrero-comentó retomando la compostura y sacándose las cosas para colarse el casco. James bufó y se colocó el casco antes de sujetar las cosas con sus manos.

-Los llevo yo-dijo con confianza. Mike entrecerró los ojos, mirándole inseguro.

-No vayas a perderlos-aclaró antes de subirse a la moto y para arrancar. Bueno, al menos la moto si estaba bien. James a sus espaldas se carcajeó.

-¡Que desconfiado! Voy a cuidarlos-aseguró.

Minutos después los lentes descansaban en medio de la acera, partidos en mil pedazos. Michael le hubiera insultado sino fuera por que James le puso la sonrisa más encantadora que le hubiera visto nunca. 

Fassbender acababa de conocer su mayor debilidad. 


**


Una vez estuvieron en su casa, James bajó de la moto y se quitó el casco al mismo tiempo que Mike. Se miraron con una sonrisa, el escocés sentía sus mejillas ardiendo producto del alcohol. Se había divertido muchísimo y realmente no tenia demasiadas ganas de despedirse. Hubiera preferido que esa noche fuera eterna. ¿Por qué no podían estar así todo el tiempo? En esos momentos era todo perfecto, nada de que preocuparse, solo debía concentrarse en seguir robándole sonrisas al mayor para sentir su corazón acelerarse.

Por su parte, el irlandés no podía quitar sus ojos del rostro de su amigo. No era un secreto que James era sumamente hermoso, pero... joder, con el sonrojo producido por el alcohol, sus labios también afectados por el viento frió y la mirada achispada y desinhibida se veía exquisito. Entendía por qué tantas se enamoraban de él, entendía por qué casi lo beso. No era que él fuera gay sino que James era irresistible. Tomó el casco sin dejar de sonreír, viendo como el menor se acomodaba el cabello. Ambos estaban algo agitados por la adrenalina reciente, Michael le puso la pata a la moto para poder bajarse, y una vez parado apoyarse contra esta-Me debes unos lentes-comentó divertido, haciendo que James entrecerrara los ojos.

-Fue tu culpa por ir tan rápido, no pienso pagarlos...-protestó y se inclinó a golpearle el hombro. Michael, divertido, le tomó la muñeca y lo jaló para que quedaran más cerca. No hubo resistencia alguna, James se dejó llevar sin borrar la sonrisa. Las puntas de sus pies se tocaban pero al parecer ninguno se atrevía a hacer otro movimiento, de nuevo presos de esa timidez que era algo insólita entre ellos-Aparte salvé tu sombrero-dijo divertido, sin poder dejar de mirar la sonrisa coqueta dibujaba en los delgados labios ajenos. La mano que sujetaba el sombrero voló hacia el pecho del mayor, presionando la prenda contra este. Michael en vez de tomarlo le sujetó la muñeca, igual que con su otra mano. El menor bajó el rostro para mirar la acción y sintió su respiración acelerarse casi sin poder evitarlo. De pronto estaban actuando de nuevo extraños, pero... no quería parar.

Cuando volvió a subir el rostro sus ojos se chocaron con los ajenos, un brillo especial resplandecía en los orbes celestes. Los ojos de Michael abandonaron los suyos para centrarse de lleno en su boca, y él sintió como una descarga de placer bajaba por su columna vertebral, haciéndole suspirar. Sus propios ojos volaron a los de su amigo. Sería tan fácil que Michael le jalara, y él simplemente dejarse llevar, hasta que sus cuerpos se unieran y sus boc...

Nervioso volteó el rostro, sintiendo sus mejillas arder. ¿Qué carajos estaba pensando? A él no le interesaba eso. Era completamente heterosexual, tenía una familia, una esposa que... Oh, Anne. El trío. Móro de nuevo a Michael que lo observaba algo preocupado-Em...-de pronto se sintió nervioso, le costó volver a enfrentarlo-¿Quieres... ya sabes, entrar?-le hubiera gustado sonar más seguro o más claro. Igual el mayor pareció entenderlo, hubo apenas una fracción de duda antes de que sus ojos celestes resplandecieran aún más. La delgada boca amenazaba con una sonrisa.

-¿Entrar?-el corazón de Mike se aceleró, la simple idea de estar con James a solas hacia que su cabeza diera vueltas-Ehhh... cl...

Ambos se giraron cuando la puerta de la casa se abrió, Anne se había apoyado en el umbral y les miraba desde allí. A pesar de la oscuridad y la distancia, James podía apreciar el babydooll provocativo y la sonrisa coqueta. Ella los saludó con la mano, y al instante sintió como las manos de Michael soltaban las suyas. Se giró a mirarle interrogante pero el mayor había volteado el rostro.

-Acabo de recordar que tengo que... madrugar mañana, así que mejor me voy-comentó, colando el casco que James le había devuelto en el manubrio y tomando el suyo. 

-Oh, ¿De verdad? No lo habías mencionado...-respondió el castaño, intentando no sonar tan ansioso como se sentía. No quería que se fuera, quería alargar esa noche más tiempo. Cuando los ojos celestes volvieron a enfrentarlo carecían completamente del brillo que segundos antes los hacía resplandecer. La mirada de Michael era perturbadoramente expresiva.

-Bueno, es que lo había olvidado-Michael le miró con algo de resignación y luego miró de nuevo a la casa, levantando la mano para saludar a Anne. Cuando sus ojos volvieron a posarse en James apretó los labios. Se inclinó y el menor cerró los ojos al sentir esos labios apoyarse en su mejilla. Despidiéndose igual que la ultima vez y provocándole las mismas cosas: que cada centímetro de su cuerpo vibrara y su vello se estremeciera, preso de una ansiedad innentendible y de una tristeza preocupante. Los labios rojos dejaron escapar un suspiro nervioso, antes de que se atreviera a abrir los ojos-Dale saludos a Anne-comentó Michael, colocándose el casco aunque sin cubrir su rostro aún, se subió a la moto y James le sujetó la muñeca casi sin pensarlo.

-¿Seguro que no quieres quedarte?-preguntó, demasiado ansioso. De pronto se sintió ridículo, lo soltó-A Anne le hacia ilusión-dijo casi sin pensar, logrando que su amigo apretara los labios-Mañana temprano puedes...

-No, quiero descansar. Tengo que hacer las maletas-ante la mirada confundida de los ojos azules, suspiró-. Tengo que ir a América pasado mañana, así que aprovechare para descansar y acomodar todo. 

-¿A que vas a América?-preguntó algo confundido. Pensaba que Michael estaba libre hasta que comenzaran a filmar la tercera de X-Men. 

-Trabajo, unas promociones y unas cosas que hacer en Los Ángeles-comentó, acomodándose la campera.

-Oh, bueno, cuando vengas podr...

-Me quedare allí unos días-interrumpió, finalmente volviendo a mirarlo. Notó como James apretaba los labios, algo contrariado. Para lo amistosos que habían estado todo el día que de pronto se despidieran así era algo raro ¿Michael estaba molesto?-Voy a juntarme con Alicia y...

-Pensé que habías terminado con ella-intentó disimular la molestia en su voz pero casi no pudo hacerlo. Sintió su rostro arder y carraspeó para disimular-¿O acaso filmaran una nueva película y como de nuevo es tu co-estrella planean volver?-bromeó, intentando aligerar el ambiente. Michael se revolvía el cabello de la nuca, viéndose algo perturbado, ante la broma sonrió nervioso.

-Terminamos, pero estaré allá y ella quería saludarme por mi cumpleaños y...

-¡Oh, tu cumpleaños! Falta menos de una semana-James no sabía si sentirse algo avergonzado de no haberlo recordado o molesto de que Michael no hubiera dicho antes que se iba a América. Aunque no le debía ninguna explicación, ¿qué carajo le estaba pasando?-Bueno, cuando vuelvas podríamos vernos para festejar-no le paso desapercibido como Michael apretó los labios y bajaba el rostro.

-Luego iré para Alemania, mis padres están de viaje allá y quería verlos-comentó antes de encogerse de hombros, pareciendo resignado. James se quedó estático y parpadeó un par de veces.

-Entonces... ¿cuándo nos veremos?-intentó controlar su tono y su expresión pero de pronto le dolía el pecho y no sabía qué hacer exactamente. Sus ojos se clavaron en un punto impreciso de la moto.

-En Canadá, cuanto estemos filmando-James le miró de nuevo, casi sin pestañear. Habían pasado más tiempo sin verse pero todo parecía tan extraño en ese momento. La noche entera había sido tan buena que le parecía anormal que de pronto Michael estuviera tan frío. No era una persona fría, mucho menos con él.

-Falta casi un mes...-dijo casi sin voz. Michael volvió a mirarlo y sonrió algo triste, antes de encogerse de hombros nuevamente.

-Se pasara volando-respondió, antes de acomodarse en la moto, girando la llave-. Cuídate, James-murmuró, antes de bajar el casco y arrancar la moto, alejándose de la casa. El escocés se quedó estático, mirándo la moto ir a toda velocidad por la acera. No entendía que había pasado ni mucho menos por qué se sentía tan mal. De pronto el pecho se le había llenado de angustia.

Se giró, suspirando, y caminó hacia la casa, donde Anne lo miraba confundida. La chica ladeó la cabeza, antes de entrar detrás de su esposo que casi ni la había mirado-¿Qué pasó mi amor?-cuestionó, acercándose y abrazándole desde la espalda. James se mordió el labio antes de sonreirle.

-Mike te manda saludos, tenía que irse, tiene que viajar-la chica suspiró algo desilusionada. James había comenzado a quitarse la campera, ella se quedó apoyada en la pared pero al instante volvió a acercarse, para ayudarle a desabotonarse la camisa.

-Podemos divertirnos tu y yo solos...-dijo coqueta, mirándolo juguetona mientras le continuaba desprendiendo los botones. James sonrió cansado y arrugó la nariz.

-Estoy algo cansado y...

-¡Oh, vamos, no seas aguafiestas!-la chica lo jaló para acercarlo, robándole una sonrisa. La rodeó con sus brazos antes de besárla en la frente. Mierda, no estaba cansado, estaba... confundido, extrañado, triste. Pero Anne no tenía la culpa y lo había esperado hasta esa hora.

-¡Tienes razón!-intentó sonar animado mientras se sacaba la camisa y la dejaba a un lado-Ponte cómoda, iré al baño y vuelvo-la chica brincó emocionada antes de correr hacia la cama. Era bueno saber que a pesar de que el “condimento” no había podido participar aún iban a pasarla bien esa noche. Después de todo, Mike era sólo un extra (muy lindo, si), pero lo que ella realmente quería era a su esposo.

Cuando James volvió se acomodó en la cama, Anne rápidamente se acercó a él para ayudarle a desabotonarse el pantalón. Intentó no sentirse desilusionada cuando notó que la virilidad de su esposo estaba completamente flácida. Comenzó a acariciarlo para animar las cosas. James le besaba el cuello, suavemente, mientras ambos se recostaban en la cama. La rubia se acomodó encima de su esposo, sintiendo las manos ajenas recorrer su espalda.

-Anne, por favor...-suplicó casi sin voz, la chica apretó los labios.

-Tú lo viste esta noche, ¿por qué no inicias tú.?.-dijo ella, dispuesta a dejarlo hablar e ignorarlo. No tenía ganas de hablar de Michael esa noche, si no iba a estar físicamente tampoco lo quería imaginariamente. ¡Quería que James hiciera el amor con ella! Joder, llevaban dos semanas hablando de él. Ya había pasado más de una semana desde esa vez que hicieron el trío, ya lo le generaba morbo como las primeras veces, si hubieran repetido si, pero ahora no. 

-No puedo, no es así... salimos a tomar algo, no lo mire así...-protestó, sintiéndose algo frustrado de que su esposa no colaborara. Y de que pene tampoco lo hiciera. 

-No sé, James, ya casi no recuerdo. Pensé que iba a venir hoy, así si... pero...-la chica le siguió besando el pecho para distraerlo, para que se concentrara en el momento que estaban teniendo. Vio como su esposo se mordía el labio.

-Solo dime como se sintió-la chica rodó los ojos pero intento animarse, su mano bajó a acariciar la virilidad ajena, buscando hacerla reaccionar.

-Duro, grande-respondió con desinterés. A pesar de todo, la masculinidad comenzó a alzarse en su mano. Bueno, menos mal que sólo eso bastaba, no tenía ganas de seguir. James se giró para subirsele encima, le quitó las bragas y se dispusó a penetrarla, así, a secas. Anne se sintió algo frustrada ¿no podía mostrar más interés en su cuerpo? ¡Ese conjunto le costo caro!

-Continua...-apremió James, buscando terminando de endurecerse. Anne respiró hondo, intentando contener el enojo. ¡Quería que James pensara en ella! Michael no estaba, no interesaba en ese momento. Sólo eran ella y él. ¿No podían ser solo ellos? ¡Sólo por esa vez!-¡Vamos, amor!

Anne bufó y se levantó algo fastidiada-¡James! ¡¿Podemos tener sexo una maldita vez sin tener que hablar del pene de Michael Fassbender?!-el hombre había caído boca arriba en la cama y abrió grande los ojos, sin saber si sentirse avergonzado o confundido. La chica se veía molesta-¡No vino! Si hubiera venido esta bien, pero no esta...¡somos tu y yo! ¡Tu y yo! No quiero hablar de un pene, sólo quiero...-la chica se calló de golpe y bufó-¡Olvídalo! Ya no quiero hacerlo, sólo quiero dormir-con esas palabras se retiró al baño. 

El menor quedó recostado en la cama, sabía que debía ir a disculparse pero simplemente no tenía ganas. La “discusión” con Michael le había dejado algo apático, sólo quería dormir. Se giró, quedando de costado y cerro los ojos. Lo mejor era descansar. Mañana arreglaría las cosas con Anne.


**


-Si, se que es tarde-Michael suspiró contra el teléfono y se revolvió el cabello. Estaba sentando en la cama, solo con sus jeans. Se sentía cansado, el buen humor de la noche se había apagado de golpe-. No, no quise despertarte, no es nada grave... sólo quiero que me consigas unos pasajes para mañana, bueno, pasado mañana para ir a Los Angeles.

Se quedó escuchando lo que su agente decía, obviamente estaba confundido de que lo hubiera despertado a esa hora. Si, era desconsiderado pero no podía pensar en otra cosa.

-Si, si, se que te dije que no iría, pero lo repensé. Es trabajo, no puedo no ir.-su agente continuó hablando y él gruñó por lo bajo, dejándose caer en la cama y mordiendo la almohada en protesta. Había insistido para que fuera y él no había querido, ahora que decía que si quería averiguar el por qué. ¿No podía pedir los malditos pasajes y ya?-¡Sólo quiero irme de Londres! ¡Consígueme los pasajes!-protestó. Sabia que estaba sonando caprichoso, y él no era así, pero quería irse de allí al menos por un tiempo, hasta que ordenara su cabeza.

Se tranquilizó mientras escuchaba la respuesta. Sonrió a la nada y volvió a girarse en la cama, mirando el techo-Gracias, de verdad, perdona que te molestara. Descansa.-la llama se cortó y él dejó caer el teléfono. Necesitaba tiempo para pensar, necesitaba tiempo para estar lejos de Londres, lejos de James. O iba a volverse loco.

Recordaba las palabras de Anne-Marie: “Hacer un trío no los vuelve gay”. Bueno, no estaba tan seguro de que fuera verdad.

Notas finales:

Bueno, ya hay un acercamiento más McBender, aunque pequeñito. Ya se que me he cansado de decirlo, pero me cuesta escribirlos. No me golpeen y les cambie mucho la personalidad. Espero que a pesar de todo les gustara.

Adelanto: "Se que estas en Londres, James esta desanimado, vamos a festejar su cumpleaños. Ven a verlo. Quiero darle una sorpresa ;). Anne."-Michael miro el mensaje de nuevo y suspiro. Esa pareja iba a volverle loco."

¿Que opinan? animense a comentar, un minuto de su tiempo me hace muy feliz a mi. En fin, besitos.


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