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Mi Esposo Desea a Otro por Pocky Beagle

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Notas del capitulo:

¡Hola hola a todos! Quería llegar a subir esto para el cumple de James, pero ya son más de las doce (?) Igual cuenta como regalo :D 

Con esta historia voy avanzando lentito u.u Me suele gustar tener como los capítulos más adelantados de los que subo, pero este fic me cuesta. Quizás por que siento que les cambio las personalidades y todos los fans van a venir a lincharme. Espero que a pesar de todo les guste.

Sé que estoy abusando del +18 y aun más del contenido hetero, pero es principalmente para establecer como es la vida de James que es quien esta las establecido. Como para presentar la escena. A partir de este capitulo habrá mas McBender, o eso creo xD

En fin, si ven que me abuso o voy muy descarrilada me avisan. enjoy!

SEGUNDA DOSIS DE MICHAEL FASSBENDER



Había repasado lo que paso una y otra vez. Las cosas comenzaban a ponerse confusas, realmente no sabia que pensar. De nuevo la cosa parecía estar decayendo, el problema era que iban peor y peor. Ahora James ni siquiera parecía muy interesado en tocarla, cosa que era traumante. A veces una película parecía ponerle de humor, pero últimamente ni el mejor porno parecía hacer que la viera con internes. ¿Qué carajos estaba pasando?

Vio a James echarse perfume y suspiró. Michael y James seguían saliendo a beber algo, aunque ahora mucho menos seguido. Muy de vez en cuando ya que la novia de Michael estaba en Londres... bueno, la ex. (¿Quizás eso tenía que ver con el hecho de que James tarareara mientras se arreglaba?) Había tenido novia hasta hace dos días, y las salidas de amigos se habían limitado un poco durante el tiempo que ella había estado. No mucho, pero al parecer lo suficiente para que su esposo se sintiera un poco frustrado y anduviera de nuevo con mal humor. De a momentos Anne pensaba que todo eso era enfermizo, pero... pero luego James la miraba con ese cariño en sus ojos, y hablaba emocionado de lo que había hecho con su mejor amigo y... Anne se sentía culpable. James y Michael eran solo amigos, no tenía por que ponerse como todas esas tontas fangirls que parecían calentarse ante la idea de que estos dos tenían algo especial. ¡Eran solo amigos! Dos hombres, adultos, heterosexuales. 

James tenía algo especial con ella. Estaba segura cuando veía esos ojos azules repletos de amor. 

-Vengo en la noche-dijo el escocés, dándole un beso en los labios, antes de girarse y salir de la casa. Ella se quedó mirando la puerta vacía y luego miró el reloj. Eran las once de la noche, Bren ya estaba acostado y ella no tenía sueño. Debería llamar a la terapeuta para iniciar de nuevo las sesiones, las habían abandonado hace casi un mes, pero ciertamente creía que lo que habían avanzado era porque ya no estaban yendo.

Se fue a la cama con una taza se té y se puso a mirar la computadora. Estuvo navegando en Internet un rato, por pura curiosidad se metió a la pagina de porno donde habían visto la película la vez anterior. Se puso a ver todos los vídeos que habían sido clikeados, la mayoría de ellos tenía varios hombres y una sola mujer, algunos eran tríos y en casi todos los casos los chicos se follaban a la chica al mismo tiempo. ¿Eso era lo que excitaba a James? Vaya que era bastante pervertido, aunque bueno, las fantasías no siempre querían llevarse a la realidad. A veces era sólo eso, fantasías. Frunció el ceño y abrió una nueva ventana de Google. 

“Hacer un trió con tu esposo. Experiencias”. 

Un montón de paginas donde hablaban de intercambio de parejas, de trios, de infidelidad consentida. Le sorprendió la cantidad de cornudos alegres que había en el mundo. Al parecer había muchísima gente que había salvado su relación por agregar a un tercero de vez en cuando en sus juegos sexuales. Generaba novedad, pasión, y la pareja continuaba pasándola de maravilla luego de la experiencia. Algunas eran mujeres que invitaban alguna amiga, otros dos hombres y una chica, otros se intercambiaban, otros prestaban a su pareja para que un grupo “la usara”. En fin, el mundo de la perversión parecía no tener limites. Todos parecían pasarla de maravillas. Quizás lo que pasaba era que ellos eran demasiados monótonos, monógamos. 

Volvió a mirar la pagina porno. ¿Acaso todo eso ponía caliente a James? ¿Podría llegar a funcionar que un trío mejorara su pareja? Podían probar, quizás debería preguntárselo... pero dios, sus mejillas ardían de sólo pensarlo. No, no podría. Le daba vergüenza, y tampoco James se animaría a ser sincero. ¿Y si simplemente lo hacía? Sin consultar, simplemente lo organizaba y ya. De ultima si a James no le agradaba podía pedirle perdón y decir que pensó que él quería, iba a enojarse un poco pero no pasaría a más... y de ser así podría largarse a llorar y seguro eso funcionaba. No que le gustaran esos recursos, pero eran una alternativa. Como sea, como decía el dicho, más vale pedir perdón que permiso.

Apagó la computadora y prendió la televisión, mientras le daba vueltas al asunto. Hacer un trío quizás salvaba su vida sexual, no había mucho que perder tampoco. Pero tampoco era tan fácil como simplemente organizarlo. Ellos eran figuras publicas, si eso llegaba a saberse en el medio acabarían sus carreras. El mundo actoral aún era muy conservador, y algo así solo desataría caos. ¿Con quién tenían suficiente confianza para que ese juego no les terminara saliendo mal y terminaran en la prensa como unos jodidos pervertidos? Tenía que ser alguien de suma confianza que en caso de que saliera a la luz se viera tan en problemas como ellos, así no lo contaría. O incluso podía ser un desconocido, pero definitivamente no debía conocerlos, debía ser de otra parte del mundo... era más fácil un conocido que en caso de drama se vea con la soga al cuello. Así no hablaría. 

Hizo zaping un par de veces y se detuvo al ver una parte de la película de 300. De pronto una sonrisa se dibujo en los labios.

Gracias a Dios por haber creado a Michael Fassbender.


**


La suave risita resonó en la sala y Anne se asomó para mirar como Michael le hacia cosquillas a Bren. James también estaba riéndose e incentivando a su hijo para que fuera un buen guerrero y se defendiera. Michael tenía esa sonrisa de tiburón que acaparaba todo su rostro y Anne durante un segundo notó como James parecía no poder dejar de mirarla, mordiéndose los labios. El alemán alzo a Brendan como si fuera una pluma y se lo subió al hombro, estilo bolsa de papa, James se levantó rápidamente intentando detenerlos mientras Mike anunciaba una y otra vez que era un tiburón y se iba a comer al niño. Obviamente la elección del animal no era casual, y eso sólo parecía divertir más a su esposo. 

Michael se dejó caer cuando James lo tomó de la remera y lo arrojó al sofá, casi jalándolo encima de si mismo. Los tres hombres terminaron enredado en una pelea de almohadas. El castaño había envuelto a su hijo con un brazo para que no se golpee, mientras entre los dos golpeaban sucesivamente a Fassy. Realmente se la estaban pasando de lo lindo.

Durante un segundo Anne Marie se sintió culpable de lo que pretendía, y de querer romper con esa inocencia. Suspiró, volviendo a la cocina y terminando de cortar el postre. Claramente había sido su idea invitar a Michael a ver el partido, y luego lo animó para que se quedara a cenar. Por como había estado se podía adivinar que Mike sólo miraba esos partidos para acompañar a James, ya que había estado más interesado en terminar la cerveza, aunque obviamente también se emocionaba. Había habido momentos en que la testosterona burbujeaba en la casa y ella sólo se sentía mas ansiosa. Ahora, luego de comer y más relajados, todo estaba relajante y tranquilo y se sentía una maldita pervertida.

Llevó los postres a la sala, Michael no dudo en levantarse a ayudarla mientras James acomodaba a Brendan para que comiera. Anne les miró de reojo, pensando que así estaban perfectamente. Dios, si sólo Michael pudiera formar parte de sus vidas para siempre. Todos se reían más, se divertían más, eran más felices. James se veía tan cómodo, tan alegre. 

-Esto esta delicioso, Anne-comentó el invitado, mientras llevaba una nueva cucharada a su boca. James asintió con la cabeza, mientras se inclinaba a besarle la mejilla cariñosamente. La mujer acentuó su sonrisa. Oh si, todo era tan perfecto. Ella tomó una servilleta para limpiarle el rostro a su niño, y cuando lo vio bostezar por tercera vez suspiró.

-Creo que voy acostar a Bren, ustedes sírvanse más si quieren-comentó, cargando al niño en brazos.

-Dame un beso, campeon...-James se levantó para besar la regordeta mejilla y acariciarle el cabello. Le dio un pico a Anne y ella se giró para marcharse-Dile adiós a Mike, Bren-susurró James, mientras se volvía a sentar.

-Bye tio Mike-James soltó una risa y se inclinó a codear al otro hombre.

-Te ganaste ese apodo muy rápido-dijo divertido, palmeando uno de los hombros de Michael. Este se encogió un poco y le sonrió encantador, antes de llevarse una cucharada a la boca.

-Ya sabes, soy encantador-respondió con simpleza. Las risas volvieron a escucharse y Anne continuó su camino al cuarto. Cambió al niño y lo acostó, besó su frente con cariño y le dejó el velador prendido antes de desearle buenas noches y cerrar la puerta tras de si. Dios, debía decidir pronto como acabaría esa noche. El corazón le latía acelerado, y la parte consciente de su cerebro le decía que aquello era una locura. Lo peor era que si no lo hacía bien, los dos hombres podrían terminar a los golpes en plena sala. Y más grabe aún... podía acabar una amistad. Respiró hondo, cada paso de vuelta a la sala parecía una tortura, el corazón le palpitaba en las orejas. Cielos, cielos, cielos ¿debía hacerlo?

No se sorprendió cuando al volver los dos hombres ya estaban bebiendo unos licores que ella y Jimmy compraron una vez cuando fueron de vacaciones. Eran bastante fuertes, justo lo que necesitaba en ese momento. Se sentó en el sofá individual, y tomó la copa que al parecer era suya y le dio un sorbo. James ni la miraba, estaba muy concentrado observando mientras Michael hablaba sobre algo de su ultima filmación. Ella ladeó la cabeza, mirando con atención al escocés. Aún recordaba cuando recién se estaban enamorando, James siempre la miraba con esa misma atención que le prestaba ahora a su amigo. Con esos ojos que brillaban interesados, sin querer perderse detalle, y ese gesto de concentración absoluta. 

Michael sabia como ganarse la atención de James, sin esforzarse siquiera.

Mientras continuaban charlando la bebida continuó fluyendo. Tras tres copas Anne se encontraba un poco caliente y ya estaba casi decidida a hacer lo que iba a hacer. Vio a Michael estirarse, sus ojos se concentraron de lleno en el bulto que estaba apretado por los jeans, y finalmente se decidió: iba a hacerlo, era lo mejor para ella y James. Luego de eso sería como encender la pasión de nuevo, y... y todo sería perfecto.

Aparte Michael estaba para comérselo ¿como resistirse?

Bebió con más lentitud su copa. James y Michael seguían conversando, el menor se había inclinado un poco, mientras se reía, y su frente se había apoyado en el hombro ajeno. ¿Era impresión suya o James siempre parecía buscar excusas para tocar a Mike? Sabía que tenia que dejar de desvariar al respecto, pero a veces no podía evitarlo. Por momentos sentía que había una química innegable entre ellos, más allá de la actuación, mas allá de la amistad. Bueno, esperaba que esa química ayudara esa noche.

Su esposo la miró y ella notó que ya tenia los ojos vidriosos. Estaba tomado, y era el momento perfecto. Anne se levantó, con excusa de ir a buscar otro licor. Al volver relleno la copa de los dos hombres. Michael, que parecía más sobrio, le agradeció mientras James aún se reía, recargado contra el cuerpo de su amigo. No parecía que a ninguno le molestara el contacto físico, sino que parecían buscarlo constantemente. 

Anne en esta ocasión no fue a sentarse al sofá individual, sino que se sentó al lado de James, los tres compartiendo el sofá grande. Lo vio beber un poco más y cuando dejó la copa en la mesa ella lo tomó de la nuca sin dudar y lo jaló hacia sus labios, capturando su roja boca en un beso. El hombre jadeó sorprendido, pero al instante una de sus manos se enredó en el cabello de la chica y lo tironeó un poco, prolongando el contacto. Al parecer James buscaba algo un poco más suave, pero ella intentó que le beso a cada segundo se volviera más pasional. El alcohol parecía ayudar, ya que su esposo le estaba comiendo la boca como hacía tiempo no hacía. 

La rubia apenas abrió los ojos para mirar que Michael se había recostado en el sofá, y miraba para otro lado, al parecer sin querer violar su “privacidad”. Decidió apresurar las cosas y su mano voló a la entrepierna de su esposo, le abrió la bragueta sin dudar y metió la mano bajo el pantalón. El brinco y el jadeo de sorpresa de James fueron indisimulables. Michael se giró a mirarle con las mejillas ligeramente sonrojadas y asombro en sus ojos. Carraspeó, y al instante estaba levantándose.

-Bueno chicos, ha sido una noche genial...pero creo que mejor me retiro. Muchas gracias por t..

-Mike, dios yo...-James se había apartado sonrojado. Su rostro estaba ardido, sus ojos azules abiertos de la impresión. Había olvidado completamente que su amigo estaba a su lado. Joder, estaban haciendo un papelón. Los ojos celestes de Fassbender estudiaron la cara del escocés y paso saliva, antes de desviar la mirada. 

-...Por todo y...

-Mike, no tienes que irte...-se obligó a decir Anne, se sintió orgullosa de lo segura que salió su voz. Estiró su mano y tomó la muñeca del hombre, que al notarlo frunció inmediatamente el ceño luciendo confundido. La expresión de James no era mejor, un absoluto poema de quien no entiende nada. Anne tuvo que respirar hondo antes de animarse a soltar la mano ajena y llevar la suya directamente a ese bulto que había estado mirando toda la noche y que ahora estaba a la altura del rostro de ella y de su esposo. 

El hombre dio un salto de la impresión y rápidamente le sujeto la mano para detenerla. Los ojos celestes miraron inmediatamente a James, que lucia como quien no entiende nada de lo que pasa. Miraba fijamente la mano de su esposa que acababa de acariciar el bulto de su mejor amigo. Eso debió darle celos, molestarle, cabrearle... pero en vez de eso sintió sus venas quemando. Joder, la simple idea le había excitado. Sus ojos finalmente se conectaron con los de Michael, era obvio que el mayor lucia avergonzado, incomodo. Era la tercera parte en discordia en medio de un matrimonio. Tenía miedo de que el escocés se levantara y le golpeara con todas sus fuerzas, y mandara su amistad al demonio. Joder, joder, él en ningún momento le coqueteó a Anne, pero no sabía si James iba a creerle. Mierda...

El menor se relamió los labios, y luego tomó la mano de su esposa, aun sujeta por la de Mike, y la llevo de nuevo a la entrepierna ajena, por un segundo rosó con sus dedos la tela del pantalón, sintiendo lo firme que era el bulto debajo. Un jadeo se escapó de sus labios junto con un suspiro por parte de Michael. Joder, un hombre heterosexual y con esposa, como él, no debería tener tantas ganas de tocar ese bulto. La chica no dudo, y comenzó a masajearle suavemente, sintiendo como de a poco el bulto se endurecía en su mano. Lo más emocionante era que su otra mano aún tenia sujeta la virilidad de James, que había dado un brinco de genuino interés ante lo que pasaba. 

Michael no sabia que debía pensar de todo esto, joder, la esposa de su mejor amigo le estaba manoseando el pene. Sus ojos no se apartaban de los del menoro, esperando que en algún momento saliera del trance y le echara de allí pero lo único que podía ver era una extraña ansiedad. Jadeó al ver como James se mordía los rojos labios, mirándole como si Mike fuera la ultima gota de agua del mundo. Joder ¿James le estaba mirando con anhelo? ¿James le deseaba? La simple idea hacía que su corazón se acelerara, su rostro ardió cuando la chica le bajó un poco los pantalones y su virilidad no tuvo la menor vergüenza en salir de un brinco. Joder, estaba sumamente caliente. 

Finalmente los ojos de James se apartaron de los suyos y fueron a parar directo a su verga. Lo vio relamerse los labios y un cosquilleo subió por su espalda. Seria tan fácil en ese momento moverse un poco y empujar su virilidad contra esa roja boca, hacer que su glande jugara contra esos labios húmedos, obligarla a abrirse y... No, no podía hacer nada de eso porque Anne estaba besando a su esposo con mucha hambre, mientras sus manos continuaban acariciando las dos virilidades. El irlandés no sabia como proceder, estaba quieto, simplemente dejaba que la chica masajéara su pene con ganas. Definitivamente no había esperado que la noche terminara así. 

Cuando Anne se detuvo los dos hombres gimieron en protesta y la chica sonrió, mirándolos a ambos con una expresión de júbilo. Se sentía poderosa-¿Vamos al cuarto?-preguntó, levantándose lentamente. James saltó como si fuera un resorte y asintió. El bulto de sus pantalones tampoco se disimulaba, y la chica sólo se podía reír de como esos ojos azules parecían seguir shockeados por el tamaño de Fassbender. La pantalla y la realidad definitivamente no eran iguales. 

-Vamos-tomó la mano de su esposa y caminó rumbo a este. Michael había quedado estático, aun parado en su lugar, con el pene a fuera y jodidamente erecto, sin saber si la invitación lo incluía o no. Miró de reojo a la pareja, que se frenó al ver que no los seguía. Su cuerpo vibró al ver el hambre devoradora en los ojos de James-¿Vienes?-preguntó la voz insegura, con el acento marcado por el alcohol y la excitación. Michael les miró a ambos, Anne también lucia ilusionada. Se revolvió el pelo un poco incomodo, antes de acomodar el pene dentro de sus pantalones. ¿Qué carajos se suponía que debía decir? Joder, nunca se imagino hacer un trío, y mucho menos así... hubiera preferido estar más borracho. Que todos estuvieran más borrachos. Miró el vaso enfrente de él, apoyado en la pequeña mesa, pensó que eso podía solucionarse. Lo tomó y se lo bajó de un sorbo, sintiendo su garganta quemar. 

-Si-dijo sin mirarlos, luego de terminar. Anne dio un salto de gusto y arrastró a James a la habitación, que aún estaba como hipnotizado mirando a su mejor amigo. Finalmente en el cuarto, el hombre se concentró en su esposa. Joder, joder, no debía concentrarse en su mejor amigo. Debía concentrarse en su esposa, porque él era hetero, y Michael era su mejor amigo y él definitivamente no era gay. Simplemente le calentaba la idea de un trío. Era eso, era el trío... incluso hubiera sido mejor si fueran dos chicas. Sabía que se mentía a si mismo, pero bueno. Prefería pensar eso que pensar que le ponía muy caliente la idea de estar con otro hombre, y no cualquier hombre, la idea de estar con Michael. Dios, Michael que se veía tan jodidamente viril y masculino. Y no, no debía gustarle, le gustaba su esposa y el morbo de compartirla. Era eso, sólo eso. Morbo, morbo. En nada influían los músculos, el mentón, el aroma, la espalda, el culo, el pene, oh dios... no, no. Solo morbo. 

Con ese pensamiento empujó a Anne contra la cama, mientras se sacaba la remera. Se le arrojó encima y sus manos se apoderaron de los pechos ajenos, masajeándolos con ganas mientras su boca continuaba besando la de su esposa. Unos pasos en la puerta hicieron que la chica le apartara un poco y que sonriera al ver a Mike. Ella se acomodó mejor en la cama y estiró el brazo para invitar al recién llegado. James, por su parte, no quería ni mirarlo, no quería volver a sentirse caliente por el cuerpo de un hombre. Se limitó a hacerle lugar mientras se acomodaba del lado derecho de su esposa, besando su cuello con ganas e intentando bajarle el vestido para liberar sus senos.

-Ven Mike-repitió Anne, con un gemido escapando de sus labios al sentir la forma ansiosa en la que James había capturado uno de sus pezones. Finalmente Fassbender avanzó hacia la cama, y comenzó a levantarse la camisa, pero antes de quitarla miró a James. Había notado que el menor le evitaba, era muy obvio cuando lo conocía tan bien. Quizás no estuviera tan seguro, quizás no le agradara...

-James, ¿estas seguro de que...?-el escocés se giró, sin poder ignorarlo y gruñó bajo al ver su abdomen trabajado. Intentó borrar de su cabeza el pensamiento de lo sensual que sería pasear su lengua por ese plano abdomen... Anne podría hacerlo, sería erótico mirar. Se limitó a asentir, no quería hablarle ni quería verle, quería concentrarse en Anne. Estaba compartiendo a su esposa con otro hombre... joder, era tan morboso. Sintió un peso a su lado y levantó el rostro, justo para ver como su esposa era besada con delicadeza por Michael. Algo dentro de él gruñó, sin agradarle eso del todo. Bueno, era su esposa, debía ser difícil verla con otro. Era normal. 

-Oh dios, estoy muy caliente...-gimoteó Anne, separándose para quitarse el vestido. James se quitó los pantalones, notando la mirada de Michael directo en su trasero (¿debía sentirse orgulloso?), cuando sus ojos se cruzaron los dos se quedaron quietos, sin saber que hacer. Era un momento extraño, que no habían esperado, y aún no estaban en absoluta confianza. La mujer bufó al verlos-Dejen de comportarse como un par de críos. Estamos haciendo un trío, ¿los dos están de acuerdo?-los hombres la miraron y ambos le dieron la razón. Ella sólo acentuó la sonrisa-Dejen de mirarse como si esto estuviera mal, no se vuelven gays por hacer un trío...-terminó de bajarse el vestido y notó como la comían con la mirada. Oh, era maravilloso sentirse tan deseada. 

-Anne, ven... chupámela...-ronroneó insinuante, James. Ella sonrió y lo empujó en la cama, colocándose entre sus piernas y comenzando a devorarle la verga. Él gimió y sus ojos se clavaron de nuevo en Michael que no dejaba de mirar la escena mientras se quitaba los pantalones y se masajéaba un poco ese enorme pene. De pronto, el castaño no podía sacar sus ojos de esa imagen, de Fassy masajéando su virilidad, arrodillado en la cama, con sus músculos marcados. Estiró su mano casi sin pensarlo, sus deseos más bajos le guiaron en busca de esa virilidad, quería sentirla en su mano: firme, venosa, dura. Se dio cuenta lo que estaba por hacer cuando sintió la saliva más espesa, claro síntoma de desear “comer” algo. Joder, estaba babeando por eso. Se asustó al ultimo momento, joder, querer chupar un pene era muy gay. Cambió de rumbo, a pocos centímetros, y terminó tomando la mano libre del alemán y la llevó a los senos de su esposa. Sintió Michael temblar solo por el roce, el mayor había quedado ansioso, por un segundo pensó que James iba a tocarle, masturáarle. Pero no, lo importante allí era... Anne. 

Los ojos del irlandés no se apartaron de James mientras masajéaba ese par de pechos. Estudió su rostro sonrojado, su boca roja, húmeda, sus ojos azul oscuro por el deseo. De pronto su mano comenzó a bajar por el vientre de la chica, mientras sus ojos descendían por el vientre de su amigo. Imaginaba como sería tocarlo, más firme, más marcado, más masculino. Cuando su mano llego al monte de venus sus dedos tironearon la suave vellocidad, mientras sus ojos se clavaban en el mote de vellos oscuros y recortados de la entrepierna ajena. Desde su pose podía ver como la roja boca de Anne se tragaba ese miembro dejándolo húmedo, y sintió su boca salivar. Volvió a mirar a James, sus ojos se cruzaron, esta vez estudiándose con más deseo. El menor se mordió el labio y tomó el cabello de su esposa, haciendo que se tragara más su virilidad al tiempo que embestía contra su boca, gimiendo sin dejar de mirar a su amigo. Ese simple gesto pareció desatar a la bestia de Fassbender. Al segundo siguiente se había encimado sobre Anne, besando su cuello, masaéando sus pechos, refregando su bulto contra las nalgas de la chica. Necesitaba calmar ese deseo que se había desatado al ver a James gemir. Necesitaba calmarlo como fuera. No se animaban a tocarse el uno al otro, pero las ganas estaban allí, más que obvias. 

Michael le hizo alzar las caderas a Anne, dejándola casi en cuatro, no preguntó ni pidió permiso. Estaba muy caliente y si no metía su virilidad en algo pronto, iba a terminar jalando a James para que le comiera la polla. Y seguro se ligaba un golpe. Acomodó su pene contra la empapada vulva y de un sólo movimiento se deóo ir hasta el fondo. Anne jadeó contra la verga de su esposo, no se había esperado eso. El pene de Fassbender estaba partiéndole al medio, llegando a lugares sumamente profundos. Joder, ese hombre era un monstruo. Su boca se había relajado y sintió como James movía las caderas, follándosela. El pene de su marido rosaba su campanilla, generándole arcadas... se sentía tan llena y tan puta, y tan jodidamente bien.

James y Michael tenían los ojos conectados, en cada embestida que Michael daba, James se hundía en la boca de Anne soltando un suspiro o gemido. Joder, tener a Fassbender en frente, con el pelo pegado a la frente, los ojos ardiendo de deseo y esa pequeña sonrisa de placer era el delirio. Era la escena más jodidamente erótica que hubiera visto en su vida... Michael era el jodido dios del sexo. Anne gemía contra su verga, mientras él la tomaba de la nuca y la empujaba para que lo tragara mas profundo. Ni siquiera la estaba mirando, se había olvidado completamente que el morbo era compartir a su esposa. Allí no había ningún morbo, allí estaba Fassbeder, erótico, sudado, y James daría lo que fuera por que la boca que se comía a su pene fueran esos delgados labios. Pero eran solo fantasías, simples fantasías, él no era gay.

Anne hizo un movimiento inquieto, ya que en la posición en la que estaba le costaba atender su clítoris como quería, se quejó raspando ligeramente con sus dientes el pene de su esposo. Estaba sumamente excitada y quería llegar al orgasmo pronto, ni siquiera se había percatado de que los hombres casi ni le prestaban atención. Michael, al sentir el movimiento, desconectó sus miradas para observar las caderas de Anne. Una mano bajó para acariciar su clítoris logrando que la chica gimiera y ante el momento de excitación y placer se empeñara más en mamársela a su esposo. Mike subió su mirada a lo largo de esa espalda hasta que llegó a los rubios cabellos que la mano de James tironeaba con suavidad. Dudó sólo un momento, antes de estirar su otra mano, llevándola también al cabello de la chica. En un movimiento, que resultó bastante natural, sus manos se buscaron y enredaron sus dedos. Sus ojos volvieron a conectarse, celeste versus azul. El pelirrojo apretó la mano ajena, con fuerza, mientras aceleraba el ritmo de sus embestidas. Abrió su boca, jadeante, excitado, apretando cada vez con más fuerza la mano de James, sintiendo como el otro le apretaba en respuesta.

Ni sus manos ni sus ojos se despegaban. 

Anne gimoteó, sintiendo su cuerpo atravesado por el orgasmo, y sus manos se crisparon contra la cama. Mike aprovechó para moverse cada vez más rápido, sus ojos no se apartaban de James viéndolo tan sensual, con los labios rojos babeantes de gusto, los ojos entrecerrados que se esforzaban por no dejar de mirarle, el cabello arrebolado y transpirado. El rostro mismo del pecado. Tan sublime. Se mordió los labios y sus caderas se agitaron. De pronto sólo podía pensar en que estaban ellos solos, James exactamente con la misma expresión, o más placentera aún, deshecho y con las piernas abiertas, dejándole hundirse en su interior. Oh dios, quería follarse a James, quería hacerlo, quería desesperadamente hundirse en él y sentirlo gemir debajo suyo, y abrazarlo, y besarlo, y masturbarlo y sentir como se venía entre sus vient... Ohh, dios. Cerró los ojos y jadeó, su cuerpo vibró, y su mano sujetó la cadera de Anne para darle con más fuerza, clavándose bien hondo dentro de ella, derramándose de su interior. Dejó escapar el aire con fuerza mezclado con un gruñido, entreabrió apenas los ojos y contempló a James que lo miraba como embobado. Sus manos se apretaron con mas fuerza, como si James quisiera calmarle, Mike regularizó de a poco la respiración sin dejar de mirarle. 

El escocés no había dejado de mover la cabeza de Anne, su mujer ahora mostraba menos empeño una vez que ella había acabado. Le estaba costando un poco acabar, Michael viniéndose había sido sumamente sensual, pero se había distraído tanto pensando que era tan hermoso que no se concentró en su propio placer. Gruñó algo fastidiado, moviendo más rápidamente las caderas, sintiendo a Anne gimotear atragantada. Se mordió el labio, algo desesperado, sin dejar de mirar a Mike, que de pronto sonreía algo divertido. Sonreía coqueto, ladino, jodidamente sexy. 

Michael se movió, acercándose un poco, se inclinó hacía el frente y una de sus manos fue a parar directamente a los pezones del castaño. Lo presionó y retorció, sintiendo al más chico gemir y retorcerse. La mano de James quiso apretar la suya pero él la soltó, y la llevo a la base de su pene, donde Anne no podía cubrir con su boca. Sólo basto con dos movimientos lentos, masturbándole cuando la boca le soltaba, de ponto James se estaba estremeciendo, arqueándose completamente. Una de las manos del castaño aterrizó sobre su hombro, clavándole las uñas con fuerza. 

El cuerpo del menor vibóo, se vio obligado a cerrar los ojos, se sujetó de los hombros ajenos, y jadeando se dejo ir. Su simiente embarró la boca de su mujer, y parte del rostro. Se sentía tan sensible, tan enloquecido por el orgasmo. La mano que jugaba con su pezón se deslizó por sus hombros hasta llegar a su nuca. Se dejó jalar por ella y entreabrió los ojos, su aliento chocaba directamente con el mentón de Mike. Lo tenía tan cerca y esos ojos celestes aun brillaban divertidos y excitados. Era tan hermoso. Se dejó caer y terminó gimoteando contra el cuello ajeno, aspirando su aroma, sintiéndose atontado por el olor de esa deliciosa colonia. Mike olía tan rico. Respiró agitado contra su pecho, dejando la frente apoyada en su hombro, mientras sentía la mano en su nuca jugar con su cabello. Dios, podría quedarse allí para siempre.

Entreabrió los ojos y vio a Anne, recostada en medio de sus cuerpos. La chica se había apoyado en su muslo y también parecía querer recuperar el aliento. El rostro lo tenía embarrado de semen, su semen. Su esposa. Cerró los ojos de nuevo con pesades, conteniendo un suspiro de placer al sentir la mano de Mike acariciar su espalda. Él y el irlandés no tenían problemas con el contacto físico, pero en ese momento lo sintió incorrecto, como si fuera una infidelidad. Quizás por como fantaseo que sólo estaban ellos dos. Dios, él no era gay. Todo esto era puro morbo. 

Se apartó, dejándose caer en la cama. Mike le miró curioso, pero James prefirió hacerse el tonto y se quedo mirando a Anne que ahora había levantado el rostro y le sonreía algo tímida. Él le sonrió de vuelta y le acarició el cabello. De pronto la chica supo que había hecho lo correcto. 

Se giró apenas, para mirar a Mike que les observaba a ambos. Parecía algo fuera de lugar en ese momento. El hombre se estaba levantando, y ella giró en la cama para mirarle-¿Quieres quedarte a dormir? El cuarto de invitados esta preparado-comentó, tomando una sabana para tapar un poco su cuerpo ya que le empezaba a hacer algo de frió. Mike miró a James pero él sólo miraba a su esposa, suspiró y se levantó. 

-Creo que mejor me ire, tengo que volver a casa y...

-Esta frió para ir en moto, no nos molesta que te quedes ¿verdad, James?-el castaño finalmente enfrentó a su amigo, sintiendo sus mejillas arder ligeramente. Se repitió a si mismo que él no era gay. Que todo eso era morbo. No tenía que mostrarse incomodo, Fassy y él eran amigos. Estas cosas solían pasar entre amigos, no los volvía gay ni mucho menos cambiaba su relación.

-Para nada, mañana podemos ir a desayunar algo-intentó sonar lo más casual posible. Notó como Michael apretaba los labios un segundo antes de sonreír.

-Tengo cosas que hacer. En otra ocasión sera-se levantó sin más. Aunque se sentía tentado a quedarse sabía que lo mejor era irse. Todo eso había sido un arrebato y no sabía como reaccionarían los otros dos al día siguiente. Quizás hasta estaban algo molestos, ahora estaban felices por las endorfinas y el alcohol, pero mañana, calmados... apretó los labios mientras se ponía su ropa interior. No quería enfrentar eso. Se terminó de vestir, acomodándose la remera y se calzó.

-Acompáñalo a la puerta James-comentó Anne, acomodándose en la cama, abrazando la almohada. El escocés hizo fiaca un momento, perezoso, pero finalmente se levantó. Solamente se puso unos bóxer y luego comenzó a caminar detrás de Mike que había ido a la sala a buscar su campera. Esperó a que se la colocara, mientras él buscaba las llaves de la casa. Abrió la puerta y le sonrió algo cansado mientras Mike se apresuraba a salir. Se quedaron parados en la entrada, enfrentados. De pronto ambos estaban algo incómodos. Cuando sus ojos chocaron James sonrió nervioso, sin saber que decir. Mike se revolvió el pelo de la nuca y sonrió tímidamente.

-Estos es... raro-comentó el irlandés, mordiéndose un poco el labio. James asintió riéndose también. Su sonrisa parecía iluminarle el rostro, se veía guapo después del sexo-Bueno, sera mejor que me vaya...

-Em, si...-el menor se apartó el cabello de la cara y soltó aire despacio mientras le miraba. Ambos sabían que debían despedirse pero ninguno se movía, sólo se miraban sin saber que hacer. Estaban algo nerviosos, sin saber como actuar en esa situación. Era algo inusual y sabían que ninguno estaba molesto, pero... todo era tan raro. Normalmente estaban tan cómodos el uno con el otro, pero ahora ninguno sabia que decir o como actuar, ninguno quería hacer algo incorrecto. Cuando sus miradas volvieron a enfrentarse ambos se rieron y James finalmente chasqueó la lengua-Bueno, em... nos vemos, ten cuidado con la moto-estiró su mano para palmearle el hombro a modo de saludo, pero chocó con la mano de Fassy que la había estirado para despedirse con un apretón.

Los dos se miraron algo asombrados por la inusual descordinación, se sonrojaron un poco y volvieron a reírse para aligerar el momento. James se mordió el labio y volteó el rostro. Joder, ¿que carajos les estaba pasando?-¿Segundo intento?-preguntó la voz bromista de Mike, queriendo que ambos se relajaran. Él le miró de reojo y sonrió antes de asentir. Esta vez se estiró hacía el frente para abrazarle y apenas logró rodearle el hombro cuando sintió el puño del mayor chocando contra su hombro de manera fraternal. Volvieron a apartarse, sonriendo de nuevo incómodos. Okey, eso se estaba alargando más de lo esperado. James sentía el corazón acelerarse a cada segundo. ¿Por qué los dos estaban actuando tan extraño?-Bueno esto es...

-Incomodo-terminó James, soltando una suave risa y despeinando un poco su cabello. Se miraron fijamente a los ojos, viendo quien daba el nuevo paso. Finalmente Michael suspiró y se inclinó. Prefirió ignorar lo rápido que latió su corazón ante el acercamiento, simplemente se armó de valor y le dio un sonoro beso en la mejilla, presionando sus labios delgados contra la blanca piel. James se quedo estático, mirando atento al pelirrojo que se sonreía un tanto nervioso mientras se apartaba caminando marcha atrás.

-Sera mejor que entres, vas a helarte-alzó las cejas mientras seguía caminando hacía atrás. Finalmente se giró, yendo hacía su moto y poniéndose el casco. Ya era hora de volver a casa, era tarde, y mañana tenía que entrenar.

James se había quedado congelado en la puerta, aún sintiendo la sensación de esos labios en su mejilla. Vamos que no era la primera vez, pero casi lo había visto en cámara lenta, inclinarse, cerrar de a poco los ojos, besarle con suavidad, y apartarse. Cada minúsculo detalle. Dio un paso atrás, cerrando la puerta y se giró apoyándose en esta. ¿Por qué carajos el corazón le latía tan rápido? Él no era gay, él no era gay, a él no le gustaba Michael. Ellos eran solo amigos. Él no era gay. Se tocó la mejilla y soltó un suspiro. Era un simple beso, ya lo habían hecho e broma antes. ¡Era un ridículo beso en la mejilla! No debía hacer drama. 

Empezó a caminar rumbo a la habitación, en cada paso se repetía a si mismo que él no era gay. Él no podía ser gay ¿verdad? Entró a su cuarto y se quedó en la entrada mirando a su esposa recostada en la cama, apenas envuelta en la sabana, viéndose tan bella. Ella le sonrió adormilada y James la miró con atención antes de morderse el labio. No, definitivamente él no era gay. A él le gustaba Anne, Anne era... tan simpática, y alegre, y encantadora. Y era su esposa. Y él la amaba. Él no era gay, todo lo anterior había sido el morbo. Simple morbo.

Sonrió y camino rápidamente a la cama, recostándose a su lado y envolviéndola entre sus brazos. Él era feliz con ella, más que feliz. Tenía una vida estable, con su hijo, en su hogar. Todo era perfecto.


**


Al día siguiente, la mañana había sido normal, durante el día ambos habían estado muy relajados. Habían pasado tiempo como familia, fueron a comer a fuera, anduvieron paseando y finalmente volvieron a casa. Anne estaba emocionada, de nuevo todo lucía perfecto. Y quería que se mantuviera así, completamente perfecto y feliz antes de que James tuviera que volver a viajar por trabajo. Quería aprovechar ese tiempo en que James estaba “en pausa”, libre del teatro y asistiendo de cuando en cuando a alguna premier. Luego se iría de nuevo para América y no se verían por un tiempo. Una vez que empezaran a filmar X-Men, luego estaban las entrevista, las promociones, las premiers... y quedaba menos tiempo. Estas eran sus minis vacaciones para estar juntos. ¡Tenían que aprovecharlas y superar todos su problemas!

Dejó que James acostara a Bren y se fue rápidamente al cuarto a ponerse un conjunto sexy, queriendo aprovechar la “inspiración” del día anterior para continuar con la rutina. Había leído en algún lado que el sexo había que hacerlo todos los días para no perder la costumbre... se acostó en la cama con un sexy conjunto rojo. Cuando James entró la miró con una sonrisa coqueta y en pocos minutos ambos terminaron en la cama, enredados. 

Minutos después, Anne suspiró mientras James movía la mano erraticamente sobre su virilidad intentando conseguir que se endureciera. La chica se acostó mirando el techo. No había esperado que pasara eso. Se suponía que debían estar más que animados.

-¿Quieres ver una porno?-preguntó, mirando de reojo como su esposo parecía cada vez más frustrado. La pregunta le hizo detener el movimiento y miró a la chica con curiosidad. Luego arrugó la nariz.

-No realmente-comentó, y se acostó al lado de su esposa. Ambos se quedaron callados mirando el techo sin saber que hacer. Tras varios minutos de silencio, James la miró de reojo-¿Que opinas del pene de Michael?-la chica abrió los ojos asombrada, aún mirando el techo, y evitó girarse aunque miró de reojo a su esposo. James también miraba el techo, intentando verse casual. Al no obtener respuesta carraspeo-Es decir... es grande ¿verdad?

Anne se mordió el labio, sin saber si darle la razón o si eso iba a herir su ego-Es... un poco excesivo-dijo, aun mirándole de reojo. Vio como James cerraba los ojos y alzó la ceja.

-¿Verdad que si? Es como... enorme-soltó una risa nerviosa y apenas volteó el rostro para mirar a Anne-¿Te gusto...?-se sonrojó un poco y se mordió el labio-Ya sabes... ¿tenerlo dentro?-las mejillas de la chica ardieron, pero no paso desapercibido para ella la forma en la que los ojos de James brillaban. Esa mirada era demasiado expresiva.

-Fue interesante, pero te prefiero a ti-comentó, estirando la mano para acariciar su pecho. James había fruncido ligeramente el ceño.

-Pero él es más grande...-continuó, como sin querer abandonar el tema. La chica se rió y se encogió de hombros.

-Si, pero... es incomodo, hace doler un poco. A mi me gustas tu-la mano de la chica empezó a bajar rumbo a la virilidad de su esposo, pero tristemente comprobó que aún no había reacción.

-Bueno, pero si te hacía doler era por que seguramente te abría toda y llegaba hondo y...-Anne sonrió. ¿James quería hablar sucio?

-Si me abría entera... me encantaba estar tan abierta. Era completamente delicioso, me gustaría que tú en este momento me estuv..

-Si te abría tanto es porque la tiene grande-retomó el tema el menor, haciendo que Anne rodara los ojos y suspirara algo fastidiada. Ya no sabía a donde iba esa conversación, a la mierda... iba a ser sincera, que se joda el ego de su esposo.

-Si, la tenía enorme, durísima, venosa, se sentía como si me partiera al medio con tremendo apar...-y de pronto el pene que estaba en su mano se endureció. La chica se quedo estática, pero no perdió la oportunidad para comenzar a acariciarle. Bueno, mientras pudiera iba a aprovechar. El fin justificaba los medios. Daba igual si tenía que pasarse toda la noche hablando de como era follar con Michael, ella iba a aprovechar para hacer el amor con su esposo.

Dios, James tenía fetiches cada vez más raros.

Notas finales:

Okeeey, estoy como re insegura con esto. Quiero plantear una historia lo más natural posible (sin hacerla muy larga tampoco), donde tenemos la pareja, sus inseguridades y las inseguridades de los caballeros aqui presentes. Realmente no se si lo estoy logrando, quizas les aburra antes de llegar al punto... xD eso es lo que me pone más nerviosa, que se les vuelva denso. En este capitulo, originalmente, casi ni se tocaban por pura paranoia de que no querían volverse gays... pero me imagine que iban a querer escupirme en la cara jaja De momento quedo asi, y me gusto, un acercamiento aunque nada concreto. Espero les haya agradado.

En fin. Adelanto:

Anne bufo y se levanto algo fastidiada-¡James! ¡¿Podemos tener sexo una maldita vez sin tener que hablar del maldito pene de Michael Fassbender?!

Por cierto, si, Pocky tiene un fetiche con el pene de Michael, y se lo agranda más de lo que es incluso xD

En fin, besitos. ¿Comentarios?


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