Abrió y cerró la puerta bruscamente, venía cabreado, como siempre.
- ¿ Te han dicho que el enfando hace aparecer arrugas?
- Calláte, pedazo de inútil.
- Chanyeol, debemos, mejor dicho deberías parar.
Se acercó lentamente a mí, sus ojos ambar brillaron burlonamente al igual que sus labios, al ser delineados por su lengua.
- ehhh ?, ¿ Desde cuando tienes poder en mí, querido Hyung?- Rió apartandose por un rato.
Quitó rápidamente su gorro, acto seguido volvió a acercar su rostro con una expresión fría y seria. Está muy enfadado.
Al estar yo sentando en el sofá, él tuvo que agacharse para estar a mi altura, así que pude ver sus claviculas através de la camisa blanca y roja que llevaba. Antes de darme cuenta el ya me estaba besando, su lengua no pidió acceso simplemente entró bruscamente y la entrelazó con la mía.
-Chan- mnh.. Chan-ah-yeol- para -le supliqué.
-Hyung, ¿ Qué pasa? Pensaba que esto era lo que te gustaba, ¿ O lo preferías cuan eras el seme* ?- Seguía sin perder el tono de burla.
Mientras el silencio permanente era roto por nuestros chasquidos y jadeos, el me tumbó, a la vez que se sentaba arriba apoyando sus manos y rodillas. Su cuerpo estaba impregnado de un aroma dulce, atractivo, pero no era el olor de Chanyeol.
-¿ Con quién te acostaste?- Le pregunté con voz seca.
- No te importa- Soltó indiferente.
-Estoy harto, no puedo seguir con esto, ¿ Por qué lo hacemos ? No somos unos críos, debemos madurar y dejar de depender del cuerpo del otro, ya no quiero hacer esto...- Trataba de convercerlo, intenté llevar una mano a su mejilla, pero el gritó.
-¡ No me toques !¡¡ Fuiste tú el que empezó con lo toqueteos, no me vengas ahora después de cinco años que no lo quieres!!-
- ¡¡Y qué más da si tú lo único que quieres es sexo,teniendo a tantos y tantas detrás tuya qué importa si dejas al menos uno!!-
Su cuerpo empezó a temblar ligeramente, y acabo por sentarse completamente en mis muslos. Me levanté con él aún encima, lo mire.
Nuestros cuerpos empezarón a pintarse por las sombras, al dejar de ser iluminados por el sol. Estaba anocheciendo, entoncés me acordé, de la manera a la que llegamos a está vieja casa.
Sus padres estaban siempre discutiendo, sus amigos se aprovechaban de él, sus notas eran malas, su comportamiento era extraño, una persona alegre que siempre estaba riendo pero que siempre evitaba destacar, aunque como cualquier niño quería atención, así que paso a ser un chico problemático, que en lugar de ser aprovechado, se aprovechaba de los demás.
Creo que nos conocimos cuando yo tenía diéciseis y él trece, lo ví escondido en un estrecho rincón, llevaba el uniforme del instituto con la mochila en el suelo y todo lo que había dentro esparcido en el suelo, la comisura de su labio sangraba y su ojo estaba hinchado, en general estaba hecho un desastre, cuando me acerqué y le pregunté que le pasó no contestó. Así que lo lleve a mi apartamento y lo cure, en ningun momento habló, sin embargo, por alguna razón me sentí atraído por aquel problema de pelo oscuro y piel pálida. Aún me hace gracia el susto que me lleve cuando fuí a la cocina y al volver ya no estaba, casi grito, por suerte llegué a ver la nota que dejó a tiempo, que decía un simple gracias.
Desde entonces, nos empezamos a encontrar con más frecuencia, hasta que pasarón un mes, dos meses, así un años como dos, a la vez que nos acercabamos y nos contabamos todo, por lo que finalmente decidimos irnos. Claro que no fué una fuga, fuí a hablar con sus padres nada más cumplir los diéciocho y ellos firmaron sin apenas leer para dejarlo a mi cuidado.
Vivimos unos meses en mi apartamento, hasta que compré una casa antigua, en un lugar algo alejado de la ciudad, pero lo suficientemente grade y bonita, apesar de que se fueron mis ahorros de tres años, fuimos felices, también era conscientede que trendía que trabajar el doble para mantener a Chanyeol, sus estudios y los míos. Quién diría que se convertiría en un modelo apenas cumplir los diéciseis.
La razón por la que acabos así fue porque... Simplemente me emborraché, ese día cumplí diecinueve y Chanyeol tenía quince, era la primera que bebía, después de haber aprovado todos los éxamenes, fuí practicamente obligado por mis amigos y me dejé llevar.
Al llegar, el aroma de nuestro hogar invadió todos mis sentidos, miré la casa, tenía dos pisos, abajo estaba el salón con un sofá y dos sillones, delante de ellos un televisor, estaba también el baño y la cocina, arriba había tres dormitorios, quizás porque había bebido empecé a recordar todo, perdí a mis padres poco antes de conocer a Yeollie y me las apañé para que no me enviarán al orfanato, afortunadamente tenía la edad sufuciente para hacer algunos trabajos.
Entre las monocramas imágenes que hiban pasando por mi mente, ví a Chanyeol durmiendo en el sofá con un libro de literatura encima de su cara, me acerqué y le quité el libro, tenía un rasguño en la mejilla, apesar de haberme prometido mil y una vez que no se metería en peleas, él lo seguía haciendo, sus notas por suerte subieron bastante y se estaba haciendo muy popular, y no me extraña con ese rostro, con sus ojos grades y rasgados, su fina nariz, sus pequeños labios enrojecidos, su pálida y perfecta piel, su pelo oscuro alborotado y su cuerpo atlético. No sé fué el efecto del alcohol o de la noche, pero recuerdo haberle besado, primero un pico, después dos y entre ellos uno lento y largo, después recuerdo los ojos de Chanyeol abrindose bruscamente pidiendome que parara, un " yo" que no lo hizo, le subí la camisa y le acaricié el abdomen, pellizqué sus pezones, después los lamí, los jadeos y gemidos de Chanyeol me exitaban más, no recuerdo mucho más,solo imágenes distorsionadas de Chanyeol, su pequeño cuerpo, sus lágrimas y sus " Hyung, para por favor".
A partir de allí los dos nos ingeniamos para hacerlo muchas veces, las mañanas siguientes Chanyeol siempre lucía indiferente, como si la noche anterior nunca hubiese existido, sin embargo, ahora ya no me sonreía, ya no véiamos películas los viernes y sábados por la noche, dejamos de celebrar nuestros cumpleaños, le dejé de llamar Yeollie, Chanyeol dejó de estar en casa durante más y más tiempo, y yo solo me quedaba adentro llorando, culpandome de todo lo que hice y búscando alternativas, pero nada cambió.
Chanyeol quien había empezado a destacar en su trabajo, se convirtió en un modelo muy demandado, aún así venía al menos una vez cada tres o cuatro días por la noche y lo hacíamos de nuevo, tampoco recuerdo cuando cambiamos de posición, con él encima mía, pero no es como si hubiera resistido.
¿Por qué tuvo que ser así? Solo quiero estar contigo, no quiero que volvamos a estar en esa oscuridad en la que estuvimos antes de conocernos, estamos comitiendo el mismo fallo. ¿ Chanyeol es que acaso no te das cuenta?
Después de haber terminado Chanyeol se fué de nuevo, no dijo un adiós ni me cubrió con una manta, solo se fué. Desde la ventana del frente podía a ver la silueta de Chanyeol perdiendose entre la calle, sin embargo una farola se apagó, impidedo que lo viese, luego unas cuántas más se apagaron hasta doblar la esquina. Derramé unas cuantas lágrimas.
Entoncés como si fuese irreal ví una nota, me incorporé rápidamente, y la leí.
" Pensé en ponerte un discurso, luego una sola palabra, pero decidí decirtelo sin rodeos.
No volveré más."
¿ Cuánto te convertiste en un chico tan frío, que no sabe decir un hola, gracias o adiós ? ¿ Así que acabamos de esta manera ? Se nota que es la realidad y no la historia que me imaginé que viviríamos, en estar junto para siempre, suena tan estupidamente rídulo si lo pienso ahora.
Dí un suspiro y me pregunté por ultima vez si algún día nos volveremos a ver.
A fuera las estrellas brillaban, las pétalos de las flores de cerezo caían como la primera vez que vinimos a esta casa y nos pusimos a ver la película de El viaje de Chihiro.