Hueco Mundo
La situación en hueco mundo era crítica.
A lo lejos, los tenientes se encontraban lidiando con sus propias peleas y miraban la escena con impotencia, incapaces de ayudar a Ichigo o a sus capitanes; quienes todavía buscaban la forma de librarse de los Espadas para socorrer a su capitán comandante, el cual permanecía inerte en el árido terreno del desierto.
—Garganta. —Pronunció Ulquiorra, y el suave movimiento de sus manos hizo el resto.
Enseguida comenzó a abrirse un gigantesco vórtice frente a Aizen, quien se encontraba acompañado por Gin y Tousen; pero esta vez era muy parecido al que utilizaban los Shinigamis, y la diferencia los hizo palidecer al instante.
— ¡Deténganlos, van directo con el rey espíritu! —Gritó Ukitake, pero antes de que pudiera moverse para atacar uno de los Espadas se colocó frente a él, desplegando su potente reiatsu para aturdirlo.
— ¿No hacía falta que creara una llave? —Susurró Kyoraku, completamente indiferente a la presencia del Espada.
—Aizen consiguió que ese hollow pudiera crear una conexión con el Reino. —Aclaró Mayuri señalando a Ulquiorra, quien aún conservaba a Ichigo en su poder.
—No deberían distraerse tan fácilmente… —sugirió Barragan, lanzando a su fracción contra los Shinigamis, pero ellos lograron esquivarlos y fueron directamente contra Aizen.
—Vayan adelante, yo los detendré. —Explicó Gin con tranquilidad, pero antes agarró a Tousen y le dijo—: ¡Espera!, tengo curiosidad, ¿cuando peleas cómo sabes en dónde están los demás?
—Permanece con vida, Gin. —Ordenó Aizen y dio la vuelta para ingresar al vórtice, mientras que Tousen le dio un golpe en la cabeza a modo de respuesta antes de irse.
— ¡Por nada! —Gritó Gin una vez cerrado el portal—. Par de ingratos…
—Secretario Ichimaru —interrumpió Ulquiorra—, me parece que tiene obligaciones que cumplir.
—Tú también, Ulquiorra —Gin lucía una ligera sonrisa que cambió de inmediato por una mueca burlona—. Cuida bien al principito, aunque juraría que ya no es necesario…
Gin dio la vuelta justo a tiempo para frenar a Ukitake, entrelazando su espada con las de él, Kyoraku trató de ayudarlo pero Starrk se interpuso en su pelea.
—Por alguna razón que permanece desconocida para mí, Aizen-sama desea mantenerte con vida. —Explicó Ulquiorra a su cautivo, lo miró con desdén y lo dejó caer a la arena del desierto—. No podemos hacerte daño, así que estás a salvo aquí.
— ¿Siempre sigues sus órdenes? —Espetó Ichigo mientras se levantaba del suelo, sus pies apenas se hundieron en la arena debido al impulso que tomó para lanzarse contra Ulquiorra, aunque su debilidad hizo que cayera de rodillas. Sin embargo, volvió a levantarse.
— ¿Pensaste que podías salvar a los Shinigamis y derrotar a Aizen al mismo tiempo? ¿En ese estado? —Respondió Ulquiorra colocando una mano en la funda de su espada.
—No quedan muchos Espadas, sólo debo derrotarte para ir por Aizen. —Ichigo dio un rápido vistazo a su alrededor para darle a entender sus palabras; Ulquiorra observó a Starrk y a Harribel, a lo lejos sintió el reistsu de Baraggán junto al de Nnoitra y en el interior de palacio percibió débilmente a Grimmjow.
<<Grimmjow>> pensó Ulquiorra por un segundo, pero antes de averiguar lo que había pasado con él, debía poner a prueba a Ichigo.
— ¿Te parece relevante? —Utilizó sonido para colocarse junto a Ichigo y derribarlo de un solo golpe en la nuca con la empuñadura de su espada—. Ni siquiera tienes suficiente poder para enfrentarme, estás defendiendo una causa inútil para favorecer a una raza condenada a la extinción.
— N-no lo entenderías —respondió después de limpiarse la sangre de la boca—, tú no conoces otra cosa más que vivir arrodillado, sometido a las absurdas órdenes de Aizen. Esto va más allá de una raza, también es cuestión de orgullo.
—El orgullo no es válido para un simple subordinado… —Ulquiorra se acercó a patearlo pero Ichigo esquivó el golpe, levantándose de golpe— Aizen-sama te ha declarado príncipe y debo respetarlo, pero si decides rebelarte tendré que acabar contigo.
—Hazlo, prefiero morir antes de seguirle el juego a Aizen. —Ichigo se colocó en posición de ataque.
—Tuviste una oportunidad y no puedes negarlo. —Ulquiorra desenvainó y el resplandeciente filo de su espada brilló con intensidad ante una nueva pelea—. Te declaro incompetente para el puesto que te había sido asignado.
Ulquiorra se detuvo unos momentos para observar a su rival, y supuso que sería una victoria fácil, rápida y un tanto amarga: Ichigo se encontraba débil, respiraba con dificultad, sus ojos no lograban enfocar adecuadamente y el temblor en sus piernas delató sus problemas para mantenerse de pie; sin embargo, estaba sujetando el mango de su espadahasta que sus nudillos perdieron color, sus pies se plantaron en el suelo con firmeza y el brillo de sus ojos mostraba la determinación que Ulquiorra tanto aborrecía.
Ulquiorra avanzó para iniciar el combate, algo que Ichigo apenas pudo resistir gracias a su espada, pues emitió suficiente reiatsu al hacer contacto contra Ulquiorra. Justo en ese momento pareció percatarse de lo mucho que le había afectado perder su energía a manos de Aizen, estaba tan débil que solamente el hecho de permanecer de pie y evitar ser asesinado por Ulquiorra era una verdadera hazaña.
Ulquiorra inició varios movimientos laterales contra él, quería degollarlo y terminar la pelea lo más pronto posible, a lo que Ichigo respondió esquivando cada una de sus estocadas. En ese punto se encontraba defendiéndose, y aunque lograba evitar heridas profundas que podrían ser mortales, la tenacidad de Ulquiorra encontraba la manera de hacerle suficiente daño. Corte tras corte, Ichigo sintió cómo su cuerpo comenzaba a cubrirse de sangre, y la intensidad de su pelea solamente aceleraba el proceso.
Sus fuerzas comenzaron a abandonarlo, sus ataques eran cada vez menos certeros y cada bocanada de aire amenazaba con hacer explotar sus pulmones; sin embargo, el sonido de las peleas a lo lejos y los gritos de sus compañeros lo animaban a continuar, por lo que renunció a rendirse. El ardor de la pelea y su intenso sentimiento de responsabilidad estimularon su “reiryoku”, el cual reaccionó empezando a regenerar la energía que había perdido. De alguna forma logró empezar a atacar en lugar de defenderse, pero cada ataque era detenido o desviado por Ulquiorra, quien aprovechaba su descuido para provocarle más heridas.
La pérdida de sangre empezaba a debilitarlo y confundirlo, Ichigo se precipitó y lanzó un ataque a la cabeza, pero Ulquiorra tan sólo se agachó y tomó impulso para provocarle una herida en el vientre.
—Has derramado suficiente sangre. —Pronunció Ulquiorra, frenando la pelea repentinamente.
— ¿Qué, de qué estás hablando? —Ichigo se detuvo en seco, sudaba copiosamente y cada paso que daba le exigía un esfuerzo sobrehumano.
—Supuse que, al menos, preferirías morir con algo de dignidad. —Explicó Ulquiorra e izó su espada nuevamente.
Ichigo se encontraba cerca de su límite mientras que Ulquiorra había estado peleando con una de sus manos en los bolsillos, sin que eso afectara su rendimiento. Inmerso en la pelea, justo cuando Ulquiorra comenzaba a atacarlo con mayor ímpetu, Ichigo empezó a recordar todo lo que estaba defendiendo y era consciente de la gran responsabilidad que yacía sobre sus hombros.
<<Ya no es cuestión de orgullo, ¿qué pasaría con el mundo humano, la sociedad de almas, o incluso hueco mundo? ¿Y todos sus habitantes? >> pensó, ganando un poco más de fuerza y poder. Una voz comenzó a llamarlo desde su interior:
“¿Cómo, vas perdiendo tan rápido? Eres un maldito inútil, ¿no aprendiste nada con nosotros?”
<<Shiro, cállate>> pensó Ichigo, Ulquiorra se detuvo un momento para observarlo y reanudó la pelea con una estocada, Ichigo se hizo a un lado pero el filoso acero alcanzó su garganta; la sangre comenzó a resbalar por su piel mientras Shiro se fortalecía junto con él:
“Nos tienes a nosotros, estúpido, utiliza nuestro poder como uno solo. Pero tendrás que hacer algo que no te va a gustar…”.
Ichigo había decidido pelear sin usar la máscara para enfrentar a Aizen, sin embargo, subestimar a Ulquiorra podría costarle la vida, así que tomó medidas drásticas: su mano izquierda frente a su rostro y la derecha empuñando su espada, el deseo de ganar y la decisión de proteger a los suyos hicieron el resto… la máscara de hollow se materializó frente a Ulquiorra…
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<< ¿Tendrá poderes de hollow? >> Pensó Ulquiorra, con la clara intención de asesinar al Shinigami antes de comprobarlo.
Ulquiorra no advirtió el momento en el que Ichigo había comenzado a regenerar la energía que Aizen le había robado, pero supo distinguir la diferencia de inmediato: Kurosaki Ichigo, el desecho incompetente que hace unos momentos estaba completamente indefenso, ahora se encontraba peleando con fiereza contra él; poco a poco comenzaba a alcanzarlo en velocidad, puesto que su Sonido apenas podía superar el Shunpo del Shinigami sustituto; sus reflejos difícilmente lograban evadir los ataques del Shinigami mientras buscaba la manera de herirlo y defenderse al mismo tiempo
Pero en cuanto a fuerza, Ulquiorra seguía superándolo, ya que detuvo con facilidad el ataque frontal de Ichigo con las manos apoyadas en la hoja de su espada, luego bajó las armas y le dio una patada en el estómago.
—No eres más que escoria humana, aunque regeneres tu poder y muestres uno nuevo perderás la vida. —Ichigo respondió con un gruñido y siguió peleando, Ulquiorra frunció el ceño ante la actitud del Shinigami; no entendía su determinación para pelear y tampoco comprendía por qué las tácticas de Aizen para manipularlo se habían desmoronado.
—Voy a ganarte —dijo Ichigo, después recuperó más poder y sujetó su espada con firmeza—. ¡BAN-KAI!
<<Creí que no tenía suficiente fuerza para utilizar la liberación prohibida>> pensó Ulquiorra, dio la vuelta y comenzó a subir al techo del palacio, Ichigo lo siguió de cerca y al alcanzar la cima siguió con su ataque:
—Getsuga, ¡¡Tenshō!! —Ulquiorra contuvo el ataque con sus manos y después lo destruyó.
—Tu Getsuga es parecido a un cero, pero la diferencia de poder es abismal. —Explicó Ulquiorra, era la primera vez que Ichigo utilizaba el Getsuga Tenshō contra él, y aparentemente, no logró hacerle ni un rasguño.
—No, ¡no empieces con eso! —Ichigo volvió a ponerse en posición de ataque pero fue interrumpido:
—Escoria, si tanto deseas morir como un noble cumpliré tu deseo, abandona toda esperanza, olvida tus deseos de victoria. —Pronunció Ulquiorra con absoluto desprecio y continuó—: Resurrección… “Murciélago”.
El reiatsu de Ulquiorra se manifestó en forma de oscuridad rodeada por un resplandor verdoso, dispersándose como lluvia ácida, lacerando el entorno e inmovilizando a Ichigo, quien ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar ya que Ulquiorra se abalanzó hacia él mientras se transformaba: los estigmas de sus ojos se oscurecieron y se prologaron hasta alcanzar su barbilla, su máscara se convirtió en un casco con cuernos y su traje se adaptó para dar paso a las enormes alas negras que sobresalían de su espalda.
Ulquiorra lo tomó del cuello y lo lanzó con extrema violencia a la parte superior del palacio, Ichigo se impactó segundos después y una lluvia de escombros cayó sobre el techo del palacio, resbalando peligrosamente hacia los combatientes que luchaban a nivel del suelo. Ulquiorra no se detuvo ahí, cuando lo alcanzó lo colocó boca arriba y comenzó a asfixiarlo presionando su garganta con un pie.
—Tu sola existencia es una mentira, tu máscara de hollow te permite adoptar ataques y una forma característica de la raza; sin embargo, sigues siendo un humano y estamos en niveles diferentes de poder que no tienen comparación.
—N-no, no me digas que no puedo derrotarte. Sé que eres fuerte, más que yo, pero no… no significa que vaya a rendirme. —Espetó Ichigo, mirándolo con su retina oscurecida y el iris de color amarillo. Ichigo lo miraba con ojos de hollow, y Ulquiorra no podía soportarlo, por lo que presionó su garganta aún más fuerte hasta que una voz nació desde lo más profundo de su ser.
“Esta escoria te puede superar…”. Ulquiorra no dio crédito a lo que acababa de escuchar y se detuvo un segundo, Ichigo aprovechó para empujarlo, levantarse y empuñar su espada.
<<Es débil, patético, ¡un humano!, ¿cómo me va a derrotar un humano? >> pensó, dirigiéndose a “Murciélago”, el nuevo poder que había nacido en él tiempo atrás.
“Aún no has acabado con él, veo que su motivación no ha disminuido en lo más mínimo, tiene la esperanza de ganar la pelea”.
Era cierto, su poder aumentaba cada vez más y aunque seguía por debajo de Ulquiorra, era innegable la perseverancia del Shinigami por seguir peleando.
—Te niegas a soltar tu espada a pesar de la diferencia de poder, y aún crees que puedes ganarme, es demasiado ilógico. —Dijo Ulquiorra, pero su voz se convirtió en un alarido característico de hollow y notó una punzada en la cabeza que aumentaba de intensidad.
“Hazlo, libérame. Y te librarás de tus ridículas emociones para dar paso a tu nuevo poder”.
<<Esta escoria no lo vale>> respondió Ulquiorra y su dolor de cabeza se agudizó.
“Muéstrale el rostro de la verdadera desesperación, hazlo caer en un abismo de sufrimiento antes de terminar con su vida”.
—Shinigami sustituto, ex-príncipe de Hueco Mundo; permíteme mostrarte el rostro de la desesperación, serás testigo de algo que permaneció oculto incluso para Aizen-sama… Resurrección, segunda etapa.
Ulquiorra se vio rodeado mientras emanaba suficiente reiatsu de su cuerpo, extendiéndolo en la atmósfera; su propia oscuridad lo devoró antes de terminar su segunda transformación, extinguiendo la voz de “Murciélago” conforme se fusionaba con él.
Los cuernos sobresalían de su cabeza sin la necesidad de usar casco, sus ojos se volvieron verdes con el iris de un intenso color amarillo y los estigmas de su rostro se oscurecieron; tenía una cola bastante larga y flexible, las alas se volvieron más grandes, sus antebrazos estaban cubiertos de pelo y las uñas se convirtieron en garras; su hollow en la base del cuello se hizo más grande y el estigma de color negro que emanaba recorrió su pecho hasta fusionarse con lo que quedó de su traje, el cual adoptó la forma de un grueso pelaje que sólo cubría sus extremidades inferiores.
La fuerza de Ulquiorra se incrementó a tal grado de ser capaz de levantar a Ichigo en el aire sin ningún esfuerzo y azotarlo numerosas veces contra la construcción para magullarle los músculos, romperle los huesos y provocarle heridas internas. Conforme arrojaba a Ichigo podía utilizar sus alas o su cola para golpearlo, pero Ichigo seguía intentando pelear contra él.
— ¿El extraño comportamiento que muestras, tan ilógico, es obra del corazón? Entonces, por tu corazón perderás la vida… “Cero oscuras”.
Ichigo no pudo esquivar el ataque.
Sintió su piel partirse en pedazos mientras sus músculos se deshacían, su sangre pareció evaporarse en su interior, sus ojos perdieron la visión y su corazón… finalmente dejó de latir.
Ulquiorra se aproximó al cuerpo sin vida de Ichigo y exclamó sus observaciones en voz alta:
—El corazón, un invento humano producto de la imaginación colectiva de toda una raza, únicamente provoca dolor; los vuelve débiles y los lleva a poner en riesgo sus vidas.
Tanteó el reiatsu en el aire y sintió que los Shinigamis estaban llegando al límite de su fuerza, volvió a crear una lanza y se aproximó a la orilla del techo para observar las peleas desde lo alto. Si arrojaba una de sus lanzas terminaría con la guerra en Hueco Mundo, aunque cobraría la vida de los hollows que se encontraban peleando ahí; si disparaban un Cero oscuras podría tardar más tiempo, pero sería efectivo en algunos casos.
—Lanza del relámpago. —Pronunció Ulquiorra mientras juntaba sus manos para materializar una lanza con su reiryoku, su reiatsu volvió a caer como lluvia y esta vez lo dirigió a los combatientes, los hollows detuvieron sus peleas.
Ulquiorra levantó la lanza por encima de su cabeza y se encontraba buscando el lugar adecuado para arrojarla, pero el resultado sería el mismo: sólo los Espadas sobrevivirían.
De pronto giró la cabeza hacia el cuerpo inerte del Shinigami sustituto, quien comenzó a emitir un potente reiatsu anaranjado mientras se levantaba del suelo. Su cabello había crecido hasta llegar a la cintura, su piel se había vuelto completamente blanca, sus manos y pies estaban armados con garras, su rostro portaba una máscara de hollow con grandes cuernos, y el sitio en donde había recibido el impacto del Cero oscuras… ahora era un agujero tipo hollow, de donde salían tres estigmas que recorrían su pecho hasta ocultarse en la espalda.
— ¿Quién eres tú? —Preguntó Ulquiorra, el hollow emitió una fuerte cantidad de reiatsu y aulló como respuesta—. Las palabras no sirven contigo.
Ulquiorra sujetó su lanza y se la arrojó al hollow, quien tan sólo ladeó la cabeza para esquivar el impacto. La lanza se estrelló en un sitio lejano al palacio y pulverizó el reiatsu de miles de hollows en el sitio, pero la explosión pudo ser percibida por todos los presentes, por lo que los combatientes en la arena se detuvieron para mirar en lo alto del palacio, distinguiendo dos figuras que se alzaban imponentes frente a ellos.
Ulquiorra apuntó al hollow con el índice mientras disparaba un Cero oscuras, pero jamás imaginó que el hollow dispararía un cero de sus cuernos para anular el ataque.
—Nuestro poder como uno solo. —Pronunció el hollow.
<<Es el Shinigami sustituto, Kurosaki Ichigo>> pensó Ulquiorra, Ichigo alcanzó a cortarlo con su espada y Ulquiorra retrocedió para crear otra lanza.
— ¿Regresaste para evitar la muerte de los shinigamis? —Ichigo no respondió, empezó a crear otro cero y amenazó con dispararlo al interior del palacio. << ¿Qué piensa hacer? >> pensó Ulquiorra—. Matarás a tus amigos si disparas…
Ichigo subió su reiatsu y concentró el cero en un punto muy pequeño de sus cuernos. <<Está refinando el ataque, piensa acabar con los hollows que permanecen en el interior del palacio>> pensó Ulquiorra.
<<Si lo ataco con una lanza podré acabar con él, pero no evitaré que dispare…>> consideró por un momento, pero el reiatsu que provenía del interior del palacio le indicó el blanco de Ichigo. <<Grimmjow>> recordó al final.
Utilizó sonido para ubicarse enfrente de Ichigo y disparó al mismo tiempo que él. La explosión amenazó con destruir el techo si no fuera porque ambos absorbieron parte del impacto y salieron disparados de ahí. Ulquiorra se veía molesto y se arrojó contra Ichigo pero éste lo tomó de las alas y las arrancó de un tirón; después utilizó su espada para cortarle un brazo y una pierna a Ulquiorra, quien se regeneró poco después.
Ichigo agitó su espada y volvió a atacarlo, pero utilizó Sonido para seguir con la pelea a alta velocidad; Ulquiorra creó otra lanza para dirigirla a la cabeza de Ichigo, pero él le disparó otro cero, y esta vez lo alcanzó…
Su cuerpo estaba envuelto en un ardiente reiatsu que comenzó a devorarlo por fuera hasta alcanzar sus órganos, los cuales no podría volver a regenera; sus sentidos comenzaron a apagarse y perdió su visión, aquellos ojos que se encargaban de comunicarle lo que existía y lo que no, ahora habían desaparecido.
De alguna forma, sintió que su consciencia se aferraba a cierto lugar de hueco mundo. Sus restos habían desaparecido, pero él seguía existiendo en forma de reiryoku, ese poder que se negaba a desaparecer…
“Mi cuerpo se desvaneció por completo pero mi consciencia permanecía en Hueco mundo, estaba en todas partes y en ninguna, no podía ver nada”.
“Poco a poco fui dispersándome en esta tierra mientras observaba una intensa luz brillar frente a mí. Entré en ella y fui cegado momentáneamente, pensé que era el final, incluso llegué a sentirlo; pero poco a poco mi mente fue llenándose de color conforme oleada tras oleada de recuerdos iban creando una historia impactante y difícil de creer”.
“Mi vida completa, mi existencia, comenzó a tener sentido. He muerto varias veces, y de todas las muertes la primera debió ser la más dolorosa, puesto que fui…”
“Yo…observé un rostro parecido al mío, con piel blanca, cabello negro y ojos verdes”.
“Ojos humanos que alguna vez me pertenecieron en otra vida”.
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En el interior del palacio se encontraban algunos supervivientes, Grimmjow estaba al borde de la muerte y en ese momento fue capaz de recordar de dónde venía, y ese pasado le dio un motivo para vivir, puesto que recordó lo que tanto había estado buscando…
La esencia del Hogyoku que le había otorgado más poder finalmente había cumplido su deseo, aunque fue demasiado tarde. Inoue alcanzó a curarlo antes de que perdiera la vida, pero Grimmjow sintió que lo había perdido todo. De nuevo.
—Ulquiorra… Uruki.
Susurró antes de regresar a la vida, abrió los ojos y miró al tejado, en donde las cenizas de Ulquiorra se dispersaban por el viento…