Mundo Humano (1942)
La comunicación comenzó a complicarse durante los últimos años de guerra, y hubo una carta que tardó demasiado en llegar a su destino, pero tuvo un efecto devastador en su destinatario:
“Me causa un inmenso pesar transmitirle tan mala noticia, doctor Schiffer, nuestro querido Uruki falleció en un tiroteo, poco después comenzaron a caer bombas en la región y nos fue imposible recuperar el cuerpo. Estaré en contacto con usted para informarle acerca de la situación, pero me parece que no hay nada que podamos hacer. Rouge”.
.
.
.
Mundo Humano, 1941
Las memorias del pasado comenzaban a fundirse con el presente, pero aún seguía recordando…
El dolor era lo único que percibía, no podía ver, oler, degustar, escuchar o sentir, sus sentidos estaban completamente apagados; pero era el dolor lo que le indicaba que seguía existiendo. Muy lentamente, sus ojos comenzaron a abrirse, mostrándole un mundo azotado por la guerra, las bombas habían caído a la ciudad y habían destrozado todo a su paso. Uruki miró a su alrededor y comenzó a caminar, en cuanto tropezó con otra persona, notó que tenía los ojos en blanco y no advertía su presencia, por lo que Uruki miró al piso y notó una inmensa cadena en su pecho.
Supo que estaba muerto pero siguió caminando, y a cada paso que daba, los recuerdos comenzaban a desvanecerse, pero el dolor aumentaba junto con la sofocante sensación de amargura y pesadez en su alma, sensaciones que comenzaron a atormentarlo. Uruki comenzó a desesperarse, y en consecuencia, tiró de la cadena con todas sus fuerzas mientras las lágrimas surcaban su rostro y la herida en la base de su pecho comenzaba a sangrar.
La cadena comenzó a ceder, dejando un inmenso agujero en su pecho, mismo que comenzó a emanar energía verdosa que cambiaba de color rápidamente, volviéndose tan oscura como la noche; y fue esta poderosa energía la que comenzó a envolverlo para transformarlo en una criatura que no pertenecía al mundo humano.
Uruki comenzó a gritar, y sus gritos se transformaron en alaridos mientras el agujero en su pecho emanaba más energía… y en un último grito se transportó a otra parte, pero ya había perdido su forma humana; tenía una forma blanca, humanoide, sus ojos eran lo único que se podía apreciar de él, además de su cabeza adornada con un casco con cuernos que dejaba ver sus nuevas fauces llenas de colmillos afilados.
De pronto, Uruki comenzó a sentir una aplastante ira y tristeza, las cuales fueron acompañadas de una hambruna sofocante. Buscó instintivamente a su padre, pero estaba lejos de él, después buscó a Grimshaw y encontró su cuerpo perforado con heridas de bala, se había desangrado por completo, yacía encima de un cuerpo, Uruki trató de distinguir quién era pero su visión se apagó… y al volver, no había rastro de ningún cuerpo.
Uruki siguió buscando, y buscando, llamando a Grimshaw, tratando de encontrarlo, necesitaba estar con él con urgencia, pero las emociones que sentía lo superaron a tal grado que todas se fundieron en una misma sensación de vacío.
De pronto, todo desapareció y se volvió incapaz de sentir, se detuvo y comenzó a gruñir. El instinto hollow había eliminado todo rastro de cordura en él, lo cual bloqueaba cualquier recuerdo que pudiera albergar de su vida humana, para dar inicio a una nueva vida como una criatura hambrienta.
A lo lejos, distinguió una figura que caminaba desorientada con una cadena en el pecho, Uruki reaccionó atacándolo de inmediato, atravesándolo con un brazo en el vientre bajo y arrancándole la cadena del pecho. El alma plus comenzó a transformarse pero Uruki no le prestó atención, ya que se dirigía a un portal que lo conduciría a otro mundo.
El plus que había atacado se transformó en un hollow y lo siguió de inmediato. Ambos ingresaron a Hueco Mundo pero tomaron caminos diferentes, en donde evolucionaron hasta convertirse en Gillian y después en Adjuchas, pero Uruki alcanzó la jerarquía más alta en el mundo hollow, y mientras lo hacía, terminó de olvidar su nombre, su pasado y a la persona que había llegado a amar…
Uruki se transformó en Ulquiorra, y el plus que había asesinado se transformó en Grimmjow.
Pero el poder de Ulquiorra contenía un secreto importante: era capaz de regenerar sus extremidades, pero si era herido de muerte y no podía regenerar sus órganos, debía morir para renacer en algo mucho más poderoso.
Así había realizado su transformación a Vasto Lorde, pero cada vez que moría olvidaba esa etapa de su evolución, sin embargo, sus recuerdos regresarían en su última vida, dándole un vistazo de todo lo que había experimentado desde que inició su existencia. De esta forma, la consciencia que había ocultado en alguna parte de hueco mundo comenzó a regresar mientras sus cenizas se reagrupaban…
.
.
Hueco mundo (presente)
Su poder aumenta…
Ulquiorra se fusiona con el espíritu de su espada, “murciélago”, y adopta su forma. Lo primero que recordó fue el rostro de su madre y el del shinigami que la salvó, Aizen…
Su cuerpo entero se regenera…
Logró recordar cada momento de su vida humana, todo lo que vivió siendo Uruki Schiffer y la forma en que murió, y especialmente, recordó que había conocido a Grimmjow.
Sus memorias vuelven…
Poco a poco, Ulquiorra fue capaz de recordar su evolución, murió en cada etapa pero su inmenso poder le permitía renacer y adoptar una forma más poderosa que la anterior.
Sus ojos comienzan a abrirse…
Y despertó de su letargo.
Ulquiorra recordó su nombre humano pero prefirió llamarse a sí mismo Ulquiorra.
Sus ojos fueron los primeros en comunicarle la situación: miró a su alrededor y notó la estructura destruida del techo de “Las Noches”, el lugar en donde había tenido su última pelea y en donde había muerto… pero había regresado.
Se incorporó lentamente, clavando las garras en la estructura de concreto, haciéndolo añicos. Levantó sus manos y se encontró con las zarpas humanoides que podían manejar “la lanza del relámpago”, además, sus brazos y piernas estaban cubiertos de un denso pelaje; batió las alas mientras movía la cola y se sujetaba el rostro.
“Murciélago” murmuró para sí, había recuperado su voz.
Era su nueva forma, Ulquiorra tenía su poder al máximo pero quiso comprobar si podía recuperar su espada, por lo que encontró la manera de revertir su segunda resurrección pero no pudo regresar a una forma anterior y se quedó en la primera etapa, por lo que aún conservaba las alas.
Hizo un agujero en el techo y descendió en picada hacia el interior de Las Noches, confirmando que el lugar se encontraba desierto; se detuvo antes de llegar al suelo, batiendo las alas con rudeza, elevando una inmensa cantidad de polvo, lo cual le indicaba que había pasado bastante tiempo desde su muerte.
Había restos de sangre pero no había ningún cuerpo, los hollow que habían combatido se habían convertido en cenizas por la espada shinigami que los había eliminado. Y los shinigamis, a su vez, se habían llevado los cuerpos de los caídos.
Ulquiorra se dirigió a su habitación a toda velocidad y se encontró con sus cosas exactamente en el mismo lugar, a excepción de la capa de polvo que lo cubría todo. Tomó uno de sus libros predilectos y notó con gran sorpresa que el autor era el mismísimo doctor Schiffer, Ulquiorra leyó que fue el último libro que el autor publicó en Argentina y que la dedicatoria era para “Uruki Schiffer” R.I.P.
Una punzada de dolor lo atravesó en cuanto volvió a recordar esa parte de su pasado, dejó el libro en su lugar y salió del palacio para perderse en la inmensidad del desierto, se sentó en la arena y comenzó a pensar en lo que debería hacer, hasta que se giró para percibir con mayor detalle el reiatsu que se acercaba por donde él había llegado.
Ulquiorra desenvainó para prepararse a un posible enfrentamiento, pero no contaba con lo que vería a continuación: era Grimmjow, quien vestía pantalón negro y una camisa del mismo tono, aunque conservaba el saco que utilizaba como Espada. Iba directo hacia él, Ulquiorra no sabía si buscaba pelea y sólo tenía en mente la cantidad de cosas que habían vivido juntos como humanos, por lo que no recordaba lo último que había pasado entre ellos siendo Espadas…
Grimmjow y él preparaban el palacio para llevar a cabo la ceremonia entre Aizen y el shinigami sustituto… la cual no terminó bien, llegaron todos los escuadrones para tratar de detener a Aizen, él lo dejó a cargo del shinigami, quien por supuesto decidió rebelarse contra Ulquiorra y asesinarlo… pero antes de eso, el hollow dentro del shinigami trataba de matar a los que se encontraban dentro del palacio, incluyendo a Grimmjow, y Ulquiorra lo había protegido en ese momento.
Ulquiorra estaba tan inmerso en sus recuerdos que no advirtió la rapidez con la que se acercaba Grimmjow hasta que lo tuvo justo frente a él, Ulquiorra pensó en levantar su espada pero Grimmjow lo sujetó en sus brazos y lo abrazó con fuerza, teniendo cuidado de no dañar las alas de Ulquiorra.
—Pensé que estabas muerto, Ulquiorra… —Exclamó Grimmjow con la cabeza apoyada sobre el terso cabello negro de Ulquiorra.
—Cero. —Grimmjow se hizo a un lado para esquivar el ataque de Ulquiorra, después dio un par de pasos atrás y levantó las manos.
— ¿Qué pasa, quieres matarme?
—Después de todo lo que has hecho, sí. —Respondió Ulquiorra mientras lo apuntaba con la espada.
—Eso quedó en el pasado. —Grimmjow se cruzó de brazos, no pensaba pelear contra él.
—Entonces sí lo recuerdas… mi vida humana habrían transcurrido con tranquilidad si no te hubieras entrometido. —Replicó Ulquiorra, ahora señalándolo con el índice.
—Te fastidié, ¡pero no me arrepiento! —Declaró Grimmjow, a la espera de un ataque.
—Cínico malnacido… —Ulquiorra le disparó otro cero y Grimmjow apenas logró evadir el ataque.
—No me arrepiento porque pude conocerte, —Ulquiorra se suavizó un poco, Grimmjow agregó—: lo que sí lamento fue haberte manipulado todo ese tiempo, pero estamos a mano.
—No lo creo, todavía tienes una deuda conmigo.
—Tú me convertiste en hollow, ¿no? —Dijo Grimmjow, y en seguida se acercó lo suficiente como para darle un ligero golpe en la cabeza a Ulquiorra—. Esto fue por perder contra el bastardo de Kurosaki.
—No tienes derecho a reclamarme —Ulquiorra agitó la espada para alejarlo—, tú perdiste con una simple herida en el pecho, a mí me desintegraron por completo.
Grimmjow le dio un zarpazo al filo de su espada e invocó su forma pantera, Ulquiorra no esperaba esa reacción por lo que hizo exactamente lo mismo. Ulquiorra se dejó invadir por la ira y se lanzó contra él, ambos abandonaron sus espadas y condensaron su poder en fuerza física, Ulquiorra lo golpeaba con todas sus fuerzas y en cuanto acorraló a Grimmjow, lo sujetó del cuello y lo lanzó hacia el palacio, destrozando una parte de la construcción en el camino.
Ulquiorra lo alcanzó y utilizó la cola para sujetarlo del cuello, levantándolo lo suficiente para encararlo.
— ¿Y perdiste con esa forma? —Le reclamó Grimmjow, Ulquiorra aumentó la fuerza del agarre para comenzar a asfixiarlo, pero por más que lo intentara, una parte de él lo detenía.
—Lárgate. —Respondió al fin, soltándolo. Grimmjow se levantó y lo abrazó por la espalda, inmovilizándole los brazos, Ulquiorra volvió a sentir que su corazón cobraba vida, no el que había perdido al convertirse en hollow, aquel que los humanos conocían de una forma poética. Ulquiorra permaneció estático, dejándose abrazar, Grimmjow notó la escasa resistencia que ofrecía el otro y le dio la vuelta para verlo a los ojos.
—Sé que no te importa, pero quería volver a verte. —Declaró Grimmjow, tomándolo de la cintura y adueñándose de sus labios, Ulquiorra no opuso resistencia y cerró los ojos, percibiendo el ardor que comenzaba a hacerse presente en ambos.
En un singular arrebato de pasión desmedida, Grimmjow le mordió un labio hasta hacerlo sangrar y deslizó su lengua por la pálida piel de Ulquiorra, dándole una fiera mordida en el cuello que no tardó en sangrar por la acción de los colmillos desgarrando la piel. Ulquiorra no sentía dolor alguno, sus heridas no tardaban más que un par de segundos en regenerarse, por lo que únicamente sentía…
Podía sentir…
Por primera vez en su existencia hollow pudo reconocer los sentimientos que sentía, antes sabía que estaban ahí, pero no sabía reconocerlos o verlos reflejados en alguien más.
Ahora podía verse a sí mismo en Grimmjow, todo el delirio presente en cada uno de sus movimientos le indicaba la inmensa atracción sexual que sentía; el calor de sus caricias, los largos abrazos en los que ambos corazones latían al mismo tiempo, uno cerca del otro, separados por habitar en diferentes cuerpos, pero a pesar de eso estaban tan cerca…
Sus ojos le transmitían esa información, pero ahora todos sus sentidos se fundían en uno solo: el sabor de su sangre en los labios de Grimmjow, la acidez de su piel cada vez que Ulquiorra lo besaba; el olor del hollow, la excitación en el ambiente; los suaves y ásperos gruñidos de deleite, los jadeos y gemidos que ambos emitían; la suavidad de su pelaje contra Grimmjow, el calor que comenzaban a emanar por el creciente deseo que comenzaba a apoderarse de ellos.
Sus sentidos, sus recuerdos y su nueva vida le daban a entender que no sería capaz de alejarse de Grimmjow nuevamente.
Ulquiorra no regresó a su primera resurrección pero su forma murciélago reaccionó a sus deseos, despojándolo de su pelaje inferior para que Grimmjow pudiera tener acceso a su cuerpo; y él, por su parte, eliminó su traje pantera pero aún conservaba las orejas, la cola y la peculiar forma de sus patas. Ambos estaban completamente desnudos en el interior del palacio, así que Ulquiorra sujetó a Grimmjow y batió las alas furiosamente para desplazarse hasta su habitación, en donde arrojó a Grimmjow sobre su cama y él se dejó caer sobre él.
Los dos estaban lo suficientemente duros, Ulquiorra escondió sus garras y acarició el miembro de Grimmjow, quien soltó un fuerte rugido por el placer y decidió hacer lo mismo con Ulquiorra, admirando los ojos amarillos de su segunda resurrección. Grimmjow recordó sus encuentros como humanos, así que cambió lugar con Ulquiorra y bajó por su piel hasta comenzar a devorarlo con desesperación, lamiendo su erección mientras no dejaba de masturbarse.
—Grimmjow… Grimmjow…
Finalmente decía su nombre, aferrándose a las sábanas para contenerse un poco más y alargar el placer del encuentro, Grimmjow lo soltó cuando supo que estaban cerca de terminar y le dio una mordida en los muslos antes de deslizarse por el vientre de Ulquiorra, lo besó y le introdujo los dedos en la boca, mismos que fueron deliciosamente lamidos.
–Dime si te duele. —Dijo Grimmjow mientras le introducía un dedo a la vez, pero tanta era su ansiedad por follárselo que iba demasiado rápido.
—Si no te apresuras… —Murmuró Ulquiorra, mirándolo de reojo y mordiéndose un labio para tratar de contener los vergonzosos gemidos que querían deslizarse por su garganta.
Grimmjow sujetó sus piernas y colocó los tobillos de Ulquiorra junto a su cuello, acariciando levemente la suavidad del pelaje que aún cubría sus garras, después sujetó su propio miembro y comenzó a deslizarlo en el interior de Ulquiorra, quien no tardó en sangrar por la escasa preparación que había recibido, pero su capacidad de regeneración fue suficientemente rápida como para curarlo y darle todo el placer que el palpitante miembro de Grimmjow le ofrecía.
El rítmico movimiento de caderas de Grimmjow comenzó a estimularlo desde el interior, Ulquiorra lo miró a los ojos y pudo reconocer en ellos el ferviente deseo que inundaba a Grimmjow, pero también el alivio que sentía por verlo con vida y todo el cariño que podía sentir por él.
Ulquiorra lo veía todo en Grimmjow y esa verdad se reflejaba en él, pues eran sentimientos mutuos.
Su nombre se escapaba de los labios de Grimmjow, quien debía cerrar los ojos en ocasiones para que la exquisita visión de Ulquiorra no lo hiciera correrse antes de tiempo; Ulquiorra bajó las piernas y atrajo a Grimmjow hasta él para entrelazar sus lenguas nuevamente, Grimmjow fue más cuidadoso esa ocasión pero Ulquiorra le dio una mordida en la lengua hasta sentir el sabor a sangre, Grimmjow reaccionó con singular alegría aumentando la velocidad de sus caderas mientras Ulquiorra se desquitaba con furiosos arañazos en la espalda mientras era penetrado salvajemente.
—No vuelvas a dejarme… —dijo Grimmjow entre besos.
—No seas tan optimista, esta es mi última vida.
—Cierra la boca Ulquiorra, voy a protegerte. —Reclamó Grimmjow, limpiando las pequeñas gotas del dulce sudor que tenía Ulquiorra en el cuello.
—Soy más poderoso que tú… —el certero contoneo de Grimmjow le dio de lleno en la próstata, así que Ulquiorra no terminó la oración, tan sólo comenzó a gemir sin inhibición alguna—: Ahhhmn…
En un suave, lento y placentero beso culminaron al mismo tiempo, inundándose mutuamente con la evidente señal de su más reciente orgasmo. Grimmjow se recostó sobre Ulquiorra y volvió a su forma habitual, recuperando su espada, Ulquiorra hizo lo mismo pero tendría que acostumbrarse a sus alas, ya que le era imposible disminuir más su poder para contenerlo en su espada.
— ¿No puedes guardar tus alas? —Preguntó Grimmjow cómodamente recostado encima de Ulquiorra.
—No…
—Entonces ya no tengo que caminar, son bastante fuertes como para sostenerme… —Ulquiorra le soltó una mordida en el cuello para reclamarle, pero consiguió excitarlo nuevamente. Grimmjow le tomó la mano y lo hizo acariciarlo hasta ponerse duro—. Vamos Ulqui, tenemos toda la noche.
Toda la noche y buena parte del día siguiente, por lo que ambos estaban rendidos y durmieron entrelazados un largo rato. Despertaron al percibir un reiatsu familiar y salieron al antiguo salón del trono para recibir una visita de alguien familiar.
—Aizen-sama tenía razón, podrías regenerarte por completo. —Exclamó Harribel junto a su fracción, también la acompañaba Starrk, pero él se mantuvo a una distancia prudente al sentir el inmenso poder de Ulquiorra.
— ¿Qué ha pasado desde entonces? —Preguntó Ulquiorra, Grimmjow se acomodó junto a él.
—Aizen-sama es el nuevo rey espíritu y estableció un dominio en los tres mundos, pero necesita un representante hollow en cada uno de ellos: Starrk es uno de sus guardias y está en el Seireitei, yo fui asignada al Mundo Humano y tú estarás encargado de gobernar “Las Noches”.
— ¿Ulquiorra tendrá un jodido palacio para él solo? —Comentó Grimmjow, Starrk se cruzó de brazos y respondió:
—Él estará encargado de mantener el orden en Hueco Mundo, su presencia es más que suficiente para mantener el flujo de reiatsu en equilibrio entre los tres mundos, lo cual evitaría el ingreso de más hollow en los otros mundos.
— ¿Qué piensas hacer? —Preguntó Grimmjow, Ulquiorra comenzó a levantar los escombros que había tirado y los arrojó afuera del palacio. En cuanto elevó su reiatsu, la estructura del palacio comenzó a regenerarse, fue como si cada pedazo roto volviera a su lugar original sin presentar daños. Ulquiorra notó que él había desatado el cambio, pero no era el responsable.
—Aizen-sama te ayudará a reconstruir el palacio. —Dijo Harribel, realizó una reverencia y se retiró del palacio acompañada de su fracción, quienes tenían dificultad para soportar el reiatsu de Ulquiorra.
—No estarás completamente solo, Aizen-sama ha decretado que los hollow arrancar se presenten en el palacio dentro de una semana para que sean entrenados en caso de una futura guerra, pues prevee que ocurra una invasión de un antiguo enemigo. —Comentó Starrk, le dio un último vistazo a Ulquiorra y fue empujado a la salida por su fracción. Ulquiorra se aproximó al antiguo trono de Aizen y se sentó, aunque si llegara a recibir la visita de Aizen estaría gustoso de cederle el asiento.
—Mmm, yo pensé que te tendría solo para mí en este palacio. —Exclamó Grimmjow, un tanto malhumorado, pero sentir el roce de los dedos de Ulquiorra entrelazándose con los suyos lo hizo sonreír e inclinarse para estar a la altura de Ulquiorra—. ¿Y qué piensa hacer el nuevo príncipe de Hueco Mundo?
—Tenemos una semana. —Respondió Ulquiorra, Grimmjow chasqueó la lengua.
— ¿Quieres que me ponga a limpiar? Aizen dijo que iba a ayudarte con eso.
—Y lo está haciendo —dijo Ulquiorra, señalando los escombros que se ensamblaban en sus antiguos puestos–, lo que yo quiero es… estar contigo.
Grimmjow no espera escuchar eso de Ulquiorra, lo cargó nuevamente y se lo llevó a la sala de reuniones, en donde lo dejó sobre la mesa y procedió a arrancarle la ropa para desvestirlo.
—No vuelvas a dejarme… —repitió Grimmjow mientras lo cubría de besos y pequeñas mordidas.
—No lo haré… porque creo que… te amo. —Dijo Ulquiorra, Grimmjow se detuvo en seco, diciendo:
— ¿Sabes lo que significa?
—Es algo que puedo sentir, lo único que he podido reconocer estando contigo. —Respondió Ulquiorra recostado sobre la mesa—. Aunque no sé lo que significa.
—Es lo que me llevó a permanecer a tu lado desde siempre, como humano y hollow; lo que me impulsó a buscarte, aun cuando había olvidado lo que estaba buscando; y lo que me hizo recordar nuestro pasado cuando estuve a punto de morir. Eres el único ser que me ha importado en todo el tiempo que llevo con vida, y para mí, eso significa que te amo. —Exclamó Grimmjow, tomándolo del rostro para mirarlo fijamente a los ojos.
—Tú eras la respuesta que estuve buscando. —Murmuró Ulquiorra antes de entregarse al ardiente deseo de volverse uno con Grimmjow.
“Se cumplió nuestro deseo”.
Encontrar al ser amado y hallar la respuesta a la pregunta: ¿qué es el corazón?
Ambos deseos llenaron el vacío que había permanecido en ellos por un largo, largo tiempo...