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Vacío por RotMond

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Notas del capitulo:

Holaaaaa gente querida!

Mañana no podré actualizar, así que no pensé en algo mejor que adelantar el capítulo como regalo de año nuevo.

 Y la imagen oficial del fic!!!!!! entenderán el motivo que me llevó a escribir...

(y les doy una imagen adicional, porque ya estuve compartiendo la oficial antes de tiempo XD, lo siento, es una ventaja de hablarme por facebook XDD)

***

Es la segunda vez que los saludo en “Vacío”, y eso significa que ya le he dedicado algo de tiempo a esta historia, por lo que quería agradecerles por seguirme con tanta paciencia y lealtad, en este largo tiempo. Y por eso, también les daré un adelanto del siguiente cap :D

Gracias, y espero que este 2017 sea mejor que el 2016, aunque soy realista… jeje, no les arruinaré la fiesta, pásenla bien!

Si toman, no manejen, y si toman mucho, inviten.

 

Mundo Humano (Londres, 1933)

 

— ¿Alguien tiene algo que opinar respecto a la clase? —Los alumnos se mantuvieron quietos en sus pupitres, completamente callados—. ¿Tendré que obligarlos? Muy bien, veamos… Schiffer, ¿podría decirnos lo que piensa?

—Es irrelevante. —Respondió el chico desde su lugar, apenas despegando la vista de su libro.

—No pienso pedírselo dos veces, señor Schiffer. —El alumno se levantó del asiento y permaneció junto a su pupitre mientras hablaba:

—El problema de las naciones tercermundistas está en su falta de criterio, si el gobierno dejó de representarlos y responde a sus propios intereses, entonces… ¿qué los detiene para oponerse? ¿Leyes obsoletas, o es acaso la ética? Están tan acostumbrados a ser aplastados que terminan por aceptarlo.

— ¿Y eso qué tiene que ver con la ética y la moral? —Preguntó el profesor, arqueando una ceja.

—Disculpe, estaba pensando en otra cosa. —Los compañeros de Uruki soltaron una carcajada, pero el profesor se cruzó de brazos; Uruki agregó—: Permítame corregirlo, como seres humanos, deberíamos guiarnos por lo que es éticamente correcto; sin embargo, la aplicación de la moral en cada sociedad existente tiene efectos negativos, como la tolerancia que existe hacia la corrupción; pues es éticamente reprobable, pero la gente lo acepta como algo normal.

—Así que, ¿usted opina que debemos disolver las formas de gobierno actuales? —Preguntó el docente, con una pizca de interés.

—No, la repartición equitativa de poder terminaría por desquiciar a la gente.

—Interesante, me parece que ha leído por su propia cuenta. —El resto de la clase murmuraba mientras Uruki Schiffer tomaba asiento—. Jóvenes, están cada vez más cerca de la educación a nivel superior, y si realmente desean destacar, sugiero que alimenten su curiosidad. Es todo por hoy.

 

Los alumnos se apresuraron a recoger sus libros para salir del aula de clases.

—Señor Schiffer. —Uruki se demoró un poco para atender al profesor, la mitad del grupo aún permanecía en el aula—. Quiero que entregue un ensayo acerca del socialismo y el capitalismo para la siguiente semana, eso le ayudaría a integrar conceptos.

—Sí. —Fue su única respuesta, Uruki dio la vuelta y salió poco después, ignorando las burlas de sus compañeros. Era un día como otros, tenía que soportar la estupidez humana durante la salida del colegio.

 

“¡Deutschland!” ¡“Alemán”! “¡Deutschland!” ¡“ALEMÁN”!

 

Escuchaba a sus espaldas mientras caminaba de vuelta a casa, como siempre. Tiempo atrás comentó la situación con su padre, pero él insistió en que Uruki debía ignorarlos, pues no serían capaces de entender la complejidad de sus palabras. En ese momento, recordar el comentario de su padre lo hizo sonreír, pero su pequeña sonrisa duró poco tiempo.

 

Tres chicos lo siguieron y se le adelantaron. Él los conocía, formaban parte de los “idiotas”, mismos que incitaban a sus compañeros para molestarlo. Para su mala suerte, estaban en un callejón muy poco transitado.

— ¿Listo para irse, “señor Schiffer”? —Preguntó uno con sorna, el resto de los chicos soltó una risita.

—Sí, ¿ustedes piensan quedarse aquí? —Respondió Uruki con tranquilidad, los chicos lo miraron confundido y empezaron a rodearlo.

—Carajo, ¿te estás burlando de mí? —Respondió el chico, otro lo tomó del hombro.

—Olvídalo Harrold, él no entiende el sarcasmo.

— ¿Quién puede ser tan literal? —Respondió, pero empezó a reír y se acercó a Uruki—. Ya sé, sólo un cerdo alemán podría tomarlo todo tan en serio.

— ¿Eso es lo que les molesta, mi apellido? —Uruki mantuvo la frente en alto, sin parpadear por un instante, aunque estuvo a punto de fruncir el ceño, enfadado—. Nací en Inglaterra, soy tan británico como ustedes.

— ¡Mentira! —Gritó otro chico, colocándose a un costado de Uruki—. Tu apellido suena alemán, “Deutschland”.

— ¿Al menos sabes lo que eso significa? —Repuso Uruki, mirándolo de reojo, el chico contrajo el rostro por la rabia.

—Tú sí sabes, ¡por ser alemán! —Gritó el tercer chico mientras le daba un empujón, Uruki trastabilló un poco pero se apoyó de la pared para no caer, alegando:

—Mi nombre viene de Japón, ¿van a decir que soy japonés?

 

Los chicos se quedaron callados, Uruki giró a la izquierda para irse y comenzó a caminar, pero los chicos volvieron a rodearlo; uno lo tomó del uniforme, obligándolo a detenerse.

—No tienen argumentos contra mí, dejen el asunto como está. —Explicó Uruki, el chico que lo sujetaba tiró de su ropa hasta hacerlo caer.

—Simplemente no nos agradas. —Dijo Harrold y le dio un puntapié en las piernas, Uruki reaccionó acercándose a la pared, aunque uno de los chicos lo sujetó para evitar que escapara.

— ¡Quita esa cara! —Gritó el segundo chico, tirando de la ropa de Uruki.

— ¿De qué diablos estás hablando, Andrew? —Pregunto Harrold.

— ¡Míralo!, no llora, no grita, ¡no hace nada! —Gritó Andrew, furioso, los otros chicos se fijaron en el rostro de Uruki, quien no mostraba un ápice de emoción.

—Cálmate, si quieres hacerlo llorar déjaselo a John. —Respondió Harrold, luego le dijo al tercer chico—. ¿Qué esperas?

—Ya tengo dos faltas, me pueden suspender por esto.

—Cobarde… —reclamó Harrold, Uruki ya se había levantado y volvió a darles la espalda para irse—. ¡Oye!

 

Harrold lo tomó del brazo y le hizo dar la vuelta, Andrew se acercó a él y trató de darle un golpe con la cabeza, pero  Uruki dio un paso atrás para esquivarlo, lo agarró de los brazos y lo arrojó a un lado. Harrold no soltó a Uruki, y aprovechando su descuido, le dio un fuerte puñetazo en el vientre. Uruki perdió el aire y se dobló del dolor, Andrew lo tomó del cabello y lo derribó junto a él para golpearlo en el rostro.

 

Uruki buscó quitárselo de encima, pero Andrew era mucho más pesado; también intentó levantarse, aunque en cuestión de segundos ya tenía a los dos chicos encima. Andrew se ensañó con su rostro, mientras Harrold lo golpeaba en el resto del cuerpo; Uruki percibió el sabor a sangre, el dolor empezaba a ser insoportable y, poco a poco, su visión empezó a nublarse...

— ¡Oigan, señoritos! ¿No saben pelear? —Dieron la vuelta y observaron a un obrero detrás de John, inmovilizándolo con una navaja en su cuello.

—Por favor suélteme, no tengo dinero. —Susurró John, con los pantalones recién orinados. El obrero soltó una ruidosa carcajada y respondió:

—Voy a tener que enseñarles…

 

Deslizó la navaja por el cuello del chico, los otros dos se separaron de Uruki y levantaron las manos.

—Primera regla, no sirve de nada usar un arma si el enemigo no lo vale. —El obrero, que además se veía mayor en edad y mucho más fornido que ellos, simplemente guardó su navaja.

 

Harrold y Andrew se quedaron atónitos mientras su amigo era sujetado del cabello y arrojado a un lado, John chocó contra el muro y se desmayó.

—Segunda regla, si no vale la pena, no te esfuerces en derrotarlo. —Explicó mientras agarraba a Andrew del cuello, éste pataleó inútilmente pero fue azotado contra el suelo.

 

Harrold retrocedió asustado, dio la vuelta para huir, pero lo tomaron del uniforme con brusquedad.

—Tercera regla… —dijo el obrero, mirando el maltratado rostro de Uruki—. Si es más de uno, no puedes descuidarte de ninguno.

 

Acto seguido, a pesar de los lloriqueos de Harrold, le asestó un puñetazo fulminante. Uruki miró a sus compañeros en el suelo, sin sentir compasión; el obrero lo tomó del brazo para ayudarlo a levantarse, pero Uruki jadeó de dolor, sujetándose un costado.

—Parece que te hicieron más mierda de lo que pensé… —soltó el obrero, Uruki preguntó:

— ¿Por qué me ayudó? —La sonrisa socarrona del obrero hablaba por sí sola.

—Por casualidad vi a un par de mocosos golpeándote, estaba aburrido y tenía ganas de pelear. Simple.

—E-Está bien, supongo que querrá alguna remuneración de mi parte. —Dijo Uruki, tratando de levantarse, pero tuvo que apoyarse en el obrero—. Estoy en deuda, señor…

—Grimshaw Jaggaer. —Respondió antes de cargarlo, Uruki estaba tan débil que no se negó.

 

Uruki pudo observar mejor a su benefactor: Grimshaw medía más de 1.80, era bastante fuerte y su cabello iba a juego con sus fieros ojos azules.

— ¿En dónde vives? —Preguntó Grimshaw, Uruki volteó lentamente para mirarlo, incrédulo.

—Grimshaw, ¿acaso piensa que soy tan idiota para revelar mi domicilio?

— ¡Ja! ¿Puedo responder? —Grimshaw sonrió ampliamente—. Está bien, ¿a dónde te llevo?

—Hay una clínica p-por aquí. —Respondió Uruki, señalando el camino.

—Aún me debes algo, chico. —Dijo Grimshaw antes de entrar a la clínica.

—Le pagaré después. —Respondió Uruki, antes de ser admitido en una de las clínicas que dirigía su padre.

—Dime tu nombre. —Exigió Grimshaw, colocándolo en una de las camillas.

—Uruki Schiffer.

—Ten más cuidado la próxima vez, y… en realidad no me debes nada, le quité el dinero a esos mocosos. —Se acercó a él para murmurarle al oído—. Sólo no digas mi nombre.

—De acuerdo. —Convino Uruki, Grimshaw le guiñó un ojo como gesto de complicidad y salió de la clínica.

 

Uruki no asistió al colegio durante un largo tiempo, la severidad de sus heridas le impedía moverse e incluso respirar, así que su padre demandó a los chicos por romperle dos costillas, y consiguió su expulsión del colegio; aunque ellos trataron de argumentar su inocencia diciendo que fueron asaltados por el tipo de cabello azul.

 

“Qué hombre más extraño” recordó Uruki, pero el resplandor de aquellos ojos azules permaneció en su memoria durante mucho tiempo.

 

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Hueco Mundo (en el presente)

 

— ¿G-Grimmjow-kun? ¿Grimmjow-kun…? —La voz que logró salvarlo de la muerte lo estaba llamando, él se esforzó en escucharla, abriendo los ojos. De todas sus peleas, probablemente era la que había perdido con mayor rapidez, pues había peleado contra otros shinigamis y se había debilitado antes de recibir una estocada mortal en el pecho—. D-disculpa el atrevimiento, no conozco tu apellido.

—Es Jaegerjaquez… supongo que te debo otra por salvarme, pero si me encuentro al bastardo de Kurosaki, le cortaré la cabeza. —Ella soltó una risa nerviosa, tenía sus manos concentradas en su poder curativo mientras él se encontraba recostado en la arena del palacio.

—No podía dejar que alguien sufriera… —Inoue no terminó la frase, pues fue levantada de su lugar por Sado, acompañado por Renji, Ishida y Rukia.

—Lo sentimos, Inoue-san, pero con salvar su vida es suficiente, no podemos arriesgarnos a que se recupere para volver al combate. —Le explicó Ishida, Renji lo cargó con un brazo y comenzó a alejarse—. ¡Abarai-kun, yo puedo caminar solo!

— ¿Qué? Sado hizo lo mismo, y no veo a Inoue quejándose. —Respondió Renji, y ante ese comentario, Sado se sonrojó y dejó bajar a Inoue; ella trató de regresar para curar a Grimmjow pero Rukia se interpuso en su camino, diciendo:

—Te agradezco mucho por haber salvado a este idiota —Rukia señaló a Renji— y a mí, pero ese hollow tiene razones de sobra para matar a Ichigo, y si terminas de curarlo, tratará de hacerlo.

—Sus heridas son muy graves, apenas pude salvarle la vida.

—Yo me encargo. —Voltearon para ver a Nelliel, con forma de niña, arrojarle a Grimmjow una gran cantidad de saliva, a lo que él respondió con una amplia variedad de insultos—. Mi saliva es curativa, tardará más tiempo que tu poder pero al menos les dará tiempo de irse.

—Muchas gracias Nell… —Dijo Rukia, luego tomó a Inoue del brazo y emprendieron la marcha.

 

Una explosión en el interior les hizo dar la vuelta para ver que Nnoitra se aproximaba a ellos, y a pesar de sus innumerables heridas, mantenía su espada liberada con “resurrección”.

— ¡Nelliel, tenemos cuentas pendientes! —Gritó Nnoitra cubierto de sangre, avanzando como un poseído, Tesra lo seguía muy de cerca en su forma liberada. Grimmjow trató de incorporarse pero había perdido demasiada sangre y seguía muy débil.

— ¡Vete! —Ordenó Grimmjow, y ante la negativa de Nelliel, la tomó y se la arrojó a Inoue, diciendo—: ¡Llévatela, salgan de aquí!

— ¡Grimmjow, también te mataré por estorbarme! —Nnoitra utilizó Sonido para ubicarse justo frente a Inoue, ella invocó su poder de protección pero el escudo se desvaneció con el primer ataque de Nnoitra—. ¡Tesra, llévate a ese par, yo arreglaré cuentas con Grimmjow!

 

Tesra estaba herido, pero utilizó Sonido para acercarse a Inoue, que aún cargaba a Nelliel, y buscó apartarse para darle espacio a Nnoitra. Renji y Sado trataron de atacar a Tesra, pero sólo consiguieron ir a dar a la pared más cercana con uno de sus golpes.

Mientras tanto, Ishida analizaba la situación y creyó conveniente desintegrar a Tesra con un ataque de reishi… pero Nnoitra se colocó justo detrás de él, Ishida no supo quién lo golpeó hasta que sintió una espada desgarrando sus entrañas, Inoue lanzó un grito de dolor, desesperada por ver a su amigo siendo herido de gravedad.

— ¡Nnoitra! —Él dio la vuelta para encontrarse con Nelliel, ya en su forma Espada, amenazando a Tesra con su propia espada. Inoue logró zafarse para ir con Ishida.

—Tesra… ¡tú no aprendes! —Gritó Nnoitra, pero antes de acercarse a Nelliel para atacar, recibió una estocada mortal justo en el vientre; miró hacia abajo para ver sus piernas desplomándose, y el resto de su cuerpo las siguió poco después. Grimmjow había conseguido suficiente fuerza para cortarlo a la mitad, y no conforme con eso, lanzó un cero para desvanecer los órganos mutilados de Nnoitra.

—Nelliel, última vez que arriesgo el culo por ti… —Murmuró Grimmjow antes de derrumbarse en la arena.

 

Tesra volvió a su forma arrancar y corrió con junto a su Espada, se arrodilló frente a él, sujetando el torso que aún conservaba vida, pero Nnoitra comenzaba a desintegrarse en sus brazos.

—Nnoitra-sama, ¡por favor, no me deje! —Se lamentaba Tesra, Nnoitra sonrió ante su dolor, diciendo:

—Sé que te gusta sufrir, pero no exageres… rebánales el culo en pedazos por mí.

—Por favor, por favor, ¡no! ¡Lo seguiré hasta las profundidades del mismísimo infierno!

Acto seguido, justo frente a la agonizante mirada de Nnoitra, Tesra desgarró su vestimenta para exponer su abdomen y envolvió su espada con un trozo de tela, realizando el Seppuku: calvó su espada por el lado izquierdo con el filo hacia la derecha, cortando firmemente, moviendo su espada con destreza hacia el centro para terminar con un corte vertical hasta el esternón.

—“Oibara”, ¿eh? No merezco el honor. —Respondió Nnoitra con una sonrisa, Tesra no pudo hablar, pues la sangre manaba de su boca a borbotones. Nnoitra lo tomó del cuello para acercarlo a él, fundiendo sus labios en un último beso mortal; Tesra lo abrazó con fuerza mientras Nnoitra tomaba su propia espada y la colocaba detrás del cuello de Tesra.

Un último esfuerzo fue necesario para cercenar ambas gargantas, enlazándolos en vida y muerte, uniéndolos para siempre.

 

Grimmjow miró tan sangrienta y romántica escena desde el suelo, y consideró hacer lo mismo: seguir a Ulquiorra por el valle de la muerte; desenvainó su espada, listo para clavarla en su abdomen y destrozarse por dentro, pero sus ojos se quedaron en blanco, recordando…

 

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Seireitei

 

Aizen había conseguido poder suficiente para invocar una garganta sin necesidad del poder hollow, por lo que logró transportarse sin problemas de Hueco Mundo al palacio que yacía en lo más alto del Seireitei. Al llegar, su poder era tal que la garganta colapsó ruidosamente, dejando a ambos shinigamis en las puertas del palacio real.

 

—Aizen-sama, creí que habría más seguridad en este lugar. —Exclamó Tousen, siguiendo de cerca a su líder.

—El poder del Rey espíritu mantiene a raya a los seres inferiores, ningún hollow podría entrar aquí, a excepción de un Vasto Lorde, pero ellos jamás manifestaron interés por venir a este lugar. Lo mismo pasa con los shinigamis, como puedes ver, sólo los capitanes podrían entrar aquí.

— ¿Cómo es que llegamos tan rápido? —Preguntó Tousen, Aizen elevó un brazo y su presión espiritual despedazó un edificio cercano.

—Mi poder ha alcanzado los niveles más elevados, pero no tardaré en aumentarlo. —El excesivo reiatsu de Aizen hizo que Tousen se alejara un poco de él, y fue entonces cuando distinguió otra fuente de poder.

 — ¡Abajo! —Gritó Tousen, arrojándose al suelo; Aizen lo miró confundido pero al levantar la vista fue golpeado por un reiatsu abrasador. Su vestimenta superior quedó calcinada, por lo que se quitó los restos y conservó únicamente su hakama.

—Así que aún conservan a los guardias reales… —advirtió Aizen mientras Tousen se ponía de pie— uno en la entrada del palacio y otro custodiando la entrada a los recintos del rey.

—Yo detendré a este guardia. —Tousen desenvainó, listo para atacar.

—En cuanto percibas el colapso del reaitsu dirígete al trono. —Ordenó Aizen, dando la vuelta para ingresar al palacio.

 

En otros tiempos habría ido despacio, saboreando los segundos que lo separaban del poder infinito de un monarca, pero sabía que tendría que superar otra prueba.

—Aizen, no creí que volvería a verte. —Escuchó, pero no vio al portador de tan melodiosa voz, aunque lo reconocería al instante.

— ¿Has visto el futuro? ¿Sabes por qué estoy aquí? —Preguntó Aizen, después elevó su espada y detuvo un ataque frontal.

El guardia vestía un traje blanco, absolutamente impecable, y portaba una hermosa espada, cuyo filo dorado resplandecía como los rayos del sol.

—No deberías estar aquí. —Respondió el guardia, Aizen le dio un golpe con la espada para arrancarle el casco y verlo directamente a los ojos.

—Jugram Haschwalth… cientos de años no han logrado entorpecer tu juventud, al contrario, realzan tu magnífica belleza. —Jugram aparentaba tener 27 años, era alto y esbelto, tenía ojos verdes y el cabello rubio le llegaba hasta la cintura.

—Vas a pagar el precio por irrumpir en el palacio real. —Proclamó Jugram, aunque sus manos temblaban al sujetar su espada, y sus ojos no paraban de recorrer el torso desnudo de Aizen.

— ¿Recuerdas esta piel, cierto? —Murmuró Aizen, pasando una mano por su pecho, subiendo al cuello—. Jamás debiste salir del Seireitei, pudiste seguir como capitán...

—Y tú nunca lo habrías sido, teniente. —Interrumpió Jugram, avanzando hacia él, enlazando su espada con la contraria —. Pero jamás creí que traicionarías a mi reemplazo.

— ¿Hirako Shinji? No fue difícil, aunque no podrá perdonarme por los experimentos que hice con él. —Respondió Aizen, Jugram se agachó para atacar sus piernas pero Aizen dio un paso atrás, esquivando el ataque sin problemas.

—No hay honor en tus acciones, deberías realizar Seppuku antes de seguir deshonrando al Seireitei. —Aizen esbozó una pequeña sonrisa antes de responder, arremetiendo contra Jugram.

—No estás en posición para hablarme de honor, después de todo, ¿qué clase de maestro se involucra con su alumno? —Jugram esquivó su mirada para ocultar la sorpresa en su rostro, pero Aizen blandió su espada para forzarlo a voltear, deleitándose con la vergüenza que observaba en los ojos de Jugram.

—Es diferente y lo sabes, sin mencionar que sucedió hace mucho tiempo…

 

Jugram dejó de hablar, soltó su espada y se petrificó en su puesto, Aizen sonrió ampliamente mientras bajaba su espada, la cual no dejaba de brillar; se acercó a Jugram para tomarlo del rostro antes de besarlo, saboreando sus delicados labios antes de susurrarle al oído:

—Disfruta del viaje al pasado, a nuestro pasado, cortesía de mi espada. —Volvió a besarlo, aunque esta vez lo obligó a reclinar la cabeza para introducir su lengua, tan sólo unos segundos, antes de separarse de él.

 

Decidió destronar al rey lo más pronto posible, así que se desplazó con shunpo hacia el área central del castillo, en donde se dispersaba y fluía todo el poder espiritual que circulaba en los tres mundos. Derribó las paredes con kido y se enfrentó al Rey espíritu, un hombre sin extremidades, sin consciencia, con los ojos perdidos en el espacio...

Aizen utilizó todo su poder para poder acercarse, izar su espada y clavarla en la cabeza del rey. En ese instante, el hogyoku resplandeció en su pecho y concedió su deseo, convirtiendo a su espada en el puente que permitiría la transferencia de poder.

 

El rey espíritu comenzó a desvanecerse en el aire; y cuando Ichigo apareció en el palacio, apenas tuvo poder para estar en presencia de Aizen, quien lo saludó con las siguientes palabras:

 

—Kurosaki Ichigo, saluda a tu nuevo rey...

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Notas finales:

Seppuku... también conocido como harakiri :D lo que Nnoitra menciona es Oibara, la práctica de seguir al amo en la muerte por medio del harakiri T_____________T

Si quieren más imágenes, les dejo mi cuenta de pinterest

Por cierto:

Grimmshaw = Grimmjow

:3

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Adelanto especial!!

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Mundo Humano (Londres, 1939)

Seis años después…

 

— ¿Uruki? ¿Qué clase de nombre es ese?

— Japonés.

— Pero tu apellido es Schiffer, ¿no eres un maldito alemán?

— ¿Cuántos cromosomas te faltan para preguntar eso? —Dio la vuelta y comenzó a alejarse, escuchando los reclamos del joven que trataba de intimidarlo.

De esta forma evitaba conflictos mayores, aunque algunas veces los chicos entendían los insultos y trataban de agredirlo, pero él se las ingeniaba para esquivarlos, pues con su complexión delgada y corta estatura no podía hacer mucho para responder al mismo nivel.

Ahora tenía 21 años, después de los problemas con sus compañeros terminó por estudiar en diferentes escuelas, aunque casi siempre aprendía en casa, gracias a la vasta colección de libros del doctor Schiffer, ahora director del hospital central de Londres...

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Gracias por leer, los veré el siguiente año n_n


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