Eran las 18:00 pm, o al menos así apuntaba su reloj las practicas de basquetbol habían terminado un poco tarde aquel día ya que pronto tendrían un partido importante contra una de las escuelas del distrito por lo que el entrenador Tatara estaba bastante estricto respecto a no faltar o no tener fallas "deben ser los mejores o terminaran siendo pisoteados" aquella eran sus palabras. Estaba agotado y solo quería llegar a estirarse en su cama, ponerse sus audífonos y no despertar hasta la mañana siguiente.
Abrió la puerta de la entrada a los dormitorios, se veían algunos estudiantes conversando en la sala compartida, algunos viendo la televisión, otros leyendo textos de estudios o solo conversando y comiendo junto a otros. La verdad no me importaba, pase de largo llegando a mi habitación por fin, mis pies decían gracias a dios por que al fin podrían descansar.
Entre con una sonrisa de satisfacción a la habitación, pero esta se quedo nula cuando note cierta figura en el suelo. cualquiera cuando entra a su habitación compartida con su compañero de cuarto esperaría encontrarse con un tipo estudiando, tal vez comiendo, usando su laptos, tal vez incluso podrías encontrarlo con porno pero aquello, aquello era demasiado. cerré la puerta con alteración para evitar que alguien fuese a pensar alguna cosa extraña mientras observaba aquella figura, un chico totalmente desnudo sentado en el suelo con solo una almohada tapando aquella zona delantera y un libro en la mano al cual no había visto jamas en su puta vida.
-si sigues mirándome así tendré que cobrarte -dijo con una voz tranquila mientras seguía leyendo aquel libro.
-no estaba mirándote idiota, qu… que estás haciendo en mi habitación además... además, desnudo joder -dije mientras trataba de obtener una explicación.
-note claramente tu mirada -dio un leve suspiro mientras su mirada atrapo la mía momentáneamente- de todas maneras ¿eres el compañero de Hide, verdad? ¿No te lo menciono?
-no sé de qué me estás hablando hijo de puta, ahora vete a poner tu maldita ropa -gruñí molesto, como podía estar normalmente sin importarle que yo lo viera desnudo
-lamentablemente, no puedo hacer eso -dijo levantándose para quedar expuesto totalmente hacia mi. no pude evitar pasar mi vista por todo el cuerpo de aquel chico, tenía un particular color de cabello casi comparable con la nieve. Su altura le sobrepasaba al menos por 10 cm más cosa que le hizo enfadar instantáneamente mientras este se acercaba para quedar frente a él. Unos ojos color gris le miraban con cierta diversión pese a no hacer ninguna expresión descifrable en su rostro- ¿entonces, puedo saber su nombre señorita? -susurro acercándose demasiado a mi rostro como para sentirme incomodo.
-¿cómo me llamaste cabrón? -dije apretando mis puños con clara irritación- no tengo por qué decirte mi nombre, no es como que fuésemos a hacernos amigos ni nada. Ahora explica, que haces desnudo en mi cuarto -no podía creer que este pese a su complexión delgada tuviera un buen cuerpo, marcado y tonificado y esa tez blanca realmente daba la sensación de querer dibujar en ella, tal vez, marcas rojas... como mordidas o arañazos. Se dio una bofetada mentalmente por pensar en algo tan estúpido como aquello mientras volvía a sostenerle la mirada al contrario que parecía estar incluso más cerca de lo anterior haciendo que lo que sus anteriores pensamientos y la cercanía del cuerpo desnudo del contrario hicieran que sus mejillas se calentasen hasta mostrar un leve color carmín.
-bien, si no quieres decirme tu nombre supongo que tendré que inventarte alguno ¿qué te parece usagi-chan? -dijo con un tono que denotaba sorna y algo de diversión por la situación- Hide ha pedido dibujarme, por eso estoy así. Aunque él ha ido a buscar unas cosas a la sala de arte por eso es que solo estoy yo -dijo volviendo a sonar tranquilo e inexpresivo.
-tks... no me pongas ningún jodido apodo maldito. ¿No puedes ponerte algo hasta que él vuelva? no tengo interés en ver a un hombre mostrándome con todo lo que nació -bufe mientras me aleje de este para ir a mi cama tratando de ignorar el cuerpo del contrario, mierda, el realmente estaba jodidamente bueno y yo no podía dejar de pensar que estaba en el maldito cuarto.
Él solo observo cómo me aleje y se elevo de hombros restando importancia- no puedo dejar de llamarte de esa manera por qué no se tú nombre, usagi-chan, a menos que me digas ¿Cuál es tu nombre?
-Kirishima, aunque no me interesa hablar con un pervertido como tú, así que evita nombrarme -dije con altanería mientras me recostaba en mi cama mirando hacia la pared. Aquel chico me ponía nervioso, era primera vez que sentía esta electricidad en todo el cuerpo y no ayudaba que este siguiera en la habitación.
Hubo un enorme silencio mientras solo escuchaba las hojas del libro que el chico de cabello blanco cambiaba a cada momento, al parecer era bueno leyendo ya que la cambiaba bastante rápido las paginas. Me removí un poco dándome vuelta mientras fingía buscar algo en mi celular, me sorprendí a mi mismo mirándole de reojos mientras seguía observado la pantalla.
-Kirishima-kun, aunque inventes lo del celular puedo notar que estas mirándome. Ya me he puesto mis bóxer no tienes por qué sentirte tan incomodo -dijo sin mirarme si quiera un poco, solo pude gruñir molesto mientras mis mejillas volvian a colorear.
-cállate hijo de puta, es tu culpa por estar sin ropa... ¿no sabes respecto a las hormonas de un adolecente? -dije con enojo mientras volvía a mirar la pared.
-ya veo, entonces Kirishima-kun, estás diciendo que enciendo tus hormonas ¿no? es bastante interesante -le escuche mencionar, preferí ignorar su pregunta y comentario por qué realmente en ese punto iba a decir alguna estupidez que me dejaría en vergüenza tal como el asunto de las hormonas que solo había escapado de su boca sin pensarlo muy bien.–Kirishima-kun, puedes dejar de fingir que me ignoras- sentí un peso sobre mi cama y una mano tocando juguetonamente mi espalda aunque fuera solo encima de la ropa.
-Que mierda quieres idiota -dije volteandome para mirarle con el ceño fruncido pero no podía evitar que mis mejillas siguieran malditamente rojas por culpa de que este hubiera tocado de aquella manera su espalda.
-quiero que me digas respecto a tus hormonas y como las enciendo, Kirishima-kun ¿puedo saberlo? -dijo mirándome mientras una sonrisa se formo en sus labios, tal vez amabilidad, no, aquella sonrisa tambien era segura de si misma, aquella mirada grisácea estaba diciéndole "sé lo que estas sintiendo" o alguna mierda así podía sentir su arrogancia en ella.
-solo lo dije porque me puse nervioso por lo que dijiste, eres un hombre, por que iba a sentirme revolucionado por ti -dije molesto mientras me sentaba para alejarme de este mientras tocaba mi espalda contra la pared
-¿qué tiene de malo sentir que tus hormonas se revolucionan por un chico, Kirishima-kun? ¿Te da vergüenza, admitir que las enciendo? -dijo acercándose tanto como para hacer que perdiera momentáneamente el aire.- como lo pensé, tú no estás siendo honesto -susurro en mis labios, podía sentir su aliento chocar por lo que involuntariamente mordí mi labio inferior por el nerviocismo que estaba sufriendo, de alguna manera su cabeza estaba gritando "Besalo" "Besalo, solo tendras esta oportunidad".
-yo no se a que mierda te estás refiriendo, pero si no te alejas lo único que se va a revolucionar serán mis puños en tu cara de mierda -dije con agresividad, mi corazón estaba palpitando mientras el aroma del chico albino pasaba una y otra vez por mis fosas nasales.
-Qué lindo, realmente eres como un conejo -murmuro acercándose por fin a mis labios sintiendo un profundo beso en ellos. Mis ojos se ensancharon al sentirlo presionarle presionarse contra mis labios, mis mejillas se volvieron tan calientes que pude notar que me había vuelto a sonrojar, mi puño se movió por inercia para poder golpear al chico pero este lo detuvo fácilmente mientras llevaba mi mano hacia un lado para acercarse aun más, poco a poco mi resistencia comenzaba a aflojar, se sentía bien, de verdad aquel chico besaba jodidamente bien. se acerco aun más mientras posaba su mano en mi entrepierna masajeándola levemente hasta que logro su cometido, mis labios entonaron un leve gemido lo cual el contrario aprovecho para poder colar su lengua dentro de mi cavidad, su lengua exploro cada rincón de su boca, paladar, dientes, lengua, mejillas, todo lo profano en tan solo unos segundos mientras torpemente correspondía a sus movimientos. se distancio levemente mientras un hilillo de saliva aun nos unía- parece que no te disgusta que yo sea un hombre después de todo, Kirishima-kun. -dijo mientras pasaba de manera provocadora su dedo pulgar sobre mis labios, reaccione repentinamente alejando su mano de mi.
-que mierda haces besándome, ni si quiera te conozco -dije molesto mientras tapaba aun mi boca con mi mano irritado por la profanación del desconocido.
-usted no me conoce Kirishima-kun, pero se mucho de ti-sonrió con amabilidad mientras volvía a acercarse a mi. mis ojos se cerraron al sentir como este mordía mi oido bajando hasta mi cuello para dar una pequeña lamida que provoco que jadeara- he estado observándote desde hace tiempo, Ayato-kun -susurro en mi piel estremeciendo mi cuerpo por el aire en su piel.
-ahh..ba..Basta idiota -murmure mientras respiraba con algo de agitación.
-Ayato-kun, sabes... me gustas ¿está mal, solo por ser chico? -murmuro dando una pequeña mordida en mi cuello haciendo que soltara un quejido de dolor por la presión que este infringió en mi piel.- porque parece que realmente estas disfrutando ser tocado por mí.
mierda, mierda, mierda, ese chico realmente era un fastidio. el sabía lo que estaba provocando en su cuerpo y aun así seguía jugando con él.
lo tome de sus hombros tirándolo hacia mis labios para darle un agresivo y apasionado beso en los labios, el pareció sorprenderse pero al instante correspondió jugando con mi lengua una vez que dejo paso para que pudiese explorar su cavidad, me aleje repentinamente de sus labios- creí que le había mencionado de revolucionar las hormonas, no deberías solo jugar con el cuerpo de un adolecente cabrón -dije respirando entrecortadamente obteniendo una sonrisa divertida de este
-Kaneki, mi nombre es Kaneki Ken -sonrió levemente acercándose para morder mi labios- solía trabajar con tu hermana en la cafetería de Anteiku -dijo dándome un nuevo beso en mis labios- me recuerdas Aya-chan -dijo en un leve susurro antes de mirarme mientras observaba perplejo
-Ka..Kaneki ken... Esp..Espera!! eres el parche de mierda -mire aun parpadeando mientras tomaba su rostro entre mis manos revisando cada detalle de su cara. ya no estaba el parche, su cabello era de un color diferente y la mirada parecía mas adulta que aquel Kaneki que conocía.- definitivamente la misma cara, rasgos diferentes, personalidad diferente ¿quieres que te creas que eres ese llorón? -gruñí mientras molesto- seguro eres su hermano gemelo maligno o algo así.- pude escucharlo entonar una leve risa, aquel sonido también era parecido al de Kaneki, mierda, aquello era realmente malo.
-soy yo, Ayato-kun -dijo acariciando mi mejilla con ternura
Kaneki ken, era un empleado que trabajaba con mi hermana cuando yo tenía doce años, solía ir a esperar a que Touka saliera del trabajo para que no se fuera sola a casa ya que nuestro padre había sido asesinado en un asalto por lo que tuvimos que aprender a vivir por nuestra cuenta. en ese entonces no confiaba en nadie, aun no lo hago, pero Kaneki el solía ser amable todo el tiempo, siempre se acercaba a mí y me daba algo de la cafetería mientras esperaba a mi hermana. Aunque a veces le trataba mal el seguía insistente, poco a poco mis sentimientos fueron cambiando, el tenía 15 años cuando le conocí a veces incluso se reía cuando lo insultaba por lo que me desesperaba. Entonces me di cuenta de lo que sentía por él, realmente yo no podía dejar de mirarlo incluso aunque era un llorón y yo odiaba a la gente débil, pero me había enamorado de él. poco tiempo después, tuvimos que irnos con un familiar ya que este fue trasladado de distrito por lo que tuve que despedirme de Kaneki.
flash back
-Ayato-kun, que haces tan tarde en la cafetería. Touka-chan no trabaja más aquí y puede ser peligroso que andes solo -me dijo con preocupación el chico de cabello oscuro. Estaba agotado, nos íbamos tan solo en dos horas y no volvería a verlo más.
-no importa, se defenderme parchado de mierda -gruñí, mientras me maldecía por mi rudeza con él.-yo... quería hablar contigo... me voy en dos horas y... pues...-no sabía cómo comenzar
-Ayato-kun ¿te llevo a casa? -pregunto con una sonrisa amable a lo que asentí con algo de vergüenza. poco tiempo después el estaba sin su uniforme y caminando junto a mi- será triste ya no tener tu compañía en las tarde -dijo tranquilamente
-mm... al menos ya no tendrás que estar aguantando que te diga algo desagradable -murmure encogiéndome de hombros.
-no me importa mucho realmente, me agrada cuando Ayato-kun no puede admitir sus emociones -dijo riendo levemente a lo que me sonroje notoriamente
-Cállate idiota parche en el ojo, no es como que no sepa admitir mis emociones ni nada -dije nervioso, mordí un poco mi labio, quería decirle algo pero no sabía como hacerlo por lo que simplemente actué, tome su camisa y lo tire hacia mi ya que el era un poco más alto para poder darle un leve e inocente beso. el parpadeo un poco asombrado por aquello, pensé que iba a rechazarme pero sus manos se posaron en mi cintura suaves para acercarme un poco más y darme un leve beso en los labios.
-Ayato-kun, también me gustas -susurro en mis labios- lamento haberte hecho esperar tanto. me aferre a su camisa mientras sentía como el me abrazaba, mierda, era un chico pero yo no quería separarme de él, yo quería quedarme. Después de eso, el me acompaño a casa donde mi hermana estaba esperándome, estaba molesta por haberme escapado pero Kaneki se disculpo por mi. el se quedo hasta que nos fuimos, lo vi desde la ventana moviendo su mano en señal de adiós siempre con una sonrisa amable
fin flack back
-por que mierda...tú... porque no solo lo dijiste antes- dije sin mirarlo a los ojos mientras mantenía mis ojos escondidos en mi fleco- cambiaste mucho... yo... ni si quiera pude reconocerte.
-lamento no haberlo dicho antes, quería que te dieras cuenta por ti solo... pero parecías sumido en tu mundo así que solo te deje tranquilo -dijo acariciando su cabello
-aun así... porque ahora tu -mordió sus labios con angustia- yo pensé que no iba a volver a verte jamás... después de hace 5 años.
-lo sé Ayato-kun, pasaron algunas cosas por lo que tuve que dejar el país por un tiempo -suspiro al ver la angustia del menor -Ayato-kun, entonces ¿puedo saber tu respuesta?- dijo con una leve sonrisa. le mire con cierta confusión- ¿tiene algo de malo que me gustes aunque sea un chico?
-Tks... Realmente eres irritante, incluso ahora creo que sigo odiándote -dije molesto mientras me acercaba a sus labios para robarle un leve beso- no tiene nada de malo, Bakaneki- dije sonrojado- solo porque eres tú -murmure
pude notarle sonreír levemente mientras tapaba esta con sus nudillos.-realmente eres lindo Aya-chan- susurro mientras se acercaba a mí, note sus ansias por tener mis labios por lo que me comencé a acercar también a él lentamente, nuestros labios estaban a punto de tocarse cuando la puerta se abrió repentinamente dando un fuerte golpe.
-Kaneki, perdón, no lograba encontrar las cosas -un chico de cabello naranja, alto y desesperado pidiendo disculpas llego, mi compañero de habitación. nos alejamos tan rápido el uno del otro el quedo sentado mirando hacia el lado contrario mientras yo volvía a acostarme en la pared.
-Hide, no te preocupes.-dijo Kaneki sonriendo mientras sus mejillas estaban algo coloradas- estaba conversando con aya...Kirishima-kun
-Kirishima-kun, oh, perdón no avisarte antes... -dijo sonriendo bastante mientras mire un poco a este- se me había olvidado que hoy dibujaría a Kaneki, así que de verdad perdón la sorpresa.
-no importa -dije con tono de fastidio- cuando quieras traer a un tipo desnudo al cuarto primero avísame para no llegar -dije dando un suspiro molesto
-lo siento, de verdad no volverá a pasar -dijo dejando las cosas en el lado de su habitación- Kaneki-kun, te parece si seguimos mañana, ya es tarde y mañana tenemos clases. ¿Quieres quedarte a dormir?
-está bien, Kirishima-kun me ha ofrecido parte de su cama ¿no? -dijo en un tono con sorna mientras me miraba con algo de picardía
-yo no... tks... como quieras bastardo -dije sin mirarle mientras sentía su mano posar la mía entrelazándolas, escondidas tras la espalda del mayor.
-entonces ya está decidido. gracias Kirishima-kun, hoy estas bastante amable -dijo riendo.
-no jodas Hide, solo porque es este bastardo. No te atrevas a traer a otro cabrón para pintarle desnudo o juro que quemo tus malditos trabajos -dije amenazante mientras el chico rio algo atemorizado.
-tranquilo, Ayato-kun, desde ahora Hide solo debe dibujarme así a mi... alguien puede aventarse a él -bufo burlón a lo que el de cabellos anaranjados miro con extrañeza pero no hizo comentario alguno.
Después de todo al final Kaneki durmió conmigo en mi cama, cuando Hide se quedo dormido el me beso en los labios lentamente y con cariño -te quiero Ayato-kun -fueron las últimas palabras que escuche antes de quedarme dormido sintiendo la mano del mayor en mi cintura entrelazada con la mía
Esta vez no iba a dejar que la persona que le gustaba desde hace tanto tiempo se alejara, porque desde aquella vez nunca pudo olvidarlo.