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Estúpido y encantador rubio por amgy chan

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Notas del capitulo: Volviiiii, no se si he tardado mucho o poco XD, espero que poco.

Bueno tengo mucho sueño así que no me alargo más.

A leer.
Nada mas abrir la puerta del ático Naruto mira todo sorprendido. Da un par de vueltas sobre si mismo, observando todo a su alrededor.

-¿Que?- pregunto al ver su expresión.

- Nada, es solo que no es como me la imaginaba.- no sé si sentirme ofendido.

-¿Y cómo te la imaginabas?- pregunto, cerrando la puerta tras de mí.

-No sé, más seria, pero es extrañamente acogedora.

Suspiro y ruedo los ojos. Tiro la bolsa al suelo con las cosas del concierto al suelo, al oírnos llegar Chidori baja por las escaleras y se acerca a nosotros.

-ooooown Gatita bonita. Ven aquí, veen.- Naruto habla con una voz extraña y la gata lo ignora para y acercarse hasta mí y restrugarse contra mis piernas.

-Humillante.- le suelto mientras sonrío.- una gata acaba de rechazarte.

-Calla!! Es tan rancia como tu.- la gata le bufa y naruto da un pasito atrás.

-Me parece que no le caes bien.

-¿Te parece? No entiendo por que no le gusto, si soy un amor.- dice indignado y yo suelto una risilla.

-Ya, bueno, vamos y te enseño la habitación.- digo.

-No espera Sasuke no tengo sueño.

-Se supone que nos hemos ido del festival para dormir.

-Bueno pero solo son las una de la mañana, con que nos durmamos a las 3 esta bien, mañana te levantarás a la 12 del medio día, tienes tiempo de sobra, así que vamos ha hacer algo más.

Me paso las manos por el pelo y después le miro. No sé si es el cansancio o que hoy estoy de buen humor pero acabo cediendo.

-Podemos...ver una peli...o algo.- propongo y el sonríe.

-Siii una peli, pero ¿cual?

Me encojo de hombros.

-¿Saw?

-Solo vi la primera y era un aburrimiento.- dice poniendo mala cara y cruzándose de brazos.

-Vale...¿saw 2?

-Mira que eres poco original, pero bueno veremos esa.

-Bien, tu buscala en el portatil y yo haré palomitas.

-Bien palomitas!!! ¿Tienes algo de bollería?

-Tengo un bizcocho.

-Pues traelo también.

-¿Algo mas señor?- bromeo

-Mmm no así esta bien.- dice él haciendo un gesto con la mano para que me vaya.

Ruedo los ojos y sonrió, es como un crió.

Voy a la cocina y busco una de las bolsas de maíz, caliento los granos en una sartén y les echo sal, en unos minutos están hechas y las pongo en un bol.

Voy al armario de la cocina y saco un trozo del dichoso bizcocho para Naruto, vuelvo al salón y veo que ya ha encontrado la película.

Cojo un cable que hay en un mueble cerca de la tele, conecto un extremo del cable a la tele y el otro extremo al portátil.

-¿Que haces?- pregunta

-Así podemos verla en la tele.

-¿En serio? Que chulo.- mira el bol con las palomitas y coje un puñado.- Dios, ¿Donde has comprado las palomitas? Están buenisimas.

-Son caseras dobe.- digo mientras termino de colocar el cable.- mi hermano las llamaba tostones.

-Pues están buenisimas.-coje otro puñado y se lo mete a la boca, será mejor que yo también coja unas pocas o me dejará sin nada.

La peli empieza, sinceramente nunca pensé que me pudieran gustar este tipo de pelis, pero el giro de los acontecimientos que ocurre al final siempre me hace flipar.

Por su parte Naruto solo mira horrorizado todo, suelta frases como :

"Oh dios le ha pegado un tiro en la cara" o "Se está quemando vivo" o " !!Joder que capullo, la prueba era para él no para ella" o " Que fuerte, Sasuke mira, llevan números en el cuello"

Y ya al final:

"No puede ser, si la policía hubiera echo caso al malo todo hubiera salido bien, no me puedo creer que lo tuviera todo planeado"

-!!No pensaba que me fuera a gustar pero mola muchooo!! Tiene sangre, tensión, horror, misterio y el malo siempre gana.- dice el rubio emocionado, gesticulando con las manos de un modo exagerado.

- La primera era basura, a excepción del final, esta si es buena.

Naruto asiente sonriente y dirige su mano al plato del bizcocho otra vez pero...

-Ahhh Te has comido todo el bizcocho Uchiha.- dice apuntándome con el dedo.

-Yo? Has sido tu, eres un maldito pozo sin fondo, tienes que tener un agujero negro en el estomago o algo así.

-Bueno vale, hay que admitir la culpa, nos lo hemos comido entre los dos entonces.

-Ni lo he probado.- gruño.

- Los dos.- repite.

Suspiro ante su cabezonería, pero aun así sonrió. Me levanto del sofá y sacudo de mi ropa todos los restos de palomitas, me dirijo a la cocina y dejo el bol y el plato en el fregadero. Cojo un par de pastillas del armario y un vaso de agua.

-Voy a dormir dobe.- advierto.

-Nooooo.. No tengo ganas.- dejo las pastillas en la mesa de la cocina y vuelvo al salon, me dejo caer en el sofá otra vez y me masajeo el puente de la nariz. Estoy cansado.

- Eres...como un niño pequeño.- digo de forma lenta.

Giro la cabeza para mirarlo y veo como su sonrisa flaquea hasta volverse una mueca un poco triste, parece preocupado y no entiendo el porque.

-¿Que pasa?- pregunto, echando la cabeza hacia atrás. Me pesan hasta los párpados.

-Es que...quiza sea una tonteria pero, a veces creo que no me soportas.- abro los ojos al oír la frase, y pestañeo un par de veces tratando de asimilarla.

-¿Por que dices e...

-Realmente me han sorprendido que me dejaras quedarme aquí, a veces parece que no me aguantas.- abro la boca para intentar contestarle pero vuelve a hablar, mientras sonríe, pero es una sonrisa extraña, nerviosa, incomoda.- Aceptaste darme clases por la tarde, salir conmigo por las tardes, venir al festival y ahora dejas que me quede en tu casa. Tus actos dicen una cosa y tu actitud dice otra. Me has invitado a dormir aquí, pero parece que estás hasta las narices de mí, lo que quiero decir es...Sasuke..¿me consideras tu amigo o solo una molestia?

¿Amigos? No me había parado a pensarlo, pero ahora mismo me tiene descolocado el hecho de que piense así.

Naruto es alegre, divertido, protector, descuidado, inteligente, generoso, un poco cabeza hueca, simplemente es una de esas personas que todo el mundo adora.

Por atra parte yo soy todo lo contrario, no me gusta estar rodeado de gente que no sea de mi familia, el rubio es la excepción, ha aguantado mi mal humor, mis pullas y mi pesimismo con una sonrisa de oreja a oreja y todo eso me gusta por que me hace sentir que él me acepta a pesar de todo, así que si me pregunta que si lo considero mi amigo la respuesta es sí, le he cogido cariño a este rubio revoltoso.

Suelto un suspiro y cojo aire para responder, tratando de darme seguridad.

-Claro que te considero mi amigo dobe.- él me mira esperando que diga algo más, pero me bloqueo por un momento, estas cosas se me dan muy mal.- tsk mira, se que mi carácter es un poco...difícil, pero no sé ser de otra manera, te considero mi amigo porque tu podías aceptarme tal y como soy.

-Puedo.- es la única palabra que sale de sus labios cuando termino de hablar.

-¿Eh?- es el único sonido que sale de los míos.

-Has dicho podía, pero puedo y acepto tu mal caracter, es solo que a veces me hace sentir....no sé...un poco inseguro, supongo.- dice un poco avergonzado, rascándose la nuca.

-No era mi intención.- es una disculpa indirecta.

-Lo sé, bueno ahora lo sé.-dice volviendo a sonreír y permitiéndome ver los perfectos, pequeños y cuadrados dientes que adornan en fila su boca, estoy seguro de que se los blanquea, es imposible tener los dientes tan limpios.

-Bueno, ahora que todo está aclarado, a dormir ya.- digo autoritario, él rueda los ojos y sonríe.

-Si mama.- yo le saco el dedo del medio y él suelta una carcajada, haciéndome sonreír.

Los demás tienen razón, él y yo somos muy diferentes, pero me gusta que sea así, me gusta que choquemos, que yo pueda devolverlo a la realidad cuando él piensa disparates, y que él pueda hacerme ver el lado bueno de las cosas.Es un buen equilibrio.

Subo las escaleras detrás de él y voy apagando luces, cuando estamos en el piso de arriba le enseño la habitación.

- A ver, esta es mi habitación, la puerta a su derecha es tu habitación, o sea la de mi hermano, y la de la izquierda un baño, aquella es un armario.

- Vale,¿ algo más?

-Mmmm........no. No rompas nada y todo bien.

-Vaaaaaale. Buenas noches.

-Buenas noches.

Abro la puerta de mi habitación y entro, me lanzo a la cama y abrazo la almohada. Ay como te he echado de menos. Me pongo algo cómodo para dormir y me acuesto. Ala a dormir por fin.

////////////////////////////////////////////////

Abro los ojos lentamente, solo puedo percibir la oscuridad de mi habitación, abro los ojos del todo, intentando que éstos se acostumbren a la poca luz y así pueda ver algo, pero nada.

Me siento en la cama y me pongo alerta cuando a mi nariz llega ese horrible y asfixiante holor, ese que ya resulta tan conocido para mí.

Me levanto de la cama rapidamente de la cama,asustado, abro la puerta, retrocedo un par de pasos y el pánico es inmediato cuando el calor abrasa mi piel y el humo hace que mis ojos y mis pulmones ardan. Mi mente trabaja rápido, solo puedo pensar en tres cosas.

"Fuego."

"Tengo que salir de aquí."

"Naruto."

-Naruto...- susurro, mi voz suena débil, casi inaudible, mi cuerpo pesa y mis movimientos son lentos y torpes.

Corro a su habitación he intento abrir la puerta, pero está atascada, pego golpes desesperados en ella, intentando que se abra, ignorando el dolor de mi pecho por el humo, el escozor de mis ojos, el calor, el sonido de mi casa quemandose y hundiendose, el pánico y la desesperación que siento en estos momentos.

Grito su nombre intentando que me oiga y salga de ahí, pero nada, cojo aire para llamarlo otra vez y otra punzada de dolor atraviesa mi pecho, empiezo a toser, me duele la garganta, aun que no sé si es de gritar o de la irritación que me procan las malditas cenizas que hay en el aire, contaminando el poco oxigeno que consigue entrar en mi cuerpo.

Las piernas me fallan y caigo al suelo, aún tosiendo, mi cuerpo tiembla sin que yo pueda pararlo, es mi peor pesadilla. Maldita sea, preferiría estar muerto a tener que revivir toda esta mierda.

-Suke...sa...ke.. Hey...sasu....Sasuke.- oigo la voz de Naruto, le oigo pero no le veo. Todo a mi alrededor se vuelve borroso, negro, y empieza a desmoronarse, cierro los ojos con fuerza y grito desesperado, suplicando con todo mi ser, a dios o a quien sea para que todo acabe rápido, me da igual como, solo quiero que acabe.

-!!AAHHHHHHH!!- el grito me desgarra la garganta, y el dolor me devuelve a la realidad.

Abro los ojos de golpe y me incorporo en lo que creo que es mi cama, estoy sudando y respiro agitado, me coloco las manos en el pecho, sintiendo como mi corazón bombea sangre a una velocidad anormal. Me falta el aire, me duele la cabeza, estoy mareado y no paro de temblar.

Me paso una de las manos por el pelo sudado para apartarlo de mi frente y aun que ya estoy despierto el pánico no desaparece, siento las lágrimas acumularse en mis ojos y juraría que aún noto el calor del fuego en mi piel.

"No era real" es la frase que mi mente repite, tratando de tranquilizarse, tratando de convencerse de que la pesadilla que ella misma ha creado no era real. "Solo son pesadillas" repite, pero no funciona, el miedo sigue ahí

-Hey.- Naruto coloca sus manos en mis hombros y yo pego un pequeño salto por el susto, alejándome de él.- !!Sasuke tranquilizate!!- sube un poco a la cama y me abraza, intentando que me calme, pero yo solo intento apartarle a empujones y golpes. Esto es agobiante.- !! Solo ha sido una pesadilla, ¿vale?!!- grita, y la frase es como un cubo de agua fría. No me creeria esa dulce mentira si me la dijera a mí mismo, pero escucharlo de otra persona es diferente. Dejo de moverme y, aún temblando, dejo caer mi cabeza contra el hombro del rubio, intentando que las lágrimas de impotencia no salgan de mis ojos.- Ya estás despierto, estás bien, todo está bien.- su tono de voz disminuye a medida que habla y acaricia mi espalda. Cierro lo ojos y consigo relajarme un poco, solo un poco, concentrandome en el movimiento lento y rítmico de su pecho contra el mio.-¿Mejor?- pregunta, al cabo de unos minutos. Le suelto y me alejo de él lentamente, asintiendo con la cabeza.

Miro sus ojos azules, grandes y profundos, contra los que ni el mar ni el cielo pueden competir. Me mira preocupado pero aliviado.

Gracias a ellos sé que no me está mintiendo, era solo una pesadilla, y aún así se sentía demasiado real, aunque daba gracias a que él estuviera bien, a que él estuviera aquí.

-¿Que...- respiro hondo intentando que la voz no me falle o que un gemido o sollozo lastimero escape de mi boca.-¿que haces aquí?- él frunce el ceño.

-Estabas gritando, pero no un grito normal, estabas gritando a pleno pulmón.

-...-No digo nada, solo puedo pensar en lo agradecido que estoy de que haya acabado y en lo vergonzoso que me resulta todo esto.

-Sasuke..-empieza, pero le corto antes de que hable.

- ¿Me..me haces un favor?- la voz me sale en un suspiro.

-Claro, lo que quieras.- Naruto coloca una mano en mi antebrazo, tratando de mostrarme apoyo, sus ojos me miran en un gesto de comprensión, que hece que me sienta seguro.

-Abajo en la cocina hay un par de pastillas encima de la mesa ¿puedes traerlas?- pregunto y el asiente energéticamente, levantándose de la cama.

-Si, claro, espera aquí.- dice, y sale de la habitación.

Me levanto, las piernas aún me fallan pero aun así consigo cerrar la puerta, no quiero ver el pasillo, me siento en la cama, con la cabeza entre las piernas, intentando que el mareo desaparezca.

Naruto vuelve a entrar con la pastillas y el agua, cerrando la puerta tras de sí, gesto que agradezco.

-Ten.- me da las pastillas en la mano y yo las miro. No sé si quiero tomarmelas, no quiero dormir y que las pesadillas vuelvan.-¿Sasuke?

Le miro y veo de nuevo la preocupación en sus orbes azules, aunque prefiero preocupación a lástima. Joder, para una noche que me olvido de tomarme las putas pastillas.

-Estoy bien.- digo, miento, intentando que su preocupación desaparezca, pero es inútil. Dejo las pastillas sobre la mesa y suspiro, no quiero dormir.

Naruto sigue mis movimientos con los ojos, se mantiene un momento en silencio y después vuelve a hablar.

-Tienes...terrores nocturnos.- su voz sale débil, lenta, sabiendo que es un tema delicado, y que yo tengo un carácter delicado.

Me tenso de pies a cabeza por que, aunque tenga razón, no me gusta oír el termino en voz alta. Ya intentaron ayudarme a nivel psicológico, pero las pesadillas no desaparecían, así que optaron por usar medicación, pastillas tranquilizantes y somníferos, todo para que mi cabeza reduzca sus funciones a tan solo mantenerme con vida. Respirar y bombear sangre.

-Estoy bien.- repito, y él frunce el ceño.

-Eso ya lo has dicho.- señala las pastillas con la cabeza.-¿No te las vas a tomar?

Las miro por el rabillo del ojo.

-No.- trago duro.- no quiero dormir.- digo bajito, pero él lo oye claramente.

-Son las 3:30 de la mañana.- dice.

-...-

-Bien, vale. Pues nada fiesta de pijamas.- miro sorprendido como sale de la habitación y entra arrastrando el colchón de la habitación de mi hermano, lo tira al suelo y se sienta encima.

-Fiesta de pijamas.- repite, haciendo un bailecito extraño y sonrió levemente, olvidándome del susto de hace un rato.

-Eso es de niñas dobe.- digo un poco mas tranquilo al tenerle aquí, cuando era mas pequeño Ayame o Itachi me ayudaban a tranquilizarme y ahora que no están todo es mas difícil.

-No, porque esto es una fiesta de pijamas de machos.- dice, recalcando la palabra machos, hinchando el pecho y dándose con el puño en él. Yo río bajito y él sonríe al ver lo que consigue.

A diferencia de lo que hubiera hecho otra persona Naruto no me hace preguntas con el tema de las pesadillas, no me mira con lastima, y no me recrimina nada. Solo trata de tranquilizarme y de que me olvide, aun que solo sea un momento, de mis pesadillas.

-Bueno y que quieres hacer?- pregunto.

-No se,¿ hay algo que quieras saber de mi?- él responde con otra pregunta.

Me gustaría preguntar por su familia, pero eso haría que él preguntara por la mía. La otra cosa que hace que me pique la curiosidad es Sakura, la chica por la que Minato envió a Naruto al extranjero.

-¿y bien?- pregunta el rubio impaciente.

-Sakura.- el pestañea y sé pone serio, pero no se enfada o molesta, es solo seriedad.

-¿Que? Ya conoces la historia- dice.

- No quiero que me cuentes la historia, quiero que me cuentes como era ella.- lo piensa un momento y después asiente de forma energética.

-Bueno, esta bien, si después tu estas dispuesto a hablar de Ayame.

-Vale.- no entiendo por que quiere saber nada de Ayame, pero realmente me da igual hablarle de ella. ¿Será que le gusta? No no no, no creo, si no se conocen, se han visto hoy y punto.

-Vale a ver como empiezo...Mmmm... Conocí a Sakura cuando tenia 14 años, no iba a mi escuela, pero era conocida por los alrededores, Sakura Haruno siempre la estaba liando, todo los chicos que la conocían querían estar con ella, y todas las chicas que la conocían querían ser como ella. Era simpática, guapa, divertida, despreocupada, segura de sí misma, todos caían por ella y me incluyo, pero ella no caía por nadie, era inalcanzable.- sonríe levemente al recordarla y el gesto me molesta. Estúpidas chicas.- pero los que no la conocían y oían cosas de ella sí que podían ver como era en realidad.

-No entiendo.- digo levantando una ceja.

-Sakura era una de esas personas que critican, te meten en problemas, se ríen de ti, te hacía sentir inferior a ella, demasiado segura de sí misma como para competir con ella, no medía sus palabras y hacía daño a las personas, sabía dar donde más duele, y se sentía orgullosa de ello.

-Pero ¿entonces por qué te gustaba?- pregunto, y él se encoge de hombros.

-No lo sé, quizá por que ella no se fijaba en nadie y se fijó en mí. Al principio, al conocerla todo va bien, se porta bien contigo, se preocupa por ti, esta para ti siempre que la necesitas y se gana rápidamente tu confianza, llegué a olvidarme de mis amigos por que la tenia a ella, luego se aburre de ti y la cosa cambia, solo quieres complacerla porque realmente aunque ella no te aprecie si ha hecho que tu la aprecies, es entonces cuando solo te centras en obtener su aprobación, y ella disfruta de la influencia que tiene sobre ti.- suelta una risa nostálgica.- para ella era como un juego, sinceramente si ahora echo la vista atrás me siento patético, pero ella era mi debilidad.- se encoje de hombros y sonríe débilmente.

-Entonces supongo que deberías agradecer a tu padre que te mandara al extranjero.- suelto y el frunce el ceño.

-Si bueno, admito que me enfadé bastante con mi padre por que ella rompió conmigo cuando supo que me iba, pero allí pude pensar con claridad, Sakura no era buena para mi, ella no es buena para nadie, no puede querer a nadie más que a sí misma.

-¿Y si apareciera ahora? ¿Y si te dijera qué volvieras con ella?

El se ríe.

-No, para ella no funciona así, seguramente trataría de acercarse a mí hasta que yo le pidiera salir o algo, cuando empezamos a salir ninguno se lo pidió al otro, solo pasó.

-¿Pero que le dirias?- insisto porque realmente la curiosidad me mata.

-Le diría que no, seguramente seria más difícil decírselo a ella a la cara pero, estoy seguro de que le diría que no, ella era...

-Manipuladora. Si te sientes estúpido al pensar en como eras cuando estabas con ella, volver seria una estupidez.- digo tratando de apoyar su respuesta.

-Lo sé, pero es que al principio todo era tan perfecto, pensé que podríamos volver a estar igual.

-¿Cuanto tiempo estuvisteis saliendo?

-Mmmm. 6 meses creo, pero lo bonito solo duró 4, quizá menos.

-No era la historia que me esperaba.

-Ja! No iba a ser todo bonito y de color de rosa.

-Si, bueno, supongo que el amor duele.

-Nah, el desamor, la indiferencia, eso si duele, pero estoy casi seguro que el amor es lo único en este mundo que no duele.

-...-las reflexiones de naruto siempre me descolocan demasiado como para contestarlas.

-Bueno te toca, ¿que hay de Ayame?

Suspiro. No se que puede interesarle de ella, pero bueno.

- A ver, nos conocemos desde que tengo memoria, nuestras madres eran amigas y normalmente mi hermano y yo pasabamos mas tiempo en su casa que en la nuestra.- voy a omitir que viví con ella porque mi madre está muerta y mi padre loco.- siempre fuimos al mismo colegio y siempre hemos cuidado los unos de los otros, cuando ella terminó el instituto se vino aquí a estudiar, y yo vine con ella.

-Vaya...debéis de quereros mucho.- dice sonriendo.

-Claro que si, la quiero muchísimo, si necesitaba hablar con alguien ella estaba ahí, ella siempre ha sido y será mi apoyo.- cojo el vaso de agua y pego un trago.

-Hmp supongo que tienes mucha suerte de salir con ella.- murmura Naruto, pero lo oigo alto y claro.

-Pggggggaaaa.- escupo toda el agua que estaba bebiendo y empiezo a toser.

-Sasuke!!- Naruto se levanta y me da palmaditas en la espalda hasta que se me pasa.

- Crees..- me limpio la boca.-¿crees que estoy saliendo con Ayame?

-Pues ....si.- entrecierro los ojos y pongo mala cara, intentando comprender como ha llegado a esa conclusion..- has estado muy contento desde que la has visto, y no os habéis separado, habéis estado bromeando, abrazándola y tienes fotos con ella por la casa.

-Dios.. Ayame es como mi hermana.- sigo hablando, ni siquiera he escuchado lo que acaba de decir.- seria como cometer incesto o algo así. Que asco.

Pongo mala cara y Naruto intenta reprimir una carcajada, pero se le escapa y empieza a reírse como un loco.

-No te rías, me has creado un trauma.- grito tirándole una almohada que le da de lleno en la cara.

-Jajajajajajajajajaja vale vale, lo siento.- se sujeta el estomago y se tumba bocarriba sobre el colchón.

-Es como si tu...aahgggg que noooo que asco.- repito.

-Jajajajajaja jajajajajaja. Ay me meo.- empieza ha hacer la croqueta.

-Que es guapa y simpática y todo eso sí, pero de ahí a....no no no o sea no. No sé ni siquiera como se te ha podido pasar por la cabeza. La conozco de toda la vida, es como mi hermana mayor.- y una chica.

-jajajajajajajajajaja. Vale, fallo mio, fallo mío.- sigue riéndose y yo intento matarlo con la mirada.

Miro el reloj.

-Oh dios mio, son las 5 de la mañana, tengo que dormir o no podré estudiar.- murmuro, cojo las pastillas y el agua y, no muy convencido, me las tomo, todo bajo la atenta mirada de Naruto.

-¿Seguro que estas bien?- pregunta.

-Si.- digo después de tragarme las pastillas.- vamos a dormir ya.

-Vaaale.- se acuesta en la cama en el suelo.

Esto se me hace raro, estoy muy acostumbrado a dormir solo. Suelto un suspiro y me acuesto dándole la espalda al rubio.

-Sasuke.- susurra, no han pasado ni cinco minutos sin que hable.

-...-

-Sasuke ¿estas dormido?

- uff.... si estuviera dormido ¿realmente esperas que te diga que si?

-...¿no?

-¿Que quieres rubio?

-Y dale con lo de rubio.- se queja en un murmullo pero lo oigo perfectamente. Sonrío.- ¿Puedo hacerte una pregunta?

-Claro, dispara.- digo bostezando, las pastillas empiezan ha hacer efecto.

-No respondas si no quieres.

-No pensaba hacerlo. Quieres preguntar ya por favor, tengo sueño.

- ¿ Qué estabas soñando?.- guardo silencio.- ¿ Qué es lo que te ha hecho pegar esos gritos?.- sigo sin decir nada y él se calla un momento para después volver a hablar.- me he asustado ¿sabes? He venido corriendo nada mas oírte, he intentado despertarte, llamándote y zarandeandote pero no abrías los ojos, solo gritabas, era desesperante ver que lo estabas pasando tan mal y que yo no podía hacer nada, me sentia tan inútil al no poder ayudarte. Cuando has despertado a sido todo un alivio, y luego cuando has sonreído ya he podido respirar tranquilo.

Permanecemos en silencio apenas un minuto.

-La casa estaba ardiendo.- digo, y oigo como cambia de posición en la cama para escucharme mejor.- yo salía de la habitación y corría a la tuya para intentar sacarte, pero no podía, solo sentía que me quemaba y que me asfixiaba.

-....-se forma otro silencio.

-Siento haberte asustado.- añado.

- No importa, peor lo has pasado tú, además las pastillas se te han olvidado por mi culpa.

-No ha sido tu culpa, se me han olvidado y punto, esas cosas pasan.

El suspira, me mira y sonríe.

-Buenas noches Sasuke.

-Buenas noches.

Cierro los ojos y no sé él, pero yo duermo del tirón hasta las 13:00.
Abro los ojos de forma perezosa, veo los rayos del sol entrar por la cortina entreabierta de mi ventana, y se oye a los pájaros cantar, así como los coches en la carretera.

Me incorporó sobre mis codos y veo a Naruto dormir a pierna suelta en la cama en el suelo.

Reprimo una carcajada al ver su forma de dormir. Está bocarriba, con un brazo sujeta la almohada y el otro está sobre su estomago. Las piernas estan abiertas, pero una está medio tapada con las mantas y la otra no, su pelo rubio está mas desordenado de lo habitual y no es que ronque, pero si que respira fuerte.

Tiene 17 años, a veces habla como si tuviera 80 años y sin embargo duerme como un crió de seis años.

Me acerco y toco su nariz con el dedo índice, él, aún dormido, encoje la cara en una mueca de molestia y yo sonrío. Inconscientemente el rubio gira la cabeza hacía mí, permitiéndome ver su cara de cerca otra vez.

Tiene la nariz pequeña pero ancha, su piel es mucho mas oscura que la mía y está completamente lisa, ni un lunar, solo esas extrañas marcas en las mejillas, parecen cicatrices, pero no tienen relieve, miro su mandíbula cuadrada y sus labios, son un poco gruesos y ahora mismo están entreabiertos, rodeados por esa barba rubia que me encanta, aunque obviamente nunca lo diré en voz alta.

La poca luz que entra por la ventana ilumina su pelo rubio y alborotado. ¿Estaría muy mal si se lo toco? Está durmiendo, y además muy profundo, no creo que se dé cuenta.

Estiro la mano lentamente desde mi cama y con la llema de los dedos alcanzo sus hebras doradas. Me estiro un poco más hasta que consigo tocarlo, de forma lenta para que no se despierte, él hace un ruido y yo entro en pánico al pensar que va ha despertarse, pero no es así.

Ahora más confiado en que no se despertará, vuelvo a acariciar su pelo, es suave, pero está enredado, y no me extraña, duerme como un oso.

-¿Te diviertes?- la voz de Naruto, somñolienta y divertida me informa de que definitivamente me han pillado.

-¿Eh?- es lo único que sale de mi boca. Un aplauso para mi por favor, mi cerebro acaba de desconectarse.

Miro sus ojos, grandes y más azules que el mismísimo cielo, está esperando una respuesta, y mi cerebro no puede funcionar si me mira así, me está poniendo nervioso.

A ver piensa Sasuke piensa, tienes dos opciones.

1.- ¿Te diviertes?
- Pues la verdad es que si, te estaba mirando en plan acosador mientras dormias y ya que estaba he dicho "oye, y si le manoseo la cabeza"

Después Naruto saldría corriendo y no volvería ha hablarme jamás.

2.- le pongo una excusa inteligente y elaborada.


-Tenias una pelusa.- digo, a ver si cuela.

El intenta reprimir una sonrisa y yo noto el calor en mis mejillas. Me voy a cagar en su vida.

-Ya... Pelusas.- repite sonriendo, se está cachondeándo de mi.- vale, voy a desayunar que tengo hambre.

-Claro, estas en tu casa, aunque mas que desayunar es comer.- digo sarcástico. Se toma muchas confianzas pero llevar aquí medio día.

Naruto suelta la almohada y se destapa... ha dormido sin camiseta.

Ooou yeah.

-Ponte algo dobe, hace frío.- digo dviando la mirada de su cuerpo.

-Corrección, TU tienes frío. Esta casa es como un horno.- se rasca la nuca y bosteza.

Se despereza cuando se levanta del colchón, los músculos de su espalda se marcan, tiene los hombros anchos, y se nota que pasa bastante tiempo haciendo deporte. Tampoco es que tenga una musculatura exagerada, solo trabajada.

Con los ojos, sigo la linea que describe su columna desde su nuca hasta la parte baja de la espalda

…l empieza a andar para salir de la habitación y mis ojos bajan un poco más, concretamente a su trasero.....bonito trasero. Lleva unos pantalones negros que eran de mi hermano, pero le están perfectos, un poco anchos, tal vez si fueran un poco más ajustados no dejarían nada a la imaginación.

Le miro salir al pasillo y bajar las escaleras sonriente. De lejos parece menos alto de lo que es en realidad, yo creo que mide como 1'90 o así, a su lado me siento pequeño, a pesar de que solo me saca una frente.

Suelto un suspiro, malditos heteros buenorros.

Me levanto de la cama y me lavo la cara, maldita sea como adoro mi cama, por que no podré pasarme mi vida ahí, seria tan feliz.

Bajo las escaleras, con la intención de ir a la cocina, pero cuando llego a la puerta...

-Dentro del pecho, hay algo que hace bun bun, bom bom bom bom. Si se te para, ya puedes decir adiós, bom bom bom bom.- Naruto canta esa cancioncilla mientras cocina, aunque no sé que.

-¿Te diviertes?- pregunto divertido.

-Ahh!!.- el rubio pega un brinco y se pone la mano en el pecho.-!Joder Sasuke, que puto susto, casi me da un paro cardiaco!.- grita.

-¿Que haces?- Pregunto.

-Tortitas.

-Son la una del medio día.

-¿Y? Siempre es un buen momento para comer tortitas.

Suelto un suspiro. Me acerco y le empujó levemente con la mano para acercarme y hacer algo de café.

Sigue sin camiseta, al tocar su hombro noto que está muy caliente, no me extraña que tenga calor, y yo tengo frío, soy como un lagarto, tengo la sangre fría, y el es como una estufa humana. Miro de reojo su brazo, subiendo hasta su cuello y mirando su nuez, después miro sus hombros, si pudiera volver a pegar la mejilla a ese hombro, seguro que estaría calentito.

Miro de reojo sus clavículas y su pecho, esos pectorales son perfectos.

-Deberías ponerte una camiseta o le vas a sacar un ojo a alguien.- comento aburrido y él se ríe.

-No tengo frío teme, deja de preocuparte tanto.- le da la vuelta a la tortita con un movimiento de la sartén, en plan chef.

-Yo no me preocupo por ti.- solo por mi salud mental. Se supone que Naruto es mi amigo, no debería atraerme, pero a la mínima oportunidad mis ojos se pasean por su cuerpo sin control alguno.

-¿Vas mucho al gimnasio no?- pregunto, es sana curiosidad lo juro.

-Mm? No, realmente no, entreno mucho para los partidos de béisbol y me gusta salir a correr de vez en cuando, pero ya está. ¿por que?

"Por que estás para mojar pan"

-Por nada, curiosidad.-digo y él se encoge de hombros restándole importancia.

Miro como le da la vuelta otra vez a la tortita en la sartén mientras yo sirvo dos tazas de café, parece todo un experto en esto de la cocina, yo puedo cocinar muchas cosas, pero no tortitas, siempre se me queman.

-Se te da bien .- comento, apoyándome en la mesa con una taza de café en la mano, Naruto de espaldas a mí.

-Supongo, me gusta cocinar este tipo de cosas, son sencillas.- termina de hacer la última tortita y la pone en un plato con las demás.

Se va al frigorífico y, con toda la confianza del mundo, saca una tableta de chocolate, la parte en trozos y la echa sobre las tortitas calientes, provocando que los trozos de chocolate se derritan.

- Voila, ya está, tortitas cien por cien caseras.- dice sonriente mientras coloca dos tortitas en otro plato y las pone junto a mí, las otras dos son para él.

-Estoy impresionado.- digo mientras miro las tortitas y sonrió ladinamente. Tienen buena pinta.

-Cuando era mas pequeño mi abuela me las preparaba por las tardes, así que cuando crecí quise aprender a hacerlas, ahora puedo comer tantas como quiera.- dice mientras se mete un trozo de tortita a la boca.- Oye ¿Vas a estudiar francés?- pregunta cuando termina de tragar.

-Si, supongo que no me queda otra alternativa, ¿por?- digo encogiendo.e de hombros.

-Porque como los dos tenemos el examen mañana, yo podría quedarme aquí y nos ayudamos, la verdad es que estoy un poco perdido, pero si estas ocupado o prefieres estudiar solo puedo irme.

-Nah, puedes quedarte, pero por la tarde tienes que volver a la residencia o tu abuela se preocupará.- digo terminandome el café y dejando el vaso en el fregadero.

-Biennnn pero......no tengo libros.-dice echándole azúcar al café, muuuuuuucho azúcar.

-Yo sí y apuntes también, nos podemos apañar.- remuevo el café y me llevo la taza a la boca.

…l sonríe y yo levanto una ceja.

-Tienes soluciones para todo, eres como don remedios o algo así.-/dice sonriente.

-¿Quieres que te eche de mi casa de una patada?- él deja de sonreír de golpe

-....No.- dice serio.

-Pues a callar dobe, y limpia eso cuando termines.- digo, refiriéndome a la cocina, mientras voy hacia el comedor para sacar mis libros y estudiar allí.

-Vaaaaaaale.

-Y ponte una camiseta por que !!! en esta casa nadie va medio desnudo !!!- grito desde el comedor.

-Eres un quejica, hace calor.

-Pues ponte una de manga corta, pero ponte algo porque me da frío solo de verte.-me da más calor que frío, ya me entendeis, pero eso no tiene por que saberlo.

Frunce el ceño.- está bien.- dice, y sube las escaleras para ir a buscar la dichosa camiseta. A ver si así consigo tranquilizarme un poco, me pone nervioso que se pasee delante de mi de esa manera...¿lo haría si supiera que soy gay?

Es más ¿Naruto me trataría diferente si supiera ese secreto? Quiero pensar que no, que nuestra relación no cambiaría, pero creo que es engañarme tontamente.

A Naruto no le molestaría mi orientación sexual, pero sí que sería más cuidadoso a la hora de hacer ciertas cosas, seguramente no se pasearía sin camiseta frente a mí.

Suelto un suspiro. Estúpidos heteros.

Si Naruto y yo seguimos siendo amigos es solo cuestión de tiempo que descubra mi homosexualidad, y sinceramente, a pesar de conocer la tolerancia de Naruto, no sé como podría reaccionar.

Confió en él, y la verdad es que me da miedo que rechace esa parte de mí, me da miedo que me rechace por ser como soy. A veces hasta yo mismo odio como soy. Todo seria mas fácil para mí si simplemente me gustaran las mujeres, o si no fuera un borde con ansiedad social, Naruto está totalmente a otro nivel, muy superior al mío, y eso es lo que me preocupa, él es lo que se considera perfecto, y yo estoy roto, tengo defectos por todas partes, simplemente no tengo arreglo.

Antes no me molestaba estar solo, estaba acostumbrado, tanto que incluso llegó a molestarme que hubiera gente a mi alrededor, por que realmente siempre he pensado que las personas en las que pueda llegar a confiar acabaran dejándome.

Cuando mi madre murió la gente ya cotilleaba y cuchicheba, y después de lo de mi padre los chascarrillos siguieron: "pobres niños huérfanos" "primero su madre se mata y luego a su padre se le va la cabeza"

Para oír sus tonterías prefiero estar solo, bueno, prefería, ahora me he acostumbrado demasiado al rubio, no me imagino tener que pasar tardes enteras solo en mi casa otra vez, me gusta estar con Naruto, él es diferente, me siento un poco estúpido al admirarlo como lo hago, pero con él me siento seguro, bien, a gusto, no me preocupa ser yo mismo por que sé que me acepta como soy, pero, ¿todo esto cambiaría si él supiera mi historia?, ¿si supiera lo que hizo mi padre y la marca que me dejó? Me avergüenza enseñarla, en mi otro colegio todos me miraban y cuchicheaban al verla, por no hablar de los comentarios hirientes

"Da asco" la frase resuena en mi cabeza, esa frase dicha por personas en las que yo creía poder confiar, pero que solo estuvieron para lo bueno y cuando realmente los necesité no estuvieron para mi. Ayame e Itachi si.

Me pregunto que reacción tendría Naruto, aunque tal vez sea mejor no saberlo, tal vez sea mejor disfrutar de la calma antes de que llegue la tormenta.

No debería comerme la cabeza con estas cosas, lo que tenga que ser será.

-¿Sasuke?- levanto la vista de la mesa, mirando esos precioso ojos azules, que me hacen sonreír levemente.-¿Estas bien?

-Si, veo que ya llevas camiseta.- sonrío mirando la camiseta blanca de manga corta que marca los músculos de sus brazos y hace contraste con el color de su piel.- ya podemos estudiar.

No sé si nuestra relación cambiará o no con el tiempo, pero.....

-Si!!- se sienta a mi lado.- me gusta estudiar contigo Sasuke.- dice sonriente.- me concentro más.- me da un golpecito con el hombro y yo le miro sonriendo un poquito, casi de forma imperceptible.

No sé si nuestra relación cambiará o no con el tiempo, pero si sé que no quiero perder a Naruto.
Notas finales: Yeeeei precioso XD

Comenten porfis, los comentarios me hacen feliz.

Ea voy a mimir que me muero de sueño.

Bye~~

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