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Demonio por Natteshiro

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Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen (no se por que hay que ponerlo si es como obvio xD) 

 

Puse violacion aunque no esta tan detallada ni explicita pero no me cabia otra cosas como advertencia

Notas del capitulo:

Hey, que tal? si matenme estoy subiendo otra historia y no e pusto las contys de otras pero! esta ya la tenia escrita para este mes asi que solo la traspase Q-Q no me a llegado la inspiracion no se si mi lap murio o no y e estado con trabajos de aqui a alla perdon! mañana subire conty de espiando al enemigo que lo deje abandonado... perdon.

Intente darle un toque misterioso no se como quedo -al menos a mi me gusto- pero ustedes mandan! asi que denme su opinion:'D (al fin abril espere caleta por esto xD) 

ADVERTENCIA: Se confundiran de, de quien es el punto de vista, me da floje hacer arreglos asi que espero tengan paciencia y no se me confundan mucho

Sin mas a leer! 

Se ha hablado de ellos desde el principio de los tiempos. Demonios. Criaturas capaces de robar tu aliento y alimentarse de tu vida, de tu sufrimiento.

Esa descripción le quedaba de maravilla al ser que estaba frente a él. Posado con gracia cual cuervo, en la cumbre de aquella escalera, rodeado de criaturas fantásticas, personas capaces de hacer lo que cualquiera creería imposible. Aquel chico era como un demonio. Akashi Seijuro era su nombre, ex capitán de la aclamada generación de milagros.

No habría sido capaz describir su miedo en palabras si se lo pidieran, explicarlo era meramente imposible.

El primer encuentro más aterrador de su vida, se arriesgaba a decir que de su existencia completa.

Al termino de ese enfrentamiento final ‘Bien y Mal’ Dieron sus manos dando la paz. Habían ganado la batalla, luego de tanto, todo había terminado. Sus ojos cambiaron, pero seguían siendo igual de aterradores. Sangre y Oro ahora vueltos solamente sangre. Con una sonrisa engaño a muchos, mas para el sus intenciones eran claras.

Quería venganza

No se consideraba una persona perceptiva, mas bien lo opuesto, pero esa mirada se lo dijo todo. Un emperador derrocado solamente busca nuevamente erguirse entre las masas y eliminar a todos los que se atrevieron a humillarlo.

Los días pasaron, estuvo atento a todo, y eso significaba distraído en todo lo concerniente a la escuela, tenia miedo, no quería que nada malo le pasara a ninguno y si eso significaba hacer peligrar seguramente su vida. Se sacrificaría.

Una mirada entre roja y magenta le seguida donde quiera que fuese conciente de que intentaría a toda costa interferir en sus planes. Era conciente de eso.

Tenía miedo, ese demonio era despiadado. Capaz de quien sabe que barbaridades, quizá era el emperador de incluso el otro mundo. Y el, un simple, un burdo humano que aterrado temblaba cual chihuahua. Los temblores también significan fuerza. No lo sabía.

El día en que aquella criatura tomo forma frente a el se sintió desfallecer, había llegado su hora. Todo por querer proteger a sus amigos.

Creer en algo es diferente a presenciarlo.

Cerró sus ojos resignado, no había escapatoria, de todas formas moriría. Dio gracias a dios por todo, inclusive por poner a aquella egoísta mujer de la cual se encontraba perdidamente enamorado aun sabiendo de lo retorcida y egoísta de su mente. Espero dolor que nunca llego. Abrió sus ojos y aquella perfección encaramada no movía un músculo, solamente se quedaba estático escaneándolo con la mirada

Tal vez no vale la pena el matarme

Pensó, no espero recibir una respuesta a aquello, y por ende se sorprendió de sobremanera al ver una sonrisa en el rostro de su verdugo.

¿Quieres morir?

Escucho en su mente, dio un respingo. Todo le era posible, inclusive entrar en sus pensamientos. Le dio la espalda cubriéndose con la tapa, de pies a cabeza, como si sirviera de algo. Simple silencio, asustado volteo y saco lentamente la cabeza de su fortaleza de mantas. Nada.

No, no fue un sueño

Murmuro. La voz seguía resonando.

¿Quiero morir?

Paso un año de aquello. Las visitas del emperador de la oscuridad –como le había apodado- eran por decirse mensuales lo esperaba incluso, siempre a la misma hora y día. No hablaba, solo el silencio gobernaba.

En ningún momento dejo de cuidar a sus amigos, inclusive se presento al encuentro de entrenamiento entre Seririn y Rakuzan completamente aterrado, pero se presento. Y gracias a Dios fue olímpicamente ignorado, más, cuando uno de sus compañeros callo por culpa del peli-rojo volvió a temer. Ahora no era el su victima como si lo eran los demás. Agradeció el que le pidieran marcarle, fue ahí cuando se dio cuenta. Disfrutaba haciéndole temer lo peor, su sonrisa lo delato.

Esa noche, coincidentemente era ese día.

¿Qué es lo que planeas?

Hablo, su voz temblaba. Estaba aterrado, nunca creyó tener el valor de hablarle.

El aludido sonrío con sorna  mientras se acercaba hacia al bulto sobre la cama.

Tú lo sabes

Murmuro cerca de su oído notando como el cuerpo del chico se estremecía, sonrío.

Sintió como se reía en su oído. No podía hacer nada en esa situación, no quería seguir siendo atormentado, pero era conciente de que si no era el serian sus amigos, sus compañeros.

¿Qué hago?

Sacrifícate

Sintió como a la cama se agregaba un peso mas, solo su cabeza sobresalía, cerraba sus ojos con fuerza sintiendo como una mano fría tomaba su mentón para que ambos rostros quedaran frente a frente.

Por unos segundos sintió como no podía controlar su cuerpo. Abrió los ojos. Su mirada era penetrante y junto a su sonrisa le daban una apariencia aterradora.

Abrió la boca en busca de pronunciar palabra pero solo salieron de su garganta ruidos in entendibles y como consecuencia de ello el demonio ensancho su sonrisa.

A-Aka..

Sus labios percibieron un frío contacto. Solo cuando sintió una punzada de dolor se dio cuenta. Estaba siendo besado por quien le atormentaba.

No era nada suave, era algo completamente brusco, algo que jamás había experimentado.

Estaba completamente sometido a la voluntad del emperador, sentía todo lo que hacia más no podía mover un músculo en su defensa, solo sonidos ahogados salían de su garganta entre el beso. Agradeció que ese día fuera el aniversario de sus progenitores y que decidieran salir esa noche. No sabría que hacer si estos le vieran de esa manera. Se sentía la asquerosidad más grande existente. Estaba respondiendo a su tacto.

Fue despojado de sus mantas quedando así bajo el cuerpo de su agresor, quería rogar por piedad pero no podía hacer mas que mirar fijamente como el hombre se deshacía de sus prendas una a una, primero su camiseta, después su pantalones y por ultimo, sus boxers -en los que claramente se podía apreciar como su miembro estaba un poco despierto-.

Le sintió detenerse unos segundos mientras admiraba su desnudes. Sabía que disfrutaba verle sufrir y no quería darle el gusto, pero las lágrimas no paraban.

Cerró sus ojos nuevamente en un intento de pensar cualquier otra cosa e intentar aliviarse un poco.

Mírame

Abrió los ojos acatando esa orden de manera inconciente, sentía sus toques y como la temperatura de su cuerpo iba en ascenso, sabia que solo eran reacciones fisiológicas pero simplemente no podía evitar darse asco a si mismo.

Cuando sus orbes cafés se enfrentaron a aquella mirada noto como aquella sonrisa permanecía de manera falsa. En su mirada se notaban tintes de arrepentimiento.

Se sintió un loco, no le agradaba verle de esa manera pero ¡el era la victima! ¿Porque sentía pena por el?

Sus lagrimas caían y el solamente podía pensar en como se estaba sintiendo Akashi, ¿por que hacia eso? –venganza según el- Su mirada decía otra cosa.

 Todo movimiento había sido suspendido y solo se miraban fijamente. Pasaron los minutos hasta el castaño hizo un movimiento que sorprendió bastante al que hasta hacia unos minutos tenia el control de todo. Un abrazo.

El contacto era calido, sentía el cuerpo del mas bajo temblar pero no se separaba. No entendía.

¿Por qué?

Parecía que estuvieses sufriendo

Respondió a la pregunta jamás formulada. ¿Él, sufriendo? No, el hacia sufrir a los demás, nunca al revés.

Debía odiarle como todos. No debía tender su mano, lo traicionaría.

El oro apareció en defensa de la sangre.

Relamió sus labios. Se acerco al rostro del muchacho mordiendo sus labios. Lo beso, coló su lengua en aquella –hasta hace poco virgen- cavidad recorriendo cada centímetro intentando dejarlo sin aliento. Sabia tan dulce, ¿el sabor de la bondad tal vez? Se separo cuando sintió que el cuerpo del castaño no aguantaba estar tanto tiempo privado de aquel gas tan vital.

Aquella vista era realmente erótica, inclusive para un ser como el que venia desde los abismos. Sus lágrimas seguían cayendo, su boca entre abierta intentando calmar su respiración.

Dirigió su vista a su cuello, ahí succiono y dio mordidas nada suaves. Bajo por su torso y se dedico a dar atención a los pezones del castaño, se dedico a chuparlos hasta dejarlos por demás erectos terminando por morderlos. Poco le importaba si el otro sentía placer o no con sus actos.

Desabrocho el cuello de su camisa y el botón de su pantalón. Debía corromper, destrozar a la persona que vio a través de el.

Lo penetro sin siquiera haberlo preparado, quería que le doliera, que recordara eso por el resto de su vida –si es que podía seguir viviendo luego de aquello- siguió el vaivén disfrutando como era apresado su miembro, era maravilloso.

Se sentía satisfecho, le había abierto los ojos, le había mostrado lo lascivo de su cuerpo. Que no era un santo.

Lo tomo cinco veces seguidas, tres de ellas en las que el chico llego al orgasmo.

Se fue de ahí dando una última vista al chico que se encontraba en posición fatal sobre la cama. Sonrío nuevamente al notar las marcas en su cuerpo, moretones se estaban formando en su tostada piel.

Lo siento

Escucho decir, ¿Cómo es que había una persona que era capaz de pedir disculpas a la persona que lo violo? Por que eso había sido, una violación.

Desapareció

Pasaban los días, no podía olvidar la expresión de pocos amigos que vio en el rostro del chico de –creía- ahora mirada heterocrome. Se estaba volviendo loco, el una inmundicia y la criatura de la noche un ser perdido. Se sabia equivocado pero no podía dejar de pensar en lo que podía estar pasado el peli-rojo.

Había logrado su cometido. Tetsuya le había comentado que el castaño había dejado la escuela y que se rehusaba a verlos por más que insistiesen. Repetía todo en su mente, pero no lograba sonreír por ello, era lo que hasta hacia poco creía que quería.

Estaba arrepentido, pero no se vio capaz de darle la cara, lo había destruido. Pasaron meses y no conseguía olvidarlo. Apareció en su cuarto a media noche el mismo día de las anteriores visitas. No había nadie todo estaba impecable, creyó incluso que lo había orillado al suicidio, permaneció serio sin mostrar como se sentía.

La puerta se abrió dejando entrar un poco de luz proveniente del pasillo aliviando un poco la penumbra del cuarto. No se preocupo, no cualquiera podía verle, siguió  mirando la cama hasta que escucho que alguien se dirigía hacia el.

Sabía que vendrías

Volteo rápidamente, estaba sorprendido y eso pocas veces pasaba. Frente a el la figura mas baja que el solo por unos centímetros le miraba con una sonrisa sincera sosteniendo una toalla en sus hombros.

¿Por qué?

Lamento haberte preocupado

Sin siquiera pensarlo unas traicioneras lagrimas recorrieron sus mejillas, estaba aliviado. Vio como el castaño con sus manos temblorosas secaba cada una de estas. Eso lo hizo sentir peor, no merecía eso, el lo había hecho llorar sin siquiera inmutarse.

El bajo junto ambas frentes mientras abrazaba por el cuello al peli-rojo que sin palabras pedía una explicación.

Deje la escuela pero supongo eso lo sabias

El otro asintió

No me creí capaz de darles la cara

Tenía fuerza

Pero estaba mas preocupado por ti que por mi mismo

Era puro

Pensé en suicidarme, pero luego te recordaba

Lagrimas volvieron a caer, no le importo nada mas, abrazo aquel cuerpo, había perdido peso pero solo eso, ninguna otra secuela, su piel tan tersa como siempre y su suave cabello castaño. Por mas enemigo que fuese de los cielos en ese momento se rebajo y dio le dio las gracias Dios, por enviarlo y dejarlo quedarse.

El demonio que odiaba que vieran a través de él dejo al fin aflorar sus sentimientos, mostrando  por primera vez debilidad ante una persona. Solamente con el se volvía débil y solamente el se volvía su fuerza.

Los demonios son criaturas perfectas, perfección con corrupción combinadas en un solo ser que atraen almas a la perdición, pero no siempre es así, hay veces en las que solo buscan ser salvados de miedos de los que ni ellos mismos están enterados.

Hay personas que tienen muchos, persiguiéndoles en busca de sustento o salvación. Pocos son los que los ven y pocos los que solamente tienen uno consigo.

Hey, entonces ¿serás solamente mío de ahora en adelante?

Notas finales:

Espero no haberles aburrido u.u  ojala que les gustara un poquin nos vemos pronto QuQ)/

Los hamo

PD: Si quieren le hago conty(?


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