Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Pero no lo hiciste. por luky_luze

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Bueeno... este shot salio de mi kokorito roto T.T

Tenia que sacar los feels de una manera y me desquite con estos dos u.u

Notas del capitulo:

Buenas mina...

Ando un poco chipi u.u y la verdad escuchar musica deprimente no me esta ayudando mucho, bueno quiza si pero solo para que escribiera este shot y un poco de los demas que tengo pendientes con ustedes.

No me odien, una mujer con el kokoro roto escribe cosas asi o incluso mas deprimentes.

Con esto claro, pasen a leer.

Nos vemos abajo.

En el ajetreo y el ruido que provocaba estar en un evento como lo era una boda, un hombre de 45 años observaba con melancolía y cierto grado de felicidad a su hija bailar con el que de hoy en adelante seria su esposo por toda la vida. Sus ojos reflejaban cariño y amor infinito hacia su única hija, la niña que hoy en día tenía 20 años y que tan luego se acabara la recepción volaría hacia su luna de miel y en unas semanas más lejos de su alcance, lejos de su hogar, de su cuidado.

Suspiro con tristeza, su único motivo por la que seguía viviendo se le iba de las manos, no quería ser egoísta porque sabía que el hombre con el que se casó su única hija le haría feliz y le daría todo el amor que de ahora en adelante únicamente necesitaría, ella no se lo merecía, quería que fuera feliz, así como él fue con ella a su lado.

-Difícil ¿no?- vio a un peli rojo, con su cara afligida, no tanto como la de él, pero la suficiente para saber que no era el único que estaba así en la boda de sus primogénitos –un día los tienes entre tus brazos, cuidando que no se enfermaran, ayudándoles con tareas y entrenamientos, alejando a cualquiera que se atreviera a lastimarle y al otro te dicen “papá, embaracé a mi novia”. Vaya manera de darme la noticia-

-Si así fue en tu caso, imagínate el mío Bakagami- le respondió –la novia de tu bastardo resulto ser mi hija que por cierto aún no termina la carrera de veterinaria, ya está embarazada y estamos en su boda- agrego, cruzándose de brazos.

-No le digas bastardo a mi hijo mayor, Ahomine- le espeto Taiga –pero… el que se llevó la peor parte fue Tetsuya, por poco le daba un paro cardiaco cuando se enteró- suspiro al solo recordarlo.

-Si te sirve de consuelo, hicieron un buen trabajo con su hijo, Kagami. Solo que… no le controlaron las hormonas a tiempo-

-Gracias…- le respondió el ex as de la preparatoria Seirin -¿Cómo estás?- pregunto serio, no era sorpresa del tigre el que la pantera quisiera lanzarse a golpes a su hijo por embarazar a su hija. Su única hija.

-Mejor al saber que tu hijo se hará responsable de sus actos- contesto –y feliz al saber que mi niña será feliz al lado de tu mocoso- agrego, sintiendo un pequeño ardor en los ojos.

-Estás en tu derecho de llorar, si así lo que quieres…- le contesto el ojo rojo.

-Prefiero guardarme las lágrimas cuando este en casa, no quiero arruinarle la fiesta a mi princesa y a tu bastardo- siguió, suspirando al recordar que en unos meses más será abuelo.

-Sabes que no es bueno guardarte las lágrimas, Aomine-kun- la voz del otro padre del culpable de arrebatarle a su bebé se escuchó –si quieres llorar, hazlo, nadie te va a juzgar- contemplo.

-No Tetsu, no ahora- respondió –creo que ya es hora de despedir a los muchachos- vio su reloj, el avión de su hija salía en treinta minutos y aun no se acaba el evento –dejen de preocuparse tanto por mí, hace 20 años llore todo lo que tenía que haber llorado, no es como si fuera a perderla para siempre-

-Estoy preocupado- comento el peli celeste, observando a su mejor amigo abrazando a su hija fuertemente, despidiéndose de ella y deseándole buen viaje.

-Lo sé, yo también lo estoy Tetsu, el idiota no se comportaba así desde que Sakurai murió- agrego, abrazando por los hombros al hombre fantasma.

-Vamos- alentó el peli celeste, caminado a la par de su esposo para despedir a su hijo mayor, tantas cosas han pasado en ese lapso de tiempo, tanto que es imposible de contar en un día. Y hoy, no sería esa noche.

-Cuando te conocí y hable contigo por primera vez estaba enojado, furioso, y tenía unas infinitas ganas de golpear a alguien o lo que fuera. Pensé que te alejarías como los demás lo habían hecho y también pese que me odiarías y envidiarías por haber pertenecido a la Generación de los Milagros…

*Pero no lo hiciste.

+Solo me dijiste que tu nombre era Sakurai Ryo y que sería un honor estar en el mismo equipo que yo.

-El día que te pedí que fueras mi novio, ese día pensé que me odiarías por haberte llevado a comer hamburguesas en vez de ir a un restaurante caro, como de los que aspirabas a trabajar cuando fueras mayor, creí que me considerarías tacaño e insensible en esos momentos por no pensar en donde me confesaría…

*Pero no lo hiciste.

+Me dijiste que no importaba el lugar a donde vayamos, siempre y cuando fuera a mi lado. Ese mismo día robe tu primer beso, aun lo recuerdo perfectamente.

-Soy una persona celosa, eso lo sabias perfectamente. Hubo una tarde durante el entrenamiento que Wakamatsu no te dejaba en paz, prácticamente me le lance a golpes por meterse con lo mío, con mi novio, me importo poco la escena que arme aquel día, y prácticamente te obligue a irnos del entrenamiento. Creí que me odiarías o que incluso terminarías conmigo por haber golpeado a nuestro senpai a pesar de que sabias que se lo tenía merecido, sentí miedo de nuevo de perder lo que había conseguido en esos años…

*Pero no lo hiciste.

+Me pediste que mañana por la mañana me fuera a disculpar con Wakamatsu por haberlo golpeado. Me abrazaste y me besaste en una mejilla, dijiste que nunca ibas a cambiarme por nadie, así fuera malo con otras personas, nunca me abandonarías y dejarías que nunca volviera a estar solo. Esa misma noche te arrebate tu virginidad, te hice mío de tantas maneras distintas, hicimos por primera vez el amor, que aún tengo el recuerdo de esa noche en mi mente.

-El día que nos mudamos formalmente como la pareja que éramos, por accidente rompí una de las figuritas de tus preciados mangas, pensé que me obligarías a comprarte otro, o peor aún… me castigarías sin tocarte por todo lo que sobraba del mes…

*Pero no lo hiciste.

+Solo acariciaste con cariño mi cabello y besaste mi frente. Dijiste que era una figura sin valor alguno y que en cuanto se hiciera otra convención irías a comprar otra. Eras tan bueno conmigo, nunca te enojaste al enterarte después de que esa figura era la única que estaba aún en existencia, solo levantaste los hombros, me sonreíste y dijiste que eso nunca te importo.

-El día de nuestro quinto aniversario te pediría que te casaras conmigo, para mi desgracia no tenía dinero suficiente para costear un restaurante que estuviera a tu talla, todos mis ahorros se fueron en el anillo que sostenía en esos momentos en mi mano, oculto en mi pantalón. Te lleve de nuevo a comer hamburguesas, hubiera querido haber hecho más por ti esa noche pero mi trabajo y el entrenamiento en la academia no me lo permitieron. Mi pedida de mano no fue la más romántica ni la más emotiva que hubiera existido y por eso mismo creí que me rechazarías sin pensarlo…

*Pero no lo hiciste.

+Aún recuerdo la imagen de ti llorando y aceptando casarte conmigo. Te me abalanzaste y gritaste que me amabas como si fuera el primer día que nos conocimos. No te importo donde te haya pedido tu mano, porque fue en ese mismo lugar cuando te pedí que fueras mi novio hace cinco años. Eso fue lo que me dijiste y después me besaste como si en eso se te fuera la vida aun con tus lágrimas rodando por tus mejillas.

-Aun en tu estado, te esforzarte en enseñarme a cocinar, tenías seis meses de embarazo y seguías teniendo paciencia conmigo porque realizara algo que tú y yo sabíamos que no tenía talento alguno. Pero aun así insististe en que me esforzara en hacer algo para comer. Unas carbonizadas bolas de arroz y una sopa de miso con demasiada sal fue el resultado de todo ese esfuerzo. Creí que me odiarías por quemar la cocina y por preparar algo no comestible, incluso lo probaste, pensé que te enfermarías y el bebé también…

*Pero no lo hiciste.

+Solo te me quedaste viendo con cariño incondicional, exclamaste algo y después me besaste la mejilla con amor. Me sonreíste y después dijiste que cocinar llevaba tiempo en aprender, y que la cocina no importaba siempre y cuando estuviera yo en ella. Pusiste mi mano sobre tu vientre y después le murmuraste al bebé que su padre con el tiempo se volvería el mejor chef que haya tenido Japón nunca, solo era cuestión de tener paciencia y amor incondicional para lograrlo. Para nuestra suerte no te enfermaste por eso, tampoco el bebé.

-Cuando pasamos por esas puertas sostenía tu mano con el temor de que te me fueras arrebatado, caminábamos a prisa los enfermeros y yo para llevarte de emergencia a la sala de partos, nuestra bebita venia ya en camino. Pusiste la mano donde llevabas tu anillo de bodas sobre la mía, dándome a entender que todo estaría bien y que en unas horas tendríamos a nuestra primera hija con nosotros. Simplemente bese tu frente y rece porque así fuera. Cuando ya no podía acompañarte más por aquel pasillo, gritaste con las pocas fuerzas que tenías en esos momentos que nos volveríamos a ver por el bien de nuestra hija…

“Hicimos todo lo que podemos. Murió”

“No tenía oportunidad de sobrevivir, era su vida o la del bebé”

“Dio su vida a cambio de la de su única hija, todos en esa sala admiramos a su esposo como no tiene idea. Prefirió morir el antes que la vida que tuvo por nueve meses en su vientre”

“Lo siento, Aomine-san”

*Pero no lo hiciste.

Hubo muchas cosas que no hiciste, tantas que me sorprende por qué preferiste casarte conmigo habiendo tantas personas que deseaban lo mismo para ti. Todas esas cosas que no hiciste se debieron a que yo era el culpable de eso, me amabas más de lo que yo en ese momento pude amarte. Amaste a nuestra hija incluso antes de que pudieras verla en tus brazos, diste tanto por nosotros y ahora… no sé qué hacer más al respecto.

Pude haber sido amable contigo en el primer minuto en el que te conocí, pude haber ahorrado lo suficiente para pedirte de manera adecuada que fueras mi novio, pude haber controlado la furia que en aquel momento me invadía por la cercanía que Wakamatsu se daba contigo, haber hablado primero antes de actuar, pude haber tenido cuidado en lo que estaba haciendo al momento de mudarnos y no haber roto esa figura, tuve que haber ahorrado lo necesario para pedirte tu mano como siempre lo soñaste, tuve que haber hecho las cosas bien y a la primera, para que te sintieras orgulloso de mi cuando entrara a la cocina. Tuve que haber estado en esa sala cuando me necesitaste, cuando dabas tu vida por nuestra hija, luchando para que ella naciera, tenía que haberte apoyado y darte todo lo que era necesario para continuas luchando por tu vida.

*Pero no lo hice.

Y hoy, en la boda de nuestra hija digo: no me arrepiento de haberte hecho todas esas cosas, porque sin ellas nunca te hubiera dicho en todas esas ocasiones: Te amo, Sakurai Ryo y siempre lo hare. Ahora y hasta la eternidad.

Notas finales:

Bueno, espero les haya gustado.

Me disculpo si les hice llorar un poquito pero es que mi andar sensible por cosas de aca en casa y bueno...

Nos estamos leyendo mina

Abrazo de oso panda

Luky


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).