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STAY OVER por Sakurako

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Notas del capitulo:

He aquí la respuesta a todas sus dudas. 


Disfruten el capítulo. 

Capítulo No. 18

 

-¿Diga?- contestó algo brusco.

-¿Iwaike-san? Habla el Doctor Hasegawa, tal vez no me recuerde, hablo del Hospital Memorial. Hace unas horas recibimos al Sr. Takarai y necesito que…

-¿Del Hospital Memorial?- interrumpió -¿Hyde está bien?- Su mente se bloqueó al escuchar las palabras Hospital y Hyde.

-Descuide Hyde-san ya no corre ningún peligro, ahora se encuentra estable. Aun así quisiera hablar con usted, Iwaike-san.

-Voy para allá…- colgó.

-¿Le pasó algo al Enano?- preguntó Ju-Ken, pero Kaz no le respondió.

-¿Qué fue lo que pasó, qué te dijero……?- intentó averiguar Ken.

Pero Kaz los pasó de largo. Se dirigió casi mecánicamente hasta Tetsuya, lo tomó de la camisa y lo obligó a levantarse del sofá…

-¿Qué fue lo que le hiciste?- le espetó molesto.

-Lo lamento, yo… es solo que cuando él dijo tu nombre, yo…- comenzó a sollozar. Bajó la mirada, avergonzado. -Yo, estuve a punto de… yo intenté abusar de él… yo…- sintió cómo el cuerpo de Kaz se tensionaba. Por el rabillo del ojo pudo ver su puño, así que cerró los ojos, preparándose para recibir el golpe.

Pero no pasó. En lugar de eso sintió como Kaz lo soltaba y caminaba, con paso apresurado, hacía la salida. ¿Con qué derecho lo golpearía luego de que él mismo no se había dado cuenta del estado del cantante esa noche? Debió haberlo notado, debió preguntar qué sucedía, debió escucharlo, debió controlar sus celos, debió… ya no importaba.

-Ju-Ken…- Lo llamó el guitarrista de Vamps. El bajista corrió para darle alcance. Ambos desaparecieron por el pasillo.

-Yukihiro, escuchaste el nombre del hospital, ¿cierto?- Preguntó Ken bastante serio, observando las siluetas alejarse. Yuhikiro se sobresaltó al escucharlo, había quedado en shock luego de toda esa escena.

-Sí, sí. Hospital Memorial.

Ken le indicó con un gesto que debían ir. Tetsuya se levantó del sofá y caminó al lado de ellos.

 

Llegaron prácticamente juntos al hospital. Ken corría por los pasillos desesperado, gritándole a cuanto doctor se topaba que le dijeran dónde estaba Hyde, sin ningún resultado. 

En cambio Kaz, que ya había recobrado un poco de su cordura, se dirigió directamente hasta la sección de informes, Ju-Ken los vio llegar y les indicó con un gesto que se acercaran. Yukihiro, que iba con Tetsuya a cuestas, llamó a Ken para, juntos, seguir al Bajista de Vamps.

 

-Disculpe…- intentó llamar la atención de una de las enfermeras –Estoy buscando al Doctor Hasegawa, me dijeron que está atendiendo a Hyde…

-Un momento por favor.- La enfermera lo interrumpió, tomó un par de papeles y luego de buscar algo en ellos, se volvió al guitarrista. –Tercer piso, pregunte en el puesto de enfermeras, ahí lo llamarán.

-Gracias.- Corrió hacia los ascensores. Los demás entraron junto con él, en completo mutismo. Nadie se atrevió a perturbar el silencio.

En cuanto las puertas del ascensor se abrieron, Kaz pudo divisar al Doctor al otro lado del pasillo. Pero algo llamó su atención, una figura que ni en sueños hubiera esperado encontrarse allí. Corrió furibundo hacia él.

-¡¿Qué rayos estás haciendo tú aquí?- Preguntó furioso. La presencia de ese hombre le molestaba.

-Llegué junto con Hyde, yo lo acompañé en la ambulancia.- Dijo serio, tal vez apenado el alto cantante.

Gackt había regresado al bar en el momento justo en que Hyde se desmayara, había sido él quien llamara a la ambulancia.

-¿Estuviste con él toda la noche?- preguntó ahora temeroso de la respuesta. Gackt pudo notar el deje de celos en la voz del guitarrista.  

-No. Lo encontré en el bar bebiendo y… lo acompañé un rato. Sólo eso.- Parecía sincero, o eso deseo Kaz.

 

-Doctor- volvió su atención al médico -Hyde… ¿él está....?

-Bien.- dijo el doctor con una ligera sonrisa. Algo que no alivió en nada la pena del guitarrista. –Camui-san, como ya le dijo, fue quien lo trajo al hospital, aun así…- su atención se desvió hacía las otras personas -Ellos vienen con usted, ¿cierto?- ni siquiera los recordaba. No se dio cuenta cuándo le dieron alcance. –Aun así yo quería hablar con usted.

-Sí, ellos vienen conmigo, pero… ¿Hyde…?- intentó preguntar, ansioso.      

-Sí, Hyde-san llegó con una severa intoxicación alcohólica.- Todos se tensaron al escucharlo. –Para serle sincero, yo esperaba una recaída mucho antes. El noventa por ciento de las personas que entran a un programa de rehabilitación recaen el mismo año. Con tanto tiempo yo espera que el Sr. Takarai fuera del otro diez por ciento. Por cierto, lamento mucho haberme tomado el atrevimiento de llamarlo, pero según recordaba usted se ocupó de él la última vez, así que…

-No se preocupe, me alegra que sea usted quien esté al pendiente de Hyde- respondió lo más cordialmente posible que su nerviosismo se lo permitía.

-Esperen un segundo, ¿a qué se refiere con recaída? Hyde jamás estuvo en rehabilitación- Interrumpió Ken, bastante confundido. –Nosotros lo sabríamos, somos sus amigos.

-Es cierto, que yo sepa, Hyde nunca ha estado en un lugar así…- secundó Ju-ken. El resto seguía en completo silencio. En especial Tetsuya, que no terminaba de digerir lo que escuchaba.

-Hace algunos años, Hyde tuvo algunos problemas, él… él casi muere debido a una intoxicación.- Kaz lo había dicho con la mirada baja, con un temblor en su voz, que... No le gustaba recordar esa época. –Estuvo en rehabilitación poco más de seis meses. Yo lo acompañé.

Sus ojos se desorbitaron, su cuerpo se tensó. La imagen de aquella noche en la que encontró a Hyde en el bar, solo, vino a su mente. Repentinamente las imágenes de noches y noches en bares, incitándolo a  beber lo atormentaron. Entonces algo en el pecho de Gackt comenzó a doler, culpa. Y lo de esta noche, lo había notado, había notado algo extraño en él pero, no quiso verlo…

-Nunca nos dimos cuenta, él nunca dijo nada.- Había susurrado Yukihiro, con pesar. -¿Tan mal estaba…?

-Él me pidió que no dijera nada. Él no quería que lo supieran, en especial Ogawa-  se podía sentir el resentimiento en sus palabras.

-También entonces fue mi culpa…- Tetsuya comenzó a llorar en silencio, sólo se sentía su cuerpo convulsionar.

-Entonces por eso…- recordó Ju-ken –Por eso no lo dejabas solo… por eso ninguno de ustedes tomaba… por eso…- pero qué tonto, nunca se dio cuenta. –Y los temblores en sus manos…- dijo ahora asustado. –Él dijo que…- Kaz le sonrió suplicante, no quería recordar esa época, y Ju-Ken comprendió. Calló.  

-Doctor Hasegawa… ¿Podemos verlo?- se notaba ansioso. Necesitaba verlo, saberlo vivo. Con eso le bastaba, por ahora.

-Claro. Aún debe estar durmiendo, pero si ustedes quieren pueden pasar. Síganme, por favor.- se adelantó unos pasos y les indicó el camino. –Habitación 567.- Les indicó. El doctor seguía tan amable como lo recordaba.

Caminaron detrás del doctor. Tetsuya iba de último. Estaba nervioso, no quería ver a Hyde en ese estado. No, tenía miedo de verlo y sentir la culpa recorrerlo. La verdad es que era tan cobarde que se negaba a enfrentarlo, incluso en este estado. 

-Sólo les daré diez minutos. Como dije, Hyde debe estar durmiendo, y necesita descansar.- Les indicó frente a la puerta. Todos asintieron.

La puerta de la habitación se abrió, pero Tetsuya no pudo entrar, justo en el borde se detuvo.

-No puedo, Ken. Por mi culpa él está aquí. Yo…

-No digas eso Tetchan. Vamos…- intentó incitarlo pero Tetsuya se negó.

-No, ve tú, vayan ustedes, aquí los espero.- Se volvió y buscó las butacas en el pasillo.

-Vayan,- le dijo Ju-ken –Yo me quedo aquí con él. Además, necesito avisarles a los demás.- Lo pensó un rato. –Supongo que tendré que ir a hablar con J, tiene que avisarle a los ejecutivos, no creo que Kaz tenga cabeza, y...

-Ayudaremos en lo posible, ¿de acuerdo?- aseguró Ken, palmeándole en el hombro en señal de conforte. Sabía que ellos también apreciaban a Hyde, ellos también sufrían. 

-Lo siento.- Se alzó la voz de Gackt. Ni siquiera lo recordaban, se había quedado rezagado y estaba tan callado, que no lo notaron. –Yo no puedo quedarme, tengo un vuelo que tomar en un par de horas. Pero…- se dirigió a Ken. –Por favor dile a Hyde que me perdone. Yo lo llamaré después para saber su estado.- Sin decir más comenzó a caminar por los pasillos que daban al ascensor.

Ken simplemente asintió, no entendía muy bien pero, poco le importaba, ahora sólo necesitaba cerciorarse de que Hyde estaba bien, ya luego aclararía lo que tuviera que aclarar.

 

Cuando entró al cuarto, Kaz ya estaba sentado aún lado de la cama de Hyde, sosteniéndole la mano, mirándolo con infinita ternura. Yukihiro estaba de pie a un par de metros de la cama, observándolos con tristeza, no, más bien era preocupación, o talvez ambos.

-¿Y Tetchan?- preguntó el baterista en cuento Ken llegó a su lado.

-No quiso entrar. Ju-ken está con él y Camui tuvo que irse…- Le explicó. No pudo evitar sentir pena por Kaz, realmente parecía que estaba sufriendo. -Ju-Ken dijo que tenía que avisar a los demás.

-Ken… Hyde se ve mal.- no pudo evitar hacer el comentario. Se recargó en el hombro del guitarrista y este lo envolvió con sus brazos. –Tenemos que hacer algo.

-Ahora sólo podemos esperar Yuki.- Dijo con pena. ¿Qué más podían hacer?

Kaz no podía despegar la mirada de Hyde, se veía tan pálido… y ese golpe en la frente…

-Perdóname, Hyde… por favor, perdóname. Fui un idiota, un tonto, ¿cómo no me di cuenta?- Susurraba el guitarrista cerca del oído de Hyde, acariciando su cabello, peinándolo con sus dedos. Un gesto que a Hyde le gustaba. –Despierta, Hyde. Aquí están tus amigos, necesitan saber que estás bien, yo te necesito…- pero Hyde seguía dormido.

Justo en ese momento, alguien tocó la puerta, era el Doctor que venía a avisarles que los diez minutos ya habían pasado.

Todos salieron menos Kaz. Que luego de hablar un rato con el Doctor, se las arregló para que le permitieran quedarse todo el tiempo que fuera necesario.

Ken y Yukihiro salieron de la habitación, Tetsuya y Ju-ken no estaban. Los encontraron en la cafetería. El semblante de Tetsuya no había mejorado en nada.

-¿Cómo está?- pregunto el Bajista de Vamps en cuanto se acercaron.

-No se ve muy bien- respondió Yukihiro, triste. –Pero el doctor dice que está fuera de peligro, sólo hay que esperar a que despierte.- Dijo mientras él y Ken se sentaban en los dos lugares libres en la mesa.

-Supongo que no soy de mucha ayuda aquí, iré a hablar con los chicos. Nos vemos más tarde.- Ju-ken se despidió. Pero más tarde… era de noche, seguro no regresaría sino hasta mañana.

-Yuki, ¿por qué no llevas a Tetsu a su departamento?, necesita descansar y…

-No. Yo me quedó aquí. No me moveré hasta que Hyde esté bien.- sentenció Tetsu, utilizando el tono de líder de L’arc en Ciel. Aun no se atrevía a mirarlos a los ojos.

-Kaz se quedará con Haido. No tienes de qué preocuparte.- dijo Ken, tomándolo de la mano para llamar su atención.

-Además, como dijo Ju-ken, no somos de mucha ayuda aquí. Yo también estoy cansado, Tetchan, vamos, te prometo que regresaremos mañana a primera hora.- insistió Yukihiro.

-Les dije que yo me quedo aquí.- dijo tranquilo, levantando la mirada, parecía querer mostrar todo su autocontrol, sino fuera por el temblor en su voz y esa mirada brillosa... –Ustedes vayan a descansar. Los llamaré si es necesario.

Ken y Yukihiro no insistieron, la verdad es que estaban cansados. Había sido un día demasiado largo. Así que regresaron a su departamento. Además tenían pensado regresar a primera hora de la mañana. 

 

Notas finales:

¿Qué les pareció?

Ya casi termino el siguiente capítulo, pretendo actualizar mañana.

Nos leemos luego. 

Continuará...


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