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STAY OVER por Sakurako

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Notas del capitulo:

Lo prometido es deuda. 

El capítulo me quedó muy largo pero espero lo disfruten. 

Capítulo No. 19

 

Kaz seguía en la habitación con Hyde, no se había movido de allí, de esa silla. Seguía acariciando la mano del cantante, sabía que ese gesto también le gustaba. Lo descubrió ese día, años atrás, en una situación similar…

No se dio cuenta, pero en medió de sus cavilaciones y la contemplación del rostro de Hyde, se quedó dormido.

 

Una caricia en sus cabellos, lo despertó. Levantó la mirada para toparse con el rostro compungido de Hyde. Que además lo observaba con cierto temor, con vergüenza, con súplica… con cariño.

-Hyde… ¿Cómo te sientes? ¿Te duele algo?- se apresuró, pero sin soltar su mano.

-Kaz-kun, creí que jamás volvería a verte…- dijo conteniendo el llanto. Parecía un niño. Kaz tuvo unos deseos enormes de besarlo, pero se contuvo.

-¿Por qué lo hiciste, Hyde?- preguntó triste. –Lo prometiste, lo prometimos.- no pudo evitar el reclamo.

-Yo… me sentí desesperado.- Bajó la mirada. La primera lágrima rodó. Intentó limpiarla pero al tratar de mover la mano se dio cuenta de que Kaz la sostenía. Sonrió triste. –La verdad, pensé que si pedía el primer vaso con licor, tú aparecerías para impedir que lo bebiera, para regañarme…- levantó el rostro empapado en lágrimas. Intentó sonreír. –Funcionó. Sólo que llegaste tarde…

-Pero qué dices Hyde.- Ahora sí no pudo contenerse más y se acercó para besarlo, lo besó en la frene donde estaba la magulladura -Perdóname, Hyde. Perdóname todo lo que te dije ese día, yo no sabía lo que había pasado, tú no me dijiste nada, y yo… yo estaba tan celoso, que…

-¿Lo sabes?- Hyde le interrumpió con voz suave, cortada. -¿Cómo…?- Había olvidado lo que pasó esa noche. En realidad luego de ver a Kaz a su lado, ya nada más le importó.

-……- asintió –Ogawa me lo dijo.- Respiró profundo, dándose ánimos para poder decir lo que, suponía, era lo correcto. –Él está muy apenado, sufre. Está muy arrepentido por lo que hizo…- se dio cuenta cómo el rostro de Hyde se afligía y su cuerpo se tensaba. –Él está afuera… si tú quieres, puedo llamarlo y…

-No… no quiero verlo. Aún no estoy listo…- le interrumpió. Se recorrió para hacer espacio en la cama. Tiró un poco del guitarrista, indicándole con un gesto que se recostara a su lado. Así lo hizo. Entonces se acomodó en su pecho y cerró los ojos. Ahora se sentía cansado, adolorido. Sólo quería dormir.

-¿Hyde…?- lo llamó en un murmullo, recibiendo un “hum” como respuesta. -¿Qué hacía Gackt contigo en ese bar?- sintió cómo el cuerpo de Hyde se estremecía por la risilla que la pregunta le había causado. –No te rías- le pidió, un poco apenado.

-No puedo creer que seas tan celoso.- Le dijo. Luego ladeó el rostro para mirarlo. –Él me encontró en el bar… no es como si yo hubiera ido a buscarlo. - Volvió a reír antes de reacomodarse para poder dormir. Kaz no dijo nada. Confiaba plenamente en él. Sería tonto si no lo hiciera. -¿Cómo supiste sobre Gacchan?- preguntó curioso.

Gacchan” le molestaba que utilizara ese mote cariñoso para con el cantante. Sonrió. Él tampoco sabía que pudiera ser tan celoso.

-Fue él quien te trajo…- le respondió.

-¿De verdad?- Kaz respondió con un asentimiento. –Debería agradecerle, entonces. –Kaz volvió a asentir.

Hyde se reacomodó en el pecho de Kaz y se abrazó como pudo, o mejor dicho, cómo los tubos en sus brazos se lo permitieron, entonces cerró los ojos dispuesto a dormir. Pero antes…

-¿Hyde…?- volvió a llamarlo quedamente. Recibiendo, otra vez, un “hum” como respuesta. –Te amo… - le dijo el guitarrista. Ahora que lo pensaba, nunca se lo había dicho. Hyde elevó la mirada, sorprendido, sus ojos brillaban…

-Yo también… Te amo, Kazuhito, Te amo…- sonrió. Se sentía bien decirlo… se elevó un poco, no sin antes hacer un gesto de dolor, para poder besarlo en los labios, y luego caer completamente dormido en el pecho de su amante.

 

********************************************************************************  

 

El rechinar de la puerta le despertó. Aun así no abrió los ojos, permaneció en la misma posición, sentía un peso agradable en su pecho. Sonrió al notar la sincronización de su respiración con la de Hyde. Quería permanecer así para siempre…

-Buenos días…- saludó el doctor.

Kaz abrió los ojos de golpe, repentinamente recordó dónde y por qué estaban ahí.

-B-buenos días…- devolvió el saludo nervioso. Intentó levantarse, acomodando a Hyde, que seguía dormido, a un lado, procurando no despertarlo. –Yo… ayer, Hyde estaba muy…

-No se preocupe. No tiene que explicarme nada…- Le guiñó un ojo, y Kaz se sintió extrañamente aliviado. Por alguna extraña razón, el Doctor Hasegawa le generaba mucha confianza. Respiró tranquilo. –Sus amigos llegaron hace un par de horas. Sólo necesito hacer unos chequeos y luego podrán pasar, ¿de acuerdo?- le indicó el doctor. Pidiéndole amablemente que saliera.

Así lo hizo. Salió de la habitación y, efectivamente, ahí en el pasillo estaban todos: Tetsuya, que se notaba no había dormido nada; Ken, Yukihiro, Ju-ken, Arimatsu y Jin. Todos se notaban realmente preocupados.

-Buenos días chicos- saludó con una sonrisa. Suponía lo inquietados que estaban.

-Vaya, por la sonrisa que te cargas, podemos suponer que Haido está bien, ¿cierto?- fue el saludo de Arimatsu.

-¿Cómo está el enano?- preguntó ahora Ken.

-Bien- lanzó un suspiro de alivio –Él está bien. En la madrugada despertó, hablamos un rato y después nos quedamos dormidos, está adolorido y un poco desorientado, pero está bien.

-Menos mal…- sonrió Yukihiro.

-Ya lo sabía- dijo osado Ju-ken, con una sonrisa que, a pesar de todo, era de alivio. –“Hierba mala, nunca muere”, ¿no?

-¡Ju-Ken, cierra la boca, ¿quieres?!- le regañó Jin. Negando con la cabeza.

-¿A qué hora podremos pasar a verlo?- preguntó de nuevo Ken.

-En cuanto el doctor salga. Me dijo que sólo tenía que hacer unos chequeos de rutina, luego podremos pasar…-Kaz desvió la mirada y notó que Tetsuya seguía en sentado en la misma butaca. No había dicho nada, no había preguntado por Hyde, ni siquiera se había acercado junto con los demás. Por un momento sintió pena por él.

En ese momento la puerta se abrió, dejando salir al doctor que al verlos reunidos, se acercó.

-Bueno, pueden pasar. El Sr. Takarai está despierto.- Todos asintieron y comenzaron a caminar rumbo al cuarto. Pero antes el Doctor detuvo a Kaz. Todos se detuvieron, atentos a lo que el doctor le diría. –Me gustaría hablar con usted. No se preocupe.- se apresuró a decir, al notar la mirada de preocupación en el guitarrista. –Sólo quiero hablar sobre el alta del Sr. Takarai y sobre todo, del tratamiento.

-De acuerdo.- Devolvió la mirada a sus compañeros y amigos y con un gesto les indicó que se adelantaran.

Kaz y el Doctor desparecieron por el pasillo.

-Vamos, Tetchan…- Ken notó que Tetsuya seguía no se había movido de su lugar.

-No. Aquí los espero.- Intentó sonreír, pero en lugar de eso sólo logró hacer una mueca extraña.

-Tetsuya…- dijo en tono de advertencia.

-No, Ken. No creo que quiera verme. Mejor así. ¡Ve!- lo apresuró.

Ken no agregó nada más.

 

*******

 

-Hola, Haido ¿Cómo te sientes?- preguntó Jin en cuanto entró a la habitación, a unos cuantos pasos de la cama de Hyde.

-Hola chicos, estoy bien.- Lanzó un bufido -Fastidiado de estar aquí, ya quiero irme. No me gustan los hospitales…- se quejó e hizo un puchero marca Takarai.

-Lo siento, enano. Pero me temo que tendrás que quedarte un buen rato…- se burló Ju-Ken. Riendo por el mohín de enfado que hizo el vocalista.

Todos se quedaron mirando. Si no fuera por lo pálido y delgado que se veía, o el moretón en su frente, o el montón de tubos y mangueras que iban desde su cuerpo hasta esas máquinas extrañas, jurarían que esta no era más que una broma de Hyde. 

-Nos tenías preocupados, Haido…- sonrió apacible Yukihiro, una de esas sonrisas que eran capaz de sosegar cualquier alma perturbada…

-Hola Yuki,- Saludó cuando el baterista se acercó un poco para verlo mejor. Adoraba esa sonrisa. -¿Dónde dejaste al tarado de Ken?

-Aquí estoy, enano.- Se acercó apresuradamente, instalándose al lado de Yukihiro –Ya sé que no puedes vivir sin mi… por cierto, ¿cómo estás?

-Bien, ya dije que estoy bien. Pero no es eso, es que te necesito para que me defiendas del monstruo de Ju-Ken- le dedicó una mirada furiosa mal fingida al bajista de Vamps, y de paso le sacó la lengua.

Todos rieron ante las actitudes tan infantiles de Hyde.

-Me alegra que estés bien Haido.- Dijo Yukihiro aun riendo.

-Hyde, tienes que recuperarte pronto, las borracheras con estos- dijo Arimatsu señalando a sus compañeros –no son tan divertidas como contigo…

Todos se quedaron en silencio. El ambiente se tensó. Todos lo miraban con casi horror por lo que había dicho…

-Pero qué idiota eres Arimatsu…- le regañó Ju-ken…

-Perdón, yo sólo…- se disculpó avergonzado. Todos lo miraban con reprobación.

-No importa.- interrumpió Hyde. –No te preocupes Arly.- le sonrió dulce –Pero eso… se acabó para mí.

-Entonces… ¿es cierto?- preguntó Arimatsu, avergonzado, quizá un poco preocupado. –Lo del centro de rehabilitación y todo eso, ¿es cierto?

-Sí.- sonrió.

-¿Y por qué no nos dijiste nada?- ahora el que preguntó fue Ju-ken un poco dolido.

-Perdónenme chicos, pero, la verdad, hubiera preferido que nunca lo supieran.- Los miró apenado. –No es algo de lo que me sienta orgulloso.

-Me dolió enano, me dolió saber que no confiabas en mí…- dijo ahora Ken. –Sabes que te quiero como a un hermano menor, ¿cierto?- Hyde le sonrió a manera de disculpa. –Saber que sólo Kaz estuvo contigo…

-No fue por eso, Ken. En aquel entonces yo estaba enojado, y muy confundido, y Kaz… pues si no hubiera sido por él, yo jamás habría salido adelante… -Repentinamente comenzó a inspeccionar la habitación. -Por cierto, ¿Dónde está Kaz? ¿Se fue?

-No.- contestó Ken. –No, está con el Doctor Hasegawa. Al parecer quería hablar con él sobre lo de tu alta y tu tratamiento. Ya no debe de tardar.

-Perdónanos Hyde.- Dijo ahora Jin. Hyde lo miró confundido, perdonarlos por qué… -Nosotros sabíamos que no estabas bien y aun así no hicimos nada. Luego de esas largas vacaciones, repentinamente mejoraste, todos pensamos que se debía a Kaz, creímos que era porque ya están juntos. Por eso… perdónanos.

-No fue su culpa.- sonrió. -¡Y ya basta, cambien el tema, ¿quieren?!

 

De regreso a la habitación de Hyde, algo, o mejor dicho, alguien llamó la atención de Kaz. Una figura taciturna, lánguida, oscura… intentó ignorarlo pero… suspiró.

-¿Qué haces aquí afuera, Ogawa?, creí que estarías adentro, con los demás- se esforzó mucho para ser amable. Aún estaba enojado con él, aún quería molerlo a golpes, pero sabía que no debía, a pesar de todo, no debía…

-No creo que quiera verme.- No se atrevió a mirarlo a la cara, se sentía tan avergonzado…

-Hablaré con él.- Entonces Tetsuya lo miró. ¿Por qué le ayudaba, después de lo que había hecho, por qué parecía tan amable?- No me mires así. Sólo le diré que estás aquí, él decidirá…- se despidió con un ademán. Tetsuya se le quedó mirando hasta que entró a la habitación.

 

En la habitación del vocalista se escuchaba un gran alboroto. Risas, gritos, discusiones y más risas.

-Oigan, será mejor que se callen o terminarán echándolos.- les dijo en tono de enfado mal fingido. Luego su mirada se desvió hacia el ser que yacía en la cama, observándolo, sonriéndole tiernamente. -¿Cómo te sientes?

-Estoy bien… y ya deja de preguntármelo.- Frunció el ceño e hizo un gran puchero. –Si siguen así comenzaré a sentirme mal…

Todos rieron estruendosamente. Justo en ese momento una enfermera se acercó.

-¡Este es un hospital, no un bar, señores. Compórtense. ¿Quieren?!- Todos se quedaron en silencio, bastante intimidados. La enfermera, a pesar de ser pequeña y muy menuda, inspiraba temor y un gran respeto.

Pasado el susto, todos comenzaron a discutir por alguna tontería, justo ahora estaban en un rincón de la habitación. Ken se percató de esto y aprovechó para acercarse a Hyde.

-Oye enano…- Ken se había aproximado lo suficiente como para que sólo él le escuchara. -¿Sabes? Tetsu nos dijo lo que pasó…- en ese momento se arrepintió de haberlo mencionado. Notó como Hyde se tensaba, cómo su rostro se ensombrecía y bajaba la mirada… -Hyde…?

-Ahora no, Ken-chan…- le sonrió lo mejor que pudo, una sonrisa suplicante. -Perdóname, pero… no quiero hablar de eso…

-Hyde… Tetchan está muy arrepentido.- Insistió. –Si pudieras verlo, te daría pena…

-Lo siento…- volvió a bajar la mirada. Recordando ese día. Ken se arrepintió, Tal vez no había sido buena idea mencionarlo pero, ya no había vuelta atrás. No dijo nada más.

Luego de un rato, la enfermera regresó, les pidió amablemente que se retiraran, la hora de visitas había terminado. Todos salieron, no sin antes despedirse de Hyde y prometiendo regresar.

La enfermera los seguía, regañándolos, por el gran escándalo que estaban armando. Hyde reía divertido al ver la escena. La visita de sus amigos le había sentado bien. Aunque ahora estaba muy cansado y sólo quería dormir.  

Por fin se quedaron solos. Kaz se quedaría nuevamente para cuidarlo; había conseguido que el Doctor se lo permitiera hasta que le dieran de alta.

-¿Te sientes bien?- Preguntó preocupado. Hyde se había recargado pesadamente en la almohada y se tocaba la cabeza, parecía que le dolía.

-Sí, no te preocupes. Es… es sólo que estoy cansado y tengo mucho sueño…- le tendió la mano al guitarrista. Kaz la tomó y se recostó a su lado, dejando un beso en la frente de Hyde, acomodándolo en su pecho para que descansara.

-Pues duerme...- Volvió a besarlo, pero ahora en los labios. –Descansa…

Kaz también cerró los ojos, pero no pudo conciliar el sueño, una imagen lo torturaba… una tontería tal vez, pero así era él… no se podía evitar…

-Hyde…- susurró. -¿Estás dormido?

-Ya no…- contestó divertido. Pero pronto se acomodó al lado del guitarrista, pues había notado la repentina inquietud que le atacaba. Se preocupó. -¿Pasa algo?

-¿Sabes?, allá afuera esta Ogawa.- hizo una pausa, notando las reacciones en su pareja –Hyde… deberías hablar con él…

-Ya hablamos de esto…- murmuró apenado, no quería verlo, aún no. No estaba molesto, no, era más bien decepcionado. No se trataba del acto en sí. No era por lo que Tetsuya había intentado hacer, era por la persona… Le dolía que ese daño fuera causado por Tetsuya, un hombre del que se había enamorado, una persona que respetaba y un músico que admiraba…

-Lo sé. Y créeme, yo más que nadie quisiera que desapareciera de tu vida, pero…- suspiró profundamente –Está sufriendo. Desde que llegamos no se ha movido del asiento en el pasillo, afuera de la habitación. Está preocupado por ti y aun así no se atreve a entrar, tiene miedo de tu reacción…

Hyde no respondió. Permanecía con la cabeza gacha, pensando. La verdad es que no sabía cómo reaccionaría al tener al bajista cerca, pero, a pesar de todo, le dolía imaginarlo sufriendo.

-Hyde… tienes que hablar con él, tienen que arreglar esto.- Prosiguió el guitarrista. –Te conozco y sé que no te perdonarás si lo pierdes. Hyde… lo quieres demasiado.

Entonces Hyde lo miró sorprendido. ¿Tanto lo conocía el guitarrista, tanto lo quería como para pedirle esto? -¿Crees que aún esté afuera?- preguntó al fin.

-Estoy seguro- respondió con una sonrisa.

-Pregúntale si quiere pasar a verme…- Estaba inseguro y se le notaba en la voz. Kaz se levantó de su lado y con una sonrisa le indicó que era lo correcto. Salió de la habitación. 

 

Notas finales:

¿Muy pesado el capítulo? espero que no. 

Cuentenme qué les pareció. 

Continuará...


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