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STAY OVER por Sakurako

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Notas del capitulo:

Bueno, los siguientes tres capítulos son los de mi castigo, (Torao, sabe de lo que hablo).

Cuando inicié la historia estos capítulos debían ser el comienzo, pero me arrepentí. Temía que la historia se alargara de más.  

Luego de mucho, pero mucho pensarlo, decidí ponerlos como flash back. 

Disfrútenlos. 

Capítulo No. 4

 

Ahí, de pie, estaba Tetsuya. Era él quien había enviado ese arreglo floral. El que no estaba destinado a Vamps, sino a Hyde.

 

-¿Qué haces aquí?- preguntó el vocalista aún de pie junto a la puerta. Observando cómo, una de las chicas del staff que iba pasando, limpiaba  los restos de la taza hecha añicos en el piso.

-Vine a ver cómo estás, Doiha, y a felicitarte.- su voz sonaba afable, con ese tono infantil siempre impregnado. Había extrañado tanto esa voz.

-Pues  ya lo viste, él está bien. Gracias por venir.-espetó el guitarrista con el ceño fruncido.

-Si no te molesta, me gustaría mucho hablar con Doiha.- Le lanzó una mirada fiera. –A solas.- Kaz iba a decir que no, que sí le molestaba, pero Hyde hizo un gesto para que los dejara solos. Salió de allí.

Era extraño, Kaz no era así, jamás se comportaba grosero, pero ahora, parecía… ¿celoso?, pensó Tetsuya con cierta gracia.

 

Una vez afuera no pudo evitar que ese sentimiento creciera en su pecho. Sí, estaba celoso. Pero es que no podía soportarlo, había sido él quien recogiera los pedazos de Hyde la última vez. Porque Hyde había estado perdido, se había perdido así mismo y había sido él quien con mucho esfuerzo y cariño lo había traído de vuelta.

No soportaría ver al vocalista de nuevo en aquel estado. No estaba seguro de poder ayudarlo, de tener fuerzas él mismo.

En aquél entonces, hacía poco más de un año, habían llamado a Kaz para avisarle que el vocalista estaba internado en un hospital debido a una intoxicación alcohólica… bueno, en realidad deberíamos ir más atrás… mucho más…

 

*******

 

“Hyde siempre estuvo enamorado de Tetsuya. Desde el primer momento en que lo vio, lo supo. Jamás se había sentido de esa manera. Y aunque trató de deshacerse de ese sentimiento, no lo logró.

Hyde siempre había sido una persona temerosa, a pesar de parecer tan extrovertido, la verdad es que en el fondo, era alguien bastante tímido y temía que si le confesaba sus sentimientos, éste lo rechazaría. Aunque algo muy dentro de él le decía que era correspondido. No obstante nunca encontró esa señal que le diera la pauta para arriesgarse, todo lo contrario. Cada vez que creía ver algo, un pequeño rastro de cariño en el bajista, tan rápido como se mostraba, desaparecía. Era doloroso vivir de esa manera.

Por aquel entonces conoció también a Yasunori Sakurasawa.

Sakura, tenía una personalidad arrolladora, imponente; él era fuerte, seguro de sí mismo, con una sensualidad innata. Todo lo contrario a Hyde.

El vocalista intentó aplacar sus sentimientos por el bajista en los brazos del baterista, ya saben… un clavo saca otro clavo, ¿no?, pero no fue así.

Hyde deseó, realmente intentó por todos los medios, enamorarse del baterista. Las sensaciones que despertaba en Hyde eran nuevas para él. Y aunque en un principio, confundió sus sentimientos, sólo logró hacerse daño a sí mismo y a Sakura…

Sakura había sido la primera experiencia para Hyde, en todos los sentidos. Él había sido su primer beso, su primera relación formal, su primera experiencia sexual, todo. Y sin embargo, seguía pensando en el bajista.

En aquél entonces, Hyde y Sakura peleaban mucho, el baterista odiaba la forma en que Hyde se desvivía por Tetsuya en los escenarios, durante los conciertos. Estaba celoso.

-¿No te entiendo, Hyde?- Dijo Sakura, luego de uno de tantos lives, cuando ya su relación iba en picada.

-El que no entiende por qué te pones así, soy yo, Sakura.- Se defendía el cantante.  

-¡¿Crees que me gusta verte detrás de Tetsuya? Yo no puedo tocarte delante de nadie, pero está bien que beses a ese imbécil en el escenario, delante de tanta gente, ¿no?!- Suspiró cansado. Hacía tiempo que sólo discutían.

-Es sólo espectáculo, lo sabes… es para las fans, esas cosas les gusta…

-Sí, claro, espectáculo…- repitió cansado, incrédulo, con una sonrisa torcida. -Te amo, Hyde- dijo ya más tranquilo, controlándose -Me mata de celos verte así, siempre desviviéndote por él, y no hablo sólo de los conciertos.- Lo miró intensamente, tanto que Hyde sintió esa mirada rasgarle la piel.

-¡Mírate- Continuó, acercándose lentamente a Hyde -tu cabello… sólo porque el imbécil de Ogawa dijo que te verías bien con el cabello corto… te lo cortaste!

-¿Es por eso que estás enojado, porque me corté el cabello?- rio irónicamente –crecerá, Ya-chan…

-No es el cabello, Hyde… ¡Maldición!- apretó los puños y se separó un poco más de su amante, no quería cometer una estupidez. –Nos vemos más tarde, ¿de acuerdo?- no esperó la respuesta del vocalista, salió de la habitación, haciendo retumbar la puerta al cerrarla.

Esa clase de situaciones se repitieron durante meses. Sakura molesto y completamente frustrado, encontró un refugio en las drogas, un consuelo.

Había intentado de todo para enamorar al vocalista, había soportado muchas cosas, para que éste le amara tanto como él lo hacía. Porque Sakura lo amaba, era imposible no enamorarse de ese caprichoso ser. Esa desesperación, esa sensación de estar siendo utilizado por Hyde, aunado a las presiones de la empresa, la sensación de sentirse atrapado, todos esos detalles tan insignificantes lo estaban orillado a buscar “ayuda” en el lugar menos indicado.

Nadie lo notó.

Entonces sucedió lo inevitable, Sakura había sido detenido por posesión de droga y por ende, prácticamente obligado a abandonar la banda.

 

*******

 

Antes de viajar a Londres, Hyde había ido a visitar a Sakura al centro de rehabilitación al que había sido confinado.

-Lo siento… Ya-chan- Sakura no contestó. Hyde bajó la mirada, apernado.

-Hyde…- increíblemente, había una sonrisa en los labios de Sakura. ¿Hacía cuanto que Hyde no veía una así de sincera? –Sólo prométeme una cosa- Hyde sólo asintió, a modo de respuesta –Prométeme que serás feliz…

Luego de eso, un sentimiento de culpa, de opresión invadió a Hyde. Ya no lo soportó más, intentaría cumplir esa promesa… se arriesgaría, le confesaría sus sentimientos al bajista.

Ese día había salido decidido hacia el estudio, feliz. Lástima que esa felicidad le durara tan poco.

Esa tarde Tetsuya había llegado acompañado, feliz, esa tarde les había presentado a su novia, Kaori Moshida. Hyde calló.

Una vez más buscó unos brazos en los que refugiarse. Así que luego de salir seis meses con la modelo Megumi Oishi, se casó. Supuso que si lograba formar una familia, entonces podría superar sus sentimientos por el bajista. No fue así.

Increíblemente, sólo dos años después del matrimonio. Una noche, después de un concierto, Testuya arrinconó a Hyde en el camerino, aprovechando que estaban solos, y lo besó.

Hyde no sabía qué hacer, qué decir, era feliz, su amor por Tetsuya era correspondido. Así que siendo él tan honesto, lo primero que hizo fue separarse de su esposa, para poder empezar una vida junto con la persona que verdaderamente amaba.

En algún momento, durante los primeros años de relación, cuando todo parecía estable entre ellos, Tetsuya le había presentado a Kaz. Fue en ésta época cuando se conocieron, y comenzaron a trabajar juntos. Fue en esa época cuando un pequeño sentimiento había comenzado a crecer en el pecho del taciturno guitarrista.

Durante ese tiempo, la carrera de Hyde había llegado a un nuevo nivel, gracias, en cierta medida, al guitarrista. Todos esos proyectos, por muy descabellados que fueran, Kaz se encargaba de hacerlos realidad.

Hyde había encontrado un gran amigo en Kaz, una amistad que Tetsuya comenzaba a celar. Obviamente Hyde reía y le aseguraba que no había de qué preocuparse, le gustaba sentirse celado por el bajista. Los celos en pequeñas cantidades suelen ser halagadores.

Pero la felicidad no le duró mucho al vocalista, sólo cuatro años después, Tetsuya le anunciaba su matrimonio con Ayana Sakai.

Hyde no entendía, se sentía traicionado, destrozado. Tetsuya le había propuesto seguir viéndose, a escondidas, según él, tenían que guardar las apariencias, de eso se trataba ese matrimonio.

 Hyde le creyó, y por supuesto, aceptó. Porque lo amaba, lo amaba demasiado.

Poco menos de dos años después, una tarde de lluvia, Tetsuya le anunciaba que Ayana estaba embarazada, y que no podrían volver a verse, que lo de ellos debía terminar.

Hyde estaba destrozado, lloró, tanto como el cielo mismo.

Esa noche, luego de que Tetsuya recogiera sus cosas, luego de cerrar la puerta tras de sí, Hyde se levantó y tomó la primera copa de vodka, y destrozó el lugar.

No podía entender cómo, si se suponía que lo amaba tanto, fuera capaz de hacerle algo así. Lloró aún más.

Los primeros meses se la pasó de cantina en cantina, de bar en bar, de cama en cama. Sí, buscaba consuelo en todas partes.

Todas las mañanas amanecía con una chica diferente en la cama. Todas las mañanas se sentía asqueado de sí mismo. Odiaba esa sensación, pero por alguna razón no podía detenerse.

Kaz lo notaba, lo veía, quería ayudarlo, pero Hyde era la persona más testaruda que jamás había conocido y no se dejaba ayudar. Aun así, el guitarrista era capaz de mantener a Hyde alejado de la bebida y de las mujeres por semanas, eso hasta que alguien le invitara la primera copa y entonces, todo volvía a empezar.

Era cansado, pero Kaz no podía dejarlo a su suerte, para bien o para mal, lo amaba demasiado, y tenía que salvarlo a como diera lugar. 

Notas finales:

Espero que la historia no les parezca tediosa. 

Cuéntenme qué les parece. 

Continuará...


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