Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Striper a la fuerza por Fullbuster

[Reviews - 907]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Sasuke Uchiha POV


 


Observé como ese chico rubio entraba en el edificio y me quedé allí solo y paralizado por sus palabras durante unos instantes. ¿Tan mala había sido su vida? Ahora mismo no sé si podría recordar todas las cosas que me había dicho, pero seguramente con más calma empezaría a pensar en sus palabras. ¿Yo era un niño rico y pijo que lo había tenido todo? Nunca me consideré como tal.


Mi familia no era rica ni mucho menos, éramos muy normales. El único que había conseguido realmente tener algo de dinero en mi familia había sido yo y gracias a ese contrato discográfico que había firmado con la compañía del padre de Sakura. Nunca había sido rico y la verdad… puede que no hubiera tenido una vida difícil ni dura, ni había tenido que tomar decisiones difíciles pero… me había dolido la traición de aquel chico rubio al que yo le ofrecí mi corazón y que él pisoteó como quiso.


Subí al coche y me marché de allí directo a casa. Estaba un poco enfadado y es que aunque sabía que en parte ese chico tenía razón en lo que había dicho, que alguien más joven que yo viniera a darme lecciones de ética y de moralidad no me gustaba nada. Yo era Sasuke Uchiha… no necesitaba que ese crío rubito viniera a decirme las cosas. ¿Era poco que me hubieran traicionado y roto el corazón? Comparado con algunos problemas en el mundo sí, pero esta era la vida que yo conocía, no conocía otra y miraba más mis problemas.


Me tiré en la cama y pensé en todo aquello. Era cierto que era un poco egocéntrico y más desde la gira, desde que me había hecho famoso, desde que Naruto me rompió el corazón, pero también era cierto que ese rubio tenía razón, no era el mayor problema del mundo lo que me ocurría, había gente con mayores problemas que yo, pero no me había detenido a mirar a otro lado.


¿Qué habría sido de Naruto? Pensaba en él y cerré los ojos tratando de dormirme cuando algo me vino a la mente… Ese crío había dicho que la mayor decisión que yo tomé fue irme un año a una gira ¿Cómo sabía cuánto tiempo había firmado mi contrato? Eso no lo sabía nadie excepto las personas más cercanas a mí. ¡Naruto! Pensé entonces y me enfadé. Arrugué las sábanas en mi mano lleno de ira ¿Estaba jugando conmigo de nuevo? No me había querido decir su nombre en todo este tiempo, parecía conocerme muy bien y me echaba broncas, ese era Naruto. Puestos a jugar… yo también sabía jugar y mañana Naruto se arrepentiría de haberme tratado de engañar.


Intenté dormirme de nuevo y entonces pensé otra cosa ¿Con quién había tenido un hijo ese idiota? Ahora todo empezaba a tener sentido en mi cabeza… el imbécil seguro que había dejado embarazada a alguna chica y por eso rompió conmigo, para estar con ese niño. Recordaba que me había dicho que le habían abandonado, de verdad que era un caso perdido, dejaba a la chica embarazada y luego le abandonaban dejándole al cuidado de ese crío, si es que esas cosas sólo podían pasarle a un “Dobe” como él.


Me desperté por la mañana con una idea muy clara… iba a ir a ese local y desenmascarar al Dobe. Ese chico iba a sentir lo que era mi venganza. No sólo se atrevió a dejarme, sino que encima de no cogerme el teléfono y decir las cosas a la cara, ahora me engañaba, me mentía a la propia cara ocultándome quien era realmente y encima… no contento con eso, había tenido un hijo con otra.


- Menuda cara tienes hoy – dijo mi hermano divertido - ¿No has dormido bien?


- Para nada – le dije sentándome a desayunar – pero seguro que hoy dormiré como un bebé.


- ¿Qué vas a hacer? – preguntó mi hermano preocupado – te conozco y cuando piensas en algo nunca es bueno. Piensa las cosas antes de actuar, te lo repetimos siempre.


- Y yo siempre te repito lo mismo cuando me dices eso… “Cállate” – le dije a la vez que mi hermano decía la palabra conmigo y se tomaba un sorbo de su café.


- Me voy a trabajar – dijo mi hermano levantándose – algunos tenemos un trabajo en vez de gandulear.


- Yo he trabajado – le dije cabreado.


- No Sasuke… tú has disfrutado de una gira de cinco años despreocupándote de lo que le pasaba a la familia.


- Itachi – le riñó mi padre.


- Ya me voy – dijo Itachi – pasadlo bien.


¿Le había pasado algo a la familia mientras yo estaba fuera o qué? No sabía nada de eso. ¿Por qué nadie me contaba las cosas? Estaba empezando a cansarme.


- ¿Qué ha pasado mientras yo estaba fuera? – pregunté ahora cabreado.


- A tú madre le detectaron un tumor hace un tiempo – dijo mi padre – pero ya está bien, pagamos la operación y ya está, todo ha vuelto a la normalidad.


- ¿Por qué no me lo dijisteis? – pregunté.


- Porque no queríamos preocuparte, fue algo pasajero, nada más.


- ¿Con qué dinero pagasteis esa operación? – pregunté preocupado.


- Itachi vendió parte de las acciones de la empresa para asumir el gasto, ya no es el presidente, sólo uno más.


- ¿Por qué no me lo dijisteis? – repetí cabreado – yo tenía el dinero.


- Porque no queríamos pedírtelo – me dijo mi padre – era tu dinero Sasuke.


- Sois mi familia – les dije – os lo habría dado.


- Lo hecho… hecho está Sasuke. Ya ha pasado todo y estamos bien, es lo que importa.


- ¿Crees que me importaba el dinero, papá? Todo lo que he ganado me lo he ganado yo, pero no quiere decir que no podáis utilizarlo el resto de la familia, creía que eso estaba claro.


- Tú madre es una responsabilidad mía, yo me ocupé de ello.


- ¿Vendiendo media empresa y dejando a mi hermano vendido? Menuda idea brillante papá – le dije – si me lo hubieras pedido a mí conservarías tu empresa entera, Itachi sería presidente y no un trabajador más.


- Ya está bien Sasuke… no permito que nadie me hable en este tono. Hice lo que creí mejor para la familia, no quería tocar tu dinero.


- ¿Por qué? – pregunté cabreado.


- Ya basta, por favor – escuchamos la dulce voz de mi madre detrás y nos detuvimos – no quiero que discutáis por mi culpa.


- No es tu culpa mamá – le dije abrazándome a ella – es que no entiendo como me ocultasteis algo así.


- Te quiero Sasuke, estabas de gira y si te hubiera avisado de esto habrías querido volver. Es tu trabajo Sasuke… eres músico, me encanta que lo seas, se te ve feliz cuando subes a un escenario y ganas un buen sueldo, no iba a arruinarte tu carrera por esto ¿Me entiendes?


- Te entiendo – le dije – pero teníais que habérmelo dicho. Yo os habría dado el dinero.


- Lo sé cielo, pero ya está arreglado. Todo está bien.


Mi padre siempre había tenido un fuerte orgullo, un fuerte carácter y creo que tanto Itachi como yo habíamos salido a él, arrogantes, orgullosos, con carácter. Mi madre al final era la que siempre pacificaba las cosas con su carácter alegre y dulce, con esa voz tranquila que amansaba a las fieras, ella era la que ponía orden en esta casa, sin ella… esto habría sido una casa de gritos todo el día, aún así… sospechaba que me ocultaban algo ¿Por qué no me habían pedido el dinero? ¿Por qué ocultármelo? Creo que pasaba algo y no querían contarme nada.


Pasé el día buscando información sobre lo de la operación, quería ver todas las cuentas, lo que habían pagado, todo lo que habían vendido de la empresa y a quién se la habían vendido. El nombre del comprador me sorprendió… el padre de Sakura. ¿Estaba nuestra pequeña empresa en manos de la familia Haruno? Eso era la peor de las noticias que me podían dar.


No podía creerme que no me hubieran contado nada de esto… ahora al parecer… dependíamos de la familia Haruno, nuestra empresa que tanto nos costó levantar estaba en sus manos. Podían despedir a Itachi y hasta a mi padre, esto no podía estar pasándonos a nosotros. Intenté pensar algo qué hacer para recuperar nuestra empresa… pero ahora mismo no se me ocurría nada.


Esa noche fui al local de striper a ver a Naruto. Debía reconocer que incluso con lo enfadado que estaba con él, ese cabrón tenía un cuerpo de escándalo y se movía como ninguno en esa barra, en ese escenario. No podía evitar tener estos sentimientos tan contradictorios… le amaba, lo sentía en el fondo de mi corazón que amaba a ese chico pero por otro lado… sentía la ira, la rabia por lo que me había hecho. No podía dejarle sin una venganza y hoy… Naruto sufriría a mis manos, sabía lo que más le importaba a él, sabía cómo hacerle daño. Naruto tenía poca gente a su alrededor, pero entregaba su corazón a sus amigos, a la gente que él consideraba importantes en su vida y eso le traicionaba, hacerle daño era muy fácil siempre que te metieras con la gente que le importaba.


Me senté en la barra esperando a que se cambiase para salir a atendernos y coloqué un semblante triste. Se iba a arrepentir de haberme dejado, se arrepentiría de haber destrozado y pisoteado mi corazón. Cuando salió pasó de mí y yo no le dije nada. Atendió a todos y al final, mirándome con cierto toque de pena llegó hasta mí.


- ¿Qué quieres tomar, Sasuke? – me preguntó.


- Un Whisky y que sea doble.


- ¿Doble? Eso te sentará mal – me dijo


- Quiero un Whisky doble… rubito – le repetí enfadado.


Él simplemente se fue hacia la estantería y buscó la botella colocando mi bebida. Esperé hasta que tuviera que terminar su turno y una vez observé que le quedaban apenas diez minutos, es cuando inicié mi plan para descubrirle. Puse mi peor cara y conseguí herir la sensibilidad de Naruto, porque se acercó enseguida hacia mí.


- ¿Qué te ocurre hoy, Sasuke? No intentas ligar conmigo como sueles hacer.


- Es mi madre… - le dije con mi voz lastimera – tiene un tumor, está muy enferma – le mentí porque ya estaba bien mi madre, ya estaba operada.


- ¿Tú madre? – preguntó Naruto preocupado.


Sabía que Naruto siempre había tenido debilidad por mi madre. Ella le había dado una familia, un hogar, le dio de comer, le compró ropa, siempre hacía lo que fuera por Naruto y él… la adoraba, la veía casi como a su propia madre.


- ¿Qué le ha pasado a tu madre? – me preguntó preocupado.


- Tengo que ir a verla ahora – le dije.


- Te acompaño – fue lo primero que dijo y se marchó a coger sus cosas.


De verdad que era idiota, él hacía lo que fuera por mi familia y eso me demostraba que era el auténtico Naruto. No se habría puesto así si no conociera a mi familia, si no me conociera a mí. Ese imbécil había jugado conmigo y ahora se arrepentiría.


Nos marchamos de allí y se subió en mi coche con rapidez. Yo conduje hasta casa y cuando bajé del coche, Naruto había salido corriendo hacia la puerta tocando el timbre preocupado. Era muy tarde y claro… bajó mi padre en pijama quedándose con la boca abierta al ver a Naruto en su portal y a mí en el césped detenido junto a mi coche.


- ¿Naruto? – preguntó mi padre sorprendido al verle con lágrimas en los ojos.


- ¿Dónde está? – le preguntó.


- ¿Dónde está quién? – preguntó mi padre sin entender nada.


- ¿Qué pasa? – escuché a mi madre que hablaba detrás de mi padre y cuando Naruto la vio, se lanzó a abrazarla llorando a más no poder - ¿Naruto? Ey mi niño… ¿Qué te pasa?


- Lo siento – le dijo Naruto llorando y algo a mí se me rompió, creo que quizá me había pasado un poco con la mentira – lo siento mucho, no sabía nada.


- ¿Pero qué te pasa cielo? – preguntó mi madre cogiéndole el rostro con dulzura y mirándole.


- No quiero que te pase nada, yo no… no sabía que estabas enferma.


Mi madre me miró de golpe y por primera vez, la vi enfadada conmigo. Aquel fue el momento en que me di cuenta… de que me había pasado con la mentira, pero ya no había vuelta atrás, ya le había hecho daño a Naruto y verle llorar tan desconsoladamente me partía el corazón. ¡Era un maldito imbécil! Me había pasado y ahora no sabía cómo arreglar esto.


 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).