Una estúpida luz mañanera empezó a despertarme, abri mis ojos lentamente esperarme encontrarme con el techo de mi cuarto.
Pero eso no pasó.
-¿q-que mierda?-mire de un lado a otro sin reconocer nada.- ¿Dónde…?-me levante de golpe causándome un tremendo dolor de cabeza que intente calmar frotándome la sien.
¿Qué sucede? ¿Por qué no estoy en casa? ¿Por qué me duele tanto la cabeza? U-un segundo, ¡¿Por qué carajo estoy desnudo?!
Alto. Esto no es…
Los recuerdos de la noche pasada regresaron a mí, no todos y los que volvieron estaban borrosos. Recuerdo que estaba con Jason bebiendo y… creo que me encontré con alguien y esa persona y yo (¡!) no… no…
Tome la sabana con la mano para quitármela, por favor, por favor… dime que cuando quite la sabana no me voy a encontrar con una pequeña mancha de sangre que me demuestre mi mayor miedo en estos momentos. Por favor, por favor.
La quite.
Empecé a sonreír, después a reír. Ahí estaba, esa maldita mancha de forma indefinida, en ese momento lo más que llegaba a pensar era: wow, pobre de la mucama que debe lavar esto. Luego caí en cuenta, ya no era virgen, ya no más. Mucha gente se siente “genial” por estas cosas, yo ahora no se como debería sentirme. Es algo así de cuando me entere que eligieron a Jason el chico más guapo de la escuela (empatado) pero multiplicado por diez mil.
-oh es verdad, creo que necesito ir a ver si no robaron la casa mientras no estaba, tal vez deba llamar a Jason, no lo veo desde anoche.- creo.
Salí de esa gigantesca cama con algo de dificultad, siento que la cabeza me explota. Fui a la ducha y me bañé rápido, me di una rápida mirada en el espejo, todo mi cuello cubierto de marcas rojas, claramente hechas por labios, no tengo tiempo para esto. Cuando salí busque mi ropa por toda la habitación, me tomó un rato pero al fin pude encontrar mis pantalones, supongo que tengo suerte, mis llaves y teléfono seguían en los bolsillos. Chequé la ora en el celular y eran las ¡¿TRECE Y MEDIA?! Anoche me desvelé horrible.
Una bago recuerdo de alguien susurrando mi nombre en mi oído volvió. No quiero seguir ni un milisegundo más en este sitio, ya suficiente tengo con que deje abandonada la casa.
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Supongo que si estoy de suerte, la casa está intacta y todo sigue en orden a excepción de las tres llamadas perdidas de mamá a la casa. Mejor la llamó ahora y evito un regreso de emergencia.
-¿hola, Ale eres tú?-me contesto la suave voz de mi madre, se oía muy angustiada, como es típico de una madre.
-hola, mamá.-finjo un bostezo.- perdón por no contestar pero apenas me levante y vi los mensajes.
-ha, ok, me estaba comenzando a preocupar.
-si lo siento, no volverá a ocurrir.
-¿Ale?
-¿mmh?
-¿te sucede algo cielo?-que bueno que es teléfono y no Skype, de ser así mamá abría visto mi cara y hubiera descubierto que le mentiría más fácil.
-no mamá ¿Por qué?
-te escucho algo raro.-malditos super instintos maternales.
-no, para nada, es solo que anoche me desvele un poco.
-muy bien, pero hoy no lo hagas, mañana tienes curso y quiero que estes bien despierto ¿ok?
-Puff… si, lo que tú digas.-intente sonar algo desinteresado, como soy normalmente.
-ese es mi niño, te veo mañana, adiós.
-adiós.-colgué.
Mis papás no deben saberlo, si lo hacen se infartan. Sera un pequeño secreto. Solo eso.
Por fortuna, recuerdo perfectamente que ese tipo, que aunque no recuerdo su rostro, si recuerdo que usó preservativo, entonces puedo estar tranquilo.
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Sabado.
Hoy fui al curso normalmente, nadie parece notar nada extraño en mí, incluso pude hablar con algunos compañeros como si nada, lo cual fue excelente considerando que Deymon faltó hoy, cuando volvi a mi casa me conecte a Facebook para preguntarle por qué falto, no obtuve respuesta, que raro, también ayer le marque varias veces a Jason pero no contestaba su celular, ¿Por qué pasa esto? Oh esperen, se conectó.
Jason El Rey: hola amigo.
Ares Evans: Dónde te habías metido? te marque como 20 veces y nunca contestaste.
Jason El Rey: sii… bueno… no encuentro mi teléfono, de seguro lo perdí en la fiesta.
Ares Evans: jajaja
Jason El Rey: oh claro, burlate, como si tú no hubieras hecho nada tan estúpido.
Me quede no sé cuánto tiempo congelado, hasta que él me mando otro mensaje.
Jason El Rey: hooola? Sigues aquí?
Ares Evans: perdón debo irme.
Y cerré la compu de golpe. Hijo de puta, mis padres llegan en unas horas y este güey me acaba de recordar todo, se supone que tengo que parecer tranquilo.
Bien, bien Alexis, debes intentar relajarte, todo va a estar bien, nada va a pasarte.
Justo dos horas despues mis padres tocaron la puerta, para entonces creo que logre relajarme un poco, ellos vieron la casa por todos lados, por supuesto, no hayaron nada. Estaban tan orgullosos de mí por haber cuidado la casa tan bien que no me notaron nada raro, o mi actuación fue perfecta y realmente no parecía inquieto.
Sea como sea, yo necesito seguir con mi vida como si el jueves en la noche no hubiera existido, así es, todo lo que hice ese dia es quedarme en la sala viendo películas, posiblemente Jason vino a acompañarme un rato y luego se fue y segui solo hasta la madrugada, eso fue todo.
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Un mes, ha pasado un mes y la mejor palabra que me describe ahora es: nervios. Estoy muerto, solo faltan cinco días y me siento un manojo de nervios. En solo cinco días; ire al instituto que me asinaron el dia de mi registro para presentar el examen en ese lugar. No creo que pueda hacerlo, no soy lo suficientemente listo, de seguro me quedare sin escuela y tendre que pasar por esto el próximo año igual.
-¡Ale!
-¡AH!-me toque el corazón despues de que papá me diera un susto más horrendo que una lombriz de tierra.-¿m-m-me hablabas?
-si, te decía que intentes comer un poco más despacio, si sigues así te vas a ahogar.
-¡no puedo evitarlo!-dije metiendo dos pedazos grandes de papá a mi boca- ¡en la última semana he tenido mucha hambre!-tragando un enorme trozo de pollo.
-está bien, pero no olvides que existe el tenedor y el cuchillo.-me los da en la mano. Los tomó y sigo comiendo, lo más normal que me permite mi hambre.
-No entiendo por qué hago esto.-me refiero a lo de comer.
-es normal hijo, recuerdo que cuando yo hice el examen para la preparatoria; tenía varios compañeros que expresaban sus nervios de distintos modos.
-¿de verdad?-dije entre curioso y ligeramente más tranquilo.
-de verdad, tuve un compañero al que le empezaron a salir ronchas y otros dos que comían tanto o muchísimo más que tú.
-oh.
-cierto.-se metió mamá a la conversación.-yo, cuando hice el examen, estaba tan tensa que incluso, se me fue la regla.-y lo dice como si nada.
Bueno, están tratando de decirme que me mantenga tranquilo así que lo hare, estó del examen agobia más al final que las primeras semanas.
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-amm… ¿seguro que estás bien?-Jason me está observando con algo de “miedo” por la forma en que me como el almuerzo.
-¿pfr dhe o’ doihjes?
Traducción: ¿Por qué lo dices?
-no lo sé, tal vez porque comes como si tu última cena fue hace más de tres años.-sarcastic power.
-¡callate! Solo como porque estoy al borde de una crisis nerviosa.-metí otro chetto a mi boca.
-¿tú? ¿una crisis nerviosa? Ale, te he estado viendo por los últimos cuatro meses y medio y jamas te he visto nervioso y/o miedoso por otra cosa que no sea o un gusano o una babosa. ¿no crees que lo que tienes es algo más que simples nervios?
-mmhn… ok sí, he llegado a pensar que tal vez algo me está pasando, sin embargo, los nervios son la explicación más lógica.- Jason se pasó la mano por la frente y me volteo a ver con una mirada que nunca le había visto ¿podría ser su mirada seria de verdad?
-No quería tener que llegar a estos extremos, pero es necesario que sepas estó.- ¿?-Alexis.-hay no, me llamó por mi nombre, lo que me dira es algo muy grave.
-en…-toma aire, se calma y sigue hablando.-en la fiesta del mes pasado… pues… tú y yo…
Como si fuera obra del dios de las bromas; el teléfono de Jason comenzó a sonar (¡!) ¿Su teléfono? Lo reviso, ignoró la llamada e intento seguir. Claro que no lo deje.
-como te iba diciendo-
-¿no que tú cel se había perdido?
-¿eh? ¡ah cierto! Se me pasó decirte, alguien de la escuela lo encontró y me lo devolvió, así que ya no tendre que ahorrar de nuevo.- dice la verdad, es un mal mentiroso pero ahora no hay nada que me indique que miente.
-ah ok.
Para hacer una extraña serie de coincidencias: la campana sonó y nos subimos. Cuando ya arriba le volví a preguntar a Jason lo que él TANTO me quería revelar: no respondió, posiblemente se arrepintió de querer contármelo.
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¡Hoy es el examen! ¡Hoy es el maldito examen! Si hace cinco días me comía una bolsa jumbo de chettos yo solo, ahora juro que soy capaz de comerme diez y me quedo con hambre. El examen es a las 8:30 am, tenemos que llegar minimo con una hora de anticipación, el instituto que me asignaron queda algo retirado. Si, la situación es horrible, se está haciendo tarde así que lo único que alcanzo a comer es un plato de cereal que estoy a punto de acabar.
-ya termine.-le anuncie a papá quién por mientras se estaba poniendo su corbata, él se ofreció a llevarme al instituto, mamá se va a quedar en casa a arreglar unos papeles. Me dirijo al lavaplatos y mamá me detiene.
-oye préstame tú cuchara, al fin, ya no la vas a usar ahorita.-se la pase y mi plato tomara un baño más tarde.
Fui a buscar lo que tenía que llevar, papá ya tenía la hoja del registro, fui a mi habitación y de la mochila saque: una goma, un lápiz del número 2, y sacapuntas. Eso es todo lo que llevamos. Los puse en mi bolsillo y salí a prender el auto. Pasaron unos minutos y papá al fin llego, cambiamos los lugares y arrancó el auto.
-¿listo?-esa pregunta que se hace para no sé que cosa.
-por supuesto.-que no.
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Estado actual:
- La mente en blanco.
- Tremendas ganas de salir corriendo.
- Trasero paralizado por culpa de las incomodas sillas.
Hace cinco minutos comenzó el examen, antes de eso hice una larga fila para entrar al colegio donde me toco aplicarlo, muchos dicen que no te encuentras a nadie cuando vienes a este centro, eso tiene algo de mentira, vi a un par de chicas del otro salón (un par de chicas que me tratan normal pero tampoco soy un amigo cercano), a uno de los imbéciles del grupo de Dereck y ¡oh, sorpresa! Me encontré con Noah, ya saben, el amigo “negro” de Jason, a él y a mi nos tocó en la misma aula. Cuando entramos nos pidieron el documento de registro, la recogieron y despues de eso nos sentamos en unas incomodas sillas plegables y para apoyar y marcar la hoja de respuestas nos dieron un tablón. La escuela ni siquiera se ofreció a prestarnos sus bancas.
Los instructores (una chica de unos treinta y un señor cincuentón) nos dieron permiso para ir al baño en lo que les daban la orden para empezar, por más nervioso que estaba no fui, decidi quedarme aunque me sentía algo presionado. Esa presión no fu nada comparado cuando inicio el examen.
En ese momento todo en mi mente hizo “puff” no me acordaba de nada. Copiar no era opción, solo tres personas tienen el mismo examen en este salón (hay diez versiones distintas del examen) y esas tres personas nunca quedan cerca una de otra. Sin embargo me dije a mi mismo que algo tan absurdo como un examen de ingreso no iba a abrumarme (más), entonces respire me calme y empecé a leer, pude recordar algunas cosas, las que no me las saltaba y las deje al último y (aunque me dolía el trasero por estar sentado en esa silla durante dos horas) logre acabarlo.
Entregue el examen, creí que ya todo había terminado, pero por supuesto, no pudo ser tan fácil. Verán, yo marque mis respuestas en los ovalos suavemente, por si acaso si me equivocaba la goma quitara hasta el más minimo rastro de lápiz sin dificultad. Creo que debí hacerlo MUY suave: por que cuando le dí mi examen a la instructora ella me dijó:
-¿no podrías remarcarlos un poco más?- y yo, aguantándome todas las ganas de querer salir huyendo de una puta vez, dijé:
-sí.- No se me ocurrio que más decir.
Entonces; volví a tomar la hoja de respuestas, y volví a marcar los ovalitos. Fue más rápido de lo que pensé, le regrese la hoja a la chica; ella firmo en el lugar que decía FIRMA DEL APLICADOR y obviamente yo firme donde decía FIRMA DEL APLICADO, me devolvió la hoja de registro y me indico el código para ver mi resultado en internet, (ese lo veré el día 30 de julio que es cuando salen los resultados).
Cuando salí por alguna razón hubo varias personas que aplaudieron, a todos los que salimos nos están aplaudiendo, como si acabáramos de ganar algún partido o así. No me gusta que la gente me aplauda, demasiado embarazoso.
Tarde un poco en encontrar a mi papá, culpa de la multitud. Cuando lo encontré me llevó a comer, creí que mi hambre ya se había calmado pero no lo hizo, creo que ahora como por el trauma nervioso que me genero estar en ese lugar.
“Hacer ese examen fue un desperdicio, ya no puedo asistir a clases, mejor dicho, no quiero asistir, llamaría mucho la atención”