#LaAutoraLoSiente
Bien, admito que la dos primeras semanas si me dio flojera escribir, pero las otra las ecuela fue casi tan dura como la verdura :’v (lo admito, fue un mal chiste xD) lamento el retraso, aquí está el cap, el cual empecé el viernes pasado y no pude continuar hasta hoy (que conste que el viernes solo llegue a las 800 palabras y hoy lo completé hasta las 310 más o menos :’v). Bien los dejo.
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Despierto muy adolorido, siento que mi espalda me mata, no lo soporto, me impulso hacia adelante con cuidado y quedo sentado aunque mantenerme así solo lo empeora así que pongo una almohada verticalmente en el respaldo de la cama y me acuesto, el dolor sigue ahí pero ya mejoró algo.
-me das muchos problemas, pequeñín. –digo sonriente mientras paso mi mano para acariciarlo.
Todo anoche parecía estar tranquilo, sin embargo a éste revoltoso se le ha dado por comenzar a moverse mucho, tanto en el día como en la noche; como a la una empezó a moverse, y no de forma delicada, entiendo que aprovecha para patearme lo más que puede ya que en poco tiempo no lo volverá a hacer, eso o está enojado porque no ha escuchado la voz de su papá últimamente.
Sí, Dereck y yo nos hemos distanciado algo, por elección mía, por supuesto. Le hago pensar que estoy enojado con el por lo de Lucy aunque ya pasaron dos semanas desde aquello, que es un asunto que en realidad no me incumbe y de que honestamente no estoy enojado con él, es solo una escusa. Algo curioso es que las noches que dormíamos juntos el bebe permanecía quieto casi toda la noche, si por algún motivo llegaba a despertarse Dereck le hablaba con una voz dulce y cariñosa, al poco tiempo se quedaba tranquilo y dejaba de molestar.
No voy a negar lo que siento por Dereck, cuando estoy a su lado tengo muchas sensaciones; me siento seguro y feliz, incluso… querido, y es lindo sentirse así. Solo que…
Escucho que tocan la puerta, volteo hacia allá y veo a Dereck asomándose, más bien con medio cuerpo adentro.
-¿puedo pasar?
“Como si no lo hubieras hecho ya” pienso mordiendo un poco mi mejilla, después me limito a asentir.
Queda parado al pie de la cama y me mira unos segundos en lo que piensa en cómo empezar la conversación, me incomoda un poco eso, no es que esté en mi mejor presentación.
-mira… se que estás enojado, que fui un imbécil y que me porté de una manera horrenda con Lucy, tal vez esto no arregle nada… -y antes de que siguiera yo resoplé de forma pesada, esto es tan tedioso.
-¿podemos ahorrarnos todo esto? –digo mirando a la ventana. Aunque apuesto a que Dereck tiene cara de confundido ahora, o algo parecido. -¿no te das cuenta de que siempre es lo mismo? Yo me enojo contigo por de algún modo, nos separamos, tenemos una charla en la que me pides disculpas, luego yo pido disculpas e iniciamos todo desde cero. Siempre es igual.
-no pensé… que lo vieras de ese modo. –dice pasándose una mano por el cabello, frunzo los labios, no pienso de “ese modo”. ES de ese modo. –aunque sí, es algo rutinario.
-soy una persona a la que le gustan las rutinas, pero no está, no avanzamos nada.
-¿tú crees? Yo en lo personal…
-solo mira, no hemos hablado en DOS SEMANAS. Cada vez que avanzamos un paso lo volvemos a retroceder. –no me gusta. No me gusta lo que estoy diciendo, odio ser así. –auch… -me quejé, aunque no sonó como quejido, fue mi voz normal diciendo “auch”, alguien también detesta lo que estoy diciendo.
-¿te encuentras bien? –me mira atento y algo preocupado.
-sí, no es nada, solo me pateo. –él se dirige hasta el pie de la cama y me toca la panza, se agacha un poco y susurra unas palabras de cariño, al poco tiempo ya no siento tanta molestia, y puedo sentarme mejor. –gracias. –digo algo penoso.
-pudiste pedirlo antes. –sonríe, aunque de forma amarga.
-no te iba a llamar por algo tan simple.
-claro. –suelta una risilla, la siento algo sarcástica o irónica.
-si quieres decir algo, entonces dilo. –siguió callado, sin embargo no hizo falta que lo dijera para saber qué era lo que le pasaba. –te molesta que no te hable para estas cosas. –me mira un poco sorprendido. -¿o me equivoco? –entonces desvía su mirada hacia el suelo.
-no del todo… -dice y pensé que guardaría silencio un poco más, aunque prosiguió automáticamente. –no me molesta, pero si me pone algo triste. Ale, también es mi bebé, me gusta estar contigo en estas cosas.
Vaya, con esa oración me dan ganas de decirle muchas cosas, como: “es solo tuyo”, tampoco estaría mal “se que te sientes triste, y lo siento”, porque de verdad lo siento, yo no quiero que Dereck se ponga así por mí.
-Si no te aviso no es porque no quiera hacerlo. –“bueno en parte sí”. –Es que no… hay mucha confianza aun… -antes de que lo malentienda sigo explicando lo que trato de decir. -¿no te diste cuenta… que a veces actuamos como si el bebé no existiera? –parece que sigue confundido.
Se pone de pie dándome la espalda, y se pone las manos en la cintura, resopla un poco y mira hacia la ventana. Me pregunto si estará buscando otro tipo de significado a mis palabras, no hablo otro idioma a parte de este, ni siquiera soy bueno en inglés, así que lo que dije es lo que dije, y ya.
-solo medita un momento, en esas citas hablamos de muchas cosas, pero jamás hemos hablado sobre cómo nos sentimos con esto. –se muerde el labio inferior y asiente, lo que me dice que está de acuerdo con lo que digo. –creo que ambos sabemos que no queríamos esto, y que no estamos listos.
-¿Qué me quieres decir con esto? –dice y se cruza de brazos, lo cual me genera algo de inseguridad.
-que no actuamos como unos padres, parecemos más unos chicos que se preparan para la llegada de su hermano menor.
Claro, ambos somos hijos únicos, no sé del todo como sería si en realidad tuviera un hermanito menor, sin embargo si nuestra conducta no es la de unos padres, a lo más que nos acercamos es probablemente a algo como eso. De eso no tengo duda.
-Y esto es así porque nunca hablamos de lo que realmente sentimos… -voy a decirlo, tengo que decirlo. –no estoy preparado, y no es porque soy joven, no del todo. –corregí.
-¿entonces porque es? Porque yo soy de tu edad, no soy muy maduro, aunque puedo decir que tengo lo necesario.
-¡tú eres tú! Tienes tus estudios completos, un trabajo y economía mucho mejor que estables, y un cerebro que todos los estudiantes de último año de prepa desearían tener. ¿Yo? No soy nada, soy un maldito depresivo, ni siquiera puedo ser feliz aunque tenga un chico como tú a su lado, y no hay que olvidar que soy un chico promedio que hace poco vivía en una maldita caja cuidando que nadie me viera como realmente soy. –creo que me salgo un poco del tema, será mejor que vuelva. –Si no pude cuidar bien eso ¿Qué se supone que haga con el bebé?
-Yo tampoco estoy listo, pero quiero intentarlo, y lo haré. –dice y relaja los hombros. –Te voy a decir algo, yo amo a ese bebé, lo quiero. Lamento hacerte pasar por esto, nunca quise que las cosas llegaran tan lejos… -se detiene, y permanecemos en silencio unos segundos, luego empecé a analizar esa última parte: “llegaran tan lejos”. No lo creo.
-Tú lo planeaste. –el me mira confuso y después abre los ojos. –acabas de confesarlo, tú lo planeaste ¿no? –Dereck quería seguir pero yo lo interrumpí, muy furioso. – ¡¿Cómo pude ser tan idiota?! ¡Eres la única persona en toda la escuela con suficiente dinero para organizar esos eventos! –me puse de pie y quedé justo en frente de él. – ¡desde el principio tú planeaste todo esto!
-Ale por favor… déjame explicarte.
Se levantó, juro que quiero golpearlo, no lo entiendo, no entiendo como alguien podría querer hacer algo como esto. Lo que hizo fue algo muy estúpido.
-Al principio solo la hice porque quería conocerte mejor, pero sería algo sospechoso ya que nunca hablamos, pero nunca fuiste, de todos modos lo seguí haciendo como una disculpa a esos chicos que molestaba, y cuando menos lo esperé tú fuiste… era el último día libre antes de que hicieras ese examen, solo creí… que así podría despedirme de lo que siento por ti. –y justo en ese momento golpee en el estomago, le saqué todo el aire y mientras él se sostenía el estomago e respirando adolorido yo le gritaba.
-¡Así es como me sentí! ¡Justo así me sentí cuando desperté! Fue horrible despertar y que alguien se llevó… -mierda, es tan vergonzoso que no quiero decirlo, solo seguiré y saltaré esa palabra. -¡¿No pudiste quedarte y disculparte adecuadamente?! ¡o al menos dejar una nota para ir a golpearte después?! <> ¡¿era muy difícil escribir eso?! –se deja de agarrar el estomago y recupera la postura.
-¡Creí que podrías recordarlo! De todos modos tú me odiabas, pensé que era mejor si me iba antes de que te dieras cuenta, una noche y no volvería a saber de ti.
-oh claro, eso es bueno, tú te llevas mi castidad y yo me quedó abandonado en es lujosa cama de hotel, ahora que lo pienso pude aprovecharla un poco más, no sé, servicio al cuarto, disfrutar un rato más en el Jacuzzi, ¡pero no pude porque estaba demasiado shockeado y deprimido porque la noche anterior me robaron mi primer beso y me rompieron las caderas! ¡De verdad MUCHAS GRACIAS! ¡El mejor regalo de graduación de la puta historia! –una pequeña lágrima se resbaló por el rabillo de mi ojo y la limpié inmediatamente, Dereck quiso rodearme con sus brazos pero lo empujé.
-nunca quise hacerte daño, no quería lastimarte, solo estaba desesperado, es la primera vez que me siento así con una persona y no pensaba con claridad. –iba a golpearlo de nuevo, aunque a mitad de camino mi mano perdió velocidad y terminó cayendo suavemente en su pecho.
-necesito salir de aquí.
Empujé a Dereck hacia la puerta y después de cerrarla me recargué en ella escuchando unas pocas palabras de su parte, seguí ahí unos momentos respirando unos momentos, baje un poco la vista hacia mi estomago y lo frote con la yema de mis dedos. En seguida fui hacia el baño y después de una rápida ducha agarré lo primero que vi en el closet y me lo puse, tomé mi mochila junto con mi celular, cuando salí Dereck seguía en el pasillo, me miro de pies a cabeza y antes de que me preguntara le respondí.
-Voy con Nat, necesito hablar con ella.
-pero-
-no lo voy a discutir. –interrumpí. –te enviaré un mensaje cuando llegué. –empecé a caminar pero me detuvo.
-¿a qué hora volverás?
-no lo sé, si se hace tarde me quedaré a dormir, te avisaré de cualquier cosa que pase. –afirmó con la cabeza y se hizo a un lado.
Si necesitaba una prueba más de que nuestra relación es un error… ahora mismo la acabo de encontrar. Esta vez no lo perdonaré, yo también soy responsable de esto, pero él pudo evitarlo y no lo hizo. Sonará de lo más dramático y quizá exagero, pero él se aprovechó de mí. El mayor culpable soy yo, eso es cierto, aunque él pudo haber evitado todo lo que ocurre.
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Cuando llegué a casa de Nat ella estaba haciendo su tarea de algebra, así que quise ayudarla un poco, está algo avanzado pero a me gusta mucho esta materia así que entendí más rápido e incluso mejor que ella. Me interrogó con un millón de preguntas pero no le quise responder todas en ese momento, prefiero distraerme un poco con letras y números que se multiplican, suman y dividen.
-y al final el resultado es 2ab+5a+3
-vaya eres un genio para estas cosas. –me dice con cara de detective, pero luego me abraza dulcemente así que sé que está agradecida. Bueno, se siente bien poder ayudar en algo que no sea solo limpieza.
-entonces esto es lo que haces en clase. –digo con una media sonrisa.
-bueno, es más que eso, luego está la trigonometría, maldito Tales, por tres días vi triángulos escalenos por todos lados.
Reí un poco y después seguí mirando el cuaderno, pasaba la hojas llenas de la hermosa letra cursiva de Nat en tinta verde manzana, purpura o azul cielo, los problemas a lápiz; si e fijabas en las esquinas y a veces te topabas con algunos garabatos o dibujos de bolitas y palitos, los que todo estudiante hace cuando se aburre en clase. Extraño la escuela, algo que puede sonar raro, pero una vez que te topas con situaciones como la mía o de otros tipos que te hacen dejarla realmente empiezas a apreciarla, nunca se qué hacer con tanto tiempo libre y me aburro demasiado.
-¿has pensado en que no tienes que dejarlo? –giré la cabeza sorprendido. –hablo de la escuela, quizá puedas inscribirte el próximo año. –cierro su libreta y me recuesto por completo en el sillón.
-si lo he pensado, pero sería demasiado complicado, este es el único contacto real que he tenido con los estudios en varios meses, dudo recordar en que parte del mundo se encuentra Australia, además de que con un bebe las cosas serían el doble de difíciles, o quizá más. –Nat hace un pequeño puchero y se queda observándome.
-ya está grande. –sonrió algo avergonzado y ella pone su mano encima, no creí que lo haría, debí imaginarlo pues no es raro que lo haga. –ya solo te falta un mes ¿no?
-si… aunque me han dicho que hay veces en que no se cumple el mes completo, espero que no se adelante, no creo poder manejar la situación si de pronto decide salir sin aviso. –siento un pequeño golpe, pero no es tan fuerte así que no me quejo.
-es un respondón. –ella levanta un poco la curvatura de los labios, sin embargo luego la borra y junta las cejas. – ¿Cómo no puedes querer a está cosita adorable? –bajo la mirada y subo mi brazo por encima de la redondez.
-es que estoy aterrado. –así de fácil, fui honesto.
-Alexis, tienes un chico que te ama, amable, cariñoso y que te respeta, vas a tener a su bebé y no importa como haya llegado, es muy respondón, pero aun dentro y sin conocer tu rostro el ya te ama. –dice y ella acaricia mi mejilla, y tengo ganas de llorar, detesto las hormonas.
Sé que tengo todo lo que muchos quieren, ya me lo han dicho hasta el cansancio. Dereck es la persona más maravillosa que conozco y tengo un sentimiento muy fuerte hacia él que podría llegar o ya es amor, pero hubo muchos errores de su parte, y también de la mía, también somos muy opuestos y hemos peleado demasiado a lo largo del embarazo. Al bebé le tengo mucho afecto, adoro sentir sus pataditas y escuchar su corazón latir, aunque esos momentos son una cosita comparado a todo lo que pienso que vendrá después, le tengo aprecio, pero no un amor de madre.
-es fácil decir eso cuando tú estás de este lado. Pero dime ¿qué harías si por una noche, solo una noche tu vida entera cambia? De la nada tuve que casarme con el chico que evité a más no poder durante toda la secundaria, debido a este error tuve que renunciar a la escuela, mi mamá no me quiere ver, las cosas con papá son incomodas y tengo una vida más que depende de mí. –ella se levanta y se sienta a mi lado mientras me limpia las lagrimas con una servilleta con diseño de fresas.
-primito tranquilo, no estás solo ¿sí? Yo, Dereck y su familia estamos aquí para ti, no te preocupes todo va a salir bien, estoy segura de que mi tía superará esto pronto y vendrá a verte y a conocer a su nieto. –se que quiere animarme pero no funciona, conozco a mi mamá y sé que si ella está tan decepcionada es capaz de nunca volver a dirigirme la palabra, y sobre el resto del apoyo…
-Sé que intentas hacerme sentir mejor NAt y de verdad lo aprecio, pero no sigas, nadie puede ayudarme con esto, se que Dereck es su papá y que nos quiere, pero él no sabe lo que estoy pasando, no físicamente y a penas emocional, él no es el que carga con cinco kilos de más, el que a veces no duerme porque el bebé estuvo despierto toda la noche dando volteretas, tampoco es él que va a parir, no entiende lo que estoy pasando.
-Ale, si las chicas pueden hacerlo entonces-
-¡Yo no! –alcé la voz mientras negaba fuerte con la cabeza. –no soy una mujer ¿entiendes? No soy fuerte como ellas, soy un chico, para mí esto es traumático y antinatural, me da igual si la puta madre naturaleza me hizo para esto, es asqueroso, ¡un chico no debería tener vagina! ¡Ni menstruar, ni lactar y mucho menos entrar en parto! Soy un fenómeno.
-Ya hemos hablado sobre esto, tú solo eres un chico, habíamos acordado que nunca te volverías a llamar de ese modo, Ale, tú eres un virmu, y debes aceptarte como tal.
No quiero discutir con mi prima, tuve suficiente con lo de la mañana. Así que solo tomé otra servilleta de fresas, me limpie la cara y le di la razón a Nat.
La seguí ayudando con sus tareas, luego hablamos un poco más para ponernos al tanto de nuestras vidas, por supuesto que lo de ella era más interesante. Tiempo más tarde me di cuenta de que ya estaba anocheciendo, la verdad no tardo mucho en ir desde el departamento de Nat hasta la casa, sin embargo no estoy preparado para ver a mi esposo todavía, si lo hago es probable que le reclame todo lo que hizo, y no tengo intención, quizá mañana. Le envié un mensaje y unos min utos despuesme llego la repuesta:
De: Dereck
Asunto: ------
Está bien, que descanses, te veo mañana para recogerte, nada más avísame a qué hora quieres que te recoja. Te quiero, cuida bien al pequeñito.
Por alguna razón ese mensaje me hizo estar un poco menos enfadado, no era la gran cosa pero el simple hecho de haberse preocupado por mí me hizo sentir un poco mejor.Después le ayudé con la cena la cual consumimos una hora más tarde, vimos una película y nos fuimos a dormir.
Sin embargo el bebé no podía quedarse quieto, tenía que hacer otra más de sus volteretas nocturnas, únicamente lo acaricie de arriba abajo y le susurré algunas palabras cariñosas para calmarlo, mi sorpresa fue que en verdad se detuvo, eso era todo, solo tenía que hablarle con dulzura, su papá siempre lo hace, me pregunto por qué nunca lo intente, o si lo hice, una vez pero no fue para calmarlo, solo conversaba.
Bueno, al menos ya sé qué hacer cuando no quiera dormirse en las… cierto. Casi lo olvido, no estaré ahí.
Bien, al menos tengo este momento.
Sip, lo tengo.