ALE
-desde ahora tienes que poner mucha atención a lo que sientes, podrías confundir las contracciones con indigestión o ése tipo de cosas. –dice Lucy mientras no aparta la vista del monitor de la computadora. Quisiera tener un desayuno sin que alguien mencione los dolores de parto, ha sido de esta manera desde que llegué a las treinta y seis semanas.
-comprendo. –dije con la cabeza gacha, quiero que ese comentario se quede hasta ahí.
En mi última cita, Ed me dijo que ya estaba dilatado un centímetro, lo que indica que en cualquier momento tendré al bebe. Estoy muy nervioso y Lucy no es de mucha ayuda para tranquilizarme que digamos, Dereck trata pero igual tiene un poco de pánico, pero en base a que él no va mostrar las piernas abiertas delante de un grupo de desconocidos, y de que nadie va a pasar a través de él... creo que no debería estarlo del todo. El anciano sigue de viaje, no creemos que regrese a tiempo, de todos modos creo que así es mejor.
Tenemos dos maletas preparadas, una es para mí, para cuando me den de alta en el hospital, la segunda es más pequeña, lleva la ropa para del chiquito, la necesitará. Dereck tiene el asiento para éste guardado en la cochera, para cuando regresemos. Yo mismo decidí no programar nada, no quiero que induzcan el parto y la razón es... que prefiero no saber con exactitud el día que me iré.
Ya tengo todo preparado, la mochila está debajo de mi cama, cuando me den el alta me iré esa misma noche, ahí tengo lo básico en ropa, junto con dinero para unos cuantos días, lo he estado ahorrando a lo largo de los meses.
-¿Ale?
-¡Sí! –volteó asustado hacia donde escuché mi nombre, eso me hizo brincar un poco. Me topo con Dereck que me mira curioso mientras se sienta a mi lado.
-Estás un poco pensativo, ¿Qué te ocurre? –regreso la mirada a mi plato y muevo los guisantes con el tenedor, sumergiéndolos en el puré de papas.
-nada. –siento su mano en mi hombro y casi me estremezco, regreso mi vista a él y le sonrío. –Solo pensaba en si podía envolver los guisantes en el puré, hasta que quedaran tan cubiertas que no se viera ni un rastro de verde, así parecerían bolitas de puré, y no guisantes. –Se ríe y con ayuda de los cubiertos envuelve una de las bolitas verdes entre esas papas hechas pailas hasta que alcanza el doble de tamaño que antes y es completamente blanca. –wow.
-si se puede. –y después se lo come.
A estas alturas... en que las cosas con mi "esposo" van de maravilla, en la que puedo dormir con él de forma tranquila y hasta llegar a abrazarlo o jugar con la comida sin que a él le parezca torpe e inmaduro... es muy difícil seguir con mis planes. Pero tengo que hacerlo, no por mí, por ellos, no sé cómo voy a reaccionar conforme vaya pasando el tiempo, ¿Qué tal sí termino lastimando a Dereck más si me quedo a después de irme? Y con el bebé... ¿Y si al querer darle un baño lo termino ahogando sin querer? Ni siquiera lo quiero, y prefiero que crezca sin una mamá a hacerlo con una mediocre.
De todos modos... si es "normal" como su papá entonces de seguro se avergonzará de mí en un futuro, se avergonzará de mí por no ser una mujer, por no ser una mamá como la que tendrán las demás personas a su alrededor. Y yo no podría decirle nada para hacerlo sentir mejor, porque es la verdad.
-¿Crees que puedas hacerlo con las albóndigas y las zanahoria?
-Tal vez, pero me falta puré. –y se sirve una cucharada más
-¡Chicos dejen de jugar! Dereck conoces las reglas, si quieres más puré tienes que acabarte todo, y cuando lo hagas si aún tienes hambre eres libre de volverte a servir. –nos regañó Lucy sin dejar la laptop.
-Perdón má. –dijo Dereck poniendo los ojos en blanco, aunque no regresó lo que se había servido. –podremos jugar muchos después. –me guiñó un ojo, y me avergüenzo... no de nuevo. –y está vez no tendré piedad.
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DERECK
-¡Genial! ¡Ahora debes pagarme doscientos! –él suspira y me entrega dos billetes marrones. Como saqué dobles avanzo más espacios.
-¿Por qué jugamos esto? Eres rico y con propiedades en la vida real. –dice arrojando recostándose en el sillón.
-vamos, es divertido ¡oh! Toma una tarjeta. –se las paso y toma una de en medio.
-"Robas una idea de la competencia. Cobra 50$". –sonríe, junto las cejas fingiendo estar enojado y le entrego el billete azul. –Gracias. –dice con un tono presuntuoso que nos saca una risilla a ambos. Seguimos jugando.
Trato de mantener a Ale lo más tranquilo posible, no hemos peleado desde la noche que pasó en casa de su prima. Y planeo que siga así. Se comporta raro últimamente, siento que está muy decaído, pienso que es porque el bebe ya está a término, se supone que debe sentirse agotado. Sin embargo también pienso que está algo distante, quiero creer que se debe a lo nervioso que esta por dar a luz, si yo estoy que muero de inquietud no puedo imaginar cómo está él; ni siquiera tengo una pequeña idea, no quiere hablar de eso y no lo voy a obligar. Creo que ayudo más si le doy compañía.
Aunque jugamos Monopoly por otras razones, no porque quiera tenerlo encerrado, de hecho al principio fue su idea, pero ahora continuamos la partida de ayer, y como voy ganando ya no quiere seguir.
-mnh... -se queja y se acomoda, dejo los dados en la mesa y me acerco un poco. –e-estoy bien. No es nada. –dice curveando los labios
-¿seguro? –asiente.
-si de verdad fuera algo de qué preocuparse te avisaría. –me sonríe.
Eso me tranquiliza ligeramente, pero no estoy completamente seguro. De cualquier manera tengo el teléfono del obstetra en marcador rápido, y todo está preparado para salir en cualquier momento. Trato de concentrarme en el juego, aunque aún tengo una inquietud, tal vez estoy demasiado alerta, puede que no sea hoy, igual que no fue ayer, y tal vez no sea mañana, dejo que mi emoción me invada cada vez que Ale siente cualquier pequeña cosa. Debo de estar atento pero igual relajarme un poco. Tiro los dados.
-Ya me aburrí ¿quieres hacer otra cosa? –Dije dejando mi dinero ficticio en la mesa.
-¿vemos una película? –dice mientras empieza ordenar las cosas del juego.
-claro, yo haré las palomitas ¿te molesta guardar el juego?
-claro que no. –sonríe levemente y continua.
-vale, entonces voy.
En un minuto llegué hasta la cocina, saqué un paquete de palomitas instantáneas y las metí al microondas. En lo que se escuchaban varios "pop" saqué unos platos medianos de la alacena.
No sé si se notó, pero las cosas entre Ale y yo están como "tensas", son como las primeras semanas que comenzó a vivir aquí. Al menos desde mi punto de vista. Esto sucede desde que regresó del departamento de Nathalia, y creo saber la razón; no me ha perdonado. Él dijo: "ya no estoy enojado contigo", pero nunca dijo "te perdono". Bien, puede que esa noche hayamos dormido juntos, y que a no estamos peleando, pero eso no significa nada. Estaría más tranquilo si me gritara, si lo hiciera entonces sería una señal de que le interesa, pero el último mes se ha comportado distante, no frío, aunque si está como ausente, me sigue las escasas conversaciones que tenemos, pero las respuestas llegan a ser vagas.
También he notado que le cuesta trabajo mirarme a los ojos, no tiene muchos problemas con sonreírme, pero parece que me oculta algo. Espero descubrirlo pronto.
Escucho que el microondas se detiene, así que saco las palomitas y las sirvo en los platos.
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ALE
-Listo. –dije poniendo la tapa, luego lo guarde en un mueble bajito con otros juegos y volví al sillón.
Mn... Voy a ver cuáles, prendí el televisor y comencé a pasar canales. No hay muchas cosas interesantes realmente. Cielos, más de quinientos canales y nada interesante que ver. Preferí conectar mi teléfono con el televisor y buscar algo mejor en la red.
En lo que mis dedos seguían deslizándose por la pantalla, me llegó un mensaje de Jason, a veces me cuenta las cosas que hace en la prepa con sus compañeros de clase. Tal vez se puede pensar pero en realidad no me siento mal, es divertido distraerse de mi rutina llena de juguetes de bebes, lactancia, clases de preparto, ecografías y de Lucy hablándome sobre contracciones, Jason de cierto modo es un portal a la vida que dejé.
JasonDarknenville: y entonces yo le dije "No sé joven, no soy 100tifiko :v"
AresEvans: jajaja idiota.
JasonDarknenville: caiese >:v bueno, que haces?
AresEvans: iba a ver una película con Dereck, oye porque el cambio de nombre? Te quedaba mejor "ElRey" xD
JasonDarknenville: es por un nuevo comic que estoy leyendo, como sea, si pones una de drama y el tipo llora me mandarinas una foto
*mandas
Fruto corrector >:v
AresEvans: no creo que Dereck lloré y si lo hace no me dejará tomarle fotos :P además que las cosas están un poco incomodas.
JasonDarnenville: Problemas en el paraíso? ¬3¬
Justo entonces no supe que contestar, había problemas, pero eran MIS problemas, que pronto se terminaran. Justo en ese momento llega Dereck con las palomitas. Guardo mi teléfono dejando a Jason en visto y pongo la película.
Dereck y yo no hablamos en lo que pasa la película, y mantenemos una corta pero definida distancia entre nosotros, es algo incómodo, tan incómodo que puedo sentirlo en mi espalda... alto. No es broma, en verdad lo siento. Empecé a alertarme muy rápido, ya pasó, no fue nada, posiblemente el bebé se movió mal, y aunque no posiblemente fue solo un pequeño dolor obstétrico.
-¿Te sucede algo? –miró a Dereck y me doy cuenta de que tengo la mano apretando con algo de fuerza el sillón, relajo mi mano y asiento con la cabeza.
Sé que Dereck no está del todo seguro con lo que dije, de todos modos conforme pasó la película nos fuimos olvidando de eso, ya que no se volvió a presentar. La película concluyo con el típico final feliz de siempre; ambos protagonistas juntos por siempre, o al menos por ahora, ojala siguieran pasando lo que sucede después, si de verdad ese amor fue suficiente para tenerlos juntos hasta la muerte, porque en esta era no conozco a una sola pareja que lleve veinticinco años de casados, mínimo. Porque mis padres llevan dieciocho, me tuvieron un año y tantos meses después de casarse, fui un planeado, bueno, el hecho de que yo naciera fue planeado. Por supuesto que no tenían contemplado a un virmu (¿quién lo tendría?) Siempre fueron muy organizados con esas cosas, luego llegué yo y les cause una fuerte improvisación, en todo.
Quisiera saber que hacen ambos ahora, sobretodo mi mamá, quisiera saber si está bien, o si ya me perdonó un poquito. Supongo que ya no podré saberlo.
Después de recoger el desorden Dereck se fue a su cuarto y yo al mío. Y mientras e ponía la pijama volví a sentir esa presión en mi espalda, igualmente se fue rápido, así que no me alarmé, seguro parará si descanso
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-¡mngh! –gemí mientras me tapaba la boca.
"ya pasará, ya pasará" pensaba mientras ese dolor iba desapareciendo.
-esto... fue más fuerte... -digo mientras miro el reloj, desde la última vez que revisé fueron veinte minutos, hace un rato fueron cinco minutos más, se está acortando, y llega con mayor fuerza cada vez. –Está pasando... -una oleada de pánico me recorrió todo el cuerpo, enseguida respiré unas cuantas veces para tranquilizarme.
Creí que se me pasaría rápido, o que al menos se empezaran a poner peor cuando amaneciera, pero si así es ahora entonces no esperaré a que me flaqueen las piernas y no me pueda mover solo porque no quiero despertar a nadie. Así que despacio salí de la cama, y me agarré únicamente una playera diferente, de todos modos el pantalón que uso para dormir es deportivo.
Salí al pasillo directo al cuarto más cercano, con Dereck, todo iba bien, pero entonces llegó otra contracción y me tuve que detener un momento hasta que pasara.
"Está bien..." un minuto después seguí caminando y llegué a su puerta.
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DERECK
-¿Ah?
Estaba durmiendo tan profundamente, cuando de repente escuché que la puerta de mi cuarto se abría, y al mirar allá pude ver a Alexis, en ese momento salté de la cama y fui con él. Encendí la luz y al verlo, respiraba un poco entrecortado, sudaba frío y tenía una mano en su vientre.
-Tengo contracciones. –dijo, y enseguida lo hice entrar a mi habitación.
-siéntate y sigue respirando, llamaré al doctor. –el afirmó y seguía respirando como nos indicaron en clase, más o menos. Estaba tranquilo, parece estar llevando las cosas bien. Yo trataré de hacerlo también, tengo que.
Con el teléfono en mi oído empecé a vestirme, después de que unos segundos le medico contestó. Le expliqué lo que sucedía, claro que haciéndole algunas preguntas a Ale. Era claro que aún no era parto activo pero preferimos consultarlo antes de tomar una decisión.
-Si fuera un embarazo común les diría que esperaran hasta que las contracciones sean cada cinco minutos, pero como no lo es mejor prevengamos. No creo estar ahí para cuando lleguen, pero me encargaré de que el hospital los atienda en cuanto lleguen.
-Gracias, Doctor. –y colgué, me giré hacia Ale. –vamos tenemos que irnos. –dije y lo ayudé a ponerse de pie, yo tenía la intención de ayudarlo a caminar pero no me dejó.
-yo puedo caminar, al menos por ahora, mejor carga las maletas, por favor. –quería decirle algo, pero decidí guardar silencio y asentir ligeramente, este sería el peor momento para provocar una posible pelea. Así que fui por las cosas y caminé detrás de él, no caminaba lento, ni tampoco tan rápido como para caerse, no caminaba con una mano en la espalda, sino que con la manos derecha se agarraba el antebrazo contrario, de repente podía percibir que se pellizcaba un poco este, no con mucha fuerza, sin embargo lograba notar la presión que su pulgar hacía sobre su piel.
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En el auto Lucy hacia que Ale respirara calmadamente, bueno, ya estaba muy calmado, ni siquiera hacia muecas de dolor, de vez en cuando cerraba los ojos unos segundos mientras pausaba su respiración, luego los volvía a abrir y seguía como si nada. Lo soporta, no se decir con claridad que tanta molestia tiene, pero la soporta.
Y eso no me gusta.
Detesto cuando hace eso, que se guarde las cosas, y no solo me refiero a sus dolencias. Sé que hay algo que me ha estado ocultando, no tengo idea de lo que es, pero no puede ser bueno, y no podré ayudarlo con eso si no me lo dice, o aunque sea comprenderlo. Okey, no soy la persona más honesta del mundo, después de todo no le he contado algo, pero es para no causarle ningún más daño del que ya tiene.
-Llegamos. –anunció Lucy. Una vez nos estacionamos, Ale bajó inmediatamente, solo. Podría ser por las prisas, aunque es más probable que trate de demostrar que está bien, y que no necesita ayuda de nadie. Normalmente eso me gusta, pero no en este momento. Di un resoplido y Lucy me ayudó a bajar las cosas (supongo que Ale tampoco aceptó su ayuda y ella, con la idea de no alterarlo, no objetó).
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ALE
Al entrar el hospital estaba algo lleno, es un poco raro eso, ya que es privado, no es que seamos un país pobre, es solo que no todos podemos ganar lo mismo, o tan siquiera ganar algo. Nos dirigimos a la recepción, donde una enfermera nos recibe, parece que ya el mensaje de Ed ya ha sido recibido por todo el personal, pues ella no se sorprende ni tampoco los demás trabajadores, a diferencia del resto de la gente. Dereck es el que entrega todos os papeles necesarios, mientras que yo observo a la gente nerviosa o cabeceando en las bancas de la sala de espera. Me ofrecieron una silla de ruedas ero la rechazé. Aun no estoy suficiente
-Ya está. –no tardó mucho. –el doctor Kashmir dijo que llegaría pronto, no se preocupen, cuidaremos de la mami y el bebé.
-gracias, ¿no hay otro doctor que pueda atender a Ale en lo que esperamos? –"¡¿Qué?!"
-oh... mmn... verán... hoy estamos algo cortos de personal, algunos obstetras están haciendo el trabajo de cardiólogos, pero créanme cuando es digo que los enfermeros somos un equipo profesional. Lo atenderemos muy bien. –di un pequeño suspiro de alivio, no confío en otro doctor que no sea Ed, ya se lo mencioné a Dereck pero creo que se le olvidó.
Las puertas automáticas se abrieron una vez más, y una pareja entró, el señor ayudaba a su esposa embarazada a caminar, tenía la respiración entrecortada y se sostenía el abdomen, después un enfermero le tajo una silla de ruedas a la señora, mientras é la cuidaba; el hombre que la trajo se acercó a la recepción. Se veía agitado, es obvio porque.
-d-disculpe... –toma aire. –mi esposa... -vuelve a tomar aire.
-tranquilícese señor. –dice la señorita con voz duce y pacífica. –Si quiere tomar asiento... -él negó con la cabeza, después de unos segundos recuperó el aliento y siguió, aunque aún se notaba nervioso. –mi esposa rompió fuente hace media hora, queríamos salimos antes pero había mucho tránsito, por favor ayúdenla. –voltee a verla y entonces la reconocí. Joseline, una de las madre primerizas, la que había intentado tantas veces concebir...
-señor... lamento decirle pero estamos un poco cortos de personal y...
-¡estoy aquí! –anunció la voz de Ed quien iba entrando, realmente no tardó demasiado. –bien Ale te llevaremos a una habitación y...
-¿usted es doctor? –preguntó el esposo de Joseline. -¿podría atender a mi esposa? –no dejó que respondiera a su primera pregunta.
Este es un momento algo incómodo, más para Ed quien se queda callado, pensando en que responderle.
-lo siento... pero tengo que atender a otro paciente. –declaró, el hombre se mostró decepcionado, y la mujer más preocupada, no dejaba de acariciar su panza mientras respiraba cada vez más rápido. Ed me tomó un hombro y caminamos hacia un lado. Yo bajé a mirada a mi abdomen, mientras una molestia volvía a mi espalda baja. No es muy dolorosa, pasé mi mano por mi redondez y cerré los ojos por un breve instante, en el cual pensé:
"Podemos Esperar"
-Atiéndela a ella primero. –y nos detuvimos, giré y lo miré decidido. –ella te necesita más que yo. –Lucy me miró incrédula, Dereck con desacuerdo y Ed parecía analizar las palabras meticulosamente.
-¿Qué estás diciendo? –interrogó Dereck.
-Tú eres más importante-
-¿Por qué soy tercer género, o porque tengo al hijo de un adinerado de Dereck? –ataqué. Pero Dereck bajó la mirada, fue cruel y me arrepentí instantáneamente al decir eso, sin embargo tenía que decirlo, para que me hicieran caso.
-tú cuerpo tiene todavía algunos aspectos que nunca hemos llevado a cabo, he leído sobre eso, pero nunca he tenido práctica, por eso necesito monitorearte todo el tiempo. –negué.
-estaré bien, el saco donde está el pequeñín está intacto, y el del hijo de esa pareja se rompió hace media hora, y mis contracciones aun no son lo suficientemente seguidas o dolorosas, solo transfiéranme en una habitación, sé que el bebé estará tranquilo. Si sucede algo conmigo... entiendo que tu equipo estará al tanto, como dijiste. –pareció pensarlo, yo no quería mirar a Dereck porque sé que esto no le gusta, estoy poniendo al bebé de otra pareja por sobre el suyo, lo cual no es bueno, una madre no debería hacer este tipo de cosas, y exactamente por eso y muchas otras cosas es que no lo soy.
-Muy bien. –dijo. –es tu decisión, no lo olvides. No sé cuánto podría tardar esa mujer, quizás horas, independientemente de que ya esté en parto activo, ¿lo entiendes, cierto? –sentí la mirada acusadora de mi esposo sobre mí, pero no me interesa.
-lo entiendo.
-¿y yo no tengo derecho a opinar? –se paró entre el doctor y yo, esquivé su mirada. –es mi hijo.
-y yo lo tengo. –le enfaticé. –y se cuando les digo que se quedará ahí el tiempo suficiente, estoy seguro. –no esperé una respuesta de su parte. Ed terminó por hacer lo que le dije, obviamente Dereck no estaba feliz, iba a hablarle pero volví a sentir otra incomodidad en la espalda, por lo que mejor decidí seguir a la enfermera hacia el cuarto.
Por un segundo creí que la enfermera se había equivocado ya que nos la habitación en la que entramos no parecía uno de esos cuartos blancos con olor a medicamentos, era más como una habitación de un hotel. Lo único que me asegura de que es una sala de partos es la cama, pero aun así sigue siendo más grande que una camilla normal, parece el doble de grande. El Cuarto es muy grande, frente a la cama hay unas puertas deslizables y detrás de ellas hay una sala un sofá esquinero blanco, ambos lados forman un ángulo de noventa grados perfecto y median lo mismo, en el centro se encuentra una pequeña mesa, la cual está parada sobre una alfombra. Incluso tenía una pantalla de 17 pulgadas que se sostenía de un tubo en el techo, es mucho mejor que esas cajas de la prehistoria que tienen en el centro de salud, hay rumores de que algunas ni siquiera funcionan, no sé, nunca he visto ese lugar en persona, a única vez que me internaron fue también en éste hospital cuando Dereck chocó el auto, esa vez también estuve en una habitación privada (eso fue un día después del mismo accidente), pero sin duda este cuarto es mucho mejor que el que tuve en ese entonces. Es genial.
Me dieron una bata de hospital, pasé al baño (incluso baño privado, wow). Al entrar no hay ningún espejo que me dé un susto, ya que este se encuentra a la izquierda en lugar de justo en frente, cierro la puerta con seguro y me quito la ropa empezando por arriba. Miré hacia abajo por un momento, y pasó las yemas de los dedos por mi vientre, de una forma que nunca había hecho, más especial que en los meses anteriores.
-solo unas horas más, chiquito. –Le susurré, una pequeña sonrisa y a la vez una lágrima se escaparon. Me limpié la mejilla de inmediato (puff... como si alguien pudiera verme)
Mi cabeza da vueltas, no sé qué es lo que me sucede, por un lado voy a pasar un bebé a través de la parte que separa mi abdomen de mis piernas lo cual será increíblemente doloroso; después de cuarenta semanas (más menos) voy a separarme de una persona a la que nunca he visto más que a través de pantallas y que aun así me intimida bastante; el chico que quiero está allá afuera y no me habla por poner a otras personas antes que a su hijo (otra vez); estoy evitando al chico que quiero ignorando todos sus intentos de ayudarme, y él no debate para no causarme estrés, cuando en realidad he estado estresando, confuso, asustado y demás cosas desde el último viernes de Junio del año pasado. Y después de que el primera cosa terminé... voy a huir, de esas dos personas, del chico que me gusta y de la persona que me intimida, pero que aun así le tengo aprecio.
-estarás bien yo lo sé. –soy una horrible persona.
Luego sacudo la cabeza y termino de cambiarme. La buena noticia... nop, no hay ninguna, esta cosa es demasiado pequeña, bueno, me cubre o suficiente, unos veinte centímetros debajo de la rodilla. Pero no me gusta, siento que uso vestido, al menos puedo usar ropa interior... por ahora.
Me asomo por la puerta y Dereck habla con Lucy, no entiendo lo que dicen desde aquí, así que solo los miro un momento, supongo que Lucy le da una especie de discurso motivacional para padres primerizos, y él graba cada palabra en su mente, porque siente que lo va a necesitar. Siento un poco de melancolía, no estoy seguro de porqué, pero mirar esa escena de ella hablándole me hace sentir un poco de celos, será... ¿será porque Lucy es su madre adoptiva? Puedo estar algo envidioso porque ella se volvió su mamá, lo que quiere decir que Dereck también podría conseguir tra mamá para el pequeño, dije antes que no lo culparía en caso de que eso sucediera, no estoy en contra de que otra persona que no sea yo cuide de éste bebé (hasta un pollo podría hacerlo mejor), quizá es a posibilidad de que Dereck tenga otra persona a su lado, es más probable que eso sea lo que me da tristeza, sin embargo sigue sin estar garantizado de que esa es la razón por la que me da celos que Lucy hable con él. Además que eso no tiene mucho sentido. Salgo y voy directo a la camilla, acepto la ayuda de la enfermera y de Dereck para subirme a la camilla.
-Queríamos ponerte los cardiotocógrafo, por cualquier cosa que ocurra, pero como aun estás en la primera fase hemos decidido esperar. –me dijo el señor.
-¿El qué? –la enfermera iba a hablar pero Dereck se le adelantó.
-realiza la monitorización fetal externa que controla dos parámetros fundamentales: El latido cardíaco fetal además de su frecuencia; y el estado de las contracciones de la matriz. –recitó, aparentemente estudió mucho más que yo sobre esto. –A mí me parece que estuvo bien, una vez que te lo pongan no podrás levantarte. ¡Oh! y pues... tampoco podemos ponerte una epidural sin el permiso del médico.
-Entonces... está bien. –no es que quiera estar todo el tiempo parado pero tal vez después quiera ir al baño. –los de uniforme salieron, Lucy se sentó en el sillón de la sala en lo que leía una de la revistas que se trajo de casa, aparentemente ella sabía que esto tardaría y no estaba dispuesta a leer las viejas revistas que guardan los hospitales, yo hubiera hecho lo mismo pero no leo revistas, y no me concentraría en los libros, Dereck está en el sofá a mi derecha mirando la pantalla de su teléfono. Empiezo a tener ansiedad porque nadie habla, e intento iniciar una conversación con Dereck.
-emm... -y no llegué a más.
-¿qué sucede? –me pregunta Dereck, bueno, llamé su atención, eso es algo.
-¿estás muy molesto? –él se pellizcó el puente de la nariz, yo me encojo de hombros.
-Ale, no quiero hablar de esto ¿podemos dejarlo para después? –dijo y volvió a mirar su teléfono. Me senté en la cama para que me prestara más atención. –vuelve a acostarte.
-no sin que hablemos. –Lucy se levantó y nos dijo que iría a la cafetería del hospital, sabe cuándo tenemos que estar solos. –Dereck, ella necesitaba atención más que yo. Te juro que estoy bien.
-sí, ¿Cuánto tiempo más vas a seguir así? Sabes que no me gusta verte como una persona "peculiar", porque me gustas tal como eres, pero los virmu aun ocultan secretos de su cuerpo, no hay suficientes para estar completamente seguros de que des a Luz en el tiempo promedio. –rodee los ojos.
-Conozco mi cuerpo.
-No, no lo haces. Puede que lo hicieras antes, pero en el embarazo definitivamente no, y ahora, en este preciso mucho menos. –Sentí mucha irritación, pero de un momento a otro pasó a desconsuelo. Esta vez no lloré pero si bajé la cabeza, me recosté y me abracé a mí mismo. Dereck se fue a sentar al pie de la cama instantáneamente.
-Perdóname, e-es por esto que no quería hablar, no quise ser tan duro. –quería tomar mi mano, pero no lo hizo, me alivié un poco de que no lo hiciera, no quiero que me note como alguien que proteger. –Es tu cuer-
-pero tienes razón. –enserio no quiero llorar, así que hago un enorme esfuerzo para controlar el que mi voz no suene entre cortada. –pero yo no tengo a nadie que me diga que hacer, tu solo me das opiniones pero no afectas del todo a mi libre albedrio, Lucy es lo mismo, nadie me ha explicado todas las dudas que tengo acerca de lo que me pasa, gracias a las clases en grupo tengo ideas de lo que sucede con el bebé después de tenerlo, y una que otra sobre lo que le sucedía a mi organismo. Sin embargo era una cosa clara por cada diez o veinte, y no comprendía lo que me decía internet. No tienes de la más mínima idea de lo aterrado que podía estar con cada pequeña cosa que notaba distinta. –hago una pausa, para volver a recuperar mi voz, me cuesta trabajo, así que mejor espero a que él hable.
-no deberías pasar por esto. –rodee los ojos, nunca dejará de ser lo mismo. Yo no debía pasar por esto, Dereck no debía pasar por esto, esto nunca debió pasar. Eso quedó claro desde hace mucho. –Iré con Lucy, ¿Quieres algo en especial? –vaya, ahora la conversación es tan incómoda que es preferible dejarla morir, está bien, voy a permitirlo.
-solo unas galletas, las que sean. -asintió y me quedé solo en la habitación.
Tenía algunos mensajes... de Jason. Se enojó por haberlo dejado en visto, mandó un montón de stikers molestos y tristes, lo que me causó gracia. Las mandó hace mucho, bueno ¿Quién está conectado a las tres de la mañana...? Ahora que lo pienso... muchas personas: Adolescentes en fiesta, adolescentes jugando videojuegos, Adolescentes "picados" con alguna serie, guardias nocturnos en cárceles (o museos, bancos, etc), oficinistas y un largo etc.
Bien, y así mi mentó evolucionó a 1) cuando eres joven te desvelas por cosas sin objetivo productivo, 2) los adultos son aburridos, 3) a Jason le encantan os emojis y los stikers, 4) quiero mis galletas, 5) quiero a Dereck, 6) No debo acercarme mucho a Dereck y 7) Tendré al bebé en unas horas. Sip, debo de ordenar mejor mis pensamientos.
Sé que no estaba conectado, pero decidí contestarle y antes de enviarlo mi teléfono comenzó a sonar, y era él. Le contesté.
-¿Qué pasa? –me pregunta tan pronto contesto.
-nada, ¿Por qué?
-Nunca contestas mensajes a esta hora. –vaya, creí que estaba desconectado, debe ser un error del teléfono. -¿está todo bien? –me pensé un poco si debía contarle lo que ocurría, creo que no en este momento, es mi mejor amigo (okey, mi único amigo) sin embargo no creo que sea necesario hablarle de estas cosas, sería demasiado extraño. Elegí no contarle.
-Sí, solo me aburrí y ya que vi tus mensajes decidí contestarte.
-oh... ya veo. –su tono parecía ser de desilusión, lo cual fue un poco extraño, ¿acaso él esperaba que le contará algo más? –oye em... ¿Cómo está el bebé? –(¡!) Eso fue repentino.
-wow, nunca preguntas del bebe. –se hizo un pequeño silencio por un momento. No sé porque, pero pensé que colgaría la llamada.
-pues... eres mi amigo, me interesa saber sobre ti, ¿ya estás a término, cier...? -se oyó un altavoz, la recepcionista llamaba a uno de los médicos para ir a urgencias. Realmente esperaba que él no alcanzara a escuchar aquelló, pero por la forma en que se quedó callado justo cuando eso sonó era muy poco probable que no lo hiciera. -¿Estás en un hospital? –la suerte no estaba de mi lado hoy.
-em... si, bueno verás... -ahora cualquier excusa que le dé será poco creíble, así que tomé aire mientras meditaba las palabras que debía decirle para no angustiarlo. –es que empecé con contracciones hace una hora y-
-¡¿ESTÁS DE PARTO?! –genial, soy muy bueno manteniendo tranquilo a la gente.
-Aun no estoy tan mal, pero es muy probable que nazca hoy ¡aigh! rayos... esta fue un poco más fuerte está vez. –mencioné lo último entre dientes, creí que Jason se reiría pero en su lugar, el otro lado de la línea estaba muy silencioso otra vez. –te siento un poco tenso, no tenemos que hablar de esto si te incomoda. -quería hablarlo, pero si él no quiere lo comprendo, no es fácil asimilar que tu mejor amigo de la secundaria tenga un bebe... y que sea él quien lo vaya parir. ¿Jason?
-Ale, lo siento, tengo que irme.
-Ep, bueno está bien, ¿te llamó más tarde?
-No estaré, así que mejor no me llames. –y colgó.
Ok... eso fue raro... y grosero. Pero supongo que sí es un tema muy incómodo, si no es fácil para otras personas tampoco lo es.
-Aquí estamos. –anunció Dereck entrando. Estaba algo más relajado que antes, me estiro las manos ofreciéndome las galletas, tuve que contenerme mucho para no abrir el paquete con los dientes y devorarlas todas de una vez, haciendo memoria no he comido desde hace unas horas, creo que lo último fueron las palomitas de la película y eso fue hace horas, las comí un poco apresurado, pero masticaba lo suficiente para tragar sin ahogarme. –Veo que estabas muy hambriento. –me sonríe enseñando esos dientes perfectos que me llegan a contagiar algo de su euforia, sin embargo yo solo consigo levantar un poco las comisuras de los labios.
Luego se sienta, platicamos un poco y aunque lo de Jason aun me parece extraño y sospechoso. Aunque con Dereck de buen humor eso no tarda en despejarse de mi mente.
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DERECK
-Dame una. –digo y estiro un brazo para tomar una galleta pero Ale las pone lejos de mi alcance y ese gesto infantil me provoca gracia. –Vamos, solo una.
-¡Es lo único que tengo para comer!
-Te traeré más. –me lanza una mirada asesina al tiempo que me las pasa, tomo una y le doy una mordida, después le devuelvo el paquete a Ale, que sigue con esa expresión de irritación.
-Eso debería ser ilegal. Quitarles la comida a las personas, sobre todo sí están de parto. Se debería penalizar con la muerte. –Me rio y me acerco a acariciar su panza, creo que es la única parte en la que me dará luz verde para eso.
-Con pena de muerte. –ahora él también sonríe. – ¿ya le llamaste a alguien? –bajó la mirada y negó con la cabeza.
-No hay nadie que quiera conmigo en especial. –hice una media sonrisa, obviamente no de alegría. Yo no he llamado a nadie más porque Lucy ya ésta aquí, y mi abuelo por más que intentara no podría llegar a tiempo. Pero Ale si tiene a más personas.
-¿Qué hay de Masner? ¿Natalia? ¿Tus padres? –Abrió sus ojos por un segundo en cuanto terminé de hablar, y creo que toqué uno de sus puntos más sensibles, encoje un poco más la piernas y se toma el codo izquierdo con la mano contraria.
-Tal vez a Nat... -me extrañó un poco eso, entiendo lo de sus padres, pero...
-¿Por qué no llamas a ese chico? –por mi mientras más lejos este mejor, sin embargo es una persona demasiado importante para Ale, eso lo sé muy bien... lo odio por eso, aunque no puedo eliminar lo que los hace tan cercanos.
-es que... ya hablé con él... -aquello me dejo helado, no creo que hayan hablado mucho, puesto que no tardé demasiado en la cafetería.
-¿Qué fue lo que te dijo? –Está vez mi voz sonó más seria de lo que deseaba.
-Este... pues no mucho realmente, ceo que el tema se le hizo muy incómodo, dijo que no le llamara y me cortó. –Esto es... -pero no importa, estoy bien así, mejor que sean pocas personas.
No, claro que no, esto no se va a quedar así. Dibujé una leve curvatura en mis labios para calmar a Ale mientras me ponía de pie.
-entonces habla con Nat, yo sé que ella no se perderá esto. –Afirma y toma su teléfono.
-Yo iré a ver algunos asuntos en la recepción. –Ale no discutió, pero Lucy me miró con "esa mirada", la mirada que te dirigen los padres cuando saben exactamente lo que planeas. Pero que no va a intervenir, porque sabe que es lo mejor.
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Fui todavía un poco más lejos del pasillo, para asegurarme de que Ale no escuchara nada, no se va a para ahora, pero es mejor estar seguro. Saqué mi teléfono y le llamé a aquella persona. Después de unos segundos de música en espera me contestó.
-¿hola?
-Soy Dereck. –sabía cuál sería su primer movimiento después de analizar mi respuesta, así que me adelanté. –Ale está en parto. –No escuché nada del otro lado, pero estoy seguro de que no colgará.
-ya lo sé. –exhaló con voz suave y pesada.
-¿es todo lo que dirás? –dije con sarna.
-¿y qué quieres que haga? No puedo darle la cara ¡no después de lo que le hice! –se por el tono de su voz que está por romperse, se rendirá en cualquier momento.
-Quiero a Ale, más de lo que te pudieras imaginar. Pero aunque me duela admitirlo, sé que no me necesita a mí, te necesita a ti. Ese bebé es tu sangre, si no quieres perderlos a ambos ven ahora. –Ahora no hay más que silencio, espero de verdad no equivocarme, y que llegue. –Tú lo amas, estoy seguro. Confío en que no lo dejarás solo, no lo abandonaras. Ahora, si lo haces, ten por seguro que voy a protegerlo, y si eso incluye tener que apartarte de su vida y la de su hijo entonces tendré que. –esperé un poco más a que me dijera algo, sin embargo no lo hizo, y corté la llamada.
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Pasaron dos horas en las que Ed no venía, de vez en cuando llegaba un enfermero a checar la dilatación y las contracciones de Ale, no habían cambiado mucho, lo primero seguía igual y los calambres en su espalda baja solo eran unos veinte segundos más seguidos que hace una hora, Ale está tranquilo, o eso quiere aparentar; sé que la intensidad de estos ha aumentado, por más que lo quiera disimular, engañará a otras personas pero a mí no. Puedo ver como frunce los labios cada vez que siente una nueva, aún no está conectado al cardiógrafo pero ya aprendí cuando las tiene: aprieta los puños (ahora lo hace hasta que se le pongan blancos, lo que significa que si va aumentando el dolor) empieza a respirar de un modo ligeramente más irregular (y se esfuerza en ser discreto respecto a eso), aprieta un poco los labios y cierra los ojos sin poner muchas fuerza en ello. Estos síntomas varían, no hace todo al mismo tiempo pero los he memorizado y lo hace cada veinte o diecisiete minutos.
-¿otra? –le preguntó al ver que saca un pequeño jadeo de sus labios (los cuales trata de calla muy seguido). Me acerqué un poco froté su espalda, presionando puntos específicos con mis pulgares para aliviarlo un poco, al poco tiempo Ale relajó sus manos y se giró hacia mí.
-gracias, eso ayudó bastante... -se pasa una mano por el pelo da un pequeño respingo. Quiero abrazarlo para que se sienta mejor, pero no lo haré, por miedo a que reaccione mal y de ese modo alterarlo. Uso otros métodos para distraerlo del dolor, no por completo, pero al menos es algo.
-¿A qué hora dijo Natalia que vendría?
-Mmn... realmente no lo dijo. Solo que en cuanto le llamé me dijo que vendría lo más rápido posible, pero en pasan autobuses a esta hora, y tampoco metro, así que tal vez tarda en encontrar un taxi... o quizá se trata de trans-
Y antes de que pudiera terminar la oración un remolino de globos, con una cabeza de particular cabello; con mechones negros y verdes, ondulado entró a la habitación, vestida con una camiseta que decía "I'm The Crazy Aunt", solté una pequeña carcajada y Ale únicamente la miraba con asombro, y quizás algo de preocupación por que venía algo... estaba hecha un desastre. Lucy y yo nos acercamos a ayudarla con sus cosas y en seguida fue librada de ellas se aercó a Ale para saludarlo, y después de eso, mientras miraba la habitación soltó:
-wow, éste lugar es mejor que mi apartamento. –dijo y Ale no sabía si avergonzarse o reírse, hizo un poco de ambos. Natalia lo despeinó un poco y acercó la mano a la panza de Ale. – ¿cuánto falta? –dijo con una sonrisa, Ale bajó su vista e hizo lo mismo que su prima, solo que a un costado.
-Dicen que en unas pocas horas, quizás. Esperamos a que el doctor termine con la otra paciente...
-¿Cómo? –interrogó, nos volteó a ver a todos.
-Es que... -comenzó a decir, pero lo interrumpí.
-Ale prefirió que pasaran primero a otra paciente. –Natalia se volteó hacia su primo, mirando con reprensión y se cruzó de brazos.
-A ella se le había roto la fuente, yo estaba bien. –usa el mismo argumento otra vez. Ella se sentó a su lado y le tomó de la mano.
-Sé que tenías buenas intenciones, pero lo primero es tu bebe. –Ale le soltó la mano y desvió los ojos hacia otro lado.
Después de eso decidieron pasar a otro tema, en sus conversaciones yo participaba poco, ya que tenía otra cosa en mente. Ojalá llegue, y le pida perdón a Ale, no voy a esperar que le diga la verdad, debido a que el acuerdo fue ese, yo no le puedo decir nada a Ale. Solo esa persona.
Luego de media hora Ale se agitaba más, ahora se mordía el labio inferior para no gritar, Lucy y Natalia no lo notan. La puerta se abre, y finalmente, es una bata blanca y no un uniforme azul (o un remolino de globos) el que entra por esa puerta. Creo que todos sentimos un inmenso Alivio cuando Edward llegó, pidió disculpas, aparentemente las cosas con esa señora se pusieron mal y tuvieron que realizarle cesaría. Revisó a Ale, haciendo algunas revisiones que los enfermeros ya le habían realizado, pero es mejor, no digo que ellos hagan un mal trabajo, aunque es mejor un punto de vista profesional.
-¿hace cuánto te revisaron la dilatación? –Ale se ruborizó un poco, y susurró algo que no se alcanzó a oír más que para los oídos del médico. Luego Dereck se giró hacia Lucy, Natalia y yo.
-Chicos, ¿Podrían esperar en la otra parte de la habitación? –los tres nos volteamos a ver confundidos y luego a Ed. Quien nos pidió que entráramos a la sala, y cerró las puertas deslizables. –Ale no se siente cómodo con ustedes ahí mientras le hacen las revisiones.
-Pero si hemos estado aquí todo el tiempo. –expresó Lucy. –no dijo nada.
-Creo que todos conocemos un poco a Ale, le cuesta expresarse con algunas cosas, sobre todo en cosas así.
-Entendemos. –dice Natalia. Ed asiente y se va del otro lado de las puertas.
Lucy se puso a charlar con Natalia, yo participaba muy poco, tengo la mente en otro lado. Me preguntan algunas cosas y yo les contesto con respuestas vagas, creí que no seguirían insistiendo, pero estás dos mujeres no se rinden tan fácil.
-¿ya pensaron como le pondrán? –Me preguntó Natalia, tan cerca de mi oído que casi me quedo sordo.
-No... se lo pondremos cuando lo veamos. –retrocedí unos espacios por el bien de mis oídos, no era que tuviera una voz irritante, pero parece que no sabe cómo susurrar.
-¿eso acordaron entonces?
-Si... bueno, algo así...
-No lo hablaron. –dijo mi mamá cruzándose de brazos, me encojo de hombros. Se coloca una mano en la frente mientras suspira con pesadez. –Algunas cosas puedo entender que se les pasen, ¿pero el nombre? Eso es importante, por favor dime que al menos tienes algunas ideas. –guadé silencio.
-No puede ser. –exasperó Natalia. Sacó su teléfono comenzando a picotear y deslizar la pantalla. –esto se tiene que arreglar ¡pero ya!
-¿Qué haces?
-Buscando nombres de bebes. –dijo mirándome con mordacidad. –Haber... ¿qué te parece éste Lucy? –dice pasándole el celular.
-¡uy no! Parece para una mascota. –deslizó la pantalla hacia arriba. -¿y este?
-no puedo creerlo. –me eché hacia atrás y pasé mis manos por mi cara, siendo completamente ignorado por esas dos, bueno, de todos modos era lo que quería.
-es lindo aunque... si nos ponemos a pensar es un nombre que ya se puede considerar "antiguo". –dice interpretando las comillas con lo dedos.
-¿Cómo?
-Pues... es como nombre de telenovela, como el de Dereck. -¡¿Qué?! ¡Mi nombre no es tan malo! (¿o sí?) –, hoy en día la gente busca nombres cada vez más exóticos para sus hijos, así que debemos buscar algo fresco, pero sencillo, no queremos que tenga un nombre espectacular pero que deje se desbalance con los apellidos. -¿de qué demonios habla? ¿De ropa? –algo como-
-¡Alto! –Dije poniéndome de pie, no estaba enojado, solo les hable con un tono suave. –Agradezco que se tomen estás molestias, pero creo que el nombre es algo que Ale y yo deberíamos de resolver ese asunto solos, aun así gracias por las sugerencias. –Natalia comenzó a abrir la boca para repelar pero fue callada por las puertas abriéndose, Ed nos indicó que pasáramos.
Ya todos adentro ella fue con su primo quien tenía una expresión de vergüenza, con un sonrojo producido por el calor que elevó su cuerpo y/o el bochorno de la revisión.
-Bien Ale, tienes cinco centímetros y no has roto aguas, así que podemos ponerte una epidural si así lo quieres. –Creí que aceptaría inmediatamente pero en su lugar parecía pensarlo con mucho cuidado.
-¿Qué efectos tiene una vez que me la pongan? Me refiero a los negativos.
-Bien am... quedarías temporalmente paralizado de la cintura para abajo, te costaría saber cuándo tienes ganas de ir al sanitario y el parto podría retrasarse. –está vez solo tardo diez segundo en decir:
-Entonces no la quiero. –Claramente Edward no estaba de acuerdo, igual que Natalia no lo estaba, Lucy tampoco y yo tampoco, pero decidimos respetar su pedido, y nadie dijo nada. Ed dijo algunas cosas más y nos quedamos solos un rato.
Hasta que otras dos personas entraron.
A diferencia de Natalia estás no traían globos, traían animales de felpa, uno cada uno. Me sentí amenazado, cuando la mirada del chico de cabello largo pasó de la de Ale hacia la mía y devuelta al primero. Mostraba una estúpida y cínica sonrisa, creí que no vendría. Me reserve todos mis comentarios solo porque Ale se alegró al ver a ese par.
-Pensé que no vendrías. –dice un poco tímido, en otras circunstancias eso se me haría tierno, aun que como sé que ese efecto lo provoca el idiota de Masner no digo nada.
-¿De qué hablas? Eres mi mejor amigo, claro iba a venir. –voltea a verme por unos segundos con recelo, y yo le devuelvo el gesto, pero cuando habla con Ale sigue sonriendo.
Una vez él y esta chica... am... ¿Coral? No, era... ¿Carmín? Tampoco.... ¡Cristal! Si, Cristal (nunca le hablé mucho así que no recordaba su nombre), una vez dejaron los peluches en el sofá junto la mesa que mantiene los globos de Natalia a nuestro alcance siguieron a su lado.
-Perdona si actué raro, me tomaste desprevenido.
-No te angusties. –le sonríe con sinceridad, luego parece que se distrajo con otro pensamiento pues la borró inmediatamente. -¿Tus padres te dejaron venir al hospital a las tres de la mañana? –Ese tipo sonríe con maña.
-Claro que no. –dice. –piensan que estoy en casa de Cristal, o mejor dicho, que SIGO en casa de Cristal.
-¿Tus papás te dejan a ir a la casa de tu novia, solos y quedarte a dormir?
-Solo tuve que decir "iré a la casa de Cris", no es mi asunto si ellos mal interpretan el uso del diminutivo. -Giña–un ojo a Ale y eso es lo que acaba con mi tolerancia (no es que soporte mucho), así que lo tomo de un brazo y lo llevo al pasillo, probablemente deje a Ale y alos otros consternados, pero no me interesa.
-¿Qué te sucede? –dice zafándose de mi agarre.
-No le coquetees.
-¡no coqueteo! Así es mi relación con Ale, somos amigos.
Quería decirle tantas cosas, y en la mayoría de estás estoy exagerando. Tengo celos excesivos, y la mayoría del tiempo la tomo contra éste tipo, siento que en cualquier momento va conseguir que Ale se enamore de él, ya sea que lo intente o no. Quisiera no ser tan inseguro, pero nuestra relación no es para nada estable.
Y sé que Ale no me ama, por lo que mi desconfianza y agresiones a cualquier persona que se le acerca son mayores. ¡Por dios! Siento celos hasta de las mujeres, incluso de Natalia, pero con eso soy aún más resistente porque recuerdo que son primos. No puedo tenerlo acorralado, y no es esa mi intención, desde el principio supe que era totalmente imposible que él se pudiera enamorar de mí porque forcé las cosas, y aunque supiera realmente lo que pasó sé que me odiaría de todos modos por acceder.
Entonces es ahí cuando lo entiendo, nada importa. Del modo en que lo vea esto no funcionará, y por muy celoso que esté de Masner... jamás podre contra lo que ellos tienen.
-Volvamos. –digo y él me mira como si yo estuviera loco, y puede que lo esté.
Cuando caminamos hacia la puerta, alguien se nos adelanta. Entró rápido, no alcanzamos a ver quién, nos acercamos rápido, Masner entra, yo me quedo en el pórtico observando la figura femenina. Natalia es la primera que alcanza a ver su rostro, y se lleva una mano a la boca de la impresión, Lucy no muestra nada más que algo de melancolía, porque ella sabía que vendría, sé que ahora está tan angustiada como yo, de la reacción que tenga mi esposo. Cristal solo analizaba a la señora, como buscando entre sus recuerdos donde la había visto antes, Jason la reconoce en un instante, y se muestra serio. Alexis por otro lado, mostró alegría ante algo que le dicho por Cristal unos segundos antes, al voltearse, instantáneamente esa sonrisa se borra, y es cambiada por mucha impresión y miedo. Sus ahora pálidos, aunque aun así tenuemente rosas labios se abren para hablar en lo que sus ojos se ponen aun más cristalinos. Susurrando un:
-mamá...
En ese momento, ella se inclina y abraza a su hijo.