ALE
Ese sonido que me hacía querer arrancarme los oídos, que lograba que mi corazón se estrujara y me volvía loco. El llanto de Dennis hizo que frenara en seco.
Voltee a su puerta con nerviosismo, sus berreos parecían ser más fuertes a medida que los segundos pasaban. Dereck no ha dormido bien hace días, por lo que hacer que se despierte será difícil, aunque no imposible; el cuarto de Lucy está demasiado lejos y no tiene un monitor, tardara en que el llanto llegué hasta sus oídos. Aún tengo tiempo.
Giré sobre mis talones y bajé el primer escalón pero el bebé subió más su volumen, me cubrí los oídos y me puse en cuclillas queriéndome hacer bolita. Como si de esa forma pudiera evitar escucharlo, taparme las orejas solo disminuye la frecuencia, pero lo sigo oyendo.
"Cállate por favor. Cállate, cállate, cállate."
El pecho me latía a mil, ya no me preocupa que alguien venga y me encuentre, solo no quiero que llore, porque no quiero que sufra, ni que tenga dolor, quiero que sea feliz.
"Pero ahora mismo lo estás haciendo sufrir"
Abrí mis ojos de impresión. Me acababa de dar cuenta, esa voz en mi cabeza decía la verdad, la decisión que estoy tomando afectará el resto de su vida, se supone que es por su bien, para evitar que yo arruine su vida. No tenía que ver con Dereck, porque sé que lo quiero, que me siento seguro a su lado y confío en él. El problema es que yo no soy seguro conmigo y pienso que no seré una buena. Me levanté miré esa puerta.
Y fui corriendo hacia ella.
Lancé mi mochila, creo que su caída se suavizó gracias a unos peluches, Dennis estaba moviendo los brazos desesperadamente y solo berreaba con su carita húmeda de tanto llanto, enseguida lo alcé y lo pegué a mi pecho, entonces yo también empiezo a llorar.
-Lo siento, lo siento, lo siento... -me disculpé varias veces más mientras arrullaba ligeramente al bebé para que se tranquilizara. –No me iré, te amo, te amo mi chiquito. Eres mi bebé... Lo siento, no pude hacerlo...
Después de unas cuantas mecidas más dejó de llorar, su respiración se tranquilizó y le limpié su carita con la manga de mi sueter. Y sus pequeños ojitos me miraban directamente, lo que me transmitió completa tranquilidad.
-No puedo dejarte... -digo. –Te amo... desde el momento en que supe que estabas aquí... pero no quería admitirlo. Perdóname mi amor. –Aunque yo sigo llorando. El amor que le tenía siempre estuvo ahí, solo no quería reconocerlo, parecía mucho más sencillo negarlo y huir. –Voy a quedarme contigo y con tu papá, porque a él también lo quiero, pero no se lo digas o de lo contrario se va a creer mucho. –Obviamente no va a decir nada, pero aun así me da risa.
Quise dejar a Dennis en su cuna otra vez pero al bajarlo tantito ponía cara de volver a llorar, así que lo volví a levantar y se calmaba, y al bajarlo otra vez empezaba. Era algo divertido, pero me empezaba a atacar el sueño. Tal vez lloraba porque necesitaba un cambio de pañal o tenía hambre. Revisé ambos, su pañal estaba perfectamente, y no tenía mucho apetito, lo que no quería era que lo dejara solo. Suspiré.
-Bien, entonces creo que dormirás conmigo.
Lo tomé entre mis brazos, recogí mi mochila y caminé de vuelta a mi cuarto. Al entrar cerré despacio la puerta, dejé a Dennis en el centro de mi cama, poniendo almohadas a su alrededor para que no se cayera (aunque por su pequeño tamaño y lo grande que es la cama es imposible que pase, pero por si las dudas decido ponerlas), casi llora otra vez pero al final ya no lo hizo, es como si comprendiera que me quedaré, quizá lo presiente o que se yo. Dejé la poca ropa que había empacado de vuelta su lugar, el dinero, lo guardé entre las páginas de un libro, ya le encontraré algún uso después. Como traía pantalón deportivo solo me quité el suéter y me cambié la camiseta por otra más ligera.
Me recosté a lado de Dennis, quien ya había cerrado sus ojitos, observé como su pecho subía y bajaba lentamente, le di un besito en la frente.
-Voy a intentar... No... voy a ser tú mamá. –corregí. –haré mi mejor esfuerzo, no seré perfecto, pero estaré para ti en los momentos más importantes. –susurré.
Y ahí me quedé vigilándolo hasta que yo también caí dormido, claro, a una distancia apropiada para no aplastarlo.
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DERECK
Me costó un esfuerzo tremendo levantarme, nunca antes me habían afectado tanto la desveladas, de hecho quería seguir acostado, sin embargo quería ver a Dennis, solo por él me levanté. Tenía demasiadas ganas de cargarlo y vestirlo. Esperé mucho para querer hacer esas cosas.
No sé si Ale quiera hacerlas, aún está muy incómodo con la presencia del bebé, no trata de disimularlo en lo absoluto. Me duele mucho que se comporte así aunque lo entiendo, no quería ser mamá, no se acepta tal como es y las hormonas solo empeoran su situación.
Traté ignorar esas ideas y me dirigí a darme una ducha (anoche lo hice pero necesitaba despertar), me vestí rápido entre otras cosas, salí al pasillo y me dirigí al cuarto de Dennis. Me quedé helado al ver que la puerta estaba abierta, aún más al asomarme y ver que no estaba.
Enseguida fui al cuarto de Ale para avisarle, y recibí una agradable sorpresa (y un enorme alivio) al ver a nuestro bebé en la cama de mi esposo, y sentí mucha felicidad al notar como Ale estaba en el borde de la cama dormido, mientras que Dennis movía sus ojos de un lado a otro atento a todo lo que sucedía.
Me acerqué a ambos, acariciando la cabecita del bebé cariñosamente.
-buenos días, cosita hermosa. –me miró unos pocos segundos, luego se distrajo con algo más.
Me dirigí al extremo donde estaba Ale, no quería despertarlo, aunque claro, no funcionó de ese modo.
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ALE
Tuve una sensación agradable de alguien frotándome el hombro, junto con unos pequeños ruiditos, parecen gorjeos. Me despierto y veo a Dennis acostado moviendo sus bracitos y piernitas por reflejo. Al voltear Dereck me acaricia desde el hombro hasta el codo, le sonrío, y nos deseamos mutuamente buenos días.
-¿Es hora del acoso matutino? –dije en broma. Dereck suelta una sonora carcajada.
-Fui al cuarto de ese pequeño y no estaba, así que vine a ver si estaba contigo. –miro a mi izquierda y el bebé movía tanto los brazos y piernas que la manta que le puse ya casi no le cubría nada.
-oh, ya despertaste cosito. –digo para tomar a Dennis entre mis brazos, aun no parecía tener hambre. Miré a Dereck, tenía una mirada extrañada, y a la vez contenta. –En la noche comenzó a llorar, y no quise dejarlo solo. –una aterradora probabilidad me vino a la mente. Trate de sonar tranquilo, sin tener nada que ocultar. -¿escuchaste algo a noche? ¿Lo oíste llorar? –basteza.
-La verdad es que no, mi sueño ahora es muy pesado, tal vez cuando mi reloj biológico se ajuste otra vez vuelva a ser como antes. –pude relajarme, no lo sabe, todo está bien. –Entonces lo trajiste contigo. –sonríe al igual que yo.
-no me gusta que llore. –toco la nariz del bebé.
Dejo a Dennis en el centro de la cama otra vez, me levanto y me acerco a Dereck, cuando estoy enfrente de él paso mis brazos por detrás de su cuello.
Y planto un beso en sus labios.
Lo cual no se esperaba, aunque no se queda con las ganas de corresponderme. El beso tranquilo, sin lengua, tampoco largo ni con una corta duración. Me encanta la sensación, y obviamente no es como los primeros, tampoco es el beso de la noche en que tuvimos "sexo conscientes", no es una invitación para hacer el amor.
Nos separamos y sigue algo shockeado, aunque parece feliz, igual que yo.
-¿y eso porque fue? –niego tímidamente con la cabeza.
-Por nada. –comento. –absolutamente nada.
Adoro a Dereck. Amo a Dennis. Quiero estar con ellos, no me arrepentiré de esto nunca. Me negué por mucho tiempo a esta situación, no deseo que eso continúe. No cambiaré de opinión.
Dennis hizo un pequeño ruidito, que nos hizo reír, parecía que se quejaba por la falta de atención.
-Tú también ven aquí. –dijo y fue por él.
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DERECK
Me quedé todo el día con Ale cuidando a Dennis. Ya no se veía tan distante, quizá solo tenía que asimilar la llegada de Dennis, estoy contento de que ya no le tema a cargarlo, aun se nota preocupado por la cuestión de que él es... pues, un tercer género, trata de no pensar en eso. Con el paso del tiempo lo resolveremos.
Le damos un "baño", bueno, realmente solo le pasamos un trapito húmedo por el cuerpo, aun no podemos meterlo a agua. Pero no hay prisa. No sé si es porque estamos en los primeros días, bajo el "encanto" de nuestro bebé, pero Dennis no es muy difícil de tratar.
-Ya está. –anuncia Ale después de limpiarlo y ponerle un nuevo pañal. –limpiecito. ¿Dereck, podrías pasarme una de sus ropitas? –asentí y fui a uno de los cajoncitos del que saqué una prenda de cuerpo entero blanco, en el pecho tenía un dibujo de un perrito y de la cintura hasta los pies rayas horizontales azules.
Me quedé viéndola unos segundos hasta que sonó mi teléfono. Rayos, casi se me olvida ese asunto. Le di la prenda a Ale y salí del cuarto hasta el piso de abajo. Con pesar contesté la llamada.
-¿Conseguiste lo que te pedí? –Fui directo al punto.
-No te mentiré, va a ser algo de difícil, quizás tarde unos cuantos días, además cancelarlo va a ser un poco difícil si tu abuelo estuvo de acuerdo.
-Eso no es problema, lo convenceré. –dije serio. –Tú solo has tu trabajo. Ahora me voy, estoy en un asunto importante.
-Sí, nada es más importante que la paternidad. –casi me rio con ese asunto. –Que tenga un buen día señor Stabolly.
-Igualmente. –y colgué.
Me eché en el sillón y pase las manos por mi cara. Debí saberlo, no será tan fácil romper éste acuerdo, sobre todo por mi edad, no importa, saldré de esta. Si logré sacar a GA de su crisis cuando tenía trece entonces esto no es nada.
-¿Pasa algo? –preguntó Ale desde la entrada de la sala, con el bebé en brazos. Sonreí falsamente.
-Nada importante, ¿ya se durmió el chiquito? –el asintió.
-No sin comer y vomitar primero. –se quejó. –Iré a llevarlo a su cuarto. ¿Vienes? –dice un poco tímido.
-Tengo que arreglar algunos papeles. Iré después.
-Está bien. –Y subió.
Siempre digo que no me gusta tener que guardarle secretos aunque es necesario. Si todo sale bien estaremos beneficiados.
Fui al estudio, donde tenemos la computadora, tengo laptop pero me acomodo mejor en esta. Me metí a la página que me habían dado y empecé la encuesta, no toda la información tiene que ser exacta. Lo hice lo más rápido que pude, cuando terminé guardé los datos en una memoria, los iré a imprimir mañana, ya que si lo hago desde mi impresora Ale podría escuchar. También borré mi historial web, no es seguro (y no, no es porque tenga porno ahí.)
Escuchó que alguien entra y la apago de inmediato, por suerte es Lucy.
-Llamó tu abuelo. –dice y se acerca. –Tuvo algunos problemas, se quedará allí más tiempo. –hice una media sonrisa de tristeza.
-Que mal, yo esperaba que conociera a Dennis. –no hace ningún comentario al respecto, en su lugar se sienta en un sofá que tengo cerca del escritorio.
-Me encanta ese nombre. Variante francesa del nombre griego Dionisio*.
-Lo sé, creí que tal vez Ale lo sabía, y que por eso lo había elegido.
-Aunque hubiera sido un poco cruel de su parte el habérselo puesto sabiendo lo que significa. –comenta entre risas. -¿Cómo se ha portado con él hoy?
-Está... más relajado, le habla con cariño, lo carga, le da besos en las mejillas... si no fuera porque Dennis es mi hijo estaría muy celoso. –bromeo.
-Te dije que no podría resistirse, Ale es un chico muy sensible, y también cariñoso aunque no le guste admitirlo. Son justo el tipo de personas que no se pueden resistir a esos pequeños seres. –menciona sonriente, como si recordara algo.
-La verdad es que si lo es, por eso me gusta más de lo que ya me gustaba antes. –hacemos una pequeña pausa a la conversación, hasta que ella retoma la conversación, aunque con otro tema.
-Escuché algunas de tus conversaciones telefónicas. –eso no me molestó, ya que de todos modos yo le planeaba contar. –Yo te apoyaré en lo que quieras. ¿Pero estás seguro de hacer esto? Corres un riesgo muy grande.
-Nos beneficia a Ale, a mí y a GA. Después del chiste de Orson la empresa no necesita más declives, no podemos perder más socios. –me pongo de pie buscando mi portafolios, tratando de quitarle importancia al asunto.
-A ti nunca te han importado los socios. –y vuelvo a poner mi atención en ella. –Se que lo haces por-
-No pienso seguir hablando de ese tema. –Al fin lo encontré, meto la USB entre otras cosas. Está muy desordenado, deberé ponerlo en orden más tarde. –Voy a ver que hace Ale, tú mejor ve a descansar, te quiero. –Y salí de la oficina.
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ALE
Fue un día muy bueno. Realmente lo disfruté, me sentí con miedo varias veces, pero realmente logré cuidarlo. Con ayuda de
Dereck, por supuesto, creo que no sabré que hacer cuando él deba volver a trabajar. Me gustó estar aquí con Dennis sin embargo no quiero ser madre a tiempo completo, no creo que vaya conmigo, cuando el bebé esté más grande buscaré un trabajo, en donde sea, sin ayuda de Dereck. Ya lo veré después, apenas fue el primer día.
Espero no tomar ésta decisión en vano.
Dereck me hace muy feliz, Dennis es nuestro bebé, a quien... me tomó menos tiempo quererlo de lo que creí ¿habrá alguna explicación científica para esto?* Puede que le pregunte a Dereck más tarde.
Son las once de la noche, y solo vemos al pequeñín dormir tranquilamente en su cuna, me encanta verlo así. Decidimos que ya es suficiente y ambos nos retiramos.
-Será mejor que vayamos a descansar, fue un día pesado.
-Estoy de acuerdo. –y ahora es incomodo.
Gracias a ese beso que le di no tenemos ni la más remota idea de cómo despedirnos. No me molestaría besarlo otra vez, aunque tal vez parezca desesperado. Prefiero no arriesgarme. Un abrazo también puede malinterpretarse dependiendo de cómo se haga, quizá sea o muy amistoso o muy amistoso o una invitación a algo más, que daría la misma impresión que el beso. Un apretón de manos es simplemente ridículo.
-Buenas noches. –me decido al fin por solo decir eso.
-Buenas noches. –y él opta por seguirme.
Me voy a mi cuarto, enciendo el monitor para escuchar a Dennis y salto a la cama de espaldas. Pongo mis manos en mi cara y ahogo un grito. Y me doy cuenta de actúo como una chica cursi.
"¡¿Qué me hiciste?! ¡Estúpido Dereck! Me vuelves loco..."