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Solo Soy Un Adolescente. por Reiko Luna Mundo

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Notas del capitulo:

y bueno, aquí está.

2 Años después

 

 

A veces no salen como lo planeas, las cosas no son como piensas que van a ser, las personas a tu alrededor no son como crees, o no lo sabrás hasta que les hables y las conozcas.

 

El chico al que más detestaba terminó siendo mi actual pareja y padre de mi hijo. Y la vida que creía que iba a tener con él no terminó siendo como esperaba.

 

No todo fue felicidad, después de todo Dereck tiene muchas personas a las que dirigir, pasa mucho tiempo en ese lugar, y yo cuido a Dennis, excepto de siete a una, que es cuando voy a la escuela y Lucy o mi mamá lo cuida (más Lucy ya que mi madre trabaja). Pero, aunque ya no pasemos tanto tiempo juntos como antes, lo sigo queriendo, demasiado, y el tiempo que aún podemos pasar a solas lo aprovechamos lo más que podemos.

 

Hasta ahora las visitas a su oficina o las escasas coincidencias entre la siesta de Dennis y las salidas de Lucy con Ed han funcionado. Solo que ahora hay un par de problemas que se avecinan.

 

 

-Ale... para un poco, nos estás asustando. –dice Vanesa con un tono preocupado. Yo sigo cortando las manzanas con demasiada fuerza, terminare atravesando la tabla.

 

-No puedo, tengo que acabar esto rápido, todos llegaran en treinta minutos, y ya no cuento con la ayuda de Dereck. –otra vez. –y tengo que tener esta maldita ensalada lista. –dije furioso.

 

 

Hoy es el segundo cumpleaños de Dennis, y su padre prometió estar aquí para ayudarme con los preparativos, y hace dos horas me llamó disculpándose por no poder llegar a la hora acordada, no es la primera vez que pasa algo así.

 

 

-Estamos para ayudarte, puedes ir más despacio. –dice Cristal tomándome del brazo haciéndome parar, dejo el cuchillo y las manzanas a un lado mientras suspiro.

 

-Sé que debo entender a Dereck, pero estoy harto de estar solo, hace tres días no llegó a dormir. –Me apoyo en el refrigerador y miro al techo.

 

 

Siempre tuve presente que Dereck es un hombre de negocios, pero así estábamos bien. Hasta que el año pasado, al cumplir la mayoría de edad, heredó la GA de forma legal, lo que conllevó a que él se hiciera cargo de absolutamente todo. Ya no era solo ir a la oficina y hacer papeleo, ahora salía de viajes de hasta dos meses, no tiene tantos días de vacaciones como yo, en invierno solo tuvo de navidad a año nuevo, y se la pasó en la computadora la mayoría de ese tiempo. Y... bueno, yo igual tengo cosas que hacer, no tantas como él, por supuesto.

 

Ahora estamos en la parte en que nuestras actividades y proyecto nos están alejando, no estoy enojado con Dereck, sino con su trabajo y mis estudios que nos distancian. Y lo peor es que tampoco podemos dejarlos.

 

 

-Solo es una etapa, cuando Dereck se instale mejor en la oficina y tú terminas tus estudios... -dice y pone una mano en mi hombro.

 

 

Y solo asiento fingiendo que tiene razón. Cosa que pasa desapercibida para Vane, pero no para mi querida prima. Quien me hizo un gesto raro con la mano, el cual yo interpreté como "hablaremos después".

 

Cuando acabamos la ensalada dulce y otros postres Nat envió a Vane a la tienda para que comprara unos vasos desechables y otras cosas que hacían falta, pero siento que su intención fue quedarse sola conmigo.

 

 

-Ahora sí, desahógate todo lo que quieras. –respiré hondo. –Estás algo irritable.

 

-esta etapa va a ser muy larga, ya va un año y Dereck vive ahí, después yo y en pocos meses yo estaré en la universidad, haciendo muchísimos más trabajos que ahora. –me muerdo el labio inferior, de tan solo pensarlo me molesta.

 

-Ya. Debe ser triste estar distanciados. –me pasé las manos por el rostro.

 

-Habíamos estado distanciados... ya sabes, antes, pero era porque tratábamos de evitar pelearnos, o lastimarnos de algún modo. –sobre todo yo. –Ahora es lo contrario, queremos estar juntos pero no sé puede, nuestros horarios y tiempo en familia eclipsan el de pareja.

 

-Ya veo, entonces estás irritable porque no has tenido sexo. –los colores se fueron rápido a mi cara.

 

-¡No es por eso! –Y Nat se empezó a reír. –No he dormido, y gracias a eso me resfrié, así que sí, estoy algo gruñón. –En eso escuché como Lucy y cierto pequeño anunciaban su llegada. –Si me disculpas, voy con mi niño. –Me dirigí a la sala tratando de juntor el mayor positivismo posible. ¡Ah! Y para que lo sepas, el tiempo que pasamos juntos, lo pasamos en la cama, y no durmiendo.

 

-Ajá, entonces también tienen problemas de comunicación.

 

-Básicamente. –y salí de la cocina.

 

 

Si... como ese poco tiempo lo pasas en "asuntos de cama" no hay mucha platica que digamos.

 

Cuando llegamos al pasillo, Lucy sostenía la pequeña mano de Dennis, quien a su vez traía una pequeña bolsa con platos desechables. Ella lo sostiene para que baje el pequeño escalón sin caerse, ya no se tambalea pero tiende a ser un poco torpe, así que lo ayudamos con los escalones y banquetas. Luego lo suelta y camina hasta mí yo me agacho para darle un abrazo.

 

-¡Mami! ¡Tía! –llega a mis brazos y lo cargo sentándolo en mi brazo derecho.

 

-Hola sobrino favorito. –Nat le da un beso en la mejilla un poquito largo, aunque Dennis no le molesta y solo rie, cuando ella se quita hay una perfecta marca de labial en su diminuta y regordeta mejilla.

 

-¿Cómo te fue mi niño? –pone una sonrisa que marca sus pequeños hoyuelos. Tiene la boca pintada de azul, así que supongo estuvo comiendo algún dulce. -¿Te gustó que tu abuela te recogiera de la guardería?

 

-Sí, ¡me llevó a comprar muchas cosas! Me dio una paleta... aunque ya se me acabó. –hizo un pequeño puchero, sabía que le habían dado dulces. Bueno, es su cumpleaños, no importa que lo haga antes de almorzar. –Toma mami. –dice pasándome la bolsa de platos desechables.

 

-Gracias, mi amor. –le di un beso en la mejilla que él me devolvió por dos. Voy rápido al comedor, aun con él en brazos, y dejo eso en la cocina. –Ahora ven tu tía y yo, vamos a ponerte tu disfraz de príncipe en lo que tu abuela prepara tu pastel favorito. –de repente dejó de sonreír. -¿Qué sucede? Pregunto mientras subimos las escaleras.

 

-Creí que papi ya estaría aquí para verme con mi coshplay. –Nat y yo nos dirigimos una mirada de angustia. No queremos que Dennis se ponga triste en su día. –Él debía ser el caballero...

 

 

Ok, 1) voy a matar a Dereck, 2) Dennis ha pasado mucho tiempo con Jason, 3) voy a golpear a Jason por enseñarle palabras raras a mi hijo, y 4) Aunque Dennis no pronuncia bien esa palabra, ¡se escucha tan adorable!

 

 

-Lo siento mi amor, él va a tardar un poco, pero llegara a tiempo para verte soplar las velas, ¿bien? –se rascó la cabeza pensando y después volvió a ser el mismo niñito sonriente y asintió. –Así me gusta.

 

-¿Pero quién lo necesita? –interrumpe Nat una vez llegamos al piso de arriba. –¡Yo puedo ser tu caballero! ¿Qué me dices, corazón?

 

-¡Si! –Dennis aplaudió aunque por la blanditas y pequeñas que son sus manos apenas y hacia ruido.

 

-¿Y yo que seré? –Dennis y Nat se dirigieron una mirada de complicidad.

 

-¡Rey! –declararon ambos, creí que dirían algo malo pero no me molesta para nada ese papel.

 

-Así será entonces.

 

 

 

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Hasta el momento Dennis no ha mostrado una preferencia exacta hacia ningún género, tampoco es algo de lo que me preocupe, solo me interesa que esté contento como siempre. Le fascinan los cuentos de reinos y dragones. Pero lo que le gusta de eso son los príncipes, no tanto las princesas, bueno, no príncipes en sí, solo el personaje masculino protagónico. Los prefiere por sobre los superhéroes.

 

Y bueno, tiene la riqueza, y si decide continuar con GA, también el poder. Aunque no a nivel político.

 

En fin, no fue sorpresa para mí cuando le preguntamos cual sería el tema de su fiesta, y tampoco lo fue para Lucy ni Nat. Sin embargo sin embargo para su padre sí.

 

Poco a poco los invitados de la fiesta empezaron a llegar, mis padres, Vanesa, Henry, Jason y Cristal (ya llevan casi 3 años junto, ¿no es genial?), algunos compañeros de la guardería de Dennis (y sus padres y hermanos, claro), hasta el hermano de Jasón, Carlos, asistió, yo le dije a Jason que podía traerlo, después de todo es una fiesta infantil, quizá la mayoría de los invitados tienen menos de tres años, pero llegaron dos o tres niños cercanos a la edad de Carlos.

 

El señor Aldrich bajó a convivir un rato, y a felicitar a su bisnieto por su cumpleaños, no es que no le guste pasar tiempo con nosotros, pero ya es mayor y está cansado todo el tiempo, le dije que no se exija mucho para estar en la fiesta.

 

 

-No te preocupes Alexis, estoy bien. – dice riendo mientras yo lo ayudo a sentarse.

 

-Bueno, pero si se empieza a sentir mal me avisa. –señalé.

 

-Sí, sí, ahora ve, creo que Dennis tiene problemas con su corona. –Miré a donde el miraba y sí, mi pequeño trataba de ponerse su corona de papel pero se le va de lado.

 

 

Fui directamente hasta haya, y lo ayudé en seguida, después de darme un rápido gracias se fue a jugar con los demás niños en el jardín, donde habíamos puesto un castillo inflable para los más pequeños, para los más grandes pusimos columpios y otros juegos más a su estatura.

 

Luego de eso Nat me llamó y me dio una capa y una corona de papel, más grande que la de Dennis pero menos decorada, claro, casi olvido que yo soy el rey, normalmente me rehusaría pero es el tema de la fiesta, y Dennis escogió este rol para mí. Nat después se pone un casco de papel mashé y una espada de cartón.

 

Me da una bolsa con otros gorros y demás, ahora me toca repartir algunos. Voy hacia donde están Jason y Cristal, él parece un poco tenso, seguro por Carlos, por suerte, mi hijo le escogió un papel que acabará con eso. Cuando me acerque de seguro recibiré burlas de su parte, pero no me importa, yo seré el que se reirá al último.

 

 

-¡ja! Lindo cosplay, Ale. –dice en tono burlón. Ruedo los ojos. -¿Quién eres?

 

-Soy el rey. –sonreí siguiéndole el juego.

 

-¡hey! Se supone que YO era el rey. –finge estar ofendido y Cristal se ríe pegándose a su pecho.

 

-Eso solo era en tu perfil. De hace dos años. –Dice Cristal y juega con el largo cabello de Jason.

 

-Gracias Cristal. –sonreí. Luego metí la mano al saco para buscar el sombrero de Jason. –Además, tú sobrino ya eligió el puesto ideal para ti. –saqué el gorro, tiene con tres puntas y un cascabel en cada una, además, es muy colorido. La cara de Jason fue epica, Cristal trataba de retener una carcajada.

 

-No creerás que yo... -le hice una señal para que se callara.

 

-Es el cumpleaños de mi hijo, sé un buen tío y se el bufón de la corte. –le di el sombrero, y él rodó los ojos aunque con una sonrisa y se la puso.

 

-No está tan mal... -dijo Cristal pero aun trataba de contener una risa.

 

-¡oh cierto! Toma. –digo a Cristal pasándole un bonito tocado color turquesa. –Dennis quiere que seas la doncella. –Ella sonrió y en seguida se lo puso.

 

-Encantada. –Volteó a Jason que fingía seguir disgustado, así que Cristal le siguió el juego. -¿Sabes? Ahora que tengo una mejor posición social no puedo dejar que me vean con un simple bufón. –dijo con un tono de falso ego.

 

-¿Así? –Jason se le acercó y la tomó de la cintura. –Podrás tener riqueza pero nadie te hará reír como yo. –Ella se ruborizó.

 

-Eso es cierto.

 

-Puaj, me voy de aquí antes que me dé diabetes. –Y así lo hice. Ellos solo rieron.

 

 

Con el paso de los minutos la casa se fue llenando, quedando solo un sombrero para Dereck, quien aún no llegaba, me estaba poniendo más desesperado, tengo suerte de tener la ayuda de Lucy, mamá y Nat para mantener todo bajo control.

 

Voy a dar una vuelta por el área de juegos, Jason me acompañó para vigilar a su hermano, a simple vista todo parece bien con él, pero para asegurarse va charlar con su hermano. Yo me acerco un poco más al área de niños pequeños, mi niño juega con un rubio, ya lo he visto otras veces, son muy buenos amigos en la guardería. Me voy luego de asegurarme que todo está bien.

 

Sigue corriendo el reloj, le mando varios mensajes a Dereck presionándolo, solo me contesta dos veces, estoy perdiendo la poca paciencia que me queda. Papá se acerca con una bandeja de pastelillos.

 

 

-¿Todo bien, hijo? –niego con la cabeza.

 

-Dereck aún no llega, solo faltan los juegos y el pastel para que la fiesta termine. –me pasé la mano con el cabello de frustración. –No puede perderse su cumpleaños. –dije ansioso, papá me da un pastelillo, lo acepto solo porque no he comido nada desde la mañana.

 

-Eso no sucederá, ya debe estar cerca. –Di una mordida, increíblemente me pude relajar... un poco.

 

-Si... más le vale...

 

 

Al poco tiempo tocaron el timbre, no me hice muchas ilusiones, la última vez que abrí solo eran otros familiares, ahora están sirviéndose otro plato de ensalada de manzana. Así que si era Dereck o no, ya no me sorprenderé.

 

Y al abrir la puerta al fin obtuve lo que quería.

 

Tenía una bolsa de regalo, la misma ropa que en la mañana, su portafolio y una bolsa de regalo muy colorida. Ah, y una sonrisa avergonzada.

 

 

-Ya era hora. –dije cruzado de brazos.

 

-Lo siento, también pasé a recoger el regalo que apartamos y...

 

-Callate y entra, nuestro hijo te ha esperado por horas. –Digo y lo tomé del brazo llevándolo hasta la cocina. –No quiero oír disculpas ni nada, faltan veinte bolsas de dulces, Lucy ya está ocupada dándole los toques finales al pastel, mis padres atendiendo a los invitados, Nat a los niños, yo iré a arreglar las actividades con música.

 

 

Estaba dispuesto a salir dejándolo con ese trabajo, me detuve dos segundos en la entrada, giré sobre mis talones, volví con él y le di un pequeño beso en los labios.

 

 

-Y estoy feliz de que regresaras. –me sonríe.

 

-Veo que te las has arreglado muy bien. –puse los ojos en blanco.

 

-Sí, pero ahora tengo la presión por las nubes, más te vale acabar eso rápido y ayudarme con lo demás. –le advertí y salí de ese lugar.

 

 

Todo fue con más calma a partir de ahí, tal vez porque ya la fiesta llegaba a su fin, sin embargo, la ayuda de Dereck fue muy notable. Cuando Dennis lo vio prácticamente saltó a sus brazos, Dereck lo alzó, le hizo cosquillas, y con eso terminé de estar enojado con él. Después de todo, mi niño estaba contento en su día, y es lo que importa.

 

Cuando Dennis vio a su padre le saltó encima y lo llenó de besos, lo cual enterneció a todos los presentes. Hubo algunas cosas incomodas, la mayoría de los padres solo me habían visto a mí, no a Dereck, por lo que se sorprendieron al saber que no solo soy un padre adolescente, sino una madre adolescente, no me avergüenza en absoluto pero si hubo una o dos personas que se sintieron incomodas, aunque dentro de lo que cabe todo fue bien, nadie hizo ningún comentario desagradable ni se llevó a sus hijos al enterarse. Fueron muy respetuosos.

 

Dereck terminó haciendo el papel de mago en la corté del príncipe Dennis, era el último sombrero que quedaba, pero no le importó, incluso le pareció interesante.

 

Y al final del día, Dennis apagó las velas, y toda la gente aplaudió. Dos años, y es un niño sano, feliz, con una familia unida y unos padres que se quieren, aunque ambos estamos ocupados pero aún nos queremos, tan fuerte como siempre, y eso es lo que importa.

 

 

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-Aun no puedo creer que tu prima me quitara mi puesto como caballero. –dice poniéndose la playera de su pijama.

 

-Eso te pasa por llegar tarde amor. –Se mete a la cama conmigo y me recargo en su hombro.

 

-La historia de un rey y un caballero suena romántica, pero un mago y un joven rey tampoco suena mal. –voltea a verme.

 

-"Temible enemigo".

 

-Esta vez no serían enemigos, sino amantes. –me da un pequeño beso. La verdad su idea no es mala, seguro algún aficionado (o varios) ya lo hicieron en internet. –Por cierto, ¿Cómo va tu resfriado?

 

-¿La verdad? –asiente. –Peor. –Me reí para quitarle importancia. –pero voy a vivir.

 

-Más te vale. –me sonríe y le devuelvo el gesto.

 

 

Es la conversación más larga que hemos tenido en la semana. Así que la alargamos más y más hasta que los ojos nos pesan, y decidimos irnos a dormir. A veces es agradable disfrutar de su compañía, hablando y no haciendo otras... cosas.

 

Como sea, estoy conforme con mi vida. Hay detalles que me pueden frustrar o ponerme triste, como el distanciamiento con mi esposo, pero es lo que dicen todos, una pequeña etapa que vamos a superar. Y a pesar de todo, no dejamos morir nuestro amor, así que todo estás bien. Sip, no excelente pero bien.

 

 

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-¡¿Qué te sucede?! ¡Me has estado ignorando toda la semana! –Me reclama Dereck, que me persiguió desde el patio, suerte que Dennis está con su bisabuelo y Lucy, no tengo cabeza para esto. Traté de calmarme.

 

-Dereck, ahora no, ¿podemos hablar en otro momento? –dije pasándome las manos por la cara.

 

-No, no podemos, te he dado tu espacio esperando a que vengas y me cuentes por ti mismo que es lo que te inquieta. ¿Ahora que hice mal? –negué con la cabeza.

 

-No has hecho nada, solo déjame tranquilo. –me abracé a mí mismo y no quise mirarlo.

 

-Entonces supongo que, otra vez, no me tienes confianza. –Otra vez, estoy harto de eso. –Bueno, entonces supongo que te dejo solo, cuentale a todo el mundo lo que te sucede y cuando ya todos nuestros conocido estén enterados me lo dices a mí, en fin, siempre lo haces de todos modos. –Cuando estaba a punto de salir me levanté.

 

-Dereck... -Sé que me escuchó, pero no me hace caso. -¡Dereck! –ahora si lo hace, tomé aire y lo dije.

 

-Tengo un retraso.

 

 

Dereck puso cara de no entender, pero molesto. Se masajea el entrecejo y me mira.

 

-¿Cómo que un...?

 

 

Hace una pausa y luego de tres segundos abre los ojos muy sorprendido.

 

 

-Ouuuh...

 

-Sí, ouuuh... -da unos cuantos pasos para quedar frente a mí, en su mirada puedo leer "soy un reverendo idiota". –No sabía cómo decírtelo... yo mismo... es... -no supe como formular la oración. Dereck tampoco parece saber, así que me pega su pecho y me da un abrazo, no estoy más tranquilo, aunque los abrazos de Dereck siempre son buenos.

 

 

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Camino, me siento, me levanto, vuelvo a pararme, camino. Lo único que he hecho desde que Dereck salió hace veinte minutos de camino a la farmacia. Estoy comiendo ansias, no tengo ese vicio, pero si me mordiera las uñas, ahora no tendría uñas.

 

 

"Todo va a estar bien, debe ser una falsa alarma, no es nada, nada".

 

"No es el momento, aún no"

 

 

¿Habrá algún punto de mi vida en el que pueda estar tranquilo por un largo lapso de tiempo? Nunca dura más de un mes. Oh cierto, habrá uno:

 

Cuando muera.

 

Pero por ahora no tengo ganas, ni tiempo, ni edad de hacerlo.

 

Dereck llega con la bolsa de la farmacia. En seguida me da el contenido donde hay una y solo una prueba.

 

 

-N-no lo sé, tal vez deberíamos comprar dos tres para asegurarnos. –Digo con voz temblorosa.

 

-Con Dennis solo usaste una ¿no? -eso solo me pone peor. Él parece notarlo. –Hey, no pongas esa cara. –hago una media sonrisa, claro que no me dirá "todo saldrá bien", porque es muy difícil decir lo que es "bien" en este momento.

 

 

Entro al sanitario.

 

Cuando termino vuelvo con Dereck, dejamos el test en el buró, y solo esperamos, Dereck se apoya en la pared cruzado de brazos, me quedo sentado en la orilla de la cama viendo al piso rezando porque no sea lo que creemos que es.

 

No es el momento, no ahora. En seis años, cuatro, o dentro de los dos últimos de universidad, pero no ahora.

 

Suena la alarma del teléfono indicándonos que ya es tiempo de ver el resultado, Dereck es el que la toma ya que está más cerca yo me levanto, se gira y su rostro me lo dice todo, pero para asegurarme veo ese pequeño palo de plástico blanco, y me froto la sien con frustración al verlo.

 

 

-Otra vez... -digo entre dientes. Le doy la espalda a Dereck y él me toma de los hombros.

 

-Mira, sé que no es lo que planeamos, pero esto no es tan malo. –"tan". –podemos con esto, hay muchos jovenes que aun con dos... -con mi mano le señalé que dejara de hablar.

 

-Tal vez... solo... es una falsa alarma...

 

 

Claro, con una probabilidad mía del setenta y cinco al cien por ciento de concepción, un retraso y un test positivo, es imposible, pero aun quiero tener una pequeña esperanza. Dereck no parece muy convencido, aunque como no quiere que me altere va a apoyar mi idea.

 

 

-Mañana mismo iremos con Edward. –asentí, él me pasa su brazo por encima de los hombros y me da un beso en la sien, me pego más a él y me concentro en no alterarme, aún hay una mínima posibilidad de que esto sea solo un susto.

 

 

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Desde que sacaron al mercado los anticonceptivos para virmus Dereck y yo pues... digamos que no hemos parado. Claro, decidimos usarlos cuando dejaron de ser experimentales y tenían un alto porcentaje de éxito. He pensado una y otra vez en un día que me haya fallado, pero hasta no estar cien por ciento seguro de esto y de no tener una fecha exacta no podré calcularlo.

 

Dereck está a mi lado esta vez no se sienta, está muy nervioso para eso, yo igual, o peor, solo que no tengo otra opción más que sentarme en esta extraña silla, una vez más. Juego con mis dedos por los nervios, Dereck pone su mano en mi espalda pero ni eso logra calmarme, pero le sonrío para fingir que no estoy muerto de nervios, con suerte tal vez logre engañarme a mí también.

 

Cuando Ed llega nos saluda cortésmente, no lo habíamos visto desde la semana pasada, cuando fue a cenar con Lucy, en estos dos años Dereck lo había aceptado como pareja formal de Lucy, y... bueno, seguía siendo un poco raro que mi ginecólogo, la única persona que ha visto mis "partes privadas" además de Dereck y mis padres cuando bebé, estuviera involucrado sentimentalmente con la madre adoptiva de mi esposo.

 

Ahora solo nos mira un poco, parece molesto, hasta que no lo confirmemos no lo expresará abiertamente.

 

 

-¿Entonces de cuanto es el retraso? –Estaba a punto de responder "dos semanas" completamente seguro, y luego empecé a pensar...

 

-Eh... yo creo... -miré al techo tratando de respirar y pensar detenidamente. –T-tal vez... un mes... -ambos se quedaron mirándome incrédulos, si, esperaba eso. –O tal vez menos...

 

-o... quizá más. –dedujo Ed.

 

-Ale, ¿Cómo puedes no estar seguro? –me pasé las manos por la cara.

 

-Disculpa, pero en apenas logré estabilizarme al cuarto semestre. –digo tratando de no sonar tan grosero.

 

 

El concepto de entropía* se adapta perfectamente a mí en los ámbitos escolares y familiares, los regresos a clases nunca han sido sencillos, no es hasta el intermedio de semestre que al fin consigo establecerme, le presto menos atención a otras cosas como mis horas de sueño, salidas con algunas amistades que he hecho por ahí, mi salud incluso, todo para estar bien en esas dos cosas. Ok, soy un adolescente, sexualmente activo y ya tuve un bebé, si debería ponerle más atención a eso, y de seguro hay personas en peores situaciones que la mía. Acepto que debo ponerle extrema atención, y los descuidos ocurren.

 

Dejamos el tema ahí y seguimos con la consulta y las demás preguntas.

 

Al terminar Edward hace el mismo examen que la última vez, no notamos algo tan diferente, no tengo sensibilidad en el pecho como la otra vez. Además de una inflamación en mi abdomen y el retraso no hay nada que me lo indique.

 

 

-Bueno, entonces si crees tener más de mes y medio de retraso haremos un ultrasonido abdominal. –Asiento me recuesto en la silla descubriendo mi abdomen.

 

 

Una vez más solo miro al techo, no quiero obervar la pantalla, ni siquiera puedo ver a Dereck porque me pondría más angustiado. Siento que el corazón me late muy rápido, podría empezar a sudar frio en cualquier momento.

 

No pensé bien lo siguiente, solo salió de la nada, dije lo que sentía.

 

 

-Edward, por favor dime que no tendré un bebé.

 

 

Esperé dos segundos, en los que tengo la sensación de que la luz de la pantalla cambia, una y otra vez. Tengo un horrible nudo en la garganta.

 

No puede ser en este momento.

 

No quiero que lo sea.

 

 

-No tendrás un bebé.

 

 

Cuando esas palabras pude dar un suspiro.

 

Pero no fue de alivio.

 

Porque muy en el fondo sé que Ed no había terminado la oración, sino que la había dejado en pausa, volteo a Dereck que miraba a la pantalla con expresión asombrada, la inquietud que nunca se fue se hizo peor. Miré a la pantalla, al igual que en el primer ultrasonido de Dennis, no vi mucho. Entonces Ed abre la boca para hablar.

 

 

-En realidad, tendrás dos.

 

 

Eso me cayó como balde de agua fría, enseguida me incliné ligeramente viendo a l pantalla, no era muy claro pero creo que si llegaba a ver dos pequeñas manchas en el monitor. Y después de eso Derec apretó un botón y pude reconocer perfectamente los latidos. Ahora tengo el estómago revuelto.

 

No hacía falta decir que mis nervios no se disiparon en absoluto. Me quedé completamente quieto, es por el impacto de la noticia.

 

Mi cabeza da vueltas, no creo desmayarme, por lo menos.

 

 

-Tienes aproximadamente ocho semanas. –dice Ed señalando con el mouse la imagen de la pantalla. Creo que me estoy mareando.

 

-¿Te sientes bien? –pregunta Dereck con tono preocupado, aunque no me toma de la mano, hace bien, ya ha aprendido a cuando darme mi espacio.

 

-Yo...

 

 

En eso sentía como algo subía desde mi garganta, me cubrí la boca con una mano y sin limpiarme el gel del vientre solo salté de la silla y corrí al baño del consultorio. Y ya saben lo que pasó después. Luego de unos minutos frente al inodoro me enjuagué la boca, me eché un poco de agua en la cara para volver en mí. Me miré en el espejo, estoy sumamente pálido.

 

 

"Esto es un desastre".

 

 

Me retiro el gel del abdomen, sequé mi rostro con la servitoalla y salí con la poca compostura que me quedaba. Cuando volví Edward ya estaba con Dereck en el escritorio, es te último se levantó de la silla y me ayudó a sentarme, no es que fuera necesario pero como estoy ligeramente mareado acepté su ayuda, también me dio una menta.

 

 

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Luego de darnos un "regaño disimulado", me dio algunas indicaciones, un embarazo múltiple es más delicado, es de las pocas cosas que capté, junto con la aclaración de que tendremos mellizos, no gemelos, el resto de la consulta sentí que mis pensamientos flotaban, así que espero que Dereck si haya puesto más atención.

 

Regresamos a casa, a excepción del abuelo de Dereck que está dormido en su habitación, estamos solos, como teníamos que ir a la cita con Ed, le pedimos a Lucy que recogiera a Dennis de la guardería, normalmente voy, pero teníamos que salir de dudas o antes posible. Y ahora que lo estamos no sé qué sigue. Pero es claro que debemos de hablar, no podemos estar sentados esperando a que todo se resuelva solo. Mi esposo es el que rompe el silencio.

 

 

-Eso fue... más de lo que esperábamos. –no dije nada. –ocho semanas... ¿Cuándo fue que...?

 

-San Valentín. –lo interrumpí. –A ninguno de los dos se nos olvidó la fecha, y planeamos la velada perfecta. –no entraré en detalles: tulipanes rojos, la cama y la habitación perfectamente adornada, etcétera, etcétera. –Estaba tan emocionado por esa noche que olvidé por completo tomar la píldora. –Miré al techo y doy un resoplido.

 

-Estos accidentes suceden, no te atormentes. –ya es tarde para eso.

 

 

Pero después de todo, son mis hijos y los voy a amar y a cuidar igual que a Dennis, eso está claro. Sin embargo, tendré que cambiar varias cosas, y entre ellas, una sobresale. No quiero hacerlo pero, mi familia es primero.

 

 

-No iré a la universidad. –Dereck se inclina y se acerca a mi lado del sofá.

 

-¿Cómo? –me mordí el labio inferior, y continué.

 

-Ir a la preparatoria, y tener un bebé es muy difícil Dereck. –Hice una pausa y acaricié mi abdomen, aunque sin mirarlo. –Con dos, y un niño de dos años será imposible ir a la universidad.

 

 

Dejando a un lado mis trabajos escolares que limitan mi tiempo, lo emocional también ha sido un escalón horrible, el primer día de clases extrañaba mucho a mi bebé y viceversa, los momentos que tuve libres entre clases eran para llamar a casa, preguntar por mi hijo y hablar un poquito con él, claro, el único que hablaba era yo, Dennis solo lloraba, pero mientras más le seguía diciendo cosas más se iba calmando. Nos acostumbramos, aunque llevó tiempo, estar lejos de él fue horrible. Vivir eso de nuevo, y con dos bebitos, me hará sentir peor.

 

 

-No voy a dejarte hacerlo. –interrumpió Dereck sacándome de mis pensamientos. –Ale, son tus estudios, tu futuro. No puedes dejarlos así como así.

 

-¿Así como así? Dereck, no los dejare por irme a hacer música o unirme al circo, lo hago por nuestros hijos.

 

-Tú quieres una carrera, podemos contratar a una niñera, no tenemos que depender de Lucy o de tu mamá. –niego con la cabeza.

 

-Son mis hijos, yo debo cuidarlos, no dejarlos con alguien más. –se me hizo un nudo en la garganta.

 

 

Yo quise huir y dejar a Dennis solo con Dereck, ese hubiera sido el peor error de mi vida. Siento que si lo dejo con una niñera, sería lo mismo que si me hubiera ido, es mi responsabilidad, mía y de Dereck.

 

 

-Tú querías tener una carrera, ser alguien. –mis ojos picaron, las hormonas ya empiezan a hacerme efecto.

 

-Puedo ser alguien aquí, con mis bebés, además, ni siquiera se que estudiar, no tengo un talento especial para nada, no hay una carreara que me llamé la atención como tal... -Eso es verdad, ni siquiera las conozco todas.

 

-Ale...

 

-¡Dereck basta! –prefiero enojarme antes que ponerme a llorar. –Dennis está en la escuela durante un tercio de su día, otro se la pasa durmiendo, y el últimos que tendría que ser para estar con sus padres. –o su madre al menos. Eso ni siquiera se cumple a veces, yo hago tareas, y tareas, y tareas, tú estás en la oficina y.... -en eso él me pasa un brazo por detrás del cuello, me recargo en su hombro y cierro los ojos. –Es muy pronto.

 

-Lo sé. –dijo apenas.

 

 

Es que es lo único que se puede decir, no es algo que buscamos, tampoco es el momento adecuado, y aunque lo fuera, son dos, con Dennis tres. Claro que deseábamos otro hijo, pero solo uno, y no ahora. Es demasiado trabajo...

 

Pero al final de cuentas son mis hijos.

 

-Ale, no vas a dejar los estudios, voy a ayudarte, puedo trabajar menos horas. –negué con la cabeza, él no puede hacerlo. –En todo caso... acaba los últimos dos semestres, así al menos tienes un respaldo y después de que te restablezcas ingresas a la universidad. Yo te volveré a ayudar, te juro que el trabajo no será un problema. –resoplé y me separé un poco, hace calor y estar abrazando a Dereck me hace sudar.

 

-¿Ir a la escuela embarazado? –El hizo una media sonrisa. –Si fuera un embarazo individual, aún podría ocultarlo. –tendré unos cinco meses al terminar el año escolar, con mellizos será muy notorio.

 

-¿Y eso que? Los profesores ya saben que eres doncel, incluso has llevado a Dennis a la escuela un par de veces. –antes de que me juzguen, he dicho varias veces que prefiero cuidar a mi hijo yo mismo antes de contratar a una niñera.

 

 

Conseguí tener una buena reputación con ellos, la mayoría cree que aunque tuve un bebé, aprendí de eso y me hago responsable de mis actos, y ahora tengo el presentimiento de que no me verán muy diferente a esos chicos que se sientan hasta el fondo y hacen estupideces. Sin embargo, esa de cualquier modo la perderé si dejo la escuela de nuevo. Y también, si oculto mi estado puedo poner en riesgo a mis niños... o niñas. Que dolor de cabeza.

 

 

-Está bien. –miré a Dereck quien puso su mano en mi panza. –Esto va a ser un enorme cambio.

 

-Por supuesto. Pero las cosas suceden por algo, a pesar de que estoy conmocionado y preocupado, también estoy feliz.

 

-También lo estoy.

 

 

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Mes 3

 

-¿Ya estás mejor? –Dijo Jason pasándome unos pañuelos que traía en su mochila, empecé a levantarme, tomé lo que me ofrecía y asentí levemente.

 

-S-si... -pero entonces sentí como regresaba a mi garganta, cubrí mi boca inmediatamente. –No. –volví al escusado y devolví todo mi desayuno, apuesto a que Jason debe tener cara de asco ahora, pero aun así se queda conmigo, ahora mismo lo aprecio más.

 

 

Oí como la puerta chocaba

 

 

-¡¿Qué pasa allí dentro?! –dice la voz desconocida de un chico.

 

-Lo siento amigo, pero ahora no pueden entrar. –me levanto sosteniéndome de la pared y veo a Jason bloqueando la puerta con su cuerpo.

 

-¡pero solo hay dos baños de hombres en la escuela! –dice otro tipo

 

 

Se escuchan pasos alejándose, normalmente me sentiría mal por no dejar entrar a esos chicos, en lugar de eso solo agradeceré a Jason ayudarme a no hacer el ridículo frente a otras personas.

 

Jalo la cadena y voy a lavarme los dientes, ahora siempre traigo dentífrico y un cepillo a todos lados.

 

 

-Y dime, ¿Cuándo piensas decirle a tus profesores? –escupí la pasta y me enjuagué rápido.

 

-Pronto. –digo a secas.

 

 

Jason fue la tercera persona en enterarse del embarazo, después de mis padres y Lucy. La reacción de mis padres no fue muy alegre, pero al menos esta vez me hablaron, si me regañaron un poco, sin gritarme, aunque al final me demostraron que van a apoyarme.

 

Como sea, olvidé mencionar que Jason y yo estamos en la misma escuela, claro que él ya se va a graduar en dos meses. Tengo otros amigos aquí pero Jason es el que mejor me conoce y con el que mejor me llevo, sin él aquí voy a aburrirme bastante.

 

 

-¿Qué no irán a laboratorio en dos semanas? –asentí. –Van a trabajar con radiación.

 

-Lo sé, y también sé que debo informarle a la profesora de mi estado. Lo voy a hacer en la próxima clase. –Jason me mira serio. -¡Lo haré!

 

-Más te vale, o yo se lo diré, y también le diré a Dereck para que te regañe con la autoridad que yo no tengo. –Rodé los ojos, puede ser pesado pero solo se preocupa por mí. Así que no voy a contradecirlo. –¿Te sientes mejor como para ir a clase? ¿O prefieres ir a la enfermería? –Negué con la cabeza.

 

-Ya estoy mejor, además, solo son dos horas y después podré irme a casa.

 

-Cristal y yo te acompañaremos, solo para cuidar que no te desmayes en el camino. –aunque lo que decía era en serio trató de hacerlo sonar como una broma lo que me sirvió para no agobiarme.

 

 

Luego de aquello yo me fui a mi aula y él a la suya, este mes ha sido difícil, no veo la hora de llegar a mi periodo estable, por lo menos no he vomitado en medio de alguna exposición, aunque si he llegado tarde a algunas. Por suerte mis amigos me ayudan convenciendo a los profesores de que me den un poco más de tolerancia.

 

Tengo cuatro, compartimos algunos gustos, y una que otra vez nos han callado por hablar mucho en clase, son buenos, aunque aún no tienen tanta confianza de mi parte como Jason o incluso Cristal, saben que soy virmu, y que tengo un bebé, conocen a Dennis ya que lo he tenido que traer un par de veces a la escuela (con permiso de las autoridades de esta misma, por supuesto), también saben que mi pareja me apoya.

 

De lo que no se han enterado es que estoy casado, y que mi esposo tiene una increíble suma de dinero en su poder, además de varios edificios en... el país y parte del extranjero. Igualmente no conocen a Dereck en persona, creo que piensan que con un niño y estudiando no tengo mucho dinero... y quizá crean que soy muy orgulloso y que por eso nunca acepto que me inviten nada... agh, creo que al tener a los bebes tendré que ser completamente sincero. O quizás antes, si salimos en un mes como está planeado ya tendré cuatro meses, pero mi panza parecerá de 5, aunque no es imposible de disimular será complicado, podrían darse cuenta aunque no son muy observadores...

 

Cielos, me estoy proyectando otra vez, ya lo resolveré al llegar ahí.

 

En el viaje a casa, Jason y cristal mantuvieron mi mochila y mi teléfono apartados de mí, no querían que me mareara leyendo mis libros, cuadernos o mensajes, dios... son como mis padres.

 

Me dejaron justo en frente de mi puerta, los invité a entrar pero ambos tenían cosas que hacer (no sé si juntos). Es como yo pensaba, solo me cuidan. Bueno, son tiernos.

 

Dereck dijo que pasaría por Dennis por lo que me puse a estudiar, con un poco de comida, cumplo con... la mayoría que dice la dieta que me dio Ed, la rompo un poco. Traigo unos dulces de limón, sin nada en realidad. Por lo menos no tengo acidez o dolor de cabeza.

 

Poco más de una hora después Dereck vino con mi pequeño, aunque venía dormido, fue el cumpleaños de unos de los niños en la guardería y terminó agotado, Dereck se ofreció a llevarlo a su cuarto, yo seguí viendo mi libro de Fisica.

 

Unos minutos después él regresó, creí que se sentaría a mi lado, pero en su lugar se acostó en el sillón donde yo estaba recostando su cabeza en mis piernas.

 

 

-¿Qué estás haciendo? –dije sin quitar la vista del libro, aunque en realidad ya no estoy leyendo, pero quiero que me siga el juego.

 

-Nada, solo me recuesto. –sonrío un poquito. Gira de modo que queda justo en frente de mi abdomen, no me pide permiso para levantar mi playera.

 

-¡Oye! –sigo sin bajar el libro.

 

-Ya se te nota, aunque no con la camisa. –me sonrojo un poco y el toca mi pequeña barriguita. Entonces dejo el libro a un lado y yo también lo hago.

 

-Es porque son dos... -no importa cuántas veces lo repita, aún me cuesta trabajo terminar de asimilarlo, tal vez no lo haga hasta que tenga uno en cada brazo. –Voy a ponerme... -Dereck me silenció poniendo un dedo en su boca.

 

-Te vas a ver precioso. –negué con la cabeza. –pues no me creas, al menos yo sé que es verdad.

 

-eres un tonto. –me incliné para capturar sus labios.

 

 

Luego de eso él se pudo sentar a mi lado, decidí descansar de los estudios un momento y pasar un poco de tiempo con él, prendimos el televisor y elegimos una película de comedia, también compartimos los dulces que traje. Hablamos un poco, sobre Dennis, los bebés, el trabajo y la escuela, una conversación tranquila y muy agradable, me encanta estar así con él.

 

 

-Cuando hicimos la fiesta de Dennis yo me encargué de las bolsas de dulces... -dije y miré todos los caramelos que tenía en plato. –Por alguna razón me quedé todos los de limón, a mí ni siquiera me gustan tanto... tal vez debí sospechar algo en ese momento. –Dije con una media sonrisa.

 

-¿Eso hubiera cambiado algo? –lo pensé un momento.

 

-No mucho, creo. –me acurruqué a su lado. Entonces vamos cambiando de tema, luego me di cuenta de que era la primera vez en semanas que Dereck volvía a casa tan temprano incluso fue por Dennis. -¿y porque regresaste tan rápido? –Sentí como se tensaba.

 

-Bueno... me dieron la tarde libre y el día de mañana para empacar. –Me impresioné, y también me decepcioné un poco, ya sé por donde va la cosa, no será su primer viaje de negocios. –Tengo que ir a vigilar una construcción en el país vecino...

 

-¿Cuánto tiempo te quedaras? ¿Unos días, semanas? –me miró con vergüenza.

 

-dos meses, o un poco más.

 

-¡¿Qué?! ¡¿Y hasta ahora planeabas decírmelo?!

 

-Fue un imprevisto, yo tampoco lo sabía hasta esta mañana. –me levanté furioso. –Ale, no te alteres.

 

-No estoy alterado, solo muy enfadado. –me crucé de brazos. –entonces supongo que voy a ir a la próxima cita solo. –no respondió. –perfecto.

 

 

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Mes 5

 

 

Después de una larga conversación con Dereck, apago la computadora. Lo extraño desde la primera noche que se fue, me siento más triste que en sus otros viajes, se lo atribuyo mayormente a las hormonas.

 

Con el primer embarazo no había demasiada confianza, mucho menos amor (de mi parte), pero aun así... Dereck no se perdió de nada tan importante, él vio como mi panza iba creciendo, y también sintió algunos de los primeros movimientos del bebé. Y en este ya se perdió eso, y la ecografía, cuando vuelva puede que se sorprenda por cómo está ahora mi vientre.

 

No pude seguir ocultándolo por lo que atraje las miradas el último mes, fue un poco incómodo pero logré superarlo, después de todo, cuando en la secundaria se enteraron que era virmu lidié con eso y comentarios a mis espaldas.

 

Fui más cuidadoso con las escaleras y me perdí un par de experimentos de química. Pero aparte de que eso (y una que otra tarea atrasada) todo estuvo bien, las náuseas me duraron un poco más de lo que esperaba, pero ya pasaron y me siento mejor, tengo mucha energía, aun con la ausencia de Dereck, llevé a Dennis al zoológico con mis padres, y todo fue de maravilla. Le mandé las fotos a Dereck, aunque se rió y se enterneció pude notar que estaba un poco triste por no estar aquí, yo también quisiera que hubiera ido.

 

Su viaje se alargó un poco más de lo esperado, no volverá hasta dentro de unas dos o tres semanas, yo con dos meses me estoy volviendo loco, no sé cómo aguantan la parejas a distancia, los admiro.

 

Fui a ver como estaba Dennis, últimamente ha estado un poco rebelde... creo que es lo que se conoce como "los terribles dos", ya se reconoce como un individuo y todo es "yo, yo y yo" de su parte. Estaba dibujando con Lucy, quien cuidaba que no se comiera las crayolas, así que fui con ellos.

 

 

-¿Cómo está Dereck? –preguntó Lucy en cuanto fui a su lado.

 

-Está bien, trabajando mucho, dice que nos extraña. –Pude ver como Dennis nos volteaba a ver curioso y luego vio mi panza, frunció el ceño y luego se levantó caminando (o marchando) hasta mí.

 

-mami, cárgame. –pidió levantando sus brazos, aunque en su entonación pude percibir un poco de molestia. –Dame vueltas como papi.

 

-Oh... mi amor. –crucé una mirada preocupada con Lucy. –Es que... ahora no puedo...

 

-¡¿Por qué no?! –levantó la voz enfadado. Me sorprendí de que hiciera eso, era la primera vez, yo al no saber que responder fue Lucy quien se hizo cargo.

 

-Tu mamá no puede cargarte en este momento Dennis, podría lastimar a tus hermanitos.

 

 

Dennis se enteró de que sería hermano mayor desde antes de que Dereck se fuera, no reaccionó como esperábamos, él siempre ha sido un niño muy feliz y hasta eso fácil de tratar con las noticias nuevas, pero cuando le dijimos sobre esto... no fue malo, solo que no parecía emocionado, reaccionó desinteresado, creo que habría más emoción si le dijéramos que adoptamos un perro. Dejamos las cosas así pero... nunca se había mostrado celoso. Hasta ahora.

 

 

-¡pero yo llegué primero! –siguió con la voz levantada. Entonces reaccioné.

 

-Dennis no hables así. Lo siento, pero ahora no puedo hacer muchas cosas. –dije calmado pero firme.

 

 

La discusión siguió después, Dennis seguía con su rabieta, hasta que finalmente me cansé.

 

 

-¡Se acabó! – me levanté y lo tomé de la muñeca. –Te vas a quedar en tu cuarto hasta que yo lo diga. –Lo dejé acostado en su cama, lo quise tapar pero él se destapó solamente para retarme. –pues bien. –me fui de ahí.

 

 

Regresé con Lucy, a quien se le veía preocupada, ni siquiera se metió en la discusión, hubiera sido mejor que lo hiciera. Me pasé.

 

 

-Yo... -resoplé. –jamás lo había castigado. ¿Exageré, cierto? –Lucy negó con la cabeza.

 

-Le estás marcando límites, haces bien. No debe hablarte así.

 

-Pero es porque está celoso. Yo sabía que debía esperar para darle un hermano, y ahora de pronto va a tener dos, debe sentir que lo voy a dejar de querer... -Quiero llorar de tan solo pensar en cómo debe sentirse. Es mi pequeño, jamás se había portado así, debe sentirse dejado de lado.

 

-los bebés ni siquiera han nacido, debe ir haciéndose a la idea de que vas a estar más ocupado. –suspiré.

 

-Sí, tienes razón.

 

 

No tengo hermanos, así que no sé muy bien que hacer para que no sé sienta así. Pensé en llamar a Dereck, aunque debe estar ocupado, y tampoco creo que tenga mucha idea de que hacer, tiene el mismo tiempo de padre que yo y tantos hermanos como yo. No es como si Dennis tuviera un favoritismo por alguno de los dos tampoco, algunas veces me hace caso a mí y otra a él, tenemos exactamente la misma autoridad, así se supone que sea ¿no?

 

Me pregunto si estoy haciendo las cosas bien, no quiero ser sobreprotector, tampoco muy estricto, o hacer de mis hijos niños mimados. Solo quiero hacer las cosas o mejor posible.

 

Decido dejar pasar una hora para que se calme, es la primera vez que lo castigo, no me gusta cómo es esto. Pasado ese tiempo volví a su cuarto, toqué la puerta no para que abriera, solo para avisar que iba a entrar.

 

 

-¿Dennis? –daba la espalda a la puerta. -¿Estás despierto? –negó con la cabeza, reprimí una risa, aún no sabe mentir. Caminé hasta él y me senté al pie de la cama, él estaba hecho bolita, cruzado de brazos y tenía sus ojitos rojos, mi corazón se oprimió al ver eso. –Mi niño, pareces triste ahora ¿Quieres que te de un abrazo? –Asintió levemente, lo levanté y lo envolví en un abrazo protector que él aun un poco inseguro me correspondió. –Siento haberte castigado.

 

-Yo no quería gritarte. –me dijo con su voz triste, me dio tanta ternura que casi me pongo a llorar, pero pude contenerme.

 

-Ya lo sé. –le acaricié la cabeza. Después me separé un poquito para hablar con él. –mira, dentro de unos meses vas a tener dos hermanitos. –él tuerce su boquita demostrando una vez más que no está muy entusiasmado. –ellos van a necesitar un poco más de atención porque son más chiquitos, pero eso no significa que te quiera menos.

 

-¿De verdad? –dijo con sus ojitos brillosos, ojitos de Dereck. –Es que tú, papá y mis abuelos se la pasan hablando de los bebés. Me siento solito. –Le sonreí y le acomodé el cabello.

 

-Cuando ellos crescan ya no te sentirás así, serás su hermano mayor, y como tal también vas a ayudarnos a cuidarlos, ¿Qué te parece? –sonrió un poco, está un poco más animado.

 

-Sipi.

 

-Así me gusta, ¿quieres que te lea un cuento? –Ahora si se emocionó. Fue por uno al pequeño estante que está a su altura, me lo dio pero antes de que nos acomodáramos tuve una mejor idea. –Oye, ¿Te gustaría dormir conmigo y los bebés? –me miró un poco curioso pero en seguida afirmó.

 

 

Lo lleve al cuarto y lo rodee con mi brazo, y nos tapé a ambos se recargó en mi hombro y empecé a leer, él prestaba mucha atención, hice mi mejor esfuerzo para hacer las voces de los personajes, no soy muy bueno, pero a él no parece importarle. En eso sentí algo y como Dennis estaba cerca también lo sintió. Aunque se asustó y de hecho ve mi panza con miedo, me rio ligeramente.

 

 

-Parece que a tus hermanitos les está gustando el cuento. –acarició mi vientre en círculos para calmarlos.

 

-¿Ellos escuchan? –Dice curioso, el miedo pasó.

 

-Si, y también reconocen voces. ¿Hay algo que quieras decirles? –Negó con la cabeza, tes cierto, tiene que acostumbrarse poco a poco. –Está bien, entonces ¿Te gustaría sentirlos? –ante esa idea no dijo nada, solo torció la boca pensativo y después alzó la mano con un poco de nervio. –Mira, es aquí.

 

 

Tomé su mano, y cuando sintió a los bebés moverse puso cara de sorpresa y sonrió un poquito. Espero que conforme pase el tiempo se vaya acostumbrando a la idea de que será hermano mayor, tal vez voy a estar más ocupado pero no dejaré solo a Dennis. También espero que ame a los mellizos.

 

Dennis fue el primero en caer lo arropé y me quedé viendo su rostro durmiente, tiene la boca abierta y babea. Es la primera vez en semanas que duermo a lado de alguien.

 

Espero que Dereck vuelva pronto. Ya estoy muy acostumbrado a dormir a su lado, tanto que si no estuviera Dennis habría puesto almohadas en su lado de la cama, como lo he estado haciendo las últimas semanas.

 

Solo unas semanas más...

 

 

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6 meses

 

 

DERECK

 

 

Después de estar tres meses lejos de mi familia al fin puedo volver a casa. Tomé el vuelo de la tarde, llegaré allí en la noche, como una hora antes de la hora de dormir de Dennis. Me muero por ver a mi pequeño, y también a Ale.

 

Estuve muy preocupado por dejarlo solo, supo arreglárselas pero no dejo de sentirme culpable, prácticamente lo abandoné en los meses más inseguros del embarazo por un edificio. Sé que no está enojado conmigo, ya no al menos, quiero hacer algo por él. Espero que llegar de sorpresa no sea demasiado, también planeo hacer algo por él, no para compensar estos meses de ausencia pero si para disculparme.

 

El viaje de regreso fue increíblemente ligero, supongo que fue la emoción de volver con mi familia. En la sálida del aeropuerto a estaba mi abuelo y el chofer con el auto. El chofer me ayudó con mis maletas y luego nos pusimos en camino.

 

 

-¿Todo bien con Ale? –mi abuelo rió, su risa siempre es seca, como se espera de una persona mayor.

 

-Si, es un gran muchacho, bastante fuerte, y tiene mucha iniciativa. –pensé en eso, es cierto, puede ser indeciso, y quizás no muy cariñoso, pero así es como lo quiero, me encanta su carácter, sobre todo cuando lo usa para bien. –Dereck, he estado pensando últimamente. –le puse más atención. –Quiero mudarme. –Eso fue un cubo de agua fría.

 

-¿Qué dices? –mi abuelo a pesar de tener un carácter amable no era mucho de hacer bromas, por lo que yo también tomé muy en serio lo que decía. –Señor, no es necesario que haga eso, en casa podemos estar más cerca de usted y- ¡AY! –grité cuando mi abuelo me jaló de la oreja.

 

-¡¿Qué te he dicho sobre esa lenguaje tan formal?! –me soltó en seguida y yo me di un peuqeño masaje en la oreja.

 

-Es un hábito...

 

-Que tienes desde los trece. –él suspiró. –Como te decía, conmigo en casa no podrán ocuparse de los niños como deben, y Lucy ya tiene mucho trabajo, conozco un buen asilo, varios de mis antiguos socios y amigos están ahí, tienen a excelentes doctores y enfermeras.

 

-Vamos a estar bien, no tienes por qué hacer eso, puedo contratar a alguien que nos ayude y... -mi con un gesto de mano mi abuelo me indicó que me calmara, me di cuenta de que me estaba alterando, entonces lo comprendí. –Ya está decidido. –afirmé.

 

-No te pedía permiso, ya tienen una habitación lista para dentro de una semana. –vaya, regreso de un viaje largo y en pocos días el que prácticamente es mi padre se irá, vaya giro de los eventos. –escucha, yo te quiero a ti, a Lucy, a mi bisnieto y a Alexis, pero casi no salgo de mi cuarto, quiero estar con personas de mi edad, y tampoco seré un peso para ustedes.

 

-No eres un peso. –declaré, me puse por un segundo en su lugar, al final él tenía razón, y si esto es lo que él quiere entonces solo puedo respetar su decisión. –te visitaremos cada semana. –volvió su risa seca.

 

-Cada dos o tres por favor, también necesitaras esos lapsos de tiempo, sobre todo cuando vengan los otros bebés. –hice una sonrisa de lado.

 

 

Mi abuelo empezó a decirme otras cosas para levantarme el ánimo, aunque voy a estar triste porque se vaya no me deprimiré, sobre todo ahora que veré a mi esposo a mi niño después de tanto tiempo.

 

Lucy nos resive en la entrada me da un abrazo y en seguida me hace pasar a la sala. La escena que encontré era realmente adorable, Ale le leía un cuento a Dennis, pero no para dormir, era un poco ruidosos para eso, fingía las voces y los sonidos, Dennis reía con cada entonación extraña de Ale, es él el que me ve primero.

 

 

-¡Papi! –prácticamente saltó del sillón y vino corriendo hasta mí, ya que era muy ligero lo levanté y lo abracé lo suficientemente flojo para no asfixiarlo.

 

-Mi príncipe, te extrañé mucho.

 

 

Él me llenó las mejillas de besos, era sumamente adorable, mientras Ale me miraba sorprendido desde el sillón, yo le sonreí es entonces cuando se comienza a levantar, le cuesta un poco más de trabajo que lo normal y cuando se levanta puedo ver ese bulto que tiene por abdomen, pero no hubo mucho tiempo para admirarlo porque en seguida Ale vino a abrazarme, cargo a Dennis con un brazo así que no lo aplastamos. Nos damos un cálido beso, se sentía genial después de tanto tiempo lejos. Una vez que nos separamos subí mis maletas a nuestro cuarto y después ayudé a Ale a seguir con el cuento.

 

Luego de arroparlo fuimos a nuestra habitación, donde me esperaba una queja o regaño de parte de mi amor.

 

 

-Escucha, lamento no haberte avisado de mi llegado pero ¡hmf! –exclamé al sentir de repente los labios hambrientos de Ale sobre los míos.

 

 

Y fue aún más desconcertante sentir sus delgados dedos desabrochando mi pantalón. Se separó de mí para tomar aire, cosa que yo agradecí, empecé a cuestionar pero él me miró con unos ojos felinos que me intimidaron un poco.

 

 

-He estado tres meses sin nada de tu amor, vas a compensar lo más que puedas esta noche.

 

 

Tres cosas:

 

1) Me siento violado con esa mirada de su parte.

 

2) Los embarazados son peligrosos en muchas cosas.

 

3) Pero sobre todo en el sexo.

 

Gracias.

 

 

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Mes 7

 

 

-¡Espera! –dijo Ale y en seguida me detuve aunque no cambié de posición ni él tampoco, seguía en cuatro.

 

-¿Te lastimé? –dije tomando su cintura, él negó. -¿Qué sucede?

 

-No... no me gusta esta posición. –dijo avergonzado, y se giró cuidadosamente para quedar sentado frente a mí, yo también me senté. No era la primera vez que pasaba, me pasé la mano por el cabello un poquito frustrado, él lo notó y frunció el ceño. –lamento no sentirme cómodo con estas posturas para el coito. –dijo sarcástico.

 

-Ale, e investigado algunas posiciones seguras para ti y los bebés, pero ninguna te gusta, ¿Qué sucede esta vez? –vi como sus mejillas se volvían muy ligeramente rosas.

 

-Es que... -y se volvió a quedar callado me acerqué y lo tomé del mentón para que me mirara, le sonreí y eso bastó. –No puedo ver tu cara. –ahora todo su rostro se tiñó de rojo y el mío igual, o más. –E-esque en la mayoría tú ves mi espalda y pues... pues...

 

-No sé siente igual. –negó, lo tomé delicadamente de los hombros lo acerqué mis labios. Y sin separarlo subí sus piernas a las mías, y con cuidado entre en él en esa posición.

 

-¡Ah! –dijo cuándo me fui abriendo paso en él. Lo miré a los ojos y acto seguido le di algunos besos que dejaron marcas en su clavícula. –Luego pude seguir viendo su carita roja, se veía tan adorable... -m-me gusta así... -tomé su cintura para ayudarlo con el peso extra.

 

-Eso es lo que importa. –lo volví a besar.

 

Seguimos en eso un tiempo más.

 

 

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Mes 8

 

 

-¡Oh! Ahí está de nuevo. –dice Derec sonriendo. –ya es muy raro que se muevan. –asentí.

 

-Apenas tienen espacio allí dentro. –acaricié mí ya prominente barriga, no es tan grande como lo esperaba, pero si es más que la primera en este tiempo. –ya falta muy poco

 

 

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Mes 9

 

 

ALE

 

"Y aquí estamos de nuevo, idiota" –me dije a mi mismo mientras regulaba mi respiración.

 

Los niños se adelantaron dos semanas, estaba en el súper viendo los adornos navideños con Dennis, no me sentía muy bien en la mañana pero a mi pequeño le hacía mucha ilusión. Caminamos viendo varias luces, el dolor de mi espalda iba y venía lo supe un poco después. Por suerte regresamos a casa antes de que las contracciones fueran más fuertes.

 

También fue un evento un poco traumático para Dennis, espero que esto no cause un trauma emocional para él como virmu en un futuro, solo tiene dos años así que creo que lo puede superar. Estaba muy preocupado no paraba de preguntar:

 

 

-¿Te duele mucho mami? –me miraba con sus ojitos llorosos, y aunque me dolía un demonio pude hacer una sonrisa para hacerlo sentir mejor.

 

-n-no amor, son como pequeños pellizcos. –Es una mentira blanca, una enorme y blanca mentira.

 

 

Le avisé a Dereck por teléfono, ya que él había ido a recoger a Lucy de su cita con Ed, en lugar de venir a casa prefirió que una ambulancia me llevara al hospital y él nos vería allí. Llegamos en cinco minutos. Tiempo en el que los bebes fueron pacientes sin apresurarse más por nacer. Pero el hermano mayor de estos seguía muy asustado. Tuvo que acompañarnos porque no había con quien dejarlo.

 

Me asignaron a una habitación privada igual que la última vez, dejaron entrar a Dennis conmigo ya que aún faltaba algo para irme a la sala de partos, esperaba que Dereck y Lucy o mis padres vinieran rápido. Por suerte no esperé demasiado. Mis papás fueron los primeros, mi padre se sentía un poco extraño con la situación, por lo que decidió llevar a Dennis a la cafetería.

 

Tiempo después llegó Dereck, se disculpó por llegar tarde pero no le di importancia, solo lo abracé.

 

 

-Por un momento creí que haría esto solo. –Nos separamos un poquito y nos damos un beso corto.

 

-Eso ni pensarlo. Antes compro una motocicleta. –Tal vez no sea el mejor momento para hacer bromas, pero necesitaba reír. Ed entra para la revisión, tanto mamá como Dereck miraron a otro lado.

 

-Solo fui a dar una vuelta con Dennis y...

 

-No es necesario que des explicaciones Alexis, es común que siendo mellizos se adelante el... wow, estás dilatado. –Dijo y de inmediato dejó de revisar.... Esperen, ¿Wow?

 

-Acabas de decir ¿wow? –dije un poco angustiado.

 

-Debemos llevarte a la sala inmediatamente. –llamó a las enfermeras quienes movieron camilla. Ignoró completamente mi pregunta.

 

 

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-Vamos Alexis solo un último esfuerzo. –Apreté la mano de Dereck mientras daba otro pequeño empuje. Después de eso escuchamos un fuerte llanto, y el dolor se fue (por un momento).

 

-Y aquí está, un preciosa nena. –dijo Ed, mostrándonosla rápida, Dereck lloró un poco de la emoción, y yo también, se la pasaron a la enfermera, quería tenerla en mis brazos pero el dolor en mi espalda regresó.

 

-Su hermano o hermana no es muy... ¡mgh! Mu-muy paciente.

 

 

Comienzo otra vez con las respiraciones entrecortadas, y Dereck y Ed volvieron a darme animos. No puedo creer que pude aguantar a la bebé, estoy muy cansado pero creo que aun puedo soportar un poco más. Con Dennis hasta me desmayé, aunque claro, él tardó horas, los mellizos son más rápidos.

 

Y entonces di un último esfuerzo, y otro llanto inundó la sala.

 

 

-¿Qué es? –dije impaciente.

 

-Ale recuéstate. Acabas de hacer mucho trabajo. –le hice caso, la verdad es que quiero dormir una laaaaaarga siesta pero antes quiero sostener a mi bebitos.

 

-Aquí tienen a su preciosa niña. –la recibí con los brazos abiertos, enseguida destapé su carita lo mejor que pude, era hermosa, tal vez tiene la piel arrugadita ahora pero para mí es la bebita más hermosa que hay.

 

-Mira Dereck. –dije mostrándola, ambos vamos a llorar otra vez.

 

-Es perfecta. –dice agachándose para verla mejor.

 

-Y aquí tienen a su saludable varoncito.

 

-¿un varon? –digo y Dereck es el que lo recibe sonriendo.

 

-Si, es un niño, perfectamente sano. –Dereck lo acercó para que lo viera, es tan pequeño, igual que su hermana.

 

-Un niño y una niña... -vi a cada uno y luego dije a Dereck. –listo, tenemos uno de cada uno, niño, niña y doncel, no pidas más Dereck. –él se rió y me dio un beso, con cuidado de no dañar a los bebés.

 

 

Sé que en nuestra relación hay fallos, que no es perfecta, pero ¿Qué relación lo es? Mientras mis sentimientos por Dereck sean los mismos que ahora, y lo suyos por mí también lo sean, lo haremos funcionar.

 

Nos saltamos pasos, y hemos hecho cosas de lo que no nos sentimos orgullosos. Me perderé algunas cosas de los chicos de mi edad, pero si ese es el precio que tengo que pagar por estar con mis hijos, entonces valdrá la pena. Mis estudios también serán sacrificados, pero estamos en la era digital, estudiaré en línea. No es lo que hubiera deseado, sin embargo es una solución.

 

Siempre voy a cargar conmigo la culpa de haber pensado en abandonarlo, y abandonar a Dennis, pero al menos se que al quedarme tomé la decisión correcta.

 

Para otras personas que vieron lo que he pasado tal vez les cueste comprender porque hice algunas cosas, pero al final, ni siquiera yo me entiendo. El punto es que por el momento soy muy feliz, aunque me adelantara de nuevo.

 

No creo que haya un destino, solo se presentan cosas y reaccionamos distinto dependiendo de la clase de persona que somos, de la edad que tenemos y de las personas a nuestro alrededor.

 

¿Y yo que soy?

 

Soy un virmu.

 

Soy mamá.

 

Soy el esposo de alguien.

 

Creo que soy gay.

 

Y al final:

 

Solo Soy Un Adolescente.

 

 

FIN

Notas finales:

y ahora sigue el epilogo (:'v)/


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