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Ojos Bonitos -En Edición- por Ari_123_love

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Notas del capitulo:

¡Logré terminarlo! No vuelvo a actualizar capítulos desde mi celular u.u Si notan algún error, de cualquier tipo, haganmelo saber, lo corregiré de inmediato ^^

Y pues...Lo prometido es deuda, querían 2min... e.e

-¡Minho ah!- Su madre le llamó, estaba moviendo la cena, de la cocina a la mesa, para dejar todo listo. -¿Puedes decirle a tu padre que deje de pelearse con las luces? ¿Por favor?

 

-Sí, mamá.- Minho dejó de ayudar en la cocina, yendo a ver qué desastre estaba haciendo su padre. No debió haberlo dejado a cargo de la decoración, pero no podía negárselo.

 

La navidad era tranquila, cuando Minho tenía a sus padres cerca, en realidad sentía que el tiempo no había corrido en lo absoluto. Después de la cena, llegó la hora de intercambiar regalos. Estaban acostumbrados a seguir la misma rutina de siempre, haciendo que todo se llenara de añoranza.

 

-Minhonnie…- Su madre volvió a llamarle. -¿Quién compró los regalos?- Era su madre, le conocía a la perfección, y sabía que ese no era el estilo de su hijo. No es que fueran de mejor gusto, o más caros, simplemente eran diferentes.

 

Minho rió, mientras se sentaba a lado de su madre. ¿Cómo decirlo? No, quería guardar su secreto, atesorarlo como suyo, a pesar de en realidad no tenerle.

-Alguien...Especial...

 

La madre de Minho sonrió, feliz de que su hijo hubiese encontrado a alguien.

-Espero que le hayas comprado algo, en agradecimiento.- Le sugirió, más como un sermón.

 

-De hecho, sí, eso hice...- Sonrió, sabiendo que Taemin se pondría feliz por ese pequeño detalle.

 

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Taemin se dejó caer en la nieve, dejando su figura marcada en el suelo. Entonces se movió, dibujando un ángel de nieve, mientras su madre se reía a lo lejos, observándole divertirse.

 

Iban a regresar dentro de dos días y el niño quería disfrutar todo lo que pudiera de la nieve de Japón. Corría, brincaba, subía y bajaba, perdiéndose en esa casi infantil diversión. Taemin salía corriendo de un lado al otro, observando como junto al atardecer las luces iban encendiéndose dándole a ese característico lugar, la modernidad que no se tentaba a primera instancia.

 

Estaba feliz, pero se aburría, cuando no podía salir. No tenía con quien hablar, y eso le había hecho pasar largas tardes, donde lo único que hacía era observar a través de la ventana.

Esos eran los días dónde vagamente se atrevía a recordar a su profesor. Sabía que con él probablemente no se aburriría. Entonces tomaba un largo suspiro y buscaba pensar en algo más, queriendo y no queriendo mantener a Minho en sus pensamientos.

 

Ganaba un ligero sonrojo, y terminaba tirándose en la cama, buscando entretenerse con las plumas que salían disparadas de su almohada. No se comprendía, ni lo que pasaba, así que seguía con su

infantil actitud de distraerse.

 

Al volver, no pudo hacer más que quedarse en cama, no tenía deseos de salir. Por más que sus amigos le insistieran en salir, él prefería decir no, o quizás, preferiría salir con alguien más...

 

 

 

Aunque, siempre hay un motivo para salir de casa.

 

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Donghae llegó a casa, de nuevo silenciosa. Esta situación ya no le agradaba, no le parecía que aquel pajarito empezara a descubrir que podía volar del nido.

 

-¿Dónde está Minnie? - Preguntó, a la nada, sabiendo que probablemente Dara sería la que contestaría. A esa chica ya le gustaba pasarse las tardes en esa casa.

 

Dara salió de la cocina, simplemente señalando la puerta. Donghae se giró sobre sus talones, alcanzando a ver que detrás de la puerta había una nota pegada y con un bonito hangul "estoy en casa de Jonghyun".

 

-¿Acaso Jonghyun no puede vivir sólo? Taemin ha estado más tiempo en su casa, que aquí, desde que volvimos de Osaka.- Se quejó en voz alta.

 

Chaerin salió de la cocina, quedándose recargada en el marco de la puerta. Tenía los labios fruncidos y le miraba con desaprobación. Donghae no tenía ni idea de por qué Chaerin estaba a punto de regañarle.

 

-¿A quién se parecerá?- Rodó los ojos, con ironía.

 

-¿De qué estás hablando, Chae?- Preguntó con sorpresa.

 

-Sólo digo, que si Taemin está en casa de Jonghyun, es por alguna buena razón.- Le hizo una mueca.

 

-¿Qué buena razón? Sabes que esos dos sólo saben hacer zonzeras juntos.

 

-Escucha, tú entiendes que desde hace cinco años Taemin y Jonghyun se tratan como hermanos. Yo le di permiso de estar en casa de Jonghyun todo el tiempo que sea necesario.

 

-Pero...

 

-Y tú no eres nadie para decidir lo contrario. Ni su padre, ni su hermano.

 

Donghae se quedó perplejo, Chaerin nunca le había hecho menos en cuanto al cuidado de Taemin. Ella se veía tan enojada, y él lo único que quería era que Taemin no estuviera tanto tiempo fuera de casa, abandonando a su familia.

 

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Taemin se movió, despertando. El cuarto de Jonghyun estaba hecho un desastre; en parte, eso era su culpa; debían limpiarlo. Arrugó la nariz, debía despertar a su amigo. Sonrió malévolo, lanzando y golpeando a Jjong con la almohada.

 

-Yah...- Le gritó, desgañitado, volviendo a cubrirse con las sábanas. -Un segundo más...

 

Taemin frunció el ceño, sentándose sobre su amigo. Se alistó.

 

-Uno...Tu segundo se ha acabado.- Lo atacó con la almohada, golpeándole y, además, haciéndole cosquillas.

 

-Hey, ya, manzanita, por favor...- Jonghyun empezó a reír, hasta que logró tomar a Taemin por la muñecas y detenerle. -¿No crees que es muy temprano?

 

-Puedo escuchar a tu madre usar la aspiradora, no quiero dejarle todo el trabajo.- Se quitó, dejando que su amigo se levantara. - Vamos, tu padre vuelve hoy, debería de encontrarse con la sorpresa de tu habitación arreglada.

 

-¡Bah! Él me conoce, sabría que tu has sido el que limpio.- Se cubrió con las sábanas.

 

Taemin rio, quitando a Jonghyun de la cama, obligándole a ponerse a limpiar. Definitivamente, Jonghyun trabajaba más rápido cuando Taemin se ponía mandón y le dictaba órdenes, por eso la madre de Jonghyun le adoraba.

 

Después de limpiar, y de haber desayunado, ambos veían el televisor. Taemin sabía, por supuesto, que si estaba en casa de Jonghyun era porque el chico no quería arreglar sus problemas acerca de Baekhyun y Jinki.

 

-Hyung...- Le despertó de sus cavilaciones.

 

-¿Qué pasa, Tae?- No le miró, quedando absorto en el televisor como hace rato.

 

-No crea que no he visto las miles de llamadas que ha rechazado.- Apagó la televisión, para obtener la atención de su amigo. -¿Qué es lo que pasa?

 

-Ahh...Baekhyun es muy entusiasta con respecto a nuestra relación, pero...- Suspiró.

 

-A usted no le gusta.

 

-Sí me gusta. Baekhyun es hermoso, una gran persona; pero no me gusta de la manera en que él quiere que lo haga.- Hizo una mueca.

 

-Hyung, ¿acaso...

 

-Sí, se trata de Jinki. He estado tanto tiempo enamorado de él, qué no me es fácil dejar ir este sentimiento. Y menos ahora, que él pretende hacerme la vida imposible para que yo acepte enfrente de él que me gusta.

 

-¿Entonces por qué no termina con...

 

Jonghyun le volvió a interrumpir.

 

-¿Y ser la peor persona del mundo por terminar con su novio en vísperas de año nuevo?-Suspiró. -No quiero rechazar sus sentimientos. No sabría cómo hacerlo.

 

Taemin hizo una mueca, Jonghyun se había puesto melancólico. Le distraería, para que olvidase un poco eso, después de todo, para eso era su amistad.

 

-¿Hyung, cómo se sienten esas dichosas mariposas en el estómago?

 

Jonghyun se giró a verle, con ojos grandes, llenos de asombro.

-¿Por qué la pregunta, Taemin ah?

 

-Mera...Curiosidad...

 

El mayor sonrió.

-Se sienten, como si sintieras un dolor, tan fuerte, que quisieras conservarlo. Miles de torbellinos en la boca del estómago. Cierras los ojos y quieres congelar ese instante para sentir siempre esa sensación en el estómago.

 

Taemin le miró, inflando las mejillas, como niño pequeño.

 

-Taemin ah, ¿las has sentido? ¿Las mariposas?

 

-Yo...

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-Treinta y ocho.- Chaerin quitó el termómetro de la boca de su hijo. -¡Treinta y ocho!

 

-Do siento...- Susurró con una voz ronca, perdida en su garganta.

 

-¿Qué estaban haciendo?- Preguntó, con ese ligero tono de regaño. Taemin había vuelto a casa más enfermo que si hubiese caminado en la nieve descalzo.

 

-Didscutimos...- Tosió.

 

-Que yo sepa, uno no se enferma por discutir. No al menos de gripa.

 

-Edstabamos lavando platos...- Tembló debajo de las mantas. -Una cosa llevó a otra, y tedminamos en guerra de agua.

 

-¿Y su sentido común? ¿Eh?

 

-No te preocupes mamá...Él está peord que yo.- Quiso reír, pero el ataque de tos le obligó a buscar cómo respirar,

 

-¡Claro que me preocupo! Por ambos. ¡Aish!- Puso los ojos en blanco.

 

Se escuchó que alguien tocó la puerta, acto seguido Dara entró con una taza de té en las manos.

 

-Bébelo, te hará sentir mejor.- Se sentó a lado de Taemin y Chaerin, observando como su hijastro se descomponía en una terrible gripa por culpa de andar haciendo travesuras. No pudo evitar reír.

 

-¿Qué es tan gracioso? - Chaerin preguntó alarmada.

 

-Taemin ah...- Le señaló. -Parece que lo hizo a propósito. Se enfermó unos días antes de regresar a clases. No podrá ir, no al menos los primeros dos días.

 

-Do siento.- Volvió a pronunciar, debajo de el cobertor, para esta vez evitar ser regañado por su madre.

 

-Estas castigado, jovencito.- Chaerin le advirtió. -Por ahora, sólo descansa.

 

Ambas mujeres se pusieron de pie y dejaron que Taemin durmiera. Tenía mucho que reposar.

 

 

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Era viernes por la mañana, Minho llegó a la escuela rebosando alegría. Después de que Taemin hubiese faltado por estar enfermo, este era el día en que iba a volver a clases. Se moría por verle, incluso, tal vez podría abrazarle.

 

Sonrió estúpidamente, mientras se dirigía a sala de maestros. Saludó a todos, con esa buena vibra que traía el día de hoy. Tomó sus cosas y se dispuso a caminar hacia su salón.

 

-Minho ah...- Kibum dio zancadas para igualar su paso con el de Minho. -Hoy te ves particularmente alegré...Ya sé que vas a decir.

 

-Taemin.- Dijeron ambos al mismo tiempo.

 

-Hoy vuelve a clases, Kibum. Muero por volver a ver a Taemin.

 

-Entiendo lo que dices, Minho, pero...Ahg, ¿no escuchas, acaso? Taemin es un adolescente. Te estás metiendo en problemas...- Hizo una mueca de medio lado.

 

-Por estar enamorado no estoy en problemas.

 

-Está bien, lo que digas, pero...¿No te has puesto a pensar por qué Taemin ha tenido muchas parejas?

 

-Yo puedo enseñarle a amar...

 

Key le detuvo, mirándole de manera retadora.

-Minho, Taemin lo que necesita es crecer, madurar...Y creo que tú también debes hacerlo.

 

Fue más una advertencia. Le dejó, aun así deseándole buena suerte en ese día largo, pues el salón de Taemin sería el último que Minho vería en el día.

 

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-¡Taemin!- Kai saltó a los hombros de Taemin, subiéndose a su espalda. -¿Cómo estás?

 

-Hey, bájate de Tae, yo también quiero que me cargue.- Ravi obligó a Kai a moverse de su cómodo lugar.

 

-Chicos...- Taemin gimió, ciertamente no estaba para cargar a ninguno de sus amigos (más por flojera que por cualquier otra cosa).

 

-Lo sentio.- Ravi rió, picándole una mejilla.

 

-Estoy bien.- Taemin sonrió. -Mamá me hizo tomar muchos medicamentos, y noona me daba muchos remedios. Agh~ Para el tercer día ya estaba bien.- Explicó. -Si me tomé el resto de los días, fue más por la pereza de venir.

 

-¿Entonces por qué venir en viernes? - Kai preguntó, desconcertado.

 

-Estoy seguro que Taemin tiene una buena razón para eso.- Ravi dijo, como si supiera todas las verdades del mundo, sonriéndole con ese gesto de te conozco bien, Lee Tae Min que tanto le gustaba presumir.

 

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Minho alzó la vista, en realidad le gustaba ver a Taemin en sus clases. Ese niño era tan participativo, que mientras estuvo faltando, las clases podían ser hasta silenciosas. Pero ahora, contaba con esa voz, ansiosa por los temas, y esa mirada espectacular, ávida de leer sobre el pasado. No había pasado ni un día, mientras fueron vacaciones, en las que no pensó en ese par de ojos bicolor, que incluso podían llegar a causarle problemas dentro de su pantalón.

 

Pero, en estos momentos, sentía esa cálida sensación, parecida a la ternura, mezclada con emoción. ¡Maldición! Estaba tan enamorado, que por verle, incluso se le hacía difícil dar la clase, sin distraerse.

 

En cuanto al timbre sonó, suspiró, al fin volvería a hablar con su adorado niño. Taemin le miraría, de manera curiosa, profunda. No podría evitar fantasear con tener su amor. Y entonces...

 

Debía detenerse, o en realidad ya no tendría autocontrol enfrente de él, y eso sería un gran problema.

 

Pudo ver como Taemin se encontraba con sus amigos. Wonshik le dio una palmada en la espalda, a manera de despedida, y se llevó a JongIn arrastrado hacia la puerta.

 

Entonces, por primera vez en el día, y después de las vacaciones, ambos se encontraron solos, mirándose. Taemin sonrió e hizo una reverencia con su cabeza, para después disponerse a recoger sus cosas. Minho se recargó en el escritorio, deleitándose con la mirada. Taemin, Taemin, Taemin.

 

-Minho...- Pudo escuchar llamarle. -Es bueno verle de nuevo.- Apretó la correa de su mochila. No, Taemin no le diría que extrañó sus conversaciones de todas las tardes, sentía demasiada vergüenza de admitir eso.

 

-Taemin ah, antes de que te vayas, tengo un...- Suspiró, buscando coraje. -Tengo un obsequio, para ti.

 

Tomó la bolsa de papel que había cargado todo el día. Una bonita bolsa de papel para regalos, que podía ser llamativa, o pasar desapercibida.

 

-¿Para mí?- Taemin abrió los ojos grandes, sonriendo de emoción. La tomó, directo de las manos de su profesor, rozando por una fracción de segundo sus dedos con los del mayor. Hizo un gesto, para disimular ese momento, mientras se disponía a ver su regalo.

 

Lo sacó de la bolsa, con cuidado. Era ese pequeño carrusel del cuerda, el que había visto en la tienda de objetos antiguos. Abrió los ojos de manera inconmensurable mientras observaba con cuidado ese juguete antiguo. Lo quería, pero no pensó que Minho se lo fuera a regalar. Había planeado comprarlo con algunos ahorros de su sueldo. Y Minho se lo había regalado...Ocultó su sonrojo al agachar la cabeza.

 

-Es para agradecer, por haberme acompañado a comprar los regalos de navidad.- Minho explicó, para no verse como un raro.

 

-¡Gracias!- Le abrazó, en un impulso. Estaba emocionado, feliz de que su profesor haya tenido ese detalle.

 

Minho se quedó sin aliento, Taemin siempre le abrazaba de esa manera impulsiva, sin siquiera imaginarse lo que le provocaba. Devolvió el abrazo, sintiendo que Taemin se acomodaba entre sus brazos. No, todo estaba yendo tan mal, oficialmente podía decir que su autocontrol se había ido a la basura. Su corazón latía desenfrenadamente, Taemin no hacía ningún ademán de alejarse, y temía que el chico escuchara su latir.

 

Afuera, el clima ya era lo suficientemente tibio, como para permitir que los primeros brotes de las flores llenaran a los árboles de colores maravillosos, llenando el ambiente de miles de aromas, y sensaciones. Las flores gritaban algo nuevo, algo único. Muchos dirían que eran esas bellas flores llamadas Amor de una Noche. Pero no lo eran, éstas, luchaban por vivir más de un día, más de lo que se esperaría.

 

Minho tomó a Taemin por el mentón, subiendo su rostro. Estaba ruborizado, quería esconder la mirada. Minho no lo permitió. En cambio, siguió observando ese rostro. Taemin tenía ligeramente separado los labios, y su respiración era algo irregular. Minho no logró contenerse.

 

Le besó, sintiendo el cuerpo del menor crisparse. Le tomó fuerte, juntando más ambas bocas, rozando ambos pares de labios. Sabía bien, besarle, y cumplir parte de su fantasía acerca del chico.

 

Le soltó, lentamente, para poder ver como Taemin se quedaba quieto, con un rostro totalmente sorprendido. No dijo nada, sólo se quedó ahí, en silencio. Logró dar una exhalada de aire, mientras volvía a colorearse de rojo hasta las orejas. Tomó sus cosas y salió corriendo hacia la puerta. Se detuvo bajo el marco en donde se giró, a penas un poco, para ver a Minho. Entonces huyó.

 

Minho suspiró, lo había arruinado, pero no pudo hacer nada para detenerse. Estaba en problemas probablemente, pero aceptaría las consecuencias.

Notas finales:

Espero no demorar tanto entre este y el siguiente capítulo, de igual modo espero sus reviews :P

Sección de preguntas de moi para ustedes (yay) :D


¿Ven anime? :D ¿Cuáles géneros? skjfhdfjgf
Yo realmente puedo ver de todo un poco, pero disfruto mucho del Yaoi, Shonen ai y Shojo :B

Hasta la próxima n.n Besos.


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