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Ojos Bonitos -En Edición- por Ari_123_love

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Notas del capitulo:

Hola :D Aquí les dejo el primero de los capítulos donde la relación 2min será puro amor y miel .3. 

Como estuve trabajando con otras dos historias que después subiré, fue difícil no confundir a los personajes :B Pero al final, creo que quedó bien este capítulo. Ustedes dirán ^^

 

Minho caminaba por los pasillos de la escuela. Debía recoger unos papeles que había olvidado en su auto. No estaba pensando mucho, más que nada estaba cansado, con ganas de irse a casa. Era miércoles, Taemin no estaba, y eso significaba que estaba sólo.
 
 
Alguien le jaló, pegándolo contra la pared. Era Kibum, y a decir por su mirada, le iba a regañar. Vaya, nunca le había visto tan enojado, ni tan agresivo. Trató de sonreirle, pero el algunos meses mayor le amenazó con el dedo índice.
 
 
-¿Qué crees que haces?- Le gritó a susurros, mirándole con ganas de ahorcarle. -¿Puedes decirme qué pretendes con Lee Tae Min? 
 
 
-Key, primero tranquilizate...- Trató de calmarse, pero se ganó un golpe en el hombro por parte de Key. -Supongo que debo de hablar o harás algo malo conmigo.
 
 
-Habla, maldita rana deforme.- Le bramó.
 
 
-¡Yah!- Minho se quejó. -Te he dicho que no me digas así.- Se quejó.
 
 
-No estás en posición de quejarte, Minho, ¡habla!- Le exigió.
 
 
-Taemin y yo estamos en una relación.- Trató de sonreír para hacer las cosas más amenas, pero el rostro de Key decía todo.
 
 
-¿Por qué no me sorprende de ti Choi Min Ho?- Se quejó. -No tienes ni ideas de los problemas en los que te has metido...Vas por ahí siendo descuidado acerca de lo tuyo con Taemin y...
 
 
-Espera, ¿qué?- Se consternó.
 
 
-Maldición, Minho, los vi besándose, cuando los alumnos deberían de estar yéndose.
 
 
Minho se quedó sin palabras, sí, había besado a Taemin, como despedida. No imagino que alguien pudiera verles. Abrió los ojos por completo, había cometido un gran error al no besarle como siempre, en el salón, sino afuera, en uno de los pasillos. 
 
 
-Tienes una maldita suerte de que haya sido yo, y no alguien más.- Le miró serio, seguía hablando con voz pasivo-agresiva, haciéndose ver más severo. -Minho, pensé que eras más inteligente. Cuando dijiste que te gustaba el chico pensé que dejarías el tema de lado.
 
 
-Taemin me corresponde...- Minho dijo, haciendo entender a Key que no pensaba dejar a Taemin. -Es algo serio, y ...
 
 
-¿Y? Minho, si vas a tener un noviazgo con un estudiante, al menos se más cuidadoso.- Le regañó. Sabía que no había forma de que Minhose alejara del chico, por lo menos le ayudaría a disimular ese secreto. -Si no quieres terminar siendo acusado de un sinfín de cosas que sé que no eres, prométeme que serás más cuidadoso.
 
 
-Pareces mi mamá.- Se rio.
 
 
Key puso los ojos en blanco, ¿es que acaso Minho no podía ser serio  ante esto? Le soltó, haciendo un ruido de desagrado, ni siquiera le quería gritar ya. Dejaría que Minho después notara que no debió haber respondido comp un niño de diez años. Siguió su camino.
 
 
Minho, para cuando dejó de reírse, se puso a pensar. Key tenía razón, debía ser más cuidadoso de lo que ya era. Las pocas veces que había salido con Taemin en una cita formal después de que se volvieran pareja, habían buscado ir a lugares donde nadie que conocieran fuera -más por lejanía, que por gusto.  
 
 
Debía hablar con Taemin, también era problema del chico si alguien los veía y los hacía estar en problemas. Debía pedirle consejos a Kibum, maldición ¿para qué lo hacía enojar? Ahora tendría que pedir perdón como un hijo arrepentido. Puff, rodó los ojos, para después ponerse a buscar a su amigo.
 
 
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-Taemin...- Minho jugaba con el cabello del menor. Taemin estaba sentado en sus piernas, haciendo que no cupiera ninguna fantasía más en su cabeza, el niño reposaba su cabeza sobre su hombro, jugando con el cuello de su camisa. -¿No vas a decir algo?- Le había explicado, debían tener más cuidado.
 
 
-¿No estamos en problemas?- Taemin alzó el rostro, mirando al mayor. Había encontrado una gran comodidad en estar de esa manera con el mayor, no quisiera ya tener que separarse de Minho. 
 
 
-No...Key es mi amigo.
 
 
-¿Él lo sabe?- Su voz era tan calmada, que parecía no estar realmente preocupado.
 
 
-Sí...Me regañó, pero también entiende que no pienso renunciar a ti, así que no dirá nada.- Ahora se daba cuenta del gran amigo que Kibum podía llegar a ser.
 
 
-Entonces no hay ningún problema.- Taemin sonrió. -Sólo no nos besaremos y tampoco podremos salir y...
 
 
-Eso no me parece justo, conejito.- Minho le agarró por las mejillas, apretando su boquita. De ésta manera Taemin no pudo continuar hablando. -Te quiero besar y quiero poder tomar tu mano y llevarte a dónde sea que quieras. 
 
 
Taemin rio, Minho le hacía cosquillas.  Se escondió en su cuello, para poder reír. No se iba a proteger, le gustaba sentir las manos de Minho tocando su cuerpo. Alzó la mirada, Minho también parecía divertirse. Besó su mejilla, moviéndose, a aquella boca que le hacía sentirse tan bien. Juntó ambos pares de labios, suavemente, quizás muy inocente.
 
 
Para Minho ese beso era muy delicado, tierno, pero quería más. Agarró el cabello del chico, haciendo tensión para poder hacer más profundo el ósculo. Sus manos no se limitaron a su cadera. Sin pedir permiso acarició el muslo del chico, de abajo hacia arriba, subiendo por su cintura. Atacaba aquella boca, enredando su lengua de manera posesiva.
 
 
Se les acababa el aire, y Taemin se sentía apenado. Minho le tocaba, y sentía extraño dentro de su estómago, era diferente a las mariposas, algo más agresivo, más turbio y caliente. Se separaron y el calor de su vientre subió rápidamente a sus mejillas. Escuchar a Minho reír le hizo sentirse más apenado, él se había dado cuenta de su sonrojo. Trató de sonreír, pero terminó escondiéndose en su cuello. 
 
 
-Conejito...- Minho le llamó con dulzura.  -Me gustaría que fueramos a la feria.
 
 
La mirada de Taemin se iluminó. Sentándose derechito quedó con ambas piernas a los costados del regazo del mayor. La feria era su lugar preferido en todo el mundo. Dio un suave brinco de emoción, sin darse cuenta que torturaba a Minho, mientras su linda sonrisa le encandilaba.
 
 
-Sí, sí quiero ir.- Rogó como niño pequeño. -¿Cuándo iremos?
 
 
-Mmm...¿te parece el sábado?- Preguntó, picando la mejilla izquierda del menor.
 
 
Taemin asintió con el rostro. No faltaba tanto para el sábado, tendría que contener su emoción por un par de días y ya. Se levantó del regazo de su profesor, ahora novio. Rio por lo bajito, le gustaba pensar en que Minho era su novio, se escuchaba bonito y las mariposas bailaban. 
 
 
-Minho...- Se acercó para darle un corto beso en los labios. -Me tengo que ir.
 
 
Minho le abrazó por la cadera, riendo. Ese niño le encantaba. Lo que daría por no soltarle jamás y guardarle en una cajita de cristal para poder contemplarle hasta el cansancio. Suspiró, quería saber a dónde iba, pero sentía que si le preguntaba sonaría muy posesivo. Besó su cabello, logrando darle una caricia en el rostro. 
 
 
-Entonces...Nos vemos mañana, Taemin ah.- Logró al fin soltarle. 
 
 
Taemin parecía mirarle con algo de burla por eso, se limitaba a sonreír. Le lanzó un beso al aire antes de irse, para después desaparecer tras la puerta.
 
 
El largo suspiro que Minho soltó fue signo de su frustración. Sentir el cuerpo del chico tan cerca, y desearle, era una gran tortura cuando no se atrevía a ir más allá por temor a asustarle. En definitiva, ahora lo que más anhelaba era poder contemplar ese cuerpo desnudo, y hacerlo suyo. Taemin le era deleitable a la vista, y le provocaba volver a fantasear con él. 
 
 
Definitivamente, quería más, cuando se trataba de Taemin nunca podía llegar a saciarse. Le imaginaba a su lado, queriéndole. Nunca había amado tanto a alguien, este niño era diferente, ¿por qué lo era? Ni siquiera lo sabía. Tal vez serían sus ojos, o su manera de ser tan polifacética. Quizás se debía a lo travieso que se comportaba a pesar de tener diecisiete años. Fuera lo que fuera, estaba tan sumergido en que Taemin era lo único que le hacía felíz, que ya nada sería igual a antes del niño. 
 
 
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Ya era algo tarde, la sala estaba oscura a excepción por la luz del televisor con sus constantes cambios de tonalidad. Desde el pasillo Chaerin y Dara murmuraban cosas entre risillas.
 
 
-¿Por qué no pueden ser así todo el tiempo?- Preguntó la mayor, observando a su amigo y a su hijastro. 
 
 
-No lo sé, Taemin ha cambiado mucho últimamente...- Chaerin hizo una mueca. -Lo que más me asombra ahora es que se durmieron a los cinco minutos de que la película haya iniciado. ¿Por qué querían ver algo tan malo? Llevan media hora dormidos.- Quiso reír. 
 
 
Donghae y Taemin se habían quedado dormidos viendo una película. Lo sorprendente era que estaban en la misma habitación, y momentos antes no se habían gritado. Tal vez Taemin ya le había perdonado, o tal vez fue una tregua para ver esa absurda película. Al menos ya era un progreso.
 
 
-Es tarde, debería de mandar a Taemin a dormir a su cuarto.- Chaerin hizo el intento de ir a despertarle.
 
 
-¡Espera!- Fue un susurro. Dara sacó su celular y tomó una foto. -Nunca los volveremos a ver así.- Le provocó una risa a su novia. En efecto, ambos dormían plácidamente, Taemin había apoyado su cabeza en el hombro de Donghae, y Donghae su cabeza sobre la del menor. Por primera vez en mucho tiempo parecían hermanos. 
 
 
-Hey, Tae, bebé.- Chaerin movió suavemente a su hijo. -Cariño, es hora de ir a la cama.- Logró hacer que Taemin se despertara...Sólo un poco. Vio que su hijo se puso en pie tambaleante y chocó contra el marco de la puerta, después contra la pared de las escaleras.
 
 
-Será mejor que le ayudes a llegar.- Dara rio.
 
 
-Tienes razón.- Chaerin corrió a redireccionar a su hijo antes de que se golpeara con otra cosa.
 
 
Conforme subía las escaleras, escuchó la brusca manera en que Dara despertó a Donghae. Quiso reír, pero Taemin seguía dormitando.
 
 
-Cariño, ya llegamos.- Le habló bajito, haciendo que Taemin entrara a su habitación. Incluso le ayudó a llegar a la cama, donde el niño rápidamente se acomodó. 
 
 
Volvió a reir, Taemin fácilmente podría ser manejado cuando estaba dormido. Suspiró, Taemin ya no era un niño, y sabía que pronto se iba a ir. Algún día tenía que pasar, y se daba cuenta que había sido más rápido de lo esperado. Hizo una mueca, mientras se acercaba a la puerta, todavía recordaba cuando Taemin corría por los jardines que había en su antigua casa. Era un bebé realmente lindo, quizás algo regordete en ese entonces, inquieto y con señales de que iba a ser muy travieso. Ahora apenas quedaba rastro de ese bebé, era un adolescente muy vivas, travieso, y lleno de ganas de explorar mundo.
 
 
Suspiró, iba a apagar la luz, cuando notó algo fuera de cuadro. Había un extraño carrusel en el escritorio. Nunca lo había visto. Después le preguntaría de dónde lo había sacado, ya que no solía haber nada así en la casa. Salió de la habitación, pensativa...¿Acaso, Taemin... 
 
 
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El sábado llegó, Taemin contaba los minutos que pasaba en la heladería, y cuántos le faltaban para que su turno terminara y fuera con Minho a la feria. Estaba emocionado, no tanto por la feria, a pesar de que la amaba. Su emoción se debía a que Minho le había invitado, sabiendo lo mucho que le gustaba ese lugar. Minho se interesaba tanto en él, que le hacía darse cuenta que no había hombre mejor que él en el mundo.
 
 
Sonrió, sin darse cuenta que miraba a la nada.  No había modo de sacarse a su profesor de la cabeza, le gustaba, y mucho. Mordió su labio inferior, tampoco podía sacarse de la cabeza los momentos en que cuando le besaba, Minho le acariciaba de diferentes maneras, por todos lados. Se acaloraba y sentía que todo le daba vueltas, debía en realidad encontrar una manera de no pensar en las caricias de Minho. 
 
 
Jadeó, ahora estaba más impaciente, quería ir ese lugar de diversión y olvidarse un rato de las cosas. Sólo importaba que iba a estar con Minho. Al escuchar la campanilla de la puerta, sonrió, Minho ya había llegado. Dio pequeños saltitos de emoción, faltaba poco . 
 
 
-Hey, conejito, ¿por qué tan alegre?- Minho se acercó al menor, fingiendo no recordar su cita con el chico.
 
 
Taemin frunció los labios, Minho de nuevo estaba siendo malo. Tuvo una idea, haciendo que sonriera para sí mismo.
-Voy a tener una cita.- Miró sus uñas, como si hubiese algo muy importante en ellas. Se apoyó en el aparador, tomando una posición muy cómoda.
 
 
-¿En serio? ¿Puedo saber con quién?- Acercó su rostro al del menor.
 
 
-Con un hombre muy malo.- Taemin le miró, desafiante.
 
 
-¿Malo? ¿Por qué dices que es malo?- Jadeó sobre los labios del niño. 
 
 
-Él me consciente mucho. Eso ya es bastante malo.- Sonrió. -Cuando lo vea, se lo voy a presentar.
 
 
-¡Hey!- No esperaba eso, y menos que Taemin riera y alzara su rostro para darle un beso. Un muy espontáneo beso. 
 
 
Minho tomó al muchacho por la nuca, pegando más sus bocas. Jugaba con la lengua del menor, sin importarle mucho que estuvieran en público, relativamente hablando. La heladería seguía vacía. Disfrutó de aquellos labios que terminó mordiendo, delicadamente. Le gustaba el sabor de Taemin. 
 
 
Al separarse, Taemin le miró con esos ojos coquetos. Minho se derretía ante el encanto que el niño podía demostrar, era totalmente hermoso, todo el tiempo. Dejó que el chico hiciera su trabajo, cuando una pequeña familia entró al establecimiento. Taemin sonreía, mientras tomaba la orden y hacía reír a la pequeñita que había ordenado helado de fresa. 
 
 
Minho observó al muchacho, Taemin se movía rápidamente, para después llevar la orden a la mesa donde estaba sentada la familia. Taemin alzó la mirada, por un segundo, dándole un guiño a su novio. Le era divertido que Minho estuviera ahí, que minutos antes estubiesen besándose, y que ahora debían fingir que no había pasado nada. La sensación de algo prohibido era más que excitante y divertida. 
 
 
 
 
 
 
Taemin tomó la mano de Minho. La feria estaba cerca del bosque, así que se podían ver los enormes árboles rodear algunas partes de ella. Taemin corrió, a la montaña rusa, pero al ver algo de terror en la mirada de Minho, decidió que debían ir a otro lugar. 
 
 
Terminaron yendo a juegos más suaves. A Taemin le había quedado en claro que a Minho no le gustaban los juegos "peligrosos". Eso le había dado risa, y a la vez ternura. Nunca fue a creer que un hombre de su edad no disfrutara de los juegos donde la adrenalina se dispara al máximo. De cualquier modo, los juegos a los que iba ahora, se podían disfrutar más en pareja. 
 
 
Estaban en uno de esos puestos, donde el objetivo era dispararle a globos, con pistolas de agua. Minho debió saber que con lo travieso que era Taemin, esa no era una buena opción. Terminó mojado, por el menor. Se vengó, también mojando al chico. Taemin corría, tratando de huir de él, pero siempre había una forma en que Minho le atrapara. Tal vez Taemin realmente no estaba huyendo.
 
 
Más entrada la tarde, se habían alejado de la feria, entrando al bosque. Ahí podían besarse sin temor a que alguien les viera y les juzgara. Minho acorraló al menor contra un árbol, con esa sonrisa seductora. Taemin se dejaba, no pensaba detener al mayor, no a estas alturas. Inició como un beso, que crecía, se intensificaba y demandaba de más pasión. Taemin se abrazó del cuello del mayor, acercando el cuerpo de ambos. Minho le tomó de la cintura con una mano, la otra estaba en la espalda del menor. Una lengua danzaba sobre la otra, la cual pedía piedad por tal exigencia. Taemin gimió, sentía mucho gusto al saber que Minho le besaba de esa manera. Pero...
 
 
Se separaron.
-Minho...- Jadeó, mientras tomaba al mayor por las mejillas. De un momento a otro parecía algo incómodo. -Olvidelo...- Suspiró. -C-creo que es hora de irnos.- Tomó al mayor por la mano, urgido en irse.
 
 
-Taem, ¿pasa algo?- Minho le detuvo. Taemin estaba bien, últimamente se besaban así (muy seguido, por cierto), no podía ser por ello el cambio de su actitud. -Dime qué tienes, por favor.
 
 
-Estoy bien...Tan sólo es que ya me siento cansado.- Le sonrió, inventando una excusa.
 
 
Minho no le creyó, no pensaba hacerlo, pero tampoco quería obligarle a hablar cuando no quería hacerlo. Pasó su brazo por los hombros del chico, para acercarle más a su cuerpo. De esa manera notó ese gesto que hizo Taemin. Dio una última mirada al lugar donde antes se estaban besando, como si comprobara algo.  
 
 
Taemin le pidió al mayor que lo llevara hasta cierto punto. No confiaba en que fuera buena idea que Minho le llevara hasta su casa. Cuando el mayor detuvo el auto, Taemin le dio un beso de despedida. Estaba por irse, pero algo le detuvo. No quería...Volteó a ver a Minho un momento y le regaló otro beso.
 
 
-Nos vemos luego...- Sonrió, con una tentativa de tal vez verse al día siguiente.
 
 
-Por supuesto, conejito.- Minho tomó la mano del chico y depositó suavemente un beso en el reverso de ella. Taemin rio, haciendo una mueca entre apenado y halagado. 
 
 
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-¡Kai! ¡Kai! ¡Kai!- Taemin entró corriendo al salón, tenía muy buen material de chantaje, y le era divertido. -Mira, que bonito eras.
 
 
Una foto, precisamente. Tenía una foto de Kai, cuando pequeños, disfrazado de jugo de uva.
-¡Yah! ¿De dónde sacaste eso?- Se alteró.
 
 
-Estaba buscando algo en el ático, cuando encontré uno de los viejos álbumes. Estaba esa foto ahí. Probablemente tu madre se la dio a la mía.- Sonrió.
 
 
-A ver.- Ravi de inmediato tomó la foto para ponerse a reír de inmediato. -¿Cómo olvidar esto? Taemin sólo tomó jugo de uva después de verte así.- Miró a su amigo.
 
 
-¿Por qué haces que Kai se crea demasiado?- Taemin se cruzó de brazos. -Si se hubiese disfrazado de otro tipo de jugo no hubiese sido igual.
 
 
-Ahh, Taeminnie, pensé que me querías.- Kai hizo un puchero. 
 
 
-Lo hago.- Sonrió. -Por eso, te regalo esa foto.- Su gran sonrisa traviesa hizo que su amigo se desconfiara.
 
 
-¿Me la regalas?- Alzó una ceja. -Taemin ah, por favor dime que no...
 
 
-Tae, regalame una copia.- Ravi de inmediato gritó.
 
 
-Aquí tienes.- Sacó una de su mochila.- Tengo al menos treinta, más la original y la que pedí expandir.
 
 
Kai hizo movimientos para liberar su frustración, Taemin era malvado, y Ravi le apoyaba. Se jaló el cabello, molesto.
-¿Por qué siempre eres tú el que consigue fotos mías y yo no puedo chantajearte con nada? 
 
 
-Mala suerte.- Taemin se burló. 
 
 
-Vas a pagármelas, después, Taemin.- Le advirtió, pero su amigo hizo caso omiso. 
 
 
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Minho terminó de dar la clase justa a tiempo, la campana sonó, marcando el receso. Pudo ver como sus alumnos se ponían de pie y empezaban a retirarse, tranquilamente, excepto por Taemin que había salido corriendo debido a que JongIn le perseguía gritando cosas. 
 
 
Minho suspiró, por más que no le agradara ese joven, jamás le diría a Taemin que se alejara de él. No podría dañarle de esa manera. Se fijó por la ventana que daba hacia afuera, Taemin corría como si su vida dependiera de ello. De inmediato JongIn le atrapó y cayeron, peleando. No, no peleaban, cualquier que les conociera sabía que esa era su manera de llevarse.
 
 
-Ejem...- Ravi tenía que ir a hablar con una profesora, sobre un examen, así que no se había apresurado en salir. De ese modo, pudo ver como su profesor miraba detenidamente a sus amigos.
 
 
-¿Siempre son así?- Minho preguntó, sin quitar la vista de la ventana. -Ellos...En su relación.
 
 
-Taemin no es tonto.- Explicó. -Jamás cambiaría ese tipo de amistad, por una posible desilusión amorosa.
 
 
-¿Y él? ¿Qué hay de JongIn?- Preguntó, algo temeroso de saber la respuesta.
 
 
-Kai...Él quiere a Taemin de manera profunda.  Ha aprendido que Taemin no le corresponderá de esa manera; y no es el tipo de meterse en la relación de alguien más.- Se encogió de hombros. -No debe de preocuparse, nadie le robará el cariño de Taemin.
 
 
Minho escuchó y no escuchó eso último. Se desconcertó, quitando la mirada de la ventana, para observar a Wonshik.
-¿Acaso Taemin...- Se preocupó.
 
 
-No.- Fue franco. -Taemin suele ser algo despistado, yo aprendí a ser suspicaz por los dos.- Explicó. -A Taemin no le gustaba quedarse aquí en las tardes. Siempre estaba en actividades y clases. Cuando abandonó el arte, entonces se la pasaba en mi casa, o en la de Kai.- Minho escuchaba atento al relato, era conocer algo más de Taemin, algo que no sabía. -De un tiempo a la fecha él disfrúta estando aquí...desde que usted llegó. Sin contar que él habla de usted todo el tiempo, de manera discreta claro.
 
 
Minho estaba sin palabras, nunca imaginó que alguien pudiese notar por parte de Taemin que entre ambos estaba pasando algo. Además, se sentía felíz de saber que alegraba tanto la vida del niño, pero no debía pensar en eso ahora. Había un problema, no sabía de qué manera Wonshik usaría esa información.
 
 
-¿Podrías ser discreto con esto?- No se imaginaba que lo suyo con Taemin pudiese durar tan poco.
 
 
Ravi asintió, notando que su profesor en realidad tenía interes en Taemin.
-Podría decirme si realmente está interesado en él. No me gustaría que Taemin llorase.- Hizo una mueca.
 
 
-Wonshik...- Suspiró.  -Lo que menos quiero es verle llorar. Taemin me gusta mucho. 
 
Notas finales:

Y bueno...Hace mucho que no los molesto con mi fic Hermanito XD Ya tengo el primer capítulo hecho, lo subiré cuando esta historia llegue a la mitad ^w^

Y pues, junto a Hermanito, empezaré a subir una historia que se llama El Consorte Real. Esperen por ambas historias, son totalmente diferentes a esta :)

Ya saben, me encantaría recibir un rw con susopiniones, sugerencias, saludos X) ¡Besos! 


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