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Ojos Bonitos -En Edición- por Ari_123_love

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Notas del capitulo:

Hoy es actualización temprana ^.^

¡Llegamos al capítulo 28! Me van a querer matar, pero he de confesar que esta historia está llegando al final de la primera parte, le sobran como dos capítulos, y entonces empezará algo muy diferente. También quisiera comentarles que esta historia serán entre 38 y 54 capítulos, como podrán ver, aún le falta bastante por continuar :D

Taemin se despidió con un beso de Minho, y salió corriendo de regreso a su casa. El tiempo ahora corría en su contra. Por suerte, tenía la costumbre de cerrar su puerta con llave, así que Donghae no tendría manera de entrar, hasta que el regresara, y probablemente no se daría cuenta de su escapada…Al menos si no se tardaba tanto en regresar a casa.

 

Se rio, recordando la linda noche que había pasado con Minho. El mayor le había dado besos toda la noche, enredando sus dedos a lo largo de su cabello, mientras disfrutaban del tiempo a solas y juntos. Quería pasar más tiempo así, abrazado a él, sintiéndose tan amado y adorado.

 

Trepó por las mismas ramas que horas antes había bajado, raspando un poco sus pantalones. Entró por la venta, cayendo directamente en su cama. Ahora recordaba lo que era estar cansado. Lo había olvidado, estando con Minho las mariposas no le dejaban sentirse con sueño. Cerró los ojos, rodando entre las sábanas, para así acomodarse mejor. Tenía sueño, y agradecía que ese sábado no tuviese que ir a trabajar, porque no iba a tener la fuerza de voluntad suficiente para sonreírles a todos los clientes entrantes.

Bostezó, dispuesto a dormir, pero los golpeteos en su puerta le obligaron a abrir los ojos. Sabía que era Donghae, probablemente preguntándole si ya había despertado, e informándole que el desayuno estaba listo. Le llamó la atención que su primo simplemente no hablara por encima, sino que realmente esperara a que él se acercara a destrabar la puerta. Frunció los labios, esto ya no sonaba bien.

 

-¿…Hyung?- Abrió la puerta lo suficiente para alcanzar a verle sólo por el filo que había entre la puerta y el marco.

 

-Me alegro que ya hayas despertado…- Estaba demasiado callado, usualmente le diría más cosas, que probablemente le sacarían de quicio. –Ya está el desayuno, por cierto.

 

-Gracias, hyung.- Iba a cerrar la puerta, necesitaba descansar aunque fueran cinco minutos. Pero sabía que había algo más. Donghae aún no se había ido. -¿Pasa algo?

 

-Erm…Tae, necesito pedirte algo…- Sonó extraño. –El punto, es que hoy vendrá Eunhyuk a comer con nosotros, por favor pórtate bien.

 

La quijada de Taemin cayó al suelo. ¿Cómo su primo osaba pedirle eso? No soportaba a ese tipo, siempre llamando la atención de su primo, y su actitud de querer agradarle a él principalmente. Apretó los labios en una línea. Donghae ni siquiera debería de invitarlo a casa si no estaba Chaerin. Cerró la puerta, indignado, no aceptaba tener que ver al noviecito de su primo.

 

-No te preocupes, no pienso salir de aquí.- Habló fuerte y claro, para que después el sonido del seguro terminara de confirmarlo.

 

-Tae, no seas infantil, abre.- El mayor intentó destrabar la puerta, pero tal parecía que Taemin había puesto algo para que simplemente esta no cediera. -¿Cómo puedes seguir actuando así después de tanto tiempo?

 

No hubo respuesta, el menor ya se había metido en cama, ignorándolo por completo.

 

-Entiendo que él no te agrade…- Insistió. –Pero no puedes quedarte ahí todo el día, tienes que salir a comer…- Jadeó. –Por favor, Minnie, no hagas las cosas más difíciles.

 

El silencio fue la única respuesta.

 

 

 

 

 

 

Quisiera verte ahora”

 

“¿No puedes venir?”

 

“No…”

 

Taemin miró la pantalla de su celular, repasando todos los mensajes que le había estado enviando a Minho. Cerró los ojos, quería ir con Minho, pero realmente no podía, no ahora que estaba –una vez más- enojado con Donghae, y él iba a tocarle la puerta cada media hora. Hacía rato que probablemente Eunhyuk se había ido, pero de igual modo se negaba a salir.

 

Aunque, tenía hambre… Suspiró, nada le iba hacer desistir, podría ser un berrinche, pero no cambiaría de opinión. Escuchó a su primo tocar la puerta, esta vez sin decir nada. Se le hizo extraño, ya que Donghae solía tirar un millón de disculpas, después gritos, y volvían a ser disculpas al final. Se alzó de la cama, acercándose con cuidado a la puerta, ¿su primo seguía ahí? Maldecía la curiosidad que tenía. Abrió la puerta lentamente. Nada, no había nadie. Iba a cerrarla cuando notó que en el suelo había un plato con comida, y una nota. Al menos come algo, pajarito. Frunció el ceño, ¡no! Cerró la puerta de golpe, ¡cómo le fastidiaba Donghae! Desde hacía años que poco a poco había empezado a perder el respeto que le tenía, y aunque le amara, no se iba a dejar por su primo.

 

Se tiró de nuevo en la cama. Fastidiado, sabía que ya no podía seguir más tiempo encerrado en su cuarto.

 

Minho, ¿puedo volver a ir a tu casa esta noche?”

 

Le escribió otro mensaje, esperando con ansias por la respuesta. Le urgía salir de casa, de hecho, le urgía que Chaerin volviera pronto y pusiera control sobre su primo, pero eso no podía adelantarlo. Al menos le quedaba escaparse por las noches e ir con Minho. Ese era su mayor, y mejor consuelo, que le provocaba una gran sonrisa.

 

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Kai golpeo la paleta de su banca. Odiaba la mirada que Taemin le daba al profesor ese. ¿Por qué seguían juntos? No querría inmiscuir a la escuela en su rabia hacia la relación que el profesor y Taemin tenían, pero si Donghae no era capaz de separarle con simples sugerencias, entonces tendría que decirle abiertamente, que Taemin y Choi Minho estaban en una relación.

 

Caminó, golpeando todo lo que se interpusiera en su camino. No se iba a dejar vencer, tenía que tener a Taemin, costara lo que le costara, de cualquier modo. Había sido un amor no correspondido por tanto tiempo ya, que simplemente dejarlo pasar no era lo conveniente. ¿Qué es lo que queda cuando lo único que tienes se va? Esa era la situación en la que estaba viviendo, no iba a aceptar por fin dejar ir sus sentimientos por Taemin, era lo único que atesoraba.

 

Le recordó, el día en que se dio cuenta que realmente le gustaba su mejor amigo. Taemin tenía diez, y jugaba a perseguir ranas, llenándose de lodo por todos lados. Kai no podía ver nada más que no fuera su amigo, como si el mundo alrededor de él fuera algo borroso, pero eso le había estado pasando desde hacía un tiempo. Taemin entonces resbaló, cayendo. No había sido algo muy aparatoso, pero eso no evitó que a Taemin le doliera, y dejara caer unas cuantas lágrimas. Kai respingó, asustado. Corrió hacia su amigo. Taemin estaba en silencio, observando su rodilla malherida. Entonces no se pudo contener, abrazó a Taemin para que se sintiera mejor, sin saber si le ayudaría o no. Sólo quería hacerle sentir bien, y que mostrara esa gran sonrisa. Tras un tierno gracias de parte de Taemin, el beso que le regaló en la mejilla fue lo último necesario para darse cuenta que le quería más que como amigos.

 

Iba a volver a golpear la pared, cuando una mano le tomó por el brazo.

 

-¿A dónde vas?- La voz ya algo gruesa de Ravi le detuvo.

 

-¡Suéltame, Wonshik!- Se arrebató. -¿Es que no entiendes? ¡Está mal! Debo de hacer algo.

 

-¿Lo haces por él? O ¿por ti?- Le acorraló contra los casilleros, para que de ninguna manera pudiera seguir con su absurda idea de ir a delatar a Taemin con Donghae. –No es más que un sentimiento egoísta lo que sientes por Taemin.

 

-¡Yo le amo!- Se quejó. –Suéltame, Wonshik, maldita sea.- Luchó contra ese agarre.

 

-No es cierto, estás acostumbrado, pero no le amas, sino estarías conforme con su decisión.- Trató de hacerle entender. –No voy a permitir que hagas una tontería sólo porque estas encaprichado.

 

-¡Aish, Ravi!- Le bramó. –Quisiera que por una vez en tu vida estuvieras de mi lado…

 

-No estoy de lado de nadie, ¡entiende!- Le miró serio. –Pero no está bien lo que estás haciendo. No estás pensando en Taemin.

 

-Y ¿quién piensa en mí?- Sonó exhausto. –Él nunca le dio una oportunidad a mis sentimientos, ¿por qué se la da a alguien con quien sabe no puede tener una relación?

 

-Así es el amor, Jongin…

 

-El amor me odia, entonces…

 

-Escucha, Kai, no puedes seguir así.- Se alejó un poco, dejando que su amigo recuperara compostura. –Tienes que dejarle ir.

 

-No sé si podré...- Jadeó.

 

-Deberás hacerlo…Entiende por favor, te quiero y por eso te digo esto.

 

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-¡Minnie!- Chaerin abrazó a su hijo fervientemente. –No tienes idea cuánto te extrañé.

 

-Yo también te extrañé, mamá.- Y vaya que lo había hecho, Donghae hubo estado insoportable las últimas semanas. -¡Noona!- Entonces su atención brincó a la otra mujer que también había llegado.

 

-Dame un abrazo, Minnie ah.- Ella le hizo girar al momento de abrazarse. -¿Qué tan insoportable estuvo Hae, mientras no estuvimos?

 

Taemin puso los ojos en blanco, agradecía que al fin ese par de mujeres regresaran a casa, y que pusieran en orden todo. Se colgó del cuello de Dara, para protegerse de la reacción de Donghae cuando le hiciera una mala cara, para empezar a acusarlo, como si fuera un niño pequeño.

 

-Noona, ¡hyung no me deja salir de casa!- Gimoteó. –Tampoco me dejó comer galletas.- Aflojó su labio inferior.

 

-¡Hae!

 

-¡Le vas a creer¡- Donghae se cruzó de brazos, exasperado. –Taemin necesita concentrarse en sus clases de piano, y en sus preparaciones para los exámenes que tendrá dentro de poco. No puede estar perdiendo tanto tiempo.

 

-Donghae, Taemin no necesita estudiar más de lo que ya lo hace…- Dara empezó a explicar.

 

-Y aunque lo necesite, no puedes prohibirle nada a Taemin.- Chaerin frunció los labios en una mueca. –Ahora, díganme, ¿hicieron alguna clase de limpieza, mientras no estuvimos?

 

Donghae y Taemin se miraron entre sí. Taemin se soltó del cuello de Dara y corrió escaleras arriba hacia su habitación, con una risilla traviesa. Donghae no fue capaz de escapar tan rápido. Ninguno, por estar mayoritariamente discutiendo, y haciendo otras cosas, había recordado hacer el más mínimo quehacer, excepto por lavar los platos.

 

-¡Claro! Traicióname dos veces en un día.- Reclamó, para después tener que recibir el regaño de su tía.

 

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-Minho…- Taemin le llamó, estirando su mano para tocar el rostro del mayor. Estaba recostado en la cama de Minho, con su cabeza sobre el regazo del alto, para así poder mirarle directamente. -¿Me quieres?

 

-Te amo, conejito.- Le contestó con un gracioso gesto con la nariz. –Ahora dilo tú.

 

-Te amo mucho, mucho, mucho.- Incluso se permitió reír dulcemente al final. -¿Me va a extrañar?

 

-Más de la cuenta, pero te estaré esperando, así que no trates de huir de mí y olvidarme, ¿arasso?- Le advirtió, recibiendo como respuesta una enorme y alegre sonrisa.

 

-Jamás lo haría.- Alzó el rostro para regalarle un beso a Minho. –Prometo volver, y sacarle de quicio con mis travesuras, no importa qué edad tenga.

 

-No vas a cambiar, ¿verdad?- Le pico la mejilla. –Robarás demasiados corazones, pero el tuyo es solo mío.

 

-Neh…- Alcanzó a decir, para después ahogar su voz en un largo bostezo.

 

-¿Tienes sueño, conejito?- Enredó sus dedos en el cabello del menor, con movimientos circulares que mandaban al chico al país de los sueños.

 

-Algo…

 

-Deberías volver a casa, y dormir…- No lo quería alejar, pero los últimos días Taemin había estado visitándolo en las noches, lo más seguro era que estuviese resintiendo la falta de sueño.

 

-No…Quiero quedarme contigo.- Se arrellanó contra el cuerpo ajeno, abrazando a su novio por la cintura. Sólo le sonrió, de esa manera dulce y traviesa, sin querer irse. -¿Puedo dormir aquí?

 

-Sabes que sí.- Dejó escapar una pequeña risa. –Pero debes de volver a casa temprano en la mañana.

 

-Mañana es domingo…el último domingo que no me levantaré temprano.- Hizo un mohín. Debido a que ahora Donghae le llevaba a clases de piano, no había forma en que los miércoles pudiera asistir a la heladería a trabajar. Terminó pidiéndole al padre de Ravi que le cambiara los días en que trabaja, quedando los sábados y domingos. –Mi puerta está asegurada, creerán que sigo dormido. Por favor, déjeme quedarme con usted.- Rogó.

 

-No me mires así, sabes que no te puedo decir que no.- Le jaló el labio inferior. –Pero tenemos que ser muy precavidos…- Sí, por momentos casi podía llegar a olvidar que había alguien metiendo ciña a Donghae, para que les separara.

 

-Quisiera ya poder ser mayor de edad…- Susurró. Era lo que más deseaba, poder salir con Minho a la calle y tomarle de la mano, sin temor a que alguien conocido los juzgara por la diferencia de edad. Necesitaba tener control sobre su vida, y poder amar a Minho sin tener que esconderse.

 

-No apresures las cosas, cariño. Todo a su tiempo.- Le besó en la frente, volviendo a acariciarle para hacerle dormir. –Además, tú siempre vas a ser mi conejito.

 

-Me gusta ser tu conejito…- Volvió a bostezar.

 

-Anda, recuéstate bien.- Le acomodó a su lado. –Durmamos un rato, ¿te parece?- Le acarició el puente de la nariz.

 

Taemin asintió rápidamente, dejándose llevar por el sueño que empezaba a sentir. Dormir a lado de Minho se sentía tan bien. No se dio cuenta cuando el mayor le rodeó con sus brazos, ni el beso en su frente, pero durmió espléndidamente.

 

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Taemin abrió los ojos ante el ligero toque de los labios de Minho en su mejilla. Sonrió lentamente, dándose cuenta que el mayor se encontraba encima de sí él. Le tocó el rostro, preguntándose qué era lo que Minho estaba pensando en ese momento, puesto que su mirada era sutil, y a la vez intensa, devorándole.

 

-¿Minho?

 

-Tengo mucha suerte, Tae...

 

-¿A qué te refieres?- Le miró consternado.

 

-Me enamoré de ti, y tú me correspondiste.- Besó los labios del menor de manera superficial y suave. -No te merezco, y aun así estás aquí conmigo.

 

Taemin alzó la cabeza, para callarle con un beso. Minho siempre pensando de esa manera. Se dejó abrazar por el mayor, escuchando el silencio siendo acompañado por los latidos de Minho. No quería separarse de él, le hacía sentir tan bien, y aunque se diga que las mariposas son algo fugaz, él aún las sentía.

 

-Supongo que ya es hora de que me vaya…- Si no, entonces no habría otro motivo para que Minho le hubiese despertado.

 

El mayor asintió, después le despeinó el cabello. Tras ayudarle a incorporarse en la cama, Taemin fue atacado por una sesión de besos, que le provocaban cosquillas. Sonrió, dejándose querer por ese hombre que le idolatraba todo el tiempo.

 

-No te dejaré ir solo a esta hora…- Minho le susurró. –Te voy a llevar.

 

Taemin rio, aun recordaba la ocasión en que Minho le había dicho que él iba a ser quien provocara que los descubrieran al pedirle que le llevara a casa, ahora era el mismo Minho quien se empedernía en llevarlo, porque sabía que el mayor no iba a aceptar un no por respuesta.

 

-Está bien, llévame.- Sonrió coquetamente, colgándose del cuello del alto, negándose a moverse por su propia cuenta.

 

Minho ahogó una risa, cargando al chico que se dejaba derretir en sus manos. Le besó en las mejillas, escuchándole reír tiernamente. Adoraba a ese niño. Se repetía a sí mismo, no importaba si en el tiempo que pasaban juntos no hacían nada, con solo verle le bastaba para sentirse satisfecho en cualquier ámbito. Poco a poco el tiempo se deslizaba entre ambos, llevándolos a ese dulce dolor que era tener que separarse, aunque fuera solo por un par de horas…por el momento.

 

-Hasta mañana, conejito.- Le sonrió. Se habían detenido dos casas antes de la del chico, para poder despedirse, y que Minho se asegurara de que Taemin en realidad llegara a salvo. –Trata de dormir bien esta noche, no quiero que mañana te estés quedando dormido en las clases.

 

-Neh, profesor.- Taemin rio traviesamente, cada día, cada semana, faltaba poco menos para terminar el instituto, le sobraban menos días que los de un mes, para poder graduarse, y eliminar el primer factor que no les dejaba estar juntos: su situación maestro-estudiante.

 

-Ven aquí, tontuelo.- Minho le haló, besándole en los labios, después en la punta de la nariz, escuchando la risa tonta del menor. –Sé un buen niño.

 

-Lo consideraré.- Hizo una mueca linda. –Pero no le aseguro nada.

 

-¿En serio?- Le tomó de la mano, besando aquel lugar donde Taemin portaba su anillo. –Porque tú ya me has dado tu palabra antes.

 

-…No haga eso…- Se sonrojó. –Me portaré bien, lo prometo.- Arrugó su nariz tiernamente. –Hasta mañana, Minho.

 

Entonces salió del auto y corrió hasta su casa, entrando por la parte de atrás, para poder escalar el árbol que le dejaba entrar a su habitación. Se fijó por la ventana una última vez, alcanzando a ver como Minho se iba en su auto, alejándose cada vez más. Odiaba verle irse, quería estar con él, y poder sentirse tan feliz de estar a lado de su presencia. Dejó escapar un largo suspiro, Minho siempre sería la única persona que le hacía sentir todos esos sentimientos que jamás pensó conocer.

 

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Donghae entró furioso a la sala de maestros. Ahí estaba Choi Minho. Quería matarlo, nadie debía osarse a tocar a Taemin, mucho menos él que era un maestro, con su edad.

 

-¡Yah! Choi Minho.- Le interrumpió, ya que estaba platicando con Kibum. Le tomó por el cuello de la camisa, retándole. -Te ordené que te alejaras de Taemin.

 

-No puedes decidir sobre él. Él es quien viene a mí, y no pienso negarle mi presencia.

 

¿Cómo se atrevía a hablarle así? ¿Cómo se había atrevido a fijarse en su pequeño primo? Se encabronó, lanzándole un puñetazo al rostro. Taemin era algo inconsciente por ser joven, así que le defendería de cualquier mal que le rodeara, y que no fuera capaz de ver y/o entender.

 

-Eres un bastardo. Mira que fijarte en un adolescente. ¡Taemin es un adolescente! Das asco.

 

-Hablas como si Taemin no tuviera decisión alguna sobre su vida.- Escupió.

 

-No ahora, él no sabe muchas cosas de la vida.

 

Minho parecía redponder, pero entonces Kibum se interpuso entre ambos. La situación no daba pinta buena, sabía que Minho probablemente iba a regresarle el golpe, y que estuvieran discutiendo de ese tema en la sala de maestros ya era bastante malo, no sólo para la situación de Minho, o para lo que se supiera de Taemin, sino también para la reputación de la escuela. Cualquier cosa que fuera escuchada por un tercero, y llevado a las autoridades, cualquieras que fueran, sería un total lío del cual la escuela probablemente no saldría.

 

-¡Basta!- Les gritó, manteniéndolos apartados. -Donghae, ¿tienes pruebas de lo que dices?

 

No, no las tenía, sólo había sido una confesión anónima por escrito, donde le advertían que Taemin estaba en una relación con Choi Minho desde hace tiempo. No necesitó pensarlo mucho, esos dos pasaban demasiado tiempo juntos. Y Taemin tenía un novio, que departe de su familia, nadie conocía. No tuvo realmente por qué dudar esa confesión.

 

-...No...- Gruñó, molesto.

 

-Entonces no apresures conclusiones, mientras no tengas pruebas, no puedes culpar a alguien de algo, que tal vez sólo sea un malentendido. Estoy seguro que lo seguro menos quiere es involucrar a Taemin en un escándalo, que si resulta ser falso, de igual modo manchará su reputación, no sólo a nivel escolar.- Advirtió.

 

Donghae volvió a gruñir, era cierto, no podía hacer todo sin asegurarse de no  lastimar de algún modo a su primo. No importaba el tiempo que se tardara, hallaría la prueba del delito que Minho había cometido, y aprovecharía el viaje de Taemin para no dañarle.

 

-Aléjate de Taemin, te lo advierto.- Le amenazó, para después irse.

 

-Gracias, Key.- Minho quitó la sangre de su labio roto con el dorso de su mano.

 

-No lo hice por ti, idiota.- Key se cruzó de brazos, Minho no se daba cuenta que Taemin sería el más afectado si se volvía a dar un encuentro como este. Sabía que a la próxima Minho no sería capaz de contenerse y evitar una pelea. -Si quieres que lo tuyo con Taemin siga existiendo, debes cuidar que esto no vuleva pasar, o dejarle hasta que él sea mayor de edad...- Le apuntó con el índice, de manera retadora.

 

-Lo sé...- Pero no quería hacerlo, no quería dejar a Taemin, no ahora. 

Notas finales:

Y ya que estamos en ambiente de confesiones, confieso que extraño la sección de preguntas que les solía poner aquí, y que a veces me respondían :P 

Así que ahora les invito a confesarse. ¡Yay!

Confesaré tres cosas: 

1. Amo a Choa de AOA, ella siempre será mi bias ♥

2. No soporto a la pobre de Seolhyun también de AOA.

3. Pensaba decirles qué vendrá en el siguiente capítulo, pero me retracto, y no diré nada e.e

Ya saben, estaré esperando sus reviews con opiniones, regaños, simples comentarios, y confesiones (?) Hasta luego, ¡besos! n.n


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