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Ojos Bonitos -En Edición- por Ari_123_love

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Notas del capitulo:

El último capítulo de esta primera parte. Ya les comenté, la historia de ahora en adelante tendrá nuevos colores, y nuevos personajes. No me odien, pero es el riesgo que toman cuando leen mis historias >u< 

Chaerin buscó desesperadamente el número de emergencias. ¿Dónde estaba?

 

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-¿Señor Choi?

 

-Ese soy yo…¿Qué es lo que ocurre?- Minho miró algo resignado al par de oficiales que ahora le preguntaba por su identidad. Lo único que no podía terminar de creer, era que habían ido por el al salir de la escuela, aunque sabía que no era problema de los oficiales; fácilmente la familia de Taemin pudo haber puesto la demanda en un momento menos grosero.

 

-Señor, tiene que venir con nosotros. Está en calidad de sospechoso por la desaparición de joven Lee Tae Min.

 

-¿Qué?- Su corazón se detuvo. ¿Taemin desapareció? Sintió un vacío consumir su alma, ¿cómo ese par de policías podía hablar de la desaparición de su Taemin de manera tan fría?

 

-Señor, no oponga resistencia…

 

Le obligaron a subir a la patrulla que le llevaría a la estación de policías. Su mente se nubló, ¿dónde estaba Taemin? ¿Habría huido? Porque, con todo esto, sería fácil pensar que Taemin hubiese huido. Cerró los ojos, le conocía, Taemin no hacía tonterías, era bastante consecuente de las cosas…Pero por amor se puede hacer cualquier estupidez. Sólo alcanzaba a suplicar que Taemin estuviese bien, y que donde sea que estuviese ahora, regresara pronto, por su propio bien.

 

Llegar a la estación se sintió como nada, sin embargo, al entrar, la familia de Taemin le atacó con su mirada. ¿Cuánto tiempo llevaban ahí? Había notado que el día pasado Taemin no asistió a la escuela, y aunque no evitó preocuparse, tampoco evitó retribuírselo a la familia de Taemin.

 

-¡Dónde está mi bebé!- Chaerin gritó, colgándose de la camisa de Minho. -¿Qué le hiciste a mi bebé?

 

-Señora, por favor.- Los policías la separaron.

 

-Yo…no sé nada de Taemin…- Se espantó al escucharse decir eso, pero era cierto. No sabía dónde estaba Taemin.

 

-¡Mientes!- Chaerin realmente estaba histérica. -¿Qué hiciste con mi bebé?

 

-Ven, Chae…- Dara le obligó a tomar lugar. –Por favor, señor Choi, díganos si sabe algo de Taeminnie…

 

-Yo no sé nada…- Repitió.

 

-Señor, ¿tiene algún abogado?- Uno de los policías en la estación principal preguntó.

 

-No realmente, pero conozco a alguien…

 

Le concedieron la llamada. Al único que conocía que realmente contaba con un abogado era Kibum. No dudó en llamarle, además, él había estado en la escuela cuando llegaron los policías, probablemente ya estaba al tanto. Key no tardó en llegar a la estación y al cabo de unos minutos llegó su abogada.

 

-Minho ah,- Le llamó. -ella es mi abogada, Jung Nicole. Ya está al tanto.

 

-Gracias Key. Mucho gusto seonsaengnim Jung.- Minho fue respetuoso y saludó a la abogada de Kibum.

 

-Gusto en conocerlo. Ahora, señor Choi, usted y yo necesitamos hablar, antes de que pase a rendir su declaración.

 

No tardaron en ponerse de acuerdo, Minho le contó todo lo que sabía. Por suerte, Nicole era una mujer sumamente paciente. Y vaya que necesitó esa paciencia, porque para entender que la razón por la que habían acusado a Minho de sospechoso es que él pretendía y salía con el menor, ya que era algo del cual no se sale fácilmente.

 

-No estoy aquí para juzgarte, menos para reprocharte lo que sea que hayas hecho. Ahora soy tu abogada.- Le señaló. - Minho, cuando estés rindiendo tu declaración, omite las razones, sólo di dónde estuviste el sábado y domingo pasados.

 

-Está bien. Gracias, Nicole.- Siguió las indicaciones de la abogada.

 

Entonces se puso de pie y se dispuso a ir con los correspondientes para rendir su declaración. Sólo iba enfocado en eso, porque sabía que si se distraía, empezaría a pensar en Taemin, y tendría la necesidad de salir a buscarlo en donde sea que estuviese.

 

Mientras tanto, Donghae llegó a la estación de policías, con la misma cara de frustración con la que había decido horas antes salir a buscar a Taemin con sus amigos.

 

-Hae, ¿sabes algo?- Chaerin brincó en cuanto vio a su sobrino acercarse.

 

-Lo siento, Jonghyun no sabe aún nada de él. Wonshik y Jongin ha ido a buscarlo a los lugares donde suele esconderse…- Exhaló. –Me preocupa que no le hallen.

 

Minho terminó de declarar, saliendo en el momento exacto en que Donghae estaba hablando con Chaerin. Eso era lo único que faltaba para terminar de convertir la estación en la jaula de las locas.

 

-¿Qué haces aquí?- Donghae arremetió rápidamente contra Minho. –Deberías estar encarcelado.- Rápidamente se repitió aquella escena, donde empezaban los forcejeos y se iban directo a los golpes. -¡Tú, maldito bastardo! Te llevaste a mi primo.

 

-Jamás le haría daño a Taemin.

 

-¡Saliste con él! Eso ya es suficiente daño.

 

Tuvieron que detenerlos, ya estaban en problemas por la desaparición de Taemin, no necesitaban más al pelearse en la estación de policías. Los mantuvieron lo suficientemente separados como para que no pudiesen tocarse y regresar a los golpes.

 

-No finjas que no pensaste llevarte a Taemin.

 

-¡Jamás lo alejaría de ustedes!

 

-¡Mientes! Me llegó ese anónimo donde decía que salías con él. Pensaban huir juntos.

 

-Donghae, Minho no miente. Él estuvo conmigo el sábado en la noche.- Key una vez más tuvo que interrumpir el pleito que armaban.

 

Entonces todos guardaron silencio. Si Minho tenía una cuartada, que era confirmada, no había modo de seguir reteniéndolo ahí, por más que Donghae insistiera que el culpable de la desaparición de Taemin era el mismísimo Minho.

 

-Joven, por favor, necesitamos, entonces, que usted también rinda su declaración.- Se acercó uno de los policías, para pedirle amablemente que confirmara la cuartada de Minho.

 

-Espera.- Nicole le detuvo. –Kibum, dime, ¿hay alguien más que pueda confirmar la cuartada?- Habló bajo, para que sólo ambos lo escucharan.

 

-…Agh~- Exhaló. –Lo hay. Mi novio estaba ahí.- Hizo una mueca, sabiendo que Dongwoon también tendría que ir a rendir declaración.

 

-Le llamaré entonces, ¿de acuerdo?

 

-Está bien.

   

   

 

 

¿Qué era todo este desastre? Taemin seguía sin aparecer, mientras que se terminaban de rendir declaraciones de los presentes. No había excito en la búsqueda por parte de los policías, menos en los amigos de la familia.

 

-Key…- Minho se acercó a su amigo. Ambos esperaban a que Dongwoon terminara de declarar, era el último que faltaba. –Lo lamento. No fue mi intención envolverlos en esto…- Sabía que era extraño que Key hablara de su novio en público, más que nada por su calidad de maestro, y que ahora hasta tuviera que llamar a su novio por un lío legal, era más de lo que podía pedirle.

 

-Está bien Minho, no te iba a dejar morir aquí.- Esbozó una cansada sonrisa. –Eres mi amigo, tenía que ayudarte. Sé que no fuiste tú.

 

Minho sintió una punzada en el pecho, dejando escapar una gran exhalación.

 

-Kibum…¿Dónde está Taemin?- Miró con tristeza a su amigo. Necesitaba saber con desesperación dónde estaba su conejito…

 

No…

 

-¡Maldición!- Se puso de pie precipitadamente. -¡Maldición! ¡Maldición!- Masculló. –Ese bastardo.

 

-Minho, ¿qué pasa?- Key se extrañó, Minho estaba llamando la atención.

 

-¡Ese bastardo!

 

-¿De quién hablas?- Chaerin se levantó de su asiento. Le había estado prestando atención a Minho desde hace rato, sin saber si le miraba con rencor porque él no tenía la culpa, o porque deseaba que él tuviera la culpa.

 

-No se los dijo, ¿no es así?- Exhaló cansado.

 

-¿De qué hablas, Choi Minho?- Donghae se cruzó de brazos.

 

-Taemin…Él tenía un acosador.- Todo fue claro entonces. El acosador. –Taemin parecía encandilado con él, prácticamente le amaba. Y entonces un día lo encontré llorando. Me confesó que se dio cuenta que su acosador se había ido.- Pasó sus manos por su rostro. –Traté de convencerle que estaba mal, que no se debía de confiar. Le pedí que les dijera. ¡No hizo caso!

 

-Un a-acosador…- Chaerin se quedó sin aliento. -¡No volveré a ver a mi bebé!- Exhaló.

 

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-¡Esto es tu culpa!- Wonsik le recriminó a Jongin en cuanto le vio. -¡Taemin ha huido!

 

Habían estado buscando por separado, ya que Donghae habló con ellos por separado, pero ahora que coincidían en uno de los lugares favoritos sólo quedaba eso. Wonshik prácticamente acorralo a Jongin, mirándole con desaprobación.

 

-No pudiste simplemente superarlo.

 

-No es mi culpa que haya huido.- Kai se veía incluso algo asustado, jamás había visto así de enojado a su amigo. –Wonshik, por favor, créeme esta vez.

 

-¡Creerte!- Repitió groseramente. –Hiciste lo posible para separarles. Fuiste con Donghae varias veces, pretendiendo que él mismo les separara.- Se quejó. –Vaya manera de arreglar las cosas, ¿no? No podías tener a Taemin, así que no lo ibas a dejar ser feliz.

 

-¡Ravi! Escúchame, por favor, yo no fui.- Realmente estaba sobresaltado por la faceta que no conocía de Ravi. -¿A ti también te lo dijo? Como se enteró. Ravi, me conoces, por favor. Yo estuve hablando con él de frente, ¿por qué habría de dejarle un anónimo?- Suplicó. –Créeme, Ravi, por favor. Esta vez, créeme…

 

Entonces Wonshik le soltó, dejando un largo suspiro escapar sus labios. Esta historia siempre se repetía, Kai le suplicaba que le creyera, y él terminaba por hacerlo. No pudo evitarlo, no esta vez. Le abrazó, desconsoladamente.

 

-Te creo…

 

- Yo no fui, yo no los delaté…Gracias, gracias, gracias por creerme. - Exhaló con alivio. Muy en el fondo lo sabía, Ravi siempre le creía. Pero ahora no era el momento de preguntarse el por qué. -Wonshik…¿Dónde está Taemin?

 

Entonces el silencio les atrapó. Solo había esa gran incógnita en el aire.

 

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-Gracias por venir.- Chaerin se puso en pie de la banca donde estaba sentada e hizo una reverencia.

 

-No entiendo para qué me llamó…- Minho exhaló, cruzándose de brazos. Había acudido, sólo porque la madre de Taemin realmente le suplicó que le permitiera una plática entre ambos. –Ya lo he dicho todo, no sé dónde está Taemin…

 

-Quisiera…saber de tu relación con Taemin…- Exhaló. Extrañamente el ambiente era frío, quizás por la situación.

 

-Señora…- Minho dudó en hablar. No era algo de lo que quisiera hablar ahora que Taemin se encontraba desaparecido.

 

-Por favor, llámame Chaerin; es solo un año de diferencia entre tú y yo.- Hizo una mueca. Aún le era incómodo saber que alguien prácticamente de su edad salía con su hijo.

 

-Chaerin, no es momento para esto.- Insistió.

 

-Necesito saber…de la vida de mi hijo…- Eso le había estado remordiendo la conciencia los últimos días desde que Taemin se esfumó. Le dolía saber que las últimas palabras que Taemin le dirigió eran un reproche hacia su intento de ser una buena madre, queriéndole dar todo, y sin embargo, estando ausente todo el tiempo.

 

-Ah~…Taemin…- Jadeó. –Taemin siempre estaba rondando por los pasillos de la escuela. Supongo que…al principio, me apiadé un poco de él, preferí que estuviera haciendo algo de provecho, en vez de que siguiera con esas travesuras que le metían tanto en líos.- Dejó escapar una ligera sonrisa, recordando cada una de las travesuras. Lodo, ranas, dibujos, hasta cantar en los pasillos a todo pulmón. Terminó por exhalar tristemente. –Pero, sin darme cuenta, lo volví parte de mi rutina diaria. Yo sabía que a diario él iba a estar ahí después de clases, y él tampoco se veía incómodo con esa rutina…Bueno, a excepción de los miércoles, que él iba a trabajar a la heladería de la familia de Wonshik…

 

Chaerin dio un pequeño respingo. Hasta él sabía que su hijo trabajaba…Taemin realmente debió de estar solo, como para refugiarse en ese maestro. Se daba cuenta que no tenía idea de todo lo que había estado pasando con su hijo.

 

-Entonces pasó. Yo sabía que él iba a estar ahí, siempre, después de clases, esperando por poderse entretener en algo. Taemin parecía tan sencillo a simple vista, pero en realidad era complejo. Me enamoré de esa complejidad. Además, sus ojos…

 

-Taemin siempre fue un niño llamativo por la heterocromía que le heredé…- Chaerin susurró.

 

-Cuando nos conocimos, él me dijo que yo era la primera persona que no preguntaba por sus ojos…Supongo que eso le hizo sentirse seguro…De no ser un raro ante mis ojos…Siempre fue abierto conmigo por eso. Así fue como llegó un día, en el que noté que simplemente ya no era rutina, cuestión de costumbre. Ansiaba por ver a Taemin cada tarde…Admito que me extra limité, al visitarle en la heladería, los sábados…Pero siempre me bien recibía con una sonrisa. Taemin cada día confiaba más cosas en mí, como cuando se sentía defraudado de no poder dar le mejor de sí mismo en la escuela, o cuando una película que quería ver llegaba a la cartelera. Siempre con esa característica forma de ser. Poco a poco me di cuenta que él me mostraba cosas que no dejaría que cualquiera notase, como cuando le fastidia que le pidan una cita sólo por ser él, y no porque realmente estén interesados…- Gimió. Taemin era su tema favorito, pero ahora llegaba a ser incluso doloroso. –Sé que soy un bastardo, al pedirle que saliera conmigo, pero jamás fueron salidas como citas…Hasta que él me pidió que fuera a patinar una tarde, haciéndole compañía. Fue después de ese día, cuando realmente no pude contener mis sentimientos hacia él. No fue la mejor confesión del mundo…Incluso, creo que le asuste un poco.- Volvió a escapar una sonrisa. –Pero el volvió, curioso de mis sentimientos. Él en todo momento fue el que decidió que sería de mí.

 

-Taemin debió haber estado muy solo…- Chaerin murmuró.

 

-¿Antes de mí? No lo creo, Taemin me hablaba de su amigo Jonghyun, y de las peripecias que le hacía sufrir…Casi nunca me habló de ustedes…Excepto por las cosas que le hacían rabiar de su primo, o cuando iba a ir a un lugar importante con ustedes, nada fuera de lo superficial.

 

-He sido tan mala madre…- Se escuchaba la frustración en su voz. –No pude darme cuenta de las cosas por las que él estaba pasando. No conozco de sus miedos, ni de lo que le hace feliz…Ahora ni siquiera sé si lo vuelva a ver.

 

-Lo vamos a recuperar.- Minho fue tajante. La parecía imposible seguir en un mundo donde Taemin no regresara a su vida. No de este modo.

 

-¿Lo haremos, Minho ah?

 

¿Por qué Chaerin hablaba de ese modo tan resignado y desconsolado? Minho no supo cómo interpretar el lamento que la madre de Taemin soltó.

 

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-Hoy, estamos reunidos para acompañar en el dolor a la familia Lee… Ha pasado un año desde la última vez que hemos sabido del joven Lee Tae Min. Tal vez algunos aún lo recuerden paseando por las jardineras, o interrumpiendo alguna que otra clase…

 

En el lugar hubo un intento de risa. Era el homenaje que la escuela se había ofrecido a hacer en memoria de Taemin. Era lo menos que podían hacer. Ya había pasado un año. Taemin no apareció; como si la tierra se lo hubiese tragado. Tampoco hubo algún intento de contactar a su familia, por parte de nadie. Como si se hubiese desvanecido en el aire.

 

Toda la generación de Taemin asistió al evento, su familia, amigos, y por supuesto Minho. Había sido un año largo, al pendiente de la investigación que se había estado llevando a cabo. No solamente se trataba de la policía, Minho también había contactado a un investigador privado, en el afán de encontrar a adorado Taemin. Todos los esfuerzos habían sido en vano hasta ahora.

 

La ceremonia terminó, dejando ese típico ambiente de algo que hacía tanta falta. Chaerin buscó con la mirada de Minho. Sabía bien que él había llevado el luto todo ese año, justo como ellos. No podría decir que se había ablandado, pero la situación realmente le llevaba a no poder odiar a ese hombre. Él deseaba tanto como ellos que Taemin regresara pronto.

 

¿Dónde estaba su pequeño bebé? Suspiró. La gente se posicionaba a su alrededor, buscando consolar con palabras que no servían para nada. Taemin era la razón por la que se desvivió tantas horas en el trabajo, sin saber nada de él. No era justo haberlo perdido de esta manera, sin saber nada de él. Había pasado un año muy difícil, viviendo al filo de la puerta, por si un día su hijo regresaba, esperando a que le llamaran de la estación de policías, diciendo que los detectives habían encontrado algo.

 

-Jonghyun ah…- Llamó al chico que fungió como hermano mayor de Taemin. –Gracias por haber venido…Me enteré que últimamente tu madre ha estado enferma.

 

-Ella ahora está bien. Tenía que venir…últimamente, esto es lo único que me hace sentir que Taemin sigue aquí.

 

Chaerin hizo una mueca. No importara con quien hablara, sólo había dos respuestas comunes: los que trataban de consolar, y los desconsolados.

 

Notas finales:

Sé que no debería preguntar esto, después de este tipo de capítulos, pero, quiero saber si les gusta la historia. Últimamente he notado que las lecturas han bajado mucho, y ya no sé si les gusta la trama, o están leyendo por compromiso a terminarla... Como autora, me asusta ver que las lecturas bajan así, por eso quisiera saber su opinión. 

Esta vez la siguiente actualización será hasta dentro de dos semanas, ya que estoy presentado simulacros. Espero leernos pronto ^w^ ¡Besos!


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