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Ojos Bonitos -En Edición- por Ari_123_love

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Notas del capitulo:

No pude avanzarle a la historia hasta que tuve algo de tiempo libre, y procuré adelantar lo más posible. Así que la semana que entra también habrá actualización de esta historia ^u^ 

Minho mascaba su labio inferior, pensando qué era eso que Taesung le quería decir. Le había dicho que no era apropiado hablarlo por teléfono y dos noches después, precisamente por teléfono, había estado tan ansioso por contarle. ¿Qué podía ser? Sabía que Taesung llegaría en cualquier momento, y entonces podrían hablar y...

Suspiró sentándose en su sofá. La urgencia que tenía Taesung por contarle esa cosa misteriosa no lograba distraerle de lo apartados que habían estado. Después de esas llamadas telefónicas, de hecho sólo se habían mantenido en contacto a través de mensajes. Pronto se cumplirían cuatro meses desde la última vez que se habían visto. Taesung le había dicho que estaría ahí pronto, pero ¿qué tan pronto es pronto?

Soo An brincó sobre su regazo, dejando que Minho la acariciara distraídamente. Sólo así liberó algo de ansiedad que estaba sintiendo desde hace tiempo. Un grito salió de su garganta cuando escuchó el timbre sonar. ¿Sería Taesung? Esperaba que sí, lo extrañaba desesperadamente y quería que las cosas funcionaran de manera adecuada. Dejó a la gata a un lado, poniéndose en pie en un instante. Cerrando los ojos con fuerza, deseó que esta vez las cosas salieran bien.

No le tomó más de diez segundas llegar hasta la puerta, y enfrentarse ante a esta nueva oportunidad. Respiró hondo, en un intento de buscar valor, antes de abrir la puerta. Vaya sorpresa que se llevó al encontrarse el rostro de su persona más amada sonriéndole con un brillo especial que jamás le había visto. Sus ojos vagaron rápidamente sobre Taesung antes de poder fijarse sobre el bulto que cargaba en su brazo izquierdo, recostándolo un poco contra su pecho y hombro izquierdo.

-Tae…- Frunció el ceño, sin saber cómo hacer la pregunta que tenía en mente. –Ah…¿y ese bebé?

-Hola Min…- Taesung suavizó su expresión, reacomodando al bebé sobre su hombro. –En realidad, es una larga historia, ¿puedo pasar?

¿Qué? Minho estaba más que perplejo con el pequeño ser humano entre los brazos de Taesung, sin embargo no pasó desapercibido el hecho de que Taesung le había pedido permiso para entrar a su casa. No del modo juguetón y quizas algo sarcástico en que lo había hecho otras veces, sino de una manera genuina. ¿Por qué Taesung no se sentía con el derecho de entrar?

-Por supuesto amor.- Se movió a un lado, dejando que el chico entrara.

Taesung entró con algo de cautela, dirigiéndose a la sala principal. Entonces tomó asiento, acunando de distinta manera al pequeño humano entre sus brazos. Le arrulló un poco, sólo para asegurarse que el niño siguiera durmiendo.

-¿Amor?- Minho insistió, sorprendiéndose un poco ante el suspiro cansado que Taesung exhaló.

-Estaba...visitando a mi mamá.- Empezó a explicar. -Cuando escuché un llanto.- Torció los labios en una mueca agria. -¿Un llanto en un panteón? Que sorpresa.- La risa que se le escapó fue baja e irónica. -Pero no era un llanto normal, era el de un bebé. Lo habían dejado abandonado, Minho. Lo abandonaron sobre la tumba de su madre.

Minho sintió su piel crisparse ante  la anécdota. Se sentó a lado de Taesung, colocando su mano en la rodilla del chico.

-¿Este bebé?

-Sí...- Taesung suspiró. -Este pequeñito estaba tan asustado, que por un momento, un largo momento, también entré en pánico.- Dejó escapar una pequeña risita. -Pero, pronto nos encariñamos.

Minho frunció los labios, notando la mirada dulce que Taesung le estaba dando al nene.

-Pero bebé, este niño debe de tener una familia y...

-No.- Taesung le interrumpió. -Mi padre sugirió que buscaramos a la familia de la mujer que había fallecido.- Bajó la mirada hacia el infante. -Sus padres habían fallecido antes, sin hermanos. Era una mujer solitaria. Y por otro lado...Su padre no quiere hacerse cargo de él. No lo hará...

-Oh amor...- Le envolvió con sus brazos, tratando de no aplastar al niño. -Entonces este niño...

-Yoogeun.- Taesung sonrió, subiendo la mirada hacia Minho. -Su nombre es Yoogeun.

-De acuerdo, Yoogeun.- Minho corrigió. -Yoogeun es un niño que oficialmente fue abandonado. ¿Lo has reportado a las autoridades?

Taesung mordió su labio inferior, negando suavemente con su cabeza. Enganchó su mirada con la de Minho, haciendo un gran esfuerzo por no soltar alguna lágrima que se le quería escapar cada que pensaba en entregar a Yoogeun.

-No puedo Min, no quiero que sufra en algún orfanato. ¿Tienes idea de lo muy mal que podría irle? Es tan pequeño y dulce, no debe debería ir a un lugar así.

-Amor, no todos los lugares son así. No tienes idea si le irá tan mal.- Insistió. -Estoy seguro que estará bien.

-No Minho...- Susurró.

-Amor,- Minho le tomó por el rostro, apretando suavemente sus mejillas -es hacer lo correcto. Este bebé fue abandonado, tienes que reportarlo a las autoridades. ¿Hace cuanto pasó esto?

-Tres meses...- Gimoteó.

-¡Santo dios! Taesung, amor, tienes que hacer esto cuanto antes, el bebé...

-¡Es mi bebé Minho!- Chilló. -No me pidas que me separe de él, no puedo.

Minho se heló al escuchar eso, ¿tan rápido se había encariñado Taesung con el bebé al grado de querer conservarlo? Sea como sea, no podía permitir que el chico hiciera las cosas mal, por ahora tenía que convencerlo de que entregara al niño a las autoridades, después descubriría qué tan real era ese cariño que decía tenerle al bebé.

-Taesung, lo entiendo. Pero, escucha por favor, si realmente quieres al bebé sabes que lo mejor es que lo entregues a las autoridades, de ese modo puedes hacer un procedimiento oficial en el que pidas poder hacerte cargo de él.

Taesung le miró, sintiendo como su labio inferior temblaba ante las palabras que escuchaba provenir de Minho. Sabía que él tenía razón, pero no quería separarse de Yoogeun. Le dolía el corazón ante la idea de arriesgarse a entregarlo y después no poder recuperarle.

-Es mi bebé, Minho...- Susurró, apretando al niño contra su pecho. -Él me necesita.

-Él necesita que hagas las cosas de manera correcta.- Le aseguró el mayor. -Por favor Tae, siempre has sido tan correcto ¿por qué no habrías de serlo ahora?

-Nunca he querido a alguien o a algo en esta vida como quiero a Yoogeun, Minho.- Taesung fue sincero, rogando con su mirada.

No pudo evitarlo, Minho sintió que su corazón se rompía un poco al escuchar esas palabras. ¿Estaría mal sentir celos de un bebé de tres meses? Obviamente Taesung estaba lo suficientemente apegado a ese niño, un apego que había dejado de tener hacia él.

-Sí...- Tragó saliva, tratando de bajar la pesada sensación de celos que tenía. -...en realidad amas a este bebé, harás lo correcto.- Afirmó. -Te conozco, eres derecho y noble. El amor que sientes por este niño debe de impulsarte a que quieras su bienestar, no tengas miedo.- ¿Por qué sentía que estaba condenándose al apoyar la idea de Taesung de hacer las cosas bien? Con dolor en su pecho continuó. -Estoy seguro que las cosas saldrán bien, por favor amor, haz lo correcto.

Taesung mordió el interior de su mejilla, controlando sus lágrimas. Minho tenía razón, lo sabía. Lo gracioso era que Jaehwan lo había tratado de convencer desde hace tiempo, pero sus palabras no se sentían con el mismo peso como las que Minho le estaba diciendo. Exhaló entrecortado buscando apoyar su frente en el hombro del hombre mayor.

-Tengo miedo de no poder ganar su custodia.- Suspiró. -O de no saber a qué orfanato lo mandarán y ya no poder encontrarle. Hay tantas cosas que podrían salir mal que...tan sólo...

-Es obvio que te importa, bebé.- Minho le acarició el rostro. -No creo que jamás le pierdas la pista. Va a estar bien, ya lo verás.

-Gracias Minho.- Taesung subió la mirada, esbozando una pequeña sonrisa. -Sabía que contaría con tu apoyo.- Entonces se inclinó, besándole en la mejilla.

Reprimió el comentario que quizo salir de sus labios. No lo podía entender aún, Taesung estaba cada vez más lejano a él, y ahora toda su atención se veía enfocada en el bebé que había encontrado hacía tres meses. Tres meses en que le pudo haber contado lo sucedido, pero no lo hizo. El chico le acaba de agradecer por apoyarlo, pero algo le dijo que tal vez Taesung no necesitaba precisamente de su apoyo. Tarde que temprano él haría lo correcto, no necesitaba de Minho para que se lo dijera. Tal vez, simplemente ya no necesitaba de Minho.

 

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Taesung jadeó, abriendo la puerta de su casa sin fijarse mucho quien iba detrás de él. Caminó hasta su sala, dejándose caer en el sofá. Se recostó, cubriendose el rostro con un cojín.

-Hey cariño, ¿estás bien?- Jaehwan había regresado con él, pero a Taesung no parecía importarle.

-Si...No. Estaré bien, supongo.- Gimió con la voz algo ronca, sentándose. -Sólo estoy cansado.

Jaehwan exhaló, dándole unas cuantas palmadas en la cabeza suavemente. Taesung realmente se veía debastado, y eso era bastante desconsolador.

-Todo va a estar bien cariño.- Le aseguró. -Ya has hablado con las autoridades, ellos harán lo que les corresponda. Yoogeunnie estará al cuidado de servicios infantiles, y cuando termine la investigación podrás apelar su custodia.

-Lo sé, es lo que me han dicho.- Taesung resolló. -Pero hasta entonces, siento que voy a asfixiarme en angustia. ¿Cómo estará Yoogeun? ¿Cuidarán bien de él? Sabe bien que Yoogeun batalla para dormir si no soy yo quien lo está arrullando y...

Jaehwan sonrió ante la enorme lista de cosas que Taesung creía necesarias para el cuidado de Yoogeun. Él definitivamente ya se había convertido en su padre. Sería demasiado cruel si la vida ahora se lo arrebataba. Pasó su brazo por los hombros del chico, consolándole.

-Tu padrino está haciendo todo lo posible por que las cosas vayan lo más rápido posible, confiemos en que todo está de nuestro lado para que Yoogeun vuelva a esta familia.- Le aseguró. -Además, cuando se sepa que el hijo del dueño de las empresas Jung y asociados está queriendo adoptar, te aseguro que los medios estarán de tu lado y ayudará a que Yoogeun se te sea entregado más fácilmente.

-Eso es algo que también me preocupa.- Taesung mordió su labio inferior. -No quiero que esto se convierta en un circo mediático. Me las he arreglado para vivir fuera de los medios, ¿por qué eStaituación no habría de ser igual?- Exhaló frustrado. -No quiero obtener la custodia de Yoogeun debido a influencias externas. Sólo quiero a mi hijo de vuelta, prometí ante la tumba de su madre que cuidaría de él y si pasara eso...No estaría cumpliendo con mi palabra.

-Cariño, el que estés aquí así de preocupado, es cumplir con tu palabra.- Le aseguró. -Recibir ayuda de vez en cuando no es malo, y tú nunca has usado las influencias de tu padre. Deberías apoyarte en él durante esta situación tan difícil.

Taesung suspiró, mirando a su amigo. Jaehwan realmente estaba tratando de hacerle sentir mejor. Sonrió un poco ante las palabras de aliento que aquel hombre le había dado.

-Entonces...ya que eres el novio de mi padre, ¿eso te haría el abuelo de Yoogeun?- Rio por lo bajo, liberando un poco del estrés que había cargado consigo desde el momento que llegó a la ciudad para entregar al bebé, como Minho le había dicho.

-No me molesta ser un abuelo joven, Sunggie ah.- Jaehwan rio, siguiéndole la corriente.

-Eso dice ahora, pero en cuanto tengamos a Yoogeun de regreso, la realización le sorprenderá.

Jaehwan negó, volviendo a reír.

-No me molesta ser un abuelo joven, Sung ah.- Reiteró. –Mi hermana, media hermana en realidad, es muchos años mayor que yo. Mi sobrino es sobrino nieto, así que estoy acostumbrado a ese hecho.- Explicó afablemente. –Tener a Yoogeun como nieto sólo me recordaría los momentos en mi lindo sobrino Sanghyuk aún era un bebé.

-¿Cuidas al hijo de tu sobrino?- Taesung preguntó sorprendido. -¿Qué edad tiene tu sobrino? Sobrino sobrino, no el niño a quien conozco.

-Él tiene 38 años.- Afirmó. -¿Sorprendente no? Crecimos con una relación más de primos que de tío y sobrino.

-Guau, si que todas las familias son diferentes.- Suspiró. –Sólo espero que pronto la mía esté completa.- Jadeó.

Jaehwan evitó mencionar que hasta hace tiempo Taesung ni siquiera estaba interesado en sentar cabeza. Y ahora pensaba en formar una familia. El hijo de Jung Taekwoon realmente había crecido para convertirse en un hombre de familia.

 

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Minho abrió la puerta, preocupándose un poco al ver a Taesung parado del otro lado. ¿Iban a empezar a verse de ese modo? Sólo de vez en cuando, cada que Taesung recordara verle. La tristeza en el rostro del chico añadió algo de preocupación a su malestar.

-¿Qué ocurre?- Preguntó, siendo sorprendido por el abrazo que el hombre menor le dio. -¿Tae? Bebé, qué ocurre.

-No me quieren dar a Yoogeun…- Gimoteó, hundiendo su rostro en el pecho del mayor.

Oh. Parte de la molestia que Minho sentía se evaporó instantáneamente. Envolvió en un abrazo a Taesung, arrastrándole dentro de su casa hasta llevarle al sofá donde solían acurrucarse.

-Oh bebé, a veces las cosas suceden porque tienen que suceder así.- Exhaló.

La mirada que Taesung le dio simplemente terminó de aguadarse hasta convertirse en lágrimas puras que se escurrieron prontamente por su cara. Soltó a Minho, haciéndose un ovillo en el lado contrario del sillón, cubriéndose el rostro mientras sollozaba.

-Amor no llores por favor, no era mi intención decir las cosas así.- Minho se aproximó, tratando de consolarle. No debió sorprenderse cuando el chico le alejó, negando con la cabeza. -Tae, bebé...- Le llamó, sin éxito.

 

 

 

 

 

 

-Ya estoy aquí, ¿para qué me necesitas?- Chaerin frunció el ceño al ser recibida por un bastante alterado Minho. Se le había hecho extraño el que le enviara un mensaje de texto en calidad de urgente pidiéndole que fuera a su casa. Aun así había ido.

-Lo lamento, no era mi intención...- Minho jadeó, halando a Chaerin dentro de su casa.

-¿Qué? Minho, no...- Se sorprendió al ver que al fondo, en un sofá, el chico Taesung se encontraba ensimismado. No. Estaba sollozando tranquilamente.

-No puedo hacer que deje de llorar.- Minho jadeó. -Realmente no era mi intención, no mido mis palabras pero...Pensé que tal vez tú podrías ayudar. Eres su madre después de todo.

Chaerin definitivamente le miraba perpleja. Asintió suavemente, caminando hasta la sala donde el chico se encontraba. Taesung no pareció darse cuenta de su presencia, y si lo hizo entonces no le dio importancia alguna. Se aclaró la garganta, sentándose a su lado, pensando en qué decir.

-Hey, Taesung ah.- Dijo suave. -Tenemos mucho tiempo sin vernos.- Con suaves palmadas en su cabeza le hizo subir el rostro. -¿Puedo saber qué va mal? Tal vez si me pones al corriente de la situación pueda ayudar.

Taesung resolló, mirándola. Asintió, rápidamente acomodándose sobre el hombro de ella para volver a llorar.

-Me quitaron a mi bebé.

-¿Ah?- Chaerin subió la mirada, interrogando a Minho con un gesto. El hombre sólo negó, sentándose en el sillón frente a ellos. -¿Tienes un bebé, cariño? No tenía idea, no he visto a Minho en un rato así que no me ha podido contar nada.

-Taesung encontró un bebé abandonado.- La voz de Minho no fue necesariamente alta, pero sí sonó por encima de los lloriqueos del hombre menor.

-Él era mi bebé.- Taesung se quejó. -Pero...Minho, él insistió en que lo llevara con las autoridades.- Sollozo.

-Bueno, Minho tenía razón, cariño.- Le pasó las manos por los hombros, en un pequeño abrazo. -Lo sabes, es parte del procedimiento.

-Pero ahora ellos no quieren devolvérmelo.- Chilló, cubriéndose el rostro con ambas manos. -Les pedí que me lo dieran, que yo lo cuidaría mientras la investigación termina. Pero dijeron que no. Porque el padre está vivo, y no lo quiere, es un caso complicado. Ellos prefirieron entregar a Yoogeun a una casa de acogida, que devolvérmelo a pesar de que lo he cuidado todo este tiempo.

Chaerin exhaló, entendiendo un poco la acongoja del chico.

-Ellos sólo están haciendo su trabajo Taesung ah. No es que quieran quitártelo apropósito, por ahora el niño debe de estar en terreno neutral y al cuidado de servicios infantiles.

-Minho dijo que las cosas pasan por alguna razón.- Sorbió un poco por la nariz, separándose de Chaerin. Mordió su labio inferior, sin querer mirando a Minho. -Él no cree que vaya a tener a Yoogeun de vuelta

-Minho es un idiota a veces.- A ella no le importó decirlo tan fuerte a pesar de que el nombrado estaba ahí; Minho a veces era un idiota. Le miró mal por un instante, antes de volver a enfocar su atención en su hijo. -Hey, cariño...- le tomó de las manos gentilmente -...si tu Yoogeun está en una casa de acogida, es muy probable que puedas pedir su adopción en un futuro.

-Minho tiene razón, no lo tendré de vuelta...- Taesung suspiró, negando con la cabeza. -Jamás me lo darán.

Con el ceño fruncido, Chaerin volteó a ver a Minho esperando que el hombre dijera algo pronto. Él no lo hizo.

-¿Por qué dices eso?- Chaerin consideró hablar seriamente con Minho acerca de su mala actitud ante la situación. ¿Qué carajos pasaba con él?

-Soy un hombre Chaerin, y soltero. Jamás le darán la custodia de un menor. ¿Qué pasaría si una pareja se interesa en él? Voy a perder, no volveré ver a mi hijo...

Minho miró hacia otro lado, sintiendo una punzada de dolor cuando escuchó a Taesung decir que se encontraba soltero. Sabía que el chico se refería en cuanto a lo legal. Ambos, técnicamente, eran solteros a pesar de estar juntos. Sin embargo, la manera en que Taesung lo había dicho fue demasiado esclarecedora: Jung Taesung estaba soltero, y él podía hacer lo que quisiera con su vida. Resopló, poniéndose de pie para empezar a dar vueltas alrededor de la sala.

-Taesung ah, no siempre es así. Debes de tener fe en que las cosas se arreglarán Todo tiene una solución.- Chaerin seguía dándole palabras de aliento. –Necesitas saber cómo está la situación, y tener un buen abogado, pero no es nada que…

Taesung alzó la cabeza, mirando a la mujer. Sí, tenía un buen abogado. Y aunque no quería llamar la atención de los medios, tal vez esa era la solución.

-Tengo que irme.- Exhaló, poniéndose en pie. –No puedo estar aquí, debo de seguir peleando por mi bebé.- Sentención determinadamente.

Le hizo una pequeña reverencia a Chaerin, girándose para salir de la habitación. Su mirada no pudo apartarse más allá de Minho. Había ido a su casa buscando consuelo, pero él hombro sólo le había dado un escenario demasiado realista y negro. ¿Cómo sentirse al respecto? Su corazón de cualquier modo le apremiaba por ir hacia él y abrazarle, necesitaba de su tacto. Se acercó a él, sin saber si debía de pedirle permiso o no para ser afectuoso. Desde hacía tiempo ese espacio se había instaurado entre ellos. Tal vez era inevitable, y su primer amor estaba llegando a su fin. No quería que pasara, pero lo inminente no se puede detener.

Colocó su mano en la mejilla del hombre, notando el ligero rastro de barba que tenía. Desde que lo conocía nunca lo había visto tan descuidado, o quizás era que el velo rosa con el que le miraba empezaba a caer. Aun así, al cerrar los ojos, deseaba porque todo tuviera arreglo. Nunca dejaría de desearlo.

-Cuando esta situación acabe, te llamaré.- Le prometió, saliendo de la habitación.

No llegó demasiado lejos, Minho le tomaba de la mano. Le haló, pegándolo contra su pecho y cubriéndole con sus brazos. Le abrazó con fuerza, como si no quisiera dejarle ir. No quería dejarle ir.

-Yo te llamaré todos los días, amor.- Minho aseguró.

Notas finales:

Como pueden ver...Minho no se tomó tan bien la noticia u.u Va a ser más explicado luego, así que aún hay camino por recorrer :[

 


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