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Ojos Bonitos -En Edición- por Ari_123_love

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Notas del capitulo:

¿Saben qué día es hoy???‘? ¡6 de Abril! 
En otras palabras, el cumpleaños número 4 de Ojos Bonitos???????????????????????????????????????? (lol, no sé si puedan ver los emojis que estoy poniendo, pero son de celebración xD )

¿Recuerdan cuando celebramos el primer cumpleaños? ¿O que llegué tardé para el segundo? e.e Incluso, juré que no habría otro, y henos aquí, en el cuarto ????Realmente prometo que no habrá un quinto cumpleaños. 

Así que, por este cumpleaños, habrá un pequeño maratón de Ojos Bonitos c: ♥

 

La llamada no pasó. Nunca pasaba.  Minho dejó de intentar, cuando su celular terminó sin batería, y en ningún momento pudo comunicarse con Taesung. Claramente tampoco recibió una llamada de él, nunca.

Lo que más había derribado a Minho fue que al principio podía escuchar aquel mensaje “el número que usted marco no está disponible o se encuentra fuera del área de servicio” cada vez que intentaba llamar. Hasta que un día simplemente dejó de escucharlo. Por más que lo intentaba, todas las llamadas eran descartadas, casi como si el número hubiese dejado de existir.

Pero eso no podía significar otra cosa, le quedaba claro: Taesung simplemente tenía demasiados contactos importantes que le ubicaban con ese número de celular, que no podía deshacerse de él y cambiarlo de la noche a la mañana. Así que lo único viable era que él hubiese bloqueado el número de Minho, para así no saber más.

En ese momento, a Minho le quedó claro que lo había perdido. No había cabida para duda alguna. Taesung no quería saber más de él. Así que dejó de querer saber sobre sí mismo. A partir de ahí, toda su vida entró en modo automático. De su casa, a la escuela, y de regreso a su casa. Se había desconectado del mundo por completo. Y por las noches, cuando tenía tiempo a solas con el silencio, y su mente, sólo le quedaba llorar. Llorar por lo que pudo ser, y no pasó.

 

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3 meses pasaron. En ese tiempo, la vida siguió adelante. Porque el tiempo no espera, ni perdona.

 

 

Minho miraba la pantalla de su laptop, sin realmente concentrarse. Debía de estar  haciendo el examen que aplicaría la semana siguiente, pero su mente no estaba totalmente ahí. Nunca lo estaba. Pero ahora era mucho más difícil. Soo An subió al sillón, tallando su cabeza al costado de Minho, antes de subirse al teclado de la laptop. El hombre sonrió levemente, rascando la cabeza de la gata.

-¿Se siente bien? ¿Eh? Te encanta que te mime Soo An.- Rio suavemente, terminando en una exhalación. -Eres mi única chica, ¿lo sabes?- Murmulló. Ella ronroneaba bajo el toque de Minho. Pero la atención de Minho seguía dispersa. -Eres lo único que me queda.- Terminó por susurrar, mirando a la nada. Tomó su celular despreocupadamente, revisando si no tenía algún pendiente, mientras seguía acariciando a su mascota.

No esperó que Soo An le mordiera como sucedió. Dio un respingo -en lo que Soo An se bajaba de su regazo-, con el que tumbó su laptop de sus piernas, y soltó su celular.

-Auch. Maldición.- Jadeó. Se revisó la mano. No había sido una mordida grave; ni siquiera había herida. Fue más bien el susto de algo inesperado. Se sobó un poco, luego mirando su laptop en el suelo. No parecía haberse dañado. La recogió con cuidado, dejándola a un costado de él.

Tomó su celular del suelo, dándose cuenta que de la manera tan abrupta en que lo había soltado, terminó abriendo su lista de contacto. Invariablemente navegó hasta aquél número que era incapaz de borrar. Le dolía verlo, pero no podía simplemente deshacerse de él.

Tal vez si intentaba una vez mas…¿Qué otra cosa podía suceder además de escuchar cómo ni siquiera le daba tono de llamada? Pero al menos, haciendo ese tonto intento, sentía que aún había alguna conexión por más estúpida que fuera.

Aguantó la respiración, marcando el botón de llamada. No esperaba nada, lo había dejado de hacer hacia tiempo. Su lengua se quedó pegada a la parte de atrás de su boca cuando escuchó el primer tono. Y entonces…

-Buenas tardes, ¿en qué le puedo ayudar?

A pesar del saludo formal, se notaba la poca atención que le había prestado al responder la llamada.

¿Pero cómo?

-Taesung…- Jadeó, con la voz trémula. Tenía miedo, pero el nombre del chico había rodado con tanta facilidad por sus labios.

El silencio se hizo presente, siendo obvio que provenía específicamente de un lado de la llamada.

-Yoogeun debió haberlo desbloqueado cuando tomó mi celular anoche.

Había sonado a lo lejos, como si Taesung se hubiese separado del celular para leer la pantalla. Obviamente esas palabras no estaban destinadas a que Minho las escuchara, pero lo hizo. Escuchó cómo no había sido intención de Taesung responder a su llamada, sino que simplemente había sucedido por equivocación.

El error de dejar un celular en las manos de un bebé.

-Antes de que cuelgues…- Se atrevió a hablar. Su voz ronca por el nudo de todos los sentimientos que tenía contenidos se cortaba ante la idea de que esta sería la última vez que jamás hablarían. -Déjame decirte que…lo siento.- Exhaló. -Siento haberte herido, y siento no haber podido comprender cómo te sentías. Sé que este es el adiós, y no puedo creer que será por teléfono…No debería ser así.- Ahogó un suspiro. -Pero si no hay nada más que pueda hacer, yo sólo quiero decirte que te amo.

El silencio se prolongó, entonces, entre ambos. Minho realmente esperaba a que Taesung dijera algo, aunque fuera su último adiós. Cuando pensó que eso no iba a suceder y tendría que terminar la llamada así sin más, un lento y bajo suspiro se escuchó del lado de Taesung.

-…Tienes razón, esto no debería de ser así. No es la manera correcta de hacer las cosas.- Concordó con que terminar por teléfono estaba mal. –Hay cosas que quiero, y debo decirte. Pero no lo haré por teléfono. No debe de ser así.- Con cada palabra que decía, se escuchaba la seriedad en su voz. No había esperanza ahí, era sólo un hecho.

-¿Me dejarás verte?- Minho preguntó, arriesgando un poco de su corazón con aquella pregunta.

¿Qué más podía hacer que anhelar?

-Sí.

No se necesitaron más palabras. De cualquier forma, tampoco se dijeron. Minho sintió que un poco de aquel yugo, que llevaba en su pecho, se desvanecía para permitirle respirar con un poco más de facilidad. Tenía una oportunidad. Volvería a ver a Jung Taesung.

Notas finales:

Capítulo 1 de 4 en este mini maratón cumpleañero :D 


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