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Ojos Bonitos -En Edición- por Ari_123_love

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Notas del capitulo:

La verdad es que me gusta hacer sufrir al 2min en esta historia ¯_(?)_/¯ No puedo evitarlo, simplemente esta historia nació para eso uwu 

Minho abrió la puerta del restaurante, dejando que pasaran primero. Taesung agachó un poco el rostro para no dejar ver el sonrojo que le invadió. Esto no debía ser tan agradable como lo era.

 

¿Por qué había accedido ir a comer con Minho?

 

Taesung se recordó que sólo había aceptado por que había notado la preocupación en Minho. Porque Minho seguía preocupándose por él, a pesar de como terminaron las cosas. El corazón de Taesung se alebrestó un poco, olvidando que debía doler debido a su separación.

 

-Disculpe, podría traernos un jugo de naranja y un poco de azúcar.- Minho le pidió a un mesero antes de buscar una mesa disponible. En cuanto tomaron asiento, el mesero dejó el jugo junto con los menús. Minho rápidamente tomó el jugo y le agregó dos sobres de azúcar, agitándolo un poco. –Toma, estás algo pálido.- Le extendió el vaso con jugo, un poco apenado. –Ayudará con tu agitación.

 

Taesung sonrió un poco, estirando su mano para tomar el vaso. Sus dedos se rozaron una fracción de segundo, provocando que ambos se miraran directamente. Era como volver al inicio, pero de una manera un poco cruel. Taesung se llevó el vaso a sus labios, tomando un poco del jugo frío. Era lo que necesitaba. Definitivamente se sintió mejor cuando el sabor dulzón y ácido tocó su lengua, dejando que el frío líquido se deslizara por su garganta. Las palpitaciones en su pecho disminuyeron un poco, regresándole la cordura al cuerpo.

 

-Ahhh.- Yoogeun intentó tomar el vaso de las manos de Taesung

 

-Oh, ¿quieres cariño?- Taesung rio, acercando el vaso a la boca del bebé. Lo empinó un poco, dejando que las manos de Yoogeun se pusieran sobre la suya, fingiendo que tomaba el vaso por si mismo mientras daba cortitos sorbos del jugo. –Sabe bien, ¿verdad? La naranja es rica, ¿puedes decir naranja?- Preguntó, animándole a que tratara de decir tal palabra. –Naranja.

 

-Am am.- El bebé pronunció, abriendo y cerrando sus mano hacia lo que parecía ser el plato de comida en la mesa de enfrente.

 

-Pedí demasiado ¿cierto?- Taesung exhaló. –Nunca quieres hablar cuando estás conmigo. Empiezo a creer que algo estoy haciendo mal.

 

Minho miró con sorpresa la interacción entre Taesung y el niño. A pesar de que era un bebé, le prestaba atención a Taesung mientras él le hablaba. Tenía muchos años sin estudiar algo con respecto a los niños pequeños, así que realmente no recordaba las etapas de la niñez, o el desarrollo correcto de un bebé.

 

-¿Debería ya de hablar?- Se atrevió a preguntar, interrumpiendo el lamento del chico.

 

-Debería poder decir papá al menos, pero este jovencito se niega.- Picó el vientre de Yoogeun, haciéndole reír. –Puede decir monosílabas, pero no creo que sea capaz de relacionarlos. Aun así, le gusta conversar mucho. Me ha relatado lo mucho que le gusta ver caricaturas.

 

-Oh ¿en serio?- Minho rio. –No sabía que los bebés hablaran tanto.

 

-Hay unos que lo adoran. Otros no tanto. Yoogeunnie es un periquito.- Exhaló. -Es un niño precioso.

 

Minho observó el amor con el que Taesung hablaba y miraba a Yoogeun. Amor genuino. Recordó que alguna vez, siendo Taemin, el chico había corrido a tomar en brazos al bebé de su maestra. Taemin se veía tan feliz aquella vez, provocando que Minho sólo pudiese soñar. No lo había notado entonces, pero Taemin tal vez soñaba con una familia en ese entonces. Tampoco lo había notado con Taesung, debido al modo de vida tan itinerante del chico. Tanto Taemin, como Taesung, ambos querían una familia. Y Taesung ya la había conseguido. Sintió que algo pesado se hundía en su estómago al darse cuenta de lo excluido que estaba. Tal vez Taesung había tomado la decisión por si mismo, pero él había sido quien no aceptó ser parte de esa familia al negarse a la idea de Yoogeun.

 

-Taesung, yo…

 

-Disculpe,- una mesera les interrumpió -¿le gustaría que le trajera una silla para niños?

 

-Por favor, me encantaría.- Taesung asintió, cambiando de pierna donde tenía sentado a Yoogeun.  La mesera no tardó, ayudando a Taesung a pasar al niño a la silla y abrochándole el cintillo. -Gracias.

 

-¿Les gustaría ordenar ahora?

 

Minho frunció los labios. Ni siquiera había visto su menú. No tenía hambre, sólo quería poder aprovechar este momento con Taesung. Pero el chico debía de comer algo, e incluso Yoogeun se notaba algo ansioso al ver que otras personas estaban comiendo.

 

Después de ordenar, y que la mesera se fuera, un silencio algo incómodo se instauró entre ambos. ¿Qué se puede decir en una situación como esta?

 

-¿Qué libro compraste?- Taesung dio el primer paso, mirando por encima de la mesa a la bolsa que Minho traía con él.

 

-Sólo un nuevo libro de historia.- Le restó importancia.

 

-Por supuesto, siempre has amado la historia.- Sonrió. -¿Lo usarás en la escuela?

 

-Ese era el plan.- Admitió. -Obtener datos nuevos para mis clases…Tal vez poner un examen sorpresa.- Rio.

 

-Oh eres tan malvado con tus alumnos.- Taesung exhaló fingidamente. -Me sorprende que sigan saliendo datos nuevos de hechos pasados.

 

-Así es la historia, cuando crees que la sabes…Descubres algo nuevo.- Entonces Minho miró al chico, sabiendo que jamás terminaría de conocerlo. Seguía descubriendo aspectos de Taemin, que ya no existía, entonces ¿cómo pudo llegar a creer que sabía lo más mínimo de Taesung cuando él era totalmente diferente?

 

-Minho…- Taesung exhaló, queriendo decir algo.

 

Nuevamente fueron interrumpidos, ahora por la llegada de sus comidas. Taesung apretó los labios, aguantando las ganas de decir lo que pensaba.

 

-Vamos cariño, es hora de comer.- Tomó el plato de fideos que había pedido, primero probando el caldo para asegurarse que no estuviera condimentado de más. También cortó en trozos pequeños los fideos, para que Yoogeun no batallara al comerlos. La dentición realmente era un dolor de cabeza. Yoogeun sólo tenía dos dientitos; con el primero había estado tan irritable, y con el segundo descubrió la diversión de morder todo lo que le rodeaba.

 

Sorbitos de caldo de sopa y pequeños trozos de fideo fue lo que el bebé comió hasta sentirse lleno y empezar a rechazar lo que Taesung le estaba dando. No había sido mucho lo que se comió del enorme plato de fideos, así que Taesung comió el resto sin prisa alguna. Minho observó todo, sin decir nada. Taesung estaba tan compenetrado en la paternidad, que no había duda alguna que él era el padre de Yoogeun, siendo una pequeña familia monoparental.

 

-¿Siempre le compartes de tu comida?- Minho se atrevió a preguntar. No se cansaba de preguntar, era distinto, poder verle en esta de su vida.

 

-Normalmente le preparo papilla, es raro que le de papilla comprada. Ahora que estamos de viaje, es lo que le he estado dando.- Torció la boca, no muy conforme de eso. -No pensaba tardarme tanto en la librería, iba a regresar para comer en el hotel.- Suspiró. -Tampoco es como que me quite mucho del plato.- Rio. -Es un niño sano, pero su estómago sigue siendo pequeño. Le gusta la sopa, y los fideos lo llenan rápido…- ¿Qué más decir? Las pequeñas pláticas siempre llevaban a silencio.

 

El silencio de hecho les ayudó a pensar, cada uno por su lado, descubriendo cosas que quizás antes habían estado demasiado dolidos y ciegos para entender que estaban ahí.

 

Cuando no hubo más que hacer o decir, Minho pidió la cuenta. Hubiese pagado toda la cuenta, si Taesung no hubiese puesto su parte del dinero en cuanto el recibo llegó. Eso sólo hizo que Minho sonriera, recordando lo muy obstinado que Taesung siempre era.

 

-Yo…te pediré un taxi.- Minho masculló en cuanto salieron del restaurante, por el simple hecho de que se lo había prometido. Cumpliría con su palabra aunque se sintiera tan mal el dejarle ir así sin más.

 

-Gracias.- Fue una respuesta algo seca de parte de Taesung, pero el chico ya se había resuelto a que quizás alejándose lo más rápido posible, todo sería mucho más fácil.

 

Minho alzó la mano, esperando poder parar un taxi. En cuanto uno vio su seña, se acercó a donde estaban parados. Ahora todo terminaría, llegaría a su fin.

 

Se miraron por un segundo, que se sintió eterno. Entonces Minho bajó la mirada, dispuesto a dar marcha atrás y dejarle ir.

 

Pero no lo hizo.

 

-Taesung ah.- Le llamó un instante antes de que el chico se subiera al auto. Le tomó por el rostro, besándole con fuerza y profundidad. No podía dejarle ir. No quería hacerlo. No cuando había visto que todavía tenía tantas cosas nuevas que descubrir de él. Le tomó mucho esfuerzo el terminar el beso, pero debía explicarse. -Lo siento, no puedo.- Jadeó. -Si te dejo ir, sería la mayor estupidez en mi vida. No importaría nada más en mi vida. Yo soy tan feliz contigo, me siento en paz cuando estás a mi lado. Tú, y sólo tú. Hay tanto de ti que quiero saber, descubrir, que me siento un total inepto por no haberlo descubierto aún.- Le besó nuevamente, esta vez un poco más corto.

 

-Minho…- Taesung suspiró al separarse. -No podemos, no está bien.

 

-¿Cómo puede estar mal si se siente tan correcto?- Insistió, pegando su frente con la del menor. -Puedo ver que estás sufriendo tanto como yo. Sí, fui un idiota, me he equivocado miles de veces a lo largo de nuestra relación. Siempre pruebas que estoy equivocado.- Rio. -Déjame probarte que me equivoqué, corregir mi error. Podemos empezar algo nuevo.

 

-Necesitamos tiempo, Minho.- Exhaló, alejándose del hombre alto. -Necesitamos pasar un tiempo separados. Sin que haya una relación de por medio.- Bajó la mirada, notando que Minho había tomado su mano libre y envuelto firmemente entre las de él. -Estábamos asfixiándonos el uno al otro.

 

-Puedo darte tiempo, pero no te dejaré ir.- Prometió. -No cuando te hallé entre tantas personas. A ti, Jung Taesung. Te quiero, y te amo. Daré mi mejor esfuerzo para que esto funcione.

 

-Yo también te amo, Minho.- Taesung gimió. -Te amo, por eso quiero que estemos bien antes de poder iniciar algo nuevo.

Notas finales:

Pero así como me gusta hacerles sufrir, también me gusta verlos juntos ♥ 

Capítulo 4 de 4 :D 

Gracias por celebrar el cumpleaños de esta historia que amo tanto conmigo.


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