TULIPANES:
Severus Snape en un principio no sabía cómo actuar ¿Qué hacer? ¿Decirle a Dumbledore lo que el señor oscuro planeaba? ¿Decirle que él estaba embarazado? ¿Y que ese niño que aún no nacía era la razón por la que el lord deseaba rendirse pero a su manera? “estas loco, sabes lo que haría el viejo con esa información, acaso sabes lo que le haría a esa familia, Severus yo te respeto y te tengo en alta estima eres un gran amigo y el padrino de mi hijo, pero si planeas no seguir las reglas que él estableció me temo que no podré seguirte” si, Lucius había sido muy claro y tenía la razón lo convenció totalmente “No sé quién sea la pareja del lord, mentiría si dijera que no me interesa pero… vamos amigo ponte en su lugar ¿te gustaría que alguien que no te quiere le dijera tu enemigo mortal información valiosa tuya y como consecuencia ese enemigo te apartase de Azul y te arrebatase a Calíope en cuanto nazca?” y baya razón Snape recordó perfectamente que casi había pegado el grito al cielo ante la sola idea de que alguien le hiciere algo tan bajo y que como consecuencia perdiera a su pareja y la pequeña hija que este estaba por darle se estremeció y comprendió a que se refería su amigo, si el director supiese esa información lo primero que aria es esperar a que el niño nazca y quitárselo sin importarle los sentimientos de los padres ni que el pequeño sufriera por la separación así que decidió dar todo de sí para que el señor tenebroso saliera ileso de la pelea y darle la oportunidad de ser feliz al lado del pequeño que reposa en su vientre.
Luces multicolores volaban por doquier.
-¡DIFINDO!- una herida de considerable tamaño se abrió en la túnica del señor tenebroso pero no llego a tocarle la piel, a su lado Bellatrix cayó fulminada por un hechizo de Molly Wesley pero él no se permitió desconcentrarse de su pelea, le había ordenado a sus mortifagos que no atacaran a matar solo aturdir, ya lavaban cerca de hora y media peleando y entonces el seños tenebroso comenzó a murmurar un hechizo muy complicado de forma disimulada, sintió un leve mareo que le obligó a cerrar los ojos y al segundo después al abrirlos se encontró a una distancia considerable del campo de batalla desde donde veía a su recién adquirida copia mágica exacta excepto por su vientre y sus características faciales peleando con el anciano director quien fue desarmado y arrojado al suelo, nadie se enteró de que no era el real, el verdadero Voldemort encontró que ese era el momento oportuno y procedió a darle a su mortifago ejecutor su señal.
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Lucius Malfoy que se encontraba peleando con James Potter, sintió un leve escozor en su marca y supo que había llegado la hora de actuar, el señor oscuro y su bebé ya estaban a salvo era tiempo de “matar” a lord Voldemort, el rubio le asintió a Severus imperceptiblemente y recibió un gesto similar a cambio.
En el momento justo en que el director fue arrojado al suelo la batalla se detuvo, todas las personas se quedaron mirando a el par para ver que sucedía, más solamente Snape, Malfoy y el mismo lord sabían la verdad.
-Hasta aquí llegaste viejo chocho, Lucius termínalo no vale la pena para matarlo yo mismo- dijo el “lord”.
Malfoy se acercó al caído levanto y la varita- AVADA KEDAVRA- pronuncio, pero en el último momento se volteó y dirigió el hechizo asesino a su “señor”, el cadáver del señor oscuro se desplomo sin vida en el suelo.
En un principio todos se quedaron cayados pero pasados unos minutos los mortifagos salieron huyendo siendo perseguidos enseguida por los aurores.
Malfoy y Snape se apresuraron a ayudar al director.
Y así el mundo mágico se sumergió en una gran felicidad por la victoria.
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Las cosas cambiaron para bien, todos estaban muy felices y no mucho tiempo después las clases se reanudaron en Hogwarts.
Era uno de esos días tan solo un mes después de la culminación de la guerra en la clase de pociones se encontraba Snape riñendo a los leones como siempre, un hombre embarazado cuyo vientre puntiagudo parecía a punto de estallar ingreso por la puerta luego de estar más de diez minutos tocando sin recibir respuesta, llevaba una canasta de mimbre repleta de ingredientes varios seguramente para las reservas del profesor quien en ese momento estaba bajándole puntos a los leones de espaldas a él.
Snape se dio la vuelta luego de que escucho como la abrían y cerraban y levanto la voz sin siquiera fijarse quien era- ES QUE NO PUEDES ESPERAR A QUE TENGA ALGO DE TIEM…- Severus palideció al reconocer esa cabellera blanca (antes castaña) y esos de ojos negros (antes verdes) que rugían de furia, ¡le había gritado al mismísimo lord Voldemort en su propia cara!
Ancelle (Voldemort) estaba furioso pero sabía que no podía cruciar a Severus delante de todo el alumnado así que batió si varita en el aire e hizo aparecer una enorme olla de hierro a considerable altura por sobre la cabeza de Snape y la dejo caer de trasero, Snape se precipitó al suelo con la olla de sombrero, los alumnos se contuvieron para no reírse a carcajadas, el hombre se levantó del suelo con cierta dificultad, con los ojos bizcos y dando tumbos.
-Eres un tonto, el hecho de que seas mi hermano mayor no te da derecho a gritarme, se más amable la próxima si quieres que te haga el trabajo de traerte tus ingredientes, y la próxima vez le agrego salsa extra picante- dijo con aire de ofendido dándose media vuelta para irse de ahí.
-Espera, Ancelle yo… sobre el tapiz…- trato de decir.
Ancelle (Voldemort) frunció el ceño y lo interrumpió- Ahh, de modo que te interesa más esa cosa que yo, pues bien ya lo hice por ti así que no te preocupes por nada- dijo antes de cerrar la puerta de un sonoro portazo, el profesor Snape se cayó al piso otra vez.
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James Potter estaba en la enfermería del colegio durmiendo cuando una voz suave lo despertó a medias, en su última clase tuvo un accidente con sus estudiantes.
-¿Hola?- Ancelle (Voldemort) entro a la enfermería con otro cesto de mimbre muy parecido al que le había llevado a su “hermano mayor” a su case solo que este estaba lleno de pociones curativas para la reserva, la enfermera no estaba a la vista así que ingreso y las acomodó do en las estanterías el mismo, en eso vio una cama que estaba ocupada por un hombre y sin saber r se acercó a él, su cabello era de color negro muy desordenado, su piel blanca ligeramente tostada, tenía los ojos cafés abiertos a medias y la cabeza un poco incorporada mirándolo con interés. El hombre levanto una de sus grandes manos lentamente hasta posarla en la mejilla de Ancelle, y entonces abrió sus ojos como platos y trato de apartar la mano de la piel del muchacho paro no pudo, Voldemort recordó que estaba embarazado y que su hijo le arrebataba magia a los hombres cada vez que lo tocaban, en especial a los que lo tocaban en la piel directamente y comprendió porque el hombre lo miraba con los ojos desenfocados ¡su bebé le estaba robando magia!, sentía la palma caliente del hombre y a través de ella la corriente mágica de la que se alimentaba su hijo, finalmente no lo soporto más y de desmayo, solo entonces la mano del hombre se desprendió de su mejilla.
Voldemort se apartó de él asustado, sabía perfectamente que su bebé se alimentaba de su magia y también de la de otros hombres pero que esta no sería suficiente para mantenerlo activo por mucho tiempo, su pequeño necesitaba la magia de su otro padre para desarrollarse correctamente o bien tomar de la de otro hombre pero en mayor cantidad, que si en algún momento antes de nacer se encontraba en con la magia de su otro padre tomaría le robaría tanta magia que lo dejaría indispuesto por varios días, el hombre en esa cama estaba pálido e inconsciente después de la perdida de magia que tuvo, su pequeño hijo había actuado como un vampiro sediento con la magia de él es más estaba muy inquieto en su vientre se movía insistentemente hacia adelante buscando que la piel del vientre donde crecía tomara contacto con el hombre para seguir chupándoselo, ello solo significaba una cosa ese hombre era el tipo con que se había acostado aquella noche atrás a quien en algún momento quiso cruciar por tocarlo.
Paso sus manos por el vientre para tratar de calmarlo, pero era inútil él lo sabía perfectamente, el niño no se quedaría quieto hasta obtener la dosis de magia completa necesaria de su padre, se recostó sobre él sin tocarlo y unió sus labios en un beso tierno, la respuesta fue rápida y el gemido lastimero dentro del beso le confirmo que él también lo sintió y que le estaba resultando incómodo y doloroso, cuando sintió que su hijo estaba satisfecho rompió el beso y lo miro con superioridad “te lo mereces por tocarme” pensó y salió de la enfermería rumbo a su casa.
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James Potter se había divorciado no mucho después de aquel día pero había mantenido la razón de la ruptura en secreto para no perjudicar a Lily, era una ramera pero ese no era su problema ya no.
Desde que dejo al muchacho en aquel hotel no podía parar de pensar en él, quería poseerlo de nuevo solo pensar en lo que había pasado lo hacía ponerse duro, lo peor… no sabía quién era pero no se rendiría algún día lo encontraría y lo haría suyo, sería su nuevo esposo y esperaba que él lo aceptara daría lo mejor de sí para encontrarlo y enamorarlo.
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-Uhh, uhh, ahh mmmmmpppp- eran los pujidos del ex señor tenebroso en su habitación de la casa que compartía con Snape, el cual en estos momentos se esforzaba por no mostrar el dolor que sentía en su mano, un crujido en la misma le informo que su paciente le había roto uno de sus dedos, no pudo contener un grito ahogado de dolor.
Malfoy quien en ese momento se encontraba entre las piernas de su ex señor lo animaba a seguir- un poco solo un poco más ya está coronando- dijo agitado al ver una cosita peludita que se abría paso entre las piernas de su padre quien solo pujaba sin gritar y estrangulaba la mano de Snape- un poco más señor, ya están saliendo los hombros- dijo un poco nervioso pues Voldemort lo miraba como si quisiera matarlo con la mirada, otro crujido hizo a Snape gritar fuerte y el bebé termino de salir, lo que hizo que Snape suspirara de alivio- me lo llevare para limpiarlo- informo antes de salir con el infante lloroso entre sus brazos.
Ancelle (Voldemort) se sentó con elegancia en la cama antes de soltar finalmente la mano maltrecha del pocionista.
-Ahora fuera de aquí, tomare un baño y dile a Lucius que quiero a mi hijo aquí en media hora- el e mortifago asintió y salió rápido de allí yendo a buscar a su compañero, tan rápido como se fue Ancelle se permitió exteriorizar lo que sentía y así cojeando se fue a su cuarto de baño.
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-Así que James Potter, ese bastardo me la debe ya veré como me la voy a cobrar- decía el señor tenebroso viendo la carpeta con la información del otro padre de su hijo que le consiguió Snape, había disfrutado mucho el sexo con él pero eso era algo que no iba a admitir jamás, su pequeño hijo era muy parecido a él tenía el mismo pelo enmarañado e igual de negro, la piel se parecía más a la suya era blanco y tenía sus ojos verdes como los suyos, tenía que admitirlo su hijo era hermoso y gran parte de esa belleza venia de su otro padre, era muy afortunado de tenerlo, al final si hubo un niño que lo derroto, su hijo su llegada lo había echo replantearse lo que estaba haciendo con su vida y lo derroto al hacer que lo dejara todo por él, si hubo tal niño solo que lo derroto de una forma que a él nunca se le había pasado por la cabeza y estaba feliz con ello.
- Quiero hacer sufrir un poco a tu padre ¿tú que crees Harry estás de acuerdo?- dijo mirando los ojos verdes de su hijo, el pequeño estaba chupando el pezón expuesto de su papá cuando lo escucho hablar lo miro con curiosidad antes de que una sonrisa se formara en su sonrojado rostro haciendo resaltar los hoyuelos en sus sonrojadas mejillas, no entendía a lo que se refería pero a su parecer sería divertido.
Con un paño blanco el ex señor tenebroso le limpio el bigote de leche a su niño antes de acostarlo en su cunita para que durmiera un rato, su niño era muy tranquilo, lloraba muy poco solo cuando necesitaba algo, muy distinto a Draco el hijo de Lucius cinco meses mayor que Harry era un llorón de primera o Calíope la hija de Snape una semana mayor que Harry ella era muy traviesa y mimada le gustaba que su padre Sirius Black a quien Snape apodaba Azul la llevara alzada todo el tiempo, al menos el pequeño Draco no le daba esa clase problemas a Remus su otro padre, ahora que lo pensaba cuando Lucius estaba embarazado no le había querido decir quién era el padre de la criatura, únicamente le dijo que no era importante y él no se esforzó por seguir con las preguntas, ahora no podía juzgarlo por parirle el hijo a un auror pues él estaba igual, en cuanto a Severus y Sirius ni en sus más retorcidos sueños pensó en que esta pareja dispareja podría coexistir pero bueno dicen que del odio al amor solo hay un paso quien lo diría.
-Mejor mojar los tulipanes- dijo para tomar una regadera y regar las flores en su pequeño balcón.
-Potter prepárate tu hijo y yo seremos tu peor pesadilla- dijo Voldemort soltando una risotada malvada que le erizo los bellos del cuerpo a los vecinos.
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James estaba cocinando un pastel de carne cuando sintió un escalofrió terrorífico en la espalda- ¿Qué fue eso?- se dijo a si mismo mirando a todas partes- debió ser el viento- dijo para continuar con su trabajo.