POV – Jiwon.
No estaba seguro si había despertado muy temprano aquella mañana o simplemente no había dormido en toda la noche, la verdad era que me sentía horrible, no tenía ganas ni de respirar. Me levanté de la cama con extremo cuidado para no despertar a Junhwe, fui a la cocina y tomé un poco de agua, mi garganta estaba seca y sentía que las paredes de mi departamento me aprisionaban. No podía olvidar lo que pasó la noche anterior, la imagen de Hanbin aparecía en todos lados, imaginaba su delgada silueta frente a mí, sus ojos mirándome fijamente, sus labios de un color rosa pálido y su voz, sobretodo imaginaba su voz, la tenía demasiado grabada en mí cabeza. Sentí unas ganas impresionantes de ir a buscarle pero, ya bastante perturbada tenía la consciencia, me sentía un imbécil por estar metido en esa estúpida situación – No voy a dejar a Junhwe solo porque Hanbin ha vuelto – me repetí un millón de veces aquellas palabras pero cada vez estaba menos seguro de eso, me quedaba más que claro que Hanbin se fue, que no le importó una mierda que le supliqué para que se quedara pero, al mismo tiempo, me preguntaba por qué diablos nunca fui a buscarlo, debí haber ido hasta Tokio y traerlo a la fuerza de ser necesario – Fuiste un cobarde, Jiwon – me recriminé. Me odiaba a mí mismo por enrollar a Junhwe en aquella situación y la culpa por haberle mentido me estaba matando, lo único que había recibido de Junhwe eran cosas buenas -ignorando que al principio me trataba de la peor manera- Hanbin y yo probablemente merecíamos estar en aquella situación pero definitivamente, él no lo merecía.
Decidí que mantener mi mente ocupada en los negocios de mi padre, era la mejor –y única- opción que tenía para dejar de pensar en todo ese lío en que estaba metido, encendí el computador y me centré por completo en el trabajo, tenía demasiado que leer y para mi sorpresa, me enganché por completo en la lectura, las ideas vinieron a mí como por arte de magia, cuando me di cuenta ya había escrito diez páginas de “Recomendaciones y ajustes”, hice las correcciones necesarias y una vez que me sentí satisfecho, envié el documento al correo electrónico de mi padre. “Excelente. – KJW” fue la respuesta que recibí, apagué mi portátil y llamé a servicio al cuarto para pedir el desayuno, no era fan de la cafetería del hotel pero, cualquier cosa era mejor que dejar a Junhwe cocinar.
- Buenos días – se sentó a mi lado en el sofá y descansó su cabeza en mi hombro.
- ¿Buenos días? Es casi la una – comenté divertido.
- Me sentía muy cansado – replicó.
- Te estoy esperando para que prepares el almuerzo – bromeé.
- No quiero cocinar – hizo un pequeño berrinche y frunció el ceño, yo solo me limité a reír.
- ¿Quieres bajar a la cafetería? – pregunté.
- Por favor – dijo con un tono meloso mientras me abrazaba.
Junhwe daba la impresión de ser una persona valiente y de espíritu inquebrantable pero, en realidad era muy frágil y sensible, recordé cuanto me dolió verlo llorando por mi culpa y me sentí incapaz de abandonarlo, ¿Cómo podría hacerle eso?
POV – Chanwoo.
Mis padres accedieron sin mucho problema a mi viaje con Yunhyeong pero lejos de tranquilizarme, mis nervios empeoraron, estuve durante horas decidiendo que ropa debía llevar y pensando en que haría cuando llegara el momento de tener mi primera vez, estaba seguro que quería hacerlo, no estaba seguro de cómo hacerlo. Coloqué el cerrojo en mi habitación y corrí hasta el computador: Browser > Porn > Search. Me sorprendió la cantidad de páginas web que resultaron de la búsqueda, no lo pensé mucho e hice click en la primera de la lista, nuevamente me topé con que había cientos y cientos de videos así que elegí uno al azar, daba igual cual eligiera, ¿cierto?. No había visto ni cinco minutos del video cuando cerré el computador, debí haber elegido un video equivocado porque era demasiado… ¿fuerte? Decidí que debía dejar que las cosas pasaran como tuvieran que pasar, además, Yunhyeong no dejaría que mi primera vez fuera un mal recuerdo, de eso estaba seguro.
Desperté muy temprano y bajé a preparar el desayuno para mis padres, no solo para agradecerles, también para recordarles lo mucho que los amaba, me pidieron que tuviera cuidado mientras estuviera en Busan, era la primera vez que salía de la ciudad sin ellos así que estaban un poco quisquillosos por eso, les aseguré que Yunhyeong cuidaría de mí, que no tenían de que preocuparse. Mamá me ofreció darme algo de dinero para comprar ropa de playa pero me negué, desde que conseguí mi primer empleo –dos años atrás- comencé a ahorrar dinero para ese tipo de ocasiones.
Después de lavar la loza y limpiar la cocina, salí de casa y caminé hasta llegar a casa de Hanbin, realmente tenía que pintar esa fachada, las demás casas del vecindario eran todas coloridas y alegres mientras que en la casa frente a mí, los colores estaban opacos y sin vida, cualquiera se deprimiría viviendo en un lugar así, pensé.
- Chanwoo – me sorprendí al verlo parado frente a mí con un enorme sonrisa, no es que no me alegrara de verlo sonriendo pero era algo muy raro, como si nada hubiera pasado un día antes, como si nada de su pasado fuera real.
- Estás mejor – dije devolviéndole la sonrisa.
- No puedo estar triste toda la vida – respondió y sentí un gran alivio, mientras caminábamos, le comenté que iría a Busan con Yunhyeong y le pedí que me acompañara a comprar ropa, bloqueador solar y todas esas cosas, dijo que con gusto podíamos ir esa tarde. Omití el detalle que involucraba a Jiwon, se le veía tan feliz esa mañana, no sería yo quien lo arruinara.
Realmente hacíamos un buen equipo, la cafetería estaba impecable y lista para abrir sus puertas cuando aún faltaban veinte minutos para eso, incluso tuve tiempo de enseñarle a Hanbin como se preparaban algunos postres. Mientras nos encargábamos de nuestras obligaciones, Hanbin me dijo que quería estudiar Relaciones Internacionales y pensé que no parecía una persona que quisiera estudiar aquello, también recordé que Junhwe comentó alguna vez que aplicaría examen para esa carrera y por un momento me alarmé al pensar en ellos dos sentados en el mismo salón de clases, Eso no terminaría nada bien, dije internamente. Había una diferencia casi abismal entre el Hanbin del día anterior y el Hanbin que tenía frente a mí en ese instante, en primera porque parecía tener demasiado que decir, como si estuviera emocionado por algo, en segunda porque no dejaba de sonreír. Me había quedado muy preocupado por él, incluso pensé que dejarlo solo todo un fin de semana no era buena idea pero me tranquilizaba demasiado ya no ver tanta tristeza reflejada en sus ojos.
- ¿Qué hiciste qué? – preguntó escandalizado y divertido al mismo tiempo.
- Todavía estoy muy apenado – cubrí mi rostro con mis manos y el comenzó a reír.
- Mi inocente Chanu – dijo mientras me abrazaba y besaba mi frente – Verás que cuando llegue el momento, sabrás que hacer – me sentía realmente agradecido por tener a Hanbin en mi vida, tenía amigos de muchos años atrás y con ninguno me sentía tan seguro como con él, le había tomado mucho cariño y sabía que el sentimiento era mutuo.
POV – Junhwe.
En cuanto Jiwon se metió a la ducha, corrí a la sala a buscar su móvil, me sentía como la típica esposa que sospecha que su marido la engaña y se pone paranoica por todo, revisé sus mensajes, sus llamadas, sus emails, busqué en cada una de sus redes sociales y no había nada, estaba limpio. Pensé en revisar su portátil pero, solo lo usaba para trabajar así que ahí tampoco encontraría nada, me senté en el sofá sintiendo una enorme frustración, Jiwon me estaba ocultando algo, estaba seguro que no eran solo ideas mías. Cuando terminó de bañarse, yo ya estaba recostado en la cama otra vez, jugando con mi móvil y pretendiendo que nada había pasado, en mi mente repasaba a las últimas personas que había conocido Jiwon, ninguna me parecía alguien de quien debiera preocuparme y eso me irritaba más, si me estaba engañando, lo mínimo que esperaba era que fuera con alguien mejor que yo.
- ¿Le avisaste a mamá que estamos yendo hoy? – sus palabras me sacaron de mi ensimismamiento.
- Prometió preparar tu comida favorita – Jiwon estaba sentado al borde la cama, me acerqué y lo abracé por la espalda, comencé a besar su nuca mientras lo observaba por el espejo que había frente a nosotros, con mis manos recorrí desde su pecho hasta su perfecto abdomen, me encantaba su cuerpo, más de lo que admitía.
- Un beso más y no salimos del departamento – advirtió con una sonrisa maliciosa en su rostro.
Apenas entramos a casa de mi madre –que raro decir “casa de mi madre”- me abrazó como si no me hubiera visto en años, de igual forma lo hizo con Jiwon. Me remonté tres años atrás cuando lo llevé por primera vez a esa casa, él se robó el corazón de mi madre con su sentido del humor mientras que ella lo enamoró con su deliciosa comida. La relación de mi novio y su suegra, era un millón de veces mejor que su relación con la mujer que le dio la vida, de ahí que la llamara “Mamá”. La dama que nos acompañaba en la mesa, siempre tenía quejas sobre su empleo, sus jefes, sus compañeros de oficina, la ubicación de su cubículo, lo lejos que quedaba de casa, nada parecía satisfacerla.
- Te quejas mucho – le dije.
- ¿A quién me recuerda? – claramente se refería a mí así que lo golpeé en el brazo.
Jiwon había ofrecido varias veces encargarse de los gastos de mi madre para que dejara de trabajar pero, ella se negaba rotundamente, también había propuesto darle un mejor empleo en alguna de las empresas de su padre pero, a mamá no le parecía buena idea, “Voy a sentir que me están pagando solo por ser la suegra del hijo del dueño”, decía.
- Al menos acepta que envíe alguien para que te lleve al trabajo – dijo Jiwon y después de mucho discutirlo, accedió -no le dejamos otra alternativa-.
Los dejé solos un momento y subí a mi habitación a “buscar algunas cosas que me olvidé”, toda la tarde estuve intentando sacar de mi cabeza la idea de Jiwon siéndome infiel pero, no pude. Tomé mi móvil y llamé al número desconocido, sentía que mi corazón se detenía con cada tono, deseaba con todas mis fuerzas que alguien respondiera y me dijera que era alguna clase de trabajador de su empresa, un socio, el de la limpieza, lo que sea que me sacara aquellas tontas teorías de la cabeza. Igual que aquella vez, nadie respondió – Maldita sea – bufé.
- Por mucho que ames a una persona, vivir juntos siempre es difícil – escuché a mi madre y me detuve en las escaleras – Tienen que aprender a escucharse y entender que ya no se trata solo de lo que cada uno quiere, se trata de lo que ambos quieren. Conviviendo veinticuatro horas al día, descubrirán que tienen más defectos de los que pensaban, tendrán que aceptaros y juntos mejorar. Habrá muchas peleas y ambos se cuestionaran si vivir juntos fue una buena decisión, tienen que actuar como adultos y resolver sus problemas, sin gritar y sin insultarse, sobretodo deben evitar decir cosas de las que se puedan arrepentir después – Jiwon escuchó con atención sus palabras y le aseguró que haría hasta lo imposible para hacerme feliz, los ojos se me llenaron de lágrimas, me había enamorado como idiota de Jiwon y ya no podía imaginar mi vida sin él, ¿Qué voy a hacer si lo pierdo?
De vuelta en el departamento, de pronto me sentí desanimado y salí a la terraza, ni siquiera estaba tan molesto como preocupado, qué si no lograba hacer que Jiwon se quedara conmigo, tampoco quería ser el estúpido novio engañado del que todos se burlaran, solo quería que todo estuviera bien, que Jiwon solo tuviera ojos para mí y ser felices, ¿Es mucho pedir?
- ¿Qué haces aquí? – se acercó por detrás y rodeó mi pecho con sus brazos, era impresionante lo que me hacía sentir con solo un abrazo, me sentía protegido y amado.
- Estoy melancólico – respondí.
- ¿Quieres volver a casa con mamá? – preguntó tranquilo.
- No – me dí vuelta para quedar de frente a él – El único lugar dónde quiero estar, es en tus brazos – rodeé su cuello y lo besé, ninguna cantidad podría ser considerada como excesiva cuando se trataba de sus labios, siempre deseaba más.
- Vamos adentro – dijo entre el beso – Tengo algo para ti – sonrió travieso.
POV – Yunhyeong.
- Nosotros te apoyamos en todas tus decisiones, hijo – aseguró mi madre.
- Además, Chanwoo nos agrada – continuó mi padre.
- Antes de Chanwoo, el matrimonio no era una opción para mí – confesé.
- Yo tampoco quería casarme – mi madre frunció el ceño al escucharlo – Pero tu madre me cambió la vida, antes de conocerla yo era todo menos una persona responsable y mírame ahora – ella sonrió orgullosa.
- Debiste conocerlo, se saltaba todas sus clases y lo pasaba fumando tabaco con sus inútiles amigos – todos reímos por el comentario de mi madre.
- Siento que empecé a vivir hasta que lo conocí – dije.
- Entonces, debes esforzarte por ser siempre la persona que merezca estar a su lado – me aconsejó mi padre.
- ¿Cuándo irán a Busan? – preguntó mi madre.
- Este fin de semana, sus padres ya nos dieron permiso – ni siquiera intenté ocultar mi felicidad.
- Deberíamos invitarlos a cenar aquí – sugirió mi madre – Ya que su relación cada vez es más formal, sería bueno que ambas familias conviviéramos – mi padre asintió en señal de aprobación.
- Apenas volvamos de Busan, les haré la invitación – afirmé.
Después de terminar “la cena” –si es que se podía considerarse así pues ya era medianoche- subí a mi habitación y me recosté en la cama, debido a que me sentía muy satisfecho por los alimentos, no había forma de que pudiera dormir.
[Me] Deberías estar durmiendo.
[Chanu] ¿Por qué estás despierto tú?
[Me] Estoy pensando en ti.
[Chanu] Mentiroso.
[Me] ¿En quién más podría estar pensando?
[Chanu] Yo también estoy pensando en ti.
[Me] ¿Qué piensas?
[Chanu] En abrazarte.
[Me] ¿Deberíamos ir a vivir juntos?
[Chanu] Estás loco.
[Me] Por ti.
[Chanu] ¡Ve a dormir!
[Me] También tú.
[Chanu] Te amo.
[Me] Te amo más.
Chanwoo era definitivamente la persona con la que quería pasar el resto de mi vida.
POV – Hanbin.
Nos fuimos de la cafetería antes de las seis de la tarde, algo que teníamos en común era que nos gustaba ir de compras –y que no teníamos mucho dinero para hacerlo- ambos estábamos emocionados por el fin de semana que se acercaba, yo solo podía desear que ellos dos lo disfrutaran mucho y que estuvieran muy felices. Pasamos por dos tiendas antes de encontrar una en la que si podíamos gastar, había cosas realmente bonitas, personalmente me gustan mucho los colores llamativos en la ropa pero, mi amigo iba más por colores discretos, una vez que Chanwoo eligió todo lo que le gustaba, fuimos a los vestidores.
- Ese short te queda bien, te ves sexy – se sonrojó tanto que me hizo reír – Si tu intención es seducir a Yunhyeong, es el indicado – me arrojó a la cara una de las camisas que se había probado anteriormente.
Después de deliberar durante un largo rato, decidimos cuales eran las mejores opciones, pagamos y salimos del lugar.
- Vayamos juntos a la playa alguna vez – propuso.
- Definitivamente lo haremos – dije con seguridad.
- ¿Conoces el mar? – preguntó.
- Sí – respondí – Viajé con Jiwon y su familia varias veces – cuantas ganas de volver a esos tiempos cuando la vida era tan fácil y bella, pensé.
- Oh, lo siento – dijo.
- ¿Por qué? Esos son buenos recuerdos, es genial que me hayas hecho viajar a ese hermoso lugar en mi memoria – sonreí amplio y él también.
Llegué a casa y encontré mi móvil en la mesa de la cocina, lo encendí y encontré la notificación de una llamada pérdida – No conozco este número – me hablé a mí mismo, tenía el número de Chanwoo registrado así que la siguiente persona que vino a mi mente fue Yunhyeong. “¿Conoces este número? – Hanbin” Mientras esperaba respuesta, preparé algo para cenar, ahora que trabajaba con un chef, probablemente debería pedirle recetas de cocina porque comer siempre huevos con jamón era una mierda. “Sí, ¿cómo lo conseguiste? – Chanwoo” su mensaje me preocupó un poco, si hubiera sido el número de Yunhyeong, simplemente me lo hubiera dicho. “Llamó por la tarde pero, yo dejé el móvil aquí. ¿A quién pertenece? – Hanbin.” Me quité la camisa y fui a dejarla en la sala, el clima estaba pésimo aquellos días, por el día frío, por las noches caluroso. “Es el móvil de Junhwe – Chanwoo”.
- ¿Qué? – casi escupí la comida que había en mi boca, de las cosas inesperadas, esa era la más, más, más –MÁS- inesperada, no se me ocurría como pudo haber obtenido mi número pero sobretodo me preocupaba para qué diablos quería hablar conmigo – ¿Se habrá enterado de lo que pasó? – me puse muy nervioso, Jiwon podría estar metido en problemas y aunque, que Junhwe y él terminaran era lo mejor que me podía pasar, no me alegraba la idea de que la estuviera pasando mal. No dejé que la paranoia me inundara y aclaré mi mente, suponiendo que Junhwe estaba enterado de todo y se hubieran peleado, Jiwon no le daría mi número móvil, eso no tenía sentido - ¿Cómo lo obtuvo? – la pregunta quedó en el aire, por un segundo, me planteé la idea de llamar y preguntarle directamente pero, eso era algo que no deseaba hacer realmente, me relajé y decidí que era mejor pensar que llamó por error.
Me recosté en el sofá que aún tenía impregnado el perfume de Jiwon, percibía el olor de su piel desnuda en cada rincón y no lograba sacar de mi mente las imágenes de la noche anterior, deseaba con todas mis fuerzas que estuviera ahí y poder sentir sus manos y sus labios recorriendo mi cuerpo, su voz susurrando en mi oído, su aliento sobre mi cuello, no pude evitar estremecerme al recordar toda su pasión. Cuando me abrazó, todas mis partes rotas volvieron a unirse y me sentí completo, especialmente deseaba eso, que sus brazos rodearan mi cuerpo y no permitir nunca que me soltara.
- Sus brazos fueron, son y serán mi único y verdadero hogar.
Under your skin feels like home, electric shocks on aching bones, it's so clear now that you are all that I have, I have no fear cause you are all that I have.