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Safe & Sound. por chocochip

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Notas del capitulo:

Se supone actualizaría ayer pero tuve un problema con mi computador el fin de semana y me fue imposible hacerlo >:c bueh, aquí les dejo la actualización. Nos leemos en las notas finales.

POV – Yunhyeong.

-      Cuida mucho a mi pequeño – su madre no dejaba de abrazarlo y besarlo.

-      Ya lo has dicho muchas veces, mamá – intentaba en vano zafarse de los brazos de su madre.

-      No se preocupe, yo cuidaré muy bien de Chanwoo – aseguré.

-      Solo serán un par de días – estuve a punto de reír por lo divertido de aquella escena.

-      Nunca has estado tanto tiempo lejos de mí – reclamó su madre.

Después de comprometerme cien veces a cuidar de Chanwoo y después de que él mismo prometiera llamar dos veces al día, salimos de su casa y nos subimos al auto.

-      No me mostraste lo que tú y Hanbin compraron el otro día – reclamé.

-      Cuando lleguemos a Busan lo verás – respondió.

-      No coquetees conmigo cuando estoy conduciendo – lo miré de reojo, estaba sonrojado – Eres un inconsciente – bromeé y ambos reímos.

Nunca antes había tenido que conducir hasta Busan así que ambos íbamos siguiendo con atención las indicaciones del GPS, lo más difícil fue salir de Seúl, estuvimos a punto de tomar el camino incorrecto varias veces pero en cuanto llegamos a la autopista, todo fue sencillo.

-      Come on everybody clap your hands, now you're looking good I'm gonna sing my song and you won't take long, we gotta do the twist and it goes like this, Come on let's twist again like we did las summer, let's twist again like we did last year – Chanwoo conectó su mp3 al reproductor de música del auto y se pasó todo el trayecto cantando con entusiasmo.

Recordé la primera vez que salimos juntos, lograr que dijera una sola palabra fue todo un reto, se la pasó el noventa por ciento del tiempo sonrojado y el diez por ciento intentando ocultarlo. Antes de invitarlo a salir, trataba de conversar con él en la cafetería y siempre huía de mí, confieso que estuve a punto de rendirme en un par de ocasiones, llegué a creer que se comportaba de aquella forma porque no le gustaba tenerme cerca pero, algo dentro de mí me decía que tenía que intentarlo, que me arrepentiría si no lo hacía.

-      Yoyo, canta conmigo – se acercó y besó mi mejilla.

-      Prefiero escucharte – giré mi cabeza para darle un beso rápido en los labios.

-      Pues yo no quiero cantar solo – se cruzó de brazos.

-      No hagas berrinche – dije divertido.

-      Entonces canta conmigo – utilizaba ese tono de voz tan tierno y la palabra “no” dejaba de existir en mi vocabulario – Esta canción te gusta – aseguró.

“Sometimes I give myself the creeps, sometimes my mind plays tricks on me, it all keeps adding up I think I'm cracking up, am I just paranoid? Am I just stoned?”

Eran cerca de las cinco de la tarde cuando llegamos a Busan, recorrimos solo algunos kilómetros más hasta llegar a la casa de Jiwon que estaba situada en una zona bastante elegante cerca de la playa. Lejos de prestar atención a la enorme mansión o a la carísima decoración, ambos estábamos impresionados por la belleza natural que nos regalaba aquel lugar.

-      Así que trabajan en un lugar dónde nadie vive – comenté al hombre que nos ayudó a llevar el equipaje a la habitación.

-      Las encargadas de limpieza vienen una vez por semana, yo vengo solo cuando alguien visita – respondió - ¿Ustedes son familiares del joven Kim? – preguntó.

-      Somos amigos de Jiwon – respondí – Song Yunhyeong, Jung Chanwoo – nos presenté amablemente y poco a poco la expresión del hombre se suavizó. Dijo que solo estaría ahí un par de horas pero que podíamos llamarle si necesitábamos ayuda, lo único que necesitaba saber era el nombre de un buen restaurant, podía encargarme yo mismo de todo lo demás, agradecí sus atenciones y se retiró.

-      ¿Iremos a nadar? – preguntó Chanwoo, sus ojos tenían un brillo especial aquel día, como cuando un niño recibe sus regalos de Navidad.

-      Primero iremos a comer – hice amago de aventarlo a la cama, jaló de mi camisa para sostenerse y terminamos cayendo los dos, me acerqué lentamente a sus labios y nos unimos en un tierno beso que poco a poco fue tornándose apasionado, aquella situación era muy tentadora así que decidí apartarme, besé varias veces sus mejillas y lo miré sonreír – Deberías llamarle a tu madre – susurré en su oído, me empujó haciéndome caer a un lado en la cama y fue a buscar su móvil, yo lo observaba divertido desde mi posición, mi suegra no solía molestarse muy a menudo pero cuando lo hacía, cosas malas pasaban, lo correcto era evitarlo.

El clima de Busan no era muy diferente al de Seúl pero por la cercanía con el mar, daba la impresión de ser mucho más caluroso, nos pusimos ropa adecuada y nos dirigimos al lugar que antes me recomendaron, se veía bastante bien aunque me sorprendió que Jiwon no nos enviara a uno de esos restaurantes churros que se parecen al palacio de Buckingham, disfrutamos de una deliciosa comida a base de mariscos y de un rico postre de frutas exóticas.

-      Me gustaría vivir aquí – declaró Chanwoo mientras caminábamos a la orilla del mar.

-      Podemos instalarnos aquí después de casarnos – dije sin ser realmente consciente de mis palabras.

-      Tú… ¿Quieres que nos casemos? – yo llevaba pensándolo algún tiempo pero nunca antes se lo había mencionado a Chanwoo, ni siquiera en broma.

-      Solo si tú también lo quieres – respondí con tranquilidad – Claro que no espero que sea pronto p…- sus labios me impidieron concluir aquella frase.

-      También quiero que nos casemos – dijo con una sonrisa nerviosa.

-      ¡Te amo, Jung Chanwoo!– grité.

-      ¡Te amo, Song Yunhyeong! – me tomó de la mano y nos echamos a correr hacia el mar.

En algún momento de mi vida, aquella situación me hubiera hecho sentir apenado pero, lo amaba y me amaba, esa era suficiente razón para mandar todo al carajo y sentirme libre de demostrarle mi amor sin importarme nada.

POV – Jiwon.

Sentí que algo me faltaba, me removí en la cama buscándole y descubrí que estaba solo en la habitación, los rayos de luz pasaban a través de las cortinas, quería seguir durmiendo pero más necesitaba ver a Hanbin. Las memorias de lo sucedido unas horas atrás me dificultaban la respiración, había estado con tantas personas, en todos los lugares y de todas las formas posibles pero nunca había experimentado aquella explosión de emociones que Hanbin me hacía sentir, era como saltar de un avión sin paracaídas y caer de pie, como viajar en el tiempo y perder la consciencia, como volver a nacer.

-      Buenos días – susurré en oído.

-      Buenos días – dijo – Pensé que no despertarías pronto – me sonrió amplio, mis brazos rodearon su cuerpo apretándolo contra el mío, sus nalgas quedaron justo a la altura de mi entrepierna haciendo que las alarmas de peligro se encendieran.

-      ¿Duelen? – pregunté mientras besaba las marcas moradas y rojas que había en su cuello, negó entre suspiros y ladeó la cabeza para que pudiera besarle mejor, el aroma de su piel era dulce y me encantaba, mis manos parecían haber sido hechas especialmente para acariciarle.

-      Jiwon – gimió y me hizo perder control, lo volteé de forma casi violenta para quedar frente a frente.

Sentía unas ganas enfermizas de besarle que ni siquiera me detuve a preocuparme por lo sucios y mojados que eran mis besos, mis manos manoseaban su trasero sin ninguna clase de vergüenza, gimoteó un poco por lo brusco de mis movimientos pero se aferró a mí y no me permitió alejarme de su cuerpo.

Hanbin fue desde siempre mi más grande debilidad y decir que estaba dispuesto a alejarme de él era engañarme a mí mismo y creer que podía ser capaz de sobrevivir sin su cuerpo y sin sus labios, cada beso suyo me renovaba las ganas de vivir, ¿cómo pude siquiera pensar en dejarlos?

FLASHBACK

-      ¡No te atrevas a acercarte a él otra vez! – mis compañeros aparecieron y me apartaron - ¡Lárgate! – gritaba completamente fuera de mí, forcejeando para soltarme del agarre de mis dos amigos.

-      ¿Estás loco, Jiwon? ¿Pensabas matarlo? – no lograba controlar mi respiración, estaba lleno de ira, sentía que en cualquier momento escupiría sangre o algo dentro de mí explotaría.

-      Ese idiota intentó hacerle daño a Hanbin – grité.

Me enfurecía solo de recordar lo que había visto, Hanbin llorando, atrapado en aquellas cuatro paredes, intentando pedir ayuda pero las sucias manos de ese pedazo de porquería se lo impedían.

-      Jiwon – se abalanzó sobre mí y me abrazó desesperado - ¿Estás bien? – preguntó, sus ojos estaban hinchados de tanto llorar y eso me dolió más que cualquier golpe.

-      Estoy bien – respondí - ¿Cómo estás tú? – en sus mejillas había pruebas de violencia de la que fue víctima y sentí que realmente era capaz de matar para vengarme.

-      Estoy asustado y tengo miedo – confesó.

-      No te preocupes, yo voy a cuidarte – hundió su cabeza en mi pecho – Me convertiré en un león y te salvaré de los animales que hay allá afuera.

-      Te amo, te amo, te amo – repetía.

FIN DEL FLASHBACK

-      Te amo – dije y algo dentro de mí sonrió agradecido, lo amaba y no iba a negarme el placer de decírselo.

POV – Junhwe.

-      ¿Mapo? – pregunté.

-      Mi padre está pensando invertir en una empresa de aviación, iremos a reunirnos con los dueños – respondió mientras se vestía con una americana gris.

-      Tu padre se toma muy enserio eso de “gobernar el mundo” – dije mientras me encargaba que el nudo de su corbata estuviera perfecto – Listo, se ve usted muy guapo joven Kim – dije imitando la voz de Haneul, quien era la responsable de ese trabajo antes que yo llegara a la vida de Jiwon.

Lo acompañé hasta el lobby del hotel, me sentí aliviado al darme cuenta que nadie reconoció que era yo el responsable de aquella “fiesta” de la que se quejaron. Odiaba comer solo pero, Yunhyeong y Chanwoo estaban fuera de la ciudad y estaba seguro que si visitaba a mi madre terminaría por decirle que las cosas con Jiwon iban para el carajo y eso era algo que no podía permitir que pasara, fui al restaurant del hotel y ordené comida como para tres personas aunque ni siquiera tenía tanta hambre, solo quería mantenerme ocupado.

-      Siempre te han gustado los chicos problemáticos – levanté mi vista y me llevé una sorpresa no muy agradable.

-      ¿Qué diablos haces aquí? – pregunté mientras le observaba sentarse frente a mí.

-      Vivo aquí – dijo con tranquilidad – Nos hemos cruzado muchas veces, en el ascensor, en los pasillos, en el lobby, en la cafetería – tenía esa sonrisa estúpida de toda la vida que hacía que me dieran ganas de golpearlo – Ese novio tuyo consume toda tu atención – cada palabra que salía de su boca era veneno, más me valía tener cuidado.

Su padre era un político importante, también conocido por tener una fortuna hecha a base negocios ilegales, por lo tanto, Donghyuk era un engreído cabrón sin ninguna clase de modales, que no tenía problemas en pasar por encima de cualquier persona solo para satisfacer su ego.

-      Yo solo presto atención a cosas importantes – dije restándole interés a su persona, si había algo que no toleraba era no ser tratado como un jodido rockstar.

-      Tengo que admitir que has mejorado mucho, pasaste de enrollarte con el inútil de Jinhwan a follarte al futuro heredero de Kim Enterprises – su tono de voz era siempre tan despectivo, no podía entender cómo es que alguna vez fui su amigo.

-      ¿Y estás celoso? – sonreí de forma burlona – ¿Estás planeando arruinar mi relación? No sería la primera vez que lo haces – su expresión cambió por completo, esta vez fui yo quien lo miré arrogante y me reí en su cara.

-      Si no conociera a Kim Jiwon y la enorme cantidad de personas que han pasado por su cama – quería darle un puñetazo en la cara y tirarle los dientes pero me contuve, su única misión en la vida era fastidiarme así que no le daría ese gusto.

-      Podría apostar que lo único que te molesta es que tú no estás en esa lista – más te vale no haberte acostado con este imbécil, Kim Jiwon, dije internamente.

-      No es mi tipo – dijo como si nada.

-      Qué curioso, yo pensaba que todos eran tu tipo, como te acostaste con casi todos en el colegio – también yo sabía cómo ser un cretino.

-      Incluyéndote – me tensé al escucharle.

-      Todos cometemos errores – y yo me arrepentiría toda la vida por haber hecho semejante estupidez.

-      No actúes como una perra ardida, ambos sabemos cuánto lo disfrutaste – estaba poniendo a prueba mi autocontrol y yo ya no estaba seguro de poder soportar mucho más.

-      Tienes el ego en la estratosfera, tú punto de vista podría estar distorsionado – sonrió irónico.

-      ¿Qué has hecho estos años? Aparte de revolcarte con millonarios - ¿por qué sigo aguantando esto?

-      Ser feliz porque no tenía que ver tu estúpida cara todos los días – escupí con odio.

-      Tampoco es que yo te haya echado de menos – bufó.

-      Entonces, te invito amablemente que te vayas a la mierda y te quedes ahí – dije molesto.

-      Siempre es un placer charlar contigo – dijo en tono de burla – Nos vemos pronto – amenazó.

-      Imbécil – dije entre dientes, esa era definitivamente el peor momento para que Donghyuk reapareciera en mi vida, como si necesitara más razones para sentirme infeliz.

POV – NARRADOR.           

Disfrutaron juntos del atardecer más hermoso que habían visto en sus vidas, parecía que el universo conspiraba a su favor para hacer de aquel viaje un recuerdo que quedara por siempre en sus memorias. Se tomaron de la mano y caminaron de vuelta a casa, los curiosos no apartaban la mirada, algunos sonreían por la escena romántica que paseaba frente a ellos, otros juzgaban y algunos más lo aplaudían, porque al final del día, no importa el sexo, religión, edad, clase social o raza, el amor es lo que mantiene a este mundo girando, el amor es arte en su máxima expresión.

-      ¿Estás seguro de esto? – preguntó el mayor, por un momento sintió estar mucho más nervioso que su acompañante, le aterraba la idea de no ser capaz de hacerlo sentir bien, de dejarse llevar por el deseo del placer propio y causarle daño a ese ser inocente que tenía frente a él.

Después de un año juntos, que para algunos pareciera muy poco tiempo y para otros una eternidad, para ellos habían sido trescientos sesenta y cinco días en los que habían sido inmensamente felices, cada día más que el anterior. En ese tiempo, Yunhyeong aprendió que lo más importante no son las muestras de amor físico, que ver a sonreír a su novio era la forma más pura de felicidad que existía en su mundo y que si había alguien por quien valía la pena ser diferente, ese alguien se llamaba Jung Chanwoo.

-      Quiero estar contigo – dijo con una seguridad nunca antes vista en él.

Los labios del mayor le besaron con ternura y al mismo tiempo haciéndole saber cuánto deseaba aquello que estaba a punto de suceder, acarició su cuerpo con delicadeza, como si fuera una figurita de cristal y tuviera miedo de romperla, lo despojó de su ropa con dulzura, recorriendo con sus labios cada centímetro de aquel cuerpo que tantas noches poseyó en sus sueños. El lugar estaba iluminada únicamente por la luz de la luna, sus cuerpos encajaban a la perfección, moviéndose al ritmo de las olas del mar, la habitación se llenaba con los suspiros que escapaban inevitables de sus bocas, no hacemos el amor, el amor nos hace a nosotros.

POV – Jiwon.

-      Buenas tardes madre – saludé amablemente, que no daría por ser recibido con un abrazo y no con una sonrisa fría – Me informaron que quiere hablar conmigo.

-      ¿Cuándo pensabas decirme que Junhwe está viviendo contigo? – hasta ese momento, pensaba que mi madre ni siquiera sabía de la existencia de Junhwe.

-      Le pido una disculpa – respondí.

-      No entiendo a que está jugando tu padre ni porque te permite hacer esta clase de tonterías pero, yo no tengo porque fingir que estoy de acuerdo – dijo con enfado.

-      No entiendo – era la primera vez en mi vida que mi madre demostraba tener emociones.

-      Claro que no entiendes, te estás dejando llevar por tus hormonas y estás cometiendo un error – aseguró, estaba casi seguro como continuaría aquella conversación – Eres demasiado inocente para darte cuenta de las malas intenciones de las personas – qué sabe usted de mí, pensé.

-      Madre, por favor – realmente no quería seguir escuchándola.

-      Escúchame, Jiwon – dijo disgustada – Ese muchachito… -

-      Junhwe – interrumpí y me fulminó con la mirada.

-      Junhwe – pronunció su nombre de forma despectiva – lo único que busca de ti es un estatus social, ¿no puedes verlo? – no tenía sentido pelearme con mi madre.

-      Usted no piensa que soy inocente, piensa que soy estúpido y puedo asegurarle que no lo soy – dije con tranquilidad.

-      No esperes que yo lo acepte – murmuró.

-      Está en todo su derecho – se hizo un incómodo silencio en la habitación – Si no tiene nada más que decir, me retiro – hice una reverencia y salí del lugar.

Mi madre era –por mucho– la mujer más apática que conocía, desde que tenía memoria nunca había mostrado interés por mis acciones aunque no me sorprendía demasiado que justo cuando se trataba de dinero –desde su punto de vista- de pronto descubriera que existo y quisiera “aconsejarme”.

La reunión en Mapo estuvo de lo más aburrida, claramente necesitaban que mi padre invirtiera en su empresa, sus números de los últimos meses estaban muy bajos y una inyección de capital les ayudaría para invertir primero que nada en mejores instalaciones y en buena publicidad.

-      Mi hijo, el Presidente de Kim Enterprises, se encargará personalmente de revisar el contrato y firmarlo – desde mi punto de vista aquello era una pérdida de tiempo y dinero pero, probablemente el dueño de Kim Enterprises tenía algún interés oculto que yo no podía adivinar.

Mi padre se retiró del lugar, dejándome –como siempre- todo el papeleo a mí, me guiaron hasta una oficina dónde me tuvieron esperando durante los que me parecieron los minutos más largos y desesperantes de la historia.

-      Lamento mucho la espera, señor Kim – normalmente tenía que tratar esos asuntos con personas mayores pero él parecía muy joven, algún par de años mayor que yo, castaño y de ojos sonrientes, luce como un buen tipo, pensé.

-      Kim Jiwon – dije.

-      ¿Disculpe? – preguntó.

-      El señor Kim es mi padre, mi nombre es Kim Jiwon – detestaba ser llamado “joven” o “señor”, me parecía ridículo tener un nombre y que nadie lo utilizara.

-      Disculpa, Kim Jinhwan – me saludó amablemente y claramente más relajado.

-      ¿No eres muy joven para ser abogado? – pregunté.

-      ¿No eres muy joven para ser presidente de una empresa? – fue inevitable reír ante ese comentario.

-      Me atrapaste – respondí divertido.

-      Estaba preparado psicológicamente para lidiar con un millonario cretino, sin ofender pero, te sorprendería lo idiotas que pueden ser – comentó y yo no podía estar más de acuerdo con eso.

Me entregó el contrato para revisarlo, yo no era un experto en leyes pero los contratos eran el pan de cada día en mi trabajo así que fácilmente podía detectar si había fallas en ellos, le pedí a Jinhwan que aclarara un par de puntos que eran un tanto confusos y después de eso estaría listo para firmar.

-      Tendremos que vernos las caras muy a menudo a partir de hoy – dijo mientras caminaba conmigo a la salida del lugar.

No puede ser tan malo – aseguré.

Notas finales:

Como siempre, agradezco a las personitas que han comentado en capítulos anteriores, me hace feliz saber que la historia les está gustando

¿Qué les parecieron los nuevos personajes? Donghyuk es mi bias y amo que sea la cosita tiernucha que es pero me pareció divertido hacerle un cambio drástico de personalidad para la historia -se rie como loca- por otro lado, Jinhwan si será el coso llorón y amoroso que conocemos

 

Viernes/Sábado.


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