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Safe & Sound. por chocochip

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Notas del capitulo:

Actualización.

POV – Jiwon.

-      Puñetera suerte – dije molesto, nunca en mi vida me había despertado a las jodidas seis de la mañana y no planeaba volver a hacerlo, me asignaron en el primer grupo para presentar el examen así que tenía que estar en la Universidad por muy tarde a las siete, por suerte mi departamento quedaba a unos quince minutos en coche, salí de la ducha y me vestí, tenía solamente diez minutos para desayunar y salir prácticamente corriendo del departamento.

Junhwe seguía dormido, a él le asignaron el segundo turno que era al mediodía, hice la menor cantidad de ruido posible mientras terminaba de arreglarme, tomé mi billetera y mi móvil antes de salir de la habitación, caminé hasta la cocina y desayuné cereal con leche y frutas, no tenía ganas de probar alimento en esos momentos pero si no lo hacía seguro me desmayaba a mitad de la prueba. Llegué a la cita cinco minutos antes de la hora límite, había calculado todo excepto el tráfico de las mañanas – ¿Por qué las personas comienzan su vida a esta hora? – me quejé en voz baja, busqué un módulo de información y ahí me indicaron a dónde tenía ir, el aula dónde presentaría el examen estaba en primer piso así que la encontré fácilmente, verifiqué que mi nombre estuviera en la lista y entré, había algunas quince personas a las que saludé lo más amable que pude y sonreí a pesar de que solo quería tirarme al piso y volver a dormir.

-      Cuando leí tu nombre allá afuera, pensé que era una broma – volví la vista para mirar a la persona que habló, era una chica, me dio la impresión de conocerla de algún lado pero no logré recordarla – Tu padre bien podría comprar la Universidad completa, ¿por qué pasar por esta mierda? – preguntó, su voz me resultaba familiar, era castaña y de ojos grandes, no muy voluptuosa pero si suficiente para llamar la atención – Déjame adivinar, la vida de un millonario es aburrida – en ese momento supe quién era.

-      Hyori – saludé con una sonrisa, lucía muy diferente a la última vez que nos vimos, cambió su color de cabello y no llevaba maquillaje esa mañana, por eso me demoré un poco en evocar su identidad a pesar de que la conocía desde el colegio y que tuve algunos rollos con ella en algún momento, al parecer era la única que no terminó odiándome y deseando mi muerte.

-      Recuerdas mi nombre, algo hice bien – tenía una sonrisa coqueta que volvía loco a cualquiera y definitivamente hacía las cosas muy bien pero yo la recordaba más bien por ser la mujer que más alcohol consumía en una sola noche – Qué milagro que tu novio te dejó solo, dime que ya terminaste con él y hazme muy feliz – negué con la cabeza y ella frunció el ceño – ¿Cómo fue que me llamó aquella noche? ¿Zorra? ¿Puta? ¿Piruja? – las personas de alrededor nos observaban interesados en la conversación tan fuera de lugar.

-      Creo que utilizó las tres palabras – respondí.

-      Y todo porque te pedí un cigarro, te juro que ni siquiera sabía que eras tú hasta que me echó encima la cerveza – se reía con un cinismo que solo ella poseía – ¿Cómo pasaste de Hanbin a Junhwe? No logro encontrar una  respuesta lógica – ella era una de las pocas personas que sabía que Hanbin y yo no éramos solo “mejores amigos”, era la típica chica que amaba meter a los demás en problemas pero, por alguna razón decidió guardarnos el secreto – Me agradaba Hanbin – soltó de pronto – ¿Has vuelto a saber de él? Hacían bonita pareja - dijo y justo en ese momento la persona encargada de aplicar el examen entró al salón y nos obligó a sentarnos correctamente, tenía cara de pocos amigos y por primera vez en mi vida valoré el trabajo de un profesor y de cualquiera que tuviera la fuerza de levantarse tan temprano para ir a trabajar, todas esas personas merecían mis respetos desde ese día.

Aparté de mi mente todo lo que no me era de ayuda en esos momentos y me enfoqué por completo en el examen, nos dieron tres horas y media para responder ciento ochenta preguntas, un mes atrás apliqué una prueba de simulación con doscientos reactivos y logré terminarla en tres horas así que en ese momento me sentí confiado. El tiempo avanzaba demasiado rápido, parpadeaba y quince minutos menos, respiraba y veinte minutos menos, la parte positiva era que estaba seguro que alcanzaría el porcentaje necesario para ser aceptado, no sabía si eran cuestionamientos muy fáciles o yo realmente había estudiado muy bien, probablemente un poco de ambas. Pensé en esperar a Hyori para despedirme de ella pero Junhwe llegaría en cualquier momento y definitivamente no quería tener que presenciar otra de sus ridículas escenas de celos así que decidí ir a la cafetería y comprar algo para almorzar.

-      Jiwon – mi corazón reconoció enseguida aquella voz y se volvió loco, no podría describir la felicidad que sentí al ver su sonrisa.

-      Hanbin – me escuché claramente emocionado y seguramente también estaba sonriendo como idiota.

-      ¿Qué tal el examen? – preguntó mientras se sentaba frente a mí.

-      Tengo confianza – respondí – No me dijiste que lo tomarías – reclamé.

-      No me diste tiempo – ambos reímos.

Almorzamos juntos y nos dimos la oportunidad de contarnos lo que hicimos mientras estuvimos lejos aunque me resultaba un poco increíble porque cuando hablaba con él, sentía que los años no habían pasado, como si nunca nos hubiéramos separado.

-      Nunca entendí porque decidiste ir a Tokio – admití.

-      Me gusta la publicidad japonesa – dijo divertido.

-      Hola – también pude reconocer esa voz aunque mi reacción a ella no fue precisamente de felicidad.

 

POV – Jinhwan.

Pasé toda la noche pensando que debía hacer para recuperar a Junhwe, soñé que estaba planeando como reconquistarlo y estoy seguro que pueden adivinar qué fue lo primero que pensé cuando desperté. No tenía nada realmente importante que hacer ese día así que me tomé la libertad de quedarme acostado hasta tarde, me sentía como un adolescente porque no podía redactar un bendito mensaje de texto, algunos me parecían demasiado elaborados, otros muy “secos” y unos más me hacían quedar como un “desesperado”.

[Me] ¿Estás libre por la tarde? Te invito a comer.

Lo envié sin muchas esperanzas de recibir una respuesta, me levanté de la cama y fui a la cocina, les juro que estaba dispuesto a preparar el almuerzo con mis propias manos pero me resultó mucho más cómodo llamar y pedir servicio al cuarto.

[Junhwe] ¿Recuerdas el jardín cerca de mi casa?

[Me] Lo recuerdo.

[Junhwe] Te veo ahí a las cinco.

Releí su último mensaje más de diez veces y no podía creerlo, oficialmente tendría una cita con Junhwe y por segunda vez en el día me sentí como un adolescente inexperto. Tenía tiempo de sobra para buscar un buen lugar y hacer una reservación, dudé mucho si debía llevarle algo como flores o chocolates, a él le gustaban demasiado ese tipo de cosas pero tampoco quería ser tan obvio – Relájate Jinhwan – me exigí a mí mismo sin obtener resultado. Después de darle muchas vueltas al asunto, decidí escribirle una carta, ¿bonito detalle? , ¿cursi? , ¿le gustaría? definitivamente.

-      Aún utilizas el mismo perfume – comentó, fuimos en taxi hasta el restaurant porque aunque tenía buen sueldo no era suficiente para comprar un coche y mantenerlo.

-      Te sorprendería saber la cantidad de cosas que no han cambiado – dije.

Elegir el restaurant también fue una pelea interna conmigo mismo, por un lado quería impresionar a Junhwe –no engaño a nadie negándolo– y por el otro, no quería parecer presumido ni dar una falsa impresión, claro que podía costear un lugar elegante y caro pero, eso no significaba que me sobrara el dinero ni mucho menos así que me decidí por un lugar que fuera famoso por su calidad y obviamente que tuviera mesa disponible para ese día y horario.

-      Hoy presenté el examen de admisión a la Universidad y estoy seguro obtendré un buen resultado – dijo orgulloso, la modestia nunca fue una de sus cualidades.

-      Relaciones Internacionales es una buena elección – comenté.

-      ¿Cómo sabes que elegí esa licenciatura? – preguntó.

-      Quiero estudiar Relaciones Internaciones – imité su voz – Lo escuchaba mínimo una vez al día, no es tan fácil olvidarlo – dije divertido.

-      Pude haber cambiado de opinión – murmuró.

-      No eres de los que cambian de opinión – afirmé.

-      Tenía un plan de vida perfectamente armado – dijo poco animado.

-      Tu vida apenas comienza, aún puedes organizar uno nuevo – uno que me incluya, pensé. – Además, tienes que admitir que ese plan de vida tuyo era un poco excéntrico, mira que querer vacacionar en América dos veces al año – nuevamente reímos.

Cualquier persona que escuchara nuestras conversaciones, pensaría que estábamos locos porque nunca nada tenía sentido, éramos la pareja con el talento de hacer las conexiones más raras entre temas que no tenían nada en común. Después de la cena dimos un pequeño paseo por el centro de la ciudad, nunca fuimos fanáticos de las multitudes ni del ruido pero por las noches aquellas calles de Seúl lucían muy hermosas, eso y que fue lo primero que se me ocurrió hacer para pasar más tiempo con Junhwe.

-      ¿Me escribiste una carta? – preguntó emocionado y casi me la arrebató de las manos para leerla.

-      Por favor, léela en tu casa – no lograba decidir si quería o no ver su reacción pero apenas hizo amago de leerla y los nervios casi me matan, por eso le pedí que no la leyera en mi presencia.

-      Las cartas son tan románticas –estuve toda la noche reprimiendo mis ganas de besarle y justo cuando parecía que había superado la prueba, me sonríe y allá va toda mi fuerza de voluntad directo al carajo.

-      Lo siento – dije en cuanto nuestros labios se separaron, estuvimos en silencio y esquivando nuestras miradas durante un largo par de minutos hasta que decidí enfrentarme a la situación – En realidad, no estoy arrepentido de haberte besado – confesé.

 

POV – Yunhyeong.

-      Yo puedo encargarme de la cena, hijo – llevaba ya quince minutos intentando persuadir a mi madre para que saliera de la cocina y me dejara a mí preparar la cena pero no era una persona que se rindiera fácilmente.

-      Porque no se dividen el menú y así ambos participan – mi padre como siempre salvando el día – Yo seré el encargado de asignarles sus tareas porque ya no quiero escuchar más discusiones – advirtió y ambos –mamá y yo– accedimos.

Eran cerca de las dos de la tarde y aún había demasiadas cosas por hacer, papá me ayudaba con el aseo del patio mientras la única mujer de esa casa, se encargaba de la sala.

[Chanwoo] Mis padres están nerviosos.

[Me] Los papeles se invirtieron.

[Chanwoo] Será una velada entretenida.

[Me] Hagamos un esfuerzo por disfrutarla.

Mis creadores estaban demasiado inquietos, nada les parecía suficientemente bueno.

-      La comida podría estar mejor – dijo él.

-      La casa podría estar más ordenada y limpia – dijo ella.

-      Definitivamente será una noche divertida – dije en voz baja.

Mi novio y su familia llegaron puntuales, yo me encargué de recibirlos y de guiarlos hasta la estancia, Chanwoo y yo estábamos haciendo uso de nuestro autocontrol para evitar reírnos, los mayores tenían la misma expresión en sus rostros, el ambiente estaba cargado de nervios, aquella era una situación demasiado incómoda y seguramente ninguno de ellos esperaba que fuera así.

-      Me siento una mala persona por estar disfrutando esto – susurró cerca de mi oído y casi se me escapa una risotada.

-      El señor Jung también es aficionado al béisbol – me sentí bondadoso y decidí ayudarlos a romper el hielo, “Tigres de Gwangju” esa frase fue suficiente para que se agradaran y no pararan de hablar sobre eso en toda la noche.

Mi suegra y mi madre eran bastante similares en personalidad y gustos, por eso me sorprendió mucho que fueran tan tímidas para comunicarse. Lo difícil fue que se decidieran a hablar porque en cuanto dijeron las primeras palabras, ambas se transformaron y se convirtieron en las mejores amigas. Después de la cena, Chanwoo y yo nos convertimos en el tema principal de su conversación –o algo así– cada una tenía mil maravillas que decir sobre su hijo aunque más bien parecía que estaban peleando para ver quien se llevaba el premio a la mejor mamá y mientras eso pasaba, los papás se tomaban una cerveza y veían la repetición de la repetición de algún juego de los Tigres pero eso sí, lo vivían con la emoción de un partido en vivo.

-      Ahora mismo deben estar organizando la siguiente junta familiar – dijo entre risas.

-      Personalmente me parece perfecto – comenté.

-      ¿Por qué? – me miraba interesado.

-      Si nuestros padres tienen una buena relación, aumentan las posibilidades de que acepten que nos casemos – respondí, él sonrió ampliamente.

-      Hanbin y yo estuvimos planeando la boda – habló y sus mejillas se ruborizaron.

-      ¿Ah sí? – me acerqué para abrazarlo – Te has vuelto muy cercano a él – musité.

-      No estarás celoso – rodeó mi cuello con sus manos y me miraba divertido.

-      Un poco – respondí mientras dejaba besos rápidos en sus labios – Creo que voy a despedirlo – dije un tanto en broma, la verdad es que si sentía celos de Hanbin pero no tenía razones para hacer un drama, sobretodo porque confiaba ciegamente en el amor de Chanwoo.

-      ¿Deberíamos usar trajes de diferentes colores? – escuché con atención todo lo que él y su amigo habían planeado y eso fue para lo único que me pidió opinión, no pude controlar la risa – ¿Qué? – preguntó.

-      Nada, deberías dedicarte a planear bodas – ambos reímos – Luces adorable cuando estás emocionado – nuestros labios se unieron en un beso suave y pausado, por un momento nos olvidamos de todo, nuevamente el mundo se reducía a nosotros dos y todo lo demás dejaba de tener importancia – Jung Chanwoo – me separé un poco para mirarle – ¿Te casarías conmigo?

 

POV – Junhwe.

-      No me mientas, Junhwe – esa mujer era un detector de mentiras andante, había preparado mil excusas para darle y no importaba si las creía o no porque mi estrategia era hacerla enfadar y que dejara a un lado la discusión, no funcionó – No te vas a mover de aquí hasta que me digas la verdad – sentenció, suspiré resignado y me dejé caer a su lado en el sofá, le admití que estaba molesto con Jiwon pero obviamente no le dije mis verdaderas razones.

-      Yo entiendo que tiene mucho trabajo y se siente presionado pero eso no justifica que sea grosero conmigo – me recosté sobre sus piernas para no tener que mirarla a los ojos y evitar que me descubriera.

-      Los problemas no se resuelven huyendo de ellos, les dije que vivir juntos no sería nada parecido al paraíso y ustedes estaban dispuestos a enfrentarse a todo… -

La realidad me golpeó con fuerza y de pronto las ganas de llorar me inundaron, un día éramos felices y al día siguiente todo mi mundo se caía a pedazos frente a mis ojos, mi relación con Jiwon pendía de un hilo y yo ni siquiera me sentía tan dolido como enojado, toda esa situación me lastimaba directo en el orgullo y detestaba admitirlo pero eso era realmente lo que me estaba matando.

FLASHBACK

- No es nadie.

- No luce como "nadie".

¿Quién diablos eres, Kim Hanbin?

Ese recuerdo se repetía una y otra vez en mi cabeza, era como estar observando aquella estúpida fotografía pero en vivo y a todo color, ambos –Jiwon y Hanbin- tenían un ridículo brillo en sus ojos y se sonreían como idiotas.

-      Alguien debería darles el premio a la pareja del año – escuché la voz burlona de Donghyuk, su presencia en esos momentos era el último de mis problemas.

-      ¿Por eso querías verme aquí? – pregunté sin apartar la vista de mi novio y la persona que le acompañaba.

-      Es muy obvio – respondió con tranquilidad, puedo jurar que estaba disfrutando todo eso.

-      Tiene todo el puto sentido del mundo – bufé, todo estaba tan claro para mí en ese momento, justo cuando ese imbécil apareció comenzaron todos los problemas – Voy a partirle la cara – escupí.

-      No seas estúpido – no había avanzado ni dos pasos cuando Donghyuk me detuvo sujetándome con fuerza, cubrió mi boca con su mano antes de que pudiera decir nada y me obligó a sentarme en la mesa más cercana.

Mientras más los observaba, más me convencía de que Hanbin era la razón de la nueva actitud de Jiwon, mi cuerpo se inundó de un odio tan profundo, me sentía ciento por ciento capaz de asesinarle con mis propias manos. Quería apartar la vista lejos de ellos pero no podía, lo único que me faltaba era que se besaran y oficialmente le prendería fuego a todo el jodido lugar.

-      ¿Qué sugieres? ¿Qué me quede sentado mientras me ven la cara de imbécil? – dije irritado.

-      Te sugiero que seas más inteligente – espetó – Quieres ir allá y matarle ¿luego qué? – por primera vez sentí que Donghyuk realmente quería ayudarme.

-      ¿Tienes alguna idea? – después de contar hasta mil y hacer ejercicios de respiración, logré tranquilizarme un poco, solo lo suficiente.

-      Yo siempre tengo ideas – un sonrisa torcida se dibujó en su rostro, no lo admitiría en voz alta pero, me resultaba bastante útil contar con su mente perversa en esos momentos.

No quiso darme muchos detalles sobre su perfectamente elaborado plan –según sus propias palabras– pero el primer paso era hacerle saber su lugar en la vida de Jiwon y arruinar su cuento de hadas, obviamente. Me mentalicé para soportar estar cerca de él y no romperle los huesos, me aseguré de poner la mejor de mis caras y me preparé para salir a escena y dar una excelente actuación.

-      Hola – me apresuré a saludarlo con un beso en la boca, sus labios se movieron sobre los míos, ¡punto para Junhwe! dije internamente, sonreí satisfecho al ver a Hanbin con el rostro desencajado – Hanbin, ¿no sabía que se conocían? – le sonreí hipócritamente, la expresión de Jiwon también estaba totalmente descompuesta.

-      Nosotros… Hanbin es… – claramente no esperaban estar en esa situación y no estaban preparados para lidiar con ella.

-      Somos amigos – respondió desanimado, ¡mentiroso de mierda!

-      Sí, nos conocemos desde pequeños – dijo Jiwon, no apartaban la vista uno del otro a pesar de saber que yo los observaba de tan cerca, parecía que se estaban comunicando con las miradas, me van a hacer vomitar, pensé.

-      ¿En serio? Jiwon nunca me ha hablado de ti – dije con toda la intención de lastimarlo, hicieron su mejor esfuerzo para explicar la situación y probablemente estaba volviéndome loco porque me divertí demasiado escuchando sus mentiras.

-      Después del examen, ¿vienes conmigo a casa de mamá? – me abracé a su cuerpo dándole la espalda a esa otra persona y pretendiendo ignorar su presencia pero Jiwon hacía todo lo contrario y no dejaba de verlo, ¿qué haces idiota? ¿le estás pidiendo permiso? poco a poco mi paciencia se agotaba, el simple hecho de respirar su mismo aire me hacía sentir asqueado.

-      Tengo que volver a la oficina – respondió seco, me aparté de él y sonreí como si nada estuviera pasando.

-      Entiendo – dije, esta vez era yo quien miraba a Hanbin fijamente, no conocía la historia que había detrás pero era estúpido pretender que no me di cuenta que lo que los unía era algo realmente fuerte, espero que sepas que no vas a quedarte con él, deseé poder escupírselo en la cara aunque si tenía al menos dos neuronas en el cerebro, seguro pudo leer mis labios – Entonces te espero en casa – volví a besarlo esta vez de forma más sugerente y descarada – Nos vemos pronto, Hanbin – supuse que el mensaje quedó muy claro.

JIWON ES M-Í-O, ¡ALÉJATE DE ÉL!

FIN DEL FLASHBACK

 

Me sentí agradecido por no haber sido tan estúpido como para llevar todas mis cosas a casa de Jiwon, me puse una de las pijamas que se quedaron y me recosté en la cama, moría de ganas por leer la carta de Jinhwan, por alguna estúpida razón me emocionó demasiado que tuviera ese gesto tan romántico conmigo. Confieso que me sorprendió que recordara absolutamente todo, cada detalle de mí, mis gustos y disgustos, cada cosa que compartí con él en su momento, siempre pensé que no prestaba atención a lo que yo le decía, me conmovió demasiado darme cuenta que estaba equivocado.

 

“Ya no quiero extrañarte y siento que eso me vuelve egoísta porque quiero que regreses, pero no es eso, sólo quiero que seas feliz. Lo sabes, ¿verdad? Por eso no te digo nada, no quiero decir cosas que no interesan o no vienen al caso. Yo sólo necesito saber que eres feliz, ¿podrías decírmelo? Así puedo sentir un poco más tranquilo. Te amo tanto y quisiera poder abrazarte y que me abrazaras con fuerza. Hoy te amo, y mañana también. No importa nada más que eso, no lo olvides. Si es necesario te lo repetiré siempre… Te amo”

POV – Donghyuk.

Me gustaría poder explicar el placer que me producía ser testigo de aquella situación, observé desde mi posición cada movimiento de Junhwe, seguramente no era consciente de que su sonrisa parecía la de un psicópata que planea un asesinato – Eres un asco como actor – dije divertido. Algunos años atrás, ni todo un ejército hubiera podido controlar la ira de Junhwe, me sorprendió que tuviera el autocontrol suficiente para estar tan cerca de ese otro chico y no echarse encima de él como un perro rabioso – Realmente quería ver ese espectáculo – admití, mi amigo se fue del lugar y la parejita permaneció en silencio durante mucho tiempo. Según Junhwe, ellos tenían una historia de mucho tiempo atrás así que obviamente esa no era un relación sin importancia, en el rostro de Jiwon pude ver que estaba realmente padeciendo por lo que acababa de pasar y casi sentí lástima por ellos.

-      ¿Estás bien? – intentó inútilmente ocultar que estaba llorando.

-      Sí – respondió nervioso.

-      Me pareció que estabas mal y no pude evitar acercarme a preguntar si necesitas ayuda – nadie podía culpar a Jiwon por estar teniendo una aventura con él, su cuerpo era más bien delgado y con poco musculo pero al menos a mí me resultaba excitante y ni hablar de su cara, sus ojos eran hermosos y esa boca, ¡Dios! a punto estuve de lanzarme a por sus labios, no tenía planes reales para ayudar a Junhwe pero, en ese momento me di cuenta que hacerlo podría terminar siendo un beneficio para mí.

-      Es una tontería – me apresuré a ofrecerle una toalla de papel, me agradeció y rápidamente se limpió las lágrimas – No debería llorar en un lugar tan concurrido – comentó un poco más relajado.

-      Esos hermosos ojos no deberían llorar nunca – mi comentario hizo que se sonrojara, sonreí internamente – Me llamo Donghyuk – mencioné tras algunos segundos de silencio.

-      Hanbin – dijo con una sonrisa y sentí que tenía enfrente a un niño pequeño que necesitaba que cuidaran de él, definitivamente no saldría vivo de una pelea con Junhwe – Tengo que irme – anunció, me ofrecí a acompañarlo y no desistí hasta que accedió.

Mientras atravesábamos el enorme patio de la Universidad le hablé un poco –mucho– sobre mí, claro que cuando eres el amante de un millonario como Kim Jiwon, muy pocas cosas pueden impresionarte, él se limitó a decirme que los últimos cinco años vivió en Japón y que sus padres fallecieron. Estábamos a escasos metros de la salida cuando me percaté de la presencia de Jiwon, pretendí no haberlo visto y continué mi camino al lado de Hanbin quien por suerte iba demasiado distraído y no tenía idea que nos observaban, sentía su mirada clavada en mi nuca, si no supiera que soy amigo de Junhwe seguramente me habría golpeado hasta dejarme inconsciente, eso no estaba en mis planes pero no fue necesario pensarlo demasiado para darme cuenta de que era algo bueno.

 

POV – Hanbin.

No estaba cien por ciento seguro de que fuera buena idea que Donghyuk me llevara a mi casa y también dudé demasiado el intercambiar números telefónicos pero terminé cediendo, parecía buena persona, era amable y hasta gracioso pero siempre me gustó mantener distancia con las personas que recién conocía, se despidió deseándome un buen día y prometiendo que nos volveríamos a ver, me sentí agradecido porque con sus bromas me hizo olvidarme de mi tristeza, al menos unos minutos.

-      Hogar dulce hogar – dije irónico, ese día fue por mucho el peor de todos desde que regresé a Seúl, ya no quería llorar, estaba demasiado harto de llorar pero a veces creía que ese era mi destino, ser asquerosamente infeliz.

Por primera vez fui consciente de lo que estaba pasando, me sentí como basura al descubrir cuál era mi lugar en la vida de Jiwon. Hubiera preferido mil veces que una bala atravesara mi corazón antes que verlos besándose, quería enojarme con ellos, sentirme furioso y odiarlos con todas mis fuerzas – Yo no merezco esto – me decía pero sentía todo lo contrario porque yo provoqué esa situación, él estaba dispuesto a dejarme – Fui yo quien le supliqué que se quedara – repetía en voz alta sin ser consciente de ello. Jamás le escuché decir que dejaría a Junhwe – Yo acepté ser su amante – comencé a gritar como desquiciado, la única persona a la que odiaba en esos momento se llamaba Kim Hanbin, quería destruirlo y que no quedaran rastros de él – Te odio – grité al verme frente al espejo, todo eso rebasaba mis límites, era una total y completa estupidez estar sufriendo tanto y no tener intención alguna de ponerle fin.

Todas mis fuerzas, todas mis ganas, mis ánimos renovados, todo lo bueno que había llegado a mi vida se fue por completo al carajo, en dos minutos volví a estar en medio de la nada, vacío, incompleto, roto.

Notas finales:

Olvidé por completo que tenía que actualizar ayer, una disculpa -les da galletitas y chocolates- todo se me complicó un poco -entre la escuela, la familia y mi salud- así que probablemente esta semana que inicia el lunes -01/06/15/- no haya actualización, si las cosas se resuelven rápido tal vez tenga tiempo de escribir el nuevo capítulo pero no creo que eso pase así que prefiero avisarles. 

Muchas Gracias a todos los que capítulo a capítulo me dejan sus comentarios llenos de amor, ustedes son los que me animan a seguir publicando esta historia. Espero que este capítulo les guste mucho y poder leerlos, les mando mis mejores deseos a todos ustedes <3


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