POV – Junhwe.
- Si te acompaño, no salimos a bailar. Te conozco Kim Ji Won – ambos reímos. Yo tenía suficiente autocontrol respecto al sexo pero mi novio, él era otra historia. Si yo se lo permitiera, follaríamos en cualquier lugar, como animales. Reí con mis propios pensamientos, tampoco es que fuera algo malo, en realidad me gustaba eso de Jiwon, me gustaba saber todo lo que provocaba en él pero, estaba bien mantenerlo en secreto.
- ¿Puedes elegir algo de ropa para mí? – al escucharlo, me levanté de la cama y fui hasta su closet, siempre tuve un excelente sentido de la moda, siempre recibía buenos comentarios por eso.
- Estoy en ello – respondí, yo iba vestido con ropas negras así que elegí prendas blancas para hacer contraste, por eso y porque amaba como se veía con ese color, elegante y sexy.
Estaba por sentarme nuevamente en la cama cuando entró una llamada a su celular, lo busqué con la mirada y lo encontré en un pequeño mueble dónde Jiwon tenía revistas y CDs. Número desconocido.
– Yeoboseyo – no obtuve respuesta – Yeoboseyo – repetí pero nuevamente nadie respondió así que decidí terminar la llamada, Si es algo importante, seguro vuelven a llamar.
Jiwon salió de la ducha solo con una toalla tapando la segunda mitad de su cuerpo, en un acto inconsciente mordí mi labio inferior, gotas de agua caían desde su cabello y recorrían su abdomen, me quedé embobado mirando como lentamente pasaban por su pecho hasta llegar a sus perfectos abdominales. ¡Junhwe!, volví la vista hacia la ventana intentando alejar esos pensamientos de mi mente, no importaba lo mucho que lo deseara, no tendría sexo en casa de mis suegros.
- Alguien llamó – comenté mientras hojeaba una revista –
- ¿Quién? – preguntó mientras se ponía el bóxer y enseguida el pantalón.
- Número desconocido, nadie respondió – me percaté que ya estaba completamente vestido y me sentí libre de mirarlo - ¿Esperabas la llamada de alguien? – pregunté en tono serio.
- No o al menos no lo recuerdo – respondió muy tranquilo.
- ¿Seguro? – con el tiempo Jiwon me demostró que merecía mi confianza pero, eso no evitaba que sintiera celos cuando ese tipo de cosas pasaban. Él les dejaba claro a todos –y todas- que nuestra relación era seria y admito que siempre que se daba la ocasión, me encargaba de advertirles que si se acercaban a mi novio, haciendo obvio énfasis en: ¡MI NOVIO!, me conocerían enojado y esa no era una buena idea.
- ¿Estás celoso? – preguntó divertido y me hizo una seña para que me sentara junto a él - ¿Quieres que te lo repita? – me coloqué a su lado y asentí haciendo un “puchero” – Te amo – tomó mi rostro entre sus manos y me besó – Te amo solo a ti.
Darling you're with me always around me, darling I feel you under my body.
POV – Yunhyeong.
Estaba demasiado nervioso y vaya que era difícil que yo estuviera nervioso, no me sentía preparado para aquello o tal vez sí, todo estaba confuso en esos momentos, estuve a punto de salir huyendo pero mis piernas no respondieron. La noche anterior había preparado cada una de las palabras que utilizaría en esa ocasión tan importante y todo se borró de mi mente en cuestión de segundos, me daba miedo no causar una buena impresión.
- Yunhyeong – escuché su voz detrás de mí.
- ¡Chanwoo! – lo abracé fuerte contra mi cuerpo, el simple hecho de tenerlo cerca, me llenaba de calma – Estoy muy nervioso – solté.
- Está bien, les agradarás – dijo con una enorme sonrisa que logró convencerme. No podía negarle nada, Chanwoo es mi más grande debilidad y yo haría cualquier cosa que lo hiciera feliz.
- ¿Seguro que no tienen armas? – bromeé.
- Me deshice de cada una de ellas – dejó un tierno beso en mis labios, me parecía tan tierno que después de un año de estar juntos, aún se sonrojaba cuando me besaba.
Nos pusimos en marcha, estábamos a algunos cien metros de distancia de su casa, no era lo más maduro del mundo pedirle a Chanwoo que fuera a recogerme a la parada de autobús pero en realidad no quería llegar solo a su casa y a él no le pareció una mala idea.
- Yunhyeong.
- ¿Sí?
- Gracias por hacer esto – ambos sonreímos.
FLASHBACK
POV – Chanwoo.
- Tú debes ser ¿Jung Chanwoo? – estaba tan distraído observando la vitrina de los postres que no me di cuenta en que momento llegó. Giré para encontrarme de frente con él, Tiene que ser una broma, pensé, el tipo parecía sacado de una revista de modelos. Me sonrojé al grado que tuve que bajar la mirada y concentrarme en sus zapatos. Lindos, dije internamente.
- Song Yunhyeong – dijo - ¿Estás bien? – me observaba curioso.
- ¿Eh? Sí, sí… sí – Eres muy discreto, Chanwoo.
- De acuerdo – seguro estaba pensando que era todo un personaje raro, las primeras impresiones nunca fueron mi mejor habilidad – Ven conmigo – se dirigió hacia la cocina, yo lo seguí de cerca - ¿Has trabajado antes en una cafetería? – su mirada me descontrolaba, parecía una persona amable y cálida pero, era demasiado “perfecto” para ser verdad, seguro es un ogro.
- Sí – fue lo único que atiné a decir.
- ¿Por qué ya no trabajas ahí? – no apartaba la vista ni un segundo, Huye, Chanwoo!
- El dueño decidió venderla – mi antiguo jefe, a diferencia del nuevo, era un anciano, bastante divertido tengo que admitir pero, también era molesto y mandón.
- No hablas mucho, ¿cierto? – comentó divertido – Está bien, ahora soy un extraño para ti pero, desde hoy pasaremos mucho tiempo juntos así que ya tendremos oportunidad de conocernos – su sonrisa era tan contagiosa, no podía ser un ogro, los ogros son feos y definitivamente un ogro no tiene una sonrisa tan hermosa.
FIN DEL FLASHBACK
POV – Hanbin.
- Yeoboseyo… yeoboseyo – llamada terminada.
Mi ritmo cardíaco se aceleró, me llevé una gran sorpresa al obtener respuesta a mi llamada y al mismo tiempo me sentí desilusionado, esa no estaba ni cerca de ser la voz de Jiwon. Tal vez aquello había sido lo mejor, no estaba listo para reencontrarme con él, ni siquiera por teléfono.
Estuve varios minutos intentando quedarme dormido, normalmente las pastillas no demoraban tanto en hacer efecto pero mi mente estaba trabajando más de lo normal, tenía muchas cosas que asimilar, por mucho que deseara volver a Tokio y dejar por completo este lugar, esa ya no era una opción.
- Hanbin… cierra los ojos - ¿Jiwon? – Nadie va a lastimarte - Jiwon, no te vayas.
POV – Jiwon.
- Te amo solo a ti.
Después de Hanbin, pensaba que no volvería a amar a nadie, incluso pasé por una etapa de “Just for fun” y llegué a creer que así sería mi vida para siempre, teniendo sexo con extraños, bebiendo mucho alcohol y actuando como si todo me importara una mierda. Conocer a Junhwe, me cambió la vida y podría aventurarme a decir que me salvó. Descubrí que no estaba siendo yo mismo, que no me conocía por completo y que amar otra vez era muy posible.
FLASHBACK
- ¡Ah-h! ¡Ahhh! ¡Jiwon! – salí de su cuerpo en cuanto terminé de correrme y me tumbé a su lado en la cama – Eres asombroso – dijo agitado mientras recorría mi pecho con su mano, una vez consumado el acto sexual, me parecía molesto que me tocaran, sobre todo si era de forma “tierna”, me levanté de la cama, tomé mi ropa interior y me vestí con ella.
- Vete – solté.
- ¿Qué? – se incorporó en la cama.
- Quiero que te vayas – lo miré, estaba claramente sorprendido - ¿Qué parte no entiendes?
- No, no lo entiendo, ¿hice algo mal? – me miraba confundido.
- Estuviste… más o menos – murmuré – pero quiero que te vayas – se levantó de la cama enfadado.
- ¡Eres un idiota! – se vistió tan rápido como pudo – Me negaba a creer todo lo que decían de ti pero ya veo que es verdad, ¡eres un imbécil Kim Jiwon! – salió de la habitación dando un portazo.
FIN DEL FLASHBACK
- ¿Por qué tenemos que ir a dónde tú quieres? – dijo enfadado.
- Porque tú elegiste salir a bailar – respondí divertido.
- Eso no tiene sentido, Jiwon – se cruzó de brazos – siempre vamos a los lugares que a ti te gustan.
- ¿Qué lugares te gustan? – pregunté interesado, sabía que no obtendría respuesta, habíamos tenido esa “discusión” tantas veces que ya me causaba gracia, Junhwe era un chico muy complicado, ningún lugar le parecía suficientemente bueno, incluso terminaba odiando los lugares a los que íbamos por iniciativa suya – Exacto, no te gusta ningún lugar – me miró frunciendo el ceño y golpeó mi brazo, yo solo me limité a reír.
- No es mi culpa que ningún lugar sea bueno – bufó.
- Junhwe, sonríe para mí – dije con voz dulce o eso intenté.
- No – miraba por la ventana.
- Vamos, sonríe para mí – acaricié su cabello.
- No quiero – dijo haciendo “puchero”.
- Por favor mi amor – se volvió hacia mí sorprendido.
- ¿Cómo me llamaste? – en ese momento me percaté de lo que había dicho – Mi amor, me dijiste ¡Mi amor! – se abalanzó sobre mí y me llenó de besos, no podía evitar sentirme apenado, nunca le había llamado de esa forma a nadie y personalmente me parecía lo más cursi del mundo aunque admito que verlo sonreír de esa forma, me hizo replantearme aquello de “cero cursilerías”.
- No era tan difícil sonreír, ¿o sí? – comenté alegre, se separó un poco para que yo pudiera conducir.
- Dilo de nuevo – casi parecía que la sonrisa se saldría de su rostro – y prometo ser muy, muy feliz.
- ¿No eres ya feliz? – pregunté.
- Mucho más feliz – respondió.
- ¿Y lo haremos en el ascensor? – bromeé.
- Me lo pensaré – respondió coqueto.
- Mi amor, mi amor, mi amor, mi amor – ambos estallamos en risas.