POV – Hanbin.
- De vuelta en casa – mi voz hizo eco, ojalá pudiera trabajar veinticuatro horas al día para nunca tener que volver a este lugar tan vacío, pensé. Serví un poco de cereal y leche en un tazón, tomé un libro y me senté en el sofá a leer, quería dirigir mis pensamientos a una realidad diferente. Por más cansado que estuviera, no iba a quedarme dormido sin tomar las pastillas - Estoy tan harto de esas malditas pastillas – me dije a mi mismo.
Había olvidado lo que era despertar por el sonido de una alarma, siempre había tenido empleos nocturnos así que despertar temprano no era mi cosa favorita pero, estaba intentando dejar atrás mi soledad y noctambulismo. Me tomé mi tiempo para desayunar de forma “adecuada”, desde que no tenía a mi madre para decirme lo delgado y enfermo que lucía, no me preocupaba por llevar una sana alimentación, eso también debe cambiar. Estaba terminando de vestirme cuando alguien llamó a la puerta, me puse la camisa, los tenía y bajé para averiguar quién era.
- Chanwoo – dije sorprendido.
- Buenos días – dijo – Ya que tu casa está de camino al trabajo, pensé que era buena idea pasar por ti para irnos juntos – era un chico realmente tierno, ¿quién le puede decir que no a esa sonrisa?, pensé.
- Gracias por venir, me hace bien tener compañía – admití, subí a mi habitación por mi móvil y las llaves de la casa - ¿Nos vamos? – aún era muy temprano así que no nos apresuramos.
- Hice esto para ti – me entregó un gafete con mi nombre, decorado con los mismos colores que la cafetería, muy bonito.
- Muchas gracias, Chanwoo – se supone que yo lo haría la noche anterior al llegar a casa pero lo olvidé por completo.
- No sé porque estás tan triste – hizo una pausa – pero yo haré lo que pueda para que eso cambie – había hecho mi mayor esfuerzo para ocultarlo, al parecer no lo hice muy bien.
- Eres una persona muy dulce – lo tomé de la mano – Me siento afortunado de conocerte – en ese momento supe que Chanwoo sería una luz en la oscuridad que era mi vida.
POV – Jiwon.
No había podido dormir bien y estaba de mal humor por ello pero, me había preparado psicológicamente para cualquiera que fuera la respuesta de Junhwe. Sabía que convivir con él veinticuatro/siete sería todo un reto pero estaba dispuesto a amoldarme a él y hacer que funcionara, realmente deseaba que me dijera que “sí”.
“Te envío todos los documentos sobre el nuevo proyecto. – KJW” había salido ya de mi departamento cuando recibí el mensaje de mi padre – Arggh! – bufé, tuve que regresar por mi portátil para poder trabajar en la cafetería, conociendo a mi padre, antes del mediodía llamaría para hacerme mil y un preguntas sobre aquella información, no hagas que se enoje contigo.
- ¡Song Yunhyeong! – estaba en la puerta del lugar, colgando el letrero “abierto” frente a la misma.
- ¡Kim Jiwon! – me saludó enérgicamente - ¿Qué haces aquí tan temprano? – observé mi reloj y me sentí un completo idiota al darme cuenta que me equivoqué, no eran las “09:45” cuando salí corriendo de aquel edificio, eran solo las “08:45”.
- Quedé con Junhwe para desayunar pero tengo algo de trabajo que hacer así que llegué antes – después de todo podría aprovechar aquel error.
- Qué difícil es ser millonario – bromeó.
- Debería poner una cafetería y vivir tranquilo – dije divertido.
- Vamos – me invitó a pasar y me acompañó hasta la mesa – Tengo que hacer varias cosas pero apenas termine los acompaño – dijo.
- No te preocupes, terminaré esto mientras espero por Junhwe – encendí el portátil.
- ¿Un americano? – preguntó.
- Por favor – respondí.
FLASHBACK
- Todo lo que hago es para hacerlo feliz, ¡todo! ¿se ha puesto a pensar como me siento? Estoy viviendo la vida que usted quiere, no la que yo quiero – estaba realmente molesto, toda mi vida había aceptado lo que él me pedía, sin oponer resistencia pero, no se trataba de vestirme de forma “correcta” o de dejar de frecuentar bares “low class”, eso era algo muy diferente y definitivamente no cedería.
- No pertenece a nuestra clase social, entiéndelo hijo – odiaba que para él, el valor de las personas residiera en el dinero que poseían.
- ¡Eso no me importa! ¿cuántas veces lo tengo que decir? No voy a dejar a Junhwe solo para quedar bien con la estúpida “alta sociedad” – intenté tranquilizarme – Y si vuelve a pedírmelo, voy a renunciar a mi trabajo en su empresa – dije muy seguro.
- ¿Me estás amenazando? – preguntó enfadado.
- Jamás lo amenazaría – respondí – Usted es mi padre y lo respeto pero, tiene que dejar de controlar mi vida. Voy a seguir con Junhwe y realmente deseo que lo acepte porque no voy a dejarlo, no importa lo que usted diga o haga.
FIN DEL FLASHBACK
POV – Junhwe.
Esa mañana desperté con sentimientos encontrados, por una parte, estaba feliz de tener a alguien como Jiwon, que me amaba con todas sus fuerzas y que solo quería hacerme feliz a pesar de todo. Por otro lado, me sentía triste por abandonar la casa en la que crecí y de cierto modo también a mi madre, me reconforté a mí mismo diciéndome que la visitaría a diario y que la llevaría a comer con nosotros los fines de semana pero, apenas me miraba y sus ojos se llenaban de lágrimas, esto es más difícil de lo que pensé. Mi madre me ayudó a empacar mis cosas y me preparó el mejor desayuno de la historia.
- Espero que comas bien ahora que vivas con Jiwon – me advirtió mi madre.
- Qué dices mujer, vendremos aquí a comer contigo, sabes que Jiwon y yo somos fans de tu comida – besé su mejilla y ella sonrió satisfecha.
Sabía que Jiwon enviaría a su chofer por mí y por primera vez en mucho tiempo, lo agradecí de verdad.
- Yo tomaré un taxi hasta la cafetería, ¿puedes llevar esto al departamento de Jiwon? – al principio se negó un poco pero, al final accedió. “Tengo órdenes del joven Kim de llevarlo con él” “No puedo desobedecer al joven Kim” dije internamente imitando su voz y no pude evitar reír, mi novio era el jefe más genial del mundo y ellos se portaban como si fuera el peor.
Le prometí a mi madre que Jiwon se haría presente en su casa para “formalizar” aquello de vivir juntos, le di un gran beso y me subí al taxi.
FLASHBACK
Mientras ayudaba a Jiwon a limpiar su closet, me encontré una fotografía de él y otro chico, tenía algunos tres o cuatro años de antigüedad, no se parecía realmente mucho a mi novio, físicamente estaba claro que era el mismo pero, desde que lo conocía nunca lo había visto sonreír así. Escrito al pie de la foto se leía “김지원 + 김한빈”, ¿Kim Hanbin?
- ¿Quién es él? – pregunté, no quería admitirlo pero me sentí celoso por la forma en que se miraban.
- ¿Quién es quién? – se acercó, le entregué la fotografía y la observó durante un largo rato sin decir nada.
- ¿Jiwon? – me entregó la fotografía.
- No es nadie – respondió y se alejó.
- No luce como “nadie” – dije.
- Pues eso es lo que es, nadie – estaba seguro que si volvía a preguntar, Jiwon se molestaría pero, tenía demasiada curiosidad.
- ¿Qué hago con la fotografía? – pregunté.
- Rómpela, quémala, tírala, no importa – respondió, mi primer pensamiento fue romperla pero, no pude hacerlo, ¿Quién diablos eres, Kim Hanbin?
POV – Hanbin.
Cuando llegamos a la cafetería, Yunhyeong ya estaba ahí preparando los postres, nos saludó y nos pidió que organizáramos las sillas y las mesas, cuando terminamos fuimos por nuestros “uniformes” y luego a la cocina, le pedí a Chanwoo que me enseñara a preparar todos los tipos de café que se vendían ahí, si aspiraba a quedarme con el empleo durante mucho tiempo, tenía que hacerlo bien.
- ¿Puedo preguntarte algo? – escuché a Chanwoo.
- Seguro – dije, estábamos sentados uno frente al otro.
- Me da pena – se tapaba la cara con sus manos.
- Vamos, pregunta lo que quieras – dije divertido.
- ¿Quésesientetenersexo? – las palabras salieron tan rápido que solo entendí la palabra “sexo” del final.
- ¿Quieres saber qué se siente tener sexo? – al escucharme Chanwoo se puso tan rojo, imaginé que sus mejillas estaban ardiendo en llamas, respondió asintiendo – Le preguntas a la persona equivocada, pequeño – concluí.
- Tú… ¿nunca? – pareció sorprendido, ¿qué clase de impresión doy?, pensé.
- Nunca – respondí, Jiwon y yo éramos muy jóvenes así que nunca fuimos más allá de besos y abrazos.
- Y-yo – suspiró – quiero hacerlo con Yunhyeong pero, tengo miedo, no tengo idea que tengo que hacer – parecía estar aterrado, me dio mucha ternura así que lo abracé.
- Tranquilo, más tarde podemos averiguarlo en internet – dije divertido causando que Chanwoo se volviera a sonrojar.
- ¿Pueden llevar un americano a la mesa seis? – Yunhyeong apareció de sorpresa haciendo que ambos nos asustáramos.
- Claro – respondimos al mismo tiempo.
- ¿Están bien? – enarcó una ceja.
- Sí – volvimos a responder al mismo tiempo, claramente esconder secretos no era nuestro súper poder.
- Bueno… - dijo y se fue a su oficina.
- Tenemos que aprender a ser discretos – ambos reímos, preparó el americano que anteriormente nos encargó Yunhyeong y se disponía a llevarlo cuando lo detuve – Será mejor que yo lo entregue, no es buena idea dejarme solo en la cocina – asintió.
POV – Junhwe.
Entré al lugar y busqué a Jiwon con la mirada, no fue difícil encontrarlo, podría reconocerlo entre un millón de personas, me acerqué sigilosamente y lo abracé por la espalda.
- Hola – susurré en su oído y besé su cuello - ¿Has esperado mucho tiempo? – me senté frente a él.
- No – respondió sin siquiera mirarme, estaba completamente concentrado en su laptop.
- ¿Qué haces? – pregunté, estaba intentando no molestarme con él, ese tenía que ser un día feliz.
- Trabajando en un nuevo proyecto de mi padre – respondió, parecía realmente molesto pero, yo no había hecho nada para molestarle ¿o sí?
- ¿De eso iba la reunión de ayer? – no me había mirado ni una sola vez desde que llegué, estaba comenzando a preocuparme.
- Sí – soltó.
- Jiwon – me levanté del asiento, tomé su portátil y la coloqué en lejos de él – ¿Vas a decirme que pasa? – entonces me miró, sus ojos estaban llenos de coraje así que me intimidé un poco.
- No pasa nada – respondió – Necesito terminar ese trabajo – extendió su mano para que le devolviera su laptop y me dí cuenta que estaba temblando ¿qué diablos pasa?, pensé.
- Esto – señalé su mano - ¿es nada, Jiwon? – lejos de estar molesto, estaba preocupado, algo malo pudo haber pasado y yo necesitaba saberlo.
- Lo siento – inhaló y exhaló fuerte por la boca – Estoy algo estresado – se apoyó en el respaldo de la silla.
- ¿Seguro que es eso? – pregunté mirándole a los ojos.
- Sí – respondió más tranquilo.
- Tengo algo que decirte pero, primero quiero pedirte un favor – dije.
- No tengo dinero – escucharlo bromear me tranquilizó por completo.
- No se trata de dinero – aseguré – Yunhyeong quiere pasar el fin de semana con Chanwoo en Busan y yo pensé que tal vez podrían quedarse en tu casa – las últimas palabras salieron con algo de inseguridad, Jiwon no tendría ningún problema pero, mi querido suegro tal vez sí.
- Ellos van a… - su expresión fue la misma que yo hice cuando Yunhyeong me habló de aquello, bromeamos un poco sobre ello y accedió sin problemas a prestar su casa para “la ocasión”. Parecía estar más tranquilo que cuando llegué pero, miraba alrededor como si estuviera buscando a alguien y eso me ponía nervioso.
- Jiwon… - volvió a mirarme, me quedé en silencio algunos segundos y me pregunté si aquello era realmente lo que quería. No seas idiota, esto es lo que más quieres. – ¿Nos vamos? – era la primera vez que me sentía incómodo estando en aquel lugar, nada debía arruinarme ese momento.
- No hemos desayunado – dijo confundido.
- Yo prepararé el desayuno – sonreí y le devolví el portátil.
- Eso es algo que quiero ver – comentó divertido.
Le dije que iría a despedirme de nuestros amigos, que me esperara en el auto. Fui a la oficina de Yunhyeong y le confirmé que podían quedarse en la casa del señor Kim en Busan, me prometió avisarme la fecha de su viaje y me pidió agradecerle a Jiwon. Le pregunté si había pasado algo antes de mi llegada, algo para que mi novio se pusiera de aquel ánimo entre enojado y nervioso pero él me aseguró que no había pasado nada, me sugirió que alejara todas esas ideas de mi cabeza y que disfrutara de ese día tan importante. Me deseó suerte y quedamos de vernos pronto.
- ¿Has visto a Chanwoo? – entré a la cocina y a la única persona que encontré fue a Kim Hanbin, estaba sentado cerca de la puerta, al escucharme se levantó rápidamente, sus ojos estaban rojos, como si hubiera llorado y me miraba de forma muy extraña - ¿Qué tanto me miras? – pregunté un poco molesto y enseguida apartó su vista.
- Está llevando unos postres – respondió, están todos locos hoy, dije internamente y salí de ahí.
POV – Chanwoo.
Hanbin entró a la cocina llorando y mi primera reacción fue abrazarlo, ¿qué pudo haber pasado? me pregunté, se aferró fuerte a mí, yo no sabía que decir así que solo deje que llorara mientras acariciaba su cabello, parecía haber guardado durante mucho tiempo aquellas lágrimas, me sentí tan mal que estuve a punto de llorar pero me contuve, en esos momentos tenía que ser la fuerza de Hanbin y no causarle más tristeza. Después de un largo rato, se tranquilizó un poco aunque las lágrimas no dejaban de rodar por sus mejillas.
- ¿Quieres contarme? – pregunté.
Él asintió, nos sentamos en el suelo y comenzó a relatar su historia, con cada palabra que salía de su boca, yo entendía cada vez más el porqué de aquella aura de tristeza y soledad que lo rodeaban.
- Es el amor de mi vida – suspiró - No estaba listo para esto – dijo mientras recostaba su cabeza en mi hombro, yo no tenía idea que decir o hacer, era demasiada información. Me sentía cansado tan solo saber todo aquello, imaginaba como había pasado Hanbin todos esos años, lidiando solo con todo eso, quería poder alejar esa tristeza de su vida.
POV – Hanbin.
- ¿Jiwon? – deseé con tantas fuerzas que llegara ese momento y cuando por fin pasó, parecía tan irreal, dirigió su vista hacia mí y se levantó de su asiento.
- Hanbin - había pasado tanto tiempo desde la última vez que escuché su voz pero, lejos de sentirme aliviado, me sentía asustado, no podía reconocer ninguna emoción en sus ojos, de forma casi inconsciente me abalancé sobre él y lo abracé, extrañaba tanto sentir su cuerpo cerca, respirar su aroma, escuchar los latidos de su corazón, apreté los ojos y deseé que aquel momento durara para siempre, No me dejes, no me dejes, no me dejes, repetía en mis pensamientos, después de varios minutos, me di cuenta que Jiwon no me abrazaba y me alejé por instinto - ¿Por qué volviste? – preguntó pero se sintió más como un reproche.
- Tenía que hacerlo – respondí, por más que intenté, no logré adivinar lo que sentía en aquel momento, mis piernas temblaban, de nuevo quería correr pero, no respondían.
- Claro, así como tenías que irte hace cinco años – todas las noches antes de dormir, imaginaba todos los escenarios posibles y, claro que esperaba esa reacción pero no esperaba que doliera tanto.
- Jiwon – quería poder explicarle pero, no tenía una explicación – No quería que sufrieras por mí – sonaba tan idiota cuando lo decía en voz alta.
- ¿Y pensaste que al dejarme yo sería feliz? – esta vez sí descifré lo que decían sus ojos y descubrí una nueva clase de dolor, nunca pensé que llegaría el día en el que Jiwon me mirara con odio. En ese momento, todas mis cicatrices se volvieron más reales que nunca, todo el sufrimiento, todas las noches sin dormir, todas mis lágrimas, todo me pareció una broma comparado con eso.
“Perdí algo importante, no lo puedo encontrar y lo necesito.”