Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Extraño por LocatisLunaticaLupin

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Despues de perderme por casi un mes he regresado. Juro que no volvera a pasar, es solo que este ha sido un mes de locos ya que tuve examenes. Pero regreso con todo. Sin mas interrupciones, a leer.
- Ya basta Luna – Cesar respiraba con dificultad y se retorcía bajo la chica castaña.

- No hasta que lo digas – ella se inclinó sobre el moreno y le detuvo las manos para que dejara de manotear.

- ¡No! – siguió forcejeando con su amiga quien a pesar de ser más débil que él, le llevaba la ventaja debido a la posición en la que se encontraban.

- ¡Dilo! – le volvió a ordenar la chica.

- No.

- Bien, tu así lo quisiste – Luna soltó rápidamente las manos de su amigo y dirigió las propias hacia sus costillas para hacerle cosquillas – Dilo.

- N-no – el adolecente trato de controlar la risa producto de las cosquillas pero en menos de un minuto ya estaba riendo nerviosamente – No lo voy a decir – su amiga solo respondió ante su negativa con más fuerza en sus costillas - ¡Ya! Está bien lo diré, Luna, lo diré. ¡Soy un dinosaurio bebé que se rinde!
Luna dejo de torturar a su amigo mientras reía un poco histérica, se quitó de encima del chico y se sentó a un lado de donde minutos antes lo había tirado.
- ¿Vez como no fue tan difícil?
Cesar se levantó con la poca dignidad que le quedaba y regreso a su mesa de la cual había sido arrastrado cinco minutos atrás cuando su amiga llego diciendo que quería oírlo decir que era un dinosaurio bebé, a lo que Cesar se negó rotundamente. Al vigésimo quinto “Por favor” la castaña decidió conseguir lo que quería por la fuerza lo que dio como resultado a un pobre Cesar tirado en el piso con Luna encima de él haciéndole cosquillas.
- Tú estás loca – atino a decir una vez que se recuperó del ataque.

- Lo sé – la chica seguía sentada en el piso del frente del salón sonriéndole ampliamente – Me encanta como las personas dice que son dinosaurios bebés.

- ¿Qué hacen ustedes dos? – una pequeña rubia hizo su aparición por la puerta del aula y miro curiosa a sus amigos.

- Nada, solo… - la mirada de Luna se ilumino malignamente y volteo a ver a su amiga – Oye, Dalis, ven.

- Corre – Cesar adivino las intenciones de su amiga y decidió intervenir – confía en mí, no es buena idea.

- Shhh, tu cállate – la castaña se puso de pie y se acercó cautelosamente a su amiga, tal y como se acerca el cazador a su presa.

Dalis no lo dudo, no sabía cuáles eran las intenciones de su amiga pero nada bueno traía esa sonrisa malvada, salió corriendo del aula y bajo las escaleras lo más rápido que pudo tratando de escapar. Luna, frustrada, comenzó una carrera detrás de su amiga que siguió al patio de la planta baja

- ¡Dalis! – la castaña esquivaba con dificultad a los obstáculos humanos que se interponían entre su amiga-presa y ella – No corras, solo quiero hablar.

- ¡No! – la pequeña rubia rodeo con habilidad las jardineras para ganar ventaja – No sé qué está pasando por esa mente tuya, pero estoy segura que lo último que tienes planeado es hablar.

- Dalis – la voz de Luna era casi suplicante, no solo porque no le estaba dejando hacer su maldad, sino porque su pésima condición física le impediría continuar más con su carrera, justo cuando creyó que tendría que rendirse sonó la campana que indicaba el inicio de la siguiente clase. La castaña agradeció mentalmente y detuvo su carrera – Te has salvado por ahora, pero volveré – agito cómicamente su puño a su amiga casi seis metros delante de ella gritando dramáticamente.

Dalis mantuvo la distancia prudentemente mientras ambas se encaminaban a los salones que habían dejado atrás. Ambas se percataron de las miradas curiosas que atraían, Luna las ignoraba olímpicamente pero a Dalis la estaba costando bastante no voltearles a ver y comenzarles a gritar, pero no se podía quejar mucho, no todos los días se veía a una castaña loca detrás de una rubia malhumorada.
- Amor, ven nena
Luna ya estaba casi en la puesta de su salón pero volteo curiosa al oír la voz de su amigo, y ahí estaba a pie de las escaleras llamando muy melosamente a alguien, Luna giro la cabeza en busca de la desafortunada que había caído en las redes de su estúpido amigo pero no había ninguna chica en la dirección en la que miraba excepto ella. Después de un par de segundos comprendió y se sintió un poco tonta, claro el juego que ella había iniciado, camino hacia su amigo rápidamente encontrándose con los ojos avellana del ahora confirmado acosador de Cesar: José.
- Bebé – abrazo a su amigo y se le colgó del cuello - ¿ya no estás enojado? – ella misma se sintió un poco avergonzada de lo patética que sonaba, en verdad parecía una mocosa enamorada - ¿me perdonas?

- Como podría seguir enojado contigo, hermosa – Cesar la abrazo más fuerte y se acercó a su oído para susurrarle – No tengo opción ¿cierto?, temo tener que decirte en el siguiente receso que soy un dinosaurio bebé que te perdona

- Que bien me conoces – se separó del joven y le beso una mejilla – te veo en el siguiente receso

- Ya par de tortolitos o ninguno entrara a tiempo a clase – Dalis apareció en medio de los dos separándolos y jalando a Cesar para subir al salón

- Pff, no te enceles – Luna tomo a su amiga del cuello y la abrazo – los veo en un rato

Luna camino en direccione a su salón, observo que José seguía plantado en el mismo lugar y le miro con recelo y este le devolvió la mirada con mayor intensidad.
Cesar siguió con la mirada a su amiga hasta que esta entro en su salón, cuando estaba por dar la media vuelta se encontró con los ojos avellana de José lo que le provoco un leve escalofrió. Sintió a su amiga jalar de su brazo y le siguió escaleras arriba hasta la aparente seguridad del aula. Tomaron asiento justo cuando ingreso el profesor de química.
- Buenos días jóvenes
Un murmullo recorrió el salón que bien interpretado sonaría como “buen día profe” mientras el docente sacaba su lista de asistencia, una vez que los únicos ocho alumnos del grupo estuvieron registrados comenzó la clase pidiendo que se formaran parejas.
Dalis tomo su banquillo y se sentó a lado del chico moreno, ambos tomaron nota de todo lo que estaba escribiendo el profesor en el pizarrón e intentaba hacer que tomara sentido dentro de sus mentes. Una vez que el tema fue explicado el maestro dio un par de copias para que contestaran y se volvió a sentar detrás de su escritorio, provocando un murmullo que llenaba el silencio del que había sido presa el aula los últimos minutos.
- ¿Le viste la cara a ese sujeto cuando le hable a Luna? – Cesar comenzó la charla con su amiga mientras intentaba contestar una de las copias y pasando la otra a su amiga

- Sí, creo que estaba a punto de ir y golpearle en la cara – Dalis trato de comparar sus apunte con los ejercicios y bufo frustrada – esto es lo opuesto a lo que escribió en el pizarrón

- ¿Ya revisaste la parte final de tus apuntes? – el moreno tomo su propi cuaderno mostrando un ejercicio muy parecido al que Dalis trataba de resolver.

- Ya lo sabía – la rubia dio vuelta a su cuaderno y siguió con lo suyo – regresando al tema, creo que deberías de encontrar una clave para indicarle a Luna para que inicien su teatro, estaba tan confundida que casi lo arruina.

- Ella fue la que inicio con lo de “ser novios”, uno esperaría que estuviera atenta, no es mi culpa que sea tan mensa.

- ¿No crees que sería mejor ser directo con aquel parasito y decirle que vaya a chingar a su puta madre? – Dalis comenzó a dibujar pequeños alienígenas en su hoja distraídamente.

- Lo he pensado pero no creo que sea una buena idea. Ya descubrimos que está loco, me pone nervioso pensar en su reacción si lo confronto – le arrebato la hoja a su amiga y comenzó a borrar los alienígenas danzantes del espacio en el que deberían estar desarrollando el problema.

- Buen punto – la chica se rasco el mentón pensativa – pero, si esta tan loco como creemos, ¿el plan de Luna funcionara?

- No sé – frustrado, Cesar se recargo sobre la mesa y cerró los ojos – espero que sí, la idea de tener a un acosador detrás de mí el resto del año no me emociona.

- Señor Madrid, si mi clase le parece aburrida, siéntase en la libertad de retirarse y deje que su compañera aproveche la clase – el profesor que normalmente era todo sonrisas tenía una mirada de reproche puesta directamente en Cesar.

- Lo siento, profesor – el moreno se incorporó rápidamente y trato de seguir trabajando – No volverá a suceder.

- Retírese, espero que lo tenga en mente para la próxima clase – con su mano derecha el docente señalo la puerta, impaciente por que se cumpliera su indicación.

- Pero, profesor…

- ¡Ahora Madrid! Antes de que decida que no quiero ver su cara por una semana.

Cesar maldijo en voz baja, salió del salón malhumorado y azoto la puerta tras de sí. Logro oír salir del aula un grito de su profesor que sonó como “te lo advertí” que le dejo en claro que no entraría a la clase de química por el resto de la semana, resignado bajo las escaleras y se dejó caer en la banca que estaba frente a ellas.
- Puta madre.

- ¿Con esa boquita comes? - Cesar levanto la mirada y vio a su amiga castaña sonreírle divertida.

- Jodete Luna, no estoy de humor – trato de relajar un poco el rostro a su amiga - ¿Qué hace la señorita perfecta fuera de clase?

Luna bufo ante las palabras de su amigo.
- Sabes, si quiero puedo saltarme las clases – la castaña miro con indignación a su amigo, pero el chico de los ojos chocolate le vio escéptico – De acuerdo, no llego mi profesor de matemáticas. ¿Y tú por que no estás en clase?
El chico ignoro la pregunta y se mantuvo callado, la castaña al no obtener respuesta se sentó a lado de él y comenzó a picotear con su índice la mejilla derecha del adolecente. Después de un par de minutos Cesar le detuvo la mano a su amiga.
- ¡Me sacaron de clase! – su voz sonó exasperada, producto del constante toque de su amiga.

- ¿Te moleste? – la joven hizo un ligero puchero y dejo salir las palabras con un tono demasiado inocente.

- ¿Tú que crees? – soltó dudoso la mano de su amiga, quien al ser libre se recostó en la banca y dejo que su cabeza descansara en las piernas de él.

- Creo que eres un ente extraño de un mundo paralelo – le sonrió divertida y agrego – y que eres la persona más fácil de molestar en el mundo.
El chico decidió pasar desapercibida el comentario de la castaña para evitar alguna de sus peleas sin sentido. Después de un rato miro pensativo a su amiga, le era tan extraño tener un poco de tranquilidad a lado de ella, cuando normalmente no pasaban ni cinco minutos sin atormentarse mutuamente o lanzarse una que otra palabra venenosa. No se percataron del tiempo transcurrido hasta que la campana sonó para avisar el fin de la clase. Luna se sobresaltó un poco y luego se incorporó estirándose.
- Si no terminas la prepa Cesar, yo te contrataría como almohada – la chica se tallo los ojos y se volvió a estirar.

- Ya me parecía raro que estuvieras tan tranquila y callada.

- Yo no hablo cuando intento dormir, o al menos nada que tenga sentido.

- Hola Luna – ambos amigos miraron al frente para observar a la dueña de la aguda voz que les interrumpió.

- Hola Karen – Luna saludo alegre a la morena - ¿Qué tal te va?

- Bien, gracias por recomendarme aquel anime es muy hermoso. ¿Te puedo pedir un favor? – miro suplicante a la castaña en espera de respuesta.

- Claro, que necesitas - Luna nunca dudaba en ayudar, aunque eso la había metido en más de un problema en el pasado.

- ¿Conoces a… - Karen leyó algo que había garabateado en su antebrazo – Cesar de área uno?

- Si, mira te lo presento – Luna se puso de pie y levanto a su amigo – Karen él es Cesar, Cesar ella es Karen.

- Hola – Karen saludo efusivamente al moreno que solo la miraba dudoso – una chica de primero me pidió que te entregara esto – extendió la palma de su mano y dejo ver una pequeña carta cuidadosamente dobla y un caramelo – dice que no es de su parte, es de un chico de otro grupo que le pidió que alguien más te la entregara.

- Eh… gracias, supongo – el chico tomo dudoso aquel presente anónimo.

- De nada. Bien, mi misión está cumplida. Hasta luego – y tan rápido como se despidió salió corriendo en otra dirección.

- ¿Qué dice? – Luna centro toda su atención en la misteriosa carta que su amigo estaba leyendo

- Dice: “Tal vez no te has dado cuenta de mi presencia pero yo si he notado la tuya. Desde la primera vez que te vi no te puedo sacar de mi mente. Espero que sepas lo mucho que me atraes y podamos intentar algo juntos. Te esperare frente a sala de cómputo si deseas conocerme” – Cesar miro la entrada del salón de computo que está del otro lado de patio encontrándose con los ojos de José – Dios, esto es demasiado, ¿ya viste de quién es?

- No necesito verlo – Luna tomo la carta y el dulce de la mano de su amigo – ¿puedo tirarlo?

- Tíralo, písalo, quémalo, no me interesa – hizo un ademan despreocupado con la mano y se volvió a sentar en la banca

- Bien, entonces… – la chica hizo una bolita con la carta cubriendo el dulce y lo lanzo al bote de basura a tres metros de ellos encestando a la perfección – la basura tiene que estar en su lugar. Iré a mi salón, te veo a la salida

- Aja – Cesar se levantó de la banca y se dirigió a su salón también, cuando entro a su salón vio a Dalis medio dormida en su mesa – Dalis, despierta, no vas a creer lo que acaba de pasar

Cesar le conto acerca de la carta a la pequeña rubia, quien casi grita cuando se enteró mientras decía que aquel loco cada vez estaba yendo más lejos. Las clases siguieron su curso normal, una vez que la última campana sonó indicando el fin del día escolar Cesar y Dalis tomaron sus mochilas y bajaron a reunirse con su amiga. La encontraron al final de las escaleras jugueteando un trozo de papel en sus manos nerviosamente.

- No se lo van a creer – Luna casi susurraba, como si temiera que la escucharon – miren lo que me dieron hace rato

Los otros dos chicos tomaron el trozo de papel que les ofreció su amiga y leyeron las palabras escritas en el:
“ALEJATE DE EL, ZORRA OPORTUNISTA, O VERAS DE LO QUE SOY CAPAZ”
Los tres amigos se miraron nerviosos, una cosa era lidiar con un acosador pero otra muy diferente era aquella amenaza. Se estaban metiendo en un problema cada vez más grande.

Notas finales: ¿Les gusto? Yo espero que si, espero que comenten eso me pone muy feliz y me hace escribir mas rapido :) Espero estarles escribiendo cada semana a partir de ahora, asi que si todo sale como yo lo estoy planeando estare actualizando el proximo miercoles. Los quiero, un beso.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).