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En el tiempo por Whitekaat

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Notas del capitulo:

 

Espero les guste <3

 

 

#23
MENTIRA


A veces se sentía mal por hacerlo, se recriminaba todas las veces que lo hacía pero… ¿Qué podía hacer que no fuese otra cosa que mentir? Mentir para disfrazar algo lo cual no era fácil de decir, algo que sólo sabía él y el titán del tiempo; se sentía horrible mentirle a Saga pero no era algo que pudiese ser tomado a la ligera. Él se había prometido proteger al gemelo, del mal, de la tragedia, del dolor y la cruel realidad que los mantenía presos, él llevaría la culpa sobre sus hombros tan sólo para ver aquella hermosa sonrisa posarse sobre el rostro del gemelo por siempre.

Se notaba que a veces el de cabellera azul dudaba de sus palabras, Saga no era estúpido y siempre existiría esa duda en él, siempre había existido esa curiosidad por saberlo todo, así fue y así era en esos momentos, pero todas las preguntas formuladas las evadía diciendo “imaginé que esto te gustaría” de cierta manera no le mentía pero a la vez sí, no era un imaginé de instinto, era más bien un —Lo imaginé porque vi en mis vidas pasadas todo lo que te gustaba— una respuesta corta y concisa que no permitía dejar lugar a dudas lo cual al gemelo molestaba pero en su mayoría le agradaba.

— Eres un mentiroso— el gemelo lo miraba molesto y demasiado serio lo cual preocupaba al castaño, sentía que algo no andaba del todo bien y eso le asustaba, temía ser descubierto, que todas y  cada una de aquellas mentiras blancas habían salido a la luz y sin saber como. Aioria se sentía demasiado nervioso para responder pero sólo podía hacer dos cosas o seguir el juego o fingir demencia.

—Es cierto, te he mentido todo este tiempo— afirmó sin mirar a Saga y casi sin tomarlo en cuenta, pasando por su lado para luego lanzarse al sillón siendo seguido por el gemelo que también se sentaba a su lado.

—Creí que eso funcionaría— Saga bufó, y su acurruco al costado de Aioria, le molestaba saber que el otro sabía cuando él mentía, cuando actuaba y aunque no se diera cuenta de todas formas lo trataba con indiferente, le irritaba, le molestaba  aquella actitud de no ser tomando en cuenta pero era esa la manera en que Saga corroboraba la sinceridad del castaño.

— Si alguna vez te miento será por tu bien— su manó se entrelazó a la de Saga y este la apretó como si su vida dependiera de ello, como si alguna vez soltara aquella mano su vida acabaría, la piel de Aioria era áspera y gruesa pero demasiado cálida, una calidez que le decía que probablemente aunque el castaño le mintiera, él lo perdonaría por todas y cada una de aquellas mentiras. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

#26
INTERRUPCIÓN


El lugar no era uno de los mejores, pero sí el más cercano al santuario, la decoración sólo se podía catalogar, como horrible y antigua, piso manchado, un color verde musgo para las paredes, cubrecama desgastado, una pequeña maceta con flores platicas, el ambiente sobrecargado a humo de cigarrillo, varios espejos adornando las paredes de habitación y lo más que llama la atención de ellos era que existía una ventana que te dejaba ver desde la cama cuando el otro se diera una ducha. Saga y Aioria comenzaban a dudar de su decisión y más aun de la higiene del lugar, pero ya estaban ahí, habían pagado y ambos necesitaban aquella privacidad que se les había sido arrebatada.

***º***

No era sólo Aioria, el gemelo también sentía esa urgente necesidad de unir su cuerpo junto al castaño pero las cosas no habían salido del todo bien luego de aquello primera vez para ambos. No sabía porque sucedía pero los dorados, todos y cada uno de ellos se habían encargado de interrumpirlos en todas las ocasiones en que sus cuerpos habían reaccionado por las caricias del otro. 

Tanto el templo del león y el de los gemelos se habían transformado en una especie de lugar social en donde a diario se veía llegar a los caballeros de los otros templos con las intenciones de conversar, invitaciones a salir, algunas reuniones con fines “recreativas”  las cuales siempre terminaban haciéndolos aceptar.

Aioria estaba de malhumor mientras que Saga sentía reaccionar su cuerpo hasta con el más mínimo roce del castaño, lo cual lograba incomodarlo en todo los “eventos” a los que asistían, necesitaban el uno del otro, lo requerían, un poco de privacidad sin interrupciones era lo mínimo que pedían y el león cabreado de la situación tomó la muñeca de Saga y se propuso salir a toda prisa de los terrenos del santuario.

Abandonaron tierra santa, Saga seguía los pasos de Aioria sin saber un rumbo exacto entre calles, avenidas y pasajes, hasta que adivinó cual era el lugar a donde el caballero de leo quería llevarlo, las luces rojas de neón  dibujando la palabra “MOTEL” no daban lugar a dudas, sabía lo que se avecinaba y tal como en las otras ocasiones se sentía ansioso por la situación.

***º***
La decoración era un extra concluyeron, el lugar era lo último que importaba, aquel cuarto de motel parecía ser el lugar más agradable para estar, se basaban con desesperación, con necesidad de algo más, ya no existían interrupciones, podrían amarse todo el tiempo que quieran, o al menos lo que el dinero les alcanzara a pagar.

 

 

 

 

 


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