Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Luz en tu sonrisa por ArumaDTrafalgar

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hey! ¿Que tal?, bueno como el titulo dice este es un capítulo extra, me pidieron lemon y por fin cumpliré, lamento mucho la demora y espero me perdonen u,u.

Este capitulo va dedicado a Pucka-chan!, mil disculpas Pucka por la tardanza y espero ojala te guste.

 

Me disculpo si encuentran algún error ortográfico o incoherencia narrativa, esto de andar en el celular puede cambiar una que otra palabra :c .

 

Disclaimer: los personajes son propiedad del gran Eiichiro Oda.

Una mañana de otoño el peli verde estaba en lo alto de la torre entrenando como era su costumbre, hacía una pequeña rutina mientras esperaría la hora de la comida. Cuando estuvo a la mitad de su entrenamiento, Sanji subia por las escaleras con una botella de sake en su mano, al rubio de vez en cuando le gustaba tener ciertos detalles con el espadachín.

 

- Marimo... una pequeña ración para esta fría mañana - se acerco el cocinero al peli verde agitando un poco la botella mientras se la mostraba; una vez que estuvo frente de él se la dio.

 

- Esto es algo raro de tu parte - tomó la botella gustoso y con una sonrisa en su rostro, Zoro realmente amaba beber alcohol a mas no poder - gracias, aun que me gustaría algo más - una sonrisa ladina se le había dibujado en el rostro y esa no era un muy buena señal, por lo menos no ahora que el rubio tenía que regresar a sus labores, tomo a Sanji por la cintura con su brazo zurdo en un fuerte y firme agarre.

 

- ¡Espera marimo! - el cocinero quería zafarse pero le estaba siendo algo complicado - ¡joder! Ahora no, debo ir a preparar la comida y mis damas me necesitan - y como si Sanji hubiera pronunciado las palabras mágicas, Zoro le había soltado repentinamente y para después alejarse a beber de su botella. - que bueno que lo entiendas, yo necesito ir...

 

- Como sea - el espadachín le interrumpe - yo estoy a mitad de mi entrenamiento, cada quien a lo suyo - notoriamente el peli verde se había puesto celoso pero no lo admitiría abiertamente, lo malo de no hacerlo es que había usado un tono de indiferencia y eso a Sanji le dolió.

 

- ¿Ha? ¿Que mierdas te sucede? Esta no es la primera vez que te comportas de esa manera, solo te pedí que....

 

- Que no te tocara por que alguien mas te necesita, anda...es tu deber ¿no?  -Zoro aun luchaba con esa idea de si realmente Sanji lo amaba, a veces tenía dudas por sentir que jamás tendría la completa atención del cocinero y que siempre tendría un obstáculo en medio: las mujeres.

 

- ¡Eres un estúpido!...- Sanji no pudo soportar el tono y el trato que le estaba dando Zoro, así que tomo la decisión de irse hacia su amada cocina.

 

••••••/ A la hora de la comida /•••••••

 

Todos tenían una animada platica mientras comían, uno que otro regaño hacía Luffy por esa manía de robar la comida y comer con tal desespero como si no hubiera un mañana.

 

- Sanji-kun ¿Por qué Zoro no viene a comer? - Nami sabía de la relación de ellos dos que "secretamente" tenían y se le hizo algo extraño que el peli verde no estuviera con ellos para la comida.

 

- ¿Mnh? No lo se mi querida Nami-san...- había tenido una ligera discusión con el espadachín y no era para tanto o eso creía él, admitía que fue doloroso aquel pequeño dialogo que mantuvieron por el tono que usaba su pareja pero no pensó que faltaría a comer - tal vez se perdió, es el marimo ¿Que mas se puede suponer?.

 

- Tal vez que a Zoro le molesto algo - intervino la arqueóloga.

 

- Tal vez -supiro ligero la peli naranja- a veces se porta como un niño, Sanji-kun deberías irlo a ver.

 

- No es necesario Nami-san, si el marimo esta haciendo su rabieta hay que dejarlo solo...es su problema - dirigió su mirada a la entrada, esperaba que por la puerta entrara el espadachín.

 

Las chicas ya no dijeron nada, tal vez era mejor no meterse y esperar que esos dos arreglarán sus problemas, sabían que ambos eran orgullosos aun que Zoro lo era más pero si por alguna razón hacían buena pareja es por que el cariño que se tenían hacían que toda barrera entre ellos se eliminba en un abrir y cerrar de ojos.

 

Paso la tarde algo tranquila pues parte del alboroto era por de parte del capitán, el renito y el tirador lo cual era usual, pero el demás alboroto no estaba pues no se escuchaban los intercambios de insultos y demás por de parte del espadachín y el cocinero, algo estaba mal.

 

Llegada la noche, todos cenaban con los mismos ánimos de siempre pero...otra vez el peli verde no se había presentado a comer, esto a Sanji ya le fastidió y claro que no estaría tranquilo, por ello dejo la cocina para ir hacía el nido del cuervo. Justo cuando llego pudo ver al espadachín recostado en el piso y aparentemente dormido.

 

- ¡Maldito marimo! - le pateaba ligero las costillas al peli verde - ¡Despierta!

 

- ¡Deja de hacer eso! - Zoro le toma del tobillo para que detuviera las patadas.

 

- ¡¿Que demonios te sucede?! ¡¿Por qué no bajaste a comer?! - gritaba cabreado mas no obtuvo respuesta - ¡Maldición! ¡Habla de una maldita vez!

 

Zoro no quería responder a eso, lo único que hizo fue levantarse para de un acto rápido jalar al cocinero y ponerlo sobre el suelo boca arriba, Sanji estaba atónito pues aun no comprendía que sucedía con él.

 

- Oye... Z-zoro- su voz temblaba, su corazón se aceleraba, era un mar de sentimientos pues veía que aquella luz de su ronrisa del espadachín no estaba, ni el brillo en sus ojos, era como si Zoro no fuera Zoro, ni siquiera aquella mirada amenazante estaba, incluso se podía decir que estaba...¿melancólico?, Sanji le había aprendido a conocer bien y esta faceta era algo nuevo que jamás quiso experimentar. - ¿Me diras que te sucede? -la mano diestra del rubio acaricio con suavidad la mejilla de su contrario.

 

- Son ideas tuyas cocinero, simplemente no tenía hambre...con el alcohol fue suficiente -cerro su único ojo bueno, había echo una rabieta en la mañana pero mas luego de meditarlo se dio cuenta que debía calmarse o podía empeorar las cosas, tal vez sus suposiciones era estúpidas o tal vez no, sabía a lo que se arriesgaba al tener una relación con Sanji y que un mujeriego siempre sería mujeriego pues como dicen "genio y figura hasta la sepultura".

 

- ¡Eres un maldito mentiroso!...- el cocinero volvió a explotar, algo le ocultaba el peli verde y no quería eso - ¡dime de una maldita vez! ¡Joder! ¿Acaso no confías en mi o algo estoy haciendo mal? - se cubrió con ambas manos el rostro - ¡Maldición Zoro!...yo...t-te amo ¡¿Por qué no dices nada?! -sentía estrujado el corazón, una cosa era tener sus estúpidas peleas por trivalidades y otra muy diferente era que siendo pareja no hablaran con franqueza de ciertas cosas de ambos.

 

Zoro le había vuelto a mirar - Por que no hay nada que decir - una tenue sonrisa se dibujo en los labios del espadachín, con lo que había dicho hizo que toda duda se disipara, estaba siendo un total estúpido por creer que Sanji no lo amaba realmente pero no era así, el cocinero amaba al espadachín con todo su ser y eso apenas se estaba dando cuenta - Yo también te amo Sanji - le quito las manos de la cara para verlo de frente y en ese momento pudo notar una sola lagrima apenas bajar por la mejilla de su amado rubio, se sentía mas que un idiota, con la camisura de sus labios borro aquella gota salada y después deposito un beso en la frente del cocinero.

 

- Eres un idiota - murmuró el rubio con un tenue sonrojo en sus mejillas.

 

Rio ligero el espadachín, aquellas reacciones del rubio le agradaban de sobre manera, no era una risa de burla mas bien era de felicidad por sentirse mas en paz y de estar junto al cocinero.

 

- La próxima vez que hagas esto, ten por seguro que te voy a patear el trasero.

 

- Como digas...- rodo los ojos, las amenazas ahora eran una clara muestra de preocupación, eso le agradaba al espadachín, se acerco a besar el cuello del rubio.

 

- mnh..espera marimo - le empujaba de los hombros aun que no con muchas fuerzas, quería estar junto al espadachín pero también tenía sus labores que cumplir - tengo que ir a la cocina.

 

- Esta vez no voy a esperar - de un tirón y sin esfuerzo deshizo el nudo de la corbata del rubio, una sonrisa ladina y perversa se dislumbro en el rostro del peli verde, utilizo la corbata para atar las muñecas del cocinero.

 

- ¡Espera!, no hagas eso, déjame... Ahh! - el rubio emitió un gemido pues Zoro le había pellizcado con poca delicadeza uno de sus pezones por encima de su ropa y al mismo tiempo posaba una de sus piernas en medio de las del cocinero la cual después comenzó a hacer fricción en la entre pierna de Sanji.

 

Zoro desabotono con rapidez la camisa del cocinero para dejar así su torso al descubierto, volvió a depositar un beso en aquel cuello pálido, luego otro en el pecho y para después desde ahí con la lengua hizo un camino hacia uno de los pezones el cual lamió de forma circular unas cuantas veces hasta que opto por morderlo no con mucha sutileza, en todo ese acto no le quitaba la mirada de ensima; Sanji respiraba ligeramente acelerado, tenía las mejillas adornadas con un tono carmín y la boca entre abierta.

 

- ahh!... Marimo - el mencionado subió de nuevo para besar al cocinero, ambos cerraron los ojos, era un beso lleno de deseo y lujuria, estaban desatando una pelea al momento que la lengua del peli verde profano la cavidad bucal del rubio, Zoro era quien iba ganando. Mientras se besaban, el espadachín con esfuerzos, le desabrocho y luego bajo el pantalón junto con su bóxer de su acompañante, no pudo esperar mas y comenzó a estimular el miembro del rubio - mnh... - aquellos jadeos del rubio eran música para el espadachín.

 

El beso les estaba robando oxigeno así que se separaron y abrieron los ojos,  Zoro mordió la barbilla del rubio, bajo mas para moder con suavidad el pecho del mismo, Sanji emitía algunos suspiros, el peli verde seguía bajando con mordiscos hasta que llego al miembro ajeno, aun le continuaba estimulando el mismo, lamió la punta para después succionar la misma, el cocinero arqueo la espalda, y después sin previo aviso se engulló el pene de su amado.

 

- ahh!...mnh - el rubio se mordió el labio inferior, la atención que resivia era exquisita, un placentero escalofrío le recorria la espalda - ¡joder! -cerro los ojos disfrutando del placer.

 

El espadachín subia y bajaba por toda la extensión del miembro ajeno, el rubio tomo los verdes cabellos de su amante para marcarle el ritmo, Zoro no dejaba de mirarlo, le exitaba de sobre manera esas expresiones del rubio, su miembro ya estaba mas que despierto y quería poseer al cocinero.

 

- Z-zoro... ¡Maldición!, metelo de una vez...- Sanji ya no lo soportaba, quería sentir al espadachín de una maldita vez.

 

El peli verde detuvo sus acciones, se levanto para desvestirse lo mas rápido posible - Será un placer... - se arrodillo y se posicionó entre las piernas del rubio, tenía demasiadas ganas por entrar pero antes tenía que preparar al rubio, aun que antes ya tuvieron sexo, eso no indicaba que no dolería si entraba a lo bestia, sus tres dedos de su diestra los lubrico con el pre semen que salía del miembro del rubio, introdujo un dígito, estimulo por un momento, Sanji gemia, introdujo el segundo y en segundos introdujo el tercero, su impaciencia le estaba ganando.

 

- ¡joder! ¡Ahh!... No me hagas esperar mas...- el rubio jadeaba, estaba sonrojado hasta las orejas, movia las caderas en busca de mas placer.

 

- tch... Maldición - Zoro saco sus dedos, tomo de las rodillas a su amado rubio y le abrió mas sus piernas, acerca la punta de su miembro a la entrada del cocinero, el espadachín comenzó a entrar; una vez que la punta entro, metió lo demás de una sola estocada, el peli verde emitió un ronco gemido ante tal placentera sensación, no espero mucho y comenzó a embestir al rubio, era un movimiento no tan rápido.

 

- Mnh... aah!... Zoro - gemia sin mucho control el rubio, movia las caderas al compas de las embestidas, el peli verde le atendió de nuevo su miembro pues le había comenzado a estimular, Sanji estaba mostrando un erótica pero encantadora expresión, su pecho subia y bajaba rápidamente, sus manos atadas por sobre su cabeza, sus mejillas sonrojas, su ojo visible entre abierto, su boca abierta emitiendo gemidos sin control y entre ellos con una sensual voz decía el nombre del espadachín, era todo una obra de arte para la lujuria.

 

- mnh... - el espadachín empezó a aumentar el ritmo de las embestidas y la profundidad de estas para así poder tocar aquel punto sensible del rubio que lo volvía loco de placer, jadeaba con descontrol, un ligero sonrojo se dislumbro en las mejillas del peli verde.

 

- ah!... No mas...-  el cocinero se sentía en su limite, estaba siendo embestido de una forma profunda y rápida tanto que se podía escuchar por toda la habitación el obseno choque de sus cuerpos a un alto ritmo - ah...- pero no lo hizo, pues Zoro repentinamente detuvo sus acciones para cambiar de posición.

 

- Aun no...- rápidamente el espadachín salió del rubio, se sento en el suelo y lo posicionó encima a hocajadas para volverlo a penetrar de una sola estocada, emitió un placentero gruñido. Sanji volvió a gemir, rodeo el cuello del peli verde con sus brazos, se besaron con pasión mientras Zoro embestia al cocinero con suma rapidez y con la diestra le masturbaba su miembro. hicieron un vaiven con sus lenguas, sus labios se besaban con suma desesperación, el aire les comenzó a faltar así que dejaron el beso, se miraron de frente, sus respiraciones chocaron mutuamente, Sanji no paraba de gemir y Zoro no paraba de jadear.

 

- me vengo Zoro...aah!.

 

- No te contengas... - el peli verde aumento el ritmo con el que estimulaba el miembro ajeno, también estaba en su límite, mordió el labio inferior de su pareja. El rubio no pudo mas, se corrió en la mano de su amado y manchando con su esencia el abdomen de ambos, dio un gemido placentero y en reacción contrajo su interior, Zoro no pudo soportarlo y se termino corriendo en el interior de Sanji, dio un gruñido placentero.

Sus cuerpos tenían algunas gotas de sudor causados por aquel acto sexual, Sanji aun abrazaba por el cuello al moreno y puso su cabeza en el pecho del mismo, Zoro abrazo al rubio aun sin salir de su interior.

 

- Zoro... No es por fastidiar, pero en serio ¿Que fue lo que te paso esta mañana? -levanto el rostro para mirar de frente al peli verde.

 

El espadachín suspira ligero, derrotado por que no tenía de otra - bien... estaba molesto, esa actitud tuya hacia las mujeres es algo irritante -desvío la mirada a otro punto de la habitación.

 

- Asi que todo esto fue por celos - el cocinero comenzó a reírse - eres un idiota...

 

- ¿Ha? ¡Cállate! ¡Es tu maldita culpa!... si no fueras tan empalagoso con ellas - el peli verde le lanza una mirada de enojo, un tenue sonrojo estaba sobre sus mejillas ante tal confesión.

 

- Soy un caballero, no te confundas idiota, las damas necesitan ser atendidas como tal... al único que amo es a ti - el rubio deposita un casto beso sobre los labios del peli verde.

 

- Si, eso ya me quedo claro...- el tono que había usado parecía no muy convencido.

 

El cocinero suspiro - no voy a negar que me parecía algo raro que un hombre me gustara, pero así de repente sucedió, tus atenciones, tu sonrisa, son cosas que hicieron me enmorara de ti...- se sonrojo ante la revelación que estaba haciendo, pero ser algo romántico no estaba mal después de todo, además era el "cocinero del amor", tenía que sincerarse para que Zoro dejara sus dudas.

 

- ¿Mi sonrisa?... -sonrie amplio el peli verde y enarca una ceja- ¿En serio? - lo hacia mas en burla que en coquetería "No hay nada de especial en ella ¿o si?" se decía asi mismo.

 

- ¡No te burles de mi! ¡Maldición! -ahora estaba mas que avergonzado.

 

Zoro inevitablemente comienza a reír - no lo hago, es solo que me sorprendió eso.

 

- Como sea... Y a ti ¿Que te gusto de mi?

 

- Todo.

 

- ¿Qué?, no seas tan frio, por lo menos di algunas cosa.

 

- No es necesario decir algunas si todo me gusta de ti, de pies a cabeza, en cuerpo y alma.

 

A Sanji se le subieron todos los colores al rostro - Quien lo diría, así que tienes tu lado cursi.

 

- Lo aprendí de ti cocinero del amor.

 

Ambos se miraron y se sonrieron, ahora no había ni la mas mínima duda que lo que uno sentía por el otro era mas que sincero, se besaron con cariño, el rubio emitió un suspiro entre el beso, si su lazo era tan fuerte, esperaban que jamás se separaran, compartirían el resto de sus vidas juntos, ni nada ni nadie los podría separar.

 

 

 

" Amor sincero es amor duradero, amor que dura por el resto de la eternidad, pues ni la muerte es capaz de borrar"

Notas finales:

¿Muy cursi?, no lo se, es el primer lemon que escribo aquí, me interesa saber su opinión y ojala puedan dejar un review c:

 

Hasta la próxima, bye! bye!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).