Leeteuk’s POV
Años atrás…
Cuando se lucha por un amor que realmente se quiere, no hay obstáculo que no se pueda pasar… Vivir con muchos años con esa persona hizo que mi mundo cambiara, que me sintiera diferente. Siempre quise saber qué era amar y sentirse amado, como alguna vez en el mundo se amó.
Eso siempre lo vi reflejado en mis padres, espero que cuando sea mi hora de enamorarme, sea con la persona correcta, y lo que es más importante, que ésta también llegue a sentir lo mismo por mí…
Ahora…
Era increíble… todas las luces, el sonido que nos envolvía, el azul zafiro perlado y la compañía… y Super Junior…Todo un estadio se estremecía con sus gritos, eufóricos como la primera vez… - “Su-per Ju-ni-or”, “Su-per Ju-ni-or”, “Saranghae”!!-. Se oía repetidas veces… Y recordé, fue ahí donde experimente mi primer amor, un amor que llegó a ser incondicional con el paso de los años. Gracias a personas que quizá no llegue a conocer por completo, o tal vez nada, pero aun así nos apoyan, y que desde nuestro debut han apoyado con fuerza a este grupo; creo que he encontrado donde pertenezco, donde me siento yo mismo y puedo abrirme hacia mis fans sin temor a su rechazo… y todos estamos muy agradecidos con este fandom… Las ELF… espero que no importa qué, siempre sea así. Me encantaría que este sueño nunca se acabe….
De pronto, alguien me saca de mi ensoñación, me recompongo y dedico a escuchar a quien me habla:
- Líder, buen trabajo.- Decía mi pequeño Ryewook.
- Igual tú, Wookie.- Le dije. Puse atención a mi alrededor y todos comenzaban a charlar sobre lo bien que estuvo el concierto y lo bien que lo pasaron.
- Bien hecho Teukkie, no esperaba menos de ti.- Me dijo alguien tras mi espalda, no tenía que voltearme para saber quién es. – Gracias Kangin!- Le respondí pasando una mano por su espalda (“grave error”, me reprimí, mientras retiraba rápidamente mi mano).
- Yah! Hyung… quiero ir a comer! Tengo hambre.- Dijo Sungmin haciendo un tierno puchero.
- Cómeme a mí~.- dijo el maknae con un tono bajo, pero suficiente como para que lo escucháramos todos y se acercó a Sungmin hasta abrazarlo por la espalda.
- Ustedes dos! Se separan ahora mismo!.- Les dije con voz “autoritaria”.
- Pero si tú y Kangin-hyung pasan haciendo cosas peores enfrente de las fans y nunca nadie les dice nada.- Dijo Eunhyuk con cara de pícaro.
- E-e…eso es diferente!.- dije en modo de defensa. Rayos, creo que me estoy comenzando a sonrojar…
- Somos mayores, y por consiguiente podemos, ustedes son nuestros pequeños, así que obedezcan.- Dijo Kangin mientras separaba al maknae y al conejo.
- Aish! Ya están viejitos, no saben divertirse.- Dijo Sungmin haciendo una de sus típicas rabietas.
- Bueno, olvídense de esto y mejor vamos todos a celebrar, hace mucho que no lo hacemos!!!.- En este caso, esa voz pertenecía a Heechul.
- Vamos!! .- Respondimos todos felices y entusiasmados por volver a estar todos juntos celebrando una vez más.
Ya en el auto todos se posicionaron de manera que yo quedara en el centro de la camioneta negra, pues al ser el líder y ellos mis pollitos, pues era obvio que no esperaba menos. Lo único malo, es que… la persona que estaba a mi lado era nada más y nada menos que KangIn…
Sí, creo que es difícil ocultármelo a mí mismo… la cuestión es que he comenzado a sentir algo por mi donsaeng; algo que no es normal, digo entre compañeros… hombres. Pero es que el me trata tan bien, y siempre me dice que me quiere; además, aceptó hacer FANSERVICE KANGTEUK…, digo, pues ¿qué demonios es eso? Y a él qué le pasa aceptando tal cosa!?...
Las fans a veces tienen mucha imaginación, y comienzan a hacer historias extrañas entre los mismos miembros… Hemos visto el “KyuMin”, “SiChul”, “EunHae”, “YeWook”, “KangTeuk”, hasta “ZhouRy” y pues Shindong es el único normal, pues lo emparejan con NaRi… aunque se ven realmente bien juntos…
Y lo peor es que al menos conmigo no se equivocan… Y aunque no me parece bueno lo que me está sucediendo… creo que me estoy comenzando a enamorar de Young Woon…
Sentía que mi corazón en cualquier momento daría un vuelco, sentía que mis piernas comenzaban a temblar; al igual que mis manos. Creo que lo hice demasiado notorio, pues Kangin me veía con algo de preocupación reflejada en su rostro…
- ¿Estás bien, hyung?- Me preguntó Kangin, con tono realmente preocupado (¿tan mal me veía?)
- Sí, sí, claro… Es solo que me siento algo débil por el concierto.- Sonreí, esperando que me creyeran, realmente no quería entrar en explicaciones.
- ¿Seguro? Si quieres podemos pasar a comprarte algunas vitaminas para que te sientas mejor.- dijo Donghae, sin embargo negué con mi cabeza.- No es necesario, estaré bien, se los prometo.- Me miraron con desapruebo, pero al final dejaron de lado las preguntas.
Los minutos comenzaron a irse con rapidez mientras llegábamos al bar que recomendó Siwon, el “Sapphire Blue 9th Street”, al parecer era hermoso y además servían comida deliciosa. Kangin llevaba todo el camino mostrándome videos según él graciosos, sin embargo eran espantosos, yo sonreía porque no quería que sospechara nada, pero creo que mi cuerpo no estaba comprendiendo lo que quería en ese momento, pues seguían sudando mis manos y si estuviese hablando notarían mi nerviosismo por completo. Y si eso no es suficiente, para rematar, Kangin tomó mi mano para llamar mi atención, abriendo sus ojos al punto que parecía occidental (fue gracioso, pues alzó sus cejas dejando ver una expresión de asombro) y luego me miró con sospecha al notar mis manos sudorosas.
Por suerte, o al menos eso creí por unos momentos, llegamos al esperado lugar. Todos comenzaron a bajarse del auto y yo me quedé al final para coordinar cuando nos tenían que traer el auto para llevarnos al apartamento de Super Junior (el cual, de hecho según nuestro manager, era diferente al anterior y era además una sorpresa). Genial…
Miré de nuevo el auto, confirmando así que ninguno se quedara atrás. Cuando lo vi vacío me volteé y el auto se fue. Caminé hacia la entrada a buscar a los chicos, los cuales ya no estaban – En verdad estaban desesperados por venir aquí.- Me dije en voz baja, llegando a la entrada principal, sin embargo, alguien tomó mi brazo y me haló hacia él/ella. Al dar vuelta me desbalanceé un poco, pero esta persona (que al parecer era un hombre… que creo es de mi grupo) me sostuvo fuertemente. Alcé mi vista para mirar de quién se trataba, con ya algo de miedo en todo mi cuerpo, pues reconocí de inmediato esas manos que me sostenían, ese brazalete, esa ropa… Mierda…